Dias de Abecedario

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Marina, 15 Julio 2015.

  1.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
    Miembro desde:
    4 Mayo 2010
    Mensajes:
    1,177
    Pluma de
    Escritora
    Oh, wow, esto se pone interesante. Claro, era obvio que tarde o temprano los medio comunicativos se enteraran, digo, son más de lo más metiche y chismoso que hay. Uff, lo malo es que hacen un escándalo como ninguno, ¡pero genial! Creo que amo ese hadita xD Salvó el día con su magia con esos juncos para salvar a Felipe y Viento, y no sólo a ellos, sino a toda la propiedad de Don Fabián o.o Les hizo su propia muralla, ¿eh? Esto último sí fue interesante de leer xD A lo película me lo imaginé, jejeje.

    Creo que la historia te está quedando muy bien a pesar de ser de actualización diaria, cosa que no debe ser fácil ._. Y yo no sé de dónde sacas las ideas. Pero bueno, algo me dice que esto apenas empieza, así que habrá que esperar. Por el momento, Master, me despido y te cuidas mucho. Te amo *u*

    Hasta otra.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Víngilot

    Víngilot Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    4 Marzo 2014
    Mensajes:
    220
    Pluma de
    Escritor
    ¡Son unos perros esos periodistas! Lamento haberme ausentado Marina, pero he vuelto para ponerme al corriente. Los reporteros bien pueden decir que están cumpliendo con su trabajo, pero hay de empleos a empleos, hay algunos que implican perjudicar a los demás, ese es el mencionado, parece que no tienen el más mínimo respeto, está bien que deseen a cual más la primicia pero romper cristales, casi aplastar al heredero de la hacienda e intentar allanar la morada principal no tiene justificación ¡qué bueno que el hada los ha contenido!
    Esta hada por cierto me gustó su repentina aparición y su naturaleza ardiente y además está demostrando que el tamaño no tiene nada que ver con la convicción de ayudar y con el poder, es una auténtica celadora.
    Y vaya reacciones las que están demostrando los residentes del rancho para sobrellevar su vida al lado de estas fascinantes criaturas, je, je, Santiago sigue terco con que la cocinera les echó algo en la comida... Por su parte, Don Fabian muy centrado en sus decisiones demostrando el liderazgo que una persona de su nivel debe tener. Respecto a Susana, aún estoy expectante por cómo va a reaccionar, supongo que la tristeza que la invade impide que actúe de otra manera más agresiva o firme y es que enfrentarse al desamor de la pareja es la muerte, vamos preciosa, reacciona, demuestra tu verdadera naturaleza y poder ¿qué más puedes perder?
    Marina, por favor no vayas a lastimar a ninguna de las criaturas que van apareciendo. Me despido por ahora, pero mañana ahora sí vendré a leer y comentar, hasta entonces, que estés muy bien.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    1004
    @Borealis Spiral y @Víngilot, muchas gracias por leer y pues sí, los medios de información a veces son así de agresivos xD Y más cuando hay una noticia así de... mmm ¿cómo llamarlo? ¿noticiosa? Jajaja, sorprendente. Víngilot, no te preocupes si no estás aquí al día. Las ocupaciones son muchas, así que tranquilo. Lo bueno que puedas leer cuando tengas tiempo xD Y sí, por ahora Susana se siente abatida, pero también espero que salga su verdadera naturaleza. La verdad, como no soy de pensar en lo que seguirá, ni siquiera yo sé que rumbo tomará esto, así que por favor, no esperen mucho de esta historia que... ¡tampoco fue planeada! Salió solo por lo de la actividad del ABC. Que la estén pasando muy bien.

    A los demás, gracias también por tomarse las molestias de leer y recuerden, esto sí es fantasía, así que cualquier cosa puede suceder.

    K de Kilómetro

    —No podemos quedarnos aquí —dijo Susana haciéndole señas a Felipe para que se acercara a ellos—. Debemos irnos. Vendrán más. Harán la guerra contra nosotros. Estas eran pocas y aun así ocuparon como un kilómetroa la redonda.

    —¿Un kilómetro a la redonda? ¿La guerra? Susana, no seas exagerada.

    —¡Qué miedo! —exclamó Felipe al llegar a su lado. Acarició a Viento, el que finalmente había conseguido calmarse.

    —Está bien, exagero en lo de kilómetro a la redonda, pero por si no lo notaste, esas personas sí eran muchas y estuvieron a punto de matarnos. Sin ser intencional, claro, pero estaban dominadas por la ambición, todos querían a Viento. ¿Qué hubiera pasado si llegan a Urko? ¿O a Izaro? Volverán y esta vez sí ocuparán un kilómetro a la redonda, sino es que más. Debemos irnos de aquí.

    —¿Quiénes son Urko e Izaro, tía?

    —Así se llaman el tritón y el hada. Cuando veas a Izaro dale las gracias, pues fue ella la que nos salvó.

    Santiago frunció el ceño con disgusto, recordando el vídeo que les habían mostrado. ¿Quién se había atrevido a ponerlos en peligro?

    Debió ser alguien en el interior de la casa, porque Izaro el hada —¿y cómo es que su esposa conocía sus nombres?—, no había salido, así que solamente sabían su existencia la familia y la servidumbre, pero aparecía también en la grabación. Miró a Susana, quien comenzó a caminar y al avanzar ella iban abriéndose pasillos, separándose los juncos de forma fantástica; así tuvieron acceso al interior de la casa.

    En la sala estaban Don Fabián y María, como la servidumbre doméstica, menos una. La madre de Felipe había quedado libre de los brillitos, así que corrió a abrazar a su hijo, quien avergonzado, le dijo separándose:

    —Estoy bien, mamá.

    —Papá, ¿tú que opinas?

    Don Fabián miró a Santiago y muy serio, respondió:

    —No comprendo muy bien qué está sucediendo, pero lo que sea, creo que va a empeorar. Debemos irnos de aquí, Santiago.

    —¿Y perderlo todo, papá?

    —Conservaremos lo más importante, la vida de estas criaturas fantásticas. Escucha Santiago, esto ya explotó y vendrán más, incluidos a los del gobierno, lo sé y se los llevarán, querrán estudiarlos o yo qué se qué... pero lo peor, se llevarán también a Susana.

    —¿Qué? ¿De qué hablas, papá?

    Don Fabián movió la cabeza exasperado y miró a su hijo con dureza. La parecía mentira que fuera tan... inocente, o ignorante más bien.

    —¿Es que no has notado que tu esposa no es como nosotros? ¿No te has dado cuenta que comprende a estas criaturas porque ella misma es... diferente?

    —¿Qué? —Santiago miró pasmado a Susana.

    —No soy de este mundo —afirmó Susana con voz llena de pesar, no por su procedencia, sino porque las cosas se habían puesto así de mal... y lo que faltaba.

    —Tal como lo sospechaba —asintió Don Fabián sin sorpresa—, pero no hay tiempo para explicaciones. Nos iremos por el lago, pues habrá vigías en los caminos.Hay que ir al muelle, al bote.

    —¿Y a dónde iremos? —inquirió María visiblemente asustada por los inauditos acontecimientos.

    —¿Recuerdas la cabaña que compré el año pasado? Nadie, a parte de ti sabe que me pertenece. Allá estaremos seguros por un tiempo.

    —¿Y nosotras, patrón? ¿Qué hacemos?

    Don Fabián miró a la cocinera y a las dos domésticas, una de las que había preguntado, mas notó que faltaba una.

    —Irán con nosotros, por supuesto. Supongo que los demás empleados están bien, ¿Y dónde está Cleo?

    Cleo era la más joven de las sirvientas y no hacía mucho que había ingresado al servicio doméstico, de hecho había pasado a formar parte un par de días después de que Santiago se hiciera cargo de la hacienda, pero no estaba ahí con sus compañeras, que debería estar y ellas no supieron informar a Don fabian de su paradero, por lo que terminaron por encogerse de hombros.

    Entre tanto, Izaro el hada, que había entrado también y revoloteaba por ahí, —entretenida en querer hacer volar a Vientoy el que ya controlaba mejor su levitación—, se acercó a Susana y le susurró al oído, así que después ella informó:

    —Izaro dice que todos los trabajadores están bien, que aunque también los sacó fuera de la propiedad, ninguno de ellos sufrió daño, que de hecho, no hirió a nadie. Solo los asustó. Pero tampoco sabe nada de Cleo.

    —Espero que también esté bien. Entonces vámonos, no podemos perder más tiempo.

    Después de sus palabras, se escuchó una lámpara de pie que, situada en una esquina, fue a dar contra el suelo cuando Viento la golpeó con el ala.

    El pegaso realmente se veía extraordinario moviéndose en el aire en la sala que, si bien era muy amplia, él la empequeñecía cuando abría las blancas alas, aterrizando a veces sobre los sillones.

    Pero los humanos gozaron por un momento del espectáculo, pues era algo que jamás habían visto.

    —Si de donde procedes existen criaturas como esa —dijo por último Don Fabián, señalando a Viento—, entonces tu mundo es precioso, Susana.
     
    Última edición: 25 Julio 2015
    • Me gusta Me gusta x 2
  4.  
    Víngilot

    Víngilot Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    4 Marzo 2014
    Mensajes:
    220
    Pluma de
    Escritor
    ¡Maldita Cleo! No cabe duda de que fue ella la soplona ¿habrá pensado lo que podría provocar su información? ¿fue la recompensa bastante grande como para poner en riesgo a la familia entera? Ojalá que Don Fabián le dé un buen escarmiento, y luego la despida. Oye, este señor sí que es líder, inteligente, sagaz, sereno, y yo que creí que sería un personaje secundario. Vio lo que el propio marido no hizo en Susana, caray, y cuando ésta les cuente de su origen (que supongo ocurrirá en la cabaña) asombrará a todos empezando por Santiago y seguido de la mentada María, dirá ¿contra quién estoy compitiendo? Vas a sentirte minúscula María, ya lo verás, y el otro haber qué piensa también, cielos, me imagino a ese trío aclarando todo en la misma cabaña ¡Felipe, ve con las sirvientas y no escuches eso! Don Fabián a poner orden, por favor, es menester, esto ya no puede seguir así por el bien de todos.
    ¿Urko e Izaro? Te digo que a ustedes sí se les ocurren buenos nombres, se los envidio, la neta. Marina, buena historia, se te agradece y no dudes que mañana estaré aquí para continuar con la lectura. Un abrazo.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    559
    @Víngilot, gracias xD Muy buenas suposiciones las tuyas, pero Susana es muy discreta y no quiere hacer quedar mal a nadie xD Ya se verá más adelante cómo se descubre ante su esposo. Saludos y que estés pasando muy bonito domingo.

    A los demás que se han pasado por aquí, gracias también.

    L de Luna

    El bote se deslizó por las aguas impulsado por el potente motor.

    Habían salido de la casa hacia el muelle del lago llevando a Urko el tritón envuelto en mantas húmedas, cargándolo Santiago en brazos, pero al llegar a donde un navío de mediana estructura estaba, Susana conversó con Urko en un extraño lenguaje que sólo ellos y por supuesto Izaro, pudieron entender.

    Miraron asentir a Urko y entonces Susana le pidió a Santiago que lo llevara al agua y lo dejara libre.

    —¿No escapará? —inquirió Santiago inseguro.

    —Urko sabe que está mejor a nuestro lado, así que no te preocupes, nos seguirá.

    Santiago la miró mientras ya los demás abordaban el bote, entonces fue que preguntó con voz tenue.

    —¿Con quién me casé, Susana? ¿Quién eres en realidad?

    Y fue que recordó que no sabía mucho de ella, solo que estaba sola, que no era del país y le gustaba mucho la naturaleza y la música, pero eso para él había sido suficiente.

    —Pertenezco a una raza muy antigua, una que los humanos solo conciben en su mente. A un mundo que ustedes conocen como fantasía.

    —¿Y dejaste ese mundo por mí? —cuestionó él sintiéndose de pronto insignificante, pequeño, pero no por pertenecer a la raza humana, sino por su infidelidad. Susana lo había dejado todo por él y, ¿cómo le había pagado?

    —Santiago —Se acercó a él y acariciando su mejilla, le dijo llena de amor—, no hablemos de eso. Ni tu padre ni Felipe deben jamás saberlo. Lo que sucedió no se puede borrar y no tiene caso que ellos se enteren.

    Después se dio la vuelta para subir al navío, pero alcanzó a escuchar la voz de él:

    —Perdóname, mi amor.

    Después hizo lo que le había pedido. Puso en el agua a Urko y vio como el tritón se sumergió.

    En el cielo, una luna en su cuarto creciente proporcionó la suficiente luz para permitirle ver como Urko salía del agua en acrobáticos saltos dando una espectacular e inolvidable visión, aunque por momentos algunas nubes la oscurecían.

    Así que ahí estaban, recorriendo la tranquila superficie del lago, rota solo por el continuo saltar de Urko que al lado del navío, hacía piruetas en el aire para caer una y otra vez en el fondo, jubiloso por su libertad, jugando también con la estela que el motor dejaba tras de sí.

    Y Susana, mirándolo con una media sonrisa, recargada en un costado en la borda con Izaro sobre su hombro, sintió nostalgia al levantar los ojos para ver la creciente luna. Pensó en su pasado, en su gente, en su mundo, pero pronto salió de sus cavilaciones al ver como varios helicópteros surcaban el cielo y algunos de ellos tenían enormes reflectores que utilizaban para ver abajo, así que fue inevitable que un par de ellos iluminaran el navío, mas Urko, en cuanto vio los círculos de luz sobre la superficie, no volvió a asomarse, sino que se mantuvo sumergido.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  6.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    598
    Gracias a los que leen esto.

    M de Monstruo

    —¡Los del bote! —les llegó una voz por un megáfono— ¡Deténganse!

    Ante el timón, Santiago lanzó una palabra soez, luego exclamó:

    —¡Pero si no pierden tiempo los malditos!

    Felipe trató de tranquilizar a Viento, quien bajo la luz del reflector, comenzó a moverse inquieto, aleteando con fuerza.

    —¡No les haremos nada! —informó el del megáfono—. Solo queremos que nos acompañen y hablen con nosotros.

    El sonido de tres helicópteros —uno de los cuales era de la prensa—, y que se habían quedado como suspendidos sobre la embarcación era tan fuerte, que opacaba el propio motor del barco, así que Viento se puso más nervioso.

    Mientras que otros se habían retirado con rumbo a la hacienda, pues personal científico y del gobierno iba a bordo y querían acordonar las inmediaciones de la propiedad de Don Fabián para estudiar todo ese crecimiento de la fantástica fortaleza, además que para esa hora, todo lo que había sucedido y la confirmación de que sí existían criaturas fantásticas, recorría los noticieros en televisión e internet, para beneplácito de los medios de comunicación que estaban subiendo sus raitings.

    Creciendo hasta el cielo porque ahora los personajes estaban en vivo, pues los de la prensa estaban grabando y pronto transmitieron la persecución del bote, enfocando cada que podían a Viento, pues de las tres criaturas, era la visible.

    Entonces sucedieron varias cosas. Una metralleta lanzó balas frente al navío para detenerlo. Susana gritó asustada por Urko, quien miró los proyectiles entrar al agua, así que se puso debajo del bote, cuidándose de la hélice.

    Y casi de inmediato, otra ráfaga fue rociada a un costado y ante ésta, Viento comenzó a elevarse, ya sin control de Felipe, quien tomado del brazo por María, lo hizo bajar a cubierta mientras Susana ordenaba a las otras mujeres ayudar a Don Fabián a ponerse a resguardo por lo que a la vista solo quedaron Susana, Santiago y Viento, con Izaro sobre su lomo, animándolo a mantenerse en el aire.

    Santiago siguió sin detenerse, maniobrando en zigzag por el lago cuando más balas lo siguieron, pero sin perder el objetivo de su meta, a la que poco a poco se aproximaba gracias a que la atención de los integrantes de los helicópteros fueron atraídos por Viento, quien aleccionado en el vuelo por el hada, casi logró el equilibrio; desplazándose por el aire alcanzando gran altura, maravilloso bajo los círculos de luz que lo siguieron, pero de pronto, dejó de aletear y comenzó a caer cuando sobre él, una enorme nube fue dibujando una figura.

    Un monstruo enorme.

    Gigante.

    Uno que rápidamente dejó de ser una bonita nube para transformarse en una oscura bestia alada, cuyos ojos rojos brillaron en el manto nocturno, pareciendo dos luceros caídos del cielo, pero feroces, hostiles ante las miradas de los cazadores que depositaron su atención en el monstruo, siendo éste el protagonista ahora, con su cuerpo corpulento de serpiente, sus garras de león, pero potenciadas en fuerza y tamaño; sus grandiosas alas parecían ser la mezcla de las del águila y el murciélago, largas y poderosas.

    Y lo peor que pudieron hacer los de los helicópteros fue arrojarle la luz de los reflectores, pues en cuanto se vio iluminado, la ferocidad del dragón creció y abriendo la boca, lanzó primero un imponente rugido cuyas ondas sonoras agrietaron el cristal de los reflectores así como las ventanillas de las máquinas voladoras, desestabilizándolas y luego lanzó fuego repetidas veces.

    Extensas, gruesas e implacables llamas que los envolvió incinerándolos en cuestión de segundos.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Ganador Ganador x 1
  7.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    347
    N de Noche

    Entre tanto, Viento alcanzó a controlar la caída antes de dar contra el agua, batiendo las alas vigorosamente y cuando se hubo equilibrado, voló bajo siguiendo el bote con Izaro adelante de él, dejando atrás una lluvia de fuego.

    Desde la embarcación, Susana miró al dragón, el que elevándose en las alturas, pareció tapar por un momento la poca luz de la luna y la noche se tornó más oscura que lo habitual, pero ella sabía que era por lo que el dragón representaba.

    Destrucción y muerte.

    Simplemente ya no podía quedarse al margen y debía actuar, así que en cuanto llegaron a la orilla del lago; al desembarcar, les dijo:

    —Debemos detener esto.

    —¿Qué podemos hacer?—cuestionó su esposo, pero Susana se quedó en silencio.

    ¿Cómo decirle que lo necesitaba para detener todo eso? Temía por él, porque implicaba su vida.

    —¿Y ese monstruo era un dragón, verdad? —preguntó ahora el esposo al no obtener respuesta.

    —¿Un dragón? —inquirió Felipe sin dejar de palpar a Viento, buscándole una herida o algo así, pero luego se volvió a su madre para reclamarle—. ¿Ves mamá? ¡Por meterme ahí abajo no vi ese dragón! ¿En serio era un dragón?

    Izaro se puso ante él y a señas le mostró cómo de feroz era el dragón, robando el desaliento del chico por sus cómicas muestras.

    —Papá —habló Susana dirigiéndose a su suegro, pues así le gustaba que lo llamara, el que permanecía en silencio, meditativo— ¿Está lejos esa cabaña?

    —Mmm, no, pero me parece que por ahora no seremos los personajes principales, ya alguien vino a robarnos el protagónico, ¿me equivoco?

    Susana miró a través del lago y todos siguieron su mirada. A lo lejos, el bosque estaba ardiendo, continuando la devastación hacia la gran urbe.

    —No creo que ninguno estemos a salvo con esa criatura volando por ahí —obvió María, estremecida hasta los huesos por las vivencias.

    —Y es por eso que se tiene que recuperar el equilibrio —susurró Susana mirándolos a todos—. Esta noche muchos conocerán al monstruo de sus pesadillas.
     
    Última edición: 28 Julio 2015
    • Me gusta Me gusta x 2
  8.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    897
    Gracias a los que leen xD

    Ñ de Ñango

    —No quiero dormir—dijoFelipe—. ¿Qué tal si regresa el dragón?

    Ya se encontraban en la cabaña, la que estaba entre los árboles de un apacible entorno, así que sus nuevos aparatos, celular y tablet no servían para nada. La señal de internet se perdía en el bosque.

    La choza estaba amueblada y tenía lámparas de aceite para alumbrarse. Habían llegado ahí entrada la madrugada después de caminar por senderos poco transitados, pues la vivienda había sido fabricada para aislarse del mundo, lo que le había gustado mucho a Don Fabián, pues le gustaba en ocasiones vacacionar lejos del bullicio y eso que la vida en la hacienda era relativamente tranquila.

    —El dragón no volverá, Felipe, porque seguro ahora está muy ocupado explorando este mundo, buscando una morada para él, porque no viene solo—Respondió Susana, llevándose una mano al pecho ante el horrible presentimiento que la sobrecogía de preocupación.

    Una sospecha que no estaba equivocada, porque en ese instante en la ciudad, podía verse un escenario escalofriante.

    Gente aterrada corriendo por las calles para ponerse a salvo del infierno volátil que arrasaba edificios y casas por igual. Plañidos agónicos que parecían no terminar.

    Los más arriesgados de la prensa haciendo tomas sin censura de personas quemándose vivas, en cumplimiento de reportar las últimas noticias a riesgo de sus vidas.

    Enfocando también al feroz dragón que incineraba con su aliento todo a su paso, derrumbando incluso los aviones de combate más avanzados de la moderna tecnología humana, como el F-35 Lightning, aun al más silencioso, al F-22 Raptor.

    No había proyectil que hiciera daño al inmortal, porque eso parecía ser el dragón y los bombardeos desde el suelo hacían menos, contribuyendo más bien a acrecentar la terrible ira de la bestia.

    Así pues el asunto era horroroso. La batalla en el cielo era ensordecedora a causa de los proyectiles que explotaban al contacto de las llamas expulsadas de la enorme fauce y la agilidad del dragón para esquivar las balas era sorprendente, pero por si eso fuera poco, la pesadilla se convirtió en el Apocalipsis cuando una gran llamarada que lanzó el dragón, comenzó a comportarse de manera extraña.

    —¡Vean eso! —gritó la reportera que, junto con algunos camarógrafos, seguían la trayectoria del dragón desde un helicóptero—. ¿Está surgiendo de ese fuego otro dragón? ¡Oh, Dios, mío! ¡Creo que sí! ¿Están grabando eso?

    Las cámaras hicieron tomas de acercamiento y bien se pudo ver como el fuego iba delineando la figura de otra bestia, emergiendo la serpiente alada del mismo color que las llamas, imponente por el tamaño, aunque más fina que el primero, siendo de seguro la hembra del dragón.

    —¡Oh, Dios, mío! —vociferó de nuevo la reportera, su voz llena de un profundo y contagioso pánico— ¡Atrás! ¡Vámonos de aquí!

    Pero fue tarde. La dragona lanzó una llamarada alcanzándolos... y fue lo últimos que los caza noticias vieron.

    Sin embargo en la cabaña, el panorama era diferente y Santiago insistió a Felipe para que se acomodara por ahí y descansara, pues deseaba conversar a solas con su esposa. Tenía muchas dudas que ella debía aclararle.

    Todos estaban cansados, así que las mujeres, incluida María, como Don Fabián, habían buscado donde recostarse para dormir, por lo que solo Susana, Felipe, Santiago e Izaro estaban despiertos.

    Afuera, en un pequeño estanque descansaba Urko y Viento se había echado en el porche frente a la puerta, así que la tranquilidad parecía reinar, pero el niño siguió en su empeño de no dormir.

    —No has comido en muchas horas, Felipe —renegó Santiago ante la testaruda negación del niño, recordándole que se habían saltado la cena—, y ahora no duermes. Serás un ñango* si sigues así.

    —¿Un ñango? ¿Qué es eso?

    —Un flaco. Serás un flaco descolorido y débil.

    Felipe sonrió divertido, luego respondió en su defensa.

    —Tío, nadie se enflaca por saltarse la cena o no dormir una noche.

    —De acuerdo, Felipe —intervino Susana apacible—, tienes razón, pero debes descansar, así que anda, a dormir.

    Y la joven bostezó ampliamente, lo que hizo que Felipe también lo hiciera y finalmente aceptara.

    —Está bien, descansaré, pero cuiden bien a Viento. ¿No va a escaparse, verdad? Ese dragón no le hará nada, ¿cierto?

    —No, no se escapará y ya te dije, esa bestia no vendrá —respondió ella guiando al niño a un lugar apropiado para que se recostara.

    Santiago miró con admiración a su esposa, porque a pesar de no pertenecer a su raza, se condolía y preocupaba por ellos. Susana era una hermosa joya y él era un canalla.

    Miró ahora a María, dormida en la cama en medio de las dos sirvientas —la cocinera yacía en el suelo, sobre un viejo tapete—, y su padre se había recostado en el grande y descolorido sofá que de seguro tenía chinches, y al ver a su amante, lo bonita que era, no pudo menos que sentirse más culpable, preguntándose por enésima vez qué le había sucedido para traicionar a su esposa con ella, puesto que conocía a María mucho antes de conocer a Susana y jamás le atrajo.

    De pronto un juvenil rostro tomó desprevenida su mente.

    Cleo. ¿Dónde estaba la joven sirvienta? ¿Y por qué al pensarla le causó un estremecimiento de temor?

    *Ñango: en México significa: Flaco.
    En otros países de habla hispana tiene otro significado.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Ganador Ganador x 1
  9.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
    Miembro desde:
    4 Mayo 2010
    Mensajes:
    1,177
    Pluma de
    Escritora
    ¡Hola, Master! Pues na', aquí poniéndome al día con esta historia, y he decir que ha continuado increíble o.o En serio, han pasado muchas cosas desde eso de los juncos y vaya, esos de la prensa no termina por gustarme. Mira que arriesgar su propia vida por una buena noticia, ufff, o aman mucho su trabajo o la ambición de fama puede mucho con ellos.

    Me preocupé cuando les dieron alcance los helicópteros estando ellos en el bote, eso de que les dispararan y tal, ufff, de miedo, menos mal que no pasó a mayores... O bueno, en realidad sí porque ahora hizo acto de presencia ese dragón o.o Y vaya que eso no es bueno, ni en el mundo fantasía mucho menos en el mundo real. Y cuando pensé que no podía ponerse peor la cosa, aparece otro dragón nacido de las llamaradas del otro (muy al estilo Fénix (?) y ahora es la hembra. ¿Te imaginas que procrearan y dieran a luz más y más dragones? Hm, un Apocalipsis no muy pensado por los científicos y expertos de ahora, ¿eh?

    Y Cloe. ¿Qué pinta esta muchacha aquí? Ya había sospechado algo de que ella había sido la chismosa que le dijo a la prensa de los seres fantásticos, pero ahora que Santiago ha pensado en ella y ha recordad el estremecimiento de temor que lo invadió en cuanto la presentaron como la nueva doméstica, me ha dejado intrigada. ¿Sería posible, de casualidad que, tal vez, ella también sea del mundo de Susana, sólo que en versión malévola villana? Hm, nunca se sabes y es una suposición mía nada más. Pero bueno, esto sin duda se pone mejor y mejor. Ya sabe que luego paso a leer algo más. Por el momento me despido y te cuidas. Te quiero mucho *u*

    Hasta otra.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  10.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    1116
    @Borealis Spiral, gracias por compartir tu tiempo conmigo aquí. Tus comentarios siempre son muy animadores y en esta ocasión más porque sé que la fantasía no te gusta mucho, cuando menos no esta clase de fantasía. Ya se verá un el próximo capítulo quien es Cloe en realidad, no en este. Jajaja, sí, este tipo de Apocalipsis no lo pensarían los científicos y expertos de ahora... y la verdad, tampoco yo lo había pensado antes de esta actividad xD Gracias por leer.

    A los demás que siguen esta, gracias también. Saludos.

    O de Ordinaria

    Susana ayudó a Felipe a acomodarse en el sofá mediano, mirándolo con cariño y el miedo de que algo le sucediera a ese niño tan encantador, la entristeció.

    ¿Qué había hecho? Bien le advirtió la consejera lo que sucedería al darle su amor a un humano. Confió tanto en él, que se cegó y no quiso ver las futuras consecuencias; ni siquiera las imaginó.

    De pequeña, la consejera solía contarle una historia donde una de ellas había dejado su mundo al enamorarse de un humano y había sido muy feliz. También le había explicado que ese amor debía ser íntegro, leal, sin contaminación, algo que vivió la de su raza con ese humano, así que ella idealizó de igual manera su amor.

    Por lo tanto, bebió del elixir prohibido, la sustancia mágica que le otorgaba la libertad de poder separarse de su árbol, pues las hadas de los bosques no podían vivir apartadas del árbol con el que se unían desde su nacimiento, aunque sí podían separarse de él unos cientos de metros, pero sin falta debían volver a éste si querían seguir viviendo.

    Mas el elixir mágico les permitía una separación en distancia y tiempo indefinidos, produciendo una especie de hibernación en el árbol en su ausencia para que la vida de ella no se apagara lejos de él, sin embargo, había un doble y alto precio qué pagar, de ahí que también al brebaje se le conociera como prohibido.

    Uno de ellos era que al beber la sustancia, no podía volver a su árbol a menos que el mortal con el que se unió, muriera por causas naturales, además de que esa persona no debía saber quién era ella para proteger su mente, pues los hombres que llegaban a verlas tal como eran, parecían enloquecer, culpándolas de lanzarles poderosos hechizos.

    El segundo era todavía peor, pues si la causa por la que se bebía el brebaje fallaba, todos pagarían las consecuencias, porque había leyes que jamás deberían pasarse por alto y la principal era no abandonar su árbol por amor a una criatura que no perteneciera a su mundo.

    En su caso, esa causa había fallado y el equilibrio se había roto trayendo las conocidas condiciones, no obstante, había una manera de recuperarlo, pero esa forma era la que no quería emplear Susana.

    Porque Santiago debía morir. El sacrificio de ambos, de hecho.

    —Susana —susurró Santiago al ver que se había sumido en tal mutismo y por un momento pensó que se había quedado dormida, sentada al lado de Felipe.

    Entonces ella levantó la mirada mirándolo con ojos vacíos y estremeciéndose, recordó cuando ella le pedía que no la dejara apagarse. Su triste expresión lo golpeó y alcanzó a comprender. Que el apagamiento de ella por su deslealtad, había producido la desgracia.

    Si esa clase de traición en una pareja normal traía mucho sufrimiento, ¡cuánto más lo haría el que fueran de mundos diferentes! Entendió por qué ella le pedía que no pasara tanto tiempo con María. ¡Qué necio fue!

    —Lo lamento tanto —dijo con cuidado, porque Felipe, aunque tenía los ojos cerrados, no parecía dormir, pues su respiración no era como la de alguien que duerme.

    Así que fue hasta ella y levantándola, la alejó unos pasos del sofá y luego la abrazó para susurrarle en el oído:

    —Perdóname, mi amor. No sé qué me sucedió. Si tan solo hubiera conocido que estas serían las consecuencias de mi deslealtad, no hubiera obrado como lo hice.

    Susana correspondió al abrazo y también en un murmullo, respondió.

    —Tú no sabías. Si hubieses sido fiel siempre, jamás te hubieras enterado, porque debemos cuidar de no revelar a nuestros esposos humanos nuestra verdadera identidad, eso es para su propia protección.

    —No lo comprendo, pero tú sabes. ¿Hay algo que podamos hacer para revertir todo esto?

    —Ya no lo podemos revertir. El daño que se a hecho permanecerá, pero podemos recuperar el equilibrio.

    —¿Cómo?

    Se separó un poco para mirarlo amarga antes de informarle.

    —Ambos debemos morir, Santiago.

    El hombre tragó saliva. La estrechó y suspirando, inquirió:

    —¿No hay otra forma?

    —No.

    —Quiero ver tu verdadera apariencia, Susana. ¿Qué eres? ¿Cómo eres? Porque supongo que esta forma ordinaria que tienes, no es la verdadera, ¿verdad? Si hemos de hacerlo, quiero verte como eres.

    Susana sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. ¿Y si al verla como era, enloquecía? Además, su figura ordinaria era lo que él amaba, pues con esa forma se había presentado a él desde el inicio. Entonces Izaro se acercó a susurrarle algo, lo que iluminó su mirada y asintiendo, permitió que su verdadera imagen brotara ante Santiago.

    YdeFelipe que, efectivamente no dormía, así que cuando Izaro voló alrededor del tío, iluminándolo, se levantó del sofá y se acercó a los adultos, mirando como ahora el hada volaba en torno a él sin saber ninguno de los dos que era para proteger su mente ante el impacto de la nueva figura de Susana, quedando Eliv expuesta a sus sorprendidos ojos.

    Así contemplaron arrobados a la hermosa driada de cabello largo en un rojo dorado, reflejándose ese color también en su piel, pues las driadas cambiaban su tono de piel y cabello dependiendo la estación del año, de esta manera podían camuflarse en el bosque pasando desapercibidas.

    En invierno su tono de piel y cabello era blanco, en otoño tenían el color que mostraba ahora y en primavera y verano su piel era dorada con el cabello verde. De grandes ojos color violeta, rasgos delicados parecidos a los de las elfas, incluso las orejas en punta y un cuerpo delgado y ágil, poderoso, sinuoso, fino.

    Sin duda lo más hermoso y fantástico que los varones habían visto.

    Y Santiago, con su mente protegida y bien nítida gracias a Izaro, quedó naturalmente hechizado por tal ser, sintiendo como en ese instante el amor que había entre ambos parecía fortalecerse, por lo que convencido de lo que haría, musitó casi para él:

    —Moriré por ti, amada mía.

    A continuación se acercó a ella para besarla, pero antes de hacerlo, un ruido afuera los alertó.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  11.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    928
    Gracias a los que leen.

    P de Plan

    Los cuatro salieron al porche y descubrieron que Viento había hecho el ruido al batir sus alas derribando una silla que estaba a un lado de la puerta, pero lo que más les llamó la atención, fue que el pequeño pegaso levitaba dirigiéndose al bosque.

    Su blanco cuerpo podía verse en las penumbras, pero más allá de él poco era lo que se observaba, ya que la oscuridad era total en el boscaje, entonces de entre la arbórea, surgió la figura de alguien e Izaro se elevó en las alturas para formar una pequeña bola de luz y así iluminar al visitante.

    Era una persona a la que Eliv reconoció, así que caminó a donde Viento se había detenido, unos metros antes del límite del bosque y tras ella Santiago y Felipe.

    —¡No lo puedo creer! —exclamó Eliv, feliz de verlo—. Tahiel ¿eres tú?

    —Soy yo.

    Respondió Tahiel mirando a Viento, quien se acercó a él con total confianza y ambos presentaron un cuadro fantástico cuando el elfo lo acarició.

    Porque sí, Tahiel era un alto y delgado Elfo, rubio castaño. Orejas en punta y rasgos finos, bellos, mostrando un cuerpo fuerte bajo el apretado atuendo que vestía; unos ajustados pantalones y túnica también estrecha, pero flexible de mangas largas y cuello redondo; ambos de color verde. Calzaba botas altas y portaba en sus manos un arco, llevando en su espalda una aljaba llena de flechas.

    Después el elfo dirigió su atención a las personas,deteniendo sus ojos grises en Eliv. Ella tal como era, sin esconder su naturaleza con el disfraz humano. Tan hermosa como siempre.

    —Se parece a Legolas—le murmuró Felipe a Santiago, quien pretendió no darse cuenta del gusto que mostró su esposa al ver a ese ser— ¡Jamás creí conocerlo en persona!

    —¿Qué haces aquí, Tahiel? —preguntó ella acercándose al elfo y abrazarlo para después darle un beso en la mejilla—. Sabes que está prohibido buscar a alguien que ha dejado por voluntad propia su mundo.

    —Lo sé, pero ahora tengo un motivo para hacerlo, pues todo lo que está sucediendo es culpa de Taliana. Un plan bien premeditado —informó en el idioma de los humanos, visiblemente dichoso por el recibimiento de Eliv.

    Y Santiago sintió que un nudo se formaba en sus entrañas al ver la escena. La familiaridad entre el elfo y su esposa le pareció muy desagradable

    —¿Qué? —Eliv no pudo escucharse más sorprendida— ¿Taliana? ¿Por qué ella querría hacer esto?

    Y antes de que Tahiel respondiera, del bosque provino una risa, tan espeluznante que los estremeció a todos.

    —Porque pertenece a la oscuridad y aborrece tanto a los elfos altos como a los humanos y su plan está funcionando a la perfección —dijo Tahiel preparando su arco con una flecha para apuntar al interior de aquella oscuridad, pero bien sabía que aunque tuviera el poder de la infravisión, no podría ver a Taliana.

    Porque ella era una elfo oscura y ambos sabían muy bien que pertenecía a una raza mala, con mente retorcida, gustosa de hacer el mal, poderosa bajo el manto nocturno, aunque frágiles bajo la luz del sol, lo que les fastidiaba mucho.

    —¿Por qué haces esto, Taliana? —gritó Eliv a la maleza oscura— ¿Qué ganas tú?

    —¿Ganar? —se escuchó la voz, haciéndose visible poco a poco una forma de mujer—. Estoy cansada de ustedes, siempre rompiendo las leyes; haciendo estos tratos con los humanos, mezclándose con los inferiores.

    —¡Cleo! —exclamó Santiago sorprendido cuando la reconoció.

    Y al parecer, su intención era que los que la conocían con esa imagen la reconocieran, pues en cuanto lo hizo, su forma humana cambió y se hizo visible ante los observadores su verdadero aspecto. Una elfo delgada de orejas puntiagudas, piel morena y cabello largo, tan negro como la noche y sus ojos parecían ser dos profundos y oscuros ojos, perceptibles a pesar de las sombras, cautivantes y peligrosos.

    —Así que tampoco eres de este mundo y tomando una forma humana, te infiltraste en mi casa haciendo que...

    Santiago no pudo continuar por el aturdimiento al comprender todo el plan de esa mujer. Algo había hecho con él y María para que ambos decidieran traicionar a Susana. Y ni siquiera tuvo qué preguntar si ella había subido el vídeo al internet, porque era claro que sí.

    —Pobres y débiles mortales, tan fáciles de manipular —Se burló Taliana riendo de nuevo sátira, y mientras la figura desaparecía haciéndose una con la noche, advirtió—: Ya es tarde, Elive. Tu mundo se está destruyendo con cada suceso que pasa aquí y cuando la oscuridad lo invada todo, entonces podremos andar en la superficie.

    Y desapareció por completo en medio de su risa desquiciada.

    —No entiendo cómo pudo exponerse al día por tanto tiempo —expresó Eliv al recordar a Cleo la sirvienta, yendo por toda la casa, atendiendo las labores domésticas. ¿Cómo es que no descubrió que era una elfo?

    —Ellos también tienen sus pociones, Eliv —respondió Tahiel—. Y de alguna manera descubrió lo que sucedería si tú te apagabas. La oscrudidad está invadiendo nuestro mundo. Esa es la mayor desgracia, pues muchas vidas dependen de la luz. Tu mismo árbol lo hace, si él muere, no habrá nada qué hacer. La mayoría de lo que hay en la superficie morirá y este mundo, el de tu esposo, será reemplazado por el nuestro.

    —Y eso es lo que quiere Taliana —asintió Eliv pensativa—, que el de los humanos perezca y solo exista el de la fantasía. Sí que es un ambicioso plan.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  12.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    619
    Gracias a los que leen.

    Q de Quebrar

    Ahí estaban.

    Frente a un enorme y ancho precipicio; tan profundo que causaba mareos al mirar abajo.

    Así que Santiago y Eliv retrocedieron de la orilla, pero Tahiel se acercó hasta el límite del borde y miró como buscando algo en la pared de piedra que se levantaba del otro lado, formando parte de una elevada montaña.

    No había sido fácil llegar ahí.

    Tampoco había sido grato para Santiago despedirse de su padre, el que ya no volvió a ver a su nuera, pues mientras Santiago volvía a la cabaña después de la llegada de Tahiel, para despertar a Don Fabián y despedirse de él —una muy dolorosa despedida que desprendió lágrimas por parte de los dos—, ella se introdujo en la maleza junto con el elfo, triste por irse así, sin agradecer en persona el cariño que su suegro le había dado desde que la conoció, pero estaba segura que él comprendería, porque era un hombre muy sabio.

    Y Felipe a regañadientes, tuvo que seguir a Santiago.

    El niño quería acompañarlos, pero de ninguna manera se le permitió, consolándose con Viento, el que se quedó a su lado, además debía cuidar a Urko.

    Así emprendieron un largo y peligroso recorrido que duró varias horas a pie por el bosque, dirigiéndose al lugar donde estaba otra puerta, la conocida por los elfos altos y que Tahiel había utilizado para adentrarse al universo humano.

    —¿Estás seguro que aquí está otra puerta a nuestro mundo? ¿No hubiera sido mejor ir a la del laberinto? —inquirió Eliv mirando con desconfianza el vacío oscuro del precipicio; completa oscuridad a pesar de los cálidos rayos del sol que hacía horas iluminaba la vida terrestre.

    Luego miró a los lados notando que a kilómetros no había nada más que ese precipicio y detrás de ellos el bosque que habían dejado.

    —Como sabes, Eliv, hay más de una puerta y esta es otra, así que tranquila, además, estoy seguro que en el laberinto ya hay custodios. Taliana y los suyos no permitirán que vuelvas para arruinar su plan y lo bueno es que son pocos los que saben la ubicación de ésta; solo los mayores de mi raza. Únicamente necesito abrirla. ¿Ven aquél sello?

    —¿Sello? —preguntó Santiago mirando la pared por todas partes sin ver el dichoso sello— ¿Cuál sello?

    —Ese de ahí, ese círculo—Lo señaló con la mano, pero Santiago continuó sin verlo, pues este era un pequeñísimo círculo, como un botón de camisa casi del mismo color de la pared—. Solamente lo tengo que quebrar.

    Al escucharlo, Izaro comenzó a volar sobre el precipicio diciéndoles con eso que ella iría hasta la pared de roca a romper el sello, pero la voz urgente de Tahiel la detuvo.

    —¡Izaro, no!

    El hada se detuvo a varios metros del borde y miró brotar a todo lo largo y ancho del precipicio un extraño vapor azul que buscó envolverla, pero se devolvió alcanzando la orilla de nuevo, sin embargo no logró mantenerse en el aire, sino que cayó y si no llegó al suelo fue porque Eliv alcanzó a tomarla en sus manos mientras que los gases se disipaban.

    —Son vapores venenosos, una trampa para proteger la entrada —explicó Tahiel acercándose a Eliv para examinar a Izaro—. Solo se desmayó. Si la hubieran tocado, habría muerto.

    Entonces tomó su arco, sacó de la aljaba una flecha y colocándola en el arma, la tensó y se preparó para disparar diciendo:

    —Solo tengo un tiro. Si esta flecha da en el muro, pero no en el sello, esos vapores volverán a levantarse y saldrán contaminando un par de kilómetros al frente y a los lados.
     
    Última edición: 1 Agosto 2015
    • Me gusta Me gusta x 2
  13.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    403
    A los que leen, gracias xD

    R de Roca

    Santiago retrocedió al escucharlo, pues como él continuaba sin divisar el círculo, supuso que debía ser muy pequeñito, perdiéndose en la distancia, así que dudó que el elfo le diera.

    Mas Tahiel, concentrado en el punto a dar, soltó la flecha y esta pasó veloz por el precipicio acercándose a la pared mientras Santiago retrocedía otros pasos, sin despegar la mirada del proyectil que parecía tardar en llegar, pero no era más que la ilusión que la ansiedad parecía darle.

    La flecha llegó a su destino, clavándose en el botón a quebrar y al hacerlo, la fuerza del disparo traspasó la pared y ninguno de ellos vio su trayectoria, la que fue a través de una cueva oscura en donde volvió a impactar, pero ahora en algo parecido a una palanca, la que se movió como si tuviera una especie de censor produciendo un estridente ruido.

    Y ese sonido llegó a los visitantes afuera, quienes miraron como se abría una griteta ancha en la pared semejando una puerta y del suelo de esta brotaba una brecha de roca, como una estrecha calzada que fue creciendo hacia adelante, alargándose sobre el precipicio y no se detuvo hasta llegar a la orilla donde estaban Eliv y compañía, tendiendo así un puente para pasar y entrar a las entrañas de la montaña.

    Por lo que Tahiel fue el primero en dar el primer paso sobre el camino de roca y los venenosos vapores ni se asomaron. Fue entonces que Eliv y Santiago lo siguieron, el hombre sin querer mirar abajo y ella sí, maravillándose de la profundidad que parecía no tener fin. El que cayera ahí seguro moriría mucho antes de llegar al suelo.

    Después, en cuanto entraron por el portal, el puente retrocedió volviendo a ocultarse en la pared y un nuevo sello apareció en el lugar del otro. También se cerró de inmediato la puerta y ahí quedaron, en medio de la completa oscuridad.

    Sin embargo, Tahiel utilizó su infravisión para guiarlos, aunque Eliv podía ver un poco en la oscuridad, así que el único ciego ahí era Santiago, quien sujeto del brazo de su esposa, los seguía en completo silencio.

    Silencio que terminó cuando al salir de la cueva después de andar por ella algunos minutos, quedó deslumbrado ante lo que vio.

    —¡Cielos! —fue lo que pudo decir, con admiración.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  14.  
    Víngilot

    Víngilot Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    4 Marzo 2014
    Mensajes:
    220
    Pluma de
    Escritor
    Hola Marina, qué tal, he vuelto y me admiro del giro que le has dado a la historia; por ahí en un punto comentaste que no estabas segura del rumbo que tomaría esto y vaya que ha sido grato descubrir el resultado, muy agradable en verdad. Veamos, iniciaré con Cleo a quien nunca consideré como una elfa sedienta de victoria, vaya que supo camuflarse entre los empleados de Don Fabián y los próximos encuentros serán muy interesantes, ahora que Eliv-Susana y compañía viajan a Agharti (es decir, el mundo fantástico subterráneo) la expectación aumenta, ya quiero leer la descripción que haces del lugar que por lo que advierto de Santiago con esa expresión sólo significa que enmudeció ante la magnificencia de esta hermosa tierra ¿o me equivoco?; respecto a las criaturas me he sentido halagado y correspondido con la aparición del dragón, por cierto, muy de mi gusto y no es que sea sádico pero me agrada su comportamiento desatando el caos por la ciudad, no lo festejo, sólo lo entiendo, así como la necesidad de su creación ¡qué mejor que un dragón para provocar el apocalipsis! Ahora, en cuanto a Tahiel me dio un gusto que le generara celos (sin desearlo) a Santi por esa relación tan íntima entre él y Eliv, sabes, no me agrada Santiago, al principio del fic creí que merecía la oportunidad de reivindicarse pero, caray ¡duro con los hombres! Y respecto a la belleza y pureza de alma y cuerpo de Susana, ah... la mujer... no hay nada en el universo más hermoso que ellas, imaginarla en su verdadera apariencia fue lindo y comprender el motivo por el que abandona su hogar por un mortal es de valorarse y reconocerse.
    Vaya, esto se ha puesto muy bueno y me encanta que recurras a la fantasía como camino a recorrer, es hermoso de principio a fin, es un medio donde te sientas cómoda y se nota y nosotros lo agradecemos. Dios te bendiga, hasta mañana.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  15.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    824
    @Víngilot, que grato verte xD Pues sí, la pequeña historia solo salió así, según iba utilizando la letra del día, así que disculpa si no solo tiene un error, sino muchos u.u. Gracias por tu comentario y sí, benditas mujeres. En cuanto a Santiago, pues ahora sí que fue sin querer queriendo. Fue inducido a fallarle a su esposa, pero al final estuvo dispuesto a seguirla, porque sin él, no hay solución. Dejó a su padre y... bueno, tal como Susana, también lo dejó todo por ella, pues ahora está ahí, en el mundo de Eliv. Yo más bien me compadezco de él. Es tal como dijo Taliana: Pobre mortal xDD Espero que la estés pasando muy lindo.

    A los demás, gracias por leer.

    S de Sílfide

    El panorama al dejar la cueva era muy hermoso. Una ladera de montaña embellecido por el vuelo de hermosas mujeres que tenían alas como de libélula. Unas las tenían transparentes y otras manchas que irradiaban luces de diferentes colores. Sus rasgos eran suaves y las había de diferente color de cabello como el violeta, castaño, negro, verde, rubio y azul, todas luciéndolo largo.

    Al nivel de la pendiente en la que estaban, llegaba la elevación de los árboles, un bosque cuyas raíces se arraigaban al pie de la montaña, extendiéndose hacia todos lados, teniendo del lado derecho un manantial de aguas termales, por lo que el vapor que de ahí brotaba, permitía el reflejo de los rayos del sol produciendo un arco de colores.

    Al lado izquierdo podía verse un campo de flores sobrevolado por pájaros pequeños y medianos de todos los colores, resaltando los azules y rojos en brillantes tonos y tanto pájaros, flores, arcoíris y mujeres, daban un extraordinario colorido al verde bosque.

    Pero lo que más había llamado la atención de Santiago, eran las mujeres, las que podían observarse en su mágico vuelo gracias a que pasaban de árbol en árbol y de estos a la ladera, pues a ellas les gustaba vivir en las alturas, ya fuera en las copas de los árboles o en las altas montañas.

    Había entre ellas un murmullo musical, porque sus voces eran entonadas y parecían cantar al hablar, un canto precioso que embelesó a Santiago, quien no pudo moverse cuando Tahiel comenzó a descender, siguiéndolo Eliv con Izaro aun protegida en sus manos, pues no había recobrado el sentido.

    Entonces, mirándolo una de ellas, voló hacia él, pero Eliv volvió y parándose frente a él, le susurró:

    —Sal del encanto, Santiago. Que la sílfide que viene ahí no lo note.

    Santiago parpadeó varias veces para salir del encantamiento, pero se le hizo difícil moverse cuando la bella sílfide se puso frente a él, sosteniéndose en el aire con gracia y agilidad atrayendo a otras, mientras que unas más habían rodeado también a Tahiel, pero él era inmune a sus encantos.

    La sílfide que había llegado primero a Santiago voló a su alrededor, acariciando con sus suaves manos su rostro, pero Eliv, poniéndose entre ella y él, dijo con una voz parecida a las de las sílfides, en el mismo lenguaje de Santiago:

    —Es mi esposo y lo necesito.

    —¡Ah! —expresó la mujer apartándose del hombre—. Así que eres tú. La que ha causado todo este caos.

    Las sílfides que se habían acercado los rodearon, atentas a la respuesta de Eliv.

    —Sí, soy Eliv y estoy aquí... estamos aquí para detenerlo. Él es Santiago, Tahiel el de allá y ella es Izaro.

    La primera asintió mirando a Izaro desmayada en la mano y haciendo una señal, hizo que las demás se apartaran, luego dijo:

    —Soy Kendra y nos hemos reunido aquí porque en algunos de nuestros territorios la oscuridad ya reina. Muchos fuimos a ver al hada de la luz, pero ella no puede combatir la eterna noche, es algo que la supera y muchas especies cuya vida depende por completo de la luz, agonizan sin remedio, además, los elfos oscuros están aprovechando la invasión de las sombras caminando entre estas para aniquilar a los más debilitados proclamándose los futuros gobernantes de este mundo.

    —Lo siento —se disculpó Eliv con sentimiento, sintiendo el dolor de esas pérdidas.

    Las sílfides eran criaturas del aire y estaban vinculadas con las ninfas y las driadas. Eran seres amigables y comprensibles.

    —Yo lamento que lo suyo termine así —dijo Kendra, refiriéndose a la relación de Eliv y Santiago.

    A continuación tocó con la punta del dedo índice a Izaro y esta despertó, notándose desorientada al querer volar, por lo que Eliv la mantuvo un poco más en su mano hasta que la pequeña hada recobró el equilibrio y con eso, las sílfides les permitieron partir.

    Así que Santiago se dejó llevar por Eliv, todavía bajo el pasmoso efecto de tan bellas damas. En su vida jamás pensó ver tal cosa. Su imaginación al leer libros de fantasía era de verdad muy pobre.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  16.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    672
    A los que leen, gracias xD

    T de Torre

    Ladera abajo, siguieron por un sendero rocoso, acercándose al manantial del arcoíris, contemplando mejor el arco que nacía de una orilla levantándose para caer en la otra y lo más sorprendente, cuando menos para Santiago que jamás había visto escena igual, es que los colores se reflejaron en ellos, por lo que sus cuerpos parecieron teñirse de rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta, aunque de forma desordenada.

    Maravillado, Santiago se miró a sí mismo y sin poder evitarlo, levantó las manos, se inclinó hacia adelante para imitar la forma del arco y de inmediato los colores se acomodaron como en el original.

    El hombre sonrió al mirarse los brazos, notando la colorida formación.

    Tahiel movió la cabeza de un lado para otro, serio. Miró a Eliv, y se preguntó de nuevo cómo pudo dejar a los suyos... abandonarlo a él que tanto la quería, por ese ser tan insignificante.

    Él y Eliv se conocían desde pequeños. El elfo casi vivía en el árbol de ella, pues entre los dos había nacido una preciosa amistad que se fortaleció con el pasar del largo tiempo que tenían conviviendo juntos; más años que los que el humano pudiera imaginar.

    ¿Cuántas veces le cantaron con sus melodiosas voces a la luna? Perdida la cuenta estaba. ¿Cuántas veces se pasaron noches enteras conversando de sus asuntos, compartiendo sentimientos, tristeza, dolor, alegría, afecto? Sin duda casi todas las de sus vidas. ¿Y cuántas veces combatieron juntos algún peligro, haciendo siempre equipo? No quería recordarlo, porque al rememorar el pasado le volvía ese desagradable sentimiento de impotencia y pérdida que lo embargó cuando ella se fue.

    Jamás le confesó un amor romántico, pero sí, la amaba de esa manera, era por eso que en cuanto todo comenzó a ir mal, aprovechó el pretexto válido para ir a buscarla, deseoso de verla.

    Así que al volver su mirada al hombre que le había robado a Eliv, lo detestó sobremanera.

    Mas Santiago estaba encantado con lo que miraba a su alrededor, incapaz de sospechar siquiera los pensamientos de Tahiel, quien lo observó caminar a lo largo del cálido lago hasta una nube en forma de torbellino que se levantaba alto al final de éste, pero dentro del agua.

    La nube era gruesa y gris, moviéndose en una rotación tranquila, produciendo el sonido de una cascada, y era como un filtro a los colores, pero los tintes al pasar a través de ella, cambiaban el tono dando a luz una infinidad de otros colores que no eran propios del arco, embelleciendo más el panorama.

    —¡Wow! ¡fantástico!

    Eliv sonrió más ante el inalterable pasmo de Santiago, quien parecía no querer irse, pero no había tiempo que perder, así que tomándolo del brazo, le dijo:

    —Vamos, que nos urge llegar a mi comunidad.

    Izaro le murmuró a Tahiel en el oído, pues había permanecido parada sobre su hombro: “Por fin podemos continuar.”

    El elfo, más serio si cabe, solo asintió.

    De esa manera dejaron atrás el manantial y después de un rato, el paisaje cambió.

    Ante ellos se alzaban formaciones de roca, como torres, todas cubiertas de musgo, así como el piso, pues una gruesa capa lo cubría a cientos de metros a la redonda y había en ellas algo parecido a las ventanas en las partes de arriba, mas carecían de puerta.

    —Parecen edificios —comentó Santiago mirando en especial una torre, pues le pareció ver a alguien en uno de los huecos—. ¿Alguien vive aquí?

    —Mejor es que tomemos otro camino —sugirió Tahiel notando que el lugar estaba más callado que nunca.

    Antes era un lugar que podía considerarse seguro, pero con todo lo que estaba aconteciendo, ya no podía asegurar que lo fuera. Y menos conociendo a la raza que vivía ahí, una que tenía muy mala fama.

    Y esa mala fama se mostró enseguida cuando el suelo musgoso bajo los pies de Santiago se abrió y comenzó a tragárselo y Tahiel gritó:

    —¡Es un trol!
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  17.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
    Miembro desde:
    4 Mayo 2010
    Mensajes:
    1,177
    Pluma de
    Escritora
    ¿No podía ser T de Troll? xD

    Me había perdido de mucho, pero ya llegué otra vez. ¿Qué decir? No mucho, la verdad, estoy igual que Santiago en cuanto a el asunto de la imaginación para la fantasía; es pobre, muy pobre ;P Pero me han gustado las descripciones que haz hecho, por ejemplo la de Eliv-Susana en su verdadera forma, la del gran acantilado con el sello que debía ser accionado, lo del mundo de Eliv al entrar, con todas esas Sílfides (raza de la fantasía que no sabía siquiera que existía, la verdad) y eso del arcoiris cascada y de la fascinación de Santiago con los colores xD Ay, eso sí me dio risa, ¡el hombre parece un niño, vaya! Pero hey, dado que es algo que en su vida ha visto, supongo que está en todo su derecho.

    Claro que Tahiel no lo ven con buenos ojos, ¿eh? Siempre es triste leer que hay amores mal correspondidos, sobre todo cuando hay tanta devoción y confianza como se ve que Eliv y él tenían desde pequeños, pero bueno, el amor es indomable e inesperado. Eso sí, también me gustó esa escena de los celos en cuanto llegó el elfo, jijiji. No pude evitarlo, me encanta leer que alguien está celoso, soy mala.

    Y ahora quizás terminen a merced de un troll o.o Y con la reputación que tienen no sé por qué siento que las cosas no marcharán tan bien, pero habrá que ver, pues ansío ver cómo harán para detener a Taliana y su ambicioso plan. Ja, ya sabía que ella venía del mundo de Eliv. Y nada más, espero los próximos capítulos para leer el final o no, depende de cuánto me tarde xD Por el momento me despido y te cuidas mucho. Te quiero *u*

    Hasta otra.
     
    Última edición: 4 Agosto 2015
    • Me gusta Me gusta x 2
  18.  
    Víngilot

    Víngilot Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    4 Marzo 2014
    Mensajes:
    220
    Pluma de
    Escritor
    Este mundo sí que es fantástico, reconozco que Santiago se quede pasmado, yo estaría igual, quisiera por primera vez estar en sus zapatos, no hacia el final del capítulo, je. La fantasía también me encanta, yo crecí en ese mundo, mirándolo, diseñándolo, saboreándolo y hasta habitándolo. Por eso este tipo de relatos me gustan tanto, desde el capítulo anterior en el que describes a esas sublimes mujeres y el paisaje que se abre ante la vista de los visitantes, esa parte en específico la imagino y la experiencia es maravillosa, una de las virtudes de las letras es precisamente transportarnos a ese tipo de lugares y en esta ocasión que nos trasladas allá y nos permites deleitarnos los sentidos un rato es algo que se agradece.
    Y en este episodio ese detalle de la nube reflectora (si es que entendí bien) iluminando tan de por sí hermoso escenario es bellísimo, yo ya hace algún tiempo diseñé algo así en una de mis historias, siempre el motivo de una luz utópica ha sido grato diseñar. Y caray, esos sentimientos de Tahiel hacia su rival los entiendo y por lo que recordó de su amistad con Eliv pues me nace la inmensa duda ¿qué vio ella en Santiago para abandonar hogar y amistades como representa Tahiel? ¿Qué?
    Y bueno, el desenlace dejó las cosas más que emocionantes, será interesante ver a los trolls desde tu perspectiva. Nos vemos mañana, Marina, que estés muy bien, un fuerte abrazo.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  19.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    789
    @Víngilot, gracias por pasarte y dejarme tu interesante opinión. Wow, sí que te encanta la fantasía. Ha de ser muy bonito diseñarla. En realidad, yo no sé mucho sobre esta y menos sobre diseño, en fin que soy mala para usar todos los programas para diseñarla virtualmente y tampoco soy buena dibujante y u.u, me falta también imaginación. Sí, esa nube es algo así, no pude expresarlo mejor xD Será emocionante leer esa historia que mencionas. ¿La publicaste en algún otro lado? ¿Quizás en una editorial? Mmmm, Eliv vio algo de Santiago que le gustó mucho. Su independencia, su curiosidad, su temor, su alegría, porque aunque no lo describo mucho, es una persona muy alegre y eso se nota al ponerse a jugar con los colores. Vio al humano, se enamoró de él y quiso conocerlo más de cerca. De nuevo gracias por tu valioso apoyo. Espero que sigas con mucho bien xD

    @Borealis Spiral, amo cuando te pasas a dejarme tu impresión, gracias, preciosa y sí, sé lo mucho que te gustan esas escenas de celos, pero Santiago no tiene de qué preocuparse, Eliv de verdad lo ama y por cierto que también puede ser T de trol xDPerdona por mi distracción, pues ya había publicado sin responderte a ti ewe, se me va el avión súper feo, así que tuve que editar. Mátame, si quieres, pero no me olvides xD

    A los que siguen leyendo, también gracias.

    U de Unión

    Santiago pataleó al sentir que alguien lo jalaba hacia abajo, tratando de llevarlo por completo bajo tierra, pero Eliv, levantando las manos, utilizando el poder que tenía para darle voluntad a cualquier tipo de plantas, puesto que ya estaba en su mundo, hizo que el musgo se moviera bajando alrededor de Santiago, tejiéndolo firme y fuerte, utilizando la estructura filamentosa que tenían a modo de raiz para fortalecer el tejido.

    Y a medida que el musgo descendía, produjo también que se apartaran las manos de aquella criatura que lo sujetaba, formando después una especie de cuna bajo los pies de su esposo, la que comenzó a elevarse sacando a Santiago que se había sumido hasta el pecho.

    El sorprendido hombre no tuvo tiempo de preguntar qué había sucedido, porque de inmediato otras partes de la tierra musgosa se abrieron y aparecieron unas cabezas calvas, los rostros luciendo ojos hundidos y oscuros, profundos, sin cejas. Nariz muy grande, como las orejas que terminaban en punta, pero no estaban levantadas hacia arriba, sino que se extendían a los lados.

    Después de la cabeza, los cuerpos emergieron. Una veintena de figuras antropomorfas cubiertas por una larga túnica negra, dejando solamente al descubierto la piel del cuello, que era muy blanca como la del rostro, puesto que casi nunca se exponían a la luz del sol. Del tamaño de un hombre de estatura media, pero robustos, bastante feos a la vista del asustado Santiago, además de que podían verse sus expresiones feroces, llenas de malicia.

    Eran una especie de trol que vivía bajo tierra, aunque las torres de piedra les pertenecían, porque las usaban para vigilar la superficie desde la altura. Ellos podía acceder a ellas por debajo, era por ello que no tenían puertas.

    —Queremos al humano —dijo uno de ellos, hablando en un idioma que Santiago no comprendió.

    Tahiel levantó el arco, preparándolo con una flecha mientras que rápidamente, Eliv creo una barrera de musgo entre los troles y ellos, pero no tan alta para que pudieran verse.

    —¿Qué quieren con él?— les preguntó Tahiel en la misma lengua, apuntando al que parecía el líder, el mismo que había hablado.

    —La unión con los elfos oscuros será un hecho si impedimos que la driada y el humano lleguen a la comunidad de ella.

    —¿Se han aliado con ellos? —cuestionó Eliv sorprendida, pues aunque ambas razas preferían las sombras, no tenían mucho que ver una con la otra.

    —¿De qué están hablando? —inquirió Santiago a Eliv, ansioso por saber lo que decían.

    Mas la driada no le respondió, sino que puso atención a las siguientes palabras del trol.

    —Cuando la noche eterna culmine, sobrevivirán aquellos que están acostumbrados a la oscuridad, así que, ¿por qué no hacer alianza con ellos si nos han prometido respetar nuestros clanes?

    Entonces, al hablar de la noche eterna, el trol miró el cielo en dirección del nacimiento del sol y al seguir Eliv y Tahiel su mirada, se preocuparon al ver una panorámica umbría. El mal presagio ante la avanzada del sombreado fue siniestro.

    El sol estaba cayendo, era por eso que los troles habían salido de sus madrigueras, pero era posible que el día siguiente no viera nunca más la luz.
     
    Última edición: 5 Agosto 2015
    • Me gusta Me gusta x 2
  20.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,063
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Dias de Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    571
    Gracias por leer.

    V de Valor

    Pronto, si no se daban prisa, las criaturas de fantasía poblarían el mundo de los humanos desplazándolos a ellos y el fantástico moriría en su mayoría, quedando, como bien lo había dicho el trol, aquellos que sobrevivieran a la intensa, implacable y eterna oscuridad.

    —No pueden tenerlo —dijo Eliv con valor levantando el muro de musgo por encima de ellos, engrosándolo más.

    Santiago miró admirado cómo los caulidios y filidios de las plantas se entretejían para formar la barrera, fortaleciéndose no solo con las fibras filamentosas, sino a gran medida con el poder de Eliv, pero casi de inmediato, los troles comenzaron a dar golpes con hachas de doble hoja que traían para destruir el muro, más ahí donde hacían un hueco, Tahiel colocaba sus flechas, derribando a algunos, manejando el arco con una rapidez asombrosa.

    Incluso Izaro participaba también con gran valor, lanzando destellos de luces a los rostros cuando estos se asomaban, cegando los ojos que eran sensibles a la luz.

    Pero de pronto, Santiago se vio tomado por debajo de nuevo y se hundió su cuerpo hasta la cintura y si no siguió descendiendo fue porque Eliv lanzó a sus manos una soga de musgo y él la tomó intentando salir, pero el trol se había abrazado a sus piernas haciendo difícil desprenderse de él, por lo que en vez de salir se sumió más, hasta las axilas, asomándose únicamente los brazos, cuello y cabeza.

    Tahiel pensó dejar que el trol se lo llevara, pero viendo cómo Eliv se esforzaba por mantener el muro y la soga activos, tapando de inmediato las heridas que le hacían los troles con sus hachas, además de que estaba empleando mucho poder al transmitírselo a las plantas para que fueran muy fuertes, fue a donde santiago y tomándolo de los brazos, lo ayudó dando evidencia que él era un ser poderoso a pesar de su frágil figura, así que tanto Santiago como el trol salieron y Tahiel golpeó con el pie el rostro del trol varias veces para que soltara a Santiago.

    Sin embargo, los enemigos pasaron el muro por debajo, emergiendo como entes diabólicos y Eliv, mirando que Santiago estaba bien, hizo que los extremos de la barrera se movieran encontrándose, elaborando una barricada alrededor de los troles, luego ordenó a la vegetación que se contrajera y rápidamente el cerco comenzó a encogerse hasta apretar al enemigo que carecieron de movimientos para usar sus armas.

    Así quedaron los seres prensados unos contra otros y un sonoro rugido compuesto por todos salió de la prisión verde, lanzando después amenazas contra los visitantes, no obstante los cuatro habían puesto pies a la fuga, alejándose corriendo, internándose en el sombrío bosque y no fue sino hasta que se hubieron alejado bastante del territorio de los troles, que el musgo volvió a la normalidad y como una frágil capa cayó a tierra, liberando a los prisioneros.

    En el bosque, Eliv se detuvo provocando que los demás también la imitaran.

    El agotamiento de la driada era extremo, por lo que cayó de rodillas sin poder mantenerse en pie, sintiendo que el aire le faltaba.

    Sus ojos se aguaron y la angustia se se dibujó en su bello rostro cuando dijo entrecortadamente:

    —Mi árbol me ha sentido y está saliendo de su hibernación, sino llego pronto a él, moriré sin recuperar el equilibrio.

    A continuación, se desmayó.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso