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Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Steve Yops, 3 Agosto 2010.

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  1.  
    chorus

    chorus Iniciado

    Géminis
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    Muy bueno ya estaba esperando la continuación esperó que lo continúes me gusto mucho tu fanfic nos vemos
     
  2.  
    Erwin Alfonzo

    Erwin Alfonzo Iniciado

    Aries
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    Hola amigo, ¿como estas? :D ¡Qué bueno que seguiste la historia! Me la leí nuevamente para poder recordarla con claridad, y pues realmente se ha puesto mucho más interesante que antes. Lo que más me intriga hasta ahora es saber porque Dawn actúa de esa forma, y pues me gusta mucho como de manera lenta pero segura los verdaderos sentimientos empiezan a manifestarse. Presiento varios intentos (algunos quizás temerarios xD) de ciertos personajes, pero eso solo haría mas emocionante la trama (estoy esperando el de uno en especial :) ). Y bueno, el único error que vi en este último episodio fue que pusiste en la descripción de Petrel su nombre antes de presentarlo (seguramente querías escribir Proton), pero solo eso, normal xD ya me ha pasado también.


    ¿Sera que Ash está celoso?
    R= Inconscientemente lo está, el chico a veces se pasa de inocente en cosas como esta pero es normal en su personalidad. Poco a poco irá madurando :) (Ojala no se pase de cabeza dura luego).

    ¿Como les irá a los entrenadores en las semi-finales de la Conferencia de Batallas Duo?
    R= Pues cómo va la cosa... presiento que a uno (o quizás a mas) de los equipos le ira desastroso. Espero que no sea el equipo de May.

    ¿De qué se tratara la Operación Estallido?
    R= Estoy muy seguro de que involucra a Heatran, muy seguro... pero quizás me equivoque. De no ser así todos pondrían a prueba sus conocimientos adquiridos en una situación inesperada :D

    ¿Cual será la nueva idea de Dawn?

    R= Responderé esta pregunta con otra pregunta... ¿Por qué presiento que involucra humillar a May? :( Espero que pronto se revelen las razones por las cuales Dawn es así.


    Excelente capitulo, espero el siguiente con ansias. De verdad que como dice AuraGuardian estas esforzándote para compensar la inactividad (debo aplicar lo mismo xDD), cuando publiques la continuación por favor avísame :) . ¡Saludos!
     
  3.  
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    ¡Hola, hola! Es hora de responder comentarios:

    @AuraGuardian : Definitivamente cuando Typhlosion se burlaba de Jimmy era muy gracioso xD jajajajaja. Me alegra que te haya gustado el capítulo, gracias por tu comentario. ¡Saludos!
    @Izuna : Paul merecía un descanso... jajajajjajaa!! ¿Príncipe cabeza de lechuga? jajajajajaja, me gustó ese apodo. Gracias por leer y comentar, como siempre ;)
    @pikaflash :Chan chan chan!! Intriga, intriga. Jajaja, me alegra que te haya gustado el capítulo. Gracias por seguir la historia y comentarla, saludos :3
    @chorus : Gracias por tu comentario, jeje. Pero si de pronto llegan a borrar tu comentario por reglas de spam , pasa por acá para que no vuelva a pasarte :) Me alegra que la historia sea de tu agrado, ¡saludos!
    @Erwin Alfonzo : ¡Hoola! Bienvenido de vuelta jajajaja :D. De verdad, muchas gracias por tu comentario. Lo de Petrel, de verdad que no me había fijado ajjajaja.... ¡Rayos! xD. Me alegra que vuelvas por estos lares, y que hayas decidido continuar tu historia también :). Sobre las preguntas... vaya, me gustaría aclararte algunas, pero prefiero no hacer ningún spoiler :3 jajajjajajajaja. ¡Muchos saludos!

    Como dije, muchas gracias a todos por sus comentarios. Para el próximo capítulo aún falta un poco de tiempo... pero no se preocupen que está en desarrollo jajaja.

    Saludos a todos.
    OnlyYops.
     
    Última edición: 4 Octubre 2013
  4. Threadmarks: Capítulo 12: ¿Estará celoso?
     
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    Título:
    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    9346
    ¡Hola a todos! Después de harto tiempo, aquí les traigo el duodécimo capítulo de esta historia.
    En el capítulo anterior, calculé mal, no era el último día de clases de la primera semana si no el penúltimo, así que ya hice las respectivas correciones (que eran más bien pocas) en el capítulo anterior, para que así no hayan futuras confusiones.
    ¡Espero que el capítulo sea de su agrado! Y como bien saben, los comentarios son más que bienvenidos jajajaja.

    Capítulo 12: ¿Estará celoso?

    En el capítulo anterior, Ash le preguntó a May si le gustaba Drew, a lo que ella dijo que no. El azabache parecía bastante aliviado con aquella respuesta, y una vez finalizada aquella conversación, a May le llegó una idea que tenía probabilidades de ser real.

    —‘¿Estará celoso?’ —se preguntó la castaña en sus pensamientos.

    May quedó mirando en la dirección donde el azabache se había ido, sumida en aquel pensamiento que le sacó una gran sonrisa y le provocó un agradable cosquilleo en el estómago.
    Pichu miraba curioso a su entrenadora. Le gustaba verla feliz otra vez, después de haber presenciado su tristeza el día anterior.

    Al mismo tiempo que aquello ocurría, Marina y Vincent salían con su ropa habitual nuevamente, después de haber modelado los nuevos uniformes de la Poké-academia. Iban acompañados de Peque-Miss.

    —Marina, ¿qué tal si almorzamos juntos? —preguntó el castaño entrenador insinuándosele a la ídolo pokémon.
    —¿Eh?, disculpa. ¿Cuál fue tu pregunta? —dijo Marina haciéndose la desentendida.
    —Que si quisieras que almorzáramos jun…
    —¡Oh, mira la hora! —exclamó revisando su Poké-Gear—. ¡Lo lamento, cariño!, hablamos más tarde, ¿bueno?
    —Ugh… —susurró Vincent yéndose al estadio de entrenadores de mala gana.

    Marina, si bien sintió un poquito de pena por el castaño, lanzó un suspiro de alivio, y luego examinó el lugar en busca de la coordinadora de ciudad Petalburgo.

    —¡May! —gritó al encontrarla—. ¡Ya estoy lista!

    May volteó a mirar a su amiga con una sonrisa, y juntas se dirigieron al patio donde los coordinadores del grupo avanzado practicarían su presentación mixta.
    En aquel trayecto, Marina vio que su amiga iba muy callada, pero no era por tristeza, definitivamente era todo lo contrario.

    —¿Qué te pasa, May?, te veo más pálida que nunca —dijo la chica de cabello cerúleo.
    —¿A mí? —preguntó May—. Nada…
    —¡Claro que sí! —exclamó Marina—. Esa mirada tiene nombre de Ash.
    —¡Eso no es cierto! —respondió rápidamente la chica de ojos color zafiro sonrojada.
    —¡El amor está en el aire…! —dijo Marina burlándose de su amiga.
    —¡Marina! —la regañó May en voz baja.

    La ídolo pokémon decidió no decir otra palabra, aunque no dejó de reírse pícaramente. La castaña coordinadora de Hoenn, por su parte, se quedó muda mientras caminaba con los brazos cruzados y una expresión de vergüenza en su rostro.

    Pasaron unos cuántos minutos, hasta que llegaron al patio de recreos de la Poké-academia, donde estaban los coordinadores del grupo avanzado reuniéndose en un círculo, mientras que Solidad estaba a punto de dar las instrucciones.
    La tutora de cabellos rosados comenzó a hablar cuando ambas chicas se unieron al grupo de estudiantes.

    —¡Espero que tengan mucho ánimo el día de hoy! —exclamó Solidad—. Aprovechen bien el tiempo.

    Los coordinadores asintieron y de inmediato se pusieron en acción.
    Marina y May al fin se vieron decididas. En la noche, antes de dormir, dedicaron a ponerse de acuerdo para una nueva combinación, y exitosamente llegaron a una decisión en común.
    Intercambiaron una mirada de confianza, asintieron, y la castaña procedió a lanzar una pokébola, de la cual salió su Skitty.

    —¡Skitty, Ventisca! —ordenó May.

    El pokémon gatito abrió su boca, donde se empezaron a formar pequeños destellos blancos. Posteriormente, una tormenta de nieve salió disparada.

    —¡Peque Miss usa Psico-onda! —mandó Marina.

    Los ojos de Misdreavus adoptaron un aura de color celeste brillante.
    A continuación, prosiguió a lanzar numerosas ondas celestes en dirección a la Ventisca.
    Lamentablemente, ambos ataques se deshicieron al colisionar.

    —¡Rayos! —exclamó Marina con frustración.

    May lanzó un suspiro.

    —Recién estamos empezando. Intentémoslo de nuevo —dijo la coordinadora de pañoleta verde.

    Por otro lado del lugar, estaban Brianna y Timmy, acompañados del Baltoy variocolor y un Skiploom.

    —Bien, Skiploom, ¡Bomba semilla! —ordenó la coordinadora de isla Crisantemo.

    La flor superior de Skiploom comenzó a emitir un resplandor de tono verdoso, del cual se formó una gran semilla.
    Sin pensarlo dos veces, la lanzó con fuerza.

    —¡Baltoy, usa Bofetón lodo! —mandó Timmy.

    El pokémon muñeco de barro giró sumergiéndose en el suelo, lanzando dos bolas de fango directo a la bomba semilla, pero estas se desintegraron antes de llegar a su objetivo.

    —¡Ay, no! —se quejó Brianna.
    —Tranquila, sigamos practicando—dijo el coordinador de ciudad Verdanturf.

    Yendo con otra pareja de coordinadores, se encontraban Dawn con su Quilava junto a Drew con su Masquerain.

    —Una combinación fuego-agua puede traer buenos resultados… —afirmó Drew.
    —Me agrada la idea —dijo Dawn—. Cuando quieras.

    Quilava dio unos pasos adelante mientras Masquerain volaba sobre de él.

    —¡Masquerain, Hidropulso! —exclamó Drew.
    —¡Quilava, Fuego fatuo! —ordenó Dawn.

    Masquerain formó una gran esfera compuesta de agua y la lanzó hacia abajo, al mismo tiempo que Quilava liberó varias bolas de llamas azules hacia arriba.
    Ambos ataques chocaron y generaron una pequeña cortina de humo.
    Cuando la visibilidad fue recuperada, el resultado fue netamente nulo, pues ambos ataques se neutralizaron entre sí.

    —Tiene que ser un chiste… —dijo la joven de bufanda rosa.
    —Intentemos aumentarle la potencia a Fuego fatuo y bajarle a Hidropulso —propuso el coordinador de ojos verdes.

    -----------------

    Yendo con los entrenadores, los cuartos de finales ya habían comenzado.
    Ya habían pasado dos batallas, siendo la primera bastante breve.
    La segunda contó con las participaciones de Ash y Paul, y afortunadamente, obtuvieron una nueva victoria.

    —¡Sí, bien hecho Donphan! —exclamó Ash—. Buen trabajo, Pau…

    No pudo terminar su frase, porque su compañero devolvió a Gastrodon a su cápsula esférica y no vaciló en regresar a su puesto sin decir ni una sola palabra.

    —‘Que raro, lo noto más apagado de lo habitual…’ —pensó Ash extrañado, mientras se disponía en regresar a su asiento también.

    La siguiente batalla, entonces, sería entre los dúos de Jimmy y Lyra y el de dos entrenadoras llamadas Kim y Ana.

    Kim es una chica de cabello largo de color negro, piel blanca y ojos azules. Llevava puesta una blusa blanca cubierta por un chaleco de lana azul; falda roja, calcetas azules y zapatos rojos.
    Ana es una muchacha de cabello semi-corto de color café oscuro, piel blanca y ojos café. Iba vestida de una blusa amarilla, falda color crema, calcetas blancas y zapatos cafés.

    Jimmy y Lyra, entonces, se levantaron de sus asientos.

    —Buena suerte, Jimmy —dijo la entrenadora de Johto.
    —Gracias —respondió cortante.
    —¿Ocurre algo? —preguntó Lyra un poco preocupada.
    —Lo que hiciste ayer no me gustó para nada, Lyra —dijo Jimmy con mucha seriedad—. No sé por qué, pero te descontrolaste y Marina, Vincent y yo también tuvimos que pagar los platos rotos.
    — Pero yo…
    —Ya es hora de ir al campo de batalla. Con permiso.

    Con frialdad, el entrenador de gorra amarilla tomó la delantera, seguido de una triste muchacha de pelo marrón recogido en dos coletas y cubierto por un sombrero blanco.

    —‘De acuerdo, daré lo mejor de mí en esta batalla para ver si se le pasa el enojo…’ —pensó Lyra esperanzada.
    —¿Listos?, ¡qué comience el combate! —anunció Misty.
    —¡Hitmontop, es hora de la batalla! —gritó Jimmy.
    —¡Adelante, Venomoth! —exclamó Lyra.

    Ambos lanzaron una respectiva pokébola, de las cuales salieron un sereno Hitmontop poniéndose en posición de combate, y un alegre Venomoth que agitaba rápidamente sus alas.

    —¡Linoone, sal ahora! —gritó Kim.
    —¡Ve, Roselia! —exclamó Ana.

    De las pokébolas, salió un Linoone bastante serio y una glamurosa Roselia, que al entrar al campo de batalla, dio una elegante vuelta sobre su propio eje.

    —¡Hitmontop, usa Triple patada! —ordenó Jimmy.

    Hitmontop se puso sobre el vértice de su pequeño cuerno, y comenzó a girar en dirección a Linoone.

    —¡Roselia, usa Paralizador! —mandó Ana.

    El pokémon espina apuntó a Hitmontop con una de sus flores, y liberó un extraño polvo de color naranja.

    —¡Venomoth, usa Zumbido contra Roselia! —ordenó Lyra rápidamente.

    Inmediatamente, Venomoth lanzó un poderoso grito que se propagó en forma de ondas de color rojo.
    Fue cuestión de segundos para que éstas llegaran hacia Roselia, el cuál aturdido dejo de seguir emitiendo el Paralizador, tratando de protegerse del ensordecedor ruido.

    —¡Hitmontop, esquiva el Paralizador y sigue con el ataque!

    Aun girando como un trompo, Hitmontop se hizo a un lado para que el Paralizador pasara sin tocarle.
    Teniendo éxito, aumentó la velocidad de su desplazamiento, quedando un corta distancia entre él y su objetivo, pero…

    —¡Linoone, Sustituto! —gritó Kim.

    El cuerpo de un veloz Linoone emitió un enceguecedor resplandor blanco por unos breves segundos.
    Cuando el brillo cesó, el pokémon lanzado seguía ahí, y fue cuestión de segundos para que recibiera dos patadas y un golpe de cola por parte de Hitmontop, pero lo que vino fue algo realmente sorpresivo. ¡Linoone se había desvanecido!

    —Pero, ¿qué…? —dijo Jimmy aterrado.
    —¡Golpe de cabeza! —lo interrumpió Kim.

    Pillando a Hitmontop con la guardia baja, Linoone apareció detrás de él y lo embistió bruscamente con su cabeza.
    Sin embargo, Jimmy sonrío.

    —¡Desquite! —ordenó.

    El cuerpo de Hitmontop fue rodeado por un aura naranja, y se acercó con una increíble rapidez a Linoone, y le dio un brutal golpe que lo mandó a volar varios metros en el aire.

    —Bien pensado… —susurró Lyra.

    -----------------

    Mientras tanto, Solana les explicaba a sus alumnos rangers que el día de hoy era de actividad práctica.
    Emocionados, se levantaron de sus asientos llevando un cuaderno en la mano, y junto a su tutora y supervisor tomaron rumbo a la ruta 22.
    Luego de salir del instituto y recorrer unos cuántos kilómetros, alguien decidió romper el silencio.

    —¿Y qué haremos, profesora Solana? —preguntó Caty.
    —Iremos a explorar un túnel —respondió la tutora.
    —¿Ese de allá? —preguntó Nicolette.

    La chica de cabello marrón rojizo apuntó a una cueva de tamaño medio, echa de piedras diversas, con un letrero sobre la entrada. Se trataba de un balneario de aguas termales.

    —No, claro que no…
    —¡Oh! —se quejó Nicolette.

    Los estudiantes rangers junto a Solana y Jack, siguieron su camino por un buen rato hasta llegar a una arboleda.
    Solana fue la primera en pasar, seguida por Jack y sus alumnos. La arboleda se hacía cada vez más y más densa hasta que luego de varios kilómetros, ésta terminó.
    Los rangers, entonces, vieron al frente de ellos una gran cueva cubierta por una gran cantidad de musgos.

    —¡Wow! —exclamó la estudiante ranger de Kanto—. ¿Qué es este lugar?
    —La cueva Frondosa —explicó Solidad—. Posee una rica vegetación y es el hábitat de diversos pokémon.

    El grupo de los denominados guardias pokémon, prosiguieron a entrar.
    Al ingresar a la caverna, se encontraron con algo que parecía un paraíso o una reserva natural muy bien cuidada.
    Aunque de una cueva se tratase, había un abundante pasto y algunas flores en el suelo del lugar, e incluso arbustos con bayas diversas; varios musgos en las paredes, y a la derecha, un hermoso manantial iluminado por la luz solar, que entraba a través de una gran abertura del techo de la cueva.
    Además, la luz del sol también entraba por la entrada de la cueva, brindándole luz a la vegetación de aquel túnel.

    —¡Esto es hermoso! —exclamó Caty encantada—. ¿Cómo es que es que hay tantas áreas verdes aquí dentro?
    —La naturaleza está llena de enigmas encantadores —dijo Solana guiñándole el ojo.

    El grupo de guardianes pokémon empezó a caminar por la cueva, mientras varios Spinarak, Zubat, Caterpie y Weeddle los observaban desde lejos.
    Repentinamente, se escuchó un fuerte aullido de dolor.

    —¿¡Qué fue eso!? —exclamó Nicolette alarmada.
    —Pregunta típica de principiantes… —susurró su primo adormilado.
    —¡Oye, Keith! —se precipitó la chica de cabello revuelto—, ¡tanto tú como yo somos estudiantes rangers así que deja de hacerte el superior!
    —Blah, blah, blah… —se burló Keith.
    —¡Ya, dejen de pelear! —intervino Caty en voz baja—. Algún pokémon puede estar herido, y cuando sean rangers no pueden perder el tiempo en situaciones como ésta.
    —Solana, el ruido vino de allá —dijo Jack apuntando una dirección a lo lejos.
    —Bien —respondió la susodicha asintiendo—. ¡Muchachos, síganme!

    Jack, Solana y los estudiantes partieron a correr al lugar que el supervisor había señalado, adentrándose aún más en el túnel.
    El gemido se hacía más y más fuerte a medida que se acercaban y al llegar a su zona de destino vieron a un pequeño Oddish en el suelo, con uno de sus hojas atascada debajo de una roca.


    —¡Oddish, Oddish! —gimió el pokémon con dolor.
    —¡Ay, no! —exclamó Solana.

    La tutora ranger se acercó al pequeño pokémon hierbajo y rápidamente sacó la roca del camino, liberándolo.
    Oddish, agradecido, le dio una baya Frambu que tenía entre sus hojas y posteriormente se retiró contento para volver a su nido.

    —Tomen nota: Un ranger siempre debe estar atento a lo que le rodea, pues en cualquier lugar y momento un pokémon se puede encontrar en problemas —informó la tutora Ranger.

    Los estudiantes asintieron mientras escribieron lo dicho por la ranger.
    Jack Walker escuchaba y observaba a Solana orgulloso.

    —Bien, chicos, ahora exploren la cueva por unos minutos y luego nos juntaremos aquí mismo. Si ven a un pokémon en problemas, no duden en ayudarlo, y si es algo muy grave, me llaman, que aquí estaré. ¿De acuerdo?

    Todos asintieron y se dispusieron a examinar aquel lugar.

    -----------------

    —¡Danza de pétalos! —ordenó Ana.

    Roselia comenzó a girar elegantemente mientras liberaba una gran ola de pétalos de color rosado, que iban directo hacia Venemoth y Hitmontop.

    —¡Viento plateado al máximo poder! —exclamó Lyra.

    Las alas de Venomoth emitieron un resplandor blanco por un corto lapso de tiempo, y luego el pokémon las agitó, liberando así una poderosa ráfaga de viento con crecientes plateadas.
    El resultado fue sorprendente. El Viento plateado logró desaparecer la Danza de pétalos; y ahora iba dirigido hacia Linoone y Roselia.

    —¡Usa Protección, Linoone!

    Roselia se acercó a su compañero, y una barrera protectora los envolvió a ambos, logrando desviar así el ataque que venía hacia ellos.

    —¡Hitmontop, usa Amago! —ordenó Jimmy

    La cola de Hitmontop comenzó a brillar. Velozmente, el pokémon boca abajo llegó hacia la barrera protectora, y golpeándola con su fulgurante cola, rompió el campo de fuerza y dio una fuerte azotada a ambos oponentes.

    —¡Roselia! —exclamó Ana.
    —¡Linoone! —exclamó Kim.
    —¡Paralizador! —ordenó Lyra.

    Para sorpresa de Ana y Kim, Venomoth usó el mismo ataque que Roselia había realizado hace un rato atrás, y sin tener tiempo de reaccionar, los contrincantes quedaron inmovilizados bajo los efectos de aquel polvo.

    —¡Triple patada contra ambos, Hitmontop! —exclamó Jimmy.

    Kim y Ana quedaron totalmente confundidas con aquella orden.
    Sin embargo, las dudas desaparecieron cuando Hitmontop, luego de dar un gran salto, aterrizó justo en medio de Linoone y Roselia; y comenzó a girar golpeando a ambos pokémon con sus patas y cola.

    —Terminemos con esto… —dijo Jimmy—. ¡Hitmontop, Combate cercano!
    —¡Venomoth, usa Cabezazo zen! —ordenó Lyra.
    —¡¡No, esquívenlo!! —gritaron Kim y Ana desesperadas.

    Pese a las agobiadas ordenes de sus entrenadoras, la parálisis tenía completamente dominados a aquellos pokémon, impidiendo todo intento de movilidad.
    Entonces, rápidamente apareció Hitmontop en frente de Linoone, y con una velocidad increíble, empezó a golpear sin piedad con puños, patadas y coletazos a su adversario, dejándolo sin aliento y debilitándolo en cuestión de segundos.

    Paralelo a esto, Venomoth emprendió el vuelo y se dirigió a Roselia, mientras en su cabeza aparecía una esfera de energía de color azul.
    Decidido, embistió a Roselia con mucha fuerza y precisión.
    Un gemido se escuchó por parte del pokémon espina, y cuando cayó bruscamente al suelo, aparecieron unos espirales en sus ojos.

    —¡Linoone y Roselia no pueden continuar! —anunció Misty levantando una bandera roja en dirección a Kim y Ana—. ¡Jimmy y Hitmontop junto a Lyra y Venomoth son los ganadores! —añadió levantando una bandera verde en dirección a Jimmy y Lyra.

    Inmediatamente, los espectadores vitorearon a los ganadores de la reciente batalla.

    —¡Tú pegas, tú ganas! —exclamó Jimmy levantándole el pulgar a su pokémon.
    —¡Hitmontop! —exclamó el pokémon feliz, haciendo el mismo gesto que su entrenador.

    Lyra después de agradecer a su Venomoth con un abrazo y regresándolo a su pokébola, se acercó tímidamente a Jimmy, con sus manos atrás.

    —¿Aún estás molesto, Jimmy? —preguntó la chica.
    —Claro que no —respondió guiñándole un ojo—. Hiciste un buen trabajo, Lyra.

    Lyra se emocionó de sobremanera, y aprovechando que Jimmy se distrajo con las felicitaciones del público, sacó algo de su bolsillo, y pasados unos segundos, le dio un beso en la mejilla a su compañero, pillándolo desprevenido.

    —¡Lo siento! —exclamó la chica con una gran sonrisa—. ¡Es que estoy muy feliz!

    Jimmy sonrió nerviosamente. Sin embargo, no se dio cuenta que en el cachete le quedó grabada una marca de labios.
    Lyra se dio media vuelta, y sonrió malévolamente observando un lápiz labial con un dibujo de un Jynx en él.

    Posteriormente, los jueces comenzaron a dar un discurso acerca de las impresiones sobre el combate recién realizado.

    -----------------

    —¿Y encontraron algo? —preguntó Solana.
    —Yo vi a dos Caterpie peleando por una baya ziuela, así que les alcancé otra que había en uno de los arbustos —dijo Caty.
    —Yo vi a un Hoppip un poco débil, así que le di una baya sitrus y se recuperó al instante —dijo Keith.
    —Yo me hice amiga de un par de Sunflora que vi por ahí —afirmó Nicolette.

    Y así, el resto de los estudiantes hablaron de sus experiencias en la cueva Frondosa.

    —Me alegra que hayan disfrutado la actividad —dijo la tutora ranger.
    —Esto les sirve para que vayan acostumbrándose a convivir más con los pokémon en sus hábitats y a brindarles ayuda —añadió Jack.

    Luego, Solana compartió una mirada con Jack Walker, y ambos voltearon a ver a los alumnos.

    —Chicos, debo decirles que este lugar es conocido por muy pocas personas, y por ciertas razones que les contaré más adelante, debe quedar en secreto. ¿Puedo confiar en ustedes? —dijo la tutora.

    Los estudiantes se miraron un poco confundidos en un principio, pero luego se convencieron y le hicieron la promesa a su tutora.

    Solana y Jack sonrieron, y luego de agradecerles al alumnado, dieron la instrucción de volver a la Poké-academia.
    Jack iba guiando el paso esta vez, y Solana iba detrás de la fila.

    Antes de salir de la cueva, cuando ya todos tomaban rumbo a la arboleda, Solana volteó a mirar el lugar.

    —Gracias por dejarnos venir, nos vemos pronto… —susurró la tutora ranger, y luego se fue a alcanzar a sus alumnos.

    Al irse la ranger de la cueva Frondosa, apareció una silueta de una pequeña criatura por unos breves segundos y lanzó un tierno sonido de corta duración como respuesta.

    -----------------

    Mientras tanto, los coordinadores del grupo avanzado ya estaban finalizando la sesión de actividades del día, y de una u otra forma, las presentaciones mixtas empezaban a tener mejores resultados.

    —¡Es todo por hoy, muchachos! —informó Solidad—. De verdad estoy muy satisfecha con el avance que han tenido hoy.

    Los coordinadores asintieron y empezaron a hablar entre ellos mientras esperaban que tocara el timbre para el almuerzo.

    —¡Oye, Brianna, recuerda lo que haremos después del almuerzo! —susurró una chica perteneciente a dicho grupo.
    —¡Sí!, ¡ya está todo listo! —afirmó la coordinadora de isla Crisantemo con alegría.

    En esos mismos momentos, Dawn aprovechó de llevarse a Drew a unos pocos metros del resto de los coordinadores. Sin embargo, en el momento en que ambos se habían alejado, una coordinadora los pudo observar por un breve momento.

    —Drew, ha llegado tu momento de brillar —dijo la joven de bufanda rosa.
    —¿A qué te refieres? —preguntó dudoso.
    —Bueno, después del almuerzo conversaré por un laaargo rato con mi mamá, así que tú tendrás que ponerte en acción si quieres ir ganando puntos con May —respondió haciendo énfasis en la palabra en cursiva.
    —¿Y qué quieres que haga?
    —Hace un rato se me ocurrió que podrías ir al próximo nivel… ¿qué tal si te le declaras frente a todos?
    —¡Ya quisieras! —exclamó Drew con sarcasmo—. Para eso habría que estar bien desesperado…
    —¿Y entonces que piensas hacer?, ¿seguir en lo mismo mientras el tiempo pasa? —le dijo Dawn—. Lo que te sugiero es un impulso para que las cosas se den más rápido.

    El coordinador de ciudad Larousse se quedó pensativo mientras miraba con duda.

    —¿Y…? —preguntó la chica de gorro blanco.
    —¿Segura que funcionará? —preguntó Drew.
    —¡Claro! —exclamó Dawn—. Así May se dará cuenta de que lo tuyo va enserio…
    —Y de paso, se ganaría el odio de mis “admiradoras”, ¿es eso lo que quieres? —dijo desconfiado el muchacho de ojos verdes.
    —¡Wow!, ¡en serio que no lo había pensado de esa manera! —exclamó la chica de ojos color lapislázuli—. Pero eso sólo sería un plus, aquí lo importante es que conquistes a May para que se mantenga lejos de mi novio…

    Drew suspiró. La idea le parecía malísima, arriesgada e incluso patética. Sin embargo, también veía algo de razón en Dawn cuando ésta le decía que en caso contrario, lo más probable es que todo seguiría igual.
    Una vez más, la chica de cabello azulino le preguntó cuál era su respuesta, a lo que el chico sólo se dignó a asentir.

    Como el acuerdo ya estaba hecho, ambos decidieron regresar con el grupo de coordinadores.
    Drew, en el trayecto, aprovechó de dirigirse hacia May.

    —Oye, May, ¿te parece bien si almorzamos juntos? —dijo él.

    La castaña lo volteó a ver y sonrió. No obstante, su acompañante de cabello cerúleo miró con mucha desconfianza al coordinador de chaqueta morada.

    —¡Claro!, ¿por qué no?
    —Perfecto.
    —Ejem… ¿Les importa si yo me incluyo? —intervino Marina.

    Drew se sintió bastante fastidiado con aquella pregunta. Sin embargo, mostró una sonrisa forzada para quedar bien frente a la chica de pañoleta verde.

    —Claro… —murmuró el chico a regañadientes.
    —¡Nos vemos en el almuerzo entonces! —exclamó la ídolo pokémon voleándole la mano.
    —Ajá…

    Con esa simple expresión, el coordinador de ojos verdes se alejó de las chicas.
    Pasados unos minutos, el timbre por fin sonó y los hambrientos coordinadores tomaron rumbo hacia el comedor.
    Drew ya iba por el vestíbulo, caminando con las manos en sus bolsillos, pero se detuvo en seco cuando vio frente a él como un muchacho con un Pikachu en su hombro se tropezó con un par de entrenadores mientras corría a toda velocidad.

    —¡Lo siento! —pidió disculpas el joven entrenador mientras los otros dos chicos retomaban su rumbo un poco turbados—. Ah, hola Drew —añadió al darse cuenta del espectador de aquella escena.

    Drew, con el ceño fruncido, le voleó la mano como respuesta.

    —¿Vas al comedor? —preguntó Ash.
    —Sí, voy a almorzar con May.
    —¿Con May? —cuestionó el azabache—. ¿Y por qué?
    —Porque yo la invité y ella aceptó. Es bastante simple de entender, ¿no? —dijo sarcásticamente el joven de ojos verdosos.
    —¡May no quiere nada contigo! —exclamó molesto el chico con “z” en las mejillas—. Supongo que eso también es simple de entender, ¿no?
    —¿Que mosca te picó, Ketchum? —cuestionó Drew—. ¡Ni que fuera a almorzar con tu novia!
    —Sabes que lo que te digo es cierto… —dijo el azabache ignorando lo dicho por el muchacho de ojos verdes.
    —Lo dice el chico que tiene problemas con su novia los siete días a la semana.

    El azabache no dijo ninguna palabra para responder, salvo a un silencioso gruñido que provino de él.

    —¡Oye, Drew, haré la fila mientras tanto! —exclamó May a lo lejos, estando a punto de entrar al comedor.
    —¡Me parece bien! —respondió el muchacho originario de ciudad Larousse.
    —No te le acerques demasiado —murmuró el azabache agarrándole el brazo con fuerza.
    —¿Qué, acaso eres el hermano mayor que viene en su defensa? —cuestionó Drew soltándose del agarre bruscamente.
    —Ya te lo dije. May no quiere nada contigo.
    —Ya veremos —dijo el muchacho de chaqueta morada—. Además, esto no es asunto tuyo.

    Inmediatamente, el joven coordinador siguió su camino hacia el comedor, mientras un furioso entrenador de gorra roja lo seguía furioso con la mirada.

    —¿Pika?
    —Oh, ¿qué pasa, Pikachu?
    —Pika, Pikachu… —susurró el pokémon con cara de desconcertado.
    —No te preocupes, no pasa nada serio. O bueno, eso creo.

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    Pasado un buen rato, en una de las mesas, se encontraban Dawn, Lyra y Brianna almorzando al igual que sus respectivos pokémon.

    —¡Fue increíble! —exclamó Lyra—. Le di un beso en la mejilla, y gracias al lápiz labial, le quedó marcado en todo el cachete.
    —Bien por ti, amiga —dijo Dawn, ya casi terminando su plato.
    —¿Y has visto a Ash? —preguntó la entrenadora de Johto.
    —No, y no creo que lo vea hasta dentro de unas horas —afirmó Dawn—, pues ahora tengo que ir a la sala telefónica para hablar un largo rato con mi mamá. ¡Bye, chicas!

    La chica de bufanda rosada después de levantarse de su asiento, regresó a sus pokémon a las pokébolas, obviamente después de que éstos terminaran de comer, y abandonó el comedor.

    —¿Y tú que me cuentas, Brianna? —dijo Lyra.
    —¡Tengo muchas ganas que pase la hora rápido! —exclamó la chica de capul—. Unas chicas y yo hemos hecho algo en grande.

    En el otro extremo del restaurante, estaban Ash, Paul y Jimmy almorzando tranquilamente hasta que…

    —Oye, Jimmy, ¿eso qué tienes en la mejilla es un beso? —preguntó Ash.
    —¿¡Qué!? —exclamó el chico en apuros.

    Inmediatamente, el chico miró su reflejo en la ventana, y logró ver aquellos labios bien marcados en su mejilla.

    —¡Rayos!, ¡fue Lyra!

    Ash y Paul trataban de contener la risa en ese momento. Sin embargo, no lograron hacerlo por mucho tiempo, y soltaron una gran carcajada.

    —¡Dejen de reírse, par de brutos! —gritó Jimmy desesperado—. Si Marina ve esto, la cosa se pondrá fea…
    —¿Por qué?, ¿acaso Marina es tu novia? —preguntó Paul con sarcasmo.
    —¡No! —exclamó mientras su rostro se enrojecía como un tomate—. Es sólo que… ¡Ya, olvídenlo!
    —Relájate, amigo —dijo Ash—. Usa tu servilleta para sacarte el beso de la cara.

    Jimmy tomó rápidamente una servilleta que estaba cerca de él. La restregó con mucha fuerza sobre la marca labial, repetidas veces. Luego observó el papel, y vio como éste estaba totalmente coloreado de rojo.

    —¿Salió?
    —¡Estás perdido…! —murmuró Paul con una sonrisa burlona.
    —Esa cosa que se echó Lyra en los labios debe ser de muy buena calidad… —dijo el azabache, seguido de una ruidosa carcajada, a la cuál Paul se sumó.
    —¡Oh, ya cállense! —exclamó Jimmy molesto.
    —Ya, tranquilo —dijo el entrenador de cabellera morada logrando calmar las ganas de reírse—. Sólo asegúrate de mojarte la cara antes de lavar los platos y te liberarás del, ya sabes, “beso de la perdición”.

    Jimmy hizo una mirada irónica mientras Ash y Paul volvieron a reírse con fuerza, aunque su molestia pasó rápidamente al darse cuenta que la idea que le había dado Paul era bastante buena.

    En otra de las tantas mesas ocupadas, estaban Nicolette y Caty, almorzando juntas.

    —¿Y por qué no almorzaste con May y Marina hoy? —preguntó Caty.
    —Están con Drew, y por alguna razón, no me cae muy bien… —respondió Nicolette.

    A unas siete mesas de distancia, se encontraban May y Drew, acompañados de Marina.

    —¿Y qué harás en la tarde, May? —preguntó Drew.
    —Oh, ya sabes —respondió Marina inmediatamente—. Haremos cosas de chicas, ¿verdad, May?
    —¿Ah sí? —preguntó inocentemente la castaña.
    —¡Claro! —afirmó la chica de cabello cerúleo—. ¿Recuerdas que en isla Prima me compré un esmalte de uñas color rosa Clefairy?
    —Sí, pero primero tienes que lavar los platos, ¿verdad?—dijo Drew con tono de burla.
    —… sí, Drew —murmuró Marina con fastidio.
    —Bueno, voy por un refresco —preguntó el chico de ojos verdosos—. ¿Alguien quiere?

    Ambas chicas negaron con la cabeza. El chico proveniente de ciudad Larousse entonces, se dirigió a la barra de menús mientras sus compañeras lo esperaban en la mesa.

    —Oye, ¿por qué actúas así con Drew? —preguntó May.
    —Lo vi conversando con Dawn justo antes de que te invitara a almorzar, ¿no te parece raro?
    —Ah, pero ellos son compañeros en las presentaciones mixtas…
    —De todas formas hay que ser precavidos.
    —¡Kristalli, Goldenstone, ya es hora!

    Aquella frase había sido pronunciada por la directora Helen. Marina lanzó un suspiro, se despidió de su amiga y regresó a sus pokémon a sus respectivas cápsulas esféricas.
    Prosiguió a la cocina del lugar, se puso un gorro de mallas y delantal; se acercó al lavaplatos y empezó a restregar varios utensilios.
    Justo cuando Marina fue a buscar más loza al pasaplatos, Jimmy llegó silenciosamente y fue corriendo al lavaplatos para mojarse la cara.

    —¡Jimmy! —exclamó la chica de cabello cerúleo al ver al recién llegado—. ¿Cómo estuvo tu día?
    —¡Bastante bien!, ¡hoy tuve otra victoria! —respondió, ya con el rostro limprio—. ¿Y el tuyo?
    —Ya he mejorado un poquito en esto de las presentaciones mixtas. ¿Me ayudas? —dijo la chica de ojos verdes, apuntando al lavaplatos.

    Jimmy asintió con una sonrisa. Al igual que la chica, su puso en gorro de mallas y un delantal, y ambos empezaron a ponerse en acción.
    Mientras lavaban la loza, conversaban y se reían, y de vez en cuando aprovechaban de mirarse fijamente.
    Pasados unos minutos, se abrió la puerta de la cocina, entrando el chef Eduardo junto a Vincent.

    —Jóvenes, este muchacho de buena voluntad quiso venir a ayudarles con su tarea. Así que, anímense, que seis manos pueden más que cuatro —dijo el cocinero, para luego regresar al mostrador.
    —No sé si esto sea bueno… —murmuró Jimmy.
    —¡Genial!, ¡los tres nos volvemos a reunir! —exclamó Vincent—. ¿No les parece excelente?
    —Excelente la estábamos pasando hasta que llegaste… —dijo Jimmy con molestia.
    —¡Jimmy! , ¡no seas odioso con Vincent! —intervino Marina—. ¡Se supone que somos amigos los tres!
    —Pero yo…
    —Ya escuchaste, Jimmy —lo interrumpió el castaño entrenador—. Somos amigos los tres.
    —Gracias por venir a ayudarnos, Vincent —dijo la ídolo pokémon tomándole la mano—. Jimmy enjabonará la loza, yo la enjuago y tú la secas, ¿te parece?
    —Claaro… —dijo el entrenador de camiseta verde con un leve sonrojo y lanzando un suspiro.

    Luego de que Vincent se pusiera el delantal y el gorro, los tres continuaron con la limpia actividad.

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    Mientras tanto, en la cabina 4 de la sala telefónica, se encontraba Dawn charlando con su madre.

    —¡Dawn, que bueno que llamas! —dijo Johanna—. ¿Cómo has estado?
    —Muy bien mamá, ¡tengo un montón de cosas que contarte!
    —Me imagino… ya casi cumples tu primera semana en la Poké-academia.
    —Sí. De hecho, hice una lista de todas las cosas que me han pasado esta semana para no olvidar ni un solo detalle.

    Dichas estas palabras, Dawn sacó un rollo de papel.
    Al estirarlo, una larga hoja de papel cayó al suelo, llegando a tocar la puerta de la cabina.
    Johanna, al ver el gigantesco papel que su hija acababa de sacar, abrió grandemente los ojos y la boca, impresionada.

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    En esos momentos, Landis estaba corriendo a gran velocidad en el patio de recreos, siendo seguido por Max y Vivi.

    —¡Por aquí! —exclamó Landis.

    Los tres niños atravesaron un par de arbustos, hasta que llegaron a un curioso árbol, con una liana apenas visible. Inmediatamente, Landis trepó la liana y les hizo señas a sus compañeros para que hicieran lo mismo.

    Después de intercambiar un par de miradas un poco confusas, Max y Vivi treparon la liana, y comenzaron a subir, hasta que llegaron a algo que parecía una casa del árbol.

    El piso era de madera firme y las paredes estaban hechas de una gruesa capa hojas.
    El lugar tenía una gran mesa redonda con un diseño de una pokébola, acompañada de cuatro sillas con el mismo estilo; un poster de los tres iniciales de la región Sinnoh, muñecos de los iniciales de Kanto, una TV con una consola de videojuegos, tres cojines puff con los colores de Pikachu; y al medio, un tapete con los iniciales de Johto y Hoenn .
    También se apreciaba una ventana que servía como mirador del patio de la Poké-academia.

    —¿Y qué es este lugar? —preguntó la pequeña niña de Hoenn.
    —Mi base secreta —dijo Landis.
    —¡Wow! —exclamó Max—. ¿Cómo lo hiciste?
    —Mi Shinx usó Daño secreto sobre él árbol, y la base se construyó por sí sola.
    —¿Y los muebles y todo eso?
    —Los traje de Sinnoh sin que nadie se diera cuenta —explicó el niño de la región Sinnoh.
    —¿Y la directora sabe de este lugar? —preguntó Vivi.
    —No, sólo nosotros.

    Max y Vivi, se emocionaron y comenzaron a explorar la base secreta de Landis, mientras él los observaba alegremente.

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    Sin ya tener nada que hacer, Drew le sugirió a May ir al patio.
    Él le dijo que siempre iba allá después de almorzar para meditar un rato y relajarse, así que la castaña aceptó la propuesta.

    —¡Ahí viene! —murmuró Brianna.

    Cuando May, Drew y Pichu llegaron al patio se encontraron con algo totalmente inesperado.
    Un grupo de chicas eufóricas gritaba y elogiaba a Drew sin parar, con una variedad de carteles en la mano con fotos de Drew, corazones, y frases como “¡Te amamos, Drew!” o “¡Seguidoras tuyas hasta el final!”
    Después de varios intentos, el joven muchacho logró calmar a sus admiradoras.

    —¿Qué ocurre aquí?
    —¡Lo que estás viendo es el Club de fans oficial de Drew De Larousse! —declaró Brianna.

    Inmediatamente se oyeron numerosos gritos de apoyo del resto de las chicas. Drew no pudo evitar sonrojarse de la vergüenza, mientras que May y Pichu sólo se dignaban a observar silenciosamente aquel inesperado suceso. Estaban impresionados pero también tenían unas incontenibles ganas de molestar al joven coordinador.

    Mientras esto ocurría, Ash Ketchum estaba entrenando con Paul en los campos de batalla.

    —¡Snorlax, Puño de hielo!

    Snorlax empezó a correr con su mano empuñada. Entonces, el puño fue rodeado por una gélida energía azul que convirtió en hielo.

    —¡Garra de metal, Aggron!

    Aggron, por su parte, también se puso a correr con su brazo extendido, cuyas garras empezaron a brillar y adoptar un resplandor metálico.
    En breves instantes, ambos ataques colisionaron, y los pokémon retrocedieron con fuerza.

    —Buena batalla, Paul —dijo Ash.
    —Lo mismo digo, Ash —respondió Paul.
    —¡Te amamos, Drew! —exclamó una voz a lo lejos.
    —¿Pika? —dijo el pokémon curioso.

    El grito captó rápidamente la atención de ambos entrenadores.
    Volteando la mirada, apreciaron una multitud de chicas a varios metros de distancia.
    Llenos de curiosidad, regresaron a los pokémon a sus pokébolas y se acercaron a la multitud.

    —¿Qué está pasando aquí? —preguntó Ash.
    —¡Es el club de fans oficial de Drew De Larousse! —exclamó una de las chicas.
    —Y yo que pensaba que ya había visto cosas patéticas en mi vida… —murmuró Paul con vergüenza ajena.
    —¡Drew!, ¿tienes novia? —preguntó una fanática.
    —No… aún —respondió mirando fijamente a May.
    —¿Y te gusta alguien? —preguntó otra admiradora.

    Con esta pregunta, Brianna bajó la mirada con desilusión mientras que May sintió comezón por la incomodidad que empezaba a invadirle. Ash, por su parte, quería escuchar la respuesta a aquella pregunta.

    —Tal vez… —contestó el idolatrado chico al mismo tiempo que movía su flequillo.
    —Esto no podría interesarme menos. Vámonos de aquí —dijo Paul.
    —Espera —dijo Ash en seco.
    —¿Y quién es la afortunada? —dijo la misma fanática de la pregunta anterior.
    —¿Quieren saber?
    —¡Sí! —dijeron todas al unísono.
    —‘Ay, no…’ —pensó May muy preocupada.

    Ash y Brianna miraron a Drew con ansiedad. Querían saber la respuesta de una vez por todas sin tantas vueltas.

    —‘Más vale que tengas razón, Dawn…’ —pensó Drew—. ¡Me gusta esta chica! —dijo tomándole la mano.
    —¡Drew! —susurró May avergonzada.

    De inmediato se escucharon varios gritos de asombro por parte de las fanáticas. Diversas preguntas, cuchicheos y comentarios varios se escuchaban por todas partes.
    Brianna tan sólo se dignó a cerrar los ojos con tristeza.

    —¡Fue suficiente! —exclamó Ash encarando a Drew.

    Inmediatamente todas las miradas fueron dirigidas al azabache. Algunas de ellas eran de incertidumbre y otras eran totalmente despectivas.

    —¿¡Que estás haciendo!? —susurró Paul.
    —May no quiere nada contigo y lo sabes —prosiguió el entrenador de gorra roja, ignorando a su compañero.
    —'¿Será cierto...?' —pensó May.
    —¡Ay por Dios, entonces Drew está disponible! —exclamó una fanática.
    —¿Y qué te hace pensar eso, Ketchum? —preguntó Drew con fastidio.
    —Que te lo diga ella —respondió desafiante.

    Paul y Pikachu miraban con mucho asombro a Ash. De un momento a otro pareciera que el entrenador de pueblo Paleta hubiera perdido el control.

    —No me siento muy cómoda respondiendo eso aquí… —dijo May jugando con sus dedos índices.
    —¡Entonces sí le gusta! —exclamó una idolatra.
    —¡Ya basta! —gritó Brianna—. Si tanto quieren saber, ¿por qué no dejan que hable?
    —Sólo digo que no se hagan ilusiones por ahora —dijo Drew.
    —Qué tipo más presumido —murmuró Ash.

    En seguida, numerosas miradas asesinas fueron dirigidas al joven con “z” en las mejillas. Haber insultado a su ídolo en su presencia definitivamente era un grave error.

    —¿¡Qué rayos te pasa, idiota!? —murmuró el entrenador de cabellera morada con pánico.
    —¿Eso crees? —dijo Drew desafiante.
    —Sí, eso creo —respondió Ash en el mismo tono.
    —¡Debes ser bastante valiente para hablarle a Drew de ese modo! —intervino una fanática—. ¿Por qué no le das una lección, Drew?
    —¡Sí, demuéstrale quien eres! —dijo otra admiradora.
    —Si de lo que hablan es de una batalla pokémon, ¡adelante! —dijo Ash con tono provocador.
    —Tarado… —susurró Paul golpeándose el rostro con su mano exasperado.
    —Ay, no… —susurró May.
    —¿Pika? —murmuró Pikachu, mirando extrañado a su entrenador.

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    Mientras tanto, Jimmy, Vincent y Marina continuaban con su labor, hasta que alguien se asomó por el pasaplatos.

    —¡Hola! —exclamó la persona recién llegada.
    —¿Lyra? —preguntó Jimmy—. ¿Qué haces aquí?
    —Le dije al chef Eduardo que quería ver cómo les estaba yendo…

    En ese momento, Marina miró a Lyra con graciosa rivalidad y orgullo.

    —Oye, Jimmy, ¿y la marca del beso que te di en la mejilla? —dijo Lyra con decepción.

    Jimmy dejó caer una cuchara al lavaplatos lleno de desesperación. Marina lanzó un grito de impresión, y Vincent comenzó a observar la conversación.

    —¿¡Te dio un beso en la mejilla!? —cuestionó Marina.
    —¡No, no!, ¡bueno sí!, pero…
    —Se lo dio hoy, después de que ganaran la batalla —intervino Vincent, mirando con graciosa malicia a Jimmy.
    —¡Tú sigue secando la loza! —ordenó Jimmy.
    —Nah, cuando ustedes sigan trabajando yo continúo con mi labor…

    Marina en ese momento se le enrojeció el rostro completo de ira.
    Estrujaba con fuerza un trapo que tenía en sus manos y sin darse cuenta lo rompió.

    —Relájate, el trapo no ha besado a nadie… —susurró Vincent aterrorizado.

    Marina, perdiendo el control, tomó la esponja y se la lanzó a Lyra.
    La chica de ojos marrones, asustada, salió corriendo, logrando esquivar el objeto arrojado.

    —¡Auxilio, una maniática me quiere golpear con una esponja! —gritó Lyra mientras huía del lugar.
    —¡Y no vuelvas! —exclamó Marina después de sacarle la lengua a la corredora chica.

    Luego la chica se dio media vuelta, y se encontró con dos petrificados chicos que la miraban fijamente.

    —¿Y ustedes qué tanto ven?, ¡sigan lavando platos! —exclamó la chica furiosa, mientras los chicos enjuagaban y refregaban los platos con rapidez y susto.

    Recuperando la calma, Marina lanzó un suspiro y fue por la esponja.

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    Volviendo al patio del instituto, Ash y Drew estaban en el campo de batalla de césped, mientras May con Pichu en sus piernas, Paul con Pikachu en su hombro, y las fanáticas estaban en las gradas.
    Como era de esperarse, varias de las admiradoras le hacían porras a Drew.

    —No entiendo como esto llegó a pasar… —murmuró May.
    —Pichu…
    —Dímelo a mí —dijo Paul lleno de aburrimiento.
    —Pika Pi… —susurró Pikachu.

    Ash y Drew pasaron al centro de la arena antes de comenzar con el combate.

    —De acuerdo, si yo gano la batalla, tú no volverás a acercarte a May nunca más —dijo el azabache desafiante.
    —Y si yo gano, tú serás quién se mantendrá bien alejado de ella —dijo el muchacho de cabellera verde con bastante seguridad.

    Ash tragó saliva al sentirse un tanto presionado.

    —¿Trato hecho? —preguntó Drew ofreciendo la mano para hacer el acuerdo oficial.
    —Trato hecho —afirmó Ash, apretando fuertemente la mano del coordinador.

    Ambos empezaron a agitar la mano del otro y a estrecharla con mucha más fuerza, como si el ganador fuera a ser el que apretara la mano más fuerte.

    —¡Ya suéltense y terminen con esta tontería de una vez! —exclamó Paul desesperado.

    Ash y Drew se soltaron con brusquedad mientras se miraban con rivalidad, y se fueron a tomar sus posiciones en el campo de batalla.

    —¡Donphan, yo te elijo! —exclamó Ash lanzando una pokébola.

    De la cápsula esférica salió el Donphan de Ash, lanzado un fuerte gruñido y listo para el combate.

    —¡Flygon, sal ahora! —exclamó Drew realizando la misma acción.

    De la pokébola, salió el Flygon de Drew volando a una considerable altura y lanzando un potente grito.

    —¡Donphan, usa Rodada! —ordenó Ash.

    Donphan se enroscó y comenzó a girar con una increíble velocidad, y de un momento a otro, pegó un salto en dirección a Flygon.

    —¡Pulso de dragón! —exclamó el coordinador de ciudad Larousse.

    Flygon liberó una poderosa esfera verde de energía hacia su enroscado oponente, pero…

    —¡Esquívalo y sigue!

    Con una sorprendente rapidez, el Donphan se hizo a un lado pocos segundos antes de que el Pulso de dragón pudiera siquiera tocarlo, y en cuestión de segundos, embistió a Flygon.

    —Nada mal… —murmuró Drew sin parecer preocupado.
    —Y apenas estamos comenzando —dijo el azabache—. ¡Hiperrayo!

    Donphan, con muchísima energía aún, lanzó un rayo de energía color naranja en dirección a su oponente.

    —¡Contrarrestalo con Tormenta de arena! —ordenó el chico de ojos verdes.

    Flygon aleteó rápidamente, y creó un potente tornado de arena que desvió con facilidad el Hiperrayo, llegando a desvanecerse en el aire.

    —¿Pero cómo? —exclamó Ash.
    —¡Ahora usa Lanzallamas! —mandó Drew.

    El pokémon místico lanzó una poderosa corriente de fuego hacia el elefante tipo tierra.

    —¡Usa Excavar!

    Rápidamente Donphan hizo un agujero en el suelo y entró en él para esquivar el Lanzallamas.

    —¡Usa el Lanzallamas en el agujero! —ordenó Drew.

    Flygon, lanzó otra ráfaga de fuego, esta vez en la fosa recién hecha por el pokémon elefante. Sin embargo, Ash parecía no estar preocupado.

    —No entiendo, ¿por qué Ash sonríe? —preguntó May.
    —De seguro supuso que Drew haría eso, así que tiene alguna táctica en mente —respondió Paul, analizando con cautela el combate.
    —¡Tú puedes, Drew! —exclamaban las admiradoras.
    —¡Usa Derribo! —ordenó Ash.

    Lo que ocurrió a continuación dejó a todos anonadados.
    Donphan volvió a salir a la superficie, rodeado por una energía dorada, y una llamarada.

    —¡Utilizó la energía del Derribo como campo de fuerza para usar el Lanzallamas a su favor! —exclamó May fascinada.
    —¡Bastante inteligente! —añadió Paul impresionado.
    —Interesante… —murmuró Drew con una tranquila sonrisa—. ¡Ala de acero!

    Sin quedarse indefenso, las alas de Flygon adoptaron un color metálico y se dirigió hacia Donphan.
    Ambos pokémon colisionaron entre sí, y hacían lo posible por no retroceder.

    —¿De verdad cree que eso será suficiente para hacer retroceder al Donphan de Ash? —preguntó Paul.
    —No subestimen al Flygon de Drew —intervino Brianna—. Es uno de sus pokémon más poderosos, y estoy segura que Drew sabe lo que hace.
    —¡Pulso de dragón!

    En medio de la lucha por mantenerse firme, Flygon lanzó otra poderosa esfera verde, a lo cual tanto Ash como Donphan abrieron los ojos como platos de la impresión.
    Un fuerte sonido se escuchó al mismo tiempo que se generó una pequeña cortina de humo en el aire.
    En pocos segundos se vio como un pokémon salió disparado al suelo, generando un pequeño cráter al caer. Como muchos suponían, era Donphan.

    —¡Oh no! —exclamó May.
    —Fue un golpe fuerte… —dijo Paul.
    —¡Donphan!, ¿estás bien, amigo?

    Para sorpresa de muchos, el pokémon elefante se levantó y lanzó un rugido afirmando su buen estado. Un solo golpe no iba acabar con él.

    —Bien, Flygon, ¡Ala de acero una vez más! —ordenó Drew.

    Flygon emprendió el vuelo en dirección a Donphan, mientras sus alas tomaban un tono metálico nuevamente.

    —¡Esquívalo!

    Donphan rápidamente corrió en otra dirección para evadir el ataque.

    —¡Alto! —gritó una voz.

    Ese grito desconcentró a todos, incluyendo a Flygon, que perdió el equilibrio y comenzó a aterrizar bruscamente en una dirección indefinida…

    —¡Misty! —exclamó Ash—, ¿qué ocurre?

    La tutora de cabello anaranjado se iba a disponer a hacer una pregunta, pero luego su expresión cambió a una de enorme apuro.

    —¡Ash, cuidado! —gritó Misty con pánico.

    El azabache se dio media vuelta y abrió grandemente los ojos cuando vio que muy cerca de él se encontraba un Flygon descontrolado.

    —¡Flygon, no! —exclamó Drew buscando la pokébola desesperado.

    Ash se limitó a cerrar los ojos al ver que no había escapatoria y sintió como un poderoso golpe sacudió su cabeza.
    Flygon logró recuperar el vuelo, pero sin querer, golpeó a Ash con una de sus alas cuando el tono metálico aún no desaparecía, siendo un choque realmente brutal.
    Los espectadores se quedaron como piedra cuando vieron aquella horrorosa escena, y a continuación, el cuerpo de Ash cayó desplomado al suelo.

    —¡¡Pikachu!! —gritó Pikachu, corriendo a gran velocidad en dirección de su entrenador, seguido por Pichu.
    —¡No! —exclamaron May y Paul, saliendo a toda velocidad de las gradas.
    —¡Ash! —exclamó Misty aterrada corriendo hacia su inconsciente amigo.

    Paul rápidamente tomó la pokébola de Donphan y regresó al pokémon a su cápsula.

    —¡¡Pikachu, Pika!! —gritó el pokémon lleno de pánico mientras un par de lágrimas salían de sus ojos.
    —¡Ash, por favor, reacciona! —exclamó May mientras oscilaba su mano cerca del rostro del azabache.
    —¡Que alguien llame a la enfermera! —pidió Misty.
    —¡Yo voy, y de paso le aviso a su novia! —dijo Brianna, echando a correr.
    —¿Ash tiene novia? — murmuró Misty.

    May asintió.

    Brianna corría por el vestíbulo llena de preocupación, y sin darse cuenta chocó con alguien.

    —¡Lo siento! —exclamó Brianna.
    —¡Brianna!, ¿por qué estás tan agitada?
    —¡Lyra!, ¿sabes dónde está Dawn?
    —Sí, en la sala telefónica —dijo Lyra—, ¿por qué?
    —¡Ash está inconsciente! —exclamó la coordinadora de isla Crisantemo—. Por favor ve a avisarle mientras yo le digo a la enfermera.
    —¡Oh, no! —exclamó Lyra—. ¡De acuerdo, voy ya mismo! —añadió al espabilar.

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    En pocos minutos, llegaron Brianna y la enfermera Julia con una camilla al lugar donde estaba el inconsciente azabache rodeado de los espectadores de la interrumpida batalla.

    —¿Y cómo está enfermera? —preguntó May angustiada.
    —Todo está en orden, pulso y respiración normales —informó la enfermera después de examinarlo—. De todos modos, es necesario llevarlo a la enfermería para que tenga un mejor reposo.

    Drew y Paul ayudaron a poner el cuerpo de Ash sobre la camilla, y rápidamente se lo llevaron a la enfermería junto a May, Pikachu y Pichu.

    Misty, por su parte, se quedó para calmar a las admiradoras de Drew, que andaban histéricas y aterrorizadas por lo que habían visto.

    -----------------

    Mientras tanto, en la sala telefónica, Dawn iba ya cerca de las últimas líneas de su lista.

    —¡Y entonces besé a Ash ayer en la tarde! —dijo la coordinadora de Sinnoh.
    —Vaya, entonces peleaste con Ash tres veces esta semana… —dijo Johanna.
    —Lo sé, por fin el número de peleas va disminuyendo, ¿no?

    En eso, Dawn escuchó que golpearon la puerta de su cabina con desesperación.
    Aturdida, volteó a ver de quién se trataba, y al ver que era Lyra le hizo señas de que esperara.
    Nuevamente, Lyra golpeó la puerta con pánico.

    —Espera un momento… —le dijo Dawn a su madre.

    Dawn sacó un papel en blanco, escribió una frase en él y lo pegó en la puerta.
    Lyra al ver hoja de papel, leyó la frase que decía “No molestar”.
    La entrenadora de Johto lanzó un suspiro desesperado y se dirigió a la recepción de la sala telefónica.

    —¡Señora, necesito decirle con urgencia a la chica de la cabina cuatro que su novio está en la enfermería!, ¿puede darle el mensaje?
    —¡Santo cielo! —exclamó la recepcionista—. De acuerdo, ya mismo lo hago.

    La recepcionista, entonces, apretó un botón rojo con el número cuatro y a través de un micrófono, dijo: “Señorita, informan urgentemente en recepción que su novio está en enfermería”.

    —¿¡Qué!? —exclamó Dawn preocupada—. ¡Mamá!, ¡Ash está en la enfermería y parece que es grave!
    —¡No puede ser! —exclamó Johanna—. Bueno, ve a ver lo que ocurrió y luego me llamas, ¿sí?

    Dawn asintió.

    —Tranquila, hija —dijo la madre de Dawn con una sonrisa consoladora—. Todo estará bien.

    Dawn le agradeció el apoyo a su madre, y entonces, la video-llamada finalizó.
    La coordinadora de bufanda rosada rápidamente sacó el papel de la puerta y salió corriendo a la recepción.

    —¡Lyra! —exclamó la coordinadora de cabellos azules—, ¿qué pasó?
    —Ash está inconsciente.
    —¿¡Y por qué no me dijiste antes!?
    —¡Pero si yo…! ¡Agh, Vamos!

    Las dos chicas, entonces, salieron a toda velocidad de la sala telefónica, llenas de angustia y agitación.
    ¿Qué habrá ocurrido con Ash?, se preguntaba Dawn una y otra vez.

    -----------------

    En aquellos momentos, el entrenador con “z” en las mejillas se encontraba reposando sobre una cama en la enfermería, siendo observado de cerca por su fiel Pikachu con tristeza.
    La castaña se encontraba sentada en una silla junto a él, con la gorra del chico en sus piernas mientras le sujetaba una de sus manos
    Paul, Drew y Pichu contemplaban con silencio al azabache mientras la enfermera Julia hacía un análisis por escrito.
    Habían pasado unos 15 minutos desde que ocurrió el accidente, pero los chicos y los dos pokémon eléctricos sentían como que hubiera pasado un día completo.

    —Ash, por favor, despierta…—susurró May con la voz temblorosa.
    —¡¡Pika, Pikachu!! —exclamó Pikachu mientras lloraba acostado cerca de su entrenador.
    —Tranquilos, en cualquier momento despertará. Afortunadamente, el golpe no fue tan grave como parecía —informó la enfermera Julia.

    Justo después de aquellas palabras, el azabache empezó a abrir lentamente los ojos, así que May decidió soltarle la mano mientras lo miraba anonadada.
    Cuando por fin logró despertar, el azabache se sentó en la cama, y el ratón eléctrico se abalanzó en sus brazos alegremente mientras le lamía el rostro numerosas veces.

    —¡Hola, amigo! —exclamó Ash.

    May pegó un gran suspiro de alivio y miró con mucha ternura al azabache.

    —¡Por fin despertaste! —dijo la castaña—. Creo que esto es tuyo, Ash.

    La castaña le pasó la gorra al decir esa última frase. Una agradecida sonrisa se dibujó en el rostro del azabache, y después de recibirle la gorra, le tomó la mano a la coordinadora de pañoleta verde, haciéndola sonrojar; momento que Drew prefirió ignorar.

    —Gracias… —dijo mirándola fijamente a los ojos—. ¿Y qué fue lo que pasó? —añadió mirando a los demás sin soltarle la mano a su amiga.
    —Flygon no alcanzó a recuperar el control a tiempo y te golpeó accidentalmente con su Ala de acero —le respondió Paul.
    —Sin embargo, no fue nada grave, pues recibiste el golpe cuando el ataque estaba cesando, así que no hay lesiones mayores —agregó la enfermera—. Te preparé una bolsa de hielo, para que la hinchazón baje; y antes de irte te daré unas pastillas anti-inflamatorias que deberás tomar en los siguientes dos días.
    —Gracias enfermera… —dijo Ash.

    En ese momento, la puerta se abrió abruptamente, entrando dos chicas a toda velocidad al lugar, y haciendo que May y Ash se soltaran las manos rápidamente.

    —¡¡Ash!! —exclamó Dawn llena de pánico.
    —Pika… —susurró Pikachu de mala gana, saltando de la cama antes de que la chica le cayera encima.

    Dawn aceleradamente tocó el rostro, la frente y los brazos del chico como si lo estuviera examinando para un chequeo de primeros auxilios.

    —¿Estás bien?, ¿no tienes ningún hueso roto? —preguntó la coordinadora de Sinnoh.
    —Sí, estoy bien, no te preocupes —respondió el chico—. ‘Eso me recordó demasiado a mi mamá…’ —añadió en sus pensamientos.
    —Que alivio… —dijo la chica sonriendo, y acortando rápidamente la distancia entre ambos para darle un sorpresivo beso.

    En definitiva, eso no fue muy agradable para May, pues le hizo recordar al instante el momento similar que había visto el día anterior, así que decidió irse luego de que Pichu regresa a su hombro.

    —Espero que te mejores, Ash.
    —¿Ya te vas? —preguntó el azabache, haciendo que la coordinadora de ojos color lapislázuli lo mirara de re-ojo.

    La castaña asintió con dulzura.

    —¿Te acompaño? —preguntó Drew.
    —No es necesario, recuerda que me iba a reunir con Marina —dijo la castaña.
    —De todas maneras voy, ya no tengo nada más que hacer —repuso el coordinador de chaqueta morada.
    —Los acompaño, es mejor dejar a la parejita tranquila… —intervino Paul, que también parecía un poco incómodo.
    —Entonces yo me voy con ustedes —dijo Lyra—. No quiero quedarme tocando el violín.

    El grupo de chicos salió del lugar, quedando solamente la pareja junto a Pikachu y la enfermera julia en aquella habitación.

    —Oye, Ash, ¿qué hacía ella aquí? —preguntó Dawn con desconfianza.
    —¿De quién hablas?
    —De mi tía Jocelyn… —dijo sarcásticamente la coordinadora de gorro blanco—. ¿¡De quién más va a ser!? ¡Hablo de May Balance!
    —Ah. Ella estaba presente cuando me di el golpe, así que junto a Paul y Drew me acompañaron hasta aquí —respondió el azabache.
    —Señorita, su novio acaba de recuperar y es mejor que no sufra emociones fuertes, así que por favor conserve la calma —dijo la enfermera con una bolsa de hielo en su mano.
    —Ah, sí, claro —respondió la coordinadora de bufanda rosa avergonzada.

    Pikachu no pudo evitar soltar una burlona risa contra la chica de ojos color lapislázuli.
    La chica indudablemente escuchó al ratón amarillo, y sin que su novio se diera cuenta, le sacó la lengua a la pequeña criatura.
    Pikachu no se quedó atrás, y le devolvió el mismo gesto. Definitivamente, el que ríe último, ríe mejor.

    -----------------

    Luego de que May, Pichu, Drew, Paul y Lyra llegaran al vestíbulo, cada uno tomó su propia dirección.
    May se detuvo por un momento, y miró su mano detenidamente con una sonrisa y un leve sonrojo, recordando el breve momento que había pasado junto al entrenador de pueblo Paleta.

    —¿Pi? —dijo Pichu al ver a su entrenadora tan silenciosa.
    —Oh, cierto —reaccionó la castaña—. Tenemos que ir a ver a Marina, ¿hacemos una carrera?
    —¡Pichu! —exclamó el pokémon, saltando al suelo y poniéndose en posición de correr.
    —¿Listo?, ¡ya! —exclamó la castaña, poniéndose ambos a correr a gran velocidad.

    -----------------

    Unas horas después, Gabby y Ty se encontraban mostrándole a la directora algunas tomas de la Poké-academia que lograron grabar aquel día.

    —Grabamos las instalaciones como el restaurante y el vestíbulo y entrevistamos a la junta directiva, ¿qué le parece? —preguntó Gabby.
    —Van bastante bien, los felicito —contestó la directora satisfecha.
    —Si nos permite, debemos retirarnos —dijo Ty.
    —Adelante, no se preocupen.

    Al mismo tiempo que los periodistas abandonaron la oficina, aparecieron Solidad y Lance y se sentaron frente al escritorio de la señora Helen.

    —¿Quería hablar con nosotros, directora? —preguntó Solidad.
    —Ah, sí. Hoy hablé con el señor Scott acerca de la excursión que habían propuesto.

    Lance y Solidad intercambiaron una mirada de emoción.

    —¿Y qué le dijo? —dijo Lance.
    —Le gustó la idea —respondió la directora—. Ya habló con las autoridades, y dijeron que no había ningún problema, siempre y cuando sea en un tiempo futuro, pues ahora Isla Canela se encuentra en periodo de reconstrucción.
    —¿Y cómo para que fecha quedaría? —preguntó nuevamente el pelirrojo.
    —Había pensado en unas tres semanas antes del Torneo de fin de año, ¿les parece bien?

    Solidad y Lance se dispusieron a murmurar un momento. Luego de intercambiar diversas opiniones, voltearon la mirada hacia la directora, y dijeron un “Sí” al unísono.

    Un día bastante diferente a los otros acaba de presentarse, y faltaba un solo día para que la primera semana de actividades de la Poké-academia finalizara.

    ¿Pasarán Ash y Paul a las rondas finales de la conferencia de batallas dúo?, ¿May tenía razón en sus sospechas sobre Ash?, ¿cómo les irá a los estudiantes en la salida a ciudad Viridian? ¡Atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 3 Noviembre 2013
  5.  
    Faumen

    Faumen Iniciado

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    una historia sorprendente hasta ahora escribo pero eso no hace que deje de disfrutar los capitulos, espero poder ver mas de ellos pronto porque la trama y como narras la historia es buena, aunque si pudieras narrar un poco mas de hechos en situaciones, lugares y cosas así creo que podria ser mas entretenido, es mi opinion solamente pero espero poder disfrutar mas de tu historia
     
  6.  
    Hygge

    Hygge Game Master

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    Aqui Pikaflash comentando de nuevo :3

    ¡¡Me ha encantado este capítulo, OnlyYops!! Por ahora es mi favorito de todos. Me encantó la escena de Ash y May y los celos de Marina junto a la esponja asesina xD
    No vi faltas de ortografia ni de acentuación y escribes muy bien. Sigue así y espero que puedas seguir invitándome.

    Ahora las preguntas:
    -¿Pasarán Ash y Paul a las rondas finales de la conferencia de batallas dúo? Supongo que si. Trabajan muy bien en equipo.
    -¿May tenía razón en sus sospechas sobre Ash? ¡Claro que si! >w< Son tan tiernos juntos.
    -¿Como les irá a los estudiantes en la salida a ciudad Viridian? Espero que suceda algo interesante ^^

    Bueno, muy buen capitulo. Y sin nada más que decir, me despido.

    Pikapi
     
  7.  
    Erwin Alfonzo

    Erwin Alfonzo Iniciado

    Aries
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    Buenas OnlyYops, disculpa la tardanza me surgieron unos contratiempos... (ok no, ni yo me la creo xD).

    ¡El capitulo ha quedado espectacular! Celos por aqui, celos por alla xD me parece que Ash no sera el unico cuya cabeza va a reventar dejandose llevar por los celos. ¡Y que mejor forma de cortarle la inspiracion a Drew que con un conveniente club de fans! Esa declaración publica fue la chispa que encendio la llama sobre cierta personita... o deberia decir ciertas. Aunque me sorprendio un poco la forma en que la batalla culminó, y mas porque finalizó con un golpe bajo para el Contest y el PearlShipping (y para el Advance otra vez :S vaya que Dawn no se quiere quedar atras). Curiosamente en este capitulo por fin confirme lo que sospechaba sobre cierta personita, asi que como ya comenté anteriormente esperaré a que llegue el momento en que haga su movimiento... Y pues, no se porque pero me quede con las ganas de mandar a volar a Vicent asi estilo Equipo Rocket ._. xD

    En particular me gusto la forma en que narraste la batalla pokemon entre Drew y Ash. Realmente te apegas de forma adecuada al anime, y de esa forma es facil hacer imagenes mentales de como cada pokemon hace cada movimiento. Y no faltaron los momentos graciosos, como el "beso de la perdicion" de Lyra, la escena de la esponja con Marina xD, o cuando Dawn le recrimina a su amiga que porque no le habia avisado antes sobre el incidente con su novio (esa escena fue tan... Dawn xD). De verdad que cuando uno se toma el tiempo para hacer las cosas, terminan quedando mejor de lo que se esperaba.

    Ahora con respecto a las preguntas:

    ¿Pasarán Ash y Paul a las rondas finales de la conferencia de batallas dúo?
    R= Seguramente lo haran. Cuidado y la mala suerte que tiene Ash de no poder ganar casi nunca una Liga Pokemon le causa problemas a Paul.

    ¿May tenía razón en sus sospechas sobre Ash?
    R= ¿Hace falta responder? Si la reaccion del azabache despues de la confesión pública no fue lo suficientemente evidente pues...

    ¿Cómo les irá a los estudiantes en la salida a ciudad Viridian?
    R= Presiento que algo interesante e inesperado ocurrira en esa salida. Y que a la vez habran avances de parte de varios Shippings.


    Excelente capitulo, esperare con ansias el proximo. Cuando tenga tiempo libre hablamos :D
     
  8.  
    ArtistA

    ArtistA Iniciado

    Escorpión
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    Hola :) Curioseando por aquí, me diste el gusto de entretenerme con gran historia, me encanta la trama párese novela XD esperare gustosa la continuación :3

    ¿Pasarán Ash y Paul a las rondas finales de la conferencia de batallas dúo?
    Espero que si. Ambos son muy buenos entrenadores

    ¿May tenía razón en sus sospechas sobre Ash?
    :D (Hay Ash esta celoso y ni siquiera lo sabe. Cosita :3)

    ¿Cómo les irá a los estudiantes en la salida a ciudad Viridian?
    Algo interesante y sorprendente :3
     
    Última edición: 14 Noviembre 2013
  9.  
    BlackAuraWolf

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    Lo prometido es deuda.
    Fue un muy buen capitulo, con buenos combates y momentos graciosos, casi esperaba ver a Marina descubriendo el beso marcado en Jimmy, ¡hubiera sido hilarante! y el accidente de Ash le agrego dramatismo, muy buen capitulo, espero el proximo. Jaa nee (asta luego en japones)
     
  10. Threadmarks: Capítulo 13: Una salida sin regreso al centro comercial
     
    Steve Yops

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    Título:
    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    7982
    ¡Hola a todos mis lectores!
    Por fin les traigo el capítulo número 13 jajajajja. Espero que lo disfruten y que dejen un graan comentario.

    Capítulo 13: Una salida sin regreso al centro comercial

    La salida del sol indicaba que el último día de la primera semana de actividades de la Poké-academia acababa de iniciar.
    El viento recorría los alrededores del instituto, y a lo lejos se podía ver una parvada de Pidgey volando en medio del amanecer.
    Pequeños Ratatta se asomaban desde sus nidos, y varios Bellsprout corrían por las diversas áreas verdes de la ruta 22.

    Una combinación de ánimo y cansancio se encontraba dentro de diversos estudiantes, pero no hubo problema alguno para despertarse, tomar desayuno y dirigirse a sus respectivas áreas de clase.

    En el caso de los entrenadores, las rondas semi-finales de la Conferencia de batallas dúo estaba a punto de iniciar.

    La primera sería realizada por Ash y Paul, del lado derecho del campo de batalla, contra dos chicas llamadas Bridget y Sophie, ubicadas en el lado izquierdo.

    Bridget era una joven muchacha de estatura alta, cabello rubio y crespo, ojos verdes y piel blanca. Vestía de una blusa negra, pantalón rojo y botas de color café.

    Sophie era una chica de piel morena, estatura media, ojos azules, y cabello negro recogido en dos coletas. Vestía de una blusa blanca, falda roja, calcetas blancas y zapatos negros.

    —Una cosa antes de empezar —informó Norman—. Para esta batalla serán muy importantes las tácticas de defensa, así que traten de bloquear los ataques de su oponente la mayor cantidad de veces posible.
    —‘Perfecto…’ —pensó el joven de cabello azabache con entusiasmo.

    Los dúos asintieron. Se miraron con rivalidad mientras preparaban sus pokébolas.

    —¡Que comience la batalla! —declaró Misty.
    —¡Snorlax, yo te elijo! —gritó Ash.
    —¡Sal ahora, Aggron! —exclamó Paul.

    Lanzaron las pokébolas, y salió Snorlax dando una fuerte pisada contra el suelo, junto a Aggron que emitió un potente rugido.

    —¡Adelante, Graveler! —exclamó Bridget lanzando la pokébola.
    —¡Starmie, tú también! —gritó Sophie realizando la misma acción que su compañera.

    De aquellas cápsulas esféricas salieron, entonces, el pokémon roca moviendo sus cuatro brazos con velocidad y el pokémon misterioso girando su estrella trasera.

    —¡Snorlax, Golpe de cuerpo! —ordenó Ash

    Snorlax pegó un gran salto y se dirigió a Starmie y Graveler con ferocidad.

    —¡Starmie, Chorro de agua!
    —¡Graveler, Lanzarrocas!

    De la punta de su extremidad superior, Starmie lanzó un potente espiral de agua, mientras que Graveler dio un fuerte golpe en el suelo, lanzando una ráfaga de rocas en contra de Snorlax.

    —¡Defensa! —ordenó el azabache con mucha seguridad.

    El cuerpo de Snorlax emitió un brillo por unos segundos e inmediatamente tensionó todos y cada uno de sus músculos. Gracias a su robustez y al ataque recién empleado, pudo desviar los ataques de sus oponentes sin problemas.

    —¡No! —exclamó Bridget.
    —Imposible… —susurró Sophie.

    Justo después de las palabras de Sophie, se escuchó un estremecedor ruido junto a un gran remesón; Snorlax había logrado envestir a ambos de sus oponentes.

    Lucy, Norman y Lance observaban aquellas maniobras con admiración.

    —Bien hecho, Ash—le dijo Paul—. Ahora es mi turno. ¡Aggron, Garra de metal!

    Aggron salió corriendo hacia Starmie y Gravaler mientras levantaba su brazo, cuyas garras empezaban a adoptar un brillo de tono metálico.

    —¡Starmie, usa Rayo de hielo!
    —¡Graveler, Doble filo!

    Ambos pokémon mencionados empezaron a recargar sus ataques pero…

    —¡Eco metálico!

    Sin interrumpir la Garra de metal, los cuernos del pokémon coraza férrea empezaron a brillar y a emitir ondas de sonido plateadas. Cuando éstas golpearon a Starmie y Graveler, ambos pokémon quedaron aturdidos sin poder proseguir con sus movimientos.

    Posteriormente, Aggron levantó su otro brazo, donde efectuó otra Garra de metal, y golpeó con brutal fuerza a ambos pokémon.

    —¡Rayos! —se quejó Bridget—, ¿qué nos está pasando?
    —No lo sé, pero no vamos nada bien…
    —Vaya, y yo pensé que sería más difícil… —susurró Ash.

    Los jueces miraban con mucha satisfacción a Ash y Paul. Definitivamente sus tácticas para bloquear a sus oponentes les estaban dejando un muy buen sabor en boca.

    —¡Fuerza Bruta, Graveler! —ordenó Briget apurada.

    El pokémon roca flexionó su cuerpo, pareciendo que su cuerpo se hubiese puesto más robusto.
    Al hacer esto, un aura de color azul claro lo rodeó, y se dirigió hacia Aggron violentamente. Sin embargo, Paul no parecía hacer nada al respecto.

    —¡No! —exclamó Ash—. ¡Snorlax usa…!

    El azabache fue interrumpido por su compañero de cabellera morada. Le puso una mano al frente queriéndole decir que espere.

    Graveler, entonces, levantó con mucha fuerza al pokémon coraza férrea, y lo tiró bruscamente al suelo, dejando un pequeño cráter en el campo de batalla.

    —¡Represión de metal! —gritó Paul con euforia.

    El cuerpo de Aggron fue rodeado por un aura plateada y rápidamente liberó una gran esfera blanca con destellos de tonalidad metálica, e impactó fuertemente contra el pokémon roca.

    Graveler salió volando por los aires al ser empujado por la Represión de metal y se precipitó violentamente contra el suelo, cayendo debilitado.

    —¡Graveler! —gritó Bridget preocupada, regresándolo a su pokébola.
    —Graveler ya no puede continuar —anunció Misty levantando la bandera roja con su mano izquierda.
    —Ahora queda Starmie… Todo tuyo, Ash —dijo Paul.
    —‘Sabía que no había que confiarse…’ —pensó Sophie con remordimiento.

    El entrenador de pueblo Paleta asintió. Intercambió una mirada de confianza con Snorlax, y lanzaron otra desafiante a sus oponentes.

    —¡Snorlax, usa Golpe de cuerpo una vez más!

    El pokémon dormir se dirigió hacia el pokémon misterioso para embestirlo una vez más pero…

    —¡Destello! —ordenó Sophie.

    La gema de Starmie emitió un fulgurante resplandor que dejó momentáneamente cegados a los pokémon de Ash y Paul, cayéndose Snorlax al suelo.

    —¡Ahora usa Ventisca! —mandó la entrenadora del pokémon misterioso.

    Starmie de una de sus puntas liberó una corriente de aire frío acompañada con bolas de nieve, golpeando con fuerza a Snorlax.
    La Ventisca era tan potente que logró mandar a volar por los aires a un pokémon tan pesado como Snorlax.
    El pokémon dormir cayó precipitado sobre Aggron, y lo siguiente dejó simplemente aterrados a Ash y Paul: Tanto Snorlax como Aggron quedaron congelados.

    —Vamos a romper el hielo con… ¡Trueno! —exclamó Sophie.

    La estrella marina de color morado dio un gran salto y liberó una potente descarga eléctrica en dirección a los gélidos pokémon.
    El rayo destrozó el hielo que rodeaba a ambas criaturas, y en consecuencia, electrocutó a los susodichos.

    —¡Eco metálico, Aggron!

    Con dificultad, el pokémon coraza férrea emitió las ondas sonoras contra Starmie.
    Afortunadamente, tuvo éxito, interrumpiendo el ataque de la estrella morada.

    —Terminemos con esto… —dijo Paul.
    —¡Snorlax, Hiperrayo!

    El pokémon dormir abrió su boca, y frente de ella se formó una esfera de energía naranja.
    Posteriormente, liberó un potente rayo del mismo color, y justo cuando Starmie estaba por levantarse, fue golpeada por aquel poderoso ataque.

    Finalmente, la estrella morada cayó debilitada, y su entrenadora la devolvió a su pokébola.

    —Starmie ya no puede continuar, ¡Ash y Snorlax junto a Paul y Aggron son los ganadores! —declaró Misty levantado una bandera roja con su mano izquierda, y luego otra verde con su mano derecha.
    —Así se hace, Paul —dijo Ash ofreciéndole su mano para chocar las palmas.

    Paul en un principio miró con duda al entrenador de gorra roja, pero luego le esbozó una pequeña sonrisa y le correspondió el gesto.

    —¡Debo felicitar a Ash y a Paul! —exclamó Norman—. Pero antes, ¿Qué ocurrió con ustedes chicas?
    —Creo que nos confiamos demasiado, y no entrenamos mucho ayer… —dijo Bridget avergonzada.
    —Bueno, está bien creer que son capaces pero recuerden que no deben subestimar a su contrincante, y que siempre hay que entrenar para poder ser mejores cada día —les dijo Lucy.

    Bridget y Sophie asintieron.

    —Bueno, sin embargo Sophie espabiló al final y logró defenderse un poco, así que ya saben, aprovechen el consejo que se les ha dado —agregó Lance.
    —Ash, Paul, felicidades; hacen un gran equipo —dijo Norman—. ¡Han pasado a la ronda final!

    Con las palabras de Norman, los espectadores les dieron a los entrenadores un gran aplauso, mientras ellos sentían una gran alegría por dicho logro.
    Sin embargo, en medio de todas esas caras felices, se veía a un pensativo Jimmy.

    —¿Qué pasa, Jimmy? —preguntó Lyra al ver al chico silencioso.
    —Lyra, si pasamos a la ronda final, debemos entrenar mucho hoy.

    A Lyra se le formó una gran sonrisa en su rostro al pensar que pasaría toda la tarde con el chico de gorra amarilla.

    —¡Encantada! —exclamó Lyra—. Aunque no te presiones demasiado, a nosotros también nos ha ido muy bien.
    —Lo sé, pero ya escuchaste a Lance, no hay que confiarnos.
    —Sí, pero tampoco debes estresarte con eso; sólo ten fe en que lo haremos estupendo mientras entrenemos lo suficiente. Es cuestión de buscar el equilibrio.
    —Vaya, sabias palabras, Lyra —dijo Jimmy impresionado, esbozando una sonrisa.
    —Gracias… —agradeció la entrenadora de ojos marrones.

    Ambos chicos voltearon la mirada hacia el monitor, y notaron que ya era su turno.
    Pasaron, entonces al lado derecho del campo de batalla, mientras que sus contrincantes pasaron al lado izquierdo.

    Se enfrentarían a dos chicos llamados Alex y Ben.

    Alex era un chico de cabello azul grisáceo, ojos azules y piel blanca. Iba vestido de una camiseta blanca, un chaleco de color rojo, pantalón gris y zapatos color café.

    Ben, por su parte, era un muchacho de piel morena vestido de una camiseta blanca, una chaqueta abierta de color naranja, jeans y zapatos grises. Su cabello estaba cubierto por un gorro de color azul.

    —¿Listos?, ¡qué comience el combate! —declaró Misty.
    —¡Prepárate, Tyranitar, es hora de la batalla! —gritó Jimmy lanzando una pokébola.
    —¡Adelante, Jynx! —exclamó Lyra imitando a su compañero.

    Entraron al campo de batalla un Tyranitar con una furiosa mirada que pegó un fuerte alarido; y una alegre Jynx que tiró unos cuantos besos al público.

    —¡Ve, Pelipper! —gritó Alex lanzado una cápsula esférica.
    —¡Sal, Manectric! —exclamó Ben realizando la misma acción.

    Fueron convocados por parte del equipo oponente, un Pelipper que volaba con entusiasmo por los aires, y un feroz Manectric que emitió unas cuantas chispas mientras se preparaba para el combate.

    —¡Pelipper, usa Tornado! —ordenó Alex.

    Pelipper obedeció a su entrenador, y empezó a agitar rápidamente sus alas, liberando una potente ráfaga de viento que complicaba la movilidad para Tyranitar y Jynx.

    —¡Manectric, Onda trueno! —mandó Ben.

    Varias chispas rodearon al cuerpo de Manectric, y después de dar un rugido, lanzó grandes ondas eléctricas hacia sus oponentes.
    Dichos pokémon soltaron un quejido cuando fueron alcanzados por la energía eléctrica, mientras numerosas chispas rodeaban sus cuerpos.

    —Están paralizados… —susurró Jimmy.
    —¡Pelipper, Hidrobomba! —exclamó el entrenador de cabello grisáceo.

    El pokémon ave agua se dispuso a abrir su pico y formó una bola de agua. En cuestión de segundos, dicha esfera se aplanó y adoptó la forma de un gran círculo, del que salió un potente chorro de agua.

    —¡Jynx, usa Doble rayo!

    Con esfuerzo, Jynx pudo efectuar dicho ataque, liberando un rayo multicolor desde su boca, pero…

    —¡Manectric, Trueno!

    Manectric liberó una potente descarga eléctrica contra el pokémon forma humana, sin piedad alguna.
    Jynx emitió un fuerte gemido de dolor y el Doble rayo se desvaneció.

    —¡Jynx! —gritó Lyra alarmada.

    El problema no se acababa ahí, pues la Hidrobomba estaba a pocos metros de Tyranitar.

    —¡Vamos Tyranitar, muévete! —exclamó Jimmy apurado.

    Aunque Tyranitar quería obedecerle a su entrenador, lamentablemente no tuvo éxito, pues la paralización le impedía moverse.
    Luego de sus fallidos intentos de esquivar la ráfaga de agua, se escuchó un estremecedor ruido al mismo tiempo que una considerable cantidad de polvo fue levantada.

    Cuando la visibilidad fue recuperada, pudieron ver al pokémon coraza en el suelo, donde formó un pequeño cráter.

    —¡Tyranitar!, ¿estás bien, amigo? —preguntó Jimmy angustiado.

    Tyranitar, volviendo a pararse con un poco de dificultad, emitió un rugido para afirmar que aún le quedaban energías.

    —¡Pelipper, usa Neblina!

    El pelicano liberó una corriente de humo blanco que se esparció rápidamente por todo el campo de batalla, reduciendo muchísimo la visibilidad, y por lo tanto, complicando más las cosas para Jimmy y Lyra.

    —Rayos. Primero los paralizan y ahora nos dejan sin visibilidad… —murmuró Jimmy preocupado.
    —No te alarmes, Jimmy. Tal vez nos quede difícil atacar ahora, pero lo importante en estaba batalla es la defensa, ¿no? —dijo Lyra—. Sólo asegúrate que Tyranitar y Jynx no se separen en ningún momento.

    Jimmy, impresionado, asintió. Estaba empezando a ver que Lyra era mejor entrenadora de lo que él creía, y probablemente ya tenía un plan en mente.

    Norman, Lucy y Lance, por su parte, observaban con mucho interés la batalla. Desde el inicio, las cosas se habían puesto bastante emocionantes, y notaron con facilidad como Ben y Alex llevaban la ventaja.

    Por órdenes de sus entrenadores, Tyranitar y Jynx se quedaron juntos, cada uno dándole la espalda al otro para asegurarse que nada peligroso se les aproximara mientras analizaban todo el perímetro, o al menos lo que lograban ver a causa de la neblina.

    Alex miró a Ben con cierta astucia.

    —Ahora… —susurró Alex.
    —¡Manectric, Onda Voltio!
    —¡Pelipper, Salmuera!

    Desde la densa cortina de humo blanco, Jynx y Tyranitar notaron como una corriente de agua y una descarga eléctrica en zigzag se aproximaba hacia ellos.

    —¡Pantalla de luz! —ordenó Lyra.

    Un cubo amarillo rodeó a Jynx y a Tyranitar. Éste tembló levemente al recibir ambos ataques.
    Gracias al movimiento efectuado por Jynx, el daño recibido por los ataques fue reducido a la mitad.

    —¡Bien pensado, Lyra! —exclamó Jimmy emocionado.

    La entrenadora de Johto le sonrió mientras un leve rubor aparecía en su rostro. De paso, pudieron notar que las chispas que envolvían a sus pokémon desaparecieron. Eso significaba que los efectos de Onda trueno habían cesado.

    Los jueces notaron esto con mucha satisfacción. Una buena táctica de defensa era lo que estaban buscando, y lo reciente fue una de ellas.

    —¡Pelipper, Ataque de ala!
    —¡Manectric, Chispa!

    Las alas del pokémon ave agua emitieron un resplandor, y el pelicano se dirigió hacia Jynx; mientras que Manectric corría en dirección a Tyranitar con su cuerpo rodeado de pequeños rayos eléctricos.

    —¡Jynx, usa Beso amoroso! —ordenó la entrenadora de gorro blanco con el lazo rojo.

    Cuando pudo divisar a Pelipper, los labios de Jynx brillaron, y a continuación, lanzó un beso al aire. Fue cuestión de segundos para que el Beso amoroso llegara a Pelipper, y cuando esto sucedió, el pokémon ave agua se desplomó al suelo completamente dormido.

    —¡Ahora usa Come sueños!

    Jynx emitió un aura roja hacia su oponente, absorbiendo su energía mientras seguía profundamente adormilado.

    —¡Tyranitar, Cara de susto! —ordenó el entrenador de gorra amarilla.

    Antes de que el pokémon descarga pudiera acercársele, Tyranitar adoptó una expresión aterradora en su rostro que hizo parar en seco a un petrificado Manectric.

    —¡Tierra viva! —exclamó Jimmy empuñando su mano.

    Un aura amarilla rodeó a Tyranitar, y con su nudillo golpeó el suelo con una fuerza descomunal.
    Entonces, la energía amarilla empezó a viajar por el suelo, resquebrajándolo.
    Cuando el terreno debajo de Manectric se agrietó, el pokémon descarga liberó un fuerte aullido de dolor mientras perdía el equilibrio, cayendo desplomado.
    Un ataque tipo tierra tan potente como aquel fue suficiente para disminuirle su energía de manera brutal.

    —¡Doble rayo contra Manectric, Jynx! —ordenó Lyra.

    Una vez más, Jynx liberó el rayo multicolor.

    —¡Manectric, levántate! —exclamó Ben ansioso.

    Sin embargo, a Manectric le quedaban muy pocas energías, y apenas pudiendo levantarse, fue alcanzado por el Doble rayo, cayendo de golpe al suelo una vez más.
    Ben observó con cautela a su pokémon, y tristemente pudo ver que había caído debilitado, así que lo devolvió a su pokébola.

    —¡Manectric ya no puede continuar! —anunció Misty levantando una bandera roja en dirección al dúo de Alex y Ben—. ¡el equipo de Jimmy y Lyra lleva la ventaja!
    —Gracias, amigo, hiciste un buen trabajo… —susurró dicho entrenador.
    —¡Pelipper, despierta por favor! —exclamó Alex lleno de nervios.

    Por más que su entrenador gritara, el pelícano seguía dormido sin mostrar seña alguna de salir de aquel estado.

    —¡Tyranitar, Pesadilla!

    Las manos de Tyranitar emitieron una energía oscura, la cual rodeó al durmiente Pelipper. Mientras esto pasaba, pequeños rasguños empezaban a verse en el cuerpo del pokémon ave agua.

    —¡Jynx, usa Come sueños a toda potencia! —ordenó Lyra.

    Jynx emitió un aura roja de mayor tamaño de la anterior, y salió disparada hacia el pokémon ave agua.

    Una vez que su energía fue absorbida, Pelipper cayó debilitado al mismo tiempo que la Neblina desapareció del campo de batalla.

    —¡Pelipper ya no puede continuar! ¡El equipo de Jimmy y Tyranitar junto a Lyra y Jynx son los ganadores! —declaró Misty levantando una bandera roja con su mano izquierda y otra verde con su mano derecha.

    Inmediatamente, se escuchó una gran cantidad de aplausos y celebraciones, incluyendo a los mismos jueces.

    —¡Tú pegas, tú ganas! —exclamó Jimmy levantando su pulgar.

    Lyra, emocionada, corrió a abrazar a su compañero con mucha fuerza.
    Jimmy, por la experiencia del día anterior, apartó con cuidado a dicha entrenadora.

    —¡Lyra, Jimmy, muy buen trabajo! —exclamó Lucy—. Me gustó mucho la manera en que lograron frenar a sus oponentes.
    —Ben, Alex, al principio tenían el control de la batalla, pero se descoordinaron cuando sus contrincantes retomaron la compostura, así que recuerden siempre conservar la calma y pensar con cautela —dijo Lance.
    —¡Una excelente ronda de batallas semi-finales! —afirmó Norman—. Ash y Paul, pasen al campo de batalla por favor.

    Al mismo tiempo que Alex y Ben se retiraban, el azabache junto a Pikachu y el joven de cabellera morada pasaron al campo de batalla, y se pusieron junto a Jimmy y Lyra.

    —Ash Ketchum, Paul Verity, Jimmy Goldenstone y Lyra Silverwinds... ¡Tengo el honor de decirles que ustedes son los finalistas de la Conferencia de batallas dúo! —anunció Misty con mucho entusiasmo.

    El público junto a los jueces estallaron en aplausos, mientras los entrenadores mencionados se miraban unos a otros con mucha felicidad.
    Ahora debían aprovechar el fin de semana que estaba por venir para practicar para la ronda final.

    —‘Definitivamente has mejorado muchísimo como entrenador. Estoy muy orgullosa de ti, Ash’ —dijo Misty en sus pensamientos, mirando satisfecha a su antiguo compañero de viajes.
    —¡Bien, amigo, ya pasamos a la ronda final! —exclamó Ash.
    —¡Pi, Pikachu!

    -----------------

    Llegado el anochecer, un fabuloso banquete se celebraba en el comedor del instituto en honor al cierre de la primera semana.

    Numerosos platos con variadas comidas estaban repartidos en una gran redonda mesa de centro y dos grupos de largos mesones ubicados en los costados del lugar, todos cubiertos por manteles blancos con lazos color escarlata.
    También se podían apreciar en la pared opuesta a la entrada, varios telones recogidos como guirnaldas con un gran letrero que decía “¡Clausura de la primera semana!” en el centro.

    Como era de suponer, muchas personas se encontraban dentro del comedor, disfrutando del buffet que la Poké-academia había organizado.

    Entre toda la gente, se encontraban Gabby y Ty haciendo entrevistas en vivo.

    —¡La prestigiosa Poké-academia acaba de finalizar su primera semana de actividades!—anunció Gabby—. ¿Qué nos dice al respecto, directora Helen?
    —¡Todos estamos muy felices! —respondió la directora—. Hemos podido apreciar como los estudiantes están muy a gusto en cuánto a las clases y comodidades que nuestro establecimiento les ofrece.
    —¡Muchas gracias por su respuesta, señora directora! Como pueden ver, la Poké-academia está llena de risas, alegrías y sueños por cumplir. ¡Ya regresamos! Así que sigan sintonizados, ¡aquí en KanTV!

    Finalmente, Ty hizo una seña para indicar que la transmisión había sido finalizada.

    Paralelo a esto, dos chicas, acompañadas de dos pokémon, acababan de llegar al banquete, deteniéndose un momento para observar con fascinación la gran cantidad de comida junto a la decoración.
    Las recién llegadas no eran nada más ni nada menos que May y Marina acompañadas de Pichu y Peque Miss.

    —¡Mira toda esa comida! —exclamó May—. De seguro no tendré hambre por semanas.
    —¡Pichu! —exclamó el pokémon fascinado.
    —Ya lo creo… —dijo Marina acompañada de una risa nerviosa.
    —Espera… ¿Qué está ocurriendo?

    Ambas chicas con sus pokémon miraron como uno de los mesones ya tenía casi la mitad de sus platos vacíos.
    Impresionadas, alzaron la mirada para ver quién era el responsable, y lograron divisar a lo lejos un joven entrenador de gorra roja comiendo sin parar y sin preocupación alguna de guardar algo para el resto.
    La castaña coordinadora no pudo evitar sonreír dulcemente al ver cómo su amigo no había cambiado en nada.

    —¿No es tierno? —murmuró May.
    —Monstruoso querrás decir —repuso Marina aterrada.

    Mientras las chicas conversaban, Gabby y Ty reanudaron la transmisión.
    La reportera hizo una extensa introducción del evento que estaba cubriendo, mientras se paseaba por todo el lugar para que su camarógrafo realizara varias tomas de la celebración.
    La periodista indicó que entrevistaría a unos cuántos estudiantes, y para empezar, se acercó a un trío de chicas.

    —¡Qué tal, chicas!, ¿cómo les va en el banquete de clausura?

    Aunque se veía que las tres chicas tenían intención de responder, la que se encontraba al medio se las arregló para ser más rápida que sus amigas, dejándolas con las ganas de hablar.

    —¡Súper! —exclamó.
    —Estoy segura que te he visto tu rostro en algún otro lado… —murmuró Gabby.
    —¡Seguramente! —afirmó la chica—. ¡Soy Dawn Berlitz, la ganadora del Gran Festival de Sinnoh!
    —¡Pero claro! —exclamó Gabby con emoción—. ¡Damas y caballeros, nos encontramos en vivo y en directo, entrevistando a Dawn Berlitz!,

    Lyra y Brianna intercambiaron una mirada de aburrimiento, mientras que Dawn sonreía grandemente al ser el enfoque de la cámara.

    —¡Esto es un honor! —continuó la reportera— .Dime, ¿qué nos puedes contar sobre la Poké-academia?
    —Es un lugar súper padre. Estoy muy feliz de estar aquí con mi novio, Ash Ketchum.

    De repente, se escucharon unos gritos de asombro. La cámara fue apuntada en dirección del ruido y vieron como un pequeño grupo de personas observaban aterrados al chico de gorra roja comiendo sin parar.

    —También he escuchado de él… ¿es ese de allá? —preguntó Gabby.

    Dawn tomó rápidamente una servilleta y se fue corriendo en dirección a su novio, siendo seguida por sus amigas y los periodistas.

    Después de varios intentos, la chica de bufanda rosa ejerció un fuerte agarre sobre el azabache y logró sacarlo de la mesa de comida. Le limpió el rostro sigilosamente con la servilleta, y luego volteó la mirada a las cámaras.

    —¡Oye, estaba comien…!

    La protesta del azabache fue bruscamente interrumpida por un codazo que le fue propinado en su estómago por parte de su novia, quien sonreía forzadamente y le señalaba la cámara con la mirada.
    El muchacho inocentemente volteó a mirar a los periodistas, y de la vergüenza, lanzó una breve risa nerviosa mientras se rascaba la nunca, y voleó la mano para saludar.

    —¡Y él es mi novio, Ash! —exclamó Dawn dándole un abrazo.
    —¡Ya veo!, la ganadora del Gran Festival junto al finalista de la Liga Sinnoh… ¡Qué gran combinación! —aseguró la reportera—. ¿Y cuánto tiempo llevan juntos?
    —Un poco más de un año, ¿no? —preguntó la chica de cabello azulino.
    —Sí, eso creo —afirmó Ash.
    —Ya veo, espero que sean muy felices. Ahora proseguiremos a entrevistar a otros alumnos. ¡Hasta luego!

    Los periodistas entonces, se alejaron de los cuatro estudiantes para seguir con la ronda de entrevistas, como bien dijeron.

    —¡Salimos en televisión los dos! —exclamó la coordinadora de Sinnoh—, ¿no te parece súper padre?
    —Sí, claro. Ahora me voy a comer —dijo el azabache, dirigiéndose rápidamente al mesón.

    Dawn incómodamente observó cómo su novio se alejaba de ella en busca de comida, mientras que Lyra y Brianna se taparon la boca para contener una ruidosa carcajada.
    Cuando la coordinadora de bufanda rosa les dirigió la mirada, las chicas negaron con la cabeza simulando indignación; y apenas se dio media vuelta para observar a su novio una vez más, las chicas se rieron lo más silenciosamente posible.

    A lo lejos, May y Marina conversaban con Jimmy mientras que Pikachu jugaba con Pichu y Peque Miss. Cabe recalcar que la castaña tenía un plato con una considerable cantidad de pastelillos.

    —Apenas llegamos, nos dejó a mí y a Pikachu atrás para comer todo lo que estaba a su alcance… —afirmó Jimmy.
    —Tiene un apetito incontrolable… —dijo May, mirando enternecida al entrenador.
    —En eso ustedes dos se parecen muchísimo —aseguró Marina.

    La afirmación de Marina hizo aparecer un gran rubor en la castaña, acompañado de una dulce risa.
    La idea de tener algo en común con el chico de sus sueños le fascinaba. Y era cierto; desde siempre los dos habían compartido esa característica. Son todos unos amantes de la comida.
    La castaña estaba sumida en sus pensamientos hasta que una voz y una cámara la devolvieron a la realidad.

    —¡Hola, mucho gusto! —saludó Gabby—. Quisiera preguntarte, ¿cómo la estás pasando en el banquete?
    —Bastante bien, los pastelillos están deliciosos —respondió May—. ¿Quiere uno?
    —No, muchas gracias. Si no me equivoco, estoy hablando con la hija de Norman Balance, ¿verdad?

    May asintió.

    —¡Fantástico!, ¡me acabo de cruzar con otra gran coordinadora del grupo avanzado! —exclamó la reportera—. ¿Cómo describirías, en una sola palabra, tu primera semana en la Poké-academia?
    —Mmmm… divertida.
    —¡Espectacular! —afirmó la periodista—. ¡Ahí lo tienen!, ¡Personajes del mundo de los concursos como May Balance y Dawn Berlitz están entrenándose para ser mejores día a día!

    La reportera se detuvo para mirar a Marina y a Jimmy en un corto lapso de tiempo y dijo:

    —¡Vaya, y también me encuentro con más parejas!

    Un escalofrío recorrió los cuerpos de ambos chicos, sumados a un enrojecimiento que aparecía en sus respectivos rostros.

    —¡Nosotros no estamos saliendo! —dijeron ellos rápidamente.
    —Oh, mis disculpas entonces. Bueno, en unos minutos regresamos, así que… ¡no se despeguen de sus televisores!

    -----------------

    Cerca de la medianoche, en un terreno bastante rocoso, pareciera que nada pasara excepto el viento. Pero no era así en el interior de un edificio de color morado ubicado en el área.

    En una sala del cuartel general del equipo Rocket, se encontraban Jessie, James y Meowth leyendo —con aburrimiento— junto a varios integrantes del equipo Rocket ubicados en distintas mesas.

    —No puedo creer que tengamos que estudiar Geología… —protestó Jessie.
    —¿De qué rayos me va a servir esto cuando sea grande? —preguntó James.
    —¡Sereno moreno! De seguro el jefe no quiere ninguna falla, así que por eso espera que todos sepamos lo que estamos haciendo al momento de entrar en acción —explicó Meowth.

    Inmediatamente, el trío Rocker escuchó un “¡Shh!” por parte de sus compañeros.

    —Bola de amargados… —murmuró Jessie.

    En ese momento, la puerta se abrió.

    Cuando todos se percataron del personaje que acababa de ingresar a la sala, se pusieron de pie con la espalda derechita y la boca cerrada. Se trataba de Proton, uno de los ejecutivos, acompañado de dos reclutas.

    —Atila, Juno, tengo que hablar con ustedes —dijo el ejecutivo sin inmutarse.

    Apenas dijo aquella oración, el recién llegado se dignó a salir de la sala con la misma seriedad con la que había entrado.
    Atila y Juno compartieron una seria mirada de curiosidad y siguieron al ejecutivo.
    Una vez que cerraron la puerta al estar fuera de la sala de estudio, el ejecutivo liberó una siniestra sonrisa.

    —Les tengo una misión —dijo Proton.

    -----------------

    Regresando a la Poké-academia, todos los estudiantes se encontraban dormidos, o al menos eso se suponía.

    En la habitación 21D, una chica de cabellos azulinos se encontraba escribiendo frente a su laptop muy emocionada, mientras sus compañeras, con sus cabezas debajo de la almohada, hacían lo posible por descansar.

    —¡Dane, mira la hora! —exclamó Lyra—. ¿Qué acaso no piensas dormir?
    —Ya, ya… en unos minutos acabo —respondió Dawn.
    —¿Y qué estás haciendo? —preguntó Brianna.
    —Anuncio en mi página de club de fans que mañana estaré en el centro comercial de ciudad Viridian.
    —¡Ay, por Dios!, ¿tienes un club de fans online? —La entrenadora de Johto se levantó y se sentó al lado de su amiga.
    Oui —afirmó la coordinadora de Sinnoh con arrogancia.
    —¡Wow, eso está increíble! —exclamó Brianna, acercándose a sus compañeras—. ¿Y cómo dice tu publicación?

    La chica de bufanda rosa aclaró su garganta y comenzó a leer el siguiente párrafo:

    Queridos, amados y adorados fanáticos:
    Les tengo una noticia muy padre.
    Mañana mismo estaré, junto a mis compañeros de la Poké-academia (y mi novio, obviamente), en el centro de comercial de ciudad Viridian a la 2 P.M.; así que estén atentos, porque si tienen suerte… ¡Podrán conseguir un autógrafo de la ganadora del Gran Festival de Sinnoh! ¿No les parece súper cool? Lleven lápiz y papel.
    ¡Besos!
    Dawn Berlitz.”


    —Entonces, es probable que mañana te den la bienvenida en ciudad Viridian, ¿no? —dijo la entrenadora de ojos marrones.
    —Así es, Lyra. Así es —afirmó Dawn.

    Brianna y Lyra pegaron un fuerte bostezo.
    Las tres amigas se despidieron y apagaron la luz para poder irse a dormir.

    -----------------

    Los rayos del sol iluminaron a la Poké-academia y sus alrededores, y esta vez, los estudiantes de la Poké-academia tuvieron la oportunidad de despertarse más tarde.
    Todos tenían esa buena sensación de saber que era un día libre, que podían descansar todo lo que quisieran, y que tendrían un paseo para poder relajarse y entretenerse.

    La mañana y el medio día se pasaron volando. El desayuno, entrenamiento, conversaciones, almuerzo… todo fue como en un segundo.

    La emoción inundó a todos cuando la campana del colegio sonó para avisar que llegó el tan esperado momento… ¡la hora de salir!

    Los estudiantes se reunieron en el vestíbulo; e hicieron filas separadas de acuerdo a la ocupación: entrenadores, coordinadores, rangers y aprendices —éste último era el grupo de Max—.
    Luego de que los tutores confirmaran la asistencia de todos y que la directora diera las instrucciones, los estudiantes se distribuyeron en cuatro buses diferentes a elección propia. En estos, se distribuirían también los tutores/supervisores acompañantes: Misty, Solidad, Robert y Jack Walker.

    El bus al que decidió subirse la coordinadora de pañoleta verde tenía su motor encendido.
    May, en compañía de Pichu, se paseaba por el pasillo del vehículo, hasta que se cruzó con Drew en el camino; sin embargo, el chico se veía un tanto cansado.

    —Hola, Drew, ¿ocurre algo?
    —Ah, hola —respondió el entrenador—. Con respecto a tu pregunta, mis alocadas fanáticas no me han dejado tranquilo en toda la mañana…

    En ese momento, el chofer pisó accidentalmente el pedal, lo que ocasionó un brusco movimiento en el vehículo y sus pasajeros.
    Pichu, por su parte, cayó a un asiento vacío, sano y salvo, mientras que en el caso de May, si no hubiera sido por que su compañero la sujetó por las caderas, hubiera ido directo al suelo.
    Fue un acto heroico, pero lamentablemente fue mal visto por un chico que acababa de subirse, después de que ocurriera el remesón. Aquel muchacho venía acompañado por su novia.

    —¿May? —pronunció el azabache con dificultad.
    —¡Ash! —exclamó la chica nerviosísima.

    Drew, fastidiado, lanzó un suspiro acompañado de una orgullosa mirada.

    —May, si te vas besar con Drew, no lo deberías hacer en el pasillo del bus. Hay gente que quiere pasar —intervino Dawn.
    —Deja de decir tonterías —dijo duramente el azabache, dirigiéndose rápidamente a una silla.
    —¡A-Ash! —exclamó la chica impresionada, siguiéndolo al instante.

    May volteó a mirar a Dawn con molestia, , y luego de que Pichu volviera a su hombro, prosiguió a buscar un asiento para ella y Marina.

    Drew observó como la castaña se alejaba, y posteriormente se dirigió a su silla.

    -----------------

    Pasados unos veinte minutos, al fin los buses se encontraban llegando a su destino.
    Apenas los cuatro vehículos fueron estacionados, los estudiantes llenos de emoción, se bajaron inmediatamente.

    Lo que tenían frente a sus ojos era un gran, ancho y moderno edificio con muros exteriores de ladrillos —del estilo mencionado—, y numerosas ventanas.
    Habían varias palmeras a su alrededor y las baldosas del piso de la entrada eran color beige. También se podía apreciar un alto pilar con un letrero de color esmeralda que decía “Viridian Plaza”.

    Sintiendo alegría plena, entraron todos al centro comercial.

    Si el exterior los había animado, el interior del lugar logró encenderles toda la chispa de energía.
    Era un agradable y pintoresco espacio de tres pisos.
    Al entrar, se veía a lo lejos una gran fuente de agua en el centro, un reloj digital gigante montado sobre la pared opuesta a la entrada, un mostrador para informaciones, una gran variedad de sillones para que la gente descansara; y más a la izquierda, una moderna tarima de eventos. También se encontraban cerca, los ascensores.

    Más a la derecha, se encontraban los pasillos con los locales y las escaleras mecánicas.

    En el primer piso se apreciaba un gran supermercado, tiendas de ropa, electrónica, y una de artículos de bromas.
    En el segundo piso destacaba el museo, una librería, una tienda de instrumentos musicales, otra de poké-muñecos, una florería y una guardería pokémon.
    En el tercer piso estaba el patio de comidas, el cine, y un parque de atracciones llamado “Poké-City”.

    —¡Esto es fantástico! —exclamó May.
    —¡Pichuu!
    —¡Y grandísimo! —añadió Marina corriendo hacia una de las tiendas.

    De inmediato, toda la gente se paró alrededor de la entrada con cámaras fotográficas, hojas de papel y lápices mientras vitoreaban como si no hubiera un mañana.

    Los estudiantes, extrañados, voltearon a ver qué era lo que ocurría.

    Ahí estaba la coordinadora de Sinnoh acompañada de sus amigas, siendo halagada, fotografiada y firmando autógrafos como toda una celebridad.

    La castaña y el pokémon ratoncito miraban aquella escena con algo de ironía, y en esos momentos, una joven muchacha se acercó a ellos.

    —Disculpa, ¿tú eres May Balance? —preguntó la chica recién llegada.
    —Sí, esa soy yo —respondió May—. ¿Por?
    —¡Lo sabía!, ¡oigan todos, aquí está May Balance!

    Cerca de la mitad del grupo que se encontraba adulando a Dawn se dirigió hacia donde estaba la coordinadora de pañoleta verde, y le empezaron a pedir autógrafos y a tomar fotografías.
    May, un tanto confundida, hacía lo posible por regalar las firmas que tanto le pedían.

    —¡Te vimos ayer en la tele! —exclamó una fanática—. ¡Eres fabulosa!
    —¡Y hermosa! —afirmaron varios admiradores.

    La castaña se sonrojó y rio por el halago.

    A lo lejos, Dawn estaba terminando de firmar autógrafos, por lo que sus fanáticos comenzaron a irse otros lugares.

    —Estoy segura de que había más gente… —susurró la coordinadora de cabello azulino.
    —El resto se fue por allá —dijo Brianna señalando en dirección a la castaña.

    La coordinadora de Sinnoh se llevó una desagradable sorpresa.

    Pudo ver cómo una parte de sus fanáticos se había ido para conseguir un autógrafo de la coordinadora de ciudad Petalburgo.

    —¡No la soporto! —replicó la chica de ojos color lapislázuli—. Primero quiere robarme mi novio, y ahora va por mis fans… ¡¡Pero no se saldrá con la suya!!

    La joven coordinadora de bufanda rosa pegó una fuerte pisada contra el suelo y se alejó de aquel pasillo.

    —Oye, May, ¿podrías hacer una presentación? —preguntó una admiradora—. ¡Por favor!
    —¡Sí, es sólo pedir prestada la tarima!

    Cerca de ellos estaban Gabby y Ty. Cuando la periodista escuchó la pregunta que le hicieron a la chica de ojos color zafiro, le hizo una seña a su compañero para que sacara su cámara.

    May, por su parte, se detuvo a pensar en un momento. Aunque no estaba del todo segura en un principio, la idea le pareció bastante divertida, así que aceptó.

    Los fanáticos gritaron de emoción, y dos de ellos fueron a pedir prestada la tarima en el mostrador de informaciones.

    Pasados unos minutos, los susodichos hicieron una seña para decir que todo estaba listo.

    La castaña respiró lentamente, y pasó al escenario.
    Antes de empezar, le indicó al pequeño pokémon eléctrico que se mantuviera junto a ella mientras realizaba la presentación.
    Entonces, sacó una pokébola de su mochila, y con mirada decidida dijo:

    —¡Beautifly, sal a escena!

    Luego de salir de su cápsula esférica, el pokémon mariposa extendió sus alas con gracia para marcar su entrada.

    —¡Usa Viento plateado!

    Beautifly se dispuso a dar aleteos parar liberar ráfagas de viento con crecientes plateadas.

    —¡Fuerza Psíquica!

    La mariposa usó el ataque mencionado, y logró tomar el control del Viento plateado, llevándolo a una dirección determinada a su alrededor.
    Después de unos segundos, el público pudo ver que Beautifly estaba rodeado por un corazón formado por dicho movimiento.

    —¡Mantenlo y usa Golpe aéreo!

    Lo que vino dejó a todos totalmente impresionados.
    Con una increíble velocidad, Beautifly embistió el corazón sin perder el control de la Fuerza psíquica.
    Una vez que regresó a su posición, el corazón se pulverizó y se esparció un polvo brillante de tonalidad azul y plateada.

    Los espectadores estaban fascinados. De paso, muchas más personas se sumaron al público desde que había empezado la presentación, entre ellas, Marina, Nicolette y Caty.
    Sin dudar, todos aplaudieron con mucha euforia a la admirable presentación de la coordinadora de ojos color zafiro.

    —¿Lo grabaste, Ty? —preguntó Gabby.
    —Absolutamente todo —respondió el camarógrafo.

    En el segundo piso, Dawn observaba, llena de celos, como la castaña se había llevado todo el protagonismo.

    —No la soporto. Pero esto no se quedará así.

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    Mientras tanto, el azabache había entrado a un tenedor libre.
    Casualmente, había una “promoción” única. El que lograba comerse veintisiete parrilladas sin parar, se llevaba el título de “respetado” y no pagaría absolutamente nada.
    Ash Ketchum, como buen comilón, aceptó el reto. Jimmy y Paul lo habían acompañado, y también estaban participando.
    Sin embargo, ya en el sexto plato, el entrenador de gorra amarilla y el de cabellera morada se sentían como dos Wailords, sin poder comer nada más.

    —¡Me rindo! —dijo Jimmy dejando caer su cabeza sobre la mesa.
    —No sé por qué rayos te hice caso —añadió Paul con cara de indispuesto.
    —No me hables, estoy ocupado —dijo Ash mientras continuaba comiendo con insaciables ganas.
    —Vámonos de aquí —le dijo Paul a Jimmy con muy mal humor.
    —¡Primero tienen que pagar la cuenta! —exclamó el camarero, apareciendo de la nada.
    —¿Qué?, pero si nosotros… —intentó explicar Jimmy.
    —No llegaron a las veintisiete parrilladas, así que… ¡A pagar!

    Jimmy y Paul intercambiaron una mirada de pereza. Sin embargo, comprendieron que no tendría ningún sentido discutir, así que buscaron en sus bolsillos el dinero necesario para pagar por la comida, se lo entregaron al mesero, y se fueron del lugar.

    —¡Que venga el siguiente plato! —ordenó Ash, luego de dejar el sexto plato sin ningún resto de comida.

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    En esos momentos, Drew se encontraba saliendo de una tienda de electrónica tranquilamente, hasta que sintió que alguien se le acercó.

    —Ah, hola, Brianna.
    —¡Ho-hola! —tartamudeó la chica de capul—. ¿A dónde te diriges?
    —La verdad no estoy seguro. ¿Por qué?, ¿quieres acompañarme?
    —¡Me encantaría! —exclamó la coordinadora de isla Crisantemo con los ojos brillantes y un notable sonrojo.

    Drew sonrío.

    —Pues adelante —dijo el coordinador de chaqueta morada— A diferencia de las otras fanáticas, tú no eres para nada fastidiosa, así que, creo que eres mi admiradora favorita.

    Brianna sintió una inmensa alegría en su interior. El chico que tanto admiraba la llamó “su favorita”, algo que sin duda no se lo diría a cualquiera.
    El muchacho de ojos verdes comenzó a caminar tranquilamente, mientras que la chica de cabello marrón rojizo, después de observarlo con profunda felicidad, lo siguió dando un par de brincos.

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    Regresando con la castaña, luego de que finalizó su presentación, volvió a reunirse con Marina y juntas se fueron a la guardería pokémon para dejar que Pichu y Peque Miss se entretuvieran un rato mientras ellas iban de compras.

    Se probaron una gran variedad de vestidos, zapatos, camisetas y pantalones al ir a las distintas tiendas de ropa del Viridian Plaza.

    Luego de tres horas, las chicas se encontraban con tres bolsas en cada mano.

    —¡Ir de compras es lo mejor! —exclamó May contenta.
    —¡Definitivamente! —afirmó Marina—. Fue como aquella vez en ciudad Caña Dorada…

    De repente, May comenzó a dar pequeños brincos en el lugar, pues…

    —¡Marina, necesito ir al baño!
    —De acuerdo, pásame tus bolsas. Te esperaré en la fuente del primer piso.

    La joven originaria de ciudad Petalburgo le dio las gracias, le pasó las bolsas, y se fue corriendo a toda velocidad en busca de un baño.

    -----------------

    Mientras tanto, la coordinadora de Sinnoh se estaba lavando la cara en el baño del tercer piso. Seguía un tanto molesta por lo ocurrido y eso lo reflejaba plenamente en su rostro.

    Apenas llegó una conserje y pegó un letrero en una de las cabinas, ella se volteó extrañada.

    —Disculpe, ¿por qué pegó un cartel con el nombre de una piedra en esa puerta?
    —¡Santo cielo! —exclamó la señora—. Me dieron el cartel equivocado, ese es del museo. Disculpa, linda, ¿te puedo pedir un favor?

    Dawn asintió.

    —Verás, la puerta de ese baño está averiada; se queda trancada al cerrarla. ¿Podrías quedarte un ratito y avisar que no usen esa cabina mientras voy a buscar el cartel?
    —Ah, de acuerdo.

    La conserje le agradeció a la joven muchacha de ojos color lapislázuli y se fue en busca del letrero.

    En pocos minutos llegó la castaña dando pequeños brinquitos. Si bien había encontrado baños en el primer piso, se encontraban todos ocupados.

    —¡Qué bueno, aquí si hay baños desocupados! —exclamó May dirigiéndose a la cabina de la puerta averiada.
    —¡No espera, no en…!

    La coordinadora de Sinnoh hizo una pausa. Iba a avisarle que no podía ocupar ese baño, pero cambió de parecer.

    —¿Qué? —preguntó la chica de ojos color zafiro.
    —Nada, nada… —repuso la coordinadora de bufanda rosa con una maliciosa sonrisa—. Sigue.
    —De acuerdo…
    —Si quieres yo te espero, ya que sólo quedan quince minutos para irnos —dijo Dawn fingiendo simpatía.
    —Oh, bueno, ¡gracias…! —respondió la castaña un tanto confundida.
    —Por nada, ¿necesitas algo más?

    La castaña miró detenidamente a la coordinadora de Sinnoh un tanto estupefacta. Sin embargo, al encontrarse un poco apresurada, decidió por creerle.

    —¿Me podrías cuidar la mochila? —dijo May pasándole su bolso—. Es que una vez se me quedó en un baño del centro comercial de ciudad Caña Dorada, y no quisiera que pasara algo así de nuevo.
    —Claro… —respondió recibiéndole la mochila.

    May, entonces, prosiguió al baño y le puso seguro a la puerta.
    Luego de que pasaron unos minutos, cuando ya estaba lista para salir, intentó abrir la puerta, pero se dio cuenta de que el seguro no se movía.

    —¿Dawn?, creo que la puerta se quedó trancada… —dijo May un poco asustada.
    —¡Ups! —exclamó Dawn con malicia.

    La coordinadora de ciudad Petalburgo entró en pánico cuando escuchó la respuesta de su compañera. Algo ahí no andaba bien.

    —¿¡Tú sabías algo de esto!? —preguntó la castaña.
    —¡Bye bye, May Balance! —dijo como respuesta la chica de pueblo Hojas Gemelas.

    La coordinadora de bufanda rosa dejó la mochila de May sobre la mesa de los lavamanos y se fue del lugar completamente relajada.

    -----------------

    Mientras tanto, Max, Vivi y Landis se encontraban paseándose por los pasillos del primer piso.

    —¡Me divertí mucho en Poké-City! —exclamó Vivi.
    —Yo quería quedarme… —susurró Max con cara de perrito triste.
    —Oigan, ¿por qué no entramos a la tienda de bromas? —sugirió Landis.
    —¿Para qué? —preguntaron Max y Vivi al unísono.
    —Será divertido, vengan.

    Max y Vivi compartieron miradas, se encogieron de hombros, y siguieron al hijo del presidente de Poké-reloj S.A.

    -----------------

    Mientras tanto, luego de haber pasado por Peque Miss en la guardería, Marina se encontraba en la fuente en espera de su amiga.
    La chica estaba en completo silencio, hasta que una flor se le apareció en frente.

    —Para ti —dijo Vincent.
    —Oh, gracias, Vincent —respondió Marina recibiendo la flor.
    —Estás hermosa hoy… —dijo el castaño entrenador sentándose junto a ella.

    En aquellos momentos, varios estudiantes fueron llegando, pues la hora de volver a la Poké-academia se acercaba.

    —¡Muchachos, vayan subiendo a los buses! —anunció Solidad.
    —Oh, no… ¿dónde estará May? —dijo la chica de cabello cerúleo mirando a sus alrededores—. Mejor voy a buscarla…
    —¡Marina!, ¿a dónde vas? —preguntó Robert.
    —Yo…
    —Lo siento, pero no vas a ninguna parte, tenemos que irnos ya —ordenó Solidad.

    Todos los estudiantes comenzaron a salir de Viridian Plaza en compañía de los tutores. A ellos, se sumaron Dawn Berlitz, que traía un notable aire de triunfo , y todos los estudiantes faltantes —o bueno, casi todos—. Marina volteó a mirar con preocupación, y siguió caminando junto a sus compañeros.

    De paso, Jimmy y Paul iban caminando como si nada, hasta que recordaron que no habían visto al azabache desde que se fueron del tenedor libre.

    —¿Y Ash? —preguntó Paul.

    Volteando a mirar a todos lados, Jimmy logró divisar un muchacho de gorra roja a metros de distancia, y supuso que se trataba del entrenador de pueblo Paleta.

    —Creo que va más adelante —concluyó Jimmy.

    -----------------

    En aquellos momentos, May se encontraba empujando la puerta mientras pedía auxilio al ver que no había posibilidad de quitarle el seguro.

    Para su suerte, la conserje, con un cartel que decía “Fuera de servicio”, acababa de llegar.
    Apenas escuchó los gritos que pedían ayuda y al ver de dónde provenía, se acercó inmediatamente.

    —¡Querida!, ¿no te avisaron que no podías entrar?
    —¡No, y necesito ayuda para salir!

    La conserje asintió y sacó una pokébola de su bolsillo.

    —¡Makuhita, usa Empujón!

    El pokémon valiente salió de la cápsula esférica, y luego de que sus manos comenzaran a brillar, comenzó a golpear continuamente la puerta del baño en un determinado punto, hasta que la cerradura cayó al suelo y la puerta se abrió automáticamente.
    May, al ver que ya era libre, sintió un gran alivio.

    —¡Muchas gracias!, pero, ¿no tendrá problemas por la puerta?
    —No te preocupes, tenían que cambiar esa cerradura de todos modos…

    La castaña, entonces, le agradeció una vez más a la señora, tomó su mochila y se fue en busca de Pichu a la guardería.

    -----------------

    —¡Un aplauso para Ash Ketchum, que logró comerse veintisiete parrilladas seguidas! —anunció el camarero.

    Todas las personas que se encontraban en el tenedor libre, voltearon la mirada hacia el azabache y le aplaudieron con gran admiración.

    —¡Lo hice, Pikachu…! —exclamó Ash— ¿Pikachu?

    El entrenador de gorra roja hizo una pausa hasta que recordó que había dejado al ratón eléctrico en la guardería.

    —Disculpe, ¿puede decirme la hora? —preguntó el chico originario de pueblo Paleta.
    —Las 5:57 P.M
    —¿¡Qué!?

    -----------------

    La castaña, luego de haber ido a buscar a Pichu en la guardería a toda velocidad, iba corriendo por los pasillos con mucho apuro.

    Se detuvo para ver la hora en el reloj del edificio, lo cual le aumentó aún más la angustia. ¡Quedaba medio minuto para que los buses partieran!

    Rápidamente presionó el botón del ascensor, pero lamentablemente, se estaba demorando mucho en subir, así que partió como un rayo a las escaleras mecánicas.

    Paralelo a esto, Misty y Jack se encontraban pasando lista en uno de los buses, y todo fue continuo hasta que preguntaron por May.

    —Yo la vi, se subió a otro bus —aseguró la coordinadora de cabellos azules.
    —¿Y Ash Ketchum? —preguntó Misty.
    —Lo vimos desde lejos mientras caminábamos, así que creo que también está en otro de los buses —respondió Jimmy.

    Esas respuestas le bastaron a la tutora, así que dio la orden de arrancar.
    Así, los cuatro autobuses de la Poké-academia se pusieron en marcha, alejándose del centro comercial…

    —¡Esperen!, ¡por favor! —gritó la coordinadora de ojos color zafiro, que recién había salido del Viridian Plaza.
    —¡Pichu, Pi!

    Sin embargo, era demasiado tarde. Los buses ya se encontraban lo suficientemente lejos como para que alguien la escuchara.
    La coordinadora de ciudad Petalburgo no hallaba que hacer, pues no era seguro irse caminando porque pronto oscurecería.

    Y, mientras la castaña se encontraba pensando con angustia, un misterioso helicóptero estaba aterrizando cerca de ciudad Viridian.

    ¿Cómo podrán May y Ash regresar a la Poké-academia?, ¿qué hará el resto cuando se den cuenta que faltan ambos chicos?, ¿de qué será ese extraño helicóptero? ¡Atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 5 Octubre 2014
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  11.  
    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

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    buen cap, y los combates fueron muy buenos, en verdad me alegra ver que actualizas rapido, me motivas para hacer lo mismo. En respuesta, a) o caminando, en algun otro vehiculo o el pidgeot de Ash. b)tal vez alterarse y c) tengo mis sospechas, pero las guardare asta estar seguro. Bueno, por ahora es todo, Ja Ne
     
  12.  
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    Hola hola OnlyYops :3 Aquí estoy cumpliendo como te dije. (aunque ya me tardé unos días, jeje xD)

    Bueno, que quieres que te diga, otro fantástico capítulo, cada vez mejoras más y más, y me encanta que actualices siempre. Este ha sido un capítulo bastante largo y me gusta, no es como otros que se acaban enseguida.
    Las batallas las narras de maravilla, todo se entiende bien y nunca te encuentro ninguna falta, suertudo >.< (?)
    Cuando narraste tan bien como era el centro comercial me entraron ganas de ir para allá enseguida y llevarme toda la tienda *¬*
    Dawn como siempre haciendo una de las suyas, pobre May, y como no Ash y su apetito insaciable jaja. Ahora las preguntas:

    · ¿Cómo podrán May y Ash regresar a la Poké-academia? Pues...supongo que corriendo o cogiendo el bus jaja.

    · ¿Qué hará el resto cuando se den cuenta que faltan ambos chicos? A Dawn le da un ataque por la desaparición de Ash, verás xD Y marina se preocupará por May,

    · ¿De qué será ese extraño helicóptero? Pueden ser los malos, otro grupo de villanos mejores que el Team Rocket seguro.

    Bueno, eso es todo, sigue invitándome a tus fics y aquí tienes el graan comentario que querías xD
    Nos leemos!

    Serena Yvonne.
     
  13.  
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    Escorpión
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    Hola :D Gracias por avisarme, el capitulo fue muy divertido e interesante no encontré faltas de ortografía :3

    ¿Cómo podrán May y Ash regresar a la Poké-academia?
    Hum... interesante

    ¿Qué hará el resto cuando se den cuenta que faltan ambos chicos?
    sus amigos se preocuparan y al peli-azul le dará un ataque XD

    ¿De qué será ese extraño helicóptero?
    Los malos han llegado.O talvez sea una estrella famosa que va de compras XD

    Cuídate BYE!
     
  14.  
    negiyasuna

    negiyasuna Iniciado

    Virgo
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    Hola! Pasando por aquí me encontre el fic y si te digo la verdad, me dejaste con intriga. Que líos montará Ash para irse de alla, seguro. Bueno vamos a las preguntas, ya que de faltas careces, Only Yops:
    ¿Cómo podrán May y Ash regresar a la Poké-academia?
    Weee, no se...Prefiero que se queden y que hablen un poco, y que surga finalmente el amor :3
    ¿Qué hará el resto cuando se den cuenta que faltan ambos chicos?
    Weee, pues preocuparse, sobre todo Marina. Dawn se preocupará por Ash, pero de May, nunca. Nee, nunca me gusto Dawn, creo que le veía ese toca de chica presumida.
    ¿De qué será ese extraño helicóptero?
    Podría ser del Tea, Rocket, pero perfectamente podría ser el equípo Plasma, no sé...
    Neee, me despido hasta próximo capitulo, esperando que no sea muy lejano.
    Negiyasuna fuera, paz.
     
  15. Threadmarks: Capítulo 14: Un “helicóptero-cket” llega al Viridian Plaza
     
    Steve Yops

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    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    8208
    ¡Hola a todos! Aquí les traigo el capítulo 14, que según mi opinión, está bastante emocionante. Espero que les guste y me dejen un comentario para saber qué tal les pareció.

    Capítulo 14: Un “helicóptero-cket” llega al Viridian Plaza

    Como bien sabemos, en el capítulo anterior, los estudiantes de la Poké-academia tuvieron la oportunidad de visitar el centro comercial de ciudad Viridian; sin embargo, al regreso, no todos estaban en los buses.

    Por otra parte, unos minutos antes de que dichos sucesos ocurrieran, Lance se encontraba observando el mar en compañía de su fiel Dragonite en el muelle de la ruta 22.

    —Me pregunto cómo estará Isla Canela ahora… —susurró el pelirrojo.
    —Drago… —añadió el pokémon dragón.

    De repente, escucharon el ruido de una hélice en el cielo. Curiosos, miraron hacia arriba y se pudieron ver a lo lejos, un extraño helicóptero negro que parecía que iba rumbo a ciudad Viridian.

    —¿Qué es eso? —preguntó Lance.


    Inmediatamente, el pelirrojo sacó unos binoculares electrónicos de su bolsillo para poder ver con mayor claridad el vehículo volador.
    Apenas hizo el acercamiento a la imagen, el campeón de la liga se llevó una desagradable sorpresa. Pudo ver una “R” roja estampada en uno de los costados del helicóptero, y eso significaba una sola cosa…

    —¡El Equipo Rocket! —exclamó alarmado—. Tengo que avisarle a Solidad para que vuelvan rápido o si no los estudiantes pueden estar en peligro…

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Regresando al Viridian Plaza, minutos después de haber ocurrido los eventos del capítulo anterior, May, resignada, había vuelto a entrar al centro comercial en busca de un teléfono.
    Caminaba y caminaba hasta que… ¡Pum! Un chico que iba corriendo a toda velocidad se tropezó con ella, haciendo que ambos cayeran al piso.

    Mientras aquellos jóvenes esperaban a que el mareo que les ocasionó la caída cesara, el Pichu de May reconoció a un Pikachu que estaba al frente suyo, así que comenzaron a jugar luego de saludarse.
    May, al escuchar la voz de Pikachu, volteó a mirar a su entrenador y sonrió dulcemente.

    —Tenemos que dejar de encontrarnos así… —dijo la castaña riendo.
    —Estoy completamente de acuerdo —afirmó el azabache haciendo lo mismo.

    El joven entrenador de pueblo Paleta se puso de pie y le ofreció la mano a la coordinadora de ojos color zafiro. Ella, gustosa, aceptó el gesto.

    —Espera un momento—dijo May, ya de pie—, ¿por qué estás aquí todavía?
    —Estuve en un tenedor libre todo este rato y no me había dado cuenta de la hora —dijo el azabache rascándose la nuca mientras reía de la vergüenza.

    La joven muchacha de pañoleta verde se limitó a reír. Como bien había dicho anteriormente, algunas cosas nunca cambian.

    —¡Rápido, May, tenemos que ir a los buses! —le dijo agarrándola de la mano para ir a dicho destino.
    —Ash, los buses se fueron hace diez minutos… —dijo resignada la coordinadora de pañoleta verde, frenando el paso.
    —¿¡Qué!? —exclamó el azabache con pánico—. ¿Y qué vamos a hacer?
    —Tenía pensado en ir en busca de un teléfono para llamar a alguien de la Poké-academia. ¿Me acompañas?
    —Umm… de acuerdo —le contestó el joven con “z” en las mejillas.

    Entonces, tanto Ash como May les avisaron a sus pokémon a dónde tenían que ir, por lo que Pikachu y Pichu regresaron a los hombros de sus entrenadores.

    —¿Y tú por qué sigues aquí? —preguntó Ash.

    May lanzó un suspiro, tratando de controlar la ira que le provocaba recordar la causa de su atraso.

    —Te explico después…

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Mientras tanto, los buses de la Poké-academia ya estaban llegando a su destino.
    Ahí los estaba esperando Lance, un tanto ansioso, en compañía de Dragonite. También estaba Norman, esperando encontrarse con sus dos hijos.

    Una vez estacionados, de los buses bajaban y bajaban varios estudiantes, pero no se veía por ningún lado a dos alumnos en específico.

    —‘Tranquila, Marina. May debe estar en uno de los otros buses. Cuando la vea me sentiré aliviada, y una vez que me haya pasado el susto le entregaré sus bolsas…’ —dijo la ídolo pokémon en sus pensamientos, bajándose del autobús.
    —Hmm… ¿Y Ash? —preguntó Dawn mientras miraba, junto a sus amigas, qué estudiantes seguían bajando.

    Sin embargo, los choferes anunciaron que ya no quedaba nadie dentro de los vehículos, y se dirigieron a los estacionamientos subterráneos del instituto.
    Aquella noticia provocó que cierta tensión fuera iniciada. ¿Todos se habían bajado? Pero si faltaban dos estudiantes…

    —¿Y May? —preguntó Norman—. ¿Dónde está May?
    —‘No puede ser…’ —pensó Marina angustiada.
    —Mi hermana no se ve por ningún lado. Esto no me gusta —susurró Max.
    —¡¡Ash!! —gritó una voz— ¡¡Ash Ketchum!!, ¿¡dónde estás!?

    Aquel alarido provino de la coordinadora de cabellos azules, que buscaba a su novio, llena de pánico, por todo el grupo de estudiantes.

    —¡Dane!, ¿quieres calmarte? —dijo Lyra.
    —¡¡No, no quiero calmarme!! —respondió agitada—. ¡En este momento mi novio debe estar perdido en ciudad Viridian, y de seguro debe estar con esa insufrible!

    Juzgando el tono con que pronunció a esa palabra, sumado a la extraña desaparición de su amiga, Marina comenzó a tener fuertes sospechas sobre los hechos.

    —Un momento —intervino la chica de cabello cerúleo—, tú dijiste que habías visto a May subirse en uno de los buses. ¿Y ahora dices que está en el Viridian Plaza?

    Esa pregunta hizo que Dawn tragara saliva con fuerza de los nervios.

    —B-bueno, no la veo por ningún lado así que supongo que la confundí con otra persona…—balbuceó la coordinadora de Sinnoh.
    —Claro… Qué conveniente esa confusión viniendo de tu parte, ¿no, “Dane”? —dijo la chica de cabello cerúleo con desconfianza, agregando la última frase con tono burlesco.

    La chica de ojos color lapislázuli sin saber que responder, se alejó de Marina con orgullo, siendo seguida por Lyra y Brianna.

    Paralelo a esto, Norman se encontraba hablando con Solidad.

    —¡Solidad!, ¿cómo pudo pasar esto? —dijo Norman ansioso—. Mi hija se quedó en ciudad Viridian, además de otro estudiante desaparecido.
    —Lo sé y lo lamento, pero no nos quedaremos de brazos cruzados —se disculpó Solidad tratando de calmarlo—. En este momento buscaremos la forma de localizarlos e ir por ellos.

    Terminada esa frase, se escuchó un “ring ring”. De inmediato, Marina sacó su Poké-gear de su bolsillo y atendió la llamada.

    —¡Marina, soy May! —exclamó la voz remitente.
    —¡May! —vociferó Marina de alegría, lo cual llamó la atención de todos—. ¿Dónde estás?
    —En el Viridian Plaza, tuve una “traba” que me retrasó un poco. Pero bueno, necesito que le digas a mi papá que no se preocupe, que estoy bien, pero Ash y yo necesitamos que alguien venga a buscarnos.
    —De acuerdo —dijo Marina asintiendo, y posteriormente finalizó la llamada.

    Entonces, Marina le dio el aviso a Norman, lo cual fue un gran alivio para todos el saber que ambos chicos estaban bien. Sin embargo, el hecho de que aún siguieran en ciudad Viridian alarmó a Lance por lo que había visto hace un rato atrás, así que de inmediato fue a hablar con Solidad.

    —Solidad, ¿recuerdas qué los llamé para que regresaran sin esperar un par de minutos extra? —preguntó el pelirrojo en voz baja.

    La coordinadora de cabellos rosados asintió.

    —Lo que pasa es que vi un helicóptero del Equipo Rocket dirigirse a ciudad Viridian…
    —¿¡Qué!? —se sobresaltó Solidad, pero manteniendo un volumen bajo—. ¡Lance por qué no me lo dijiste! Así hubiéramos sido más rigurosos para que todos se encontraran en los buses; en vez de habernos ido con tanto afán por una supuesta emergencia que desconocíamos.
    —Lo sé, y lo siento, pero ahora no es momento de discutir esto. Tenemos que ir por ellos cuánto antes.
    —Creo que es necesario que Norman lo sepa…
    —Estoy de acuerdo. Y de paso, dile que venga con nosotros.

    Solidad asintió y prosiguió a hablar con Norman, tratando de hablarle del asunto con la mayor calma posible para que no se exaltara.

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Entretanto, el extraño helicóptero acababa de aterrizar en la ruta 2. De ahí, se bajaron tres individuos cubiertos por sombreros, gafas de sol y gabardinas; con la finalidad de no ser reconocidos con facilidad.

    —Entonces, ¿dónde se supone que se encuentra lo que buscamos? —preguntó la mujer del grupo.
    —En ese centro comercial —afirmó un alto muchacho que iba con ellos. Aparentemente, era quién lideraba aquel grupo.
    —¿Y específicamente en qué parte? —preguntó un sujeto robusto y moreno.
    —En el museo.

    Posteriormente, el líder les pasó unos dispositivos similares a un control remoto y comenzó a darles ciertas instrucciones, y posteriormente se fueron al centro comercial.

    En el helicóptero, se quedó un hombre vestido de un traje negro y una gorra del mismo color.

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Unos quince minutos más tarde, Norman, Solidad y Lance se encontraban saliendo del vestíbulo de la Poké-academia, dispuestos a ir a buscar a los alumnos que se habían quedado en ciudad Viridian.
    En eso, Solidad dijo:

    —Bueno, sólo debemos esperar a que el autobús llegue y…
    —No; eso nos tomará mucho tiempo y esos criminales ya deben andar por ahí. Entre más temprano lleguemos, mejor.
    —¿Entonces…? —preguntó Lance.
    —Tú tienes un Dragonite, ¿no? —preguntó el padre de May y Max.

    Lance asintió.

    —Entonces tú y Solidad monten en él y vuelen a ciudad Viridian.
    —¿Y usted? —preguntó Solidad.
    —Yo llegaré con la ayuda de este amigo… —respondió el líder de gimnasio, sacando una pokébola de su bolsillo.

    La cápsula esférica se abrió, y de ella salió un gran pokémon ave cubierto de plumas de color rojo en el dorso, y de color azul en su parte inferior. Las plumas de su cola eran rojas, pasando a ser amarillas, y luego azules al llegar a las puntas.

    Poseía un gran y grueso pico con una pequeña marquita azul en la parte superior, sus ojos eran de color negro con pupilas blancas; y sobre su cabeza tenía tres plumas de color blanco con base roja. A ambos lados de su cabeza, tenía otros respectivos grupos de tres plumas blancas que apuntan en sentido horizontal.
    Detrás de las tres plumas de su cabeza, se le podía apreciar un gran penacho de plumas blancas que llegaba hasta el cuello.
    Sus patas amarillas poseían un dedo hacia tras y tres hacia adelante; cada uno con gruesas y filosas garras de color azul.

    —¡Un Braviary! —exclamó Solidad—. Un pokémon de la región Unova…
    —Y este es un poco más grande que el promedio… —añadió Lance, observando al ave.
    —Exacto —afirmó Norman—. Entonces, ustedes montaran en Dragonite y yo en Braviary para llegar a ciudad Viridian, ¿de acuerdo?

    Lance y Solidad asintieron.

    Los funcionarios de la Poké-academia se montaron sobre dichos pokémon y les dieron la instrucción de volar en dirección a ciudad Viridian.

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Mientras tanto, Ash y May, acompañados de Pikachu y Pichu, se encontraban caminando en los pasillos del centro comercial, en espera de que los fueran a buscar.

    —Oye, May, aún no me has dicho por qué tú no alcanzaste a llegar a los buses —dijo el azabache.

    La castaña lanzó un suspiro.

    —No creo que sea taan importante —respondió la chica de ojos color zafiro poniendo énfasis en la palabra en cursiva, acompañado de una risa nerviosa.
    —Vamos, debe haber alguna razón… ¿Acaso te emocionaste haciendo compras que no te fijaste en la hora?
    —Hmm… la verdad, no.

    La castaña hizo una pausa y quedó mirando al azabache fijamente, y luego dijo:

    —Me quedé encerrada en el baño…

    Ash miró por unos segundos a la castaña, y repentinamente soltó una ruidosa carcajada.
    May sólo se dignó a guardar silencio para no decir algo de lo que podría arrepentirse después.

    —Lo siento, May —dijo ya calmándose—. Es sólo que me parece un poco graciosa la idea, pero esos accidentes pasan y…
    —Es que no fue tan accidental como se oye —lo interrumpió la castaña en seco, decidida a contarle lo que pasó.

    Ash en ese momento se puso serio. Notó que su amiga no estaba muy contenta que digamos; de seguro algo había pasado.

    —¿Ah no?, ¿y qué pasó?

    May cerró los ojos por unos segundos, tomó aire y luego miró al azabache, sintiendo un poco de pesar al principio, pero luego sintió mucha más firmeza.

    —Bueno… —dijo mirándolo fijamente—. La verdad es que la puerta del baño estaba dañada, y creo que Dawn lo sabía porque en un principio pareció querer detenerme, pero luego me insistió en entrar a esa cabina, y cómo yo estaba tan apurada, le hice caso.
    >>Luego de que me quedé encerrada, ella se fue muy contenta. Y un rato después, llegó la señora de la limpieza, que casualmente me preguntó si acaso nadie me había avisado que no podía entrar…

    Pikachu lanzó una mirada de sospecha. Los hechos le parecían semejante casualidad como para que no hubiera sido algo intencional por parte de cierta personita…

    —Y si Dawn era la única persona que se encontraba ahí y en un principio parecía querer decirte que no entraras, entonces…
    —Probablemente fue ella a quién le pidieron el favor de avisar que no se podía entrar allí…

    Ash volteó la mirada al horizonte con frustración. De alguna manera, no le cuesta mucho pensar que lo que May le decía era verdad, pues como bien había dicho anteriormente, la coordinadora de bufanda rosada ya no se comportaba la de misma manera que cuando iniciaron el viaje en la región Sinnoh.

    —Sólo para confirmar… ¿te parece si le preguntamos a la conserje si le pidió ese favor a Dawn?
    —¡Pika, Pika, Pikachu! —alegó Pikachu.
    —Ya, ya. Sabes que es mejor estar seguros antes de meternos en un rollo como ese… —susurró Ash.

    Pikachu lanzó un suspiro de resignación. Sabía muy bien que si no verificaban antes que la coordinadora de Sinnoh había sido la culpable, al momento de discutir con ella se iban a meter en un problemón gigante.

    May miró a Ash con pesar. No quería ocasionarle problemas con la coordinadora de Sinnoh, pero definitivamente sentía que le debía decir a Ash lo ocurrido, para ver si él podía hacer algo para detenegr esas situaciones.

    —¿Pichu? —murmuró el pequeño pokémon eléctrico mirando a su entrenadora con curiosidad.

    La castaña volteó a ver a su fiel acompañante y sonrió.

    —Tranquilo, no pasa nada…

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Regresando a la Poké-academia, la coordinadora de Sinnoh se encontraba con sus amigas en el patio, alegando sobre lo ocurrido.

    —¡No la aguanto más! —exclamó Dawn—. Justo cuando pensé que me la había quitado de encima, resulta que se quedó en el centro comercial con mi novio.
    —Pero en teoría, esto es tu culpa, Dane —repuso Lyra.
    —¿Qué? —replicó la muchacha de ojos color lapislázuli.
    —¡Claro! Como encerraste a May en el baño, ella se quedó en el Viridian Plaza al igual que tu novio…
    —Estuvo muy mal lo que hiciste, Dawn —añadió Brianna.
    —Ahh, ya veo… ¡Gracias!, ¿eh? —alegó la chica de cabellos azules—. Y yo que pensé que ustedes eran mis amigas.
    —¿Qué? —preguntaron ambas al unísono—. Pero…
    —Pero nada… —las interrumpió dramatizando—. Si necesitaba hablar con alguien que defendiera a esa insufrible, hubiera ido dónde la insoportable de su amiguita… —dijo refiriéndose a Marina.
    —Dane, no por eso quiere decir que estamos en contra tuya y ahora vamos a ser amigas de May; pero tienes que pensar mejor las cosas. Por querer jugarle sucio, tú también saliste perdiendo.
    —¡Y lo que hiciste puede ser peligrosísimo! Imagínate si no pudiera volver o le pasara algo en el camino… —agregó la coordinadora de Isla Crisantemo.
    —Pues por mí, que se quede a vivir por allá porque no la quiero ver más —afirmó Dawn.

    Cerca de allí, había un muchacho de cabellera verde que había oído toda la conversación mientras se afirmaba sobre un poste con los brazos cruzados; y cuando consideró que había escuchado suficiente, se acercó al grupo, tomó a Dawn del brazo y con velocidad, se la llevó a unos metros lejos de sus compañeras.

    —¿Acaso estás mal de la cabeza? —preguntó Drew en voz baja.
    —¿De qué estás hablando? —dijo como respuesta la coordinadora de cabellos azules.
    —No te hagas la desentendida. Te pasaste de la raya, están todos preocupados. Pero yo sé lo que hiciste.

    Dawn, apurada, abrió la boca para decir algo pero no le salió ni un solo sonido.

    —Si no los encuentran, más te vale pensar en algo o yo mismo te delataré —agregó el coordinador, alejándose de la muchacha de ojos lapislázuli.

    Si las miradas mataran, Drew estaría frito, porque la coordinadora de Sinnoh no pudo evitar lanzarle una mirada de profundo desprecio al joven muchacho originario de ciudad Larousse al escuchar su amenaza.

    Sin embargo, le había dado la razón en algo. Si May no regresaba, ella estaría en graves problemas.

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    Marina se encontraba caminando en círculos en el vestíbulo de la Poké-academia, y de vez en cuando se paraba para mirar al reloj o la entrada. No estaría tranquila hasta ver a su amiga cruzar por esa puerta.

    De repente, sintió que alguien estaba detrás suyo.

    —Si deseas llorar aquí tienes un hombro… —dijo un chico poniéndole una mano sobre su hombro, actuando como todo un don Juan.
    —Ahora no, Vincent… —respondió Marina fastidiada.
    —Wow, qué carácter —dijo el castaño entrenador impresionado.
    —Lo siento, pero en este momento no ando de humor, y será así hasta que el señor Balance llegue con May y Ash…

    Vincent entendió perfectamente el estado de preocupación de la ídolo pokémon, así que se acercó para abrazarla suavemente.

    —Tranquila, van a llegar sanos y salvos… —dijo el entrenador de camiseta verde.

    Marina en un principio quedó inmóvil con tal gesto, pero luego de unos segundos, cerró los ojos y le devolvió el abrazo, acompañado de un suave y dulce “gracias…”.
    A través de ese abrazo, Marina sintió un fuerte alivio. Necesitaba buscar alguna manera de tranquilizarse un poco, y afortunadamente la había encontrado.

    En esos momentos, un muchacho de gorra amarilla estaba pasando por allí y vio con cierto disgusto a aquellos chicos abrazados.
    Aquel joven frenó en seco y se quedó paralizado por un corto lapso de tiempo.

    —¿Qué están haciendo? —preguntó el entrenador de chaqueta roja.

    Marina, sorprendida, abrió los ojos, y al ver a Jimmy, se despegó de Vincent inmediatamente.
    El castaño entrenador reconoció aquella voz, un tanto fastidiado de que haya interrumpido su momento.

    —Siempre dónde nadie te llama… —replicó Vincent.
    —Y tú dónde nadie te necesita —respondió desafiante el entrenador de gorra amarilla.
    —Ya chicos, no peleen —intervino la chica de cabello cerúleo—. Vincent sólo me estaba abrazando porque estaba muy preocupada por May…
    —¡Genial, qué forma de calmarte! —alegó Jimmy.
    —¿Y tú qué? —dijo el muchacho de camiseta verde—. A ti nadie te reclama por haber pasado toda la tarde con Lyra y el día de ayer.

    Jimmy tragó saliva lleno de nervios al escuchar aquel reproche, mientras que Marina, impresionada, le lanzó una mirada acusadora.

    —¡Jimmy!
    —¡No es lo qué crees! —exclamó el entrenador de chaqueta roja apurado— ¡Fue sólo para entrenar!
    —Entonces no me reclames porque esté abrazándome con un amigo si tú andas pasando las tardes con otra chica; es más, ni tú ni yo tenemos porque andar dándonos explicaciones.
    —´“¡Amigo!”, ¡eso duele!’ —pensó Vincent con cara de dolor mientras se tocaba el estómago.

    Jimmy suspiró. Resignado, se fue del vestíbulo sin decir ni una sola palabra.

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    May, entró al baño y se encontró a la señora de la limpieza, así que le pidió salir unos breves minutos para poder hablar con Ash sobre lo ocurrido.

    —Hola, mucho gusto —dijo el azabache.
    —Igualmente —respondió la señora—. Entonces, ¿tú eres el novio de aquella chica entonces?
    —¿A la que le pidió el favor?
    —Sí, una de cabellos azules, bufanda rosada, gorro blanco…

    Ash sintió una desagradable sensación al confirmar las sospechas.
    Pikachu, por su parte, lanzó una mirada furiosa al enterarse que la coordinadora de Sinnoh había hecho de las suyas.

    —Sí, ella es mi novia.
    —Ya veo, ¿pero por qué se fue sin advertirle a tu amiga que no entrara a esa cabina?
    —No estoy seguro; de todas maneras, necesitaba saber si era ella a quién le había pedido el favor. Así que, muchas gracias.
    —De nada, querido.

    La conserje, entonces, regresó a su labor, dejando a un indignado Ash y a una incómoda May en el pasillo.

    —Ash, en serio lo lamento, pero necesitaba decírtelo para que esto no volviera a pasar y…
    —No te preocupes, May, te entiendo perfectamente —respondió el entrenador de gorra roja—. Tranquila, veré que puedo hacer.

    May sonrió temerosamente. Sabía que el entrenador con “z” en las mejillas no se sentía bien, pero de algo estaba segura, haberse quedado callada hubiera sido un gran error.

    —Mientras tanto, ¿a dónde quieres ir? —preguntó Ash.
    —Hmmm… La verdad ya visité todas las tiendas de ropa; así que no sabría decirte.
    —Pichu… —susurró Pichu con vergüenza ajena.
    —Dicen que en el museo hay reliquias pokémon muy importantes… ¿vamos a ver?

    May intercambió una mirada con Pichu y asintió al azabache. Entonces, los dos chicos junto a sus pokémon, tomaron rumbo al museo.

    Al estar en el segundo piso, vieron a lo lejos una gran puerta de vidrio opaco y un par de grandes ventanas del mismo material. Arriba de ello, había un letrero a lo largo que decía “Museo de Viridian”.

    En el interior del museo, se apreciaba que las baldosas eran de color ocre; el techo y las paredes eran de color beige, y las lámparas colgantes eran de color negro.

    Numerosas vitrinas destacaban a lo largo del lugar, dónde se podían ver varios fósiles pokémon, rocas en exposición, y otras interesantes reliquias.

    En las paredes, habían esqueletos de antiguos pokémon y diversidad de pinturas; destacándose una en la que Rayquaza intervenía en una batalla entre Groudon y Kyogre, otra que mostraba la aparición de Giratina frente a Dialga y Palkia en la Columna Lanza, entre otros. Aquellas exhibiciones eran separadas por pilares de color pardo oscuro.

    Allí entraron Ash y May, dispuestos a ojear todas las exhibiciones mientras llegaban por ellos.

    Entonces, una señorita se les acercó, dispuesta a servirles de guía por el museo, a lo cual ellos aceptaron.

    Paralelo a esto; los tres individuos misteriosos acababan de llegar al centro comercial. Sin das muchas vueltas, subieron por las escaleras mecánicas hasta llegar al segundo piso.

    Ahí, se sentaron en una banca; intercambiaron miradas, y sacaron sus pokébolas y una especie de cápsulas azules. Ahí metieron las esferas de captura.
    Luego sacaron los dispositivos electrónicos que les había pasado el líder anteriormente, apretaron un botón rojo, y a continuación, numerosas ondas rojas se esparcieron por todo el edificio.

    (…)

    Mientras tanto, Ash recordó algo mientras iban en camino a la siguiente obra en exposición.

    —¡Un momento! —exclamó el entrenador de pueblo paleta—. Pensaba que había dejado a todo mi equipo en la Poké-academia a excepción de Pikachu, pero sí traje a otro pokémon conmigo.
    —¿Ah sí? —dijo la castaña—, ¿a quién?
    —¡Charizard! Él nos puede llevar a la Poké-academia de vuelta.

    En eso, Ash buscó la pokébola en su bolsillo, pero al encontrarla, vio algo completamente inusual.
    Se encontraba en un tamaño bastante reducido y el botón del centro ahora estaba en rojo. Por más que Ash presionaba y presionaba el botón, la pokébola no ensanchaba.

    —Qué raro… la pokébola está sellada —murmuró el joven de gorra roja.
    —No pensabas sacar a Charizard aquí, ¿verdad? —dijo entre risas la castaña.
    —No, sólo quería asegurarme de tener la pokébola, pero algo anda mal con esto...

    La castaña acercó su mirada hacia la esfera de captura. De verdad había algo raro.
    Para sacarse las dudas, May revisó su mochila y se encontró con algo completamente desconcertante… ¡Sus pokébolas también estaban selladas!

    —A-Ash —tartamudeó la chica de ojos color zafiro—, mis pokébolas también están así.
    —¿Será algún sistema de seguridad del museo? —se preguntó el chico con “z” en las mejillas.

    La castaña volteó a mirar a la guía para preguntarle, pero para ese entonces ya habían llegado a la siguiente exposición.
    Era una curiosa roca anaranjada, y daba la impresión de estar hecha con materiales ígneos.

    —Bueno, muchachos, esto que ven aquí es la piedra m…

    Sin poder terminar esa frase, hubo un gran e intenso estallido en la entrada del museo; produciendo una densa humareda, acompañada de una gran cantidad de caídas de personas y obras de exposición.
    El humo poco a poco fue disipándose al mismo tiempo que Ash, May, Pichu y Pikachu abrían lentamente los ojos para ver qué estaba ocurriendo.

    Ahí vieron a lo lejos a los tres misteriosos individuos cubiertos por las gabardinas en la entrada, acompañados por un Steelix, un Muk y un Rypherior; examinando minuciosamente el lugar con la mirada.

    (…)

    En esos mismos momentos, Solidad, Lance y Norman habían aterrizado frente al centro comercial y fueron testigos de la aterradora explosión ocurrida en el lugar.

    —¿¡Qué fue eso!? —exclamó Solidad.
    —¿Serán ellos? —preguntó Lance.
    —Lo sabremos si nos ponemos en marcha… ¡Vamos! —concluyó Norman.

    Apenas faltaban pocos pasos para llegar a la entrada, una voz que gritó “¡Alto!” les interrumpió el paso. Era una oficial Jenny, acompañada de su Arcanine y otros tres policías, cada uno con un Growlithe.

    —¿A dónde creen que van? —preguntó la oficial Jenny.
    —Oficial, necesitamos entrar con mucha urgencia —explicó Solidad.
    —Lo lamento, pero en este momento no es seguro y tenemos que ver qué fue lo que pasó.
    —¡Oficial Jenny, mi hija está allá adentro! —exclamó Norman ansioso—. Por favor, déjenos entrar. Está con un amigo, ambos estudiantes de la Poké-academia y los tenemos que llevar de regreso.

    La oficial Jenny miró fijamente a los tutores y al supervisor del instituto. Pensó por unos segundos una decisión y les dijo:

    —De acuerdo… Pueden entrar con nosotros. Pero tengan cuidado, hemos detectado una actividad de radiación muy extraña que sella las pokébolas.
    —Entonces lo mejor será dejar a Dragonite y a Braviary fuera de sus pokébolas… por alguna emergencia —dijo el pelirrojo.
    —Y también sería bueno que yo ande acompañada —dijo Solidad lanzando una pokébola.

    De ahí salió el Slowbro de la tutora de cabellos rosados. La coordinadora de elite le indicó a Slowbro acompañarla en el transcurso de exploración del Viridian Plaza.

    (…)

    Regresando al museo, la gente comenzaba a recuperar la consciencia lentamente, pero se quedaban completamente inmóviles al ver que no podían hacer nada; los que tenían pokémon se encontraban dentro de sus pokébolas… y está de más decir que no las podían ocupar.

    —Bueno, a lo que vinimos; no quiero perder mucho tiempo por aquí —dijo el dirigente del grupo.

    Los sujetos misteriosos asintieron. De inmediato, les dieron la orden a sus pokémon para atacar a la gente, con el fin de que se hicieran un lado para poder encontrar lo que buscaban.

    —¡No puedo permitir que esto pase! —exclamó Ash—. ¡Pikachu, Impactrueno!

    Pikachu se levantó y lanzó una potente descarga eléctrica. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados.

    El Impactrueno fue desviado hacia el cuerno de Rhyperior, sin causarle daño alguno.

    —¿Es en serio? —dijo en tono burlesco el dirigente del grupo misterioso—. Te falta mucho por aprender…

    Ash gruñó silenciosamente. Sus ataques eléctricos no funcionaban por la habilidad Pararayos de Rypherior, y usar un ataque de contacto podría ser peligroso si solamente Pikachu se enfrentaba a esas tres bestias.

    May estaba paralizada. Tenía muchas ganas de ayudar pero… Pichu era sólo un bebé; para dominar bien sus ataques necesitaba entrenamiento y ese no era el mejor momento para intentarlo.

    —¿Quiénes son ustedes? —preguntó el azabache.
    —No tenemos por qué responderte eso, niñito —dijo el sujeto robusto, que se encontraba buscando el objeto con ayuda de Muk.
    —Y ni estás en condiciones de exigirlo, porque podemos acabar con tu pokémon cuando se nos dé la gana —dijo la mujer del grupo.
    —¡Lanzallamas, Arcanine! —exclamó una voz.

    Una poderosa ráfaga de viento impactó sobre la serpiente de acero, haciendo que cayera al suelo.
    Seguido de esto, aparecieron la oficial Jenny con sus reclutas y los canes. Rápidamente, los policías rodearon a los criminales.

    —¡Revelen su identidad ahora mismo! —ordenó la oficial Jenny.
    —Como guste… —respondió el líder del grupo.

    Dicho sujeto les hizo una señal a sus cómplices, y al mismo tiempo se sacaron el sombrero y las gabardinas.
    Todos quedaron con la boca abierta cuando se dieron cuenta de quiénes se trataban. Esa “R” roja en los trajes era totalmente inconfundible… eran miembros del equipo Rocket; y se trataban de Proton, Atila y Juno.

    —No puede ser… —murmuró la agente de policía.

    En esos instantes, llegaron Lance, Solidad y Norman; y si bien en un principio se alegraron de divisar a lo lejos a Ash y a May; las condiciones en las que estaban fueron responsables de disminuirles ese alivio.

    —‘Lo supuse…’ —pensó Lance con desagrado al ver los integrantes del equipo Rocket.
    —¡Rhyperior, usa Avalancha! —ordenó Proton.

    Rhyperior se acurrucó para acumular energía, manifestándolo en un resplandor que aparecía en su cuerpo.
    Cuando almacenó suficiente energía, el pokémon taladro se estiró, liberando una enorme cantidad de rocas hacia todos lados.

    —¡Al suelo! —gritó la oficial Jenny.

    Velozmente, todos se agacharon para poder evadir la gran y peligrosa pedrada.

    Solidad, que fue cubierta por Lance al momento de agacharse, lo miró y le dijo:

    —Lance, tenemos que hacer algo rápido.
    —Tienes razón —contestó el pelirrojo asintiendo.

    De inmediato miró a su Dragonite, y le hizo una seña que el pokémon entendió perfectamente.
    El dragón, apuntando a Rypherior, lanzó un potente rayo de tonalidad naranja; que en cuestión de segundos el pokémon taladro recibió de lleno. Eso había sido un Hiperrayo.
    Proton volteó a mirar a Lance con desprecio.

    —¡Steelix, Foco Resplandor! —ordenó Juno.

    La boca de Steelix adoptó un brillo blanco, y a continuación, liberó un poderoso rayo de energía plateada en dirección a Dragonite y los otros.

    —¡Onda Certera, Slowbro!

    Slowbro juntó sus manos, y éstas emitieron un fulgor azul. Al separarlas formó una esfera de energía azul, y la lanzó en dirección al Foco resplandor, y con elegancia, logró desvanecer el ataque de su oponente, además de dar en el blanco, haciendo retroceder varios metros a Steelix.

    —¡Muk, usa Lanza Mugre!

    Muk dio una especie de aplauso, y un resplandor entre sus manos comenzó a aparecer.
    Luego, las fue separando lentamente, y una bolsa negra de basura rodeada por un aura morada fue apareciendo. Entonces, luego de tomar impulso, la lanzó con fuerza hacia los funcionarios de la Poké-academia.

    —¡Torbellino! —mandó Norman.

    Con astucia, el pokémon aguerrido comenzó a dar aletazos, creando una ráfaga de viento.
    El torbellino logró desviar el Lanza Mugre hacia Atila y Juno, por lo que ambos agentes pegaron un gran salto para evadir el ataque.

    Muk tan sólo dio unos cuántos pasos, y Steelix, gracias a su inmunidad a los ataques tipo veneno, ni pestañeó.

    Cuando Juno aterrizó en el suelo, vio a su lado la piedra anaranjada que May y Ash iban a ver hace un rato atrás.
    Abrió grandemente sus ojos, y sin pensarlo dos veces, la tomó y la levantó muy alto.

    —¡Aquí está! —exclamó la integrante Rocket.

    Proton se dio media vuelta y en su rostro apareció la misma expresión que la de Juno.
    Entonces, le hizo una seña para que se la lanzara. Como la mujer de pelo blanco le obedeció, el ejecutivo miró fijamente a la roca y la comenzó a analizar con un dispositivo electrónico.

    —¡Arcanine, Sofoco! —ordenó la oficial Jenny, preocupada de que se robaran la piedra.
    —Protección —dijo el ejecutivo Rocket sin inmutarse.

    Rhyperior formó un campo de fuerza alrededor suyo y de su entrenador, protegiéndolo de cualquier ataque.

    —¿Y…? —dijo Juno.
    —Bah, es sólo una réplica… —dijo Proton frustrado.

    Sin darle mucha importancia, el ejecutivo Rocket lanzó lejos la piedra anaranjada.
    May, al darse cuento de aquello, corrió rápidamente y atajó la roca, evitando que impactara contra el suelo y se rompiera.

    Proton, entonces, le ordenó a Rypherior romper una pared que daba hacia el exterior del centro comercial, y sacó un control remoto y apretó un botón.
    En unos segundos, llegó el helicóptero con la “R” roja, manejado por el recluta Rocket. Entonces, Proton devolvió a Rypherior a su pokébola y antes de subirse al helicóptero dijo:

    —Me largo de aquí… Los dejo para que se entretengan por un rato.
    —¿¡Qué!? —se sobresaltó Atila— ¿Nos va a dejar aquí botados?
    —Vamos, ustedes son agentes de élite del equipo Rocket, ¿no? —dijo Proton despreocupado, subiéndose al helicóptero—. No deberían tener ningún problema.

    Dichas esas palabras, el ejecutivo Rocket le dio la orden al recluta de irse. El helicóptero, entonces, emprendió el vuelo y se alejó de la ciudad.

    Juno y Atila voltearon la mirada hacia la oficial Jenny y los funcionarios de la Poké-academia.


    —Ese infeliz… ¿Qué hacemos ahora, Juno? —murmuró Atila.
    —Ya escuchaste a Proton, no son problema para nosotros; además, nadie más puede usar a sus pokémon gracias al sistema de bloqueo, ¿recuerdas? —respondió Juno dando una palmada en su bolsillo.

    Pichu escuchó las palabras de la mujer de cabellera blanca, y luego pudo ver en el bolsillo de ambos criminales los dispositivos de bloqueo de las pokébolas.
    Entonces, le hizo una señal a Pikachu señalando los aparatos. Piakchu asintió, y juntos, fueron corriendo sigilosamente para quitarles los aparatos a los agentes Rocket.
    Sin que se dieran cuenta, les sacaron los artefactos y los pusieron delante de Ash y May.

    —¡Pikachu, Pika! —exclamó Pikachu señalando el aparato para que lo rompieran.
    —¡Pichu, Chu! —agregó Pichu imitando a su evolución.

    May y Ash intercambiaron miradas, y cada uno tomó un pequeño fragmento de los escombros ocasionados por la explosión, y con ellos, golpearon los dispositivos… ¡Rompiéndolos al primer intento!

    Juno escuchó el ruido provocado por el golpe, y al darse media vuelta, abrió los ojos como platos.

    —¡Attila! —exclamó.

    Su compañero volteó a mirar a Ash y May, se metió la mano al bolsillo, y al ver que no tenía nada, concluyó lo que había ocurrido, gruñendo con mucha furia.

    —¡Maldición…! —murmuró el rubio integrante de la organización criminal.

    Luego, Ash sacó la pokébola de Charizard, y al ver que volvió a la normalidad, sonrió grandemente.

    —Oye, May, ¿me ayudas a derrotar a estos tipos de una vez? —le dijo el azabache.

    May sonrió.

    —¡Claro! —respondió la castaña asintiendo.

    Juno notó que Ash y May estaban alistando sus pokébolas. Volteó a mirar a su izquierda, y había otro grupo de entrenadores que estaban haciendo lo mismo.
    Miró hacia su derecha, y presenció el mismo escenario. Por último, dirigió la mirada hacia atrás, y vio a Lance, Solidad, Norman, la Oficial Jenny y su tropa junto a sus pokémon.

    —Estamos rodeados, es mejor no perder el tiempo con esto… —murmuró Juno.

    El musculoso agente del equipo Rocket asintió. Luego miró a Muk y le dijo:

    —¡Gas Venenoso!

    Cuando Lance escuchó la orden el rubio, abrió grandemente los ojos del pánico.

    —¡Cúbranse y no respiren ese aire! —exclamó el pelirrojo.

    Rápidamente, todos se tiraron al suelo, tapándose la nariz y la boca.
    Afortunadamente, el Gas Venenoso se desvaneció rápidamente por el aire que entraba por el hueco de la pared destruida por Rypherior.
    Todos abrieron los ojos, y como lo habían supuesto, Attila y Juno no estaban ahí.

    —¡Se escaparon! —exclamó la Oficial Jenny, saliendo a toda velocidad del lugar junto a su tropa.

    Norman, Lance y Solidad siguieron a la agente de policía, para ayudarla a capturar a los criminales.

    May y Ash luego de intercambiar miradas, asintieron y también salieron en busca de Attila y Juno.

    (…)

    Los miembros del equipo Rocket se encontraban con mascarillas que cubrían su boca y nariz, explicando así el cómo salieron ilesos del Gas Venenoso.

    Estaban corriendo con mucha velocidad, a pocos metros de la salida del centro comercial; y en eso, la puerta del ascensor se abrió y de ahí salieron Ash y May.

    —¡Ahí están! —exclamó el azabache.

    Al escuchar esa voz, Attila y Juno aumentaron la velocidad de su correr, y cuando quedaban pocos pasos para llegar a la salida… ¡Chan! Se les apareció al frente un agente de policía.

    —Ya los tengo. Ustedes vendrán conmigo.

    El policía, sin darles tiempo de reaccionar, esposó las manos de Juno y Attila, y se los llevó a la salida, para hacerlos subir a un helicóptero de color negro con una estampa dorada de la policía pokémon.
    En cuestión de segundos, el helicóptero salió volando, llevándose a los integrantes del equipo Rocket bien lejos.

    May, Ash, Pikachu y Pichu se quedaron inmóviles al ver toda esa situación, pero sintieron un gran alivio al saber que habían atrapado al par de rufianes.

    —¡May! —gritó Norman a lo lejos.
    —¡Papá! —exclamó la castaña.

    El padre y su hija corrieron en dirección al otro y se dieron un gran abrazo, felices de volver a encontrarse.
    En su compañía, llegaron Lance, Solidad, Dragonite, Slowbro y Braviary.

    —¡Wow, trajiste a Braviary! —exclamó May acariciando al ave.
    —Vaya, nunca había visto a ese pokémon —dijo Ash.
    —Es un pokémon de una lejana región que visitó mi papá durante un entrenamiento especial —explicó la coordinadora de pañoleta verde.

    En esos momentos, aparecieron la Oficial Jenny y sus ayudantes, muy agitados por haber corrido por todo el centro comercial.

    —Esos criminales lograron escaparse… —dijo la agente de policía mientras jadeaba.
    —¿Qué?, pero si vimos como uno de sus ayudantes los capturó hace unos minutos… —dijo el azabache.
    —Pikachu… —añadió el pokémon asintiendo.
    —¿Cómo? —dijo la oficial Jenny extrañada, mirando a su tropa—. ¿Alguno de ustedes los atraparon?

    Sin embargo, todos los ayudantes de la oficial Jenny negaron con la cabeza.

    —¡Pero si nosotros vimos cómo se los llevaron en un helicóptero! —exclamó confundida la chica de ojos color zafiro.
    —¡Pichu! —agregó el ratoncito eléctrico, apoyando a su entrenadora.
    —¿Un helicóptero? —preguntó la policía—. Pero ninguno de nosotros llegó en helicóptero, y tampoco he pedido refuerzos.

    Esa respuesta generó una sensación desagradable en el resto; si no habían pedido refuerzos, y ninguno de los policías había capturado al par de criminales…

    —Entonces, ¿qué pasó? —preguntó el azabache.

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    En aquellos momentos, aquel helicóptero al que se subieron Attila y Juno estaba siendo aterrizado frente a un gran edificio morado ubicado en un terreno rocoso.

    Los integrantes del equipo Rocket se bajaron de la aeronave extrañados y voltearon a mirar al oficial.

    —¿Cómo es qué usted sabe dónde quedan nuestros cuarteles generales? —preguntó Juno desconfiada.
    —¡Porque vine a arrestar a todo el Equipo Rocket…! —contestó el policía con tono burlesco.
    —¡Deje de jugar y responda! —gritó el rubio musculoso.
    —Agh… Ustedes si molestan —respondió fastidiado el oficial.

    El policía, entonces, se quitó el sombrero y comenzó a tirar lentamente de su rostro; y Attila y Juno vieron que se trataba de una máscara.
    Luego de unos minutos, quedaron sorprendidos al reconocer al sujeto disfrazado.

    —¡A-agente Petrel! —tartamudeó la integrante Rocket.
    —¿Pero cómo? —preguntó Attila.
    —No me llaman “el maestro del disfraz” sin ninguna razón…
    —Lo sé, pero, ¿cómo llegó a ciudad Viridian?
    —Ah, es que conociendo al ingenuo de Proton, sabía que los iba a dejar botados si algo salía mal; y como no estamos en condiciones de perder gente por la importante operación en desarrollo… Bueno, los seguí sin que se dieran cuenta.

    Attila y Juno se quedaron mirando al ejecutivo Rocket de cabellera morada detenidamente, impresionados de lo que había pasado.

    —Bueno, entren a los cuarteles que aún queda mucho por hacer y esta misiónsita de Proton nos hizo perder tiempo… ¡Vamos! —ordenó Petrel.

    Los miembros de la organización criminal asintieron, y en compañía del ejecutivo, entraron en los cuarteles generales de equipo Rocket.

    El viento comenzó a correr con mayor fuerza, haciendo que la estampa de policía se despegara del helicóptero, permitiendo ver en su lugar una gran “R” roja.

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    Un bello atardecer iluminaba las calles de ciudad Viridian.

    May, Ash y los funcionarios de la Poké-academia estaban en frente de la entrada de Viridian Plaza, mientras hablaban con la Oficial Jenny.

    —Contacté a todas mis compañeras, pero aseguran que ni ellas ni sus ayudantes los capturaron —dijo la agente de policía—. De todas maneras, investigaremos lo que ocurrió.

    Luego de esas palabras, la oficial Jenny y sus ayudantes se despidieron de Ash y los otros, para posteriormente marcharse en sus motocicletas.

    —De acuerdo, es hora de regresar a la Poké-academia —dijo Norman.
    —En ese caso, ¡Charizard yo te elijo! —exclamó Ash lanzando una pokébola.

    De la esfera de captura salió el Charizard de Ash, expulsando un Lanzallamas en dirección al cielo.

    —Oye, May, ¿te gustaría venir conmigo? —propuso el entrenador de gorra roja.

    A la coordinadora de ciudad Petalburgo le brillaron los ojos intensamente al escuchar la propuesta del azabache.
    Felizmente, aceptó sin pensarlo dos veces.

    —Emm… no sé si sea buena idea —intervino Norman levemente incómodo.
    —¡Ay, vamos, papá! —dijo la castaña—. Braviary sólo puede llevar a una persona; y por comodidad es mejor que vaya en Charizard, ¿no crees?

    Norman se detuvo a pensarlo por unos segundos, y luego de lanzar un suspiro, sonrió.

    —De acuerdo…

    May pegó un brinco de felicidad y le dio las gracias a su padre; así que, cuando ya todos estaban montados en los respectivos pokémon voladores, las tres criaturas emprendieron el vuelo.

    —Sujétate fuerte —le dijo Ash a la castaña.

    La coordinadora de ojos color zafiro se sonrojó enormemente al escuchar al azabache.

    —Claro… —respondió May, sonriendo y abrazando al azabache.

    (…)

    Como Norman había notificado que los dos alumnos se encontraban sanos y salvos y que ya iban de regreso, la directora Helen, tutores, supervisores y alumnos se encontraban en el exterior de la Poké-academia, esperándolos.
    Todos aguardaban con impaciencia, pues tenían rato de no haber sabido algo de los chicos.

    De repente, vieron a tres siluetas voladoras en el cielo.
    Tal y como lo imaginaban, eran los sujetos que esperaban. Pudieron divisar a Norman sobre Braviary, a Lance y Solidad sobre Dragonite, y… ¿Un Charizard?

    Todos, muy curiosos, se pusieron a ver más detenidamente al dragón de fuego, y vieron que sobre su cabeza venían un Pikachu y un Pichu que saludaban a todos los espectadores, y en el lomo venía montado el entrenador con “z” en las mejillas junto a una feliz coordinadora de pañoleta verde.

    —¿Y esta confianzuda quién se cree que es para venir montado sobre el Charizard de mi novio? —protestó la coordinadora de Sinnoh.
    —Shh… cálmate —le advirtió Lyra—. En estos momentos Ash debe saber todo lo que pasó, así que no te conviene hacer una escena.

    Brianna asintió un par de veces para apoyar lo dicho por la entrenadora de ojos marrones.

    Cuando ya todos aterrizaron, Lance y Solidad se bajaron de Dragonite y se miraron detenidamente.

    —Espero que haya sido un buen paseo… —le dijo el pelirrojo.
    —Lo fue en lo absoluto —afirmó la coordinadora de cabellos rosados, sonriéndole.

    En el caso de los alumnos; el azabache, luego de bajarse del pokémon llama, le ofreció la mano a la castaña como ayuda.
    Ella, encantada, aceptó el gesto.

    —Gracias por todo, Ash… —le dijo la chica de ojos color zafiro, mirándolo fijamente sin soltarle la mano.
    —Cuando quieras… —le respondió de la misma manera.

    Dawn abrió los ojos con furia al ver esa escena. Aunque tenía muchísimas ganas de hacer un reclamo, respiró lentamente y se contuvo, ya que sabía que la advertencia de Lyra era bastante cierta.

    —¡Cuánto me alegra que estén bien! —exclamó la directora, acercándose a los estudiantes.

    La frase de la directora hizo que May y Ash volvieran a la realidad y se soltaran las manos. Posteriormente, saludaron a la directora.

    —Díganme, ¿qué fue lo que ocurrió? —preguntó la dirigente del instituto.
    —En mi caso, me distraje comiendo en un tenedor libre… —dijo el azabache rascándose la nuca con una sonrisa nerviosa.

    La directora Helen miró al azabache con algo de gracia, aunque le advirtió tener más cuidado la próxima vez.
    Entonces, Solidad pidió hablar con la directora Helen unos segundos; momento que Dawn aprovechó para hacer su aparición.

    La coordinadora de bufanda rosada, se acercó rápidamente al entrenador de gorra roja, y… pillándolo desprevenido, lo sujetó fuertemente y le dio un sorpresivo beso que lo dejó sin aliento y lo hizo caer al suelo.
    Luego, la chica de cabellos azules suspiró con aire de triunfo, pero su sonrisa se borró rápidamente al ver a la castaña.

    —¡May…! —dijo despectivamente.
    —¡Dawn…! —respondió en el mismo tono.

    La joven muchacha de ojos color lapislázuli se dio media vuelta y se llevó a su novio.
    May, con aire de resignación, suspiró.

    —¡May! —exclamó Marina, corriendo en dirección a la chica de pañoleta verde.
    —¡Marina!

    Las amigas, felices de volverse a ver, se dieron un fuerte abrazo. Era un alivio poder ver a la otra de nuevo.

    —¿Estás bien?, ¿no te pasó nada por allá?
    —Hmmm… después te cuento.
    —De acuerdo… —dijo la joven de cabello cerúleo—. Y… ¿cómo te sientes con lo que acaba de pasar? —añadió refiriéndose al beso de Ash y Dawn.
    —Ya sabes, “la tercera es la vencida” —respondió la coordinadora de ciudad Petalburgo—. Ya me estoy acostumbrando.

    Marina sonrió con aire melancólico. Aunque veía que su amiga estaba mejor, sabía que no era fácil tener que ver eso tantas veces.

    —Oye, ¿y Pichu?
    —Está jugando con Pikachu sobre el lomo de Charizard… —contestó riendo la muchacha de ojos color zafiro.

    De repente, May vio que una rosa en al aire venía cayendo hacia ella.
    Cuando la vio en sus manos, sonrió y miró hacia el frente.

    —Hola, Drew —dijo ella.

    Drew hizo su entrada haciendo su típico movimiento de flequillo y una segura sonrisa.

    —¿Y cómo llegaste? —preguntó el coordinador de cabellera verde.
    —Bastante bien, gracias.

    En ese momento, la directora Helen pidió hablar con May, así que tanto Marina como Drew se marcharon para dejar que conversaran tranquilamente.

    —Al final no supe, ¿por qué tú no pudiste llegar a tiempo a los buses? —preguntó la directora Helen.
    —La verdad… tuve un inconveniente, pero no fue para nada accidental —explicó la castaña.

    La directora se desconcertó con la respuesta de la joven de ciudad Petalburgo, así que le pidió más detalles.

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Mientras tanto, Dawn se encontraba caminando con Ash en el patio de recreos.

    —Me alegra que hayas llegado sano y salvo, Ash —le dijo la coordinadora de Sinnoh.
    —Sí, claro —dijo el azabache sin prestarle mayor atención—. Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?

    La joven de cabellos azules asintió.

    —¿Por qué encerraste a May en el baño del Viridian Plaza?

    Dawn abrió los ojos como platos y sintió como un fuerte escalofrió recorrió todo su cuerpo.

    —¡Ay, por favor! —respondió la chica de bufanda rosa—. ¿En serio vas a creerle a May Balance? Creo que ya te diste cuenta que no nos llevamos bien y…
    —Pero la señora de la limpieza nos confirmó que tú sabías que la puerta de esa cabina estaba averiada, y aun así, dejaste que May entrara… —la interrumpió el entrenador con “z” en las mejillas.

    Con eso, la coordinadora de Sinnoh se quedó muda.
    Apenas abrió la boca para responder, escuchó una voz proveniente de un parlante, que dijo lo siguiente:

    Señorita Berlitz, necesito que se presente en mi oficina inmediatamente.

    Dawn suspiró y luego miró al azabache.

    —Hablamos después, ¿sí?

    Sin darle tiempo de responder, la coordinadora de pueblo Hojas Gemelas se fue corriendo hacia la oficina de la directora.

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    La coordinadora de Sinnoh entró a la oficina de la directora Helen, y se encontró con la dirigente del instituto y, para su sorpresa, a la coordinadora de ojos color zafiro.

    —¿Me mandó a llamar, directora? —preguntó la chica de bufanda rosada.
    —En efecto —respondió la señora Helen—. ¿De casualidad usted sabía si el baño del centro comercial tenía su puerta averiada?
    —Bueno sí, pero…
    —Sólo eso necesitaba escuchar… —la interrumpió la directora—. El resto de la historia la conozco perfectamente.

    Dawn volteó a mirar a la castaña y luego devolvió la mirada a la directora.

    —¿Y quién se lo dijo?, ¿ella? —preguntó la coordinadora de Sinnoh molesta.
    —Ella, y la señora de la limpieza —afirmó la dirigente del instituto—. Hace un rato, llamé al centro comercial, y hablé con la conserje, ¿y sabe lo que me dijo?
    >>Que una joven de cabellos azules, gorro blanco, y bufanda rosada era a quien le había pedido el favor de avisar que no se podía ocupar esa cabina, mientras ella salía por unos breves minutos.

    La joven muchacha de ojos color lapislázuli no tuvo más remedio que quedarse en silencio, mientras escuchaba a la señora Helen.

    —Lo que hizo fue algo muy grave, señorita Berlitz —continuó la directora—. No sólo dejó encerrada a su compañera, hizo que perdiera el bus de regreso. Y además, por ese retraso estuvo en peligro, porque a los pocos minutos llegaron unos criminales al centro comercial…

    Dawn se sentía completamente frustrada. Esa jugada definitivamente le había salido pésimo.

    —Lo siento mucho, pero no puedo permitir que estos casos vuelvan a repetirse, y para asegurarme de ello, tendré que ponerle una sanción.

    La joven de bufanda rosada miró aterrada a la directora. May, que no había dicho ni una palabra, también sintió un poco de inquietud, pues no se imaginaba de qué manera sancionaría a la coordinadora de Sinnoh.

    ¿Qué sanción le pondrá la directora a la coordinadora de cabellos azules?, ¿qué hará Ash cuándo se entere la razón por la que sancionaron a su novia?, ¿Jimmy y Marina tendrán roces luego de la conversación que tuvieron? ¡Estén atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 16 Enero 2014
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  16.  
    Hygge

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    ¡¡TOMAA!! Al fin pillaron a Dawn haciendo una de las suyas!! òwó // Esta bien, ya me calmo xD. (Pero es que esto no se ve normalmente.)

    Un capítulo excelente, como de costumbre. Como ahora mismo no tengo mucho que hacer te dejo el comentario la primerita para variar :3
    Me fascina lo bien que describes todos los lugares, ambientes, salas...lo haces fenomenal. Hasta parece como si en verdad estuviéramos allí. Tampoco vi faltas e ningún tipo. ¡Sencillamente genial!
    Me encanto la parte en la que Ash y May vuelan abrazados subidos a lomos de Charizard en la puesta de sol, que lindo. >w<
    Ahora las preguntas:

    -¿Qué sanción le pondrá la directora a la coordinadora de cabellos azules?
    Ojala sea limpiar toda la escuela, los patios y...los cuartos de baño...wuajaja! xD

    -¿Qué hará Ash cuándo se entere la razón por la que sancionaron a su novia?
    Enfadarse con ella, supongo.

    -¿Jimmy y Marina tendrán roces luego de la conversación que tuvieron?
    Espero que si, me gusta esa pareja u.u

    Bueno, pues ya no tengo que más decir, sigue así y avísame de la conti! Bye!

    Serena Yvonne.
     
  17.  
    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

    Capricornio
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    Genial un buen cap, y ese sistema de bloqueo de balls es ingenioso ¿te molesta si lo uso en mi historia? respecto a las preguntas:
    1:espero que un buen castigo
    2:estar de acuerdo con el castigo
    3:muy probablemente, pero espero lo solucionen
     
  18.  
    ArtistA

    ArtistA Iniciado

    Escorpión
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    Hola Hola! :D
    Gracias por avisarme, me encanta la historia (Eso como si los personajes estuvieran en un mundo paralelo a la caricatura Pokemon) la narración es muy buena.
    ¿Qué sanción le pondrá la directora a la coordinadora de cabellos azules?
    Interesante

    -¿Qué hará Ash cuándo se entere la razón por la que sancionaron a su novia?
    Mas interesante

    -¿Jimmy y Marina tendrán roces luego de la conversación que tuvieron?
    Muy muy interesante

    XD Nos vemos! :)
     
  19.  
    Ponyelmo

    Ponyelmo Iniciado

    Virgo
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    4 Febrero 2014
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    Espero el capitulo con ansias :D:D:D :D:D
     
  20.  
    Lil Shandawn

    Lil Shandawn Portadora de la Scissorblade - Rolerda en Twitter

    Libra
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    Pluma de
    Escritora
    Mamma mia chaval! Que paciencia has debido tener XD

    En fin, que si no nos seguimos lanzando cuchillos...

    Este fic atrapa mucho, la verdad, pero no soy de advanceshipping, pero aún así engancha.
    Como ya te dije antes, me gusta la forma en la que escribes, y tienes un ortografía muy buena, sin errores ni nada, y la trama interesante también. Bueno, creo que debería contestar a las preguntas, me hace ilusión ^^

    1. Espero que una no muy fuerte >.<
    2. Ni idea
    3. Hmmmmm... Posiblemente

    En fin, se acabaron los cuchillos XD

    ~Deu
     
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