Cánticos y goles

El mundo nunca se va a terminar, hay tantas cosas qué hacer... Una disculpa por la demora, he regresado con una aventura un tanto singular, a manos de chicos en los que no se ha profundizado mucho, me parece que vale la pena conocerlos un poco más.

@Marina, primero que cualquier otra cosa quiero mandarte un fuerte abrazo por el próximo Día de las Madres, ojalá que la pases de maravilla y muchísimas gracias por permitirme conocerte un poco, he aprendido ya algo de ti, un gran placer. Respecto a tu comentario ya verás cómo le va a Ignacio con su orgullo; esta chica Violeta aunque no lo parezca va a formar una parte importante de la afición granate; Paul como verás continúa terco con su princesa, lo que le costará más que una simple golpiza; y Mat… qué puedo decir, descubrámoslo juntos. Mil gracias una vez más.

@GRSara Vongola, gracias por tu comentario, sabes, Ignacio sí que piensa irse a otro equipo pero la cruel realidad lo hará entrar en razón, creo que le falta un poco de intentar sobrevivir solo para que valore las cosas que tenemos seguras: casa, comida, escuela, trabajo, salud, la vida se encargará de darle dos tres cachetadas. Y de Violeta, a pesar de que aparecerá poco será pieza clave en el futuro de la afición y directiva granates, oh sí. Y a Mat lo haré sufrir un rato, creo que se me ha pasado algo de tu hermana, je, je, échale la culpa a ella ¡Gracias de nuevo!

@Felina, no importa que llegues tarde, se te agradece que permanezcas al pie del cañón. Y sí, sé que te agrada el entrenador Villanueva y también sé cómo te lo imaginas físicamente, es un señorón, no es cualquier entrenador, por ello tal vez lo que está cobrándole a Isaack, este hombre desquita cada peso que gana, como tú. A Mat todavía le faltan varios tragos amargos y la verdad no tengo a nadie para él, pero veré qué puedo hacer al respecto, sabes que me agrada hacer sufrir a mis personajes y ya me encajé con él. Mil gracias por todo.

@Borealis Spiral, muchísimas gracias por tu aporte, sé que andas súper atareada así que valoro mucho que te des el tiempo y el espacio para comentar. Este equipo me ha mostrado que los dedos de una mano son diferentes, los chicos del Cuauhtémoc vienen luciendo muy lindos y buenas personas, pero Ignacio ya ha dado el primer golpe y en este capítulo verás que otro trío no es tan tierno como Paris o Efrén, si no al contrario. Sí, el amor existe y nos lo muestra por todos los rincones del planeta aunque seamos fríos o duros como piedras, por cierto, leerte ya me ha “inspirado” a hacer sufrir a mis personajes, tal es el caso de Mat, eres una gran maestra.

A todos los demás un millón de gracias por leer, les dejo el capítulo, que lo disfruten.

14

EL EPISODIO PERDIDO


Una lluvia matinal de Junio da los buenos días a Fred. Tan pronto se despierta voltea hacia su izquierda y ve ahí, sobre el buró a su reciente adquisición, una figura de acción, una pieza exquisita de colección que lo hace sentir orgulloso de haberla adquirido: Aioros de Sagitario Legend Cloth. Este chico ahorrador se da sus buenos gustos y uno que otro lujo de vez en cuando, una pantalla, productos de electrónica, videojuegos originales, buena ropa… y figuras de acción no muy baratas que digamos. Se despereza de inmediato, la alegría que experimenta a causa de la presencia del Caballero del Zodiaco es grande como su sonrisa que se ensancha al recordar que está por llegarle, vía servicio de paquetería, la edición coleccionista de la última entrega de la serie Arkham de Batman, Arkham Knight. Es un auténtico niño con juguete nuevo.

Se viste y dirige a la cocina donde su mamá ya tiene preparado café caliente. Se sirve una taza y la acompaña con un pan mientras charla un rato sobre el clima y la señora recuerda las “lluvias de antes”.

-Oye, mamá, y hablando de cosas de antes ¿dónde está papá? Je, je.

-Méndigo. Vas a ver, le voy a decir al rato que… no, un momento… Ningún al rato, ahorita mismo le llevas de almorzar a la escuela, se fue temprano, quedé de llevarle pero ya que estás tan ansioso por verlo…

-Bueno, así que tú digas que qué bruto, qué ganas tengo de verlo, pues no, pero sí le llevo, cómo no, ya vuelvo, voy a ponerme más decente para salir.

Instantes después la lluvia se ha degradado a un chipi-chipi y Fred se dispone a cumplir su tarea y para no hacerlo solo, se pone de acuerdo con Al y pasa por él a su casa, éste último todavía va por la acera comiendo un taco y lleva además café en un vaso térmico tapado. Platican sobre las películas que hay en cartelera emocionándose y haciendo llevadera la caminata. Se dirigen hacia el Centro Escolar Chapultepec, ubicado al fondo de la Plaza Cívica. Institución con más de 60 años de loable existencia, su fachada y diseño estructural estilo colegio militar, llaman la atención y el monumento a los Niños Héroes, apenas a 20 metros de la escuela cual patriota centinela, forman un cuadro arquitectónico e histórico de discreta y latente belleza y riqueza cultural.

Los chicos suben las pocas escalinatas de acceso al plantel y llegan hasta las puertas gemelas de hierro, a ambos lados se lee: “En esta institución se enseña a servir a la patria” y “Debes instruirte para servir a tus semejantes, no para explotarlos”. Fred ha mandado un mensaje a su papá de que llegarían en cualquier instante y el señor ha dejado el candado de una de las puertas abierto para que puedan pasar. Una vez adentro, algo capta la atención de Al: una sala de 100 m2 a manera de recepción es flanqueada por muros de 5 m de altura en los cuales algunos acontecimientos históricos han sido plasmados magistralmente en forma de murales por el prodigioso José Atanasio Monroy. La época del imperio mexica, La Conquista, la Guerra de Independencia, las invasiones estadunidenses de 1846 y 1914, la Revolución Mexicana y el México pos revolucionario atrapan y cuentan por sí solos nítida y fervorosamente aquellos tiempos de transición y lucha.

-¿Qué tal? Esta no es cualquier primaria.

Presume orgulloso Fred.

-Bueno, el hecho de que tengan estas pinturas…

-Murales.

-Bueno, murales. Eso no quiere decir que sea una buena escuela, me imagino que estudiaste aquí, por eso andas de proselitista.

-¡¿Pro qué?! Clarines que estuve aquí ¿no se nota mi C.I.? Y por supuesto que es una gran escuela, ya tendrás la oportunidad de conocer a los señores profesores que trabajan aquí, cuando quieras, es más, ya ves que en sexto semestre tenemos que hacer un proyecto ¿qué tal si les pedimos permiso?

-¡Juega!

-Ya verás, su personalidad va a hacer que te sientas como un insecto cuando los veas.

-Pues así te sentirías… ¡Señor Palacios!

El padre de Fred los encuentra. Los invita a seguirlo por el pasillo derecho de la sala que desemboca en el enorme patio cívico de la escuela, explanada rodeada a su vez por pasillos techados de teja y que dan acceso a salones, biblioteca, oficinas, baños y el teatro, todo esto sólo una cuarta parte de la primaria.

-Muchachos ¿Por qué tanta pasión, hablando otra vez de futbol?

-Siempre apá. Mi amá te manda el lonche ¿qué andas haciendo, en qué te ayudamos?

El papá de Fred revisa la bolsa en que va su manjar y se saborea, de inmediato busca asiento y de dispone a desayunar.

-Si no tienen flojera, ustedes le van a dar una pasada de pintura a las protecciones, con la pistola, no será cansado. Si quieren empiecen de una vez, pongan música para que no se aburran.

-Ja, si ponemos de la música que queremos, a usted no le va a gustar, conociéndolo y capaz que nos saca a patadas después de mentarnos la madre.

-Sí es cierto, mejor cuéntenme algo, no sé, digamos ¿qué sienten de estar en la banca?

-No, pues mejor usted cuéntenos algo ¿para qué andamos con tristezas? Haber, se me acaba de ocurrir ¿cómo es que empezó todo este lío entre el Cuauhtémoc y el Fénix? Usted ya tiene sus años, así que debe acordarse.

-Muchacho cab… Si nada más tengo 47 años… Miren, nada más acabo de almorzar y les cuento, me han sacado las ganas de platicar, será un buen postre, ahorita váyanse a chambear, aventajen algo.

El par de aztecas se dispone desganado a cumplir con su tarea, no son muy diestros en la actividad y tardan en encontrar un método más sencillo ante la mirada traviesa del Sr. Palacios que se toma su tiempo para degustar sus alimentos. Una vez satisfecho el hombre, llama a los chicos, primero los aconseja sobre cómo hacer la labor y luego los invita a sentarse para escuchar el relato; Fred se siente privilegiado por obtener un momento de estos con su padre, no es común que le hable de su pasado como futbolista, como si se avergonzara de ello y él para no encontrarse algo bochornoso, no ha profundizado en el tema, por ello le resulta sorprendente que tan animadamente les vaya a contar…

-Yo tenía 17, como ustedes, el equipo había ascendido apenas el año anterior así que éramos los nuevos, los inexpertos, nadie confiaba en nosotros, eso sí, la empresa nos dio el espaldarazo y aparte traíamos buen cuadro, no por presumir pero sí, teníamos equipo: estaba este Rodo Tovar, nuestro capitán y vaya que tenía espíritu de victoria… todo el partido nos estaba arengando, me lo imagino como todo un general animando a sus soldados, así por el estilo y eso ayudaba moralmente muchísimo; estaba éste otro carajo de Dago, bueno como la ching…, no lo paraba nadie; jugaba también el Palillo en la media ¡ah, qué bonito trataba al balón!; otro, el Niño Dios; mi compadre Pedro Montes, porterazo, se lo quisieron llevar las Chivas, vinieron a buscarlo, pero no se animó; a otro que buscaron también fue a Raúl Díaz… no, era un equipazo, muchachos, no estoy exagerando.

-Lo sabemos, don Alfredo, al grado que quedaron campeones, primer torneo en 1ra y lo ganaron, nadie ha hecho eso jamás.

-Sí… fue muy bonito, pero para no hacérselas larga, en la primera vuelta nos tocó jugar contra el Fénix en su campo, en la Fundidora. Ellos iban en primer lugar y nosotros en cuarto, además eran los actuales campeones. Empezó el partido y para qué voy a mentir, nos dieron un baile, la verdad, pero no la metían, les digo que Pedro era un arquerazo y éste, Tovar, nos empezó a levantar moralmente, así que de a poco los steelers se empezaron a desesperar y dejaron de llegar… y por ahí una que tuvimos con Dago, antes de que se terminara el primer tiempo, que la mete, quién sabe cómo se llevó a dos, tres defensas y la metió. Así se acabó el primer tiempo. Ya para el segundo nos soltamos con la confianza que nos dio el gol y jugamos, de todos modos estuvo parejo y de pura chiripa (suerte) en un tiro de esquina, Palillo mete un gol olímpico, bonito gol no cabe duda, de esos no se ven muchos y ya con el 2-0 ellos se desmoralizaron y aprovechamos y metimos el 3-0, gol de Tovar de cabeza. Y ya, nada más nos dedicamos a pasear la pelota, pudimos meter más pero tontamente les tuvimos respeto y nos conformamos. Así acabó la ida y para la vuelta, ya en nuestro campo, nosotros ya éramos segundos y ellos terceros, si ganaban se nos subían y le peleaban al Estrella Azul el título, pero si perdían ya se rezagaban. -En más de una ocasión los chicos se maravillan del relato imaginando el escenario y compartiendo el sentimiento mutuo de rechazo por los reds.- Nos empezaron ganando 1-0 y así se fue todo el partido, hasta el 90 (minuto). La gente ya estaba triste porque se nos iba la Liga, estaban llenas las gradas, en aquel tiempo no estaba todavía el estadio así que jugábamos en la 8 de Julio… ¡Y que se viene un tiro de esquina! Ahí vamos todos por el empate ¡y que lo conseguimos! ¡Ah caray, a la gente le cambió el semblante, a nosotros se nos alegró el día! y los del Fénix enojados porque el empate no les servía de mucho, pero… la cosa no para ahí, en cuanto ellos movieron que éste, Palillo, consigue tiro de esquina y ahí vamos otra vez todos, no nos conformamos, estábamos hambrientos de ganar. Palillo mandó la bola, los steelers marcaron mal y me dejaron solo en el área, nada más tuve que poner la cabeza y la metí… qué bonito se escuchó el grito de la gente… nunca se me va a olvidar ese gol y ese día… Con el triunfo nos pusimos a un punto del Estrella Azul al que le ganamos la Liga después de todo, la primera, y el Fénix acabó hasta el quinto lugar, lejos, ese año les ganamos los dos partidos, todavía no existía un clásico como ahora, pero a partir de ahí se puso buena la competencia y ambos nos queríamos ganar… A mí me tocó jugar siete clásicos, ganamos tres, empatamos otros tres y nada más perdimos uno. Somos los padres del Clásico.

Asegura orgulloso el señor Alfredo emocionando a los chicos y de paso apenando un poco, aunque indirectamente, a Al, debido al ser uno de los porteros más goleados por el Fénix, tocándole vivir la temporada más triste del Cuauhtémoc, descendiendo a 2da y ahora en el repunte del equipo pues no tener las posibilidades de mostrar su valía real, confinado a la banca. Ya le tocará la chance y no la desaprovechará, lo jura internamente.



La noche está de lo más deliciosa ofreciendo un ambiente fresco, justo para combatir y hacer olvidar el calor de todo el día. En algún lugar de los alrededores ha llovido y el aroma a tierra mojada flota en el aire colmando los pulmones de alegría. Damián regresa caminando a casa después de ver a su novia y ya de paso, llegar un rato a los billares a distraerse. Camina despreocupadamente a pesar de pasar ya de la medianoche, de pronto un vehículo lo alcanza y se pone a su parejo. Los tripulantes le gritan de cosas, groseros. Damián, nada miedoso, se vuelve ligero hacia los agresores y al descubrir su identidad, ríe amargo y también les suelta ligero un insulto. Se trata de Jhonny y Antonio, el primero conduciendo, el segundo en el asiento de atrás, muy bien acompañados ambos por un par de chicas. Se les nota hasta por encima el leve efecto del alcohol de las primeras copas.

-¡Güey! Ya no traemos lana, préstanos para comprar un six. Ya sabes que luego te pagamos…

-¡No traigo! Pero, en la casa tengo una botella, ahí verán…

Ni tardos ni perezosos invitan al caminante a subir al auto y en media hora ya están en un mirador popular de la ciudad continuando con la peda. Damián se ha invitado solo pues los planes de sus compañeros era sólo ir por el vino y dejar a su compa en casa, pero el 2 azteca hoy quiere divertirse hasta que ya no aguante, jum, como si no lo hiciera cada semana el “sufrido”.

Los cinco jóvenes charlan, cantan y ríen fuera del auto, eligiendo una zona particularmente semi oscura, en el carro suena rock en español a un volumen moderado y el preciado líquido se extingue lentamente, saboreándoselo ante la idea de ser lo último que tienen. Las chicas aunque iniciaron su aventura con Jhonny y Tony, ahora se le pegan más a Damián, más agradable que sus compañeros y por mucho mejor sabedor de cómo tratar y gustar a las damas. Y allí las tiene: encantadas y no debido al efecto del alcohol si no a su “toque”, molestando a los otros dos mexicas paulatinamente, intentando reconquistarlas como diez veces con sus mejores frases, sonrisas, miradas y movimientos, en vano, no tienen con qué competirle a este galán, mucho más fresco y limpio que ellos. A pesar de la molestia experimentada, la amistad es fuerte y lejos de pretender perjudicar a su compa, Jhonny y Antonio reconocen la capacidad de su amigo y se conforman con las migajas que les quedan. En algún momento una de las chicas debe ir al “tocador” y la otra por supuesto se apunta para acompañarla. Ya a solas, Damián les pregunta por ellas.

-Sabe, nos las encontramos a’i afuera del Nápoles ¿ya ves, güey? –Se vuelve hacia Tony- te dije que con el carro íbamos a agarrar algo y rápido.

Habla arrastrando la lengua el buen Jhonny.

-No seas pend…, no fue el carro, somos nosotros, la gente nos ama y eso incluye claro a las mamis de la ciudad…

-Oigan, no quiero interrumpir su ilustradora plática, pero estas chavas ¿son decentes? Porque tienen una pinta no muy… así, decentes.

Ríen divertidísimos los aztecas después de escuchar a Damián, quien paciente, resiste la burla de sus acompañantes, pero la risa no cesa, por el contrario, pareciera no tener fin convirtiéndose de a poco en carcajada.

-Ajá, ustedes sigan con lo suyo. Yo espero… Por eso no los pelan, patético remedo de galanes o caballeros, o cualquier otra cosa…

Como si les dieran cuerda, los alegres compadres arrecian su alegría, si es que esto es posible.

-¡Escuchen! ¡Ya basta! ¿Cuál es el chiste? Porque…

Antonio a duras penas se ha controlado, pero cada vez que intenta hablar, la risa le gana y se vuelve odioso a la vista de Damián. Finalmente es Jhonny el que interviene:

-Ay güey, ‘ora sí me oriné… ji, ji… Ya ojete, alégrate. Lo que pasa es que las trepamos al carro pues por eso mismo, porque no se ven decentes por ningún lado, carajo…

-O sea que nada más así, pedas, pueden agarrar algo… van a aprovechar.

-Ya man, no seas envidioso, las compartimos, no somos egoístas.

-De hecho por si no lo notaron, ya se las bajé y con la mano en la cintura. Aunque, no tengo ningún interés en ellas, ahorita.

Luego de “discutir” un rato, las chicas regresan y Damián los convence de ya retirarse argumentando que el vino se ha terminado, las nenas ya se quieren ir a casa y principalmente, que él conducirá así que ellos pueden divertirse de lo lindo. No es que Damián no haya tomado, pero luce mucho más controlado que el resto.

La hora del canto del gallo ha llegado y los jóvenes apenas regresan a sus hogares cantando al principio, “en silencio” después, ocupados en otros bisnes, mientras el 2 azteca sólo mira y soporta tolerante. De pronto, en el cruce de un par de calles un encharcamiento se le antoja para pasarlo a toda velocidad y acelera. El espectáculo es desagradable salpicando de lodo las casas y negocios circundantes y por mera justicia divina el auto se atora amortiguado por el agua, pues resulta que el encharcamiento era más bien desnivel disimulado por un mini arroyito, lo suficientemente alto como para llegarle a la rodilla a una persona. Las risas de los chicos aparecen repentinamente, emocionados por la sensación de adrenalina. Damián no sonríe, se queda como un ebrio que ha tomado bastante como para reconocer a un conocido, con esa expresión de “¿te conozco?”, haciendo un puchero y entornando los ojos hacia el volante como no entendiendo qué pasa, eso justamente le preguntan sus amigos sin recibir respuesta, en lugar de eso el conductor abre la portezuela o al menos lo intenta pues ésta no cede hasta que, haciendo gala de su musculatura consigue abrirla con desagradable resultado pues un océano de agua y lodo inundan el auto ocasionando la repulsión de las chicas y majaderías de parte de los chicos, aún ebrios, más divertidos que molestos o asustados. Damián ha bajado del auto y estudia la condición del vehículo como si intentara comprender un examen sumamente complicado, está muy rígido pero oscila leve y el puchero no se le borra del rostro, entonces se le unen sus compas.

-¿Y ora qué hiciste, güey?

Interviene Jhonny.

-Nada, cabr… Yo venía bien…

-Se te atravesó este charco… -Ahora mete su cuchara Antonio- Ah qué charco tan pend… No te apures, loco, ahorita sacamos a este bebé de esta porquería.

Las chicas han subido los pies a los asientos, pero aún no se libran de la suciedad aunque no sufren mucho por ello, el alcohol, al igual que a los jóvenes, las mantienen muy relajadas. Los aztecas se han organizado para mover el carro y mientras Damián apoya la remolcada desde el lugar del conductor, Jhonny y Antonio se ubican detrás para ejercer fuerza, en vano. Las chicas descaradamente se le echan encima a Damián desde el asiento de atrás chuleándolo y manoseándole el cuello, los hombros y el tórax. Curiosamente, al chico en vez de agradarle, le desagrada el acto y:

-¡Digo, par de viejas hediondas! ¡Déjense de manosearme! ¿Qué creen, que es gratis? ¡Sálganse pa’ fuera! ¡Ustedes también van a ayudar, ora, desquiten el vino que se tomaron y el paseo! ¡Pa’ bajo he dicho! ¡Órale!

Las chicas dudan de la veracidad del comentario, pero cuando el mismo Damián las “invita” a salir tomándolas del brazo le creen y saltan al lodo arrugando la cara y titubeando en su caminar y es que no combinan su tacón del número 8 y el empedrado de la calle. Tan pronto las ven, Jhonny y Antonio ríen divertidos y a una mirada cómplice, se ponen de acuerdo y suben al auto por el otro lado. Al mirarlos Damián, hace lo mismo y toma el volante apurando y “animando” a las chicas a las que esto ya no les pinta bien. Arriba del auto los chicos desvergonzadamente se ponen cómodos sin preocuparse por el fango, comenzando a platicar de futbol, olvidando por completo a las chavas. Y éstas, por orgullo y al ver que va en serio la cosa, se quitan el calzado y se disponen a cumplir su penosa tarea. Resbalan como diez veces, se estrellan contra el auto otras diez y se cubren por completo de lodo… Pero a pesar de todo, lo consiguen ante la incredulidad de los desgraciados.

-Písale güey, antes de que se trepen estas viejas.

Dice ruin, Jhonny.

-Yo digo que se han ganado el boleto a su casa. Vaya que desquitaron todo lo que se echaron, gota por gota.

Las defiende Tony y Damián saca el cuerpo por la ventanilla para ver incrédulo a las divas que se dirigen como pueden a la portezuela trasera, no pueden abrir y exigen con un lenguaje florido el apoyo de los aztecas. Damián aún asoma medio cuerpo y se les antoja a las jóvenes para tiro al blanco. Lo abofetean, el mexica se cubre y se enfrascan en una absurda disputa que termina hasta que Antonio les abre la puerta para que suban furibundas y tan pronto se instalan en sus respectivos asientos, le propinan su merecida dosis de arañazos al otro par de jugadores. Ya urgidos por deshacerse de las chavas, se apresuran a conducir pero el auto no responde en los más de diez minutos que lo intenta Damián mientras Jhonny y Antonio forcejean con las chavas, siendo lo más caballerosos posible, recibiendo decenas de ataques. Finalmente se resignan a llevarlas a casa pero caminando y por supuesto que las jóvenes se oponen indignadas, al menos se merecen un taxi, consideran, lo exigen y ni modo, hay que ceder, todavía arriba del transporte amarillo, las chicas se despiden molestas, amenazando con tacón en mano. Cuando por fin se quedan a solas los tres aztecas se dan un respiro, en silencio, recuperando la calma, de repente Antonio comienza a reír espontáneo y contagia a sus acompañantes.

- Vatos, un día de estos hay que hacer lo mismo pero en la playa.

Propone Tony, sus compas asienten gustosos.

-Pero para la próxima nos llevamos a las hermanas del Mat, están bien chidas esas morras…

Se emociona Jhonny y continúan la charla un rato más bromeando mientras disque revisan el vehículo una y otra vez hasta darse cuenta de que no tiene solución, tendrán que dejarlo allí y volver por la mañana para remolcarlo hasta un taller mecánico, el chistecito le saldrá caro a Damián, pero por ahora el muy sinvergüenza planea pasar por a’i a ver si consiguen unas bebidas “ya para pararle”, la suerte está de su lado, aún continuarán la parranda por varias horas más, tendrán el pretexto perfecto para decir en casa “llegué temprano”.

¿Cómo ven a estos barbajanes? Lo prometo, habrá revancha para las chicas. Para el próximo capítulo se viene uno de mis episodios favoritos: todo el Cuauhtémoc en plena velada disque con fines educativos, no se lo pueden perder ¡hasta la próxima! ¡Gracias!

 

¡Hola a todos, un gusto saludarles de nuevo! Ahora vengo con la entrega de uno de mis capítulos favoritos: ocurrencias juveniles a más no poder.


@Marina, me encantó que me contarás eso acerca de tu hijo, qué lindo, ya me ha caído mejor, por favor, salúdamelo y dile que también soy de fan de Transformers y ya se lo inculco a mi niño, de la misma manera, también acostumbro comprar dos tres cosas por internet y me emociono cuando veo a los diferentes servicios de paquetería cerca de la casa. Y qué lindas formas también de llevarse entre ustedes, je. Bueno, este capítulo es de lo más divertido y ojalá que lo disfrutes, muchas gracias por todo, un abrazo.

@Borealis Spiral, ya los voy conociendo cada vez más a ti y a tu familia y me agrada su forma de ser, eso de la sobremesa es una auténtica delicia, convivencia y aprendizaje en uno mismo. ¡Ah, qué justiciera! Qué bueno que no toleres las injusticias, algo de eso he visto en Mina, oh sí. Y pues mira, cómo les fue a esos sinvergüenzas, creo que te gustará la revancha, por lo pronto disfruta de uno de mis capítulos favoritos y muchísimas gracias por tu apoyo.

@GRSara Vongola, hola preciosa, por supuesto que tengo de esas figuras, también la que menciono en el capítulo, pero no tengo tantas como quisiera, mi salario, la ingente variedad de gustos y el precio de las figuras me obliga a ser muy selecto en las compras, pero igual adoro ver los reviews, me sirven de consuelo ¿acaso tú coleccionas? Y lo de los gustos en música tan diferentes entre nuestros pas y nosotros pues sí, es cierto, generalmente tienden a no ser compatibles, yo también adoro mis audífonos cual rosario (disculpa la blasfemia) ¡No puedo vivir sin música! Bueno, agradezco de nuevo tu apoyo y por favor diviértete con estos chicos tan pero tan particulares. Que estés muy bien.

@Felina, sé que el tiempo te come y te mantienes ocupada desde el primer minuto del día hasta que tu cabeza agradece la suavidad de la almohada por la noche. Sé que este es uno de tus capítulos favoritos también y ojalá que aún te haga reír como siempre, por favor, relájate y sólo déjate guiar por Dios. Un abrazo, te quiero mucho.

A todos los demás muchísimas gracias por leer, les dejo en manos de los aztecas, cuidado con ellos. Un abrazo.



15

LA ALIANZA DE HUITZILOPOCHTLI


Última semana de clases en la prepa. Lo que es la escuela en estos días, un cúmulo de estrés y cientos de formas de reflejarlo ante los demás: ira, depresión, acné, gripe, falta de apetito, lágrimas, entre otras; toneladas de exámenes y trabajos finales, documentos administrativos y borradores; bazar de lap tops y tablets; indicaciones y regaños por celular por cuestión de trabajos; prisas que muchas veces se notan en el vestir, especialmente por parte de las chavas; amistades rotas; baja de ventas en la cafetería escolar; estacionamiento insuficiente; persecuciones y acoso sobre profesores; sobornos, algunos de muy mal gusto; crisis económicas en billeteras y monederos… Arde la prepa, y no duerme.

En el 5to “C” el examen final de Matemáticas se está llevando a cabo, vaya forma de empezar la semana. Está realmente complicado, el profesor que ya le agarró idea a los aztecas, quiere tronarlos a como dé lugar y entre las patas se lleva a la mayoría del grupo. Lo odian más a cada reactivo que leen. Al terminar la clase únicamente dos estudiantes logran contestar todo el examen, el resto aguarda en sus asientos con cara de compungidos. El profesor solicita que se le entreguen los exámenes y la orden se acata a regañadientes. Cuando ha recogido todos, se apresta a retirarse ante las miradas fulminantes de los muchachos y esto provoca cierta satisfacción, sonriendo. Es el detonante, enseguida una cascada de inconformidades e insultos se hace sentir, aunque el maestro ya abandonó el salón y le pasa inadvertido. Rápidamente se organizan para formar una pequeña comisión que vaya a hablar con el director para quejarse de la situación, entre ellos Paris, Fred… y Paul. Los que se quedan en el aula preparan y ultiman detalles en su ensayo final de Geografía, siguiente obstáculo en el día.

A Javier se le percibe raro, como inquieto, pero…

-Ora tú ¿qué tienes?

Pregunta seco, Álvaro.

-Em… ah, oye Álvaro, tú sí sabes bien de computación ¿verdad?

-Sí ¿por qué?

-Es que… ¿tú ya terminaste tu trabajo?

-Pues sí, nada más lo estoy revisando por si me falta algo. Ahorita voy y lo imprimo y ya quedó ¿Qué traes ‘inche Javier?

-Ocupo que me hagas un paro. –El delantero asiente todavía extrañado.- Lo que pasa es que ya hice el trabajo, pero no lo puedo ver. No sé si se descompuso esto.

Se refiere a una memoria USB. Álvaro la examina, aguarda unos segundos antes de hablar.

-Vamos al cíber, ahí le checamos.

Camino al cíber, Ian se les pega pues no tiene nada qué hacer, ya ha terminado su trabajo y quiere “alivianar” a sus compañeros.

-Préstame la memoria, deja la conecto ¿cómo se llama el archivo? –Instantes después, Álvaro descubre…- Ay mamasitas… y son un friego. Ay Nicki Minaj, mamasota…

-La de Rihanna, ponla, deja verla.

Se emociona Ian con las 743 imágenes de chicas guapísimas que Javier trae en la memoria, éste se apena y se vuelve hacia los demás usuarios esperando que no se enteren.

-Ya con eso, Ian, ahorita tengo que imprimir mi trabajo, luego le seguimos. Deja las paso a mi memoria. Continúan los dos moviéndole a la compu mientras Javier se aleja fuera del cíber.

-Me las voy a requemar hoy mismo en la tarde, desgraciadas.

Expresa Ian con furor.

-¡Javier! ¡¿Javier?! ¿Dónde está este cabr…? –Se acerca el capitán.- Carajo, lo que pasa es que seguramente lo revisaste en una máquina que tiene el Windows 8 y no supiste moverle, fiel a tu primitiva inteligencia. Todo está bien, nada más ve con el administrador y dale la memoria. Yo ya me voy, fue un placer ayudarte. Por cierto, le cambié el nombre al archivo ¿está bien?

-Sí, gracias… ¿cómo se llama?

-“El que quieras mi rey”…je, je…

No pueden contener la risa Álvaro e Ian.

-Ah, no ‘amen ¿cómo voy a…?

Después de cortar tajantes la charla, los sabiondos se alejan dejando a un resignado Javier. Realmente sus amigos se ubican afuera del establecimiento, al tanto de la escena, sonriendo pícaros, traviesos.

-¿Vas a imprimir?

Cuestiona el administrador viendo a Javier enfrente de él, con memoria en mano.

-Sí, yo, eh… ¿por qué tengo que ser tan bruto?

Entrega la memoria con pesadumbre.

-¿Qué archivo?

Javier le indicaría con el dedo cuál es pero la máquina principal le queda por el reverso y es rodeada por diminutos muñequitos minuciosamente colocados, toda una obra de arte que Javier sería incapaz de arruinar, además hay una tabla, parte de la barra, que se levanta para que pase el encargado, en este momento ocupada por rollos de papel corrugado y paquetes de hojas blancas. No puede ser tanta mala suerte. Suda y pasa saliva.

-…”El que quieras mi rey”…

Habla bajo.

-¿Cuál, perdón?

-“El que quieras mi rey”.

Se turba el chavo y mira seriamente a Javier. Se escucha entonces una carcajada bárbara. El líder azteca se ha metido en un lío y le será difícil y bochornoso salir de él, oh vaya que sí. Por su parte, los dos traviesos se dirigen al cíber de a lado, Álvaro todavía tiene que imprimir. Instantes después ya en el salón, cuentan del incidente a Efrén, Al, Ray, Mat, Damián, Jhonny, Antonio, Alejandro y demás compañeros, algunos se doblan de risa, de pronto aparece Javier y es recibido por carcajadas, unos cuantos se retuercen de tanta alegría.

-Perdón, carajo. No me medí, no creí que iba a ser tan buena.

Habla Álvaro pero Javi lo ignora de una forma que da de qué pensar, sólo toma siento y para su fortuna llega pronto el profesor de la clase. Minutos más tarde, en el grupo se ha hecho un merequetengue, muchos todavía ultiman detalles de su trabajo y los que han terminado apoyan a los que no. El maestro lo permite, sólo ha ido a recibir los trabajos, matar el tiempo y platicar con las chavas el viejo rabo verde. Álvaro asesora a una compañera y Javier aprovecha para sabotear su trabajo, lo toma y se pierde un rato. El delantero ni se percata. El capitán regresa pronto y devuelve el ejemplar. Entonces el profesor solicita todos los trabajos, los reúne y se marcha. Álvaro se vuelve hacia su capitán, éste le sonríe macabro y no le gusta nada, algo huele muy mal, ya se dará cuenta el infeliz.

Jhonny y Antonio se acercan a Javier para molestarlo pero Paris, Fred, Paul y los demás compañeros que fueron a hablar con el director, intervienen solicitando la atención de todos. Comentan que el líder escolar ya ha recibido quejas del mismo maestro, que les pidió información acerca del examen, que los cotejará con los que trae el “demandado” y que platicará con él hoy mismo. También les ha dicho que lo busquen para mañana para ver en qué queda todo.

-No sé si quede alguna duda ¿chicos?

Habla una de las líderes del grupo.

-Sí ¿por qué tenían que llevar a Paul?

Pregunta Efrén bromeando, la chava no está para eso y da por terminada la charla.

-Para que te lo sepas, tengo varios conocidos influyentes, entre ellos mi compa, el “direc”. Así que si no voy y muevo mis influencias, a estos no los pelan en todo el día, mnn.

Le “aclara” Paul a Cosmo, a éste de pronto le ponen la mano en el hombro y se “asusta” actuando como gay. Se trata de Román, ex compañero de equipo.

-Queremos hablar con ustedes.

Román, otros ex compañeros y unos cuantos fans han citado a los aztecas a la cafetería para charlar. Tan pronto están reunidos:

-En primer lugar queremos disculparnos, la neta, así, sincero… Nos equivocamos, nos dio miedo, vergüenza… -Habla Christian, otro de los “desertores”.- Queremos proponerles algo, si es que nos dan chance…

-Antes de que algunos de mis más sentidos compañeros diga algo, yo quisiera decir que por mí no hay problema, nada de rencor, seguimos siendo hermanos y por mi parte, acepto las disculpas y soy todo oídos, carajos.

Toma la palabra Javier, anticipándose a cualquiera, para tratar de suavizar la situación. Román y compañía agradecen.

-Pues yo no… -Interviene Damián- Ustedes, cabr… se alejaron cuando las cosas no andaban bien, los ocupábamos un resto y nos dieron la espalda, se fueron por la fácil. Y ahora que ya mejoraron las cosas, no como quisiéramos pero ahí la llevamos, quieren venir a disculparse y no sé qué más. Por mi parte, no quiero escucharlos, y que me perdonen estos carajos que son fans a morir del equipo, pero por ustedes, Román, no, yo me voy.

Se tensa la reunión, peor aún, Fred y Antonio se unen a la postura de Damián. Sin más, se retiran. -¡Chicos!- Todavía alguien intenta algo.

-Hablen Román, muchachos. Si estos animales no quieren escuchar, pues hay que dejarlos ¿Qué tienen qué decir?

Expresa Javier con autoridad, el resto del equipo lo apoya.

-…Pues, nosotros hubiéramos querido que… pues sí, sí lo merecemos, lo entiendo… -“No hagas caso, habla”, interviene el capitán- Christian, algunos chavos y yo llevamos ya varias semanas a raíz de ver su rendimiento, pues, con la idea de formar una barra… -Se iluminan algunos rostros mexicas- Se concretó ‘ora que se jugó el clásico, dieron un partidazo, carajos. Al día siguiente nos reunimos y empezamos a ensayar. Christian llevó algunos cánticos, otro llevó un tambor, acá el Arturo nos enseñó la tonada de unos que no nos sabíamos. Apenas llevamos pocos ensayos, nada qué presumir pero queremos hacer nuestra presentación en cuanto se levante el castigo al estadio, digo, si nos aceptan…

-¡Pero cómo fregados no! ¡Será un plus para nosotros!

Se emociona el capitán.

-¡Y un honor para nosotros!

Explotan las risas y se dan algunos abrazos sinceros. El equipo se muestra complacido y los integrantes de la barra, agradecidos.

-Y… ¿cómo le van a poner a la barra?

Pregunta Mat y se hace el silencio, hay expectación…

-Pues, quisimos mantener la tradición, ser fieles a la sangre, no sabemos si les guste el nombre… la nombramos, Huitzilopochtli…

-¡Oigan, está bien! Huitzilopochtli, me agrada.

La aceptación es general, los aztecas lucen como niños con juguete nuevo.

-¡Fue idea de Adrián! El nombre se le ocurrió a él.

-¿Y van a salir con penachos y taparrabos?

Pregunta Efrén.

-Pues no se nos ha ocurrido, pero, sí, quizá ¿por qué no?

-Acá mi amigo Porky se va a ver muy sexy, je, je…

Sonríen todos y con esto sellan una gran alianza, sí señor, los cánticos y los goles estarán completos ahora, Cuauhtémoc y Huitzilopochtli estrechan sus vigorosas manos en una comunión sagrada, genuina. Entonces para celebrar, acuerdan reunirse el domingo, temprano, en la misma 8 de Julio, por lo pronto atarean a las encargadas de la cocina pues todos desayunan, algunos repiten ¡el hambre se contagia! Álvaro e Ian aprovechan para platicar de la broma que le han hecho a Javier, pobre de este muchacho, lo persiguen las humillaciones en masa, pero ya tiene también de qué reír, una de cal por las que van de arena, sólo que ahora no, ya habrá mejor momento para cobrarla.

De regreso en el salón para la clase de Artística, algunos compañeros los abordan tan pronto cruzan la puerta. No quieren entrar a la clase, prefieren aprovechar el tiempo para terminar el ensayo de Historia del día siguiente. Argumentan que si le piden tiempo a la maestra, no accederá, que ya la conocen y piden el apoyo de los aztecas. Mat se opone rotundamente, se indigna de que quieran jugarle una situación así y les “invita a que sean más responsables”. Ray lo apoya y ambos se enfrascan en una discusión con los organizadores de la pinta. Y en un arranque de locura, algunos por mero capricho, todo el equipo, paulatinamente se ponen del lado de sus compañeros y la balanza se inclina a su favor. Ante tal condición, no puede hacerse nada, habrá taco de ojo, digo, clase de Artística. Entonces un cuchicheo va de aquí a allá entre los pinteros fallidos, planean aplicar la “ley del hielo” a los aztecas, bah, niñerías y así lo ven éstos.

Minutos después la maestra Lizeth llega al grupo y desarrolla su clase en un ambiente medio raro. Por un lado, no se participa en absoluto y por el otro, los mexicas lo hacen como nunca, efusivos, casi alegóricos, encabezados por Mateo Da Vinci y Miguel Raygel.

Al terminar la clase y la jornada, los frustrados se quieren comer con la mirada al equipo pero éstos resisten estoicos y encuentran la protección en Paul y Efrén, especialistas en discusiones, particularmente si actúan como gays. Finalmente aquí se rompió una taza…

En casa de los foráneos, Alejandro, Ian, Ray, Javier y Mat pasan apuros con el dichoso ensayo de Historia, creían que lo acabarían en un par de horas y cruel es la realidad. Y aún tienen que preparar de comer y arreglarse para ir al entrenamiento. Javi y Mat de plano han avisado a sus casas que no llegarán si no hasta las 7, 8 de la noche.

-Ray, a ustedes les toca hacer de comer, no se hagan patos.

Ordena Alejandro.

-Mch, eh, ahorita encargo una pizza.

Se defiende bribón, Ray.

-¡Güey, yo quiero comer bien! Esa madre ni me nutre ni me llena.

Otra vez habla el portero.

-¡¿Nutrir?! ¡De toda la colonia tú eres el menos desnutrido y por años luz! Y lo de llenarte, pues pido tres pizzas para que veas que por eso no hay problema.

-Si es por ese lado, pide cuatro de una vez, digo, para que les quede para la noche por si luego no tienen chance otra vez de cocinar.

Habla cínico y aprovechado Javier.

-¡‘Uto Javier! La última vez que hicimos eso te hartaste como perro vagabundo en bufet, no se me olvida, te empacaste ¡dos! ¡dos señoras pizzas tú solo! Nel, ni maiz, no estoy para mantener…

-¡Cuidado con lo que dices, estás hablándole a tu capitán!

-¿Qué? ¿Y eso qué? Te hago caso en la cancha, allí eres mi capitán, ahorita no pasas ni de 70 de promedio.

Y se genera otra de esas chuscas discusiones que tanto practican nuestros amigos en la que se les va el rato y medio comidos y a media tarea llegan a las 5:00 pm a la 8 de Julio. El tiempo pasa con los aztecas pensando más en el ensayo que en el entrenamiento, resulta increíble saber que ni uno solo del equipo ha acabado el trabajo, ahora sí que valoran las dos horas de Artística en las que hubieran aventajado bastante las cosas, “sigan de responsables”, se autocastigan. A Paris, Fred, Al, Ian y Alejandro se les ocurre reunirse en la “Nopalera” (casa de los foráneos) tan pronto abandonen el campo, para continuar el ensayo hasta terminarlo, no importa que sea de madrugada. Se riega la noticia y en un abrir y cerrar de ojos prácticamente todo el equipo se a apuntado para la reunión. Y después del entrenamiento…

-Así es, conejita, tenemos que acabar el ensayo si no sí, ya sabes mi amor…

Se disculpa por celular, Paul, posponiendo el encuentro con Tania para tristeza de la chica. Derraman miel varios minutos antes de despedirse, finalmente lo hace, suspira y sonríe bonachón, recoge sus cosas de la práctica y pedalea su bici hasta casa, Georgette está ahí, trabajando en su amada lap top, comiendo unas frituras y un refresco.

-Tus trabajos de la escuela ¿cómo van? Yo voy atrasadísimo.

-Ya los terminé todos. Sólo me concentro para los exámenes y especialmente las últimas novedades que puedan ocurrir ahora en estos días.

-Caray, felicidades. Qué envidia, de la buena… Por cierto, se acaba de fundar nuestra barra, la Huitzilopochtli, por si te interesa escribir al respecto.

-Ay hermanito, hace siglos que lo hice, yo me enteré antes que Román, Christian y Adrián… Pero como nunca entras a mi blog… gracias por ignorar todo mi esfuerzo, eres único.

-Oh, estate, qué no ves lo abrumado que ando con el ensayo de mañana, ah, no voy a venir a dormir…

-Paul ¿ya vas a empezar también con esas cochinadas?

-No ¿de qué hablas? Todo el equipo vamos a juntarnos en la Nopalera para terminar el trabajo.

-Más les vale que sea por eso si no quieren que luego los descubra en otras ondas, como esos grandes equipos que en las concentraciones meten viejas al hotel para darle vuelo a la hilacha.

-Ay Georgis, ojalá pudiéramos hacer eso, pero contigo no se puede tener privacidad. Mejor me voy a bañar para irme ¿sí? El tiempo es oro.

Media hora después, Paul está más puesto que un calcetín, deja a Georgette que continúa amarrada a la compu cual hormiguita cibernética, le desea suerte y que se cuide. Nuevamente toma la bici y pedalea ya en una noche fresca y de lo más deliciosa hasta llegar a su destino, antes de entrar ve a Mat, Ray, Efrén, Ian y Al cargados con montones de botana, chucherías y refresco.

-Llegas tarde, ya estamos todos. Te toca preparar la cena.

-¡¿Ah, qué todavía van a cenar?!

-¡Qué cabr…! ¿A poco crees que con esto va a bastar? Si nomás es un entremés, a’i nomás para entretener a la solitaria un ratito.

-Solitaria, desgraciada anaconda han de tener retacada ¡Pues sí hago de cenar, pero ustedes traen las cosas!

-¡Sale! Yo me lanzo de una vez. Ten. –Ray le pasa todo lo que trae en las manos- ¿Qué me traigo?...

Ya adentro, todos los aztecas trabajan esmeradamente. Forman grupitos de 3 y 4 integrantes y cual ratones de biblioteca se encuentran rodeados de libros, cuadernos, revistas, mapas, otros ensayos y demás documentación útil. A alguien se le ocurrió poner música de Palito Ortega en bajo volumen y ésta se escucha de fondo, pero al ver la botana…

-¡Hey, Mat, échate pa’cá las grandes!

-¡El refresco de manzana pa’cá mi chulo!

-¡Esas palomas que vuelen con papá!

Se aprovisionan los “guerreros” y también rápidamente lanzan a Paul para la cocina.

-¡Oigan, nunca voy a acabar! Tragan como cerdos, tan siquiera que alguien me ayude.

Se queja el 8 azteca y se apiadan de él Al y Fred.

-¿Qué vamos a preparar mi chefsito?

-Los voy a agasajar carajos -¿Qué pasó?, se queja Fred-. Voy a prepararles un manjar. Comerán mejor que los canijos israelitas cuando les llegó el maná en el desierto, nomás pa’que se den un quemón.

-¡Hey caones! –Habla emocionado Ray que ha regresado de la tienda.- ¡Ahí afuera están unas chavas mirando para acá!

En tropel se asoman por las ventanas y la puerta. Ambos grupos se descubren y se sueltan las risitas coquetas y pícaras, será una gran velada. El “primer encuentro” cesa rápido y regresan a sus actividades, excepto Ray e Ian que fingen ir a la tienda, allí se topan con Vanessa, la bella hermana de Mat y otras dos amigas. Se presentan.

-Oye ¿qué están haciendo ahí dentro, eh? ¡Son bien muchos!

-Estamos haciendo un ensayo de Historia, está pesadón, van a estar hasta que lo terminemos, es para mañana.

-¿Ustedes ya lo terminaron?

-E-em, ya… ya, acabamos. Ahorita nada más andamos haciéndoles el paro a algunos.

-Ay qué buena onda.

Se alegran las chavas para beneplácito del par de mexicas.

-¿Y, tú qué haces por acá, vienes a cuidar a Mat? Conmigo está en buenas manos.

-Oh no, sólo ando de visita con mis amigas, viven aquí a la vuelta, se las presento.

Los jóvenes se lucen con sus sonrisas encantadoras y sus miradas seductoras, pero todo el teatrito es interrumpido por el dueño de la tienda que les pide que se vayan “si es que no van a comprar algo”, pues llegan más clientes y de pronto ya no caben en el espacio reducido, los chicos sonríen traviesos. Continúan charlando debajo de un huele de noche, en plan conquistador. Adentro de la casa…

-¡Paul, prepara menos comida! Ya son dos menos.

Habla celoso, Mat, asomándose por la ventana.

-¡No te creas, tú prepárala, algunos no hemos comido bien!

Sí, habla Javier.

Mientras tanto Paul hace maravillas en la cocina cual mago de los alimentos, exprimiendo el potencial de Al y Fred. El producto sorprenderá a los presentes, lo ha prometido el chefsito.

Cerca del “trono”, Damián se esfuerza por sacar adelante su trabajo pero Efrén y Mat bromean y platican de otros temas que lo desquician gradualmente, para colmo, Javier entra al baño y ya se imaginarán… con lo que este muchacho le empaca a la comida. Y todo su “perfume” acaricia el olfato del defensor, es el clímax.

-¡Su refuta madre! ¡Este güey se está pudriendo! Buag… -Lo atacan los ascos al pobre.- ¡¿Y quién puso esa ‘inche música?! ¡Quítenla o juro que lo apago a patadas! ¡Buag!

Sufre el desdichado y provoca ternura en los mexicas. Antonio se apiada de él y apaga el aparato.

-¡Güey, vente pa’cá! ¡¿Qué ching… estás haciendo ahí retacado?! Ponte acá junto a la puerta. También tú… ¡brillas!

Regaña Jhonny a su “carnal”. Abandona entonces Damián su prisión haciéndole caso al chico Guerra y todavía a la pasada, Efrén por accidente y por distraído lo golpea con un diccionario “de bolsillo” allí donde les platiqué, provocando que se doble y se tumbe.

-Ay, ay, ni siquiera te di tan recio, apenas y te toqué. No, golpe el que nos dimos Paul y yo la semana pasada cuando entramos a la prepa en la noche, ese sí fue un señor golpe ¡¿te acuerdas Paul?!

-Ni me lo recuerdes ¡mejor vénganse a cenar chavales! El banquete ya está, digno de la realeza que hoy nos acompaña.

Prestos, todos toman su lugar para cenar, algunos en la mesa, otros en la cocina hacen fila para probar el manjar, excepto Damián que se recupera de a poco. Ray e Ian todavía galantean afuera yéndoles de maravilla. Y Paul vaya que sorprende a sus amigos…

-Paul ¿qué es esto?

Es la sensación general.

-Un omelette con ensalada fresca y jugo de naranja.

Habla con tono de presunción y refinado pero a nadie convence.

-Paul, esto es una vil torta de huevo con lechuga y agua fresca… ¿ge no vés?

Se indigna Javier.

-Cabr… ¿pues qué querían que hiciera con lo que tienen aquí? Antes hice un milagro, no daba para más. Ustedes tráguenselo y no discutan, les ayudará para el colesterol.

Y pues sí, todos prueban bocado y a decir verdad disfrutan la cena y quedan satisfechos, menos uno, adivinen. De vuelta en el trabajo, ya con la panza llena y las energías recargadas…

-¡Oigan, entonces como no les gustó la cena, ni hablo del postre! ¿verdad? -Alborota el contención a los aztecas “¡postre!” se saborean- ¡Pero tienen que pedirlo, así a coro, si no, no! –Primero lo regañan y le exigen que se los dé, que no se ande con payasadas, luego aceptan ahí como no queriendo y finalmente lo piden… qué muchachos estos.- ¡Ok, ok, me convencieron, pero nada más que esté, se está horneando, le falta como veinte minutos!

¡Oooooohh! El enojo es general, pero bueno, hay que esperar y regresan a sus actividades, los cocineros se reintegran a las labores, Al y Fred mucho más aventajados que Paul pero advierten que le ayudarán. Minutos después, la casa está convertida en un santuario, una biblioteca, todo un centro de trabajo, sí que sorprenden y así sucede con Ray e Ian que han vuelto algo alborotados pero al ver semejante escena, cual balde de agua fría los bajan de su nube y los ubican en su realidad: apenas han comenzado su ensayo.

-Oigan, carajos. Allí afuera están varias chavas y quieren conocernos. No sean ojetes.

Tratan de sonsacar y cucar a sus compañeros sin conseguirlo en absoluto, parece que le hablaron a la pared. Ray se resigna y se tumba a hacer su trabajo junto a Mat que ni se inmuta. Ian los ve a todos, uno por uno, y siente odiarlos, se frustra y decide poner música, al menos quiere trabajar agusto. Enciende el estéreo y conecta una memoria, selecciona la carpeta de “Pa Bailar” y pone play. El tema “Pasos de Gigante” se escucha bajito y a nadie molesta, sólo un poco a Damián, estresado el muchacho. Pasan un par de canciones e Ian está en blanco, no puede concentrarse nadita, mira para afuera y suspira como un perrito callejero que ve por la ventana un bizcocho y nada puede hacer. Entonces el tema “No me importa el dinero” suena… el ritmo es sabroso, alegre, se antoja bailarlo. Le cosquillean las piernas al azteca y muy naturalmente empieza a moverse al son de la canción. A cualquier chava le encantaría acompañarle o mínimo mirarle, pero a los chicos les parece chusco llamando la atención primero de Paris y Fred que lo ven con extrañeza, de pronto Ian se deja llevar por la música y se destapa cohibiendo a los mirones, sube el volumen y entonces capta la atención de todos, incluso de Vanessa y sus amigas, ubicadas en una casa cercana, llegando hasta sus oídos la divertida música “¿qué estarán haciendo?” se preguntan emocionadas.

En la Nopalera, los aztecas reclaman, algunos como Javier, Damián y Álvaro, airadamente. Esto parece divertir al bailador y lejos de cesar en su danza, se contonea como si estuviera liberando a su espíritu, se pasea entre los muchachos, casi todos sentados en el piso, al acercarse a Mat le baila.

-¡Véngase a bailar mi chulo!

Apena a Mat y divierte a los demás. En verdad, si le bailara a cualquier otra chava ya lo estaría abrazando y formando parte del show, pero a Mat por la misma pena, lo empieza a molestar e Ian se encaja. Se enfada y ahora se dirige a los mirones borrándoles la sonrisa e igual que a su compañero, provocando que no sepan dónde meter la cara. El que sí se anima es Paul, a espaldas de Ian, empieza a bailar por su cuenta y contagia a Efrén y a Ray que se quita la playera y ahora él molesta a Mat.

-¡’Uto Ian, apágale a la música, todavía no acabo el trabajo!

Como energúmenos están Javier, Damián y Álvaro, no se ganan nada, para bilis suya, Antonio y un poco más reservados Fred y Al se unen al espectáculo.

-¡¡Viva la vidaaaa!!

Grita Efrén y “explota” la casa… Es lindo verlos divertirse tan sanamente, tan unidos como hermanos. Si Isaack y el entrenador Villanueva los vieran se sentirían orgullosos, algo apenados pero orgullosos, la verdad que sí…

…Cerca de la medianoche, la mayoría de los aztecas se da un merecido descanso, salen de la casa donde Damián y Álvaro tocan la guitarra y cantan acompañados por Vanessa y sus amigas alrededor de un huele de noche. La pasan bien y a decir verdad, a nadie molestan. Quienes la pasan mejor son Ray e Ian que avanzan bastante en sus conquistas, nada definitivo pero sí muy próximo. Damián y Álvaro encabezan esta rica noche bohemia haciendo gala de lo más exclusivo de su repertorio, generando de alguna manera, la admiración de algunas chavas que, embelesadas oyen las privilegiadas voces del par de mexicas que tan sólo hace unos cuantos minutos escupían maldiciones contra Ian.

Dentro de la casa, Javier y Alejandro avanzan en su ensayo a ritmo semilento, es más lo que platican con Paris y Paul que lo que trabajan. El chico Estrella toma refresco de manzana en un vaso y se asoma por la puerta, mira con semblante de tranquilidad y alegría a sus amigos. Le ha dado su ensayo a Paul para que aventaje, él prácticamente ha terminado, lo que pocos, y en un momento de espontaneidad y sinceridad:

-Muchachos, es un placer haberlos conocido… los estimo un resto.

-Y el honor es mío, comparto el comentario, Paris, la neta que sí.

Habla Alejandro. Javier se emociona pero trata de contenerse por pena, y Paul ha dejado a un lado su trabajo para probar la amistad tan fuerte y maravillosa que realmente han forjado. Piensa que es una bendición de Dios y tiene toda la razón, de pronto, recuerda vaga y rápidamente el poema “Un Ángel y un Amigo” y sonríe feliz, pleno, absoluto, de fotografía…

La amistad es un hermoso regalo ¿no? A valorar entonces a nuestros amigos y a cuidarlos. Para el próximo capítulo un episodio muy lindo entre Paris y Georgette y la tentación les llega a Lizeth y a Isaack, vamos a ver si logran contenerse aunque ¿ya para qué? ya están grandes ¡No se lo pierdan! Hasta entonces.

 

¡Hola estimados lectores! Regreso con más diversión sana y al mismo tiempo con algo medio hot y romántico.

@Marina, muchísimas gracias por tu comentario. Así es, la familia cada vez se va reencontrando y una vez que esté completa, caray, ni quién la pare. Je, je, respecto a Javi y Álvaro, se van a dar con un tubo los canijos y no por que ellos quieran, si no impulsados por sus “amigos”, ya verás. Y tal como lo dije, es uno de mis capítulos favoritos por las vivencias de los chavos, te juro que se me asoman las lágrimas al imaginarlos… y es que cuando se carece de algunas cosas… Gracias de nuevo, gracias por todo, tu apoyo es algo hermoso y muy grande, que Dios les sonría eternamente.

¡Hola @Borealis Spiral! Muchas gracias por tus comentarios, yo una vez estuve a punto de hacer esto pero no aguanté tampoco, siempre he sido muy especial y cómo discutía con los flojos y desobligados, así el Cuauhtémoc lo intentó pero ya verás sus consecuencias. “Música y golosinas, la gloria absoluta”, cuánta razón, je, je, je. Y ya ves, todo le pasa a Javier, es la botana del equipo al parecer y por el contrario, Paul es todo un estuche de monerías ¿qué tal? También me encanta que te diviertan estos personajes, es mi mayor recompensa, gracias por decírmelo. Un abrazo, preciosa.

@GRSara Vongola ¿cómo estás, chiquilla? ¿Quién no gozó la preparatoria? Caray, es uno de los episodios más chidos de nuestras vidas, se necesita ser un completo inadaptado para no disfrutar de las aventuras y desventuras en que participamos, lo queramos o no. Al igual que tú, cada vez que releo este escrito me acuerdo del pasado y la nostalgia me invade, claro, después de haberme reído de tantos buenos recuerdos. En cuanto a lo de los nombres de los capítulos, je, je, gracias por lo de “extraños”, y vaya que me esmero pensando en buenos títulos, como ves, no soy muy creativo. Bueno, una vez más gracias y te espero para el próximo capítulo, mientras tanto sé feliz y has feliz a tu mamá y tu hermana del alma, Dios les bendiga. Un abrazote.

A todos los demás muchas gracias por leer, no les entretengo más, que disfruten del capítulo.


16

CONQUEST OF PARADISE


Ha dormido poco pero mucho más que varios de sus compañeros a quienes tiene que evitar pisar, acostados por toda de la sala mientras se arregla para irse a la escuela. Él es el único que está despierto, parece que nadie más irá a la primera clase, entonces Alejandro despierta también, a duras penas pero lo consigue, saluda todavía dormido a Paris y se mete a bañar. El chico Estrella ya lo ha hecho, ya está por irse, solo, toma sus útiles revisando que lleve el ensayo, sale de la casa pero antes echa una última mirada y ve a Fred queriendo abandonar su “cama”.

-Te veo al rato, Fred.

-Sale, ahorita te alcanzo.

Habla todavía atolondrado. Paris se coloca los audífonos y enciende su reproductor, se marcha caminando hacia la Prepa mientras escucha música de Chayanne, se acuerda de Georgette y piensa que es un buen día para ir al cine, juntos, y sonríe… Al llegar al salón, éste luce vacío, únicamente unos seis estudiantes esperan al profesor de Literatura y eso que faltan escasos cinco minutos para las 7:00 am, esto huele a que se suspenderá la clase, mnn, ni el esfuerzo que le costó levantarse. Quince minutos después, la población estudiantil se ha multiplicado por tres, de ellos, cinco mexicas han llegado ya: Javier, Alejandro, Fred, Álvaro y Mat. El profesor accede a impartir la clase por respeto a los presentes, no sin antes criticar la postura de los faltistas y expresar un buen consejo.

A las 9:00 am, ya acabada la clase, llegan todos los aztecas con su preciado ensayo bajo el brazo. Javier y Alejandro han bajado a desayunar, el primero trae una cara… bruto. Chilaquiles con frijolitos y un café es el platillo que degustan, pronto, sus compañeros los alcanzan, incluso los que llegaron tarde. El tema “Rayando el Sol” de Maná se escucha en la estación y a varios les mueve el tapete, entre los más, Paul, recuerda que Tania ha prometido hablar esta tarde con Steven acerca de su relación. No ha querido que el azteca lo acompañe, pero no le importa, va a ir, claro, no le ha dicho a su novia, está nerviosón al grado de no abrir la boca más que para comer, situación que a Paris, Fred e Ian asombra.

Ya desayunados los muchachos se disponen a pagar sus cuentas y regresar al salón. Cuando Javier guarda el cambio en su billetera, Alejandro le advierte algo: es Marco, mirándole, esperando fuera de la cafetería. Escupe una ofensa contra el steeler, piensa que le va a hacer daño la comida y el portero lo invita a que avancen. Se niega, esperará a que se vaya.

-¿Y qué? ¿Vamos a estarnos aquí hasta que se vaya? Güey, sigue Historia ¿vas a llegarle tarde a la maestra?

De mala gana, camina Javier y tan pronto sale de la “cafe”, los aborda Marco.

-Dame chance de hablar, Javier, por favor.

Es sincero Chino, medio convence al capitán azteca pero el coraje puede más y así lo demuestra.

-Si me vuelves a buscar, Chino, no le hace que sea en la Dirección, te juro que te voy a partir la madre. Hazte a un lado, tengo clase.

Obedece Marco y ve alejarse a sus rivales, pero sonríe satisfecho pues Javier le ha llamado como antes, cuando eran amigazos del alma, cosa que no pasaba hacía más de un año: Chino… Sonríe satisfecho, ha dado el primer paso.

Las clases transcurren con normalidad, en Historia se han recogido los ensayos y nada más; y en Materia Ambiental, instrucciones para un nuevo trabajo final y ya. Apenas son las 12:00 pm y esto se acabó. Ahora sí los aztecas aprovechan el tiempo libre y se retiran al centro de cómputo o a la biblioteca a trabajar, en este último lugar, Paris, Fred, Al, Mat, Ray, Ian y Efrén. El primero de éstos, confiando en su capacidad intelectual y necesitado de un rato de aislamiento, se “desconecta” al ponerse los audífonos, se emociona y escucha “Soñé” de Zoe mientras clava su mirada en su cuaderno. Sus compañeros hacen gestos de sorpresa queriendo llamar su atención para que se reintegre, pero no, no está aquí, se ha ido al mundo donde aparte de él, sólo existe Georgette. No lo saca de trance nada y como por arte de magia, cuando eleva su mirada, la ve… Está a escasos cinco metros, casi de frente, en el área de “Búsqueda”, seguramente investigando para alguno de sus artículos. Trae el cabello recogido en una cola de caballo como casi siempre, pero luce hermosa con una blusa amarilla y una falda café oscuro a medio muslo, calza además un par de monos huarachitos. No es común verla salirse de su rutinaria ropa: tops, shorts y tenis, por ello tal vez que Paris la vea hermosa, radiante, angelical. Entonces vuelve a la realidad en que sus amigos le observan atentos con una sonrisilla en los labios, conteniendo otra mayor.

-Ay cabr… ¡Te trae pend…!

Sonríe como descubierto después de haber hecho una travesura, la verdad se apena, se quita los audífonos, siente un disparo de adrenalina, se levanta y sin pensarlo camina hacia Georgis dejando expectantes a los chicos. Camina tres pasos y quisiera detenerse pero ya la tiene al alcance, además Georgette ya le observa, todavía con los dedos en el teclado, también se le mueve todo el mundo.

-¡Hola!... ¿Qué haces?

Agarra aire poco a poco, Paris.

-¡Ah! Nada más, estoy, pues aquí, trabajando. Bueno, no es trabajo de la escuela, ni de la gaceta, bueno, no es trabajo, sólo estoy jugando…

Hace la chica más pausas que un cd rayado. Paris toma una silla y se sienta a su lado, de inmediato percibe el perfume tan rico de ella, otro detalle que no acostumbra usar.

-…Te ves muy bien vestida así.

-¡Ah, gracias! Qué lindo. A ti también se te ve súper padre esa playera, te hace ver más musculoso.

“Papasito”, piensa para sí Georgette.

-Gracias…

Sonríen los dos tórtolos.

-¿Te gustan las películas?

-¡Sí! ¿Quieres acompañarme al rato a ver una?

Expulsa la invitación como si la hubiera estado guardando mucho tiempo y la sorprende, tarda en reaccionar.

-¡Sí…! ¡Claro! Me encantaría…

-A las 6:00 pm, te veo en la plaza, afuera de Croccante.

-Si me tardo un poquitín no te vayas a desesperar.

-¡Hecho! Pero no me quedes mal.

-¡Tú! No te vayas a quedar viendo futbol.

-¡Ay, sí es cierto! No, digo no. No te creas, no, nada. Allí estaré puntual.

De veras se lamenta el mexica de no ver las semifinales de la Libertadores, pero ya abrió la boca y ahora se aguanta. Rumbo a sus compañeros, trata de convencerse de que estará mejor en el cine que viendo el partido, la verdad que lleva el juego en la sangre, miren que dudar si salir con una chica por él, Dios, lo que provoca este deporte, todavía antes de sentarse, habla en voz alta:

-Son las de vuelta…

-‘Ora ¿qué traes tú?

-Nada… es que, no me hagan caso.

Toma asiento y se dispone a continuar con su trabajo.

-Paris… -Se acerca Ray, estirando el cuerpo por sobre la mesa, habla bajo.- Georgette y tú ¿son novios?

-…Todavía no…

-¿Pero te gusta? ¿O más que eso?

-…(Suspiro) –Se aguanta una sonrisota pero la mirada lo delata- Pues…

-¡Sí! Ya no hace falta que digas nada, eh nomás la carota que pusiste de primerizo en un table…

Todos lo voltean a ver arrugando la cara, interrogantes.

-¿Qué tiene que ver…?

-¡Ya, ya! No me cambien de plática ¿Y por qué no te le declaras?

-Pues… sí, un día de estos, em…

-Si te esperas, te la pueden ganar. Sé por ahí de alguien al que le interesa esa hormiga.

Le cambia el semblante a Paris.

-Paris, nosotros somos tus amigos y te queremos ver feliz, o con el corazón roto pero ya queremos que te le declares ¿por qué no hoy? Es un buen día para empedarte con nosotros si es que algo sale mal ¿mn?

-¡Mat! ¡¿Quieres ser más discreto, por favor?! ¿Quieres que se le salga el alma? Dale su tiempo y motívalo, no seas negativo. Si quisiéramos eso, ya le habría dicho yo que andan ocho carajos tras sus huesitos, entre ellos el lacra del Chava, y el pinky galancillo del Dani, que la neta está carita y tiene verbo, y lana… Pero no es lo que queremos, entiende Mat. Parece que no quieres a nuestra joya.

-Paris. Lo importante de esto es que confíes en ti, en que te sientas seguro de quién eres, de tu amor por ella y lo que ofreces ¿ok? Ahí vencerás a tus rivales. Georgette es el tipo de chava que se fija en eso, piénsalo, te lo digo con el corazón.

Se luce Ian.

-Güey ¿por qué no das conferencias sobre noviazgo? Me cae que sí la pegas.

Bromea Ray pero no surte el efecto deseado. Paris en verdad que se apropia de las palabras de Ian y da una mirada al interior. Todo desaparece…

Un par de horas más tarde, el chico Estrella todavía se encuentra en la biblioteca, pero ya ha acabado el trabajo, sólo guarda sus útiles y se dispone a retirarse. Al salir se topa con Marco y Paola. Duda, pero les saluda y la pareja responde igual de insegura. Merlín se pone los audífonos y se aleja sin voltear atrás, por su parte Marco, sí se vuelve para verlo.

-¿Qué pasa, amor?

-…Es un fantástico jugador… Creo que me gustaría jugar con él. Sería estupendo.

-¿Acaso es mejor que Michael o Joseph?

-Diferente, es diferente, y no me gusta tenerlo de rival.

-¡Ay qué miedoso! Ja, ja…

Lo abraza y ríen divertidos. Suena el cel de la chica.

-Contesta. Aquí espérame si quieres, nada más entrego el libro y ya, no me tardo.

Chino se apresura mientras la bella joven toma asiento en una de las bancas, a la sombra de un árbol. Toma el celular con estilo, con clase. Pareciera ser modelo, en verdad está guapísima y siempre atrae la mirada de los hombres, como ahora. Marco regresa y en lo que termina de hablar su amada, le acaricia el cabello y luego hace como que la despeina. Paola se queja riéndose y concentrada en la plática, se acomoda la cabellera dorada y luego cuelga, en cuanto lo hace le “recrimina” a su novio para luego besarlo.

-Entonces… ¿hablaste con Javier?

-No… no se pudo. Sigue siendo todo un cavernícola.

-Pero aún así quieres que vuelvan a ser amigos.

-Al menos que no esté tan molesto conmigo, lo otro lo veo más difícil aunque… -se le ilumina la mirada- me llamó “Chino”. Quiero pensar que ya es un avance, así me decía cuando éramos uña y mugre.

-¡Amor! ¡Qué desagradable!

-Es un decir. Claro que yo era la uña, no tan impecable como las tuyas, oye qué cosa tan maravillosa esto de tus uñas ¿eh? Es toda una obra de arte.

-Ay, gracias…

Le chulea las nails para ego de la chica. En eso se entretienen puesto que de trabajos, tareas y exámenes ellos ya han liquidado esos pendientes y hay que decirlo, no mediante dinero, si no con estudio y claro, ciertas influencias que siempre acompañarán a dos figuras de este calibre. De hecho, ya han planeado toda la tarde para divertirse de lo lindo, sin embargo, este día traerá más de lo que ellos esperan, será algo totalmente inusual…

En otro lugar de la prepa, específicamente en el estacionamiento, la maestra Lizeth camina rumbo a su auto con paso sensual. Su cabellera brilla como fuego bajo el sol vespertino, es como una antorcha de pasión y libertad, de sueños e inocencias. Está por abrir el vehículo y entonces Isaack aparece de repente y la abraza por detrás, es más un susto que una agradable sorpresa. La maestra se asusta tirando sus cosas y espetando un grito leve.

-Oh, disculpa, no era mi intención.

Presto, recoge las cosas, se reincorpora dejándolas sobre el toldo del auto y auxiliando de nuevo a la mujer. La estudia con la mirada.

-No te esperaba… ah, me asusto cuando…

Pareciera que se ha turbado de más.

-Preciosa ¿estás bien? ¿qué te pasa? Dime.

-No te preocupes, es sólo que, estoy estresada, he tenido mucho trabajo.

Sonríe pero no se la cree, es como si sólo quisiera aparentar.

-Oye, no tienes que cubrir nada. Tenme más confianza ¿quieres?

-Claro, lo hago. En serio, se me ha cargado el trabajo, no encuentro la puerta…

Sonríe nuevamente y evita el contacto visual.

-¿Otra vez he llegado en mal momento?

Parece que volverá a decirle que sí, sin embargo ya lo mira con otros ojos y mejor…

-¿Te gusta leer trabajos realizados por chavos de prepa?

-Es mi pasatiempo favorito.

Sonríen y a ambos se les aligera la carga. El joven Anderson también ha tenido dificultades en solucionar todo lo que se vino después del clásico de la semana pasada.

-¿Me sigues en tu carro?

-Sí, por supuesto. No te me vayas a perder.

-Si me pierdes, sólo llega a mi casa.

Abordan sus vehículos y conducen más frescos y ligeros. En el transcurso, Isaack, impaciente, marca al celular de Lizeth, esta sonríe.

-¡Isaack! ¿No puedes esperarte?

-El tiempo es oro ¿por qué esperar? Después podría arrepentirme de haber dejado pasar un solo minuto de convivir contigo. No quiero perderme de nada.

-Dime, guapo.

-…Desde aquí veo tu cabellera, eres inconfundible mi reina ¿qué tal me veo yo?

-…Como un flamante hombre de negocios, modelo, príncipe azul moderno… te ves increíble.

-Wao ¿todo eso alcanzas a ver?

-Sí, es lo que reflejas. Cualquier mujer quisiera estar a tu lado…

De pronto se siente mal, pequeña, y cuelga. Isaack se extraña pero sospecha algo, vuelve a marcar.

-¡Disculpa, colgué por accidente! Oye, se me está acabando la carga ¿podríamos charlar hasta llegar a casa?

-Ok.

Continúan conduciendo pensativos por poco más de media hora, es entonces cuando llegan al hogar de la maestra. Isaack baja rápidamente del auto para ayudarle con las cosas y abrirle la puerta. Ella agradece y ahora se apresura para abrir su casa. Entran y dejan todo sobre la mesa de centro de la sala, entonces Lizeth se dispone a servirle refresco mientras Isaack observa detenidamente el santuario de su amada: impecable, la sala, el comedor, la cocina tienen un sabor humilde pero con un toque de modernidad, algo infantil pero también intelectual. “Un reflejo de lo que es”, piensa y recibe la bebida.

-Toma asiento… y ¿cómo están las cosas en el equipo? Escuché que hay varios problemas…

-…(Suspiro)… Uf… Por un momento llegué a pensar que sería tan diferente. Estuvimos tan cerca…

-¿Estás decepcionado de los chicos?

-No te mentiré. Una parte de mí lo estuvo, pero ya no. Creo conocerlos y sé que las cosas saldrán bien, les tengo mucha confianza.

-Eso es lo importante, Isaack ¿sabes? En la escuela, muchas veces me sacan de quicio… -Sonríen- Pero siempre sacamos la clase adelante y consiguen buenas calificaciones.

Antes de hablar, Isaack observa una figura del Quijote.

-¿Sería impertinente si preguntara quiénes del equipo no…?

-¿Malos alumnos? Pues está bien, de alguna manera eres su tutor. Jamás lo divulgarás, aunque estés molesto ¿eh?... Javier. No es que sea mal estudiante, lo que pasa es que le cuesta más trabajo que a sus compañeros, si quieres comprobarlo puedes revisar su trabajo.

-Lo haré más tarde ¿Qué tal Paul y Efrén?

-Ay Dios mío, son tremendos, pero cómo me divierten. Pero no me malinterpretes, son unos geniecillos, especialmente Paul, todo un cerebrito, sabe de robótica y no sé qué más, sé que si no es en el futbol, a Paul le espera un gran futuro.

-Vaya ¿Qué me dices de Paris?

Continúan charlando sobre los chicos, después Lizeth regresa las preguntas indagando por el comportamiento de los aztecas en el entrenamiento, algo que Isaack no puede del todo responder, pero se divierten un buen rato contando además algunas anécdotas de los mexicas en la escuela y en el campo… No cabe duda, hay una gran comunión entre esta familia azucarera, obrera, indígena. Entonces:

-¿Podrías ayudarme?

-¡Claro! Ya estaba muy emocionado con la plática. Haber, dame un montón ¿Qué tengo que hacer?

-Hay que leerlos, luego hay que evaluarlos mediante esta rúbrica, ten, esto te facilitará mucho el trabajo, sólo tienes que llenarlo y al final les anotas un comentario, de preferencia motivador ¿qué tal tu ortografía?

-No soy un asiduo escritor ni lector, me defiendo pero sospecho que te puedo quedar mal…

-Está bien, has tu esfuerzo, luego yo les doy una revisada extra.

Y comienzan. Matan dos pájaros de un tiro, por un lado aventajan bastante el trabajo de Lizeth y por otro, conviven un poco más. Tres horas, una bolsa de palomitas, un tazón lleno de botana y unos refrescos después, la pareja ha revisado aproximadamente el 70% de los trabajos.

-¿Estarás ocupado mañana? Me gustaría que volvieras a venir…

-Te dedicaré todo el día si es necesario, será un placer volverte a ayudar, en serio.

Ambos se estiran para descansar simultáneamente. Ríen.

-¿Cansado? Recuéstate un rato, después te vas.

-¿Y si me quedo dormido?

-No te haré nada, lo prometo.

Se encienden sonrisas en los dos, y no sólo eso.

-Los vecinos me vieron entrar, no...

-No. Además he salido en la tele ¡es genial! Quiero decir, em, el medio nos relaciona como pareja, así que no puede ser malo ¿o sí?

-¿Entonces podemos descansar como pareja?

-¡Isaack! –Toma un cojín y se lo lanza- ¡Te vas solito a la cama! Ni sueñes que… ¡Anda, vete ya!

-Ok, ok, no quise que me malinterpretaras, je… Pero ¿no sé dónde está la recámara?

Se hace un silencio incómodo pero excitante a la vez. La recámara…

-Acompáñame.

Habla la maestra con un tono de voz que hace que a Isaack se le acelere el corazón. Caminan hacia la habitación a través de un pasillo con flores artificiales como adornos, además de pequeñas figuras de Winnie Pooh, perritos, hadas y ángeles. Su habitación eleva a triple la decoración “exterior” pero además, algunos globos, peluches de varios tamaños y cuadros de paisajes, escenas cotidianas y seres fantásticos se esparcen por doquier. Parece un caos pero no, lo que sí, es que este mundo rebasa la capacidad de percepción del ojo humano. A Isaack le pasan desapercibidos cientos de detalles y le podría pasar a cualquiera.

-Wao… -Es sincero, está más que sorprendido- Esto es genial… Lizeth… -Camina por la pequeña habitación, la chica se ha quedado en el umbral de la puerta, sobre su cabeza en un cuadro se lee “No llores por haber perdido la luz del sol porque tus lágrimas te impedirán ver las estrellas”, lo ha leído Isaack al volverse para hablarle a la maestra.- Lizeth, estoy cautivado, esto es otro mundo ¡todo un universo! Hay tanto, tantas cosas…

-Y sin embargo no tengo nada tuyo…

No quiso ser grosera ni graciosa, es sincera, pero ello no impide que el joven Anderson se apene. Éste repara en la idea de que en verdad tanto dinero no ha sido capaz de comprar siquiera un peluche o una figurilla de porcelana. Los detalles que eran de rigor en sus conquistas anteriores y que casi inconscientemente las llevaba a cabo, ahora están ausentes y él irreconocible ¿qué le ha pasado? ¿Qué tiene esta mujer que ha merecido un trato especial y diferente en casi todos los aspectos? No haya dónde poner la cara y mira hacia la cabecera de la cama donde encima otro cuadro tiene el pensamiento “Nunca toques una vida si pretendes romper un corazón”. Ahora ve hacia el interior…

-Ese perrote me lo regalaron los muchachos del equipo.

-Es gigantesco.

-Sí. Fue el Día del Maestro del año pasado. Me sorprendieron en el salón, casi me hacen llorar…

-¿Qué hay de esta vaquita?

-La llamo “Campanita”. Me la obsequió Mat, dice que se la ganó en el Carnaval pasado en las carreras de caballitos. Es muy lindo.

Isaack se acerca a un grueso cuaderno con la portada de un corazón rodeado de fuego y con estampas de colibríes, flores y estrellas. Lizeth se inquieta, adivina que preguntará por la libreta y se adelanta caminando veloz hacia ella.

-Es… ah… -Titubea, evita a Isaack. Coloca el cuaderno sobre el blue-ray haciendo a un lado algunos discos de música y ánime.- Es mi diario…

No está segura ni de sí ni de la reacción que tendrá su compañero.

-Hey, qué bien, me gusta. Siempre tuve la idea de tener uno, pero lo que conseguí en su lugar fue una agenda, je… Me has sorprendido tanto, te lo juro… eres un amor.

Se le escapa. Lizeth flaquea, avanza un paso, Isaack otro y ya podrían abrazarse. Se hace un especio incómodo, expectante, lucen como dos adolescentes. Aquí hay algo.

-Isaack… -Le tiembla la voz, suplicante. Hay algo en su interior que bulle con una fuerza descomunal y anhela salir de su hermosa prisión, pero la celadora es muy efectiva y hace bien su trabajo, hasta ahora, cede poco a poco. Para colmo, Isaack la mira como hombre: con amor, con deseo, como se mira a algo sagrado, intocable, pero a la vez con firmeza y pasión. Sus bocas lucen entreabiertas y sus cuerpos ya se rozan.- …Eres el primer hombre que entra a esta habitación…

Entonces brota un espeso vapor rosado que impide ver lo que acontece… en este mágico lugar… en este momento imborrable…

Para el siguiente capítulo continúa el romance entre Georgette y Paris donde éste último por fin se le declara ¡¿Qué le responderá Georgis?! Además Marco nos cuenta el origen de la bronca entre él y Javier ¡No se lo pierdan, va a estar bueno!

 

¡Hola a todos! Aquí regresando con esta historia en la que se persiguen los sueños del amor, la amistad y la victoria.

@Borealis Spiral, no creo en absoluto que hayas sido floja en la prepa, al contrario. Gracias por tu comentario y por lo de Marco y Javier espero que no quedes decepcionada pues su pleito no es la “gran cosa”, eso sí, a esa edad se puede ver como algo muy grande, en este capítulo te enteras de ello. Lo de Paris y Georgette continúa pero para ti tal vez robe cámara Paul con una osada aventura a donde menos se imaginaría.

@GRSara Vongola, muchas gracias por tus palabras, verás en este capítulo que Paris no es el más galán de los chavos y aunque talentoso y todo, cuando se trata de las chicas pues le cuesta más trabajo. Respecto a lo de tu cuarto sospecho que me encantaría: suavidad, valor sentimental, fantasía e inocencia en cada centímetro. Me da algo de pena aceptarlo pero a pesar de que ya soy padre de familia aún colecciono figuras de acción, cielos.

@Marina, en primer lugar deseo felicitarte por tu fic de Sergio, merecidamente “fic del mes”, finalmente tu talento es reconocido y ahora a saborear el momento, reitero mi admiración una vez más ¡Señorona! Ja, ja, ja… ¿tus hijos son perezosos para los deportes? Qué importa, BS, Sara, qué lindas, no las cambio por nada, lo suyo es la creatividad, la actividad intelectual; ya aprovechando el espacio a mí sí me encantan los deportes y hago un poco de fut, de voli, le pego machín a la bici y hago algo de ejercicio y es que ya la panza quiere asomarse ¡no señor!

A todos los demás lectores muchísimas gracias por su lectura, espero que este capítulo sea de su agrado, les abro la puerta de mi mundo, pasen por favor, bienvenidos.


17

CONVIVIENDO CON EL ENEMIGO


Se ha puesto sus mejores garras como vulgarmente se dice. Ha hecho su trabajo de Materia Ambiental, se la ha rifado en no asistir al entrenamiento y pagar las consecuencias con el entrenador Villanueva, situación que se facilitó cuando Efrén le llamó para avisarle que durante esta semana se suspenderían las actividades en la 8 de Julio, a petición de Javier, Alejandro y Paris hacia Isaack. Entonces ha sentido que el alivio lo golpea y se marcha mucho más tranquilo hacia la casa de su novia, “no caminando porque me ensucio o sudo”, se ha dicho, ha decidido mejor irse en sitio y llegar lo más impecable posible para presentarse con sus suegros y su “adorable” cuñado.

Al bajar del auto mira una sorprendente casona, una auténtica mansión. Después de maravillarse se siente más chiquito de lo que ya es y por un momento piensa en dar la media vuelta pero no, tiene que mantenerse firme y pelear por lo que quiere. Toma su celular y le marca a su novia que debe estar en algún lugar de esa maravillosa casa.

-Paul, amor ¿qué pasa? Aún no le he dicho nada a mi hermano.

-Al diablo tu hermano, quiero conocer a tus papás, si ellos me aceptan, el otro no importa.

-¡¿Que quieres qué?! Ah, Paul, no sé…

-Estoy listo y aunque no lo estuviera tengo, tenemos que hacerlo ¿Tu amor es sincero, no?

-Claro que sí, chaparrubi, pero… No les he hablado mucho de ti, quizá no es un buen momento…

-¿Cuándo será un buen momento? Tania, es ahora o nunca. Abre la puerta, estoy afuera de tu casa, dispuesto a todo.

-¡¿Estás aquí?! Si Steven te ve te echará los perros.

-Que me eche al mismísimo perro Cerbero, vine por ti y nada hará que me eche para atrás.

-¿Por qué viniste, chaparrubi? Quería hacer esto sola, sin que corrieras riesgos.

-Si quieres que me vaya, sólo tienes que pedirlo.

Cuelga la chica, pasan algunos segundos en los que Paul siente que va a llorar y entonces se abre la puerta. Vuelve a respirar hondo. Camina y atraviesa el enorme cancel y a medida que avanza el paisaje mejora sobremanera, Paul no sale de su asombro, jamás había entrado a una casa de esa naturaleza, mejor no puede estar. Le queda más claro que su novia pertenece a otro mundo y a otro nivel pero le abriga la esperanza de que su amor sea real aunque no tarda en reparar en lo que pensarán sus “suegros” y su cuñado. Llega finalmente hasta la entrada principal y justo cuando va a tocar se ve sorprendido por Tania que le abre con una sonrisa ligera. La abraza y le da un beso.

-Mi papi está en el estudio, mamá en la estancia y Steven hace ejercicio detrás de la casa.

-Si quieres vamos con tu mamá.

-Sí, vamos…

El interior de la casa es aún mejor que el exterior, es todo lujo, un palacio.

-Por cierto, qué guapo te ves, nunca te había visto vestido así.

-Parezco un pingüino. Ojalá que sirva de algo, si no le diré a Fred que queme el traje, que fue un desastre.

Sonríen y se abrazan, entonces aparece el primer obstáculo: una señora guapa y delgada y creo que sobra decir que sumamente elegante, descansa sobre el sofá mientras ve la programación en una gigantesca pantalla. Los chicos han captado su atención.

-Mamá, quiero presentarte a Paul…

El azteca trata de mostrarse cortés y educado. La señora responde hablando con voz pausada y suave. Pareciera estar sonriendo y esto aliviana al chico.

-Te dejo un momento con mamá, voy a ir con papi, no me tardo.

Paul no está muy seguro de cómo comportarse y termina siendo él mismo. Instantes después:

-…Ja, ja, ja… Tania, hija, este muchachito es muy simpático, me ha fascinado.

Se halaga Tania que llega acompañada de su padre, éste saluda también muy cortés y aguarda de pie. La señora toma la palabra recordando lo que han platicado ella y el mexica. El señor sonríe satisfecho. Tania ya está percibiendo la victoria cerca, sin embargo:

-No puede ser. -Aprieta las quijadas y hierve por dentro Steven que aparece de repente. Se acerca veloz a la escena- ¡Es el colmo, que te atrevas a pisar esta casa! ¡¿Sabes lo que eso significa para mí, Tania?!

-¡¿SABES LO QUE ÉL SIGNIFICA PARA MÍ?!

-¡Steven, Tania! Tranquilícense ¿qué les pasa a los dos? ¿De qué están hablando? Explíquennos a su madre y a mí.

-Padre, este tipejo…

-¡Ningún tipejo!

Defiende Tania a su novio.

-¡Chicos! Por favor. Steven habla pero, sé respetuoso, demuestra quiénes somos.

-…El joven aquí presente juega en el Cuauhtémoc, es mi rival a morir y está dispuesto a hacerme sufrir. No sólo liga a Tania si no que ahora se atreve a pisar esta casa.

-¿Qué dices? ¿Tania, este muchacho es tu novio?

-¡Sí y lo amo por sobre todas las cosas! ¡Si ustedes no me dan permiso de andar con él me iré de la casa!

-Hija, por favor, sé objetiva. Danos la oportunidad a tu padre y a mí de conocerlo, hasta ahora me ha parecido encantador. No hables de problemas ahora.

-¡¿Conocerlo?! ¡Es un azteca, un indio, un pobretón! Tania, no puedo creer que llegaras a esto… Papá, mamá, él y yo no podemos vernos, nos odiamos ¿cómo podríamos? No pueden aceptarlo, ni siquiera intentar conocerlo…

-Steven, tranquilízate. Si tu hermana ha conocido el amor, el deber de tu madre y yo es conocer a la persona que la hace feliz…

-Pero es mi enemigo…

-Caray, Steven, debimos educarte diferente, no puedes percibir el futbol de esa manera. Se supone que sólo en el campo son enemigos, no fuera de él.

-Papá… -Casi llora de impotencia el portero red- Tania, eres… Luego te veo, garbanzo.

Se marcha despidiendo una terrible aura de odio que hace temblar a Tania y a Paul, en especial a éste, ese “luego te veo” no le agradó nadita.

-Paul, por favor disculpa a nuestro hijo, está algo irritado, debe tener problemas con los trabajos y exámenes finales. No hagas caso, ya se conocerán bien.

¿Más? Dice para sí el azteca, enseguida todos toman asiento y comienzan a platicar. Tania se siente chiqueada pero algo temerosa a la vez, Paul sabe que algo malo vendrá y solicitará la ayuda de sus amigos tan pronto abandone la casa de su novia, qué difícil concentrarse.

Simultáneamente que sucedía esto, en un campo cercano a la colonia Azucarera, la Huitzilopochtli ensaya liderada por Christian y Román, esta tarde recibiendo la visita distinguida de Ray, Mat, Ian y Álvaro.

-Será súper jugar escuchando los cánticos durante todo el partido ¿no?

-Sí, me voy a sentir como jugador profesional.

-¡Mat, qué dices! ¡Eres jugador profesional! No te subestimes.

-Ray, deja de regañarlo, nomás para eso andan juntos ¿o qué? Miren, nos habla el Romíspero.

-¡Chicos! Em, se nos han estado ocurriendo algunas cosas para cuando caigan los goles, tú, Álvaro ¿algo en especial que quisieras para el festejo?

-La neta no, pero haber qué se me ocurre hacer. Eh, disculpa la ignorancia ¿quién es Huitzilopochtli? Ilumíname ¿quieres?

-Tampoco soy un genio en culturas mesoamericanas, pero sé que es el dios de la guerra, el principal de los dioses de la mitología mexica. Se hacían sacrificios en su honor para tenerlo complacido y no les faltara nada: alimento, paz o victorias, esas cosas.

-Mmm, creo que se me está ocurriendo algo, no me pregunten qué.

-No te íbamos a preguntar, señor interesante.

No puede quedarse callado, Ray.

-Bueno ¿y cómo les fue ayer con el trabajo?

Pregunta Román e invita a los mexicas a ponerse cómodos. La barra continúa con el ensayo, Christian lo ve y también se dirige al chisme.

-Oye, méndigo Romitilo ¿tú eres jefe o qué chow?

-Estoy atendiendo a la visita, no seas maleducado. Me intereso en su vida, todo aquello que les pudiera afectar, por ejemplo su ensayo de Historia ¿Ya les preguntaste cómo les fue? Si después te pierden la confianza, no te vayas a quejar.

-A mí me suena a chisme y a flojera tuyas. Y es obvio que les fue mal, mira nomás la cara que traen, luego qué ¿no durmieron? Échense un sueñillo aquí en el pasto y no es que esté diciéndoles perros, pero es que se duerme agusto.

-Nos esperamos a la noche, gracias. Y en cuanto al trabajo, no inventen, yo me dormí a las tres, este güey a las dos. Tú, Ian, no dormiste ¿verdad?

-Me acosté a las cinco y media.

-Pero ahí andas de galán, el trabajo de hoy ¿ya lo terminaste?

-Sí, ya, estaba facilón.

-Ajá, querrás decir que nos copiaste hace rato, si no estarías retacado en la casa sufriendo porque no le entiendes al tema.

-¿Copié? ¿Y tú qué? No hasta te fuiste a comer con Fred que para convivir más ¿mn?

-Pues para que no te la andes, Fred también le copió a Paris, o sea que copiamos todos y punto.

-Menos Paris.

Habla Mat mientras se acuesta sobre el pasto.

-Oigan ¿creen que nos haga caso, que se le declare a Georgette?

Acompaña Ian a Mat en el césped.

-Sabe ¿Y si lo hace y le dice que no?

Se pone Ray en posición flor de loto.

-Pues te va a tocar consolarlo, ahí lo andas animando y calentándole la cabeza.

-Nel, ahí que lo consuele el Fred o el Paul. Iba a salir hoy con Georgette ¿verdad? Ojalá que no le diga nada.

-Sabe qué irá a hacer este carajo…

-Oigan, no estén ahí echadotes, mejor vámonos a ver a la Selección.

-Dichosos ustedes, nosotros tenemos que sacar este número para el domingo, esperamos goles ¿eh?

Promete Álvaro anotar tres; Ray, dos y Mat e Ian, uno. Luce difícil pero bueno, haber quién cumple.

En otro lado de la ciudad, Paris, el susodicho, se dirige en camión al cine, bien bañado, sin pendientes en la escuela y con el reproductor encendido escuchando música de Ha-Ash. Baja y toma dirección a Croccante donde se encontrará con Georgette, claro que no ha llegado, se tarda diez minutos en llegar en los que el chico ve pasar a las chavas, esta vez como queriendo hacer una comparación con Georgis. Mira sus caras, ojos, bocas, cabelleras, cuerpos, formas de vestir, de caminar… y sencillamente no le llegan a la “Garza”, la ama, la adora, no hay otra en el mundo para él. Entonces la “desafortunada” llega como una bella aparición… Ha recogido su cabello en una cola que descansa sobre su hombro derecho, luce una mona blusa de color violeta que no alcanza a cubrir sus hombros, una nívea falda ajustadita arriba de la rodilla la hace lucir divina y sexy, unos cómodos zapatitos y hasta una sencilla pero distinguida bolsa complementan su estética figura. Paris se vuelve a quedar sin aliento… ¡qué mujer tan hermosa! Piensa.

-¡Hola! ¿Nos vamos?

Muestra su sonrisa angelical para beneplácito del mexica y se marchan al cine. Los posters muestran varios títulos de películas, pero eligen “Minions” pues garantiza diversión sana. Paris paga las entradas y ahora se dirigen a la dulcería donde Georgette se la piensa. Finalmente pide unas palomitas chicas, un chocolate y un refresco acompañados de una sonrisilla traviesa y de pena. “Está bien”, dice él y pide que las palomitas sean grandes además de unas papitas, unas lunetas y otro refresco. Ya “armados” ingresan a la sala donde la película comenzará en cualquier momento. Se instalan en sus asientos correspondientes y platican y comen sus golosinas. Entonces inicia la movie y durante los primeros minutos Paris analiza la posibilidad de rodear a Georgette con el brazo. Clásico, típico, obligado, ello no lo convence ni se anima y termina devorando sus chucherías algo frustrado, sintiéndose culpable, idiota, pero rápido lo alegra la risa ligera, divertida y primaveral de su “amiga”. Se conforma con eso y se dice a sí mismo que a la salida se redimirá. La verdad se divierten de lo lindo y al final de la película ambos sienten amarse todavía más, abandonan la sala viendo la vida de color de rosa.

-¿Sabes a quiénes se me figuran los minions?

Dice divertida Georgette.

-A mí a Efrén y a Paul, y disculpa pero…

-No, no, está bien. Estoy de acuerdo contigo, son igualitos. -Entonces, a la salida del cine se encuentran con un par de rivales. –Ash, dale para allá, dale para allá no quiero verlos.

Se pone alérgica la chica, pero Paris mantiene contacto visual con la pareja hasta que esta lo intercepta. A pesar de los esfuerzos de Georgette por alejarse, la marea humana los acerca a Marco y a Paola que también acaban de salir. Paris es tan educado que termina saludando aunque sea con un movimiento de cabeza a los chicos, y allí se atasca el andar, justo allí junto a la pareja red el tráfico se detiene. Georgette se esconde en Paris que echa una miradita a la chica y otra a Marco y Paola hasta que hay interacción.

-¿Cuál vinieron a ver?

Pregunta fresca y sincera Paola.

-Ah, la de Minions ¿ustedes?

Contesta Paris para bilis de Georgette.

-“Little Boy”, me ha hecho llorar a mares.

-Sí, he escuchado que está tremenda, creo que yo no resistiría ¿Mucha gente, eh?

Georgette siente por primera vez odiar al chico, no puede creer que les esté haciendo plática, lo jala hacia ella y:

-Mijo, vámonos ya ¿sí?

Pero…

-Tú eres la chava encargada de la Gaceta. Haces muy buen trabajo, te lo juro. Anteriormente… -se interrumpe Paola por un empujón que se origina por el embotellamiento- Anteriormente se caía en los chismes y en las críticas esas que no aportan nada, sabes. Pero tú cubres muy bien los eventos sean de la naturaleza que sean, informas con claridad, tienes un lenguaje muy ligth, bien rico al momento de leer, tienes el criterio suficiente como para que nadie te diga qué poner y qué quitar, pareciera que estás en todas partes, quién sabe cómo le harás. Me gusta mucho tu trabajo.

Para Georgette de repente Paola no parece tan odiosa, ese comentario se escuchó muy sincero.

-¿Cómo está Paul?

Habla ahora Marco, justo cuando el andar se reanuda, ellos se hacen a un lado para no interrumpir el avance de la gente y además para poder platicar mejor. Repite la pregunta.

-Está bien, dentro de lo que cabe, su cerebro ya no da para más.

Sonríen, entonces Pao le recuerda a Chino de las largas filas en el estacionamiento para salir y tienen que despedirse.

-Hasta luego. Bye.

Georgette ya no está tan contenta de que la pareja red se haya ido, pero se siente muy bien, cree que ha descubierto una nueva faceta de su vida: convivir con el enemigo. Ella y Paris se marchan ahora en busca de algún lugar para cenar. Dan varias vueltas por aquí y por allá y terminan llegando a un bar que el mexica sabe que es un “poco” caro pero que vale la pena visitar, eso sí, ha revisado un par de veces lo que trae en la billetera por si acaso, claro. Georgette nunca ha ido a ese lugar y está encantada de entrar y grande es la sorpresa de los dos cuando descubren a Marco y Paola, esta última de inmediato les saluda con la mano y los invita a que los acompañen. Curiosamente es Georgette la que accede antes que Paris. Se sientan y charlan sobre la coincidencia de haberse vuelto a encontrar. Encargan bebidas y algo ligero de botana. La neta charlan rico, no pareciera que fueran rivales, ya ni siquiera Georgis, sin embargo no podía ser perfecto, de pronto se da el tema del futbol y los chicos se explayan y se alaban mutuamente ante las sonrisillas tolerantes de las chavas. Entonces llega el dedo a la llaga, sin haberse dado cuenta: ¿por qué abandonó Marco al Cuauhtémoc? Nadie lo preguntó en específico, sólo se dio, como si fuera inevitable. La aparente obviedad de la respuesta no lo es y…

-…He platicado mucho con Paola de eso, y de todos modos nunca me queda claro, nunca me convenzo, vaya…

-Te voy a pedir un favor muy especial: no escribas acerca de esto. Que quede entre nosotros ¿sí? Por favor, te lo suplico.

Dice Paola a Georgette y ésta asiente.

-Este, yo… -reanuda su historia, Marco- quería ser campeón, como todos, levantar la copa, tocar el cielo, alcanzar la inmortalidad… Me partía el alma en cada partido, creo que nadie lo puede negar. Pero acabamos el torneo en el lugar 12 a pesar de que anoté 31 goles… Me sentí decepcionado de mis compañeros, hasta tuve una discusión con Javier exigiéndole que se esforzara más, nos peleamos a golpes después del último partido. Quedamos muy mal… pero aún así yo no pensé nunca en salir del equipo, de hecho ya me había planteado mejorar y subir lugares en la tabla para la siguiente campaña. En eso el Fénix le ofrece una buena lana al Cuauhtémoc y me venden porque aparte de finanzas andábamos muy mal, y pues allí aprovecharon para medio acomodarse. Para mí, todo se malinterpretó.

Termina de hablar ligeramente molesto, cansado.

-¿Sí sería cierto que los directivos del Cuauhtémoc en ese entonces, eran gente del Fénix?

Pregunta Paris tratando de que su comentario no sea amargo a Marco.

-Sabe. Creo que ya no es importante eso.

-¿Qué hiciste o qué pensaste cuando te dijeron que ibas al Fénix?

Pregunta y después toma en su mano el vaso de piña colada, Georgette come botana a discreción, Paola no hace nada, sólo escucha a su novio, a veces lo ve, otras más baja la mirada.

-…Supe que tendría muchas posibilidades de ser campeón que era lo que quería, y gracias a Dios se me dio.

-Con el respeto que me merece Paola, eres azteca a morir ¿verdad?

Se hace un prolongado silencio sumamente incómodo. Paola mira fijamente a Paris, Marco agacha ahora la mirada, Georgette que trae bocado en la boca deja de masticar y Paris siente la presión de tirar un penalti en partido importante.

-…Es raro ¿eh? –Toma la sartén por el mango- Yo consideraba al Cuauhtémoc como el equipo de mis amores, sí. Odiaba al Fénix, sí, también es cierto. Pero mi vida dio un vuelco muy inesperado y me puso de este lado. Ya no me parece el Fénix lo que antes, esta institución me ha tratado muy bien, como rey desde el primer día que llegué, me ha dado muchas satisfacciones, me ha convertido en lo que hoy soy, he conocido a Pao… -se dan un besito- Tengo buenos amigos, bueno, no podría pedir nada más. Y en cuanto al Cuauhtémoc, me duele que estén en segunda y ahora me alegro que ustedes lo estén levantando poco a poco. No me gusta saber que prácticamente todos ellos me odian, empezando con Javier y sin siquiera saber bien cómo se dieron las cosas ni querer escuchar… ¿mn? Mi corazón ya no es mexica, le guardo un grandísimo cariño y respeto pero ahora defiendo esta playera y he aprendido a amarla, no hay una sola mancha en esta relación. Ahora que si por mí fuera fusiono los dos equipos y aprendemos unos de otros y nos hacemos amigos todos.

-Uf, eso suena imposible…

-¿Qué les parece si ya cambiamos de tema?

Propone Paola y los demás aceptan. El tema ahora es los últimos días de clases y vaya que le sacan jugo a ello. Un muy buen rato después ya es hora de marcharse y así lo hacen. Aunque Paris no está muy seguro, Marco carga con la cuenta de los cuatro y abandonan el lugar. Los reds se ofrecen para llevar a Paris y a Georgette a casa pero el mexica declina la invitación pues ya es noche y tendrían que regresarse hasta el otro lado de la ciudad después de llevarlos, decide que mejor tomarán un taxi y agradece su gesto. Después de ver el auto alejarse, Georgette dice que hubieran aprovechado provocando que Paris la “regañe” con un abrazo. Rápidamente toman el transporte amarillo. Rumbo a casa:

-¿Crees que haya estado bien que conviviéramos con ellos?

-A lo mejor si alguien del equipo llega a enterarse, se molesten… No es algo malo, no sé si bueno, pero malo no. Siguen siendo chavos como nosotros.

-Pero con mucho más dinero, je…

-Sí ¿sabes? Creí que serías más cortante con ellos.

-No pienses bien de mí, mijo, lo que pasa es que quería el chisme de primera mano ¿te imaginas todo lo que puedo escribir acerca de esto? No te creas, estoy bromeando, no pondré nada, ceros.

-Graciosita ¿Te digo algo? Me quedé con las ganas de preguntarle del gol que le marcó al equipo el torneo pasado, con el que los mandó a segunda.

-¡Ay, Paris! ¡Si hubieras hecho eso, te habría aventado la botana o al menos te habría dado un codazo! -¡Oye! Se queja el muchacho- La verdad es que yo también hubiera querido saber, je… ¡Oye, hubiera sido una bomba, se habría vendido como pan caliente!

Ríen y bromean un rato los dos payasos.

-Ya, hablando en serio, qué feo ha de haber sentido ¿no? Yo no…

-Sí…

Entonces llegan a casa de Georgette, esta se sorprende cuando ve a Paris pagar el carro y bajar también.

-¿No te ibas a ir allí? Por aquí ya no pasan tantos sitios a estas horas ¿eh?

-Es que…

-Paris, estás raro ¿qué?

-Georgette, eh… -Mira hacia la casa de la chica, luego hacia la calle a un lado y a otro.- Este, mn, sé que no es buen momento, eh, ay… ¿A ti te interesa algún chavo de la prepa? ¿Eh? ¿Mn?

Georgis lo mira fijamente con la boca entre abierta, pareciera sonreír.

-Síiii.

Prolonga la respuesta y Paris siente que se le estremece el alma, definitivamente no era la respuesta que él esperaba, la malinterpreta. Pierde el contacto visual y no encuentra qué decir, por un momento considera ponerle una canción con el reproductor, pero no, de pronto siente que se le agota el tiempo y…

-…Georgette… ¿quieres ser mi novia?

¡Cielos! ¿Qué irá a responder Georgette? Para el próximo capítulo revolucionará su forma de ser, Ian llega para salvarle la vida a uno de los mexicas mientras que por otra parte Javier y Álvaro se agarran a golpes ¡No se lo pierdan, estará bastante agradable! ¡Muchas gracias!

 

¡Hola a todos! Regresando con un nuevo capítulo para los dolidos y decepcionados en el amor. Beban cada palabra, por favor, les hará bien.

@Marina, qué gusto volver a contactarte, muchas gracias por comentar. La verdad es que Steven se la va a cobrar gacha en los próximos capítulos, nomás no traga a Paul y este pobre la va a pagar, todo lo contrario a Paris que vive auténticamente su sueño… hasta hoy, lo lamento pero el amor causa muchas reacciones y aquí alguien la va a pasar mal un rato. Además el lío entre Javier y Álvaro adquiere otra dimensión, una mera prueba para lo que se le viene muy pronto con Marco. Por favor, disfruta de tus niñas y felicítalas por el talento que te han heredado. Hasta pronto.

@GRSara Vongola ¡Hola! Bienvenida seas una vez más, gracias por estar. Mira que nunca imaginé el alcance de Paul y Tania cuando desarrollaba sus aventuras, ustedes con su gusto por ellos me han dado un hermoso regalo y lo valoro un resto y fíjate, aparentemente las parejas más protagonistas como Paris y Georgette y Marco y Paola no han conectado como los susodichos, qué lindas sorpresas ofrece la vida. Por cierto que me encantó el último cap de “Una misión…”, ya habrás leído mi comentario. Hasta la próxima.

@Borealis Spiral, muchas gracias por tus sabias palabras y creo que te va a indignar cuando leas las acciones de Steven contra Paul en los próximos capítulos, de que es malo lo es el desgraciado ¿A poco no es agradable conocer personas? A mí me encanta y mira, ahora tengo tres amigas más, si es que ustedes me lo permiten; de la misma manera los chicos se dieron la oportunidad y no perdieron nada si no todo lo contrario. En cuanto a Marco aún tiene pendiente un par de encuentros más con Javier, difíciles pero necesarios, así se repara una amistad dañada, ahora hay que ver cómo reparan el daño Paris y Georgette… te dejo con el episodio, hasta la próxima.

@Felina, no importa cuánto tardes en volver, tu lugar está reservado y tu lectura y tus palabras me son muy caras, lo sabes. Entiendo todas las dificultades por las que pasas y me gusta pensar que esta historia te ayuda un poco, de eso se tratan las letras ¿no? de generar risa, fuerzas, motivación, reflexiones, aprendizajes… a mí todavía me siguen enseñando estos chicos a pesar de que se supone que he madurado desde entonces, desde nuestro primer encuentro allá por el año dos mil. Sé que disfrutaste del merequetengue en la Nopalera y también que saborearás de la cita entre Paris y Georgis cuando la leas. Dios te sonría y te cuide mi querida hermana, mis mejores deseos siempre para ti. Un abrazo.

A todos los demás que siguen esta historia muchas gracias por su tiempo, les dejo en buenas manos, pónganse cómodos.


18

REPARANDO EL CORAZÓN


Ha “pasado de noche” toda la mañana, ha sido un fantasma, desconectado. No se dio cuenta de la hora a la que despertó ni lo que hizo, la ropa que se puso, el camino que tomó, todo lo hizo mecánicamente. Durante su estancia en clases no se enteró del pequeño discurso-disculpa-reclamo que se aventó el maestro de Matemáticas por el examen aquel con el que pretendía tronar porque sí al grupo entero, claro en presencia del director quien lo presionó para esto, una humillación, pero para los chavos una victoria muy dulce, después una retirada insípida ante un mal pero merecido orgullo juvenil, estudiantil. Paris no fue partícipe y no porque hubiera estado en desacuerdo si no por su “ausencia”, de igual manera no se percató del breve pero severo regaño del profesor de Geografía hacia Álvaro debido a ciertas palabras de dudoso contenido que el delantero escribió en su ensayo, situación que el mexica no entendía si no hasta descubrir la sonrisa sombría de Javier, mera venganza por lo del incidente del cíber. “Mi profesionalismo está por encima de cuestiones personales, por lo que sólo te sancionaré con diez puntos menos”, serían las palabras del profesor, el resultado: después de clase un reclamo de Álvaro hacia su capitán que casi llega a los golpes de no haber intervenido Ray, Ian y Mat. De todos modos, aunque los golpes no se dieron, la relación se ha cortado entre ambos y ya se verá más adelante qué pasa con ellos. De ello vienen platicando el mismo Ian, Al, Fred y Paul que acompañan al chico Estrella pero éste con la cabeza en otro mundo.

-Digo ¿tú qué traes ‘inche Paris? Has estado así toda la mañana ¿Qué acaso te le declaraste a mi hermana y te dijo que no, o qué diablos?

“Regresa” Paris y se turba visiblemente.

-Ups, creo que le atinaste.

-¡No ‘ames Paris! ¡¿Te le declaraste?! ¡¿Y cómo te fue?! ¡Cuéntanos!

Se agacha el chico y no quiere estar aquí, ahora. Se las huelen sus compañeros, éstos se hacen señas entre sí para ver quién aborda a Paris.

-…Ahora no… No quiero hablar de, eso…

-Qué cabr… mi hermana, pues qué más quiere. Vas a ver cuando llegue a la casa, la voy a regañar.

Paris no hace caso e Ian voltea a ver a Paul con cara de decepción.

-Ya cállate Paul, eso no nos ayuda, Hey, Paris ¿escuchaste mi consejo de ser quien eres, ofrecer lo que toda mujer quiere? Cuéntanos, carajo, sino no podemos ayudarte.

-Ian tiene razón, déjanos ayudarte, somos tus amigos ¿no, Paris?

-Ahorita no… al rato los veo.

Aprovecha que el transporte urbano se acercaba y repentinamente pide la parada y se sube. Los aztecas lo observan alejarse con cierta pena.

-En la tarde voy a ir a su casa a hablar con él.

Habla Al e Ian se apunta para acompañarlo, Paul no podrá, irá con Tania a los billares, pero llamará por celular para ver cómo queda todo, pero tan pronto llega a su casa descubre a Georgette en su recámara, revisando su lap en la cama. Ni siquiera toca.

-¡Paul! ¡¿Qué manera de entrar es esa?! ¿Qué no sabes que se toca?

-Sé que quizá no me importa –camina hacia la cama hasta llegar a sentarse- pero me agradaría saber qué ha pasado contigo y con Paris.

-¡¿Y te preocupas por mí o por él?! ¡Yo estoy bien, gracias por preguntar!

Hace una escena que termina en un abrazo asfixiante sobre un lindo perrito de peluche. Paul no se tienta el corazón.

-Georgis, sé que lo quieres per…

-¡¿Y cómo puedes saberlo, genio?! ¿Acaso me la paso hablando de él o tengo su foto de fondo de pantalla?

-No sé por qué te pones así mija, si…

-¡Pues porque vienes a reclamarme como si yo fuera la culpable! Deberías ir a preguntarle a él…

-Me disculpo. Y, si más tarde quieres hablar, aquí estaré. –No dice nada más y sale de la habitación y en cuanto cierra la puerta:- ¡Bruja! Qué mujer, yo ni dije nada, que la aguante quien la quiera. Pobre Paris, cómo le ha de ir con ella, no quiero saber ya nada de esto, ahí que se las arreglen como puedan.

Habla camino a su habitación donde le espera su dosis diaria de jogo bonito en videojuego, especialmente hoy va a jugar las jornadas 30 a 34 de la Serie A con la Fiorentina y es líder junto con el Inter. Es fanático de este juego.




Están por dar las 6:30 de la tarde cuando la mamá de Paris le avisa que dos de sus amigos han llegado y que les dirá que pasen aunque el azteca no se siente con muchos ánimos de recibirlos. Enseguida Al e Ian aparecen en su habitación que le compite a la de Fred en cuanto a decoración: posters de Messi, Neymar, James Rodríguez, Toni Kroos, Giovani Dos Santos, el Barcelona, el Borussia Dortmund, el Arsenal, la selección de México y la de Brasil; las playeras de la Selección y la del equipo; decenas de pequeños detalles futboleros y una amplia colección de revistas de futbol, de la National Geographic y de Relatos e Historias, además de algunos libros entre los que destacan El Señor de los Anillos, Piedra de Luz, Inca, Escipión el Africano y Eragon.

-Wao, le diré a Fred que se esmere porque ya lo superas ¿Qué hay, Paris, cómo estás?

-Bien, pasen…

-Oye, Paris, en verdad este lugar es genial, tu cuarto ¿cómo está, Al? Yo lo que tengo en el mío son posters y fotos de Rihana, Liv Tyler, Keira Knightley, Rachel McAdams, Megan Fox, em, chavas así por el estilo, ‘ai nomás para deleitarme la pupila.

-¿Y por qué no te haces una novia? Digo, tanto papel de chavas me huele a otra cosa.

-¡Oye! Acaso parezco pervertido ¿o algo así? De hecho creo que todo lo contrario, además ando bien así solterito, libre, picoteando por aquí y por allá, me la paso mejor que… A propósito ¿cómo estamos, Paris?

Suspira el muchacho y evita la mirada de sus visitantes. Al se sienta sobre la cama, Ian aguarda de pie cerca de la ventana y Paris camina por la habitación hasta que llega a su compu y se sienta en una cómoda silla giratoria.

-Escucha, Paris… sabemos que te fue mal anoche, te le declaraste y te dijo que no ¿verdad?

El dolido pone en su computadora música de los Beatles y The Doors a bajo volumen. Sigue suspirando pero no habla.

-Eso no significa nada ¿eh? No estás derrotado a no ser que tú lo quieras tomar así…

-¿Y cómo se supone que debo tomar un “no”? Creí que ella sentía lo mismo que yo, sentí que era un hecho que seríamos novios, que…

-Cuéntanos cómo pasó, anda, si vas a llorar como los meros hombres hacemos por las mujeres, qué mejor que en compañía de dos buenos amigos ¿no? -Habla convincente Ian, acercándose a Paris.- Ahora más que nunca no te encierres en tu dolor, tennos confianza, sabes cómo somos.

-Sí, sé cómo son. Ustedes me animaron a esto cuando yo todavía no estaba listo y miren lo que pasó. Ni siquiera sé cómo mirarla o qué hacer la siguiente vez que me la encuentre…

-No, Paris, discúlpame pero estás mal, los que te animaron fueron otros, no nosotros. Y de hecho, si mal no recuerdo Ian fue el único que te habló bien, sin vaciladas ni te presionó, chécale.

-Ya está saliendo el peine. Dijiste que no estabas listo ¿verdad? ¿Cómo se lo dijiste? Dímelo y te garantizo que ese corazoncillo vuelve a latir, carajo. Pero ábrete, no te cierres porque se te viene el mundo encima, yo sé lo que te digo. Tú decides ‘inche Paris.

Éste se levanta y da la espalda a sus compañeros, éstos aguardan en silencio. Finalmente:

-Vamos a caminar.

Se dirigen a un campo cercano a la casa. Ian y Al comen unas sabrosas galletas que la mamá de Paris ofreció cuando pasaron por la sala, le ponen tentación a algunas personas que corren alrededor del campo, vaya que se saborean. Los mexicas caminan hasta llegar debajo de frondosos árboles que se agitan con el viento. Paris se tira en el pasto, suspira y su mirada se clava en el césped, Al se ubica a su lado e Ian también en el piso se recarga en el tronco de un árbol quedando de frente a ambos.

-Adiós chula.

Dice éste último a una chava que pasa corriendo cerca de ellos y esta se sonroja. Al y Paris sonríen, Ian les guiña el ojo.

-…(Suspiro)Ay… N-no… -niega con la cabeza- Est… estuve, muy mal… Me ganó la urgencia y… sólo se lo dije. No busqué las palabras ni… nada, estuve fatal. Ni a mí me convenció ni gustó la forma en que… A ella me imagino que menos. Soy un desastre.

-Lo fuiste, pero puedes redimirte. Mira Paris, a las chavas en esos momentos les gusta que les hables suave pero con firmeza, convencido, que les digas cosas lindas, que las mires directo a los ojos, que te les acerques pero sin parecer que llevas otras intenciones, am, cosas así, tú debes saberlo, ambos se ven muy enamorados, neta, los hemos visto juntos y créeme que así se ven, me da gusto por ti, por los dos… Estoy seguro que te quiere, el problema es que quizá ella no esté segura, que haya dudado en ese momento, o que tú no la hayas podido convencer, quizá se asustó o decepcionó, no sé, pudo ser cualquier cosa. Mira carajo, eso ya pasó, si quieres pasártela pensando y lamentándote por eso, allá tú. Yo te recomendaría que planearas ese instante, que lo hagas también que Georgette no pueda decirte que no… -sonríe soñador el mexica, mira directo a Paris y de tanto en tanto despega la mirada para ver la ubicación de la chava corredora, y ya se acerca- Ese momento es muy importante para las chavas, será difícil que se le borre, es prácticamente inolvidable. Asegúrate de que sea… lo más increíble que alguien haya hecho o le haya dicho alguna vez, e igual, que sea algo que no puedas volver a hacer por alguien, entrégate al cien. Eres listo, ‘inche Paris, ingéniatelas y ya verás, y si ocupas consejos na’más dime ¡Adiooos!

Vuelve a chivear a la muchacha que a simple vista parece agradarle. Paris ya tiene otro semblante y Al le da unas palmadas en la espalda para luego levantarse.

-Aprovecha esto que sienten. Muchos ya quisiéramos tener una chava que nos mirara así como Georgette a ti, que pensara en nosotros, que fuéramos lo máximo para ella…

-¡Oh qué la ching…! ¿Ahora también tú te me vas a poner nostalgicón, méndigo Al?

-¡Oh, déjanos! No todos tenemos el don de la galantería para conquistar chavas por montón, déjanos sufrir, saborear nuestro dolor.

-No, no, no. Creo que les faltan unas clasesitas, no pueden ser tan ojetes. Ningún amigo mío va a sufrir por mujeres mientras yo esté vivo, faltaba más’n ¡Paris, a planear tu declaración de amor! Hoy te dejo solo, ya mañana me comentas lo que hayas planeado y checamos ¡Y tú, Al, te vas ahorita conmigo! Tienes que entrar al ambiente, foguearte, te voy a presentar a unas amigas pero sólo para que vayas agarrando confianza, no en plan de conquista todavía ¿ok?

En otro lado de la colonia Azucarera, no muy lejos de ahí, específicamente en un terreno abandonado…

-¿A qué vinimos aquí, Alejandro, vamos a limpiar o qué?

-Aguanta tantito, ya mero vienen.

-¿Quiénes? ¿De qué est…? ¡Ah! Son ustedes caones.

Mira Javier a Jhonny, Antonio y Álvaro que llegan, éste último cuando ve a su capitán, desea devolverse, no lo quiere ver ni en pintura, pero los defensas lo retienen por la fuerza.

-¡Ora cabr…! Si van a arreglar algo que sea ahora mismo y si es a golpes ¡mejor! De una buena vez que se les baje el coraje a los dos.

Habla autoritario el portero ubicándose en medio de ambos y mirándolos con vigor.

-Yo no tengo nada qué decir, sólo me la cobré.

-¡Pero no tenía que ser de ese modo, ‘uto Javier! ¡Me afectaste directo a la calificación!

-¡Del modo que pude, como sea, es igual! ¡Para que sepas que tienes que respetar a tu capitán!

-¡Cabr… pero si todos se burlan de ti y nunca a nadie le dices nada! ¡¿Por qué tenías que ponerte así conmigo?!

-¡Pues serás el primero, a partir de hoy se me respeta, quieran o no, por la buena o la mala!

-¡Ya fue mucha plática! Ora lacras, pónganselos.

Interviene Jhonny mostrando unos guantes de box y aventándoselos a los “combatientes”.

-¿Qué es…?

Se extrañan Javier y Álvaro que miran a sus tres acompañantes maliciosos.

-Pónganselos. De alguna manera tienen que solucionar esto, y esa es una muy buena.

-Pero…

-¡¿Qué, tienen miedo?!

-Yo sí le entro.

Habla Álvaro quitándose la camisa y ajustándose los guantes. Javier duda más.

-Ándale Javier, si no te los pones no creas que te vas a librar. Aquí nos encargamos de que Álvaro te dé una buena recia. Póntelos.

Parece molestarse y animarse el capitán granate y empieza también a ponerse los guantes. Pronto los dos ya están listos y Alejandro, Jhonny y Antonio lucen expectantes y excitados.

-Te voy a partir la madre ‘inche Javier.

Señala con un guante a su contrincante.

-Ya déjate venir hablador.

Y “suena la campana”. Se dan con todo los chicos, con poca técnica pugilista pero con suficiente coraje para intentar derribarse, eso sí, a pesar de la molestia que experimentan, se respetan profundamente y ni uno ni otro piensa en lanzar un mal golpe, todo dentro de lo permitido. De pronto, en alguna casa cercana se escucha el tema “Lose yourself” de Eminem… Los tres organizadores disfrutan de la pelea. Por un lado porque les gusta este tipo de situaciones callejeras y por otra parte porque saben que con esto bastará para tranquilizar a sus amigos y así hacer las paces. Curiosamente, acabándose la canción, las energías también cesan y se da por terminada la batalla. Fue pareja y el empate es unánime. Alejandro y los demás se acercan a retirar los guantes y a provocarlos más, pero para Javier y Álvaro ya es suficiente, éste último habla primero.

-…Disculpa, carajo… -jala aire y se recupera poco a poco- …Neta, perdón, y… por mí no hay problema ya…

-…No, ‘inche Álvaro, me excedí… Tienes razón… no debí meterme con la calificación…. También te ofrezco una disculpa…

Se dan la mano y enseguida un sincero abrazo.

-Eso queríamos cabr…, que hicieran las paces como hombres, ahí andan con mariconadas. –Alejandro coloca un brazo a cada uno.- Aunque… el problema es… No podrán ir mañana a clases así, -se refiere a los cortes y moretones que se provocaron mutuamente- en eso no había pensado.

-Oigan ¿también no dirán nada el Isaack o el entrenador Villanueva si se enteran?

Pregunta Antonio.

-No tienen por qué enterarse, esto que quede entre nosotros y nada más. Y ustedes dos, o faltan mañana o se maquillan o haber qué hacen pero tienen que pasar desapercibidos.

-Hay que agarrarnos a golpes nosotros también para quedar como ellos y decimos que una pandilla nos agarró a golpes.

Se le ocurre a Jhonny.

-Eso estaría peor porque entonces sí intervendrían algunos del equipo.

Habla Álvaro poniéndose la camisa.

-Haber qué se nos ocurre, lo importante es que ya arreglamos este asunto ¿Todos satisfechos?

Sonríen los cinco pillos y asienten con la cabeza. Esta es la otra cara del equipo, otra faceta de su multipersonalidad, la de violencia, ira, desenfado, rebeldía, corazón, orgullo, fortaleza… Jhonny simula golpear a Javier, Álvaro se duele de los cortes, Alejandro mira complacido la escena y Antonio saca del botiquín los medicamentos para atenderlos.

Lejos de ahí, en una zona exclusiva de la ciudad, un hombre solitario bebe un exquisito vino mientras estudia algo de tácticas, sentado en un costoso sofá en su lujosa vivienda. Escucha música trovadora para relajarse y concentrarse mejor. De pronto suena el timbre y se levanta pesadamente para abrir la puerta, antes de hacerlo repara en su vestimenta y cree estar presentable: playera, short y sandalias. Se asoma por el visor y descubre a Isaack y a Lizeth y de pronto ya no se siente tan visible.

-¡Ya voy! ¡Denme un minuto!

Se apresura a ponerse un pants y regresa para abrir. Tan pronto lo hace muestra una sonrisa pero con algo de pena, recibe de igual manera dos sonrisas perfectas, de portada de revista.

-¿Qué tal, entrenador Bruno? Buenas noches.

Saluda la pareja.

-Pasen, pasen, están en su casa. Buenas noches señorita Lizeth, joven Isaack, pasen.

Se ubican en la estancia y miran cómo el entrenador recoge todo su material de estudio con presteza.

-Trabajando duro ¿eh? Igual que los muchachos en la escuela, y claro, también tú, cariño.

-Ay sí ¿es posible librarse del trabajo? Si no fuera por ti estaría en casa revisando ensayos totalmente esclavizada.

-Claro, últimas semanas de clases ¿cierto? ¿Les ofrezco algo?

-¿Lizeth, mija?

La rodea con el brazo y cruza la pierna.

-Un poco de refresco está bien.

-Tengo de manzana, uva, toronja ¿negro…?

-De manzana está bien, gracias.

-A mí deme un “buen trago” ¿qué tiene?

-Tengo exactamente algo que le va a encantar. Ya les sirvo. –Un buen rato después, ya con más confianza…- Forman una hermosa pareja, con el respeto que me merecen, disculpen si soy atrevido.

-No, está bien.

Siguen luciendo como un par de adolescentes apenados por un adulto.

-Y ¿cuándo se casan? ¿O todavía no tienen eso en mente?

Mayúscula es la sorpresa que se llevan los jóvenes, sonríen nerviosos y tardan en reaccionar. Isaack es el que habla.

-…La verdad no hemos hablado de eso, em…

-¿Cómo? Sus vidas ya están resueltas ¿no es así? ¿Se quieren seguir divirtiendo?

-Bueno, no exactamente. Lo que pasa es que…

Se miran el uno al otro tratando de ayudarse mutuamente, queriendo salir avante en la plática.

-Lo que pasa es que queremos unirnos en matrimonio cuando…

-¡El equipo salga campeón!

Casi escupe la frase Isaack.

-No, muchachos… No deberían sujetar su relación a ese tipo de situaciones… Em, no evado mis compromisos, pero, sinceramente eso de campeonar pues, intervienen otras variables, no, no. Me parece que su matrimonio debería ser independiente de cualquier, otro motivo.

Isaack sabe que tienen que salir de esta plática que a ninguno ayuda mucho y finge que vibra su celular, “contesta” separándose de Lizeth, yendo hacia el bar. El entrenador ofrece mientras tanto más bebida a la maestra pero ya no más. Entonces Isaack “cuelga” y avisa que tienen que retirarse argumentando que se solicita su presencia en Perla Tapatía, invita a su novia a levantarse y se despiden del entrenador, pero todavía antes de salir:

-Piensen en lo de la boda ¿eh?

Isaack siente un jalón de cabellos pero no de Lizeth, si no somático. Dejemos a la “Pareja de Autlania” y vayamos ahora a casa de los Garza, allí Georgette revoluciona su forma de ser. Está en su habitación, a oscuras, sólo iluminada por la poca claridad de las luces de fuera. Todo en su recámara está inmóvil, incluso ella que se asoma por la ventana. Trae una playera holgada y un shortsito para dormir cómoda. Pisa con los pies desnudos la alfombra y luce muy pero muy seria. No sabe qué tiene, qué le pasa, se siente tan confundida… Sí o no, estarlo o no estarlo… el amor o la soledad…. Alegría o… esto…. Sí o no ¿Qué diablos le pasó en ese momento? ¿Qué sintió, qué siente ahora? ¿Por qué de repente ve diferente a Paris? Dios ¿qué la pasa? Sí o no… (snif)…

Su alma gemela, en casa, planea “el momento”. Camina por su recámara sin cesar liberando su imaginación “¡Sí, sí!” o “No, no, eso no.” Se le escucha decir. Está realmente concentrado, a veces sonríe emocionado después de ocurrírsele algo y otras más frunce el seño y duda que pueda resultar. Escucha la música de ambientación de la serie Rurouni Kenshin y sobre su cama descansa su bolsa de la escuela, su cel, el cómic del Origen de Wolverine y el libro de El Anillo de Tolkien, específicamente leía “La Saga de los Nibelungos”. Un boceto de una rosa solitaria entre numerosos árboles y la oscuridad del bosque, donde una silueta masculina la ve como si acabara de encontrar la cosa más hermosa sobre la faz de la tierra, espera ser terminado por el mismo Paris, su autor. Éste lo mira fijamente, siente tensarse sus músculos, reír y gritar sordamente a su corazón y la confianza le arranca una firme sonrisa…

-No volveré a fallar, mi Amor…

¡Así se habla, Paris, siempre para adelante! Para el próximo capítulo a Paul le empieza a llegar la maldición de Steven; Ian causa revuelo entre una multitud de chicas y Mat se enfrenta a Isaack por el amor de Lizeth ¡Cielos! Va a estar bueno, no se lo pierdan ¡Hasta la próxima! ¡Mil gracias!