Two-Shot de Pokémon - El Raichu ciego y otras historias

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por Blackylight, 29 Octubre 2014.

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  1. Threadmarks: El Raichu ciego
     
    Blackylight

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    Título:
    El Raichu ciego y otras historias
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    628
    Había una vez, en un lejano y perdido bosque, un joven Raichu llamado Grief.

    Grief vivía con su familia, pero había sido el único de sus seis hermanos capaz de evolucionar, por una mera casualidad que lo llevó a encontrar una piedra verdosa que desprendía la energía del trueno. Sus hermanos desde aquello lo miraban con odio, ¡él ni siquiera quería ese aspecto! Era más lento y torpe, no estaba acostumbrado a su cola y no hacía más que golpear todo cuanto se pusiera a su alcance. A sus hermanos eso les traía sin cuidado, sabían que Grief era ahora más fuerte. Ellos querían esa fuerza. Lo envidiaban, y no era un secreto para nadie, ni siquiera para sus padres.

    Pero ellos lo permitían.

    Nunca habían querido a Grief tanto como a los demás de la camada, era pequeño y tendía a enfermar, lo que les obligaba a pagar a menudo con su comida para que él accediera a los medicamentos y bayas que necesitaba. Nunca abundaba la comida en aquel bosque, así que ¿por qué gastarla en ese débil Pokémon?

    "Ahora que Grief es fuerte", soltó con desprecio uno de sus hermanos sin mirarlo, "podrá irse a cazar sus propias presas, ¿no?"

    Aquel era Gam, el más fuerte de sus hermanos. Solía enseñarles las técnicas de batalla que iba aprendiendo de los demás Pokémon del bosque, ya que era el único que se atrevía a explorar. Grief entrenaba con ellos hasta que evolucionó, pues Gam y los demás se mofaban de su lentitud y torpeza.

    Tras aquel comentario lleno de odio, su madre solo giró su rostro a otro lado, sacudiendo las orejas levemente. Pero Grief pudo ver un leve brillo en sus ojos, que tampoco pasó desapercibido para Gam. Fue ahí cuando Grief se dio cuenta de que aquella no podía ser una familia. No podía ser su familia. Pero él los quería.

    Fue aquella tarde, cuando todo se volvió negro, que sólo deseó poder odiarlos. Y lloró con sus cuencas vacías, cuyos ojos habían sido arrancados y destrozados por aquel depredador en un intento de rasgarle el rostro, unas lágrimas manchadas de sangre que rociaron los cuerpos inertes de sus padres y sus hermanos. "Sí soy más fuerte", sollozó, "¿Pero de qué me ha servido, hermano, si sólo yo he podido salvarme? ¿Que acaso la fuerza sólo me servirá para esto, sobrevivir y ver como despedazan a los demás, a los que quiero, a mi familia? Yo no quise esto, y ahora..."

    "Lo siento, hermano". Escuchó en su cabeza las voces de sus hermanos, disculpándose. Se asustó, pues no podía verlos, pero tocó con cautela sus cuerpos, muertos, inertes, sin vida. Y sonrió. Sabía que los oía a ellos, a pesar de que no estuvieran con el. Cerró sus párpados, marcados de cicatrices, que jamás abriría de nuevo. Y Grief se adentró en el bosque, en busca de un nuevo hogar.

    Conoció con el tiempo a una nueva familia. Eran cuatro Pokémon, y eran distintos, pero se querían como hermanos de sangre. Viri, una amable Lilligant, lo ayudaba con su ceguera, y lo guiaba por el bosque. Kais, un poderoso Sawsbuck, le enseñó a percibir con su oído cualquier movimiento. Trick, un enérgico Togetic, insistía continuamente en gastar arriesgadas bromas a los humanos. Simplemente, Grief era feliz. Sólo su ceguera le recordaba su desgracia y lo obligaba a contener las lágrimas tras una sonrisa frente a sus compañeros. Una sonrisa falsa pero creíble, que sólo inquietaba al pequeño Trick. Grief lo sabía, sentía es su rostro esa inquisitiva mirada. Pero no era el momento de hablarlo, ni nunca lo sería. Sólo quería hacer callar aquellas voces de su familia, que clamaban venganza por sus muertes, que querían que Grief, el más fuerte, luchara por ellos.
     
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  2. Threadmarks: El Lapras de Cueva Unión
     
    Blackylight

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    Título:
    El Raichu ciego y otras historias
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    2
     
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    Historia segunda: El Lapras de Cueva Unión


    Las manadas de Lapras son afables con los marineros, siendo que suelen ayudarlos con la pesca de Magikarp o incluso salvan vidas con frecuencia en estos tormentosos océanos. Se mueven en familias, y recuerdan los barcos que encuentran en su camino, hasta el punto de saludar con su aleta y un agradable sonido procedente de su garganta cuando ven a un conocido.


    En ello, Hill no era una excepción. Era un Lapras pequeño, prácticamente una cría, y siempre acompañado de su madre. Agradecía enormemente la ayuda que los humanos les brindaban cuando la comida escaseaba, y procuraba devolverles el favor como podía.


    Incluso aquella noche, que pretendía salvarlo.


    Hubo una enorme tormenta, la mayor que nunca se dio en toda la región. Hill huía a un lugar seguro junto a su familia. A todos les costaba avanzar, incluso bajo el agua, pues furiosos Sharpedo se movían rápidamente de acá para allá. Ellos derribaron a un fuerte Lapras, pero no podían detenerse a ayudarle. Y Hill vio cómo su padre caía bamboleándose a las profundidades, siendo perseguido muy de cerca por esos hambrientos tiburones. Su madre sollozó junto a él mientras los demás Lapras los empujaban apremiantes.


    Cuando Hill asomó la cabeza sobre el agua, su rostro mostró terror.


    No muy lejos de donde estaban, un grandioso barco luchaba por mantenerse a flote. Era un crucero hermoso, azul y blanco, pero la tormenta lo zarandeaba con fuerza. Hill vio caer a un humano y, separándose de su madre mientras ésta gritaba su nombre aterrada, nadó hacia él con gran velocidad. Pese a la mar embravecida, logró llegar hasta aquel humano en relativamente poco tiempo, y buceó para alcanzarlo y aferrar con sus mandíbulas su ropa, subiéndolo para que respirase. El humano, tosiendo, lo miró agradecido.


    Una gran ola los sumergió por completo. Hill perdió el conocimiento. Su cuerpo fue arrastrado y acabó adentrándose en una cueva comunicada con el mar, cuya única salida acuática fue taponada por un desprendimiento de rocas. Cuando el Lapras despertó, el humano no estaba. Quizá había muerto, su esfuerzo había sido en vano, y ahora estaba atrapado en un lago pequeño en el interior de una cueva y sin alimentos a su alcance ni modo de escapar, alejado de su madre y su familia. Conforme los días pasaban, más se desesperaba, a punto de desfallecer por el hambre. Nadie se acercaba a aquel lugar. Hasta que un día escuchó una voz.


    Y Hill cantó. Cantó con la hermosa voz propia de los Lapras salvajes, cantó durante eternos minutos, hasta que un joven explorador se acercó hasta allí, tambaleándose, desconociendo el objetivo ni procedencia de aquella voz. Pero Canto Mortal ya había hecho efecto. Aquel humano se desplomó segundos después, muerto, junto al lago. Y Hill lo devoró, lamentándose de sus propios actos, ¿pero qué otra opción le quedaba más que devorar a todo aquel que se acercara allí?


    Quizá algún día llegara alguien lo bastante fuerte para capturarlo y llevarlo de vuelta a su hogar.
     
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  3.  
    Graecus

    Graecus uwu7

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    Bueno, debo admitir que por ahora son muy buenas historias. La primera es un poco triste, la segunda es intrigante. De alguna manera recuerda a los Cuentos de Beedle el bardo, las historias que los magos cuentan a sus pequeños hijos en el mundo fantástico de Harry Potter.

    En la segunda historia, Lapras usaba Canto Mortal para atraer a un hombre y poder comerselo. Por alguna razón me recordó a una sirena :P

    Espero que continues C: Te estaré leyendo si lo haces.
     
  4.  
    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
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    Pero qué buenos relatos, me gustó bastante más el segundo btw pero eso tampoco le quita mérito al primero.
    Me encantaron las últimas frases de ambos relatos, una excelente forma de cerrar. La desesperación y el sufrimiento de ambos pokemon está plasmada de una manera muy ingeniosa ya que ambos sufren pero en el fondo aguardan que un dia las cosas mejoren.
    Si hay más igual los leere.
     
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