Long-fic ¿Amores o favores?

¿Amores o favores?​

Pov. Gumi
Eran como todas las tardes de mi vida, sentada en la puta de la montaña, mirando el atardecer naranja que tanto me gusta. Respire hondo y sonreí al insomnio, me pare y camine un par de cuadras a mi casa, hasta ahora todo era normal... pero, había algo que estaba mal, pero.... ¿Qué?.

En el camino me encontré a mi vecino, estatura media y de cabellos rubios, se acercó a mi y sonrió firmemente, haciendo que sintiera un cosquilleo en mis dedos. ¿Qué me ocurre?

—Hola—, dijo con ironía, como si no me conociera... aunque dado el caso, es de poco hablarme.
—Hola.
—¿Cómo estás peli verde?—,continuó a las risadas.

—Era de esperarse que no te aguantaras la risa baka—, dije con el semblante serio, sin mostrar interés alguno en las burlas de Len.

—Vamos Gumi, solo era una broma, sabes—, luego se detuvo y miró el suelo como si fuere un robot al que se le acabaron las baterías. Avance unos pasos si mostrar mas mínima importancia, pero Len no avanzo, volví y me pare delante, mirándolo fijamente. Sentía ese extraño cosquilleo en las manos y mejillas, era impresionante y molesto a la vez, ¿Qué me ocurría?.

Len sonrió y me abrazó firmemente, mis mejillas comenzaron a enrojecer y mi estómago sentía cosquillas esta vez.

—Gumi, yo....—, susurró dulcemente; luego paró su oración, dejándome en un silencio incómodo y situación de la cual no podía escabullirme.

—¿Si?—, dije con la voz temblorosa, casi al tartamudeo.

—¿Me puedes dar?...
—¿Qué?, ¿Qué cosa?—, volví a decir a los tartamudeos, haciendo evidente mi sonrojo.
—¿Me das la tarea?.

Me quedé en silencio, presione mis manos armando puños y fruncí el seño. —Claro baka—, abrí mi mochila y saque unos apuntes, —Ten... la próxima anota, que o te vuelvo a prestar nada.

—Si, ¡Gracias Gumi!—, levantó los brazos al aire y comenzó a correr hacia su casa. Volví a
suspirar bien hondo y comencé a caminar, pero, ¿Qué fue eso?, ¿Por qué me sonrojo solo cuando está él?

Pov. Len
Estaba contento, si no fuera por Gumi, ya hubiera reprobado varias materias, si embargo... ella siempre es atenta con migo y me pasa las tareas, pero... hoy actuó de manera extraña, no era la Gumi que conocía.

Corrí hasta mi casa, entré y mi gemela comenzó a hacerme preguntas.

—¡Onii-chan!.
—¿Qué?.
—¿Quién era esa chica de pelos verde?.
—¡¿Estabas espiándome?!.
—Etto... ¡No!, ¿Cómo crees eso?, solo pase por ahí de casualidad...
—Es una amiga.
—¡Es tu novia!, ¡Mi onii-chan tiene novia!.
—¡NO!.
—¡No mientas onii-chan!, ¡Ya le diré a mamá!.
—Psk, ¡Has lo que quieras!
—Ah, ¿Osea que aceptas qué esa Gumi es tu novia?
—¡Pero que no!

Pov. Rin
Mamá me ha dicho que me va a cambiar de escuela, me va a mandar con Len, ya que tenemos la misma edad estaré con el para vigilar que no esté bajando sus notas.

Camino a casa lo vi abrazando a una peli verde, el dice que es "Gumi, su amiga", pero no le creo ni una mínima palabra. Además, la chica estaba sonrojada, que no me venga con cuentos, ¡Es su novia!.

—Ah, por cierto onii-chan...
—¿Eh?, ¿Qué?.
—¡Ahora iré a tu colegio!
—¡¿Qué?!
—Mamá me va a cambiar de colegio, el mío me aburre...

Len salió corriendo de su cuarto hacia la cocina, —¡Mamá!, ¿Por qué va a ir a mi colegio?, ¡Me va a avergonzar!.

—¡No seas así de injusto con tu hermana!.
—Sabes madre, Len no quiere que valla a su colegio porque tiene novia, ¡Y no te a dicho!.

Mi madre miró a Len, luego se apoyó en la mesa y comenzó a sollozar, —¿Cómo es posible que no le digas eso a tu madre?, ¡estoy tan decepcionada!—, gritó con la voz temblorosa, como si una niña hiciera un berrinche.

—¡ES PORQUE NO TENGO!... ¡ME VOY A MI CUARTO!, DEJENSE DE TONTERÍAS POR FAVOR....—, luego corrió hacia su cuarto y azoto la puerta para cerrarla. Mi madre y yo comenzamos a reír, era muy evidente que tenía algo con esa peli verde, tengo que descubrirlo de alguna manera.

Al día siguiente, comenzaba en el colegio de mi onii-chan, -Descubriré que se trae entre manos con esa "Gumi"....
(Continuara....)

 

Aquí conti, espero les guste.​

¿Amores o Favores?​

Capítulo 2.
Pov. Rin
Subí al cuarto de mi hermano, para hablarle e irnos al colegio, pero cuando terminé de subir las escalera, Len ya no estaba. —¿Qué?, ¿Dónde está?.

—Len salió temprano, tenía que buscar a alguien.
—¿Buscar?, ¿A quién mamá?
—No lo sé, a una tal "Gami", "Guni"....
—"Gumi" mamá.
—Sí, a esa—, dijo levantando la ropa de Len para lavarla. —Tú sabes donde queda su colegio, puedes irte yendo Rin, o llegarás tarde.
—Sí, sí.

Tome mis útiles lo más rápido posible y partí hasta el colegio de Len.
—¿Quién será esa peli verde?, ¿Qué es lo que tiene con mi hermano?—, pensé y susurre se-mi agitada por ir trotando hasta el colegio.

Pov. Len
Me levante esta mañana y llamé a Gumi, creí que algo le pasaba, pues ayer se comportó muy extraña, a lo mejor le sucedía algo.

—Hola, ¿Gumi?.
—Len, ¿Qué haces llamando a estas horas?
—¿Puedo pasar a buscarte?
—¿A buscarme?
—sí, sí.
—Bien, ya sabes donde vivo, te esperaré en la puerta de mi casa.
—De a cuerdo, adiós.
Colgué y partí a buscarla.

Pov. Gumi
Len iba a venir a buscarme, ¿Pero qué?, ¿Por qué quería venir a buscarme?.
—¡No!, ¿Será que notó mi sonrojo?—, susurré para mi.

Suspiré hondo y fui a desayunar. Luego de unos segundos mi celular sonó, era Len, mandándome un mensaje:

"Ya estoy en la puerta, ¿Estás?"
Corrí por el pasillo hasta mi cuarto, para buscar mis cosas y salí. Len estaba en la puerta, con su camisa blanca y un pantalón hasta las rodillas negro, su cabello rubio todo alborotado como siempre.

—Hola peli verde—, dijo sonriente.
—Len....— respondí con fastidio.
—Vamos no te enojes, es una broma—, dijo entre carcajadas.
—Gumi, espérame—, dijo un peli verde saliendo de mi casa. Llego hasta donde yo me encontraba y con la mirada examino a Len.

—Len, el es mi hermano, Gumo Megpoid.
—Ah, hola soy Len Kagamine—, estrecho su mano y Gumo la acepto con un apretón de manos.
—Hola, soy Gumo—, sonrió y mostró una risa minúscula, —Hermanita, me voy, te veo de vuelta en casa al medio día.
—Si.

Gumo saludó a Len, luego a mí y se fue. —Vamos Len, o se nos hará tarde.
—Si...—, susurró.
—Uh, ¿Ocurre algo?
—Gumi...

Pov. Len
Sin terminar mi frase, abracé a Gumi lo más fuerte posible.

Sentí algo muy extraño al abrazarla, -¿Pero qué es esto?
—Sabes que puedes contra conmigo para lo que sea, ¿Sí peli verde?
—Uh, sí...—, me miró, sonrió y correspondió mi abrazo, —Gracias... Len—, susurró.
—Bien, vamos que se nos hará tarde—, dije sonriente, luego corrimos para no llegar tarde.

Pov. Rin.
Llegué al colegio y todos comenzaron a mirarme, -¿Pero que acaso tengo un bicho en la cara?

—¿Len?—, dijo una peli rosa muy confundida y sorprendida al verme, —¡Dios!, ¡No me digas que cambiaste de bando!
—¿Uh?—, luego largue una carcajada minuciosa, —Yo no soy Len, soy su gemela.
—¿EH?, ¡¿GEMELA?!.
—Sí, soy Rin— luego le sonreí.
—¡Pero que linda!, soy Luka Mergurine, pero puedes decirme Luka.

Se acercó un peli azul y un peli morado, estaban igual de sorprendidos que Luka.
—¡LEN!, ¡NOO!, ¿CAMBIASTE DE BANDO?—, gritaron en coro.
—Si, ahora me llamo "Lenka", no "Len", "Lenka"—, luego reí junto con la peli rosa.
—Bueno Lenka, sigues igual de guapo, ¿O guapa?... soy Kaito y el es Kamui Gakupo, ¿Nos recuerdas no es así?
—Si los recuerdo, no se me borró la memoria—, dije con ironía, tratando de no reír. —¿Y Gumi?...
—Todavía no llego, eso es raro, suele llegar más temprano—, respondió Kaito

—¡RIN!—, gritó un rubio entrando por el pasillo, Len.
—Oh, Len...—, luego vi a la peli verde, —Gumi.
—¿Uh?, ¿Quién eres?—, respondió confundida.

Len suspiró, —Ella es Rin, mi gemela.
—Hola, soy Rin Kagamine, un gusto Gumi—, dije estrechando mi mano a la peli verde, tratando de no demostrar "desagrado".
—Hola Rin—, luego me sonrió.

Tocó la campana y todos entramos al salón. Menos yo, que tenía que "presentarme".
Luka se sentó al lado de Kaito, Gakupo frente Len y Gumi a su lado. -¡¿Porqué a su lado?!... esto ya huele mal...

—Silencio, hoy tenemos una compañera nueva—, dijo el profesor, dándome paso para hablar.
—¡Hola!, ¡Soy Rin Kagamine!, espero ser amiga de todos—, dije sonriente y levantando un poco el tono de vos.
—Siéntate donde gustes.
—Si—, fui directamente a un banco frente a Gumi, quedando al lado de Gakupo y al lado de una chica acuamarina.

—Hola, soy Miku Hatsune, espero lleguemos a ser amigas.
—Si, igual yo—, dije sin prestar mucha atención. Estaba concentrada mirando como Len hacía reír a esa peli verde, -¿Pero qué no era su "amiga"?... ¡Pero si están riéndose y intercambiando miradas!, ¡Por favor!.
—¿Uh?, ¿Qué miras Rin?
—¿Eh?, Ah lo siento, Miku, ¿Qué sucede?.
—Te preguntaba que era lo que mirabas.
—Ah, nada, nada—, dije agitando mis manos de un lado para el otro, luego le sonreí.
—Bien, ¿Quieres ir esta tarde a una junta?.
—¿Junta?.
—Sí, estará Luka, Meiko, Gumi y yo.

-¿Dijo Gumi?...

—¡Pero claro que voy!—, grité levantándome de mi asiento.
—¡Rin Kagamine!, ¡Su primer día y ya busca problemas!.
—¡Lo siento profesor!—, dije volviéndome a sentar.
—Bien, a la salida te esperaremos en la puerta.
Solo asentí con la cabeza y me puse a copiar lo que el profesor había escrito.
-¡Espero con ansias que suene ese timbre!.
(Continuara....)

 

Aquí conti :3​

Capítulo 3.

Pov. Gumi
Comenzamos a caminar hasta el colegio, pasando por la plazoleta, llena de pastos verdes y árboles enormes con flores rosas, violetas y amarillas. Me detuve y sujete el brazo de Len —Len, ¿Podemos ir a un lugar?

—Uh, claro—, respondió confundido. Tome su mano y lo galonee por toda la plaza, lo llevaba trotando hasta mi lugar favorito. —Gumi, ¿A dónde me llevas?

—¡A mi lugar favorito!—, seguí trotando hasta comenzar a correr. Cruce la plazoleta, luego cinco cuadras más y llegue hasta unos arboles llenos de hojas verdes.

—Gumi, ¿No vamos a llegar tarde?—, peguntó sobando su cabeza.
—No, luego correremos hasta el colegio—, dije sujetando ambas manos de Len y sonriendo —Ven.
Entré por entre los árboles, jalone-ando a Len, y cuando terminamos de cruzar lo solté.

Pov. Len
Era un lugar todo despejado de árboles, y prácticamente cubierto del verde de las plantas, había muchos niños jugando. Teníavarias mesas y asientos de piedra, parecía que estuviera dibujado.

Mire a Gumi y estaba sonriendo, —¿Dónde estamos?— pregunté confundido pero muy sorprendido por este lugar, jamás lo habíavisto.

—Es un campo pequeño, oculto detrás de todos esos árboles, donde siempre está lleno de niños, me encanta este lugar— respondiójuntando sus manos y suspirando hondo.

Divisé atentamente a Gumi mientras sonreía con sus ojos verdes brillantes se-mi cerrados, se veía como un ángel, -¿Pero qué me pasa?, ¿En qué estoy pensando?
Comencé a sentir como mi cara ardía, la peli verde me miró y sonrió, -¿Habrá notado algo?, ¡Que me está ocurriendo!.

Visualicé mi reloj y noté que eran las 7:25, faltaban solo 5 minutos para que tocara el timbre de entrada, —¡GUMI ES TARDE!—, sujete el brazo de mi compañía y la tironee de regreso al colegio.
—¿¡Len pero que haces!?—, gritó sin resistencia alguna a mis jalones.

Corrí las cinco cuadras hasta la plazoleta, la crucé y detuve mi paso ligeramente apresurado frente al colegio, y un poco agotado respiré para calmarme y solté a la peli verde. —Perdóname por eso, pero mira—, le enseñe mi reloj, —Llegamos dos minutos antes de que toque el timbre.

—¡Baka!—, gritó enfurecida y caminando rápido para entrar.
—Gumi no te enojes....—, dije siguiéndola por el pasillo. Visualicé a lo lejos una rubia de ojos azules, —¿Rin?...

Pov. Gumi
Caminaba rápido para perder a Len, pero en un cerrar y abrir de ojos desapareció. —¿Len?...
Vi que se acercaba algo molesto hacia una chica rubia y lo seguí.

—¡RIN!—, gritó Len.
—Oh, Len...—, luego me miró —Gumi.
—¿Uh?, ¿Quién eres?—, pregunte confundida. -¿Cómo es que sabe mi nombre?
Len suspiró, —Ella es Rin, mi gemela.

-¿Qué?, ¡¿Gemela?! ¿Len tiene una gemela?

—Hola, soy Rin Kagamine, un gusto Gumi—
—Hola Rin—, respondí con una sonrisa.

Entramos, Rin se presentó y luego continuamos con la clase. Me senté en la banca en el medio del salón, ese era mi banco preferido,puesto que no está ni muy adelante, ni muy atrás.

Me quede parada unos segundos, contemplando ese salón blanco, lleno de afiches con notas, chismes y recordatorios. Volteé y miré a Len, estaba hablando con Gakupo, -¿Pero que rayos me está pasando?

Tome asiento y Len se sentó a mi derecha, como lo a hecho desde que nos conocimos, me miró y sonrió.

—Gumi...—, susurró.
—¿Qué ocurre Len?
Se acercó y comenzó a mirarme, poniéndome incómoda, —¿Te ocurre algo?
—¿Uh?, no.
—Ayer estabas extraña, pero veo que ya estás mejor— luego me sonrió.

Abrí bien los ojos y visualice a Len un par de segundos, luego recordé lo que sentí ayer cuando me abrazo... -¿Será qué notó mi sonrojo?.
—Um...—, susurré entre pensamientos, tratando de responder la pregunta.

—¡Hola!, ¡Soy Rin Kagamine!, espero ser amiga de todos—, gritó Rin desde adelante. Len apoyó sus codos en la mesa y comenzó a frotarse con las manos la cara. Nos miramos y reímos.

—Rin es muy alegre, me encanta—, dije sonriente, tarando de cambiar el tema de conversación.
Len me miró unos segundos y se quedó cayado.

—Yo...— susurró sujetando mis manos, poniéndome nerviosa.

Pov. Rin
Mientras Miku me hablaba, yo miraba lo que hacía Len con la peli verde, note que len sujetó sus manos y me paré lo mas rápido y disimuladamente posible para acercarme a ellos.

—¡Gumi!— dije sonriente, interponiendo la charla entre ambos.
—Rin...—, susurró con fastidio, era de suponerse, interrumpí su conversación -¿Se cree que lo voy a dejar?, ¡Ni si quiera se como es esta peli verde!, ¿Cómo se que es la indicada para mi hermano?.
—Gumi, ¿Vas a ir hoy con nosotras?
—¿Um?, ¿Dónde?
—Miku me dijo que a una junta— puse mi dedo índice en mi boca y sonreí, —pero no se exactamente donde.
—Ah, si nos juntamos en la casa de Miku
—Rin...—resolgó con fastidio Len, —¿Podemos hablar?... a solas
—Um, yo me voy con Miku—, dijo la peli verde parándose del asiento y dirigiéndose hacia Miku.
—¿Puedes explicarme qué es lo que estás haciendo?— susurró-

Sonó la campana y de-inmediatamente me paré y me fui, sin darle explicaciones a Len.
Cruce la puerta que separaba el salón del pasillo y busque a Miku, quien dijo que me esperaría en la entrada.
Y era así, estaba junto con la peli rosa, Luka. Una peli castaña, que debe ser Meiko y con la peli verde, "Gumi".

—Miku, Luka, Gumi y... supongo que tú debes ser Meiko, ¿No?—, dije sonriente.
—¡Pero que tierna es!— gritó la castaña muy alegre,—¿Están seguras que es hermana de Len?, digo, serán parecidos de apariencia, pero no concuerda mucho su personalidad—, dijo a las risadas.
—¿Ya nos vamos?—, dijo Miku.
—Si— respondimos en coro.

Comenzamos a ir hacia la casa de Miku, pasamos por una panadería en el camino, a una cuadra del colegio y compramos unas facturas y un muffin para cada una.
Miku pidió uno de puerro, pero como ese sabor no existía, pidió uno de vainilla con colorante turquesa. Luka pidió uno de frutilla,Meiko pidió uno de chocolate.

Gumi quería uno de zanahorias, pero ese tampoco existía, entonces pidió uno de vainilla con dibujos de zanahorias en la envoltura. Y yo pedí uno de naranja.

En las dos cuadras restantes a la casa de Miku, comimos los muffins, que estaban riquísimos.
—Aquí es mi casa Rin—, dijo señalando una casa de dos pisos, color crema, con un camino de piedras hasta la puerta principal.

—Es hermosa Miku.
—Gracias, entremos— respondió abriendo la puerta.
Pasamos, y una vez dentro, Miku prendió el televisor y sacó varias películas.
—¡Miku no seas tan apresurada!, recuerda que Rin recién llegó hoy— dijo Luka agitando sus manos.
—Um, cierto—, dijo soltando las películas en la mesita pequeña, —¡Bien!, ¡Nos presentemos!

Todas se colocaron frente de mi, sonriendo y riendo entre susurridos.

—¡Bien!, Soy Miku Hatsune, tengo 16 años, me gustan los puerros, mi cabello es acuamarino... y espero lleguemos a ser grandes amigas.

—¡Y yo soy Luka Mergurine!, también tengo 16 años, me gusta el pescado... especialmente el salmón, soy peli rosada... y también espero ser tu amiga.

—Yo soy Meiko, a diferencia de las demás, tengo 17, me gusta el Shake y...
—¡Meiko!—, gritaron todas en conjunto.
—Tranquilas, no importa—,dije sacudiendo mis manos. Luego tomé una factura y comencé a comer. —Supongo que vas a un año más que nosotras, por eso no te vi, ¿No?— pregunté comiendo una factura.
—Sí, pero estoy en el salón de al lado.
—Um, que bien...—, luego voltee y vi a la peli verde, —Faltas tú.

Estaba mirando su celular, ignorando cada palabra que dije.

—¡Gumi!— gritaron haciendo que soltara su teléfono, la peli verde las miró con fastidio, se paró del sillón y sacudió sus manos en su falda.

—Yo soy Gumi, también tengo 16 y me gustan mucho las zanahorias... soy muy estudiosa y jamás falté al colegio—, dijo caminando de una punta a la otra de la mesita.

—Si aja—, dijo Miku entre risadas.
—¿Cómo que "aja"?—, preguntó con sus manos en la cintura y con el seño fruncido.
—Hoy casi que no llegaste, ¿Dónde estabas?, siempre eres la primera en llegar—, agregó Luka en un tono burlista.
—¿No estabas con mi hermano?, esta mañana salió temprano para ir a buscarte—, luego le guineo un ojo y sonreí.

Comencé a deducir que mi hermano sí tenia algo con la peli verde, -Y creo que estoy a punto de averiguarlo...
Gumi nos miró sorprendidas y se quedó en silenció.
-¡Algo debe tener con Len!, ¡Es muy obvio, está muy nerviosa!.... ¡Voy a saber que es!
(continuara.....)

 

Capítulo 4.

Pov. Gumi
-¿Qué? ¿Cómo sabe?... pks, Gumi no seas tonta, ¡Es su gemela!, viven en la misma casa...

—¿Cómo que estabas con Len?— preguntó Miku con curiosidad y picaría, tomando una factura y agitándola mientras hablaba.
—¿Estás pasando mucho tiempo con él, no?— agregó Rin, pero en tono de pregunta.
—Hace unos días te fuiste con él hasta tu casa...— siguió Meiko.
—Y en el salón siempre estás hablando con él— agregó sorprendida Luka.

Les di la espalda a las chicas, juntando mis manos en mi pecho y presionándolas muy fuerte. Voltee y las mire con algo de enojo.
—¡Len solo es mi amigo!—, grité. Respiré hondo y trate de calmarme, —¿Ya podemos ver una película?— agregué tratando de que olvidaran lo que había sucedido.

Rin me miró y luego sonrió —Ya, igual Len tiene novia—, susurró se-mi fuerte.
—¿Len tiene novia?— dijimos en conjunto, casi gritando y confundidas.

Tomo asiento en el sillón que estaba detrás de ella y suspiró hondo, mostrando una sonrisa minúscula —Creo que sí, últimamente anda muy distraído...

Después de escuchar esas palabras, sentí algo en el pecho que me incoó, sentía una clase de vacío, -¿Pero qué es esto?..
Sonreí a Rin y miré a la acuamarina —Miku, ¿Puedo pasar al baño?
—Um, sí— dijo sonriente, —Sube las escaleras y es la segunda puerta a la izquierda—, siguió señalando las escaleras.

Pasé entre los sillones, subí las escaleras que Miku había señalado y me metí en el baño. Cerré la puerta y apoye mis manos en el laba manos. —¿Qué es lo que me pasa?—, susurré para mi.

Abrí el pico y junte agua con mis manos para luego pasármela en el rostro, —Después de todo... creo que siento algo, ¿Pero qué es?— volví a susurrarme, suspiré hondo me miré en el espejo del lava manos. Me di vuelta y saqué la toalla pequeña para secarme la cara y cerré mis ojos unos segundos.

Salí del baño y fui a sentarme, haciendo de cuenta que nada hubiese pasado. Miku puso una película policíaca, es uno de sus géneros favoritos, le encantan los misterios y los casos así.
Pasaron dos horas, todas estabamos sentadas mirando la película y muy concentradas en lo que sucedía.

La mujer protagonista de la película se llamaba Clara, a ella le habían robado un collar de diamantes.
—"¡Por favor detective Ángel Miguel, encuentre mi collar lo más antes posible!"—, gritaba la joven.

—¡Pero que mal detective es!, ¡Lo tiene su mayordomo!— gritaba Miku, era la que estaba más metida en la película, Rin se reía al oírla tan emocionada a la acuamarina.

Divisé el reloj y ya eran 12:35, —¡No es tarde!, ¡Mi hermano va a matarme!— grité, poniéndome de pie y sujetando mis cachete con las manos. Meiko tomo el control y pausó la película, Luka encendió la luz y me miraron.
—¿Tu hermano volvió del viaje?— preguntó Miku.
—Um, sí, volvió ayer a la mañana... no tuve tiempo de decirles porque fui con Len a mi lugar favorito—, dije disminuyendo la vos en el último verso.
—¿QUÉ?—, gritaron todas.
Sonreí y largue una pequeña carcajada, volví a mirar el reloj y ya eran las 13:50 -¡¿Qué?!, ¡¿Cómo es que pasa tan rápido el tiempo?!
—¡Chicas me voy!, ¡Lamento no poder terminar de ver la película, pero mi hermano va a matarme!— grité saludándolas con un beso en la mejilla y saliendo corriendo de la casa de Miku, —¡Adiós!— grité desde la vereda, ellas solo saludaron con la mano desde la puerta de la casa.

Corrí dos cuadras, mientras doblaba una esquina de la nada apareció una niña.
Al verla me corrí para un costado y seguí mi camino, —¡Lo siento!—, grité sin dejar de correr. Pasé por la plazoleta y me senté unos segundos a respirar, —Rayos, no tengo reloj, no sé ni que hora es...—, dije entre cortado, tomando a cada segundo un poco de aire y continué mi camino.
Pase la plazoleta, y cuando estaba llegando a mi casa, tropecé y caí, raspando mis piernas y brazos casi por completo, —Hig, ¡dolió!— me pare y caminé la última cuadra que me faltaba.

Entré a mi casa y mi hermano estaba en el sillón sentado, viendo televisión y comiendo fideos con salsa.
—Por fin llegas... ya estaba por llamar a la policía— dijo sin voltear a verme.
—Perdón Gumo, estaba viendo una película con las chicas y se me pasó el tiempo...
—¿Se te pasó?, ¡Gumi hace casi una hora que estoy esperándote!— gritó parándose del sillón y mirándome.

Al verme abrió los ojos y se me acercó, —¿PERO QUÉ TE PASÓ?
—¡Vine corriendo y me caí!— grité armando puños con las manos y presionando los ojos, —Pero no te preocupes... estoy bien— luego le sonreí —Voy a bañarme e irme a recostar un rato...
—Bien, pero primero ven a comer, luego te bañas... la comida se esta enfriando— dijo sonriendo y caminando hasta la cocina, hacia la heladera, —Además, recuerda que ellos ya no están... y tengo que cuidarte— resongó con el semblente serio, pero un poco decaído.
—Um... ¿Los extrañas verdad Gumo?...— dije cabizbajo.

El peli verde se acercó y me abrazó, —Sí... pero no te pongas así, menos con lo que me costó quedarme aquí... ya, come y ve a bañarte que estás llena de tierra—me pegó una palmada en la cabeza, sonreímos y se fue a sentar frente al televisor.

Me senté a comer, y al terminar me levanté, pasé por el pasillo hacia el baño para bañarme. Luego de unos minutos, salí de la ducha, me puse el pijama y fui a recostarme.
Caí en la cama y entre pensamientos quede completamente dormida.

Pov. Len
Al salir del salón, quise ir a buscar a Gumi, pero estaba con todas sus amigas, entonces decidí no molestar.
—¡Len!— dijo Gakupo, técnicamente ahorcan-dome mientras se reía, —¡Yo ya pensaba que te habías cambiado de bando!
—¿Eh?, ¿De que habláis?—, pregunté confundido.
—De tu hermana, al llegar dijo que eras tú... ¡Y fue muy buena broma Len!, ¡Caímos por completo en tu juego!—, gritó Kaito, señalando con su dedo su nariz.
—¿Qué mi hermana qué?....— dije con fastidio.
—¿Qué no era una broma tuya?...— preguntó confundido Kaito.

Puse mis manos en la cara y comencé a resfregarla, —Sabía que algo así iba a pasar... Um, por cierto, ¿Gumi?
—Gumi se fue con las demás, dijo que tenía una junta...
—Cierto, supongo que mi hermana fue, ¿No?
—Si
—Bien, entonces iré solo a casa...
—Len, ¿No quieres venir con Gakupo y yo?
—Um, ¿A dónde?
—A la plazoleta
—¿A esta hora?, pero si son las diez de la mañana...
—Sí, vamos— luego sonrió.
—Bien, pero no se tarden mucho.
—¡Sí!—, dijeron en coro, asintiendo con la cabeza. Comenzamos a caminar hacia la puerta de la entrada, una vez que salimos empezamos a correr hacia la plazoleta, que estaba a cinco cuadras del colegio.
Corrimos y, a dos cuadras del colegio me detuve a ver una tienda de regalos. Me dispuse a ver lo que había y una cosa me llamó muchísimo la atención.
—Len, ¡Len!, ¡Dale que ya son las once!— gritó Gakupo.
—¡Ya voy sólo espera que!...— y sin terminar la oración entré a la tienda.

Las paredes, que apenas se veían, eran de color blanco,mientras miraba todo lo que había dentro buscaba a la señora del lugar.
Había joyería, colgante, tarjetas, disfraces, era una tienda de regalos e indumentaria.

—¿Qué buscas joven?— dijo una mujer de unos 60 años de edad, saliendo de entre tantas estanterías y mostradores.
—Um, en la vidriera hay un colgante que llamo mi atención y quería preguntar cuanto cuesta....
—¿Cuál joven?— dijo acercándose a mi. Di media vuelta y le mostré el colgante señalándolo, — Ah eso no es un colgante, es una pulsera—, dijo sacando el objeto con un gancho largo.

Lo puso en mis manos y comencé a examinarlo, y sí, no era un colgante sino una pulsera.
—¿Lo quiere llevar?
—Si
—¿Es para una joven?
—Um, si—, tartamudee. La señora lo envolvió y lo entregó en mis manos, lo guardé en la bolsa de mi pantalón y le entregue el dinero en sus manos, —Muchas gracias, espero que le valla bien— dijo caminando hacia las estanterías.
—Gracias a usted, adiós— salí de la tienda y los chicos se me acercaron corriendo, —Ahora sí, vamos chicos— comencé a caminar pero me agarraron de ambos brazos y me detuvieron.

—¿Qué compraste Len?— dijo con picaría Kaito
—Nada—, tartamudee
—¿Y por qué tan nervioso?— agregó Gakupo
—Ya, entre a preguntar algo, pero no lo tenían, ¿Podemos irnos?— solté algo molesto y alzando un poco la voz. Ambos me miraron y asintieron con la cabeza. Seguimos caminando hasta llegar al parque, Kaito compró unos helados, y luego de comerlos cada quien se fue por su lado.

Mientras caminaba hasta mi casa, comencé a pensar, —Es muy extraño que los chicos no me hayan preguntado nada sobre la tienda... pero es mejor así, además quiero darle esto a Gumi... siempre es tan buena conmigo, siempre me ayuda— susurré para mi, caminando lentamente, —Es tan linda...—, volví a susurrar. Detuve mi paso y miré el cielo, —¿Qué es lo qué me pasa?... será que me estoy...¿Enamorando?

(continuara....)

 

Capítulo 5.

Pov. Rin
Me quedé en la casa de Miku hasta que terminara la película, la acuamarina era la que más se concentraba en lo que sucedía en la película. Meiko también estaba viendo, pero cada tanto se distraía por ir a buscar algo para tomar a la heladera y Luka se distraía mirando por la ventana el cielo ya oscurecido.

—¡No por ahí no Clara!— gritaba Miku.
—Miku ya sabemos lo que pasa, no lo grites— decía Luka tratando de calmarla.
—¡Dahg!, ¡No hay nada bueno para tomar en esta heladera!— gritó Meiko.
—¡Ven a ver la película!— gritó la peli rosa molesta.

Todo ese griterío, me hizo largar una carcajada voluminosa, tomando la atención de la demás. Se miraron entre ellas y comenzaron a reír, pasaron unos segundos y terminó la película, a todo esto, ya eran las 14:32.
—Um, chicas ya es tarde, me tengo que ir— dije parándome del sillón.

Las demás me acompañaron hasta la puerta y desde allí me saludaron. Camine dos cuadras, crucé la plazoleta y camine tres cuadras y rápidamente entré a mi casa.

—¡Mama ya llegue!
—Mamá no está, Rin— dijo Len con fastidio, sentado en la silla del comedor, observando como entraba, —Y, ¿Estas son horas de llegar?
—Um, es que la película no terminaba más... además, ¡Que te importa!

Se paró de la silla y comenzó a caminar a mí alrededor.
—¿Por qué diablos te metiste cuando estaba hablando con Gumi?
—¿Qué era algo importante?, ¿Por eso ella se reía?— dije en tono burlón, interrogando a Len.
—No, pero.... ¡Dahg!, ¡Olvídalo!—, gritó y corrió a encerrarse en su cuarto.

-Cada día me da una razón más para creer que es su novia.... ¡Lo voy a descubrir cueste lo que me cueste!, ¡No dejaré que sea novia de alguien como ella!

Pov. Len
Cerré con fuerza la puerta y le puse el cerrojo, —¿Pero qué le pasa a Rin?— me pregunté entre gritos. Tomé mi teléfono, me recosté en mi cama y abrí la lista de mis contactos, busqué a Gumi y la llamé.

—¿Gumi?
—Um, Len...— dijo con una voz media adormilada y lentamente.
—Perdón, ¿Te desperté?
—No, no, está bien, ¿Qué ocurre?
—Quiero que hablemos
—¿Hablar?, claro, ¿Tienes problemas con matemáticas o con historia?
—No, es, es otra cosa— tartamudee, sentándome y sobando mi cabeza, —¿Mañana podrías venir a mi casa luego del colegio?
—Sí, no hay problema
—Bien, adiós.

Colgué la llamada, tiré el teléfono en la cama y me eche a contemplar el techo de mi habitación, hasta quedar completamente dormido.

Cuando volví a abrir los ojos, me senté en la cama, toce por todas partes y no encontré mi teléfono.
—¿Dónde?.. Ah, ¡Ahí estás!— expresé entre gritos, estaba debajo de la sábana que tire al suelo. Divisé la hora y eran las 6:35 am, —¡¿Pero qué?!
—¡Len!— gritoneó Rin entrando a mi cuarto, —¡Al fin estás despierto!, ¿Qué es lo que hiciste para que durmieras más de diez horas?
—Nada— dije velozmente parándome de mi cama, agarrando una toalla y metiéndome al baño.
—¡No tardes!— gritó Rin antes de que cerrara la puerta.

Durante la ducha, comencé a pensar como le daría el regalo a Gumi, no se lo daría de sopetón, sería muy informal y descortés de mi parte. Pero tampoco me tardaría una eternidad en dárselo, no es que sea un rubí que mil dólares, que tenga que ocultar de malhechores o de policías. Sólo tengo que entregárselo en el momento justo.

¿Y si lo que siento no es agradecimiento?, ¿Y si es más?, ¿Es otra cosa lo que quiero?

¿O si ella siente algo por mí?, ¿Y si tiene novio?, ¿Pero si le gusta alguien?, ¿Y si soy yo?, ¿Y si no lo soy?

Cerré la ducha, me sequé y me vestí, luego busque un peine y me até la cola de caballo, dejando un poco despeinado mi flequillo.
Miré el reloj y ya eras las 7:00, Rin entró rápido a mi habitación, omitiendo el "puedo pasar".
—¿Qué te cuesta pedir permiso?— pregunte algo irónico.
—Sí, sí, para la próxima, vamos que se hará tarde y no quiero llegar tarde mi segundo día— expresó alterada y enojada, con ambos brazos en la cintura, mirándome como diciendo "Si llego tarde te mataré", algo usual en mi "dulce hermanita".

Recogí mi mochila y mi celular, saliendo por la puerta detrás de Rin. Corrimos tres cuadras, pasando por la plazoleta, y deteniéndonos a comprar algo para beber. Rin compró un jugo de naranjas y yo compre un licuado de banana, nos sentamos en la banca de madera a tomar tranquilos nuestras bebidas.

Y al terminar, corrimos hasta la puerta del colegio, llegando en tan solo quince minutos a la puerta de entrada. La rubia pasó como si nada, algo fastidiada con migo por los gritos y malos gestos en casa. Sin darle importancia entre a buscar a la peli verde.

Pase por el pasillo, entré a nuestro curso y no había nadie —Que extraño… ¿Dónde están todos?
—¿Len? — susurró dulcemente alguien por detrás de mí, dándome escalos fríos de la sorpresa.

Voltee a ver y era Gumi, estaba toda raspada, dejándome sumamente sorprendido —¡Gumi! — gire lanzándome hacia ella para abrazarla.

Al abrazarla, sentí su perfume con aroma a rosas, era suave y cautivan te.
Mis mejillas se pusieron coloradas, sentí un fuerte cosquilleo, pero no quería soltarla. Estaba feliz abrasándola de esa manera.

¿Será que mis pensamientos no eran erróneos?

¿Y si de verdad estoy enamorado?

Siento algo fuerte en el pecho, mi corazón late más rápido de lo normal, mis manos comienzan a sudar, siento que mi camisa me aprieta, mis pies me cosquillean.

¿Qué es lo que está pasando?

Pov. Gumi
Luego de la llamada de Len, fui directamente al espejo, doblé mi pantalón, arremangue las mangas del pijama y observe fijamente cada raspada que tenía.

Suspiré profundo, —¿Qué me dirán cuando me vean así? — dije algo entristecida. No sería nada normal que de un día para otro aparezca así, podrían pensar mal.

Tocaron la puerta tres veces, —Gumi, ¿Puedo pasar?
—Si— dije volteando hacia la entrada de mi habitación.
Gumo abrió la puerta, —Quería preguntarte si-… ¿Qué haces? — pregunto confundido.

Suspire otra vez, —Pensando…—, poniendo la cabeza gacha.
—No te preocupes por tus raspadas, diles que peleaste con un dinosaurio— dijo para alegrarme.

Largué una carcajada leve, —Los dinosaurios no existen Gumo—, dije entre risadas , volteando y golpeando su hombro, —Gracias, baka…. ¿Qué era lo que querías?
—Me voy al quiosco, y venía a preguntarte si querías algo…..
—No gracias.
—Bien, ya vuelvo— dijo volteando y saliendo por la puerta.

Acomode mi ropa, tome mi celular y me eche en la cama a ver el techo, pensando….
¿Qué será lo que quiere Len?

¿Qué es lo que se tendrá propuesto? … Él tiene novia… no sé de qué se tratará si no es de clases…. ¿Qué será?
Y entre que otro pensamiento, divisé el reloj y ya eran las 21:00

—¿Qué, tan rápido? — me senté apresurada-mente en la cama, estiré mis brazos, me puse las pantuflas y salí corriendo a la cocina.
—¡No corras así, te vas a caer! — gritó Gumo con algo de fastidio.
—Está bien— expresé en puchero, cruzando los brazos e inflando los cachetes, frunciendo el ceño.
—Yo no saldré al hospital porque la señorita se caiga torpemente— dijo en tono burlón.

Largue una risa minúscula, tapándome la boca, —Te pareces a mamá— dije, sin darme cuenta que comencé a sollozar.
Gumo se me acerco, sonrió, me abrazo y me pego una palmada suave en la cabeza, —Ya está, deja de lloriquear… ahora te sirvo la cena, siéntate.
—¿Qué?, ¡Pero es temprano!
—Sí, pero yo mañana tengo que salir de madrugada… así que también te dormirás temprano.
—Bien… Um, por cierto Gumo…
—¿Qué? — dijo tomando dos platos con ramen recién echo y poniéndolos en la mesa.
—Mañana después del colegio, iré a la casa de Len…
—¿Len?, ¿Ese muchacho rubio que estaba el otro día?
—Sí
—Entonces… ¡NO!

Me paré y golpee la mesa fuertemente, haciendo resonar los cubiertos, platos y vasos, —¿Qué?, ¿¡Por qué!?
—Porque no llegaré temprano, ¡Y tienes que cuidar la casa!
—¡Bien!, entonces el vendrá para acá
—Siempre te las ingenias para salirte con la tuya, ¿No?
—Sí— tome la servilleta, me limpié, —Gracias y hasta mañana—, dije caminando hacia mi cuarto.

Entré y quede dormida en unos segundos.
Al despertar, ya era otro día, corrí al baño para lavarme la cara, los dientes y peinarme. Volví a mi cuarto, me cambié y recogí los útiles.

Fui a la cocina y había una nota en la puerta del congelador:
"Gumi:
Salí temprano, te dije que tenía que trabajar de madrugada. Te dejé plata en la bandeja sobre la mesa y, como me dijiste que ibas a invitar a Len, ordené la casa y te dejé un par de películas y golosinas en la aparador.​

Gumo."

​

—Hay Gumo, algún día entenderás que no debes desvivirte así por mí— susurré.
Tome la plata que me dejó y salí apresurada, sin tener una remota idea de la hora que era.

Corrí hasta la plazoleta, descansé unos segundos y seguí corriendo. Al llegar a la puerta, entré y no vi a mis amigas, —Debe de ser temprano...
Caminé y caminé por los pasillos, para ver si las encontraba. Llegue finalmente al curso, y divisé a Len.

—¿Len? — susurré.
Volteó y se sorprendió al verme, —¡Gumi! — gritó abrazándome.

Mis mejillas comenzaron a enrojecer, devolví el gesto, sintiendo algo inexplicable. Pero luego recordé lo que había dicho Rin, así que lo solté, —No, no hagas eso...— tartamudee cabizbajo.
—¿Um?... ¿Pero sólo te abracé?, ¿Ocurre algo?
—¡No te hagas el inocente!— grité descontroladamente, llamando la atención de todos los que se encontraban en el pasillo.

Tome a Len, lo corrí de la puerta y la cerré.
—Perdón, es, es sólo que...— volví a decir entre cortado.
—¿Vendrás hoy a mi casa?— preguntó algo serio.
—No... mi hermano no esta en casa....

-¡Vamos Gumi!, ¡Dile lo que piensas!

—Pero puedes venir a la mía...— dije sonriente pero con la voz aun temblorosa.

-¡No Gumi! ¡Eso no era!, ¿Pero que diablos me pasa?... no le hago casos a mis pensamientos, ¡Dios!

—Bien entonces iré...— dijo dirigiéndose a la puerta.

-¡Vamos Gumi hazlo!

Pov. Len
—¡Len yo!....—, tartamudeo Gumi. Sujeto mi brazo, luego tiró de mi corbata y me jalonó hasta ella. Haciendo que nuestros rostros se acercaran, y que nuestros labios se juntaran en un beso.

Quedé muy sorprendido hacia la actitud de la peli verde, tome su rostro y me acerqué a ella, disfrutando aquel momento inesperado.
Gumi me soltó, tomó dos pasos para atrás y junto sus manos cerca de la cara, mirándome con tristeza.
—Len yo....— sus ojos comenzaron a llorar, su cara no era del todo feliz, —¡Lo siento!— susurró con la voz quebrajada, tomo sus cosas y salió corriendo.
—¡Gumi espera!— grité extendiendo el brazo, pero la campana sonó y todos comenzaron a entrar. Haciéndome perder de vista a la peli verde entre la multitud.
(continuara...)

 

Capítulo 6.

Pov. Rin
Entré apresurada y enojada por las actitudes de Len, sin esperarlo, fui caminando hacia adentro del colegio.

—¡Rin!— gritó una voz familiar, voltee y divise a Luka, corriendo hacia mí junto con Meiko y Miku.
—Chicas... Hola— sonreí y las salude.
—¿Has visto a Gumi?— preguntó Miku algo preocupada.
—No— respondí algo dudosa por las caras que tenían las chicas. Se miraron entre ellas aún más preocupadas, —¿Ocurre algo?— pregunte sorprendida, jamás las había visto así.

Volvieron a mirarse entre ellas, preocupándome un poco.
—¿Qué Len no te dijo?— preguntó Luka.
—Luka, no creo que Gumi le haya dicho a Len...— agregó entre susurros Miku, tocando el hombro de la peli rosa.
—¿Decirme qué?— pregunté alzando la vos un poco.
—Gumi no tiene padres... ella vive con el hermano ahora, pero hace unos años estaba viviendo sola— dijo Meiko sin problemas, dejándome completamente estupefacta.

—¡Meiko!— gritaron la peli rosa y la acuamarina algo fastidiadas. Ambas suspiraron, —Gumi hace dos años perdió a sus padres, no recuerdo porque fue, pero los perdió a los dos el mismo día— agregó la acuamarina.

Luka asintió, juntando sus manos y poniéndose cabizbajo, —Sí, y como su hermano sólo tenía 16, se lo llevaron, y la dejaron en manos de una señora de unos sesenta años.

—Pero la mujer estaba enferma, y a los días murió también, entonces Gumi quedó completamente sola— Siguió Miku

—Ella por un año no supo nada del hermano, luego apareció, ya tenía 17 y Gumi 14.
Al volver, se quedó con ella, y cuatro meses después, luego de cumplir los 18, fue a buscar la patrio potestad de su hermana, y poder cuidarla él— siguió Meiko.

—Y por lo que sabemos, hace poco ha vuelto y consiguió quedarse con su hermana— terminó de decir Miku.

Abrí completamente mis ojos, comencé a sollozar, secando las lágrimas con mis brazos. Las demás se miraron entre ellas, y sin tardarse, me abrazaron para tratar de calmarme. Terminé de secar mis lágrimas, la campana sonó y fuimos todas juntas al salón, a ver si llegábamos a encontrar a Gumi.

Caminamos todo el pasillo, entramos al cursó, miré para todos lados y no encontré a Gumi. Vi a Len, estaba sentado en su banco, con sus manos en la cara, su gesto no era del todo feliz.

Me acerqué lentamente, le toqué el hombro, pero no volteó a verme.
—¿Len?— susurre preocupada.

Suspiró y se cubrió la cara, —Soy un idiota— susurró. El profesor entró al salón, rápidamente me fui a sentar, preocupada por Len y algo atónita por lo que me contaron de Gumi.

La clase comenzó, el profesor iba de adelante hacia el fondo del salón, mirando quien copiaba lo escrito y quién no. Divise a Len y estaba echado en uno de sus brazos, y con el otro brazo tenía el lápiz, pero no estaba escribiendo.

Mientras daba vueltas por el salón, el profesor llegó al banco de Len, miró su carpeta, se paró delante de él y se sacó los lentes. Le susurró algo a Len, haciéndolo parar de su asiento y retirándose del salón.
—Len...— susurré.

Pov. Len
Luego de perder a la peli verde de vista, volví a mi asiento y me senté a pensar. Comenzaron a entrar todos, miré un par de veces el banco de Gumi, volviendo con la memoria al momento donde ella salió corriendo. Refregando mi cara una y otra vez.

Entro Rin con las demás, se me acercó lentamente y me miró, —¿Len?— dijo con tono de preocupación.
Volví a recordar a la peli verde, presione mi cara con las manos, —Soy un idiota— susurré.

El profesor entró, haciendo volver a Rin a su haciendo, y poniéndose a copiar en la pizarra.

Miré mi carpeta, sin poder dejar de pensar en lo sucedido, ¿Qué es lo que pasó?, ¿Por qué se fue?.

¿Qué es lo que hice mal?, ¿Le habré dicho algo que no le gustó?, ¿Y si ese día que la llame le ocurrió algo?

El profesor se me acercó, miró mi carpeta y se sacó los anteojos, —Kagamine, si no piensa hacer nada, le recomiendo que se vaya a dirección— me susurró.
—Bien— respondí algo fastidiado, me paré de mi asiento y salí del salón, llamando la atención de todos.

Caminé por el pasillo, doble a la derecha y me quedé sentado en las sillas que están frente a dirección, esperando que terminara la clase y escuchar los reproches del director, y los reclamos de mi profesor, —¡Dahg!, ¡Que fastidio!— susurré.

Entre que otro pensamiento, se escuchó la campana y comenzaron a salir todos al receso.
Divisé a lo lejos a un peli azul y un peli morado, acercándose a alta velocidad hacia mí.

—¡Len!— gritaron en conjunto, una vez frente a mí, —¿Qué fue lo que pasó?— preguntaron confundidos.
—Nada— susurre, parándome de mi asiento.

Los chicos se miraron entre sí y luego me miraron a mí algo preocupados, —Len, ¿Te ocurre algo?— preguntó Kaito.
—No— dije cabizbajo, luego voltee a verlos y sonreí, —No pasa nada, no se preocupen, solo tengo algo de sueño— exclame, fingiendo un bostezo y refregándome un ojo.

Apareció por el pasillo nuestro profesor, me hiso señas con la mano para que me acercara, —Me llaman, ya vuelvo— le susurré a los muchachos, acercándome hacia dirección con el profesor.

Pasé y por detrás de mí entro el profesor, cerrando la puerta, y sentándose a mi lado. El director puso ambas manos en la mesa, mirándome algo acosador, —Señor Kagamine, ¿Le anda ocurriendo algo?, no copió nada en clase y andaba en las nubes.

—No me ocurre nada director, sólo tengo sueño— mentí
—Bien, que sea la primera y la última vez que lo vea aquí.

Asentí y salí de la dirección, dirigiéndome al salón a buscar a Gakupo y a Kaito.

Pov. Rin
—Len estuvo ausente la mitad de la clase, ¿Qué le pasará?— dije preocupada, echándome en mis manos.
—Tranquila Rin— dijo Miku sobando mi hombro.

De la nada entró Len, miró para todos lados y se dirigió a su asiento.
Soñó la campana otra vez, y todos comenzaron a entrar.

Entró la profesora, cerró la puerta, dejo su maletín en la mesa y saludó con una reverencia. Dio media vuelta y comenzó a escribir en la pizarra. Len seguía apoyado en su brazo, como en la hora anterior, sólo que ahora estaba copiando.

En un abrir y cerrar de ojos, paso rápidamente la hora. La profesora volvió a saludar y se fue.

Comenzaron a salir todos del salón, casi a las pechadas mientras corrían. Miku, Luka y Meiko me saludaron y se fueron, siendo Len y yo los últimos en salir del colegio.

Mientras caminábamos por el pasillo, Len no dejaba de mirar el suelo, poniéndome algo incomoda y nerviosa, —Len… ¿Qué te sucede?, has estado extraño toda la mañana.
—Psk, soy un idiota— dijo molesto.
—¿Qué?, ¿Por qué dices eso?

Seguíamos caminando, ya llevábamos dos cuadras y mi hermano no había dicho ni una sola palabra, el silencio comenzaba a incomodarme aún más de lo que estaba.

Len se detuvo, ya en la plazoleta, lo tome del brazo y lo hice sentar en una banca, —Dime, ¿Qué fue lo pasó?

Miró el cielo, luego a mí y sonrió, —Nada, sólo estaba distraído.
—Um… bien, ¿Vamos a casa?
—Sí— respondió sonriente.

Nos paramos de la banca y comenzamos a circular hacia casa. En las cuadras restantes, Len no dijo ni una sola palabra, esto ya me estaba preocupando demasiando, ¿Será que algo le pasó y no quiere decirme?....

Al llegar a casa, entramos, saludo a mama y se fue a encerrar a su cuarto.
—¿Le ocurre algo? — pregunto mi madre algo sorprendida por Len.
—No— respondí sacudiendo la cabeza, —Solo está cansado— luego le sonreí.

Ella sonrió y se fue a la cocina. Me senté en el sillón a mirar la televisión, algo confundida y pensativa por lo que le sucedía a mi hermano. —¿Por qué no ha dicho nada en todo el día?, eso me preocupa, Len no es así… tampoco me ha gritado o algo por el estilo, ¿De verdad es tan grave lo que le pasa? — susurré entre pensamientos, cambiando a cada rato de canal.

Suspiré y tiré el control en el sillón, —Además las chicas me dijeron eso de la peli verde... no me lo esperaba, — estiré mis brazos en el sillón y cerré los ojos, haciendo mi cabeza para atrás.

Pov. Len
Me encerré en mi habitación, tome el celular y marque a Gumi, el teléfono sonó y sonó.

—“La línea a la que usted marcó está apagado o fuera de servicio”.

—¡Dahg! — grité enfadado, tirando mi teléfono al suelo, haciendo que se abriera y se desarmara.

Me senté en mi cama, presione las manos y me tiré con fuerza hacia atrás. Puse ambas manos en mi rostro y me lo refregué fuertemente, —Ah, quisiera que esto fuese un sueño, soy un completo idiota…— miré el techo y velozmente me paré de mi cama, sin pensarlo, tomé un abrigo y salí a las corridas del cuarto.

—¡Len! — gritaron Rin y mi madre.
—¡Ya regreso! — dije cerrando la puerta, miré mi reloj de muñeca y eran las 13:30, —¡Dios, ojalá Gumi esté en su casa!, ¡No puedo estar así! — mee grite a mí mismo, tomando velocidad y comenzando a correr desesperadamente.

La peli verde vive a dos cuadras de mi casa, pero estaba tan preocupado y tan desesperado que corría a buscarla.
Corrí lo más rápido posible, esquivando a todas esas personas que venían caminando por la vereda, hasta que por fin llegue a la casa de la peli verde.

Respiré hondo, me acerqué a la puerta y toqué tres veces. A los segundos se abrió la puerta, una peli verde saló y quedo sorprendida.
—¡Len!, ¿Qué haces aquí?
—¡Gumi, yo….

(Continuara…..)

 

Capítulo 7-Final
Pov. Gumi
—¿Puedo pasar?— preguntó.
—Sí, claro, pasa.— Se sentó en la sala, respiró profundo y se paró de sopetón —Gumi, yo quiero pedirte perdón, no, no sé si te dije algo malo o si te hice algo— decía entre tartamudeos —quiero que me perdones, y...

Se quedó en silencio, cabizbajo, con una de sus manos en el bolsillo. Miré unos segundos el suelo, —Len... no tienes porque pedirme perdón, la que tiene la culpa soy yo. — Me acerqué, me miró y le sonreí —, yo sabía que tenías novia, y... no quiero que por mis actos, bueno, ya sabes... terminen.— Comencé a frotar mi brazo un poco angustiada, el volvió a mirarme y abrió los ojos, luego comenzó a reír.

—¿De dónde sacaste eso?— preguntó entre risadas.
—Rin dijo que...

—¿Rin?, no, no es así.— Tomo asiento y miró el techo, —Ella creía que tú eras mi novia, y la verdad...— se paró y se acercó a mí — a mí me gustaría que tú, pues...

Comencé a abrir los ojos, sentía como mis cachetes ardían, los nervios no me dejaban hablar. Len comenzó a frotarse la cabeza, sus cachetes tenían un lindo color carmín —. Yo quiero darte esto— metió su mano al bolsillo y sacó un regalo. Me lo entregó y dijo entre tartamudeos—: Esto es por todo lo que has hecho por mí, siempre me ayudas, estás atenta conmigo y, quería darte las gracias... este, también quería preguntarte si tú, si quieres ser mí novia.

—Len...
—¡Hay que estúpido!, tendía que ser mas bueno con las palabras, lo arruiné— susurraba molesto.
—¡No, no, espera!, es solo que yo...

¡Vamos Gumi, dile, dile!

—Yo, tú... ¡Me gustas!, y creía que tenías novia y... pensé que.— Len me abrazó, interrumpiéndome mientras hablaba, — si quiero— susurré; abrazándolo también.
—Gumi, ¿Qué fue lo qué te pasó?— preguntó preocupado.

—¿Qué, esto?, me caí porque iba corriendo— luego largué una carcajada minúscula. Len sonrió y frotó su cabeza —Y, ¿Ahora qué?— susurró.

Lo miré unos segundos y pensé, —No lo sé.— La puerta se abrió, asustándome, pero era sólo mi hermano —¡Gumo!, me asustaste.

—Lo siento— miró a Len y sonrió —, hola, ¿Len, no?— se acercó y extendió su mano, Len la recibió y sonrió. —Gumi, ¿Qué tal te fue en el colegio hoy?— preguntó, dejando unas bolsas que traía en la mesada de la cocina.

—Yo, me salí...— susurré, él me miró sorprendido, luego sonrió.

—No tienes que preocuparte por tus raspadas, solo te caíste y ya, no es nada grave. Mira, ves que tu amigo vino a verte— dijo aún sonriendo. Nos miramos con Len y mis cachetes comenzaron a enrojecer, mi corazón de los nervios se aceleraba, ¿Cómo le diría a mi hermano que él no es mi amigo, sino mi novio?

—Gumo, hay algo que quiero decirte. —Tome aire y traté de calmarme, —Len es mi novio, ¡pero espera!, ¡no te alteres!, hace unos minutos me lo pidió, y yo le dije que sí, ¡no era ningún secreto ni nada por el estilo!, ¡te lo juro!— dije moviendo mis manos de un lado al otro y entre tartamudeos.

—Bien... pero— Se acercó a Len y lo miró fijamente—Si quieren salir, ella volverá antes de las once de la noche, ¡si llega un segundo más tarde!....

—¡Gumiya!...
—Bien, lo siento, pero...
—Ya entendió— crucé los brazos y lo miré. Mi teléfono sonó, lo saqué de mi bolso y lo atendí, —¿Hola?

—¡Gumi!, ya vamos para tú casa, ¡Adiós!

—¿Qué?, ¡me cortó!, ¡Len!
—¿Qué pasó?— preguntaron ambos alterados.
—Las chicas vienen para acá.— No terminé mi oración, que tocaron la puerta, nos miramos con algo de preocupación, ¿Qué pensarán si lo ven ahí?

Gumo se acercó a la puerta y la abrió, ellas entraron rápidamente, literalmente a las pechadas —.¡Gumi!— gritaron, al ver a len abrieron los ojos sorprendidas.

Pov. Rin
—¿Len?, ¿Qué haces aquí?— dije sorprendida—. Un momento... ¡yo tenía razón!
—¿Tenías razón?— preguntó Miku.
—Sí, como les dije la otra vez, yo sospechaba que Len tenía novia... y ahora que está aquí, comprobé que su novia es Gumi—. Comencé a caminar de aquí para allá, tratando de estar seria y no largar una carcajada —. ¿Por qué me lo negabas, Len?

—Te lo negaba porque antes no era mi novia, éramos solo amigos.
—¡Alto!, ¿Éramos?
—Sí, porque... esto...— comenzó a tartamudear—, Gumi ahora si es mi novia.

—¿Qué?— gritaron Miku, Luka y Meiko, miraron a la peli verde y esta solo sonrió.

—Sí ahora Len, es mi novio, hace tan solo unos minutos me lo acaba de pedir.
—¡Espera!, eso no nos explica que te pasó— interrumpió Luka.
—¿Esto?, no es nada, el otro día me caí cuando volvía a casa— luego sonrió.

Quedé sorprendida, lo que había deducido estaba incorrecto. Pero al final, no eran tan erróneos, ambos se querían.

Miré a Len, —¿Podemos hablar?
—Sí.— Nos corrimos unos centímetros y nos volvimos a mirar —¿Qué ocurre?, ¿Vas a decirme alguna otra cosa al respecto de lo que acaba de pasar?

—No, es que, yo.. ¡Esta bien, me equivoqué!, pero no del todo— luego reí—. Oye, y, ¿tú sabes cómo fue la infancia de Gumi?
—No, bueno, se que sus padres no están desde que es pequeña, ¿Por qué lo dices?
—Las chicas me dijeron por todo lo que pasó, y ahora, como su novio, tienes que ayudarla.

—Espera, espera, espera. Después de haberle dicho que yo tenía novia, sacando una de tus locas conclusiones, luego de que yo te dije una y mil veces que no tenía; ¿Me dices que la ayude?. ¡Me doy!, no entenderé del todo a las mujeres, son tan complicadas.

—¡Como si tú no lo fueras!, ¡pero eso no tiene que ver con lo que te estoy diciendo!, Gumi ha pasado por muchas cosas que no sabes.

—¿Y cuáles son esas cosas?

—Gumi, luego de quedarse sin los padres, la separaron de su hermano y la mandaron con una mujer. Vivió con ella tan solo unos días, porque murió y entonces vivió sola hasta que volvió. A los meses se volvió a ir, para buscar la patria potestad, pero por lo visto hace unos días ha vuelto.

Len quedó estupefacto, por unos minutos no me respondió —. No, yo no lo sabía...
—Len, Rin— dijo la peli verde acercándose —. Como ya son las cinco de la tarde, quería preguntarles si no quieren que vallamos por unos helados, o batidos a la plazoleta.

—¡Claro!— respondí. Gumi les asintió a las demás y salimos de su casa, hasta la plazoleta —. Len, iré adelante, habla con tu novia— luego reí y me adelanté.

Pov. Len
Rin nos tomó la delantera, miré a Gumi y sonreí —Gumi, quería preguntarte... bueno, es difícil, si no me quieres responder no lo hagas, estará bien y-.

—Dime, ¿Qué pasa?— dijo entre risadas.

—Rin me contó sobre ti, digamos que me dijo sobre tú hermano y...
—Ah, entiendo, yo no te había dicho porque no quería que te preocuparas por eso.
—De acuerdo, pero, ahora más que nunca, cuentas con mi apoyo, incondicionalmente— luego sonreí.

Caminamos hasta la plazoleta y nos sentamos a tomar los refrescos, nos miramos con la peli verde y sonreímos.

Entonces comprendí, que esos favores que solía pedirle a Gumi, poco a poco se convirtieron en amores, comenzando a transformarse en un sentimiento. Un sentimiento que ambos compartimos.
Fin