Proyecto sundown

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Kiros Lionheart, 1 Marzo 2015.

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    Kiros Lionheart

    Kiros Lionheart Leafter de toda la vida

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    Muchas gracias por comentar Fenix
    Me alegro que te guste cada vez que publique supondrá asuntos más intrigantes.
    Ciertamente tengo pensado un día para arreglar todos los acentos y detalles que se me escaparon, como siempre agradezco tu punto de vista y tu critica constructiva.

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  2.  
    Kiros Lionheart

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    Proyecto sundown
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    14
     
    Palabras:
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    CAPITULO VIII: EN LA BOCA DEL LOBO.


    Esa misma madrugada…



    Lastimeros pasos y terroríficos susurros en la oscuridad; mientras tanto Joël Axley y Erick Ernstead se encontraban en los túneles de tierra que daban acceso al quirófano. Una pregunta muy deseada se formuló en la mente del joven, un plan desesperado en la del compañero agraciado.

    ¿Tu eres familiar de John Axley? — Erick quiso saciar esa curiosidad, una serie de sensaciones recorrían su cuerpo.

    Él es mi hermano mayor ¿Conociste a Johnatan? — En la lejanía, encerrados tras paredes sin salidas los gritos zombies se escuchaban clamando por alimento. —Están sellados en un pasillo que atraviesa todo el complejo. El colegio, los campos de la deshonra, el edificio empresarial, todo está conectado, hay un equipo que se mantiene las 24 horas supervisando cámaras del “contenedor Z” así decidieron llamar el al pasillo subterráneo donde los mantienen clausurados. Pongámoslo así. Si alguien por una razón equivocada activa la puerta equivocada, incluso el colegio puede estar en grave riesgo de infección.

    Debes saber que tu hermano no anda en buenos pasos, me parece que trabaja para ellos, yo aún no puedo darte tanta confianza, hasta que el contenido de la carta sea cierta. Te puedo asegurar que mis compañeros no me guardarían algo tan importante como eso. — Confirmo Erick.

    Algo me dice que si… una intuición mía. Esa carta tiene que tenerla alguno de ellos o todo ha sido en vano…— Axley echo miradas rápidas a la puerta trasera para vigilar. —Mi hermano solo cedió al chantaje. El solo dispuso a colaborar para que ellos pudiesen curar el gran problema de mi salud. Yo no fui infectado por un zombi, prácticamente inyectaron en mí una mezcla de APBS junto a otra sustancia bioquímica desconocida, como venganza. El resultado hace que el virus zombi actué de manera más rápida, otras mutaciones horribles surgen en mí. El placebo en fases experimentales tan solo pudo alargar el virus a un plazo de una semana, por eso tengo que actuar con mucha cautela ante ellos.

    Te puedo asegurar que ellos no me guardarían un secreto como ese, aunque si es así te la entregare. — Afirmo Erick. El otro asintió. —Oh, así que, trabajas duro para que puedas curarte. ¿Qué es APBS?

    APBS es como conocemos al virus zombi, un arma bioquímica que evoluciono desde ser una simple sustancia para matar personas, a ser una sustancia que transforma el cuerpo humano en un mounstro sin control de sí mismo, una maquina asesina para cazar. Su nombre es el siguiente. “Síndrome anormal del cerebro primitivo humano” — Espeto Joël.

    A.P.B.S o A.H.P.B.S : Abnormal human primitive brain síndrome.

    Entonces esa sustancia rara es la que esos monstruos portan con la mordida…— Dijo Erick.

    Esos monstruos a los que te refieres, fueron en realidad mis compañeros, esos monstruos de los que hablas… pudimos ser tú y yo… Esos zombis todos, sin excepción eran los miembros de Patriots Gunners y de alguno más reciente que el nuestro cuyo nombre olvide… — El hombre comenzó a revelar datos de su pasado. Erick le miro boquiabierto:

    «Mi hermano y yo llegamos a este lugar gracias al servicio militar, en su momento creímos que era la mejor oportunidad para mejorar nuestras vidas, para mejorar nuestras habilidades como soldados, para probar las maravillosas armas que la compañía Sundown estaba creando. Más que eso quisieron usarnos como conejillos de indias para probar la resistencia humana en varios factores, algunos murieron tras varios de estos experimentos. Entonces desde las sombras surgió una alianza rebelde para detener el yugo que nos estaba mortificando a los soldados inferiores como nosotros…

    «El nombre surgió de mi cabeza junto a los compañeros, mi hermano me apoyaba en todo, aunque si prefería mantenerse al margen siempre me pasaba información, jugando a ser doble bando es por eso que ellos nunca sospecharon de él. Tampoco tomaron represalias con Johnatan, quien resulto ser de demasiada ayuda, cuando fue ganando confianza de los cargos altos y nuestra información fue creciendo. Pretendimos desarrollar un informe de la situación, ese informe fue la carta, lamentablemente tuvimos una especie de traidor entre nosotros y comenzaron a probar el virus más letal en ellos. Un virus que muto transformándolos en algo peor de lo que su voluntad querría. Por eso te pido al menos que hables con respeto sobre eso, sé que ya no son lo que alguna vez. Aunque sus voluntades fueron arrancadas a la fuerza, subyugando el propósito que alguna vez les daba esperanza, quiero hacer cualquier cosa… hasta lo imposible por averiguar si existe una cura definitiva para el virus, sin importar su estado. Por eso debo tomar el riesgo de jugar a doble bando, tu trata de hacer lo mismo, trata de hacer lo que te pidan, pero buscando el modo de no desvincularte de tus compañeros… Por ahora será lo mejor retirarnos, los carroñeros vigilan a todas horas. »



    Oh, lo siento, yo en verdad no debí decirlo así. Encontraremos la cura, lo sé. ¿Qué son los carroñeros? — Erick añadió en su afán de saber más sobre el lugar.

    Carroñero es un hibrido entre un humano puro y un zombi, manipulado genéticamente. Por lo general siguen a los hombres de Alpha por una excelente recompensa, son algo torpes pero pueden transmitir información, seguir misiones encomendadas y tienen una fuerza terrible. Son las criaturas que gobiernan estos pasadizos. Pongámoslo así: Un humano común usa el 10% de su materia gris por supuesto no posee infección, el hibrido solo usa el 5% debido al 50% de infección en sus cuerpos, mientras que el zombi obedece solo a sus instintos caníbales, no podemos decir que 0% porque es incorrecto de algún modo, no está comprobado por mí, pero creo que utilizan un 1%.— Una explicación sobresaliente habría aclarado a Erick, aunque otra duda sobre quien era Alpha había surgido en su mente.

    Entendido. ¿Y nosotros que? — Quiso saber Erick, mientas Axley le guiaba de vuelta a la sala quirúrgica.

    Nosotros tuvimos la suerte de que la bacteria no haya mancillado nuestro cerebro y esto gracias a la medicina. Por supuesto que nos quedamos con el 10% de materia gris y ese mismo porcentaje de infección de APBS. — Revelo Axley. Erick quiso preguntarle más sobre estas criaturas, imaginándose que acatarían incluso ordenes por algo de carne fresca, su mente siguió imaginando cuantas cosas más, pero si estos semi-zombis conseguían hablar y relacionarse de la manera pobre. De igual manera serian un peligro para la operación que él y Joël intentaban montar.

    Es muy interesante todo lo que me cuentas, quiero ayudarte a investigar, pero no sé si volveremos a vernos. — Afirmo el muchacho del cabello castaño. Mientras se recostaba en su camilla y el otro le ataba como antes.

    Estoy seguro que Omega te comento algo sobre misiones, entonces creo que si volveremos a vernos. Solo una cosa, Sygma. No debes decirle a tus compañeros sobre mí de momento y debes seguir las instrucciones de omega al pie de la letra para no llamar atención, entonces te darán más confianza. En caso de encontrar esa carta entre sus pertenencias debes visitarme entre los túneles ¿Cómo llegaras allí? Pues te daré una llave del elevador que robe hace algún tiempo. En el sótano, en un pasillo hacia la derecha encontraras un pasadizo para llegar a los túneles, nos veremos allí cada media noche en lo posible, es cuando nadie merodea la zona y así encontrarnos finalmente y si la carta no está en tus manos, al menos servirá para intercambiar rumores. — Afirmo Ny entregándole unas pequeñas llaves plateadas, luego se mantuvo de espaldas para despedirse. Sygma acepto. Aquella oscuridad envolvió a la sala quirúrgica…

    En la mañana del día siguiente…



    La mañana del día siguiente comenzó bajo un cielo gris y una inusual brisa fría que anunciaba una tormenta. Todos dejamos las habitaciones del pasillo de chicos para asistir a clases. Aquel plan de la carta de momento comenzaba de la mejor manera. Antes de llegar al aula de clases de Química, unas miradas se cruzaron en nuestro camino. Erick bajo una apariencia un tanto extraño y ninguna expresión de satisfacción en su rostro. Helena se abrazó a él, pero este andaba algo mezquino, las cámaras, ellas estaban instaladas por todo el colegio.

    ¿¡Erick!? ¿Estás bien colega? — En ese momento solo pregunte por su pálido estado y el color de esas ojeras que momentos antes de la llegada ya estaba presentando.

    Han curado la infección de mi cuerpo. Pero siempre quedare con esa coloración en mi piel. — Omitió detalles del placebo, el peligro sobre sus hombros si la infección no se trata a tiempo, sobre el juego que posiblemente tenga que jugar a doble riesgo: el de omega, detener toda idea de investigación por parte de sus amigos y el de Joël sacar un poco de información.

    Al menos estas bien, hombre. Aunque ahora eres más blanco que la leche. Tenemos algo que contarte, supongo que este no es el momento apropiado. — Se mofo Darwin, aunque luego sopeso con seriedad al relucir nuevas pistas. Lo que hizo rebosar el interés de Erick.

    Luego me informaran. Escuchen lo mejor será que dejemos toda esta locura de la investigación. Es lo mejor para todos. — Afirmo con rotundidad, era duro para él, pero no encontraba más remedio. Mientras tanto en esos momentos, muchas cosas llenaron mi cabeza de ideas sobre lo que pudo haber pasado.

    Pero tú eras uno de los que quería investigar sobre esto. ¿Por qué ahora te echas para atrás? — Inquirió helena, colocando su suave mano sobre su rostro.

    Estos tipos son un peligro para todos nosotros, apenas somos unos chicos contra asesinos profesionales. En un ejemplo más práctico: Somos un conjunto de moscas merodeando cerca de telarañas, si pisamos en ellas nos atraparan y nuestra vida estará en sus manos. Sus reglas, sus métodos, sus castigos. No podemos hacer nada más que ponernos a estudiar. — Erick tuvo que ser drástico para hacer caerles en cuenta a todos. Antes de abandonar al grupo para ir a clases, habría sido yo en ese momento, quien le abordo.

    Estas raro. No eres el mismo Erick despreocupado que conozco ¿Te lavaron el cerebro? — Pregunte un poco molesto por su actitud.

    Solamente no quiero que ninguno de ustedes pasen por lo mismo que yo ¿Qué dirías si estuvieses en mi posición Hemsfold? — No vacilo en soltarlo, ni se detuvo al apretón de brazos que helena intento para frenarlo.

    Creo que no deberíamos contarle. — Sugirió Darwin. —Si no quiere seguir, que no siga.

    El arriesgo su vida para protegernos. No podemos ocultarle nada, Obviamente parece asustado y aturdido por lo sucedido y no se lo desea a nadie. — Afirme en aquel momento. Entonces entramos a clases de química.

    [***]​

    Un equipo del director se internó en las habitaciones para intentar hallar pruebas, en las citadas habitaciones, no había nada en concreto en ninguna de las dos, en la cama de Darwin un sobre sin sello estaba siendo aguardado para ser entregado.

    Señor aquí hay un sobre— Dijo un moreno de pelo rizado, por el walkie-talkie.

    “Entonces ábralo, para saber lo que dice” Se escuchó la voz del director. El hombre la releyó con desbordante facilidad.

    El alumno Springfield solo escribía un mensaje para un familiar. ¿La quiere? — La comunicación por el Walkie volvió a encarecerse. Provocando cierto sonido.

    “Es extraño, más que todo porque ese estudiante no suele enviar cartas. ¿Qué es lo que básicamente dice?” La voz del director se volvió a escuchar.

    Escribió sobre sus días en el colegio, señor— Afirmo el soldado.

    “Déjalo donde está. Tenemos el diario negro encontrado tras su exilio en los campos de la deshonra y tenemos el libro de supervivencia por si hay algo escrito allí… Espera recibo otra transmisión.” El director enlazo con el soldado en la habitación de Hemsfold.

    Señor, en evidencia encontramos un boceto sobre números y letras. — Dijo el soldado de tez blanca encontrando aquella hoja, bajo el colchón de la cama.

    “Muy bien, creo que eso es todo, estoy seguro que eso era propiedad de Patriots Gunners, traigan la evidencia. ” El director estaba complacido con lo encontrado, no era más que pistas menos significativas que habrían dejado a vista a propósito para ocultar el verdadero secreto…

    [***]​

    La clase de química salió de la manera esperada, el sistema Virtu-Quimia enseñaba las virtudes de todos los elementos de la tabla periódica en la primera lección, puesto que también el libro era un manual suplementario de mejor uso en las prácticas. La estación de trabajo contaba con ordenadores, así como largas mesas y estantes donde los utensilios químicos se almacenaban así como las distintas fórmulas químicas que se utilizaban para los experimentos.

    En la salida cabe destacar que no me encontré con ninguno, puede que por el hecho de haber tocado trabajar con otros estudiantes: Verónica Stroulger, Jeremiah Schindler y una apuesta chica extraña de aspecto triste, tez más blanca de lo normal. Llevaba las gafas en horas de salida, audífonos en los oídos y la capucha de su abrigo, por el hecho de que en toda la instalación siempre estaba colocado el aire acondicionado. La chica fue capaz de perseguirme hasta los pasillos y limitarse a solo dejar sus gafas para tapar sus hermosas cuencas oculares. Unos largos cabellos color castaño cubrían hasta cerca de la cintura.

    Bastian. Yo quería hablarte… bueno… más que hablarte, quería conocerte mejor. — Repuso la chica con timidez.

    ¿Beruna? ¿Beruna Redcloud? — Pregunte acercándome a ella. —Por supuesto. ¿De que quieres hablar? — Tome asiento en una de los muebles del pasillo.

    Bueno… yo… tengo dieciséis, soy de Los ángeles, california, ciudad de donde me escogieron. — Expreso la chica adentrando la conversación. Asentí.

    Vaya así que estas algo cerca de casa… Yo sí que estoy algo lejos. Texas, un poblado muy cerca de San Antonio. — Aquella palabra, esa ciudad me hizo suspirar y recordar todo lo vivido.

    Ambos comentamos hechos anecdóticos de nuestra vida antes de Sundown, nuestros hogares, nuestros padres, hermanos, recuerdos, alegrías, tristezas y el momento para la siguiente clase, estaría alrededor de los veinte minutos. Por lo que lamentablemente la clase de francés llegaría primero. Una vez más la cantidad de estudiantes permitieron que mis amigos se perdieran de mi vista, nuevamente.

    La clase en el quinto piso fue un poco más amena que la de Química, el O.A.P.E tenía otro de los valiosos sistemas de asignaturas en el colegio. Dr Frenchstine. Un sistema muy entretenido pero conciso y serio a la vez para aprender a hablar francés, el micrófono recogía la pronunciación practicada del alumno y la estipulaba en un diagrama de barras de porcentaje. También aparecía una lista que mencionaba lo que debía mencionar el alumno para llegar al 100% de pronunciación. Otra actividad del cyber-libro era pronunciar el nombre de las imágenes que aparecían en tal video de animación junto a la palabra, cosa que logre realizar al 34%. El francés no comenzó siendo nada sencillo.

    La próxima clase, Biología con una sala tan grande como las demás en un espacio de trabajo muy similar a Química. Un computador OAPE cuyo sistema el Mendel 3x era un fino asistente para llevar cabo los experimentos, mesas de trabajo para trabajar en los grupos y por supuesto el área de video donde el profesor impartía la clase y llegaba a todos los espacios. La clase por lo menos había finalizado de mejor manera que con francés, a pesar de que me había tocado compartir con otro grupo desconocido de estudiantes.

    Por fin el almuerzo llego, el único momento en el que por fin podría encontrarme a los amigos del colegio. Beruna llego tras de mi como si me hubiese perseguido. Darwin comenzó a aparecer en el fondo y se incorporó a la mesa a sabiendas de que no conocía a la extraña alumna. Se presentaron y compartieron momentos en los que le había conocido y prácticamente se incorporó al grupo. Más tarde lo hicieron Erick y Helena, quienes llegaban de último.

    Eh chicos… ella es Beruna Redcloud, le conocí en clases de Química— Prácticamente el resto se dio conocer a la chica tímida.

    Mucho gusto— Helena se presentó. Erick también, este por último la examino muy bien con la mirada, como si hubiese encontrado algo familiar en ella.

    Encantada… tienes buenos amigos, Bastian. — Todos me miraron con alguna incomodidad, solo porque era el momento propicio para hablar del asunto importante.

    La comida se antepuso al resto de la charla, puré de papas, el pollo al estilo teriyaki y la ensalada gourmet era exquisito para el paladar que una escuela como esta podría darse el lujo de preparar, el pastel de manzana como postre dejo sin hablar a muchos y la conversación se postergo hasta después del almuerzo.

    Bueno… yo… Marcho. — Se despidió una tímida Beruna. Los demás asintieron sin más y el silencio se desmantelo tras ella.

    Suelten ya lo que tenían que decir— Susurro Erick. —Piensen bien en hacer las cosas, yo no quiero más problemas como dije…

    No digas esas cosas, Erick. Tienes que estar al tanto como nosotros. — Helena le cogió el brazo preocupada por su apatía respecto al tema.

    Claro no hacer nada y dejar que todo el mundo corra el riesgo… — Proteste en su momento frustrado. Olvidando que debía hablar en susurros, algunos captaron lo dicho y voltearon… por lo que me vi obligado a corregir mi comentario. —…El riesgo de estar a merced del comité disciplinario.

    ¡Baja la voz, Bastian! ¿Es que piensas regarlo todo? Adelante si quieres dilo todo, pero no responderé cuando te corten el cuello. — Susurro Erick con frialdad, pero con un nudo en la garganta.

    ¡A callar! — Darwin por primera vez era el intermediario de un inusual conflicto mío junto a Erick. El de gafas prosiguió el relato en voz baja —Erick, Helena, a ti también aprovechare para decirte esto. De momento solo lo sabemos Bastian y yo. Encontré una carta con información muy valiosa sobre lo que es Sundown, una carta sobre un tal Joël Axley, el tal creador de ese grupo rebelde. Patriots Gunners. Esa carta tiene información sobre el virus y sobre el hombre que encabeza este proyecto. Yo la robe en aquella cabaña, al parecer fue una base del grupo. — Erick puso sus ojos como platos, pero lo disimulo tan rápido como pudo.

    La carta relata la aparición del virus Zombi, al principio no era más que un arma bacteriológica y luego muto hasta convertirse en una inmortal epidemia de los muertos vivientes…— Relate parte de lo necesario. A Erick todo le concordaba.

    Justo como lo que vimos…— Helena narro escandalizada.

    Justo como lo experimente. — Dijo Erick, encontrando muchas posibilidades, pero jugando muy bien sus cartas. — ¿Tenías que guardar esa carta hasta ahora? Sabes que pudimos evitar el problema de los zombis y hasta ahora lo dices. Guardare esa carta, será lo último que hare por ustedes, hasta que encontremos a alguien con quien enviarla. — Se irrito con facilidad.

    ¿Dártela a ti? Apenas quieres congeniar con nosotros…— Le enfrente.

    No seas ridículo, Bastian… Pueden quedársela ustedes, pero si la encuentran en su habitación, estarán perdidos. — Sugirió Erick.

    Déjenmela a mí, conmigo estará bien resguardada. — Afirmo Helena, Erick puso cara de pocos amigos.

    Voto por Helena, al menos a ella le dejaron fuera de la investigación. Pero tendrás que aislarte un poco, Helena — Sugerí, mirando desafiante a Erick.

    Voto por Helena, lo siento Erick, pero es hora de decidirte con quien estas. — Darwin sostuvo que poco habría que creerle tras ese cambio en sus intenciones.

    Hagan lo que quieran con eso. A mí no me involucren más… Lo hago por ustedes chicos. — Se quejó Erick cruzándose de brazos.

    Erick, no lo tomes a mal. Sigues siendo nuestro amigo incondicional, pero creemos que… te quieres deshacer de la carta, porque hasta ahora no has hecho más que esquivar los problemas. — Intente ser condescendiente.

    Les quiero echar una última mano ¿Algún problema con eso? — Erick dio un golpe a la mesa y sonó el timbre del receso. Franklin decidió dar el sobre a su hermana.

    Todos se levantaron de la mesa y note como Erick susurraba a los oídos de Helena, no pensé en nada importante, solo lo que era obvio, ambos comenzaban a gustarse desde lo de los campos y eso era algo completamente notable.

    Las siguientes clases transcurrieron de la forma menos esperaba, por un lado estaba física, asignatura que se llevaba por medio otra de los ordenadores con una función táctil para escribir a través de un lápiz, tal cual matemáticas o incluso química. La ultima clase de adiestramiento militar donde volví a verme las caras con Erick, a pesar de que esta vez solamente quería disculparme, pero el continuaba algo mezquino tras el conflicto que tuvimos en el almuerzo. Sorprendentemente el profesor de adiestramiento era John Axley.

    Prepárense, porque no seré compasivo con ninguno de ustedes. — Anuncio con los brazos hacia atrás con el tono esperado de su persona. La zona de adiestramiento estaba en una parcela lejos de distancia del colegio.

    El entrenamiento comenzó con las típicas rutinas de formación militar, finalmente cuando comenzó a llover, en un día tormentoso, John ejecuto las siguientes órdenes: trotar, imprimir más velocidad y lo más difícil con la lluvia sin duda era la carrera de obstáculos múltiples que consistía en trepar vallas, atravesar algunos aros entre los charcos de barro que se incrementaban con la lluvia, finalmente alguna clase con la postura de armas en tal caso AK-47. Aunque esta vez no hubo ninguna cesión de disparar al blanco. La clase por fin duraría unas tres horas antes de que el ocaso diera su llegada para terminar el día. Todos fuimos a las duchas que quedaba tan cerca de allí para colocarnos ropa nueva.

    El recorrido al estacionamiento del colegio duro tan solo unos quince minutos. Tiempo en el que pude hablar a Erick para intentar disculparme por lo sucedido.

    Escucha… Discúlpame por lo que dije en el comedor. — Anuncie con tono bajo.

    No hay nada que disculpar. Además las cosas están hechas… No me importa que le hayan entregado el sobre a Helena. Es alguien más del grupo, yo solo quería ayudar. — Erick por otro lado recapacito en la idea, si tan solo se la hubiera quedado el, no habría excusa para definir la desaparición de una carta, el solo habría actuado por desesperación e impacto de la noticia.

    Oye ¿cuándo te dieron la “cura” no te chantajearon o algo? Es que te noto más distante de todos nosotros. — Realice la pregunta.

    Me ofrecieron la cura y ya. — Sentencio Erick más sombrío de lo que antes, con el mismo síntoma de que quería contar algo… y no podría. —Estaba inconsciente cuando me explicaron lo de la cura los doctores. Si me he portado extraño es porque no quiero que alguien más corra el riesgo de ser infectado. Que hay que pensar muy bien antes de actuar.— Aquello por una parte lo comprendía y por otra incendiaban mis alarmas de que algo más estaba ocultando.

    De acuerdo como sea… disculpa. — Ofrecí disculpas, aun con dudas de su reputación.

    Como ya dije no hay nada que disculpar… hablamos más tarde. — Dijo Erick y se marchó tomando rumbo a una dirección distinta a la mía.


    [***]

    Erick se encontraba en el último piso, atravesando redes de pasillos que conducían a la sala de psicopedagogía y el resto de salones de clases que estaban ubicados en ese último piso. Finalmente descubrió entre si el pasillo que dirigía a las terrazas del colegio, un lugar desde el que se podía ver todo el complejo y las murallas que se extendían hasta la frontera con los bosques del parque nacional. Apoyada en la baranda, Helena esperaba tras Erick y este la sorprendió rodeándola en sus largos brazos.

    ¡Erick! Llegaste como lo prometiste. — Helena se le abrazo y este correspondió su abrazo.

    ¿Acaso crees que no cumplo con mis palabras? — Erick sonrió brevemente.

    Cuando te llevaron pensé que no volvería a verte, que te convertirías en un zombi y te asesinarían tras eso. — La chica se mantuvo aún más abrazada a él, mientras sendas lágrimas resbalaban por su mejilla.

    ¿Acaso creíste que yo iba a desaparecer? Hace falta más que eso…— Erick se dejó abrazar aunque no compartía el mismo entusiasmo con la chica, a pesar de que la amaba.

    Qué bueno que estés aquí a mi lado y que la pesadilla de tu infección ya no te acompañe. — Susurro Helena aun abrazada.

    Es un alivio que ya no este contagiado. — Dijo Erick contemplando el cielo resguardado de nubes.

    ¿Por qué de pronto dices que no quieres saber nada de las pistas? Mi hermano encontró esa carta, una carta que puede significar el fin de todos los problemas— Helena hablo con voz suave y luego beso su mejilla.

    Porque no quiero perderte, yo te quiero Helena, pero tampoco deseo que eso le pase a tu hermano, ni a mi mejor amigo. Por eso he instado a que lo pensaran bien— Quizás no era la mejor declaración por parte de Erick, pero al menos instaba a la cordura.

    Quizás tienes razón, deberíamos renunciar a esta locura. Por ti lo haría. Pero hay que esconder esa carta. — Pronuncio Helena.

    Dame la carta, yo sé dónde esconderla. — Dijo Erick sorpresivamente.

    Pero ellos me la confiaron a mí…— Helena se retrocedió.

    Solo dámela, Helena… No quiero lastimarte. — Erick avanzo hacia ella extendiendo su mano.

    Erick… ¿Qué te sucede? Tu no eras así… — La chica siguió retrocediendo. Entonces surgió la desconfianza. —No te la daré. —

    ¡DAMELA! — El chico inicio el forcejeo con ella. —Te he dicho que me la des… No sabes lo que te he pedido.

    Erick… Tú no solías ser agresivo… No serás capaz de golpearme. — Entonces ella sintió el empujón y tras un arrebato de locura el empujo a la muchacha y consiguió de su mochila, la carta, tras varios intentos de búsqueda. Ella lo sostuvo desde el brazo, pero él se soltó rápidamente.

    Esta carta no puede estar por ahí corriendo peligro…— El chico se dio la vuelta y le miro amenazadoramente, por supuesto todo era un montaje. —Dije que me asegurare de que nadie se meta en problemas… Si te preguntan dices que te la robaron, que no lograste identificar al culpable… Si dices la verdad yo mismo te mato.

    Eres… eres un traidor… — La chica del corazón partido le vio marcharse, pero no alcanzo ver las lágrimas que el joven enamorado había derramado al hacer tales atrocidades. Ahora bien había logrado rescatar la carta para Joël y el fin de la locura por fin sería posible… Tan solo tendría que asegurarse de que los hombres de tal Alpha no se dieran cuenta del doble partido al que él estaba jugando.


    [***]

    Dormía plácidamente hasta que una puerta chirrió no muy lejos de mi posición, pensé en Erick o tal Darwin o incluso algo peor que eso. Por lo que salí en pijamas, intentando mirar lo que se filtraba por el pasillo… Una sombra doblo por el pasillo reflejada por la tenue luz que iluminaba. Intente seguirlo, sin que me descubrieran, oculto tras la pared de la esquina me tome a Erick caminando a espaldas hacia lo que era la salida del pasillo de Habitaciones de chicos. Le seguí con cautela incluso exponiendo a que el equipo nocturno de las cámaras de video grabasen mis pasos en la media noche. En cierto punto Erick se sintió perseguido y echo a correr hacia lo que era la sala de elevadores. Le perseguí hasta allí, luego descendió utilizando el ascensor perdiendo todo tipo de vista sobre su paradero… Aunque algo llamo terriblemente mi atención. El puntero del ascensor marcaba hacia abajo.

    ¡Erick va hacia el sótano! ¿Él está…. Con ellos? — Me pregunte paralizado sin poder moverme ante el aterrador descubrimiento.

    Oficinas de seguridad.


    Un equipo de doce hombres controlaba video y audio que se obtenían desde los pasillos del colegio. Pronto uno de ellos llamo la atención a un hombre quien parecía dirigir al equipo de seguridad.

    Señor Alhazred. Tenemos un par de estudiantes que se han saltado la regla de abandonar las habitaciones a altas horas. — El hombre junto sus manos y les miro pensativa.

    Alhazred tenía rasgos arábigos, nariz ganchuda, tez blanca, ojos negros, una protuberante frente y cabellos cortos. Unas cuantas cicatrices cubrían su rostro. Vestía elegante y tenía un pendiente de diamantes con una motita de letra griega dentro de ella (γ) El hombre sonrió con un puro en la boca que acababa de encender.

    El chico que me comento Omega descendió por el ascensor ¿A que estará jugando?... Mientras que el otro parece ser el líder le estaba persiguiendo, es claro que no iban juntos…— El hombre encendió un cigarrillo mientras pensaba en qué hacer.

    ¿Qué sugeriría hacer con estos dos? ¿Un castigo? — Pregunto uno de los encargados de las cámaras de seguridad. El jefe de seguridad se llevó una mano a la quijada, pensativo.

    Veremos que puede hacer el chico renegado en los pasillos del sótano… Desactiven el ascensor una vez que llegue, liberen a los depredadores y a PRIMERO en aquella dirección. — el hombre parecía divertido con la situación. —Mientras tanto quiero que el equipo de seguridad se encargue de apresar al otro muchacho. — Exhalo humo de su boca.

    ¿Quiere matar a uno y al otro secuestrarlo que hará con él? — Quiso preguntar otro de los miembros de seguridad.

    No es lo que yo quiero… es lo que quiere ALFA que hagamos. Nadie puede sobrevivir a PRIMERO, lo siento mucho por el que descenderá al sótano. Por otro lado el otro chico hizo exactamente lo que queríamos que hiciera. Salir solo… y meterse en la boca del lobo. — Sonrió triunfante mientras extinguía su cigarrillo en el cenicero…

    [***]

    Una manada de depredadores surgía en el corazón de la profundidad, los muertos vivientes modificados se arrastraban por el piso, saltaban a largas distancias, podían andar tanto a dos patas como a cuatro. Una sombra se entremezclaba entre ellos, un enorme monstruo lideraba a la manada para intentar cazar todo lo que estaba a su paso…
     
    Última edición: 15 Abril 2015
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    Fushimi Natsu

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    La jugada de Erick ante Helena, yo creo que tuvo que haber sido un poquito más paciente e insistente, jugando un poquito más con el tema de los sentimientos con ella (que la quiere, ya todos lo sabemos) como su ventaja. Pero ahora corre el riesgo de que lo odie... Más vale que esa carta llega segura al gobierno. No sólo para librar al mundo de una amenaza zombi, si no también por ellos y la horrible situación en donde los pusieron a ambos.

    Y luego el reencuentro con Erick. Fue gracioso y un tanto irónico que Darwin fuese el mediador entre sus amigos, yo al menos me espera una discusión entre los mismos de siempre por el tema, pero el cambio fue aún más emocionante. Y esa chica Beruna, ¿cuál es el motivo para que repentinamente quisiese conocer a Bastian? Me da mala espina y solo deseo estar equivocada...

    No puedo creer que eso le hicieran a los pobres hermanos Axley: uno de ellos utilizado como conejillo de indias y el otro viéndose en la labor de trabajar para los malos. Sólo espero que John, de algún modo, se entere que los chicos tienen en su poder la carta (aunque ahora la tenga Erick, pero el propósito sigue siendo el mismo) y trate de ayudarlos también. Eso me gustaría mucho.

    Bueno, muy buen capítulo este, con muchos sucesos y varias cosas que esperar en la continuación. ¡Saludos!

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    Kiros Lionheart

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    Muchas gracias por tu comentario te agradezco como siempre.

    Me estimula y motiva una review tan buena como las que haces, veo que te gusta la historia y no solo a ti, sino a los demás que la leen. El próximo episodio va a estar MUY INTERESANTE. Prometido.

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    AikoSan

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    Bueno, lo prometido es deuda y aquí estoy ^^
    De momento sólo he leído el prólogo y el primer capítulo y he de decir que pinta muy bien. No soy muy fan de las historias de zombies, si te soy sincera. Es una temática que no me suele gustar. Sin embargo, lo que he leído, al menos hasta ahora, sí me ha gustado.
    Valoro mucho, sobre todo en los long-fics, a los autores que se toman su tiempo en desarrollar un transfondo y un contexto para su personajes, porque eso los hace más reales, más palpables, no sé. Por eso el prólogo me ha gustado mucho, cuando habla de todos los hermanos, e incluso mencionas a la tal tía Molly xD (Por cierto, no sé por qué pero me he imaginado al agente del gobierno que es negro igualito que Nick Fury jajajajaj será cosa del parche xD)
    Sí que he notado, sobre todo en el primer capítulo, que algunas oraciones son demasiado largas para mi gusto. Algunas eran casi párrafos enteros con nada más que comas. Se puede hacer un poco pesado al leer. Pero quitando eso y algún fallo ortográfico, me ha gustado mucho.

    Seguiré leyendo ^^

    ¡Saludos!
     
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    Kiros Lionheart

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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    14
     
    Palabras:
    4003
    CAPITULO IX: INFIERNO
    SUBTERRÁNEO
    El ascensor se había cerrado abruptamente, como si hubiese dejado de funcionar, esa misma noche me preocupe por Erick sin saber qué habría pasado o simplemente pasaría con él. Sin embargo, encontré un peor motivo de preocupación. Muchos pasos fueron escuchándose en la lejanía, hombres armados irrumpieron el colegio y apuntaron sus calibres 57 sobre mí mismo, estire mis brazos en señal de rendición ya que no podrá hacer nada contra una docena de hombres armados, que sin poder hacer algo atenazaron con las esposas para apresarme.

    ¿Qué significa esto? — Pregunte atónito y amenazante.

    Estudiante Bastian Hemsfold, usted ha infringido las normas del colegio. — Aviso uno de los guardias.

    ¿Infringido? Pero si estaba sonámbulo…— Pronto se inventó la excusa algo inapropiada.

    ¿Esas son todas las excusas de un patético estudiante? — Una misteriosa voz se aproximó en la escena. El hombre que sostenía un cigarrillo en su boca, nariz aguileña y cabellos cortos. Alhazred. —En este colegio el que rompe las reglas es escoria. Un polizón rebelde que anda suelto por la noche es mala señal. Llevémoslo a la sala reformatoria ¿O prefieres los campos de la deshonra? — El hombre sonrió de manera cruel y me hicieron andar silenciosamente por la oscuridad…

    [***]

    Erick descendió con el sobre en manos hasta dar conocimiento del pasadizo del que Joël había informado, llegar a un sótano totalmente a oscuras, descender por las escaleras de caracol y encontrarse con un escenario totalmente nuevo: Puertas electrónicas de altas seguridad y alta gama tecnológica, pisos de mármol blanco, se encontró con un enorme salón con cuatro opciones de puertas diferentes. Cerca de la escalera ya se encontraba ese hombre de mayor aspecto cadavérico que él.

    Pensé que te tomaría varios días, ya tienes la evidencia más importante. — Afirmo Joël, alzando su mano para alcanzar el sobre que luego Erick entregaría.

    No creas que estoy orgulloso de hacerlo, el tener que enfrentarme con mis amigos… pero todo por el porvenir de todo el mundo. — Dijo Erick algo preocupado.

    Todos tenemos que arriesgarnos alguna vez, Erick. Incluso siendo esta nuestra arma, dudo que eso signifique el final para Sundown, lamento decirte que tienen más trucos bajo la manga de lo que yo creía. He estado investigando mucho, haciendo misiones, disuadiendo a personas para que me cuenten más sobre este lugar. No ha sido fácil… y me he jugado mi cuello muchas veces. — El joven adulto palmeo el hombro del adolescente para brindarle suficiente confianza. —Si todo sale bien, habrá valido la pena. — Erick asintió sin expresiones en su rostro y de repente algo les alerto. Sonidos de alarma a toda mecha y en todas las instalaciones. La sirena fue la primera en llegar a sus oídos y luego una voz computarizada.

    “Protocolo Xenocyd, activado. Bloqueo sistemático de puertas en 3, 2, 1….” Suponiendo que el mensaje grabado se diera en la tarde o en los turnos de trabajo de los científicos en cuestión evacuarían la zona; pero a la media noche donde merodeadores inusuales vagaban en otros planes. El protocolo se activaba para exterminarlos.

    ¿El protocolo Xenocyd? — Pregunto Erick dudoso. La expresión en el rostro de Joël encendía la desesperación en su alma.

    Es mi culpa, te hice venir muy tarde, cuando laboran el turno nocturno de los de Seguridad. Suponiendo que es así, no podrás volver por donde viniste, tenemos que buscar una salida alternativa y por suerte puedo activar alguna de las puertas. — Espetó Joël. —Este protocolo se activa tras aperturar las compuertas que sellan a los muertos vivientes, el contenedor Z. Entonces cuando esto sucede bloquean las puertas principales a fin de evitar que salgan de las zonas subterráneas. Es que los zombies modificados tienen implantes para controlarlos por medio de algún sistema de control remoto, no sé exactamente como funcione, pero lo averigüe todo para poder escapar y ese día ha llegado.

    Realmente es mi culpa, estoy seguro que me deje ver, que no preste atención a las cámaras… es que estaba tan ofuscado en entregarte esta prueba…— Intento disculparse Erick. —Hubiera tomado otro camino…—

    No hay tiempo para lamentarse, sino nos movemos ya, seremos devorado por esas criaturas. — El hombre se dirigió a la puerta derecha y tecleo algo en una ranura con botones.

    Ya muy cerca de ellos “Los depredadores” dieron cuenta de su presencia tras sus escandalosos y lastimeros gemidos de desesperación. Las puertas del fondo comenzaron a activarse para ellos y muy pronto los rugidos espantosos fueron en aumento… y se hicieron eco.

    ¡Tienes que apurarte, Joël! Ya vienen….— Erick se aproximó a la puerta de la derecha donde su nuevo amigo intentaba dar con la clave para abrir la cerradura.

    El introdujo “Aligator” y tras sonar el exitoso ruido de comprobación, la cerradura cedió y la puerta abrió automáticamente. Por lo que se adentraron al próximo pasillo, sin tener el poder en sus manos para volver a sellar la puerta, por lo que, era inevitable que los depredadores le persiguieran utilizando ese camino como medio.

    En la sala anterior los Depredadores, una especie de zombies evolucionados para estar en zonas un tanto cerradas y la habilidad para andar tanto en paredes como en el suelo, así como su velocidad más impresionante que la humana. Por lo que plagaron el lugar de manera rápida, averiguando la posible persecución de sus perseguidores por la puerta recién abierta. El grito estremecedor del joven se dio en el pasillo, cuando vio asomarse, un humanoide cadavérico sin piel; sus extremidades esqueléticas, tanto como la siniestra calavera de sus rostros, los músculos y tejidos orgánicos visibles a flor de piel y unos ojos carentes de iris y de tonos grisáceos. El cerebro se contemplaba de manera perfecta sin ningún tipo de tapadura.

    Estos son depredadores sombríos… así se les llama. — Pronto Joël abriría la segunda puerta asegurándose de una clave exitosa. Pero nuevamente eso no evitaba que las criaturas les persiguieran. —Sus manos y pies se adhieren a las paredes y techos y pueden andar libremente para cazar a su presa con más facilidad, esta vez no tendremos mucha suerte… si nos alcanzan.

    La siguiente instancia ya no se trataba de un pasillo moderno con paredes de acero reforzado o pisos de mármol. Este era un hall del “subterráneo 1” tal como lucia el letrero, un espacioso lugar de muebles, retratos, una máquina de soda, dos puertas: Izquierda y derecha. Ambas conducían a una red de pasillos en forma de anillo, cuyas habitaciones eran salas experimentales, a juzgar por los letreros.

    Aquella sala perdió su esplendor, elegancia y orden cuando los depredadores sombríos le invadieron desde techos, paredes y suelos e intentaron dar caza a los jóvenes, destrozando la sala que alguna vez permanecía pacífica. Una de las criaturas desenrollo una especie de lengua bífida fuera de su boca –muy similar a las serpientes– Y su larga lengua comenzó a enrollarse en la nuca del joven erick, el depredador lo levanto y fuego algo tarde cuando Joël se terminó de dar cuenta.

    ¿Qué es esto? ¡Erick! – Apretó sus puños contra la criatura que le asfixiaba, hasta que se dio cuenta de que todo comenzaba a estar perdido, dos depredadores le atraparon haciendo uso de sus lenguas bífidas cual mecates… pensó que era el final cuando el muchacho se quedaba sin oxígeno y el mismo método aplicaron en el para apretar su nuca y vaciar todo el oxígeno que conduce a los pulmones. Sus ojos se fueron entrecerrando hasta que se encontró con una imagen difusa que sostenía un sombrero.

    El hombre del sombrero fue quien logro activar la puerta a tiempo y con un arma en manos enguantadas, un revólver magnum de balas potentes se clavó en el cerebro de la bestia destrozándolo por completo, así liberando al muchacho inconsciente. Una segunda persona, una mujer rubia de ojos pristinos ayudo a mantener al joven a salvo, disparando con una escopeta al depredador que sostenía al desmayado Joël. Finalmente unas lenguas atraparon el brazo del hombre del sombrero, pero su compañera disparo a los depredadores que le capturaron y ambos entraron por la siguiente puerta, sellándola.

    Erick y Joël yacían desmayados, vivos pero incapaces de defenderse por ellos mismos, el hombre del sombrero se comunicó por medio del micrófono de solapa, un accesorio enganchado al oído pero llegaba directamente a la altura de la boca.

    ¿Mark? ¿Mark Gutenberg? Viejo amigo, necesito que bloquees la puerta izquierda del hall del subterráneo 1 ¿Lo ubicas? – El hombre del sombrero sentía como empujaban con mucha fuerza y las fibrosas manos de los depredadores a veces se extendían por ellas. Tanto que su compañera hizo uso de su espalda para bloquear a los depredadores sombríos. La voz de Gutenberg se palpo en sus oídos gracias al audífono en sus orejas.

    Te escucho, amigo. Bueno lo hare por ti como te lo dije hace unos minutos, pero sepas que arriesgo mi cuello, si se enteran. – El hombre susurro en la sala de observaciones, el lugar en el que gobernaba Alhazred. El hombre entro al sistema y se encontró con los planos del subterráneo 1 de la preparatoria, encontró todas las puertas bloqueadas en color rojo y las verdes, abiertas. Entonces dio cuenta de la puerta que su amigo necesitaba cerrar. Tecleo un código y activo la cerradura, esto hace que uno de los brazos de las criaturas se piquen por la mitad y aparezcan dentro del pasillo actual –Jerry... La puerta está cerrada nuevamente.

    Bendito seas, hombre, nos has salvado, Mark. – El hombre del sombrero se dejó caer sentado de espaldas a la puerta, suspirando su compañera se encontró en la misma situación. El hombre vio a la mujer con una sonrisa entre sus labios. –Sera mejor que le des respiración boca a boca a ese par… Estuvieron muy cerca de morir.

    Estarán bien, no será necesario, por suerte les salvamos a tiempo – Ella hablo con acento ruso con voz clara y elegante. La mujer paso la mano por la nuca del más joven y comprobó que su frecuencia cardiaca aún estaba bien.

    Minutos más tarde Joël fue el primero en despertar del desmayo, encontrándose con un Erick aun desmayado y dos personas que no conocía en lo absoluto.

    ¿Y quienes son ustedes? – Se preguntó analizando los rostros y vestimenta de cada uno.

    El hombre era fácil de identificar por su sombrero “Cowboy”, cabellos largos, unos bigotes a la par del mismo tono que sus cabellos, ojos marrones y un atuendo gris muy similar al de cualquier policía, agente especial o paramilitar. La chica rusa de cabellos rubios, ojos prístinos y un cuerpo celestial, aquellos rulos resbalaban por su frente e incluso opacaban la visión de su ojo izquierdo o derecho a tener que acomodárselo de vez en cuando.

    Aliado de Solarus y ella una agente especial invitada desde Rusia, sabemos que tu estuviste implicado en el tema de Patriots Gunners y queremos que nos digas lo que pasa aquí. Me llamo Jerry McDaniel, fui parte del ejército y ex-miembro aliado de la Liga Solarus – Aquella noticia sorprendió a Joël, pero hablo con lujo de detalles.

    Yo no solamente estuve implicado en ese grupo rebelde, yo fui su líder y único miembro con vida, actualmente. ¿Solarus? Creí que ese otro grupo había caído, su destino fue peor que el de los míos… pero no hay tiempo. ¿Qué hay del chico? ¿Estará bien? – La rusa cruzada de brazos asintió, entonces comenzaron a moverse.

    Me llamo Zoë Eleanora, estoy aquí para investigar a una posible científica rusa que colabora con el proyecto, su nombre Katherine Ivanova, además a investigar pruebas para llevar ante los gobiernos… Hemos tomado fotos de las instalaciones y salas experimentales, hallando evidencias muy fuertes. Soy conocida como una de las espías más habilidosas del país yo y mi compañero somos parte de una agencia secreta Internacional, IATISE. – La mujer rusa confirmó tras la presentación. Aquellos uniformes portaban una insignia y unas iniciales que identificaba la agencia por la que trabajaban. IATISE.

    Interesante porque tengo un sobre con muchas de las pruebas relatadas por mí mismo, quizás lo mejor sea que ustedes lleven esto a Washinton y yo me quede, nos han salvado la vida, estoy agradecido. – Joël afirmo. –Necesito confiar en ti, luego de esto tendremos una charla para decidir entregarte la carta.

    Como quieras, ahora vámonos…– Jerry se adelantó a Joël y cargo a sus espaldas con el muchacho, avanzando por un pasillo a oscuras y muchas de las puertas, cuyas letras no anunciaban nada interesante. –No sé cómo pudiste involucrar a una persona tan joven en un asunto tan terrible. – Joël se sintió culpable, Jerry sintió el peso del joven adolescente agolpándose en su espalda.

    Salas enumeradas simplemente y sin dar alusión a algo en particular. Sala 13, Sala 5. Luego se toparon con la puerta de la sala 10 cuando doblaron por la segunda esquina del pasillo.

    Justo a lo ancho de la puerta de sala 10, un obstáculo de rayos laser evitaba que ellos pudiesen entrar al otro lado del pasillo anillado. Sin embargo, otra puerta bloqueada por computadora, Jerry intento mantener la comunicación con su amigo Mark, aquella puerta que Joël activo con otro de los códigos y Jerry aperturó otra comunicación con Mark para cerrar la puerta que ellos tenían por delante, nuevamente.

    Mark, habla Jerry. Necesito que vuelvas a cerrar la puerta entre el anillo 1 y 3 ¿Puedes hacerlo? – Jerry Preguntó contemplativo.

    Dalo por hecho, McDaniel. – El hombre hablo desde la sala de observación. Así que una vez accedieron al anillo numero 3 la puerta se cerró nuevamente.

    Una nueva red de pasillos se extendió ante ellos, pasillos circulares, conocidos mejor como “Anillos”, interconectados entre sí, estos pasillos tenían en su interior salas operacionales y campos para experimentar los virus APBS y sus variantes.

    ¿Por qué bajo el colegio tienen estas cosas? – Se preguntó Jerry.

    Hemos tomado fotografías, gracias a los accesos que Mark nos ha permitido, te aseguro que estos anillos tienen en su interior cámaras de gases virales para usarlos contra sus víctimas…– Afirmo la rusa, acomodando sus mechones de cabello rubio.

    Lo sé, conozco esta salida, bueno… conocía en teoría estos pasillos, pero es la primera vez que los veo. De igual modo me las arregle para memorizar las claves de algunas puertas– Afirmo Joël cuando un estruendo explosivo del fondo les alertó, seguido de gemidos y gritos de criaturas que hacían eco, incluso habiendo dejado hace rato el hall.

    Alguien… ¿destrozó la puerta? – Pregunto Zoë nerviosa.

    Sera mejor que encontremos esa trampilla hacia el alcantarillado…– Insistió Jerry, aun con el peso de Erick en su espalda.

    [***]

    Fui amordazado y privado de decir algo, pronto el equipo de seguridad y yo atravesamos una especie de pasillo en el que nunca había visto. Pronto el hombre llamado Alhazred dijo unas palabras ante el aparato de la puerta, este emitió una luz holográfica para escanear a la persona en cuestión, entonces el coloco sus manos sobre un panel de huellas dactilares y las compuertas se abrieron de par en par y cerrándose una vez que todos pasaron. Me forcejearon para no quedarme atrás. Caminamos por un estrecho pasillo que condujo a unas escaleras, aquello que nos llevó a un pasillo en el sótano que no tenía conocido, al menos, no estaba nada cerca de las oficinas del director. Atravesamos unos pasillos repletos de cubículos y oficinas del departamento de seguridad y terminamos en otro con oficinas muy importantes y muy cerca del dispositivo de acceso que daba entrada a la sala de operaciones. Finalmente acabamos el recorrido hacia una prisión improvisada muy cerca de las habitaciones de los trabajadores, que en ese momento la mayoría dormitaba plácidamente, los del turno del día.

    Por primera vez tuve esa sensación de estar privado de libertad, me angustiaba de solo pensarlo pero no dije nada cuando un guardia me cerró bajo llaves en aquella celda de castigo. Un hombre irrumpió, aquel que portaba un cigarrillo y había liderado mi aprensión. Exhalo todo el humo y lo desecho en todo mi rostro, provocando una tos casi inmediata cuando mis gargantas se llenaron de aquel humo y mi nariz percibió la nicotina como olor desagradable.

    Estás ahora en el departamento de seguridad, pasaras aquí 72 horas por romper las reglas de esa forma. – El hombre de acento árabe y un pendiente de diamantes, muy costoso hablo del otro lado de las rejas.

    ¿Qué hay de mi amigo? ¿Él está con ustedes no es así? Es un traidor…– Vocifere ciertas palabras cargada de ira y dolor.

    Pues claro que si… elemental, querido estudiante. – El hombre poso sus ojos sobre mí de manera fulminante, pero manteniendo una sonrisa divertida. –Digamos que él se unió al bando ganador, dijo que ustedes le metieron en esa situación y que se uniría a nosotros si lográbamos erradicar el virus y así fue…

    El no haría eso… Es más probable de que le chantajearan. – Hable en tono fuerte e iracundo.

    ¿Ah sí? ¿No has notado que su modo de actuar es un tanto extraño? Además la prueba está en que logro descender al sótano en elevador, él tiene las llaves y eso solo se les otorga a las personas con un rol importante… Piénsalo niñato, aparentemente confiaron en el para algo, yo que ustedes me andaría con mucho ojo, el ya no está de su lado. Él tiene mucha suerte…– El hombre se largó y solo tras la puerta murmuro en un tono inaudible “O quizás no…” Era obvio que él no era de extrema confianza para Omega ni para nadie, él había robado las llaves del ascensor y eso demostraba que jugaba para alguien más…

    [***]

    Alhazred logró pasar los dispositivos de seguridad de la enorme sala de observación, allí cientos de cubículos interactúan con pantallas enormes de todas las zonas filmadas de las instalaciones, incluso de todas las instalaciones, pero quizás la más movida era la de la preparatoria por la fuga de cama de dos estudiantes polémicos tras lo sucedido en los campos de la deshonra. Alguien de confianza para él estaba esperando en su sillón, cómodamente. Un hombre delgado y alto, bata de laboratorio, gafas circulares, pecas en esa piel blanquecina, unos cabellos rubios y ojos verdes y una sonrisa de satisfacción. Un gesto extraño y repentino comenzó a padecer el jefe Alhazred, un cambio súbito en relación con este hombre, en lo que uno se esperaba despachar a ese hombre con rudeza, el hombre ni siquiera quiso incordiar al científico que cómodamente estaba sentado en su asiento de mando.

    Oh, Ganma, era hora que te dignaras a aparecer. ¿Me puedes explicar qué demonios estabas haciendo? Alfa no estará muy contento. – El hombre mucho más joven que él, le llamo Ganma a Alhazred.

    Beta, ¿Señor Qué…? ¿Está haciendo aquí? – Preguntó Alhazred, algo nervioso.

    Llegas tarde, Ganma. Me decepcionas. Ny y Sygma al parecer tenían sus propios planes, ajenos a nuestro proyecto, a pesar de que se les suministro la medicación…– El científico de sobrenombre Beta poso el dedo índice en sus gafas.

    Perdone pero ya esto lo sabía y liberaron el contenedor de los depredadores y de Primero. – Ganma se disculpó el otro asintió, sin embargo tenía más cosas de contar tras esa sonrisa de satisfacción.

    Sabes… Alfa y yo queríamos probar la fuerza de estos dos contra las criaturas y de paso exterminarlos por si resultaban una amenaza, ya sabes que EXAIM les provee una fuerza y velocidad sobrehumana, sin contar con la capacidad de saltos que seguramente pronto adquirían. – El científico se levantó del asiento y alzo los hombros, continuando su explicación. –Los depredadores resultaron ser vencedores de la batalla, pensé que esto lo contemplarías en vivo y directo, estábamos dando un paso importante para demostrar que nuestra ciencia controlara el futuro y de hecho eso lo demostraremos, sin dudas. Pero dos espías se interpusieron en el camino desactivando la cerradura del hall y rescatándolos, al mismo poniendo el cerrojo…– El de la bata se fue a la gran pantalla y demostró justo el momento preciso cuando ocurrió el rescate, además demostró una imagen, un logo en el pecho de sus uniformes.

    ¿Cómo logró la IATISE entrar al complejo? – Preguntó Alhazred, atónito.

    Es lo que yo me pregunto… Me decepcionas porque tu equipo no fue capaz de encontrarlos con todas las cámaras de video que están instaladas por todo el complejo, sin embargo, creo que alguien de los tuyos está en una misión encubierto para ellos, les brinda acceso a las puertas, les da las claves, brinda información sobre las salas experimentales… Esos sujetos tienen que morir hoy, incluso si tengo que liberar al Segundo y Tercero…– El hombre se cruzó de brazos, Alhazred golpeo su escritorio furioso. –Te lo pongo en pocas palabras idiota, si esos agentes salen de aquí con información, seremos historia… Aunque yo no me preocuparía mucho, Primero ya logro destrozar una puerta y va tras ellos, mi equipo de programación ya está dando instrucciones sistemáticas al implante en su cerebro… Es un alivio que esa criatura este controlada.

    ¿Qué sugiere señor? ¿Encontrar todas las grabaciones de mis empleados? – Ganma vocifero, seriamente. El otro asintió y pronto se reunieron para dar con el sospechoso.

    Si, exaxto y.. ¿Apresaste al chico que Alfa quiere? – Beta preguntó .Alhazred dibujo una sonrisa en un gesto de aprobación. –Muy bien, por ahora mantenerlo cerrado hasta que yo reúna lo necesario para actuar hacer lo que queremos con el… Procedamos entonces a investigar las grabaciones– Beta extrajo un reloj de bolsillo entre sus pertenencias con un símbolo de beta y lo abrió para finalizar con una frase en particular. –El reloj tiene doce punteros, ha llegado la primera hora de la noche y la noche es oscura y siniestra, mi querido Ganma.– Y se despidió con una sonrisa maquiavélica en sus labios.

    [***]

    Primero avanzo a pasos agigantados por el primer anillo de las salas de experimentos, un humanoide de piel podrida y tejidos a la vista, 210 cm, exorbitante musculatura cuyas venas sobresalían de su irregular piel, Enormes brazos con garras de cuchillas a doble filo, cual dagas, piernas robóticas que permitían gozar de una mejor rapidez. Su horrible rostro una maravilla de la ciencia: Enormes cuencas oculares de color negro mortecino, iris de un tono rojo sangre, como si los de un felino salvaje se tratasen, dos agujeros en donde deberían estar las fosas nasales, un humanoide provisto de una enorme mandíbula animal, cuyos dientes afilados y protuberantes estaban hechos de un material similar al acero. En su calva cabeza dos implantes de una variedad de cornamenta para embestir, en su mano derecha una enorme hacha como arma para degollar. Entonces recibió una orden crucial en su cerebro a través de los sistemas telemáticos. El símbolo “I” es visible en su frente grabado como con una especie de cicatriz para reconocerle.

    Un enorme brazo con un hacha en garras atravesó la puerta haciendo parecer de material suave, pronto se abriría paso en ella mientras tres personas con un joven a espaldas de alguno correrían en dirección temprana, la criatura comenzó a darle caza y a sus espaldas los depredadores sombríos, humanoides-serpiente trepadores de techos y paredes avanzaron tras las espaldas del enorme monstruo, todos juntos para devorar a los humanos que ahora intentaban escapar…

    --------------------------------

    Primero que nada, quería pedir disculpas por no haber publicado el miércoles, estuve con problemas de salud en la semana y eso me aparto de mis historias, entre ellas Proyecto Sundown. El miércoles publicare una vez mas, como siempre. Saludos, les dejo un plano que dibuje yo mismo, pronto encontraran mas de mis creaciones.

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    Última edición: 24 Abril 2017
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    Fushimi Natsu

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    Este ha sido uno de los capítulos más grandiosos que he leído hasta ahora y temo realmente por la vida de Erick y Bastian x(

    Finalmente cuando la carta había llegado a manos de Joël, más la llegada oportuna de estos dos agentes secretos para desbaratar los planes de la academia, y ahora todos ellos huyen por sus vidas de tales terribles criaturas (que por cierto, magnífica creatividad. Jamás quisiera encontrarme con algún sombrío) y lo peor de todo, ¡es que los altos mandos ya saben de su intrusión!

    Y Bastian ha sido atrapado y castigado por los deseos de Alfa. Creo que los Campos de la Deshonra no sonaban tan mal, al menos ya sabría qué esperar en él. Y Darwin y Helena por ahora están a salvo, pero dudo que sea por mucho tiempo. ¿Qué harán cuando noten la ausencia de sus amigos? En serio, ¡pidan ayuda a John!

    Y Kiros, lo más importante es la salud, nosotros los lectores esperaremos con impaciencia (y quizás nos quejemos un poco) por la actualización, pero entendemos. No hay nada qué disculpar y nos seguimos leyendo el miércoles :D

    PD: Muy buen plano :)

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    Kiros Lionheart

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    CAPITULO X: UNA TRAMPA Y UNA CONFESIÓN


    Sala de Observación.

    Esa madrugada


    Ganma y Beta analizaban todos los audios de cada uno de los empleados de la sala de observación gracias a un equipo de expertos que analizaba la data de las grabaciones radiales. Hasta que uno de ellos encontró un ruido sospechoso entre interferencias de radio bajo el sótano.

    “……..Mark, Mark Gutenberg……………. Viejo amigo, necesito que bloquees la puerta izquierda del subterráneo 1 ¿Lo ubicas?”

    Todos se miraron unos a otros analizando el audio con unos auriculares. Ganma golpeo el escritorio con fuerza, el árabe-americano no dejo escapar la frustración por el hecho, Beta sonrió aunque también se mostró impaciente porque uno de los trabajadores era un traidor.

    Voy a matar a ese traidor…— Anuncio Alhazred- Ganma en un ataque de ira.

    No seas tonto, Ganma. Hay muchas maneras de despellejar a una rata, amenacémoslo con la vida de sus familiares, le podemos dar una dirección falsa y atraparlos y darles fin, usando al tipo Gutenberg como el cebo. La IATISE morirá hoy mismo. — Beta parecía divertido por la idea.

    Tiene toda la razón, señor. Iré el por el yo mismo, supongo que nos vemos en la sala de torturas… — Aviso Ganma esperando alguna orden o comentario más.

    Es hora de que haga una visita al chico Hemsfold, es hora de poner en marcha el plan de Alfa. Ellos dos son tan parecidos… Supongo que luego nos vemos en la sala de tortura, no puedo encargarte todo a ti, haz demostrado fallar en más de una ocasión. Yo sin embargo, no dejo cabos sueltos. — Confirmo Beta, saliendo de ese sector.

    Ganma se aproximó al sector donde se encontraba el cubículo de Gutenberg. Lo diviso tras un estrecho pasillo lleno de cubículos de centinelas que contemplaban imágenes de todo el complejo. Abrió la puerta bruscamente y le apunto a la cara con una pistola en manos. Gutenberg era un hombre moreno de gafas redondeadas y un bigote grueso negro oscuro.

    Buenas noches se….— Ganma cerro su boca y lo empujo contra el suelo, propinando patadas en su estómago y rostro.

    No son muy buenas para ti, traidor. — Y se lo llevo a la sala de torturas.

    Subterráneo 1

    Pasillo anillado

    Los miembros de IATISE y el agraciado corrieron con todas sus fuerzas, aun con el joven inconsciente. Los depredadores sombríos o tal vez humanoides serpientes fueron más rápidos enroscando su lengua en la pierna del joven despojándolo de la seguridad de la espalda de Jerry. Los miembros IATISE trabajaron en conjunto para recuperarlo, avisando con señas a Joël de que se adelantaran. Zoë disparo justo en la lengua bífida del depredador y este quedo destrozada liberando al muchacho.

    Llévate al muchacho, Zoë, yo creare distracción para que puedan escapar. Anda y sigue a Joël

    ¡No voy a dejarte solo! — Dijo Zoé, preocupada. Otro depredador alzaba su lengua como cuerda hacia el sombrero de Cowboy pero este le dio directo a la cabeza.

    ¡ES UNA ORDEN! — Insistió Jerry depositando la carga del muchacho a la rusa.

    La chica parpadeo un par de veces, preocupada. Sin embargo, acepto y cargo al muchacho en sus hombros corriendo a toda velocidad hacia los alcantarillados.

    El joven corrió hacia otra dirección para despistar a los depredadores y primero, cuyos pasos agigantados se hacían ecos en las profundidades. Jerry extrajo otra arma de su mochila, un revolver idéntico al otro, así tendría más posibilidad de vencer a más de los depredadores. Giro por un pasillo del cuarto anillo de experimentos, teniendo a sus perseguidores muy cerca, otro depredador de suelo se arrojó contra el atrapando sus piernas y dejándolo tirado al suelo. Alguien surgió desde el umbral del pasillo derecho, un umbral que también llevaba directo a las alcantarillas. La mujer disparo al depredador que había estado a punto de asfixiar a Jerry Mc Daniel.

    Te dije que me dejaras solo, Zoë— Insistió el. Ella le ayudo a levantarse, pero así los enemigos se multiplicaron en la cercanía y no había ni sospechas del primero.

    ¡No puedes tu solo! — Grito la mujer rusa corriendo con él, avanzando a la próxima esquina del cuarto anillo.

    Nuestra misión es proteger a cualquier inocente y tú me has fallado. — Jerry se zafo de su brazo.

    Ellos están bien, les di un arma…— Zoë vocifero decepcionada de sí misma, a la vez enojada con Jerry. —No quiero que mueras….

    Gra…. Gracias. — Avanzaron esta vez tomándose de manos. Pero la emboscada llego a ellos.

    Primero era el único obstáculo al próximo tercer umbral del sector anillado para llegar a la alcantarilla. Era una trampa, la bestia había sido más lista que los humanos, aprovechando que no tomaron el segundo umbral, tomo una dirección diferente para bloquearlos y ganar la partida… Porque los depredadores estaban detrás y Primero sonreía de manera repugnante alzando su hacha sobre ambos… sus corazones latieron rápidamente y sus manos se unieron una vez más dejando a entrever que había más que una amistad en ellos. El americano y la rusa juntaron sus espaldas en una táctica desesperada.

    Déjame a mí a I, en cuanto consiga un espacio vacío, quiero que corras hacia la alcantarilla. — Jerry extrajo algo más en su larga mochila, una escopeta de caza. —Sera más o menos igual que matar a un venado. Aunque este es un venado con garras de acero y un hacha, ufff — Soltó un poquito de humor, incluso en un momento desesperado como ese.

    No seas tonto, estamos rodeados por ambos lados, no puedo dejarte solo…— Zoë dejo escapar una lagrima de frustración y terror.

    Tenemos que proteger el colegio, no me importa morir, perdí a mi familia, perdí de todo por culpa de este proyecto. Si podemos frustrar a alfa y liberar a los niños, eso sería lo mejor. Al menos tú debes sobrevivir. — Ambos esquivaron el hachazo de I y comenzaron la táctica.

    La chica que ya tenía a los depredadores encima fue capturada por las lenguas bífidas de serpiente, sin embargo pudo destrozar la cabeza de dos en un momento desesperado. Extrajo algo de su mochila, una bomba de humo que arrojo para darle tiempo de sumarse a la pelea contra Primero y generar minutos de confusión en los depredadores.

    Zoë extrae una posible carta del triunfo, una bomba de Shock electroestático que paralizarían momentáneamente por los receptores de la cabeza de primero para tener un mejor momento de escape, la bestia no logra moverse es el momento cuando logran entrar por el alcantarillado y escaparse de la amenaza por primer vez.

    Celdas del sótano.

    Allí me encontraba. Sentado de espalda a la pared. Surcando el techo con mis propios ojos o tan solo contemplando el resto de celdas vacías en las que se encontraba injustificadamente. La puerta se abrió emitiendo un desagradable chirrido. En la oscuridad un bulto con ropas largas que se fue alargando pese a la oscuridad. Hasta escucharse los pasos retumbando por el suelo y la imagen completamente aclarada.

    Un hombre de batas blancas, gafas redondas, cabellos lizos y pulcros, una mueca desagradable en sus labios y una turbia mirada penetrante y oscura. De alguna manera reconocí el símbolo Beta en él. Era la tercera persona que portaba un símbolo griego visible, debía ser importante. Dos guardias entraron luego de él y

    Así que aquí esta, Estudiante… “Hemsfold”. — El hombre sonrió, dando una orden a los guardias. —Un inculto campesino que quiere ser rebelde, me pregunto si la rebeldía será buena, luego de suministrarte el tratamiento adecuado. — Los guardias abrieron la puerta y el doctor entro.

    El hombre extrajo algo de sus bolsillos. Una inyectora y un recipiente similar a los medicinales con el que lleno de la sustancia translucida.

    No me inyectaras nada…— Me puse a la defensiva queriendo caer a golpes, pero los guardias lograron forcejearme a tiempo para la inyección.

    Dos finas gotas cayeron al suelo convirtiéndose en vapor con el tacto, mi mayor reacción fue al ver esto y sentir la desagradable sensación quemante en la piel, lo imaginaba sin embargo, cuando el doctor extrajo un algodón y lo unto con alcohol sobre mi brazo, sabía que el dolor iba a ir más allá del pinchazo.

    Sera mejor que te relajes, vas a sufrir mucho si te tensas.— El hombre ahora parecía más serio tras sus gafas. Intente forcejear pero cuando la inyección iba directo hacia mí, me calme evitando que fuese peor, a pesar de que observe el sujeto con todo el odio del mundo acumulado en él.

    Sobrevino el pinchazo, nunca me gustaron las inyecciones pero esta era la más desagradable, cuanto la sustancia entraba en mi cuerpo, sentía como cada musculo del cuerpo se agitaba, la sangre fluía con más rapidez, el corazón a la misma velocidad. Mi visión del lugar comenzó a ser borrosa, la poderosa droga comenzó a estimular cambios en mi cuerpo, lo último que pude escuchar fue lo siguiente:

    Considérate afortunado, la inyección que te he suministrado es una mezcla entre el virus APBH y el EXAIM. Serás más inmune que el resto, precisamente la formula Omicron Libra es una sustancia hibrida es un balance como su símbolo representa. Eres el afortunado de ser el único portador del virus EXABH y además el último de nosotros. — Beta le dio la espalda para salir de la celda y dejarme atrapado solo, nuevamente.

    ¿Qué es esto? ¿Es lo que Erick…? No seré uno de ustedes— Intente ponerme de pie, pero solo caí al suelo.

    Oh lo harás, tu familia sabemos quiénes son… tus amigos también caerán, aunque yo no confiaría mucho en el joven Erick, él ha accedido por su cuenta. — Beta dijo entre risas.

    ¡Es mentira! Él no lo haría. — Hable lo más fuerte que pude, aunque encontré razones en sus palabras. Simplemente quería seguir creyendo en él.

    Hasta tú mismo lo sabes ¿No es verdad? Él nos dijo que vendrías al ascensor, en otras palabras, el atrajo tu atención. No te preocupes ahora eres de los nuestros, quieras o no o capturare a los miembros de tu familia. Sabemos quién eres Bastian y donde vives a esos que llamas familia… Si no colaboras, ellos mueren. ¿Capisce? — El hombre se llevó el dedo índice a su cabeza en un gesto de que lo pensara.

    No… mi familia…— Accedí a la parte más sentimental de mi mente, la gente que más añoraba.

    Tendrás un nuevo nombre, a partir de ahora no te llamaras Bastian; sino simplemente Zeta, harás lo que digamos al pie de la letra y una equivocación nos llevara a tu ranchito en los Altos, Texas.— La prueba más escalofriante estaba en las palabras de Beta, suponiendo que mi vida estaba siendo controlada a chantajes que estaría obligado a acceder.

    El hombre rio cruelmente y mis ojos se apagaron al instante. Escuche voces, voces que gritaban almas torturadas en la lejanía, un par de hombres discutían, pero no podía levantarme, no podría saber dónde. La voz de Dakota haciendo ecos en mi cabeza, suponiendo que cabeza me hacía jugadas con la droga experimental, Dakota hablaba sobre las estrellas en voz de eco pero luego gritaba como si le estuviesen maltratando.

    “¡Dakota!...... Mi hermanita no, ¡por favor!” Pensé dentro de mi mente.

    Un sueño me hizo aparecer en algún lugar relacionado con la granja, ella estaba inusualmente tranquila, pero los animales y los campos ya no estaban y en lugar de eso solo había tierras marchitas y grietas donde solo abundaba sequedad que se convertiría en desierto. La granja estaba destrozada y un fuego imperecedero abrasaban las tablas de madera de la que estaba compuesta la casa, el granero y las otras instalaciones. Una voz se escuchó en la profundidad. Unos bultos negros devoraban gente en manada y un solo grito desgarrador de un silencio impactante llamo mi atención. Dakota gritaba en un enorme montículo rodeado de sangre, mientras las sombras intentaban devorarla, fui hacia ella apartando a golpes a las sombras y le di una mano para ayudarle a bajar. Me di cuenta de que ella estaba ensangrentada y que la sangre del montículo era de ella.

    “Me prometiste que mirarías a las estrellas y te recordarías de mi… Me has olvidado hermano. “Dijo la niña en sueños. Una luz vespertina me encegueció cuando mire a las estrellas, mis ojos se abrieron como platos hasta que aparecí en una sala de urgencias. Intente moverme, abrí mis ojos, pero mi mente estaba tan adormecida que no sabía que era real y que no lo era.

    Ahora está reaccionando bien a la droga, necesitamos más sedante. — Los rostros tapados con máscaras y el hombre del sombrero sonrió, pero mis ojos se cerraron al sentir el pinchazo del sedante.

    Una última vez escuche un grito ensordecedor, seguido de voces de súplica de una chica, intente seguirle aun sedado, Beruna Redcloud la chica tímida imploraba por ser liberada.

    “¿Beruna que sucede? ¿Dónde estás?” Pensé desesperado.

    Entonces fue cuando los ruidos cesaron y permanecí en un absoluto letargo.

    Alcantarillas.

    Los apresurados pasos chapoteaban en el agua sucia del complejo, un lugar infestado de ratas de dudosa reputación, una de ellas paso se acercaba con demasía tras los humanos que aun, una rata cadavérica de piel podrida que se alejó cuando un turbio sonido hizo que todo resonase con estrepitoso rugido.

    Vienen a por nosotros, es momento de llamar a Mark, para que nos guie a la salida. — Vocifero Jerry. Todos asintieron, Joël aun cargaba en sus hombros a un joven inconsciente que poco a poco despertaba.

    ¿Quiénes son? ¿Dónde estamos? — El joven se incorporó a la caminata.

    No hay mucho tiempo de explicar, muchacho, somos unos agentes secretos del gobierno, queremos desmantelar este lugar y llevar pruebas a Washington. — La rusa explico mientras sostenía un arma entre manos. Sabiendo muy bien que las cartas del triunfo habían sido agotadas y solo quedaban armas.

    Estamos en las alcantarillas, ellos nos rescataron Erick.— Dijo Joël.

    Muchas gracias, les debemos la vida, pensé que moriría… — Erick contemplo aquel hombre del sombrero y la mujer extranjera portaban uniformes del logo IATISE.

    Mark, amigo. Necesitamos indicaciones para salir de las alcantarillas...

    Sala de torturas

    Alhazred parecía divertido, pero el Doctor Duke, mejor conocido como Beta se lo tomaba muy enserio llevando un revolver a la cabeza de Mark, al mismo tiempo que revisaba un mapa-holograma.

    Condúcelos a la izquierda, luego a al camino del centro, en ese lugar no habrá salida alguna. — Dijo Duke en un tono muy bajo. —Al menos que quieras que echemos una llamadita y dar órdenes de secuestrar a tu familia. — Mark decidió traicionar a un amigo por su único tesoro, la familia. El hombre encendió la comunicación para hablar.

    Te escucho claramente, Jerry. — Intento controlar su voz agolpada por las preocupaciones. —Encontraras la salida, dirígete a la izquierda de tu posición y luego al camino del centro.

    Alcantarillas.

    Alto y claro, muchas gracias, amigo. — Jerry se embarcó en seguir las decisiones de Mark, pero la gélida mano de Joël le detuvo.

    ¿Y si es una trampa? — Joël se le ocurrió la idea, después de todo aquel hombre de la sala de observación.

    ¿Cómo nos engañaría? Él nos ha salvado en dos ocasiones, este no es el momento de dudar de sus intenciones. — Jerry dijo de mal gusto.

    Pero quizás quiere conducirnos a un pasillo ciego, es decir a la muerte. — Joël, se cruzó de brazos, pero los zombis se acercaban con rapidez. —Bueno, vamos, no hay muchas opciones.

    Avanzaron por el camino de la izquierda, pasillo oscuro y de olores desagradables por las inmundas cloacas, escucharon pasos agigantados que sacudían las volutas de polvo del techo, chapoteos salvajes en el agua en lo profundo y horribles gemidos de muertos vivientes que saboreaban a sus presas con tan solo aproximarse. El camino por el centro se hizo más estrecho, más profundo y oscuro a tal punto que ya todos sospechaban de la trampa que se venía en camino. El resto de depredadores sombríos se dispersaron entre las demás direcciones a fin de encontrar a sus víctimas, pero Primero, él ya tenía unas órdenes recibidas: emboscar y matar.

    Todos avanzaron hacia el pasillo ciego sin sospechar de lo que estaba por pasar, hasta que se dieron cuenta de la cruel trampa que Mark había sido obligado a cometer.

    Te lo dije, maldita sea. Es una trampa, ahora nos vendrán a matar. — Joël sacudió su ira contra la pared del fondo, pero los depredadores ya los habían encontrado desde el techo y a ras de suelo.

    Dispararon y mataron a par, pero el resto era demasiado para ellos, por lo que sus lenguas comenzaron a asfixiar para intentar devorarlos, Joël acabo con la vida de alguno, pero otro depredador le atrapo el brazo. Al mismo tiempo Jerry y Zoé pero todos sus miembros estuvieron ocupados cuando los capturaron. Una lluvia de balas se aproximó desde dirección contraria. Una mujer de tez blanca como Joël y un tanto como Erick. Rubia y una gran cicatriz entre la frente.

    Wanda, Wanda le Merry. Nos haz salvado. — Dijo Joël encontrando el montón de cadáveres depredadores asesinados. Una docena de hombres bien armados le acompañaba.

    No es un rescate. Vine para capturarlos a ti y Sygma por alta traición. Entreguen sus armas — Jerry opuso resistencia pero acabo en el suelo golpeado por uno de los hombres, fueron despojados de armas y mochilas y sin remedio Joël y Erick capturados con las pistolas en la nuca. —Alfa los quiere vivos, quizá les dé una lección ejemplar para que no vuelva a suceder, Andando, primero no nos hará daño, pero no puedo decir lo mismo de los depredadores.. — La mujer se mostró sonriente y victoriosa, pero el tiempo apremiaba.

    No entiendo como trabajas para ellos, te trataron como basura igual que a mí, hicieron lo que quisieron contigo y luego te expusieron al virus. — Joël enuncio mientras los guardias colocaban grilletes, en el y Erick.

    Juramos hacer lo que ellos pedían, cuando te entregue vivo, Alfa me recompensara y ustedes de IATISE, buena suerte primero no será nada piadoso, sin armas a ver como lo resuelven, nos vamos. — No había gozo en las palabras de Wanda, solo una mirada perturbadora.

    Los guardias arengaron a ambos a base de empujones y forcejeos y salieron de la zona con mucha facilidad, asesinando algunos depredadores en su camino y completando el trayecto de los alcantarillados, ascendiendo hasta la calle principal del complejo.

    Gutenberg no es así… Es mi amigo… Estoy seguro que algo le paso. — Jerry no lo podría creer.

    No importa lo que haya hecho, ahora me tienes a mí. — La rusa poso una mano en su hombro.

    Pero no tenemos armas, nuestros compañeros tardan en llegar… Seremos picadillo para primero y el resto. — Dijo Jerry cabizbajo.

    No me importa tenemos que movernos de aquí… Le hicimos una promesa a ese hombre.— Zoë le tomo la mano y avanzaron.

    Sim embargo, unas pisadas metálicas y poderosas se escucharon en la profundidad y se acercaba con lentitud, pronto un enorme bulto sombrío envainando un hacha se aproximaba para destruir sus vidas. Jerry se puso en guardia haciendo su cuerpo de escudo para proteger a Zoë, entonces idearon un plan desesperado, el hombre evadió los lentos hachazos de la bestia hasta posar sus manos sobre su cabeza y cegar su vista.

    Adelántate. — Jerry le costaba mucho trabajo para mantener sus manos en los ojos del experimento primero.

    Una sacudida casi le echa al piso, el joven hurgo en sus bolsillos rápidamente dejándole solamente un ojo a la bestia ojo que aprovecharía para clavar sus garras en Jerry.

    ¡JERRY! — Grito Zoë, aterrada. El hombre gemía adolorido cuando las garras de acero se clavaron en su espalda, aun así arrojo la carta de Joël ensangrentada a las manos de la muchacha.

    Sera señal de nuestra victoria y la sangre… la sangre será el sello de la verdad. ¡Corre! — El hombre del sombrero de Cowboy se aferró fuertemente al monstruo aun con aquellas sacudidas, la muchacha corrió luego de estar paralizada, sus lágrimas resbalaban por sus mejillas y así pudo esquivar a Primero, pero aún no estaba salvada del todo.

    El dolor provocaba la debilidad de Jerry que cayó al suelo, luego de un nuevo zarandeo del arma biológica. El hombre no podía moverse con rapidez como antes, por lo que la bestia midió el momento exacto en el que el hacha debía perforar su cuello como una guillotina.

    Jerry NOOOOOOOOOO— La mujer corrió y repitió el mismo procedimiento cegando los ojos de Primero. Aunque tras su espalda.

    Te dije que te fueras, ahora los dos podríamos morir… ¿Por qué lo has hecho? Tenemos que cumplir las órdenes al pie de la letra.— Dijo Jerry, preocupado.

    Aunque aquello le había dado oportunidad para maniobrar, aunque temía por la vida de Zoë, la boca de Jerry emanaba sangre, su pecho, su espalda, sus ropas estaban manchadas de un rojo oscuro y le quedaría poca vida para continuar.

    Yo te quiero, Jerry, siempre que estuvimos juntos en las misiones, todos nuestros momentos juntos… Aunque nunca fui capaz de decírtelo.— Una fuerza sacudida estampa a Zoë contra la pared y Primero amenaza con degollarla, Jerry se interpone como un escudo humano y antes de que el hachazo haga un profundo corte en su pecho, se ve capaz de decir unas últimas palabras:

    Yo siempre te quise….— Escupió sangre de su boca. —Si me amas debes mantenerte con vida, eh sé que no quieres esto, pero no hay opción. Ahora tienes la carta del triunfo. — Jerry espero el impacto que nunca llego los pasos se aproximaron, hombres armados de IATISE paralizaron al objetivo con el shock electroestático para rescatar a tiempo a los desarmados.

    Gra….Gracias….— Jerry se dejó llevar por los hombres que le ayudaron a ponerse de pie. Los disparos múltiples atravesaron las arterias del enorme monstruo y lo estamparon contra la pared.

    Todo el mundo fuera, están a salvo. — El hombre dio órdenes para alejar al resto y un equipo llenar de c4 la calle ciega para dar el golpe de gracia al monstruo y enterrarlo en escombros. —No me des las gracias, Jerry, esas heridas pueden costarte la vida.. Una batalla entre IATISE y Sundown se está efectuando allí arriba.

    Gracias Capitán Rockwell, sus heridas están muy mal. — Zoë se mostraba preocupada por su Jerry.

    La explosión se llevó a cabo minutos después entonces solo hubo un último y definitivo gruñido de la bestia. Los hombres armados de fusiles y escopetas aniquilaron a los depredadores sombríos e incluso dieron espacio para que pudiesen salir los heridos. Algunos miembros IATISE perdieron la vida esa noche, pero la mayoría logro escapar con vida.

    Les debo la vida… Yo… No quería morir ahí. — Jerry se aferraba a la vida aunque sea en pensamientos, a pesar de que siempre estuvo dispuesto a sacrificarse por Zoë y el colegio.

    No tienes que agradecerlo. Ustedes arriesgaron sus vidas internándose en este lugar, sus fotografías son nuestra salvación. — El capitán ayudo a subirlos por las escaleras que conducían a la superficie.

    En las calles había una nueva de pólvora, un ambiente pesado y hostil, disparos resonaban en la oscuridad y el helicóptero esperaba a pocos metros de ellos. Aunque por otro lado unos hombres armados dieron cuenta de su presencia y el capitán ordeno al resto una retirada con voz alta y concisa.

    ¡RETIRADAAAAAAAAAAAAA! — Varios helicópteros más aterrizaron para rescatar a los valiosos infiltrados, incluso unos soldados sirvieron como escudo humano para que el helicóptero se perdiera del complejo.

    Dieron sus vidas…. Por nosotros….— Zoë lloro desconsolada, pero encontró los brazos de su compañero y persona amada.

    Pero los recordaremos como héroes…— Jerry anuncio en voz apagada, ahora preocupado por Erick y vivir, vivir para cumplir la promesa a Joël. Incluso suponiendo que su vida pendía de un hilo, entonces los médicos iniciaron atención desde el propio helicóptero.

    Sala de torturas

    Horas después.

    Unos hombres irrumpieron en la sala, Erick dio cuenta de Joël y un hombre que el desconocía, Alhazred irrumpió con un sequito de centinelas y una caja de herramientas en manos. Ellos estaban apresados en una camilla boca abajo con grilletes en manos y pies, a penas con sus espaldas al desnudo.

    Alfa va a estar muy descontento por su actuación de esta noche. — El hombre de acento árabe, fue el primero en hablar. —Es una decepción tener traidores en nuestras filas, pero ellos se aseguraran dar el castigo que se merecen.

    Yo nunca dije que iba a jurar lealtad para siempre. — Erick escupió sus palabras con enfado.

    ¿No lo comprendes verdad? Después de tu traición atrapamos a un amigo tuyo que estaba fuera de la cama a altas horas de la noche, pudimos dejar pasar la situación, pero le dimos el castigo apropiado. — Alhazred anuncio con voz seria.

    ¿Bastian? yo… soy un estúpido. ¿Qué le has hecho a Bastian? ¡Contesta! — Erick pregunto preocupado y molesto consigo mismo.

    Tú me debes respuestas y yo te daré preguntas. Serán torturados y luego quedara algo peor que los campos de la deshonra. A menos que nos digan algo de importancia. — Ganma se cruzó de brazos.

    No te diremos nada. — Joël aviso.

    Entonces que comience la tortura, luego me pasare a ver si cambian de opinión.


    Sala desconocida

    En la mañana.

    En una penumbra oscura, en la soledad por la mañana, un hombre irrumpió en una sala de la que pocos eran testigos. Aquel hombre de nombre John Axley hizo una reverencia y se acercó a la oscura sentada en una silla.

    Señor Alfa, yo intercederé por mi hermano, tomare su lugar, solo pídame lo que quiera, solo no lo envié allí.

    Me sorprende, no sé cómo te has enterado. — Un hombre pelirrojo de pecas, de gafas y una coleta, un cigarrillo en la mano y un tatuaje en la frente, el símbolo alfa. — ¿Y dime que estás dispuesto a hacer por el sufrimiento que le espera a tu hermano?

    Lo que usted quiera. — John no se atrevió a mirarlo.

    Entrégame tu vida, entrégate para ser parte de mi nueva arma biológica. Entonces tu hermano menor será liberado sin condición alguna. ¿Un gran final no lo crees? Todos ganan, servirás para nosotros como siempre nos haz enorgullecido y tu hermano no sufrirá más. — Alfa dejo revelar sus ojos y su ropa extravagante, el hombre se posiciono amenazante sobre John le sostuvo su mentón haciendo que dirija su mirada hacia sus ojos oscuros.

    Lo haré, lo que usted pida, maestro. — El hombre permaneció en vista de Alfa.

    Todo es su culpa, John ¿No lo ves? Tu hermanito siempre ha estado jugando a ocultas contra nosotros, haciendo sus mejores jugadas. Entiendo que sea tu hermano ¿Pero hay una razón por la que siempre deseas salvarlo sin importar el que? ¿Hay una sola razón oculta? No tengas miedo de decírmelo. — El hombre le soltó el mentón y volvió a su sillón de mando.

    Es mi hermano, mi único hermano y lo último que me queda de la familia. Si el muere yo… Estaré solo… ¿Usted no tiene familia señor Alfa? — John se dirigió con respeto pero reprimiendo cierto odio que Alfa no detecte.

    Por favor llámame, Basil… ¿Familia? Ojojo Yo no necesito eso… Pero si, tengo un joven hijo estudiando aquí en el colegio, aunque él no me conoce ¿No es irónico? — El señor Basil sonrió, se llenó el vaso con un whisky escocés del más puro. —Tengo planes para conocerle pronto y tener una conversación padre a hijo ¿Beberás? Brindemos por el futuro del proyecto Sundown y por mi hijo.

    No gracias señor… no estoy seguro. — El hombre le temblaron las manos, reaccionando al comentario.

    Ahora te ordeno que bebas conmigo, brindemos por tu hermano, por mi hijo, la familia que nos queda y la familia más importante que es Sundown. — El jefe lleno un vaso para John este acepto y se vio obligado a chocar sus copas.

    Salud— La bebida bailaba por los nervios de John dentro del vaso, el trago le supo fuerte y amargo, enrojeció su rostro y calentó su garganta, pero con el paso de los minutos y del vaivén de otros tragos olvido todas sus penas.

    Alcantarillas.

    Mañana.

    Era un profundo silencio solamente apaciguado por el sonido de las aguas correr, los chillidos de las ratas infectadas y los goteos constantes, un deslizamiento de escombros se produjo y una enorme mano con garras metálicas sale tras aquellos montones, Primero continuaba con vida, aunque muy débil…


    ---------------------------------------------

    Siento de verdad haberme tardado tanto en responder, espero que les guste, intentare mantener este ritmo cada miércoles. Les adjuntare imágenes de nuevos planos, mas adelante trabajare en planos del colegio y alcantarillas.

    @niña Elric muchas gracias como siempre. Me gustan siempre tus comentarios por lo que atenta que eres en ellos, por tus opiniones y tu insistencia por estar al pendiente siempre de esta historia.

    @TsubasaLi muchas gracias por pasarte a leer y dar tu opinión, me alegro que te guste, eso es algo que siempre me anima a seguir. En cuanto a las novelas Type-Moon no se nada, pero sin duda llama mi atención a conocerlas. No soy muy de narrar en primera persona, pero con esta historia hice una excepcion.

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    Última edición: 13 Mayo 2015
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    Fushimi Natsu

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    Sufrí horrores cuando Jerry y Zoë se quedaron para combatir contra Primero, al inicio del capítulo. Ni te imaginas cómo estaba con el segundo encuentro... Temí por sus vidas, creí que todo acabaría para ellos en ese momento que habían conseguido sincerarse el uno con el otro. Pero, por fortuna, IATISE llegó y pudieron salvar sus vidas. Aún así, ¿por qué tardaron tanto en aparecer? Creo que Jerry contará con mucha suerte si es que puede recuperarse completamente, ¡mas lo peor de todo es que Sundown tienen a JoËl y Erick ahora! Y no hay que olvidarse del pobre Mark Gutenberg, tan dispuesto a ayudar a los buenos y sin más remedio que traicionarlos para garantizar la seguridad de su familia. ¿Cómo es que no pensaron antes en usar seudónimos o nombres falsos, gente?

    La decisión de John... Él sí que está dispuesto a cualquier cosa por su hermano y eso es algo que encuentro admirable. Pensar que al comienzo de toda la historia, al igual que el grupo de Bastian, uno sentía todo el derecho de despreciarlo por ser tan perro fiel de esta academia, sin medirse en los castigos ni preocuparse por las injusticias que creaba. Y ahora cuando sus razones han sido reveladas no puedes evitar sentirte mal por él porque no ha tenido nada fácil desde que se llevaron a Joël :(

    Y Bastian. Otro pobre chico al que han capturado si más remedio. Esos malditos lo tienen sobre las cuerdas —aunque, en realidad, a mí no me sorprendería tanto que ellos supieran tanto dónde vive y quiénes son su familia si Sundown mismo lo fue a buscar— y no hay nada que pueda hacer. Pero lo peor de todo es que desconfíe de su amigo. Estaba bien, la actuación de Erick no dejaba mucho más para pensar, pero él debe darse cuenta que jamás los traicionaría de esa manera, ¡es impensable!

    Espero que para el próximo capítulo veamos a Darwin y Helena, y quizás a esta chica Beruna que me doy cuenta ahora es más impoirtante de lo que inicialmente pensé. Como sea, quiero ver cómo reaccionan ante la desaparición de Erick y Bastian y lo que harán antes de que los malos les caigan encima. Al menos la carta ya está en manos seguras, viajando hasta su destino.

    Descuida por esa ligera demora que los capítulos valen el tiempo de espera :) Los planos como siempre te recuerdan que sí, este complejo verdaderamente es gigantesco y me pregunto si tienen alguna defensa para las imágenes satelitales...

    Bueno, hasta la próxima semana. ¡Saludos!

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    PD: Dime por favor que sí hay un modo de acabar con Primero.
     
    Última edición: 14 Mayo 2015
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    Kiros Lionheart

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    Título:
    Proyecto sundown
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    14
     
    Palabras:
    4415
    CAPITULO XI: LA NOCHE DE LA PURGA


    Helena y Darwin se encontraron tras un desayuno sin encontrar rastros de sus amigos que ni a tempranas horas de la mañana se encontraron a Erick o Bastian. Darwin parecía más preocupado porque desde apenas salir de su habitación y no encontrar rastros de sus amigos, sus habitaciones estaban selladas bajo llave como si se hubiesen retirado del colegio y lo más extraño, no aparecieron en las primeras dos clases de la mañana. Helena lucía mucho más preocupada, en su rostro había dolor, tristeza y el hecho de sentirse engañada era peor que ser atravesada por una daga invisible en el corazón. Apenas removió el almuerzo con una cucharada, pero no fue capaz siquiera hablar y la ausencia también de Bastian ponía sus pelos de punta.

    Bueno… apenas haz tocado la comida ¿Qué te pasa? Te hablo y parece como si no estuvieras, me preocupa que Bastian y Erick no estén y tú no dices nada… — Se quejó Darwin, aunque luego se mostró condescendiente con su hermana, el joven limpio sus gafas y volvió a colocárselas. —Necesitamos un nuevo lugar donde esconder la carta.

    Darwin tocaba el tema más doloroso para su hermana, solo habían pasado unas horas cuando Erick aprovechaba la relación entre ambos para traicionar al grupo sin muchas explicaciones, Helena estaba hecha pedazos, no solo por lo de Erick. También por perder la carta luego de jurarle a Bastian y Darwin de protegerla. Sin embargo, no podría decir nada sobre Erick, al menos hasta hablar con el directamente de sus intenciones, aun le quería y necesitaba razones para seguir haciéndolo o por lo menos un motivo contundente para perdonarle.

    Me han robado la carta… Es que soy tan tonta… — Helena aparto el plato y dejo caer su rostro en la mesa, mientras las lágrimas la empapaban.

    ¿Cómo? ¿TE LA HAN ROBADO? Dios…. Ahora nunca podremos decir la verdad, ya no hay esperanzas… se acabó. — El chico llevo sus manos a la cabeza, sin poder soportar la idea. —Al menos identifica al culpable… —

    No lo vi, estaba en la azotea y estaba… encapuchado… — La chica explico entre lágrimas.

    Dijimos que no podíamos andar solos… Ninguno de los cuatro, justo ahora Erick y Bastian desaparecen como si se los hubiese tragado la tierra. Esto es malo… Muy malo. — Darwin golpeo la mesa. — ¿Qué demonios hacías en ese lugar? Ahora hasta tú podrías ser sospechosa. Pero es Erick, el… ha estado actuando extraño todo este tiempo, no dudo de su lealtad, pero podrían haberle incluso chantajeado cuando se lo llevaron a curarlo ese día.

    Solo estaba dando un paseo…— Helena vocifero una simple excusa.

    Hmpf… Solo se me ocurre preguntarle a alguien. — Dijo Darwin cruzado de brazos.

    ¿A quién? — Los ojos de Helena se iluminaron de repente.

    John Axley… piénsalo, su hermano estuvo en la misma situación que Erick, además el que escribió la carta, el que dice ser hermano de John anuncio que su postura siempre estuvo con él, a pesar de tener que jugar en dos bandos. — Darwin pronto sonrió como una ligera esperanza. —Si tan solo tuviésemos la carta sería más sencillo, pero no me importa, le encontraremos…—

    Celdas de detención

    Sótanos.



    Desperté. El olor a hierro de las celdas fue el primer aroma que mi nariz olfateo, comencé a experimentar una serie de mareos después de haber sido otorgado el placebo Omicron Libra la medicina que alargaría a la infección por más tiempo que el resto. Experimente el color de mi cuerpo, mi tez se había palidecido, unas largas ojeras aparecieron bajo mis parpados, una sensación en carne viva, esa sensación de tener más vitalidad que antes, pero como si algo importante se me hubiese arrebatado.

    Me puse de pie al escuchar una serie de gritos y lamentos que provenían en una dirección cercana, pose mis manos sobre las barras de las celdas, sintiendo la horrible sensación de estar privado de libertad, perdure unas dos horas en ese plan, pensando, vagando entre mis pensamientos e incluso somnoliento incluso después de haber dormido tanto.

    La puerta se abrió de par en par y el mismo hombre de bata blanca y gafas redondas hizo acto de presencia ensanchando la misma mueca burlona de siempre.

    Ohh al final el experimento ha marchado como lo esperaba. Una vez que se despierten tus habilidades como agraciado tú fuerza, velocidad entre otras cosas estarán en un nivel diferente. — El científico le analizo desde el otro lado de la celda.

    Es solo una medicina para combatir la infección. No sirve de nada si no hay una cura definitiva o quizás si la hay y nos dan esta solo para controlar nuestra voluntad. Aunque hagan lo que hagan no funcionara conmigo, todos fuimos chantajeados desde el principio para venir aquí esto no cambiara nada. — Añadí retándole.

    ¿Qué no cambiara nada? Tu familia puede estar en juego por una mala jugada tuya. — El hombre sonrió con sorna. —Hay una razón muy poderosa por la que un chico como tu esta en este colegio. — Mis ojos se abrieron como platos.

    No saben nada sobre mi familia… si les pasa algo no se saldrán con la suya. ¿Cuál es si se puede saber? — Me retracte un poco en pensamientos, estos sujetos se veían capaces de todo.

    Es cuando me doy cuenta… El cordero intenta amenazar al coyote. No tienes ni idea de lo que somos capaces de hacer muchacho, cuida tu lengua. — El hombre dio la espalda para salir del área de celdas. —La razón especial por la que estás aquí… no es el momento, ni yo el indicado para decírtelo, pero cuando lo sepas tu vida va a tener un giro de 360 grados. Acuérdate de lo que digo. — Sentencio bajo esa turbia mueca y mirada divertida bajo las gafas, la sala volvió a oscuras.

    La tarde transcurrió tranquila y sin problemas de ningún tipo hasta que mis propios ojos contemplaron con horror a tres guardias llevando nuevos prisioneros en sus celdas. El horror se debía a mirar vagamente los rostros de Erick, un sujeto de cabellos largos y un moreno caminando erguidos hacia sus propias celdas.

    Erick…” Recurrí a mis pensamientos. Este tenía la mirada al suelo, gotas de sangre recorrían su espalda, al igual que el resto.

    ¿Qué te han hecho Erick? ¿Qué es esto? ¡Maldición! Voy a hacer añicos a quien te hizo esto. — Pregunte entre desesperado e iracundo. Pero este no hablo hasta que los guardias se retiraron.

    Bastian ya déjalo así… supongo que esto explica todo. Una vez que accedí a ser salvado, me chantajearon, entonces solo tenía la orden de trabajar para ellos y mantenerme alejado a de todos ustedes. Obviamente hice mis jugadas bajo las sombras, este hombre…— Le apunto con un dedo. El hombre de cabello largo y tez pálida, similar a la mía o a Erick. —Este hombre es Joël Axley, el hermano de John. La persona que lidero a Patriots Gunners, la persona que escribió aquella carta. Joël este es mi amigo Bastian, otro de los que estuvieron en los campos de la deshonra.

    Eso explica porque estabas extraño… Supongo que todo acabo ¿No? Les capturaron. — Murmure cabizbajo.

    Ganamos, eso te lo puedo asegurar, Bastian. Estuvimos acorralados por unas mutaciones de zombis y un arma bioquímica, sobrevivimos gracias a la agencia IATISE. Bastian, la carta está con ellos, esto se desmantelara pronto. — Joël intenta sonreír a pesar del intenso dolor.

    ¿La IATISE? ¿Eres el líder de Patriots Gunners? El comité de la rebelión se reúne nuevamente… Dime que Jerry McDaniel estuvo contigo. — El moreno hablo desde las sombras de su propia celda.

    Jerry McDaniel. Ese hombre nos salvó la vida, junto a Zoë y el resto la operación anti-sundown va en camino. ¿Cómo es que conoces a Jerry? — Erick afirmo algo interesado en el hombre con el que compartieron la tortura.

    Sí estuvieron junto a él… deben saber que yo le di todos los accesos de las puertas de allí abajo. Le guie… pero luego me capturaron. Mi nombre es Mark Gutenberg — Dijo Mark desde las sombras.

    Eso explica porque nos condujiste a un pasillo sin salida para enfrentar al monstruo Primero. — Joël espeto aunque añadió más tarde. —No sabemos nada sobre ellos, fuimos capturados por un número superior de guardianes. Lo peor es que ellos quedaron solos y sin armas…— Al fondo se escucharon unos pasos hacia las celdas.

    Oigan no se de lo que hablan, ya me lo contaran más tarde. Se escuchan pasos, guarden silencio. — Recurrí a mi voz en apenas audibles murmullos y todo quedo en silencio.

    Unos pasos de al menos seis guardias se precipitaron al entrar en las celdas del departamento de seguridad del colegio, los hombres miraron en dirección a Joël y uno anuncio la orden con la que había entrado a disposición.

    Joël Axley. Eres libre. — Dijo uno de los guardias en función y así como si nada todos quedaron perplejos por el acto tan extraño. Pues resultaba que aquel hombre merecía estar en las rejas más que el resto de nosotros.

    ¿Cómo que soy libre? ¿Esto es una broma verdad? Me quedare aquí. — Joël no quiso ceder, principalmente porque alguien joven como Erick no aguantaría una tortura más intensa que la anterior.

    Tienes mucha suerte, tu hermano accedió a una petición de los altos cargos, eres libre, incluso saldrás del complejo hoy mismo. — Los guardias abrieron la cerradura y forcejaron con él para sacarlo, aun con esposas tenían intención de sacarlo fueras de los muros de Sundown.

    ¿Qué es lo que ha aceptado ese idiota como para que me saquen de aquí? — El hombre intentó zafarse de las esposas.

    Joël… — Erick intento formar algunas palabras sin éxito.

    Sin poder hacer nada, Joël fue arrancado de las celdas, sus ojos transcurrieron a las personas más importantes, por ultimo a Bastian y Erick quienes habían hecho todo esto posible, sobre todo al último quien había aceptado robar la carta a sus propios amigos. La expresión de sus ojos como queriendo decir “Los liberare, lo prometo”. La oscuridad volvió a la oscura y húmeda celda. Los murmullos continuaron entre nosotros, comprendiendo muy bien la actuación de Erick que en vez de villano se había convertido en alguien que había posibilitado la salvación de aquella escuela, estando así la situación decidí contar una cosa más.

    Erick. — Susurre de espaldas a la pared.

    Dime— Erick contesto desde la sombra.

    A partir de ahora soy como tú. Un agraciado. Un infectado con un plazo extendido para alejar el virus. — Hable en un tono bajo y serio. —Siento haber desconfiado de ti.

    ¿Quieres decir qué? ¿Tú también portas el virus? ¡Maldición! Yo que había estado de acuerdo en que los dejaran en paz a cambio de un trato con ellos… hacen lo que quieran con nosotros… pero igual nos hemos salido con la nuestra. — Erick sonríe victorioso al final. —Me pregunto cómo ira a Jerry y Zoë… ellos deben estar de camino

    No puedes asegurar la vida de todos tu solo, yo también estoy. Si esa evidencia llega al pentágono supongo que todo habrá acabado… aun así me da mala espina que todo acabe mal. — Susurre desde mi celda intercambiando miradas.

    La evidencia llegara, tenlo por seguro…— Anuncio Erick con voz firme.

    Me pregunto. Hasta cuando estaremos aquí…— Susurre en un tono inaudible.


    Entrada al complejo.

    Por la noche…

    El grupo de seguridad habían atado completamente a Joël para subirlo al auto que a la postre le liberaría del complejo para siempre, a pesar de que no podría decir ninguna información vital acerca de la organización Sundown en general… Dos figuras armadas aparecieron tras el grupo de seguridad, los ojos de Joël se pusieron como platos al ver de quienes se trataban.

    Lambda ¿Qué haces aquí? ¿Asegurar mi libertad a cualquier costo? ¿Y tú Pi? Imagino que apoyas a estos estúpidos seguidores de Alfa. — Comenzó a forcejear para que no lo introdujeran al auto.

    Váyanse de aquí… ustedes son gente inferior, los perros del proyecto sundown— Gruño un viejo guardia que mantenía a la custodia de Ny. No sin recibir un balazo en la frente por parte de la francesa Wanda Le Merry. El resto de hombres apuntaban a la mujer con sus armas, mientras Joël aún estaba con las esposas en las manos.

    No me llames por ese nombre, Verdaderamente soy Wanda. — La chica postro una mirada sin escrúpulos, haciendo girar su arma al estilo “lejano oeste” y luego introdujendola en la funda. —Te secuestre aquella vez para que no desconfiaran de mí, para conocer algunos secretos bajo las sombras, igual que tú, Joël, pero no creas que estoy de tu lado, solamente— La chica de los ojos turquesa, cabellos negros y una boina explicaba sus motivos. Llevaba un uniforme con el que se hacía pasar como parte de Sundown.

    ¡Quietos! ¡Traidores! — Un guardia apunto con un arma y un momento de descuido, Joël lo tumbo al piso de una fuerte patada.

    A mí tampoco me llames por ese tonto nombre que somos como colegas, Pi es igual a 13,14. Es totalmente ridículo usar letras griegas en su sistema. Imagino que ya sabes que hay seis altos mandos y seis agraciados, estos últimos somos nosotros. No es descabellado que alguien mande por encima del primero… Opino igual que Wanda, te ayudaremos mientras pueda sacar tajada de todo esto. — El hombre alto y fornido se hizo presente, un garfio ocultaba el ojo izquierdo en posible ausencia, rubio, acento alemán y un ojo celeste. Unas cualidades atléticas impresionantes, ahora mismo mostraba un atuendo elegante con corbata.

    Dejémonos de rodeos estúpidos… Sé que quieren algo de mi parte a cambio de información vital para mi ¿No es así? — Joël los analizo fríamente, mientras forcejeaba contra tres guardias.

    Se escucharon dos disparos cerca de Joël, el hombre de descendencia alemana se encargó a sangre fría a dos de los guardias con balas perforadoras. El tercero que quedaba fue trabajo de Wanda, perplejo por lo sucedido Axley dio cuenta de sus habilidades de puntería con armas de fuego y sobretodo la sangre fría que tenían ambos, en ningún momento se lo pensaron al disparar guardias.

    En efecto. No hay agraciado como tú, es decir, llegaste a ser el hombre de la confianza de Alfa, ni siquiera yo llegue a tales niveles y aun así burlaste la seguridad de todo el complejo sundown en busca de respuestas… hay algo que me interesa mucho, digo nos interesa. ¿Qué es el Proyecto Pandora? — La mujer francesa comenzó a hurgar entre los bolsillos de los cadáveres y encontró las llaves de las esposas.

    Si les cuento esto mi vida y las suyas estarán en peligro, pero no me interesa, prefiero perder mi vida y asegurar la de mi hermano. El proyecto pandora es un experimento ultra-secreto que alguna vez me confiaron información, incluso tuve que hacer algo indebido para acceder a ella y ganarme la confianza del resto, pero eso es otra historia. — Contestó el hombre. — Se trata de crear unas células para crear una raza de humanos invulnerables. El proyecto pandora seria la cura a cualquier infección biológica, incluso nuestras heridas podrían regenerarse con estas células, al igual que algunos tipos de reptiles serian capaz de lograr. — Joël revelo suficiente información sobre el proyecto, información que lo podría poner tres metros bajo el suelo de llegar a revelarse.

    Excelente. Muy buena información. Es decir que esto sería la cura que todos estamos buscando, podrás contar con nosotros. Una última cuestión ¿Dónde están estos laboratorios? — Interrogó Reymund con mucho interés.

    Mencioné que está en fase experimental, no sé hasta qué punto esto sanara a las infecciones biológicas. En el subterráneo del colegio, la puerta de la izquierda, claramente dice sección 2G, pero les advierto que hay mucha seguridad de por medio. — Joël añadió una serie de palabras más sobre aquella investigación. —En fin… no sé qué es lo que quieren, pero espero que tengan algo que me deje satisfecho. —

    Lo has hecho muy bien, tal vez deberíamos unirnos en contra de ellos. — La chica sonrió divertida, quizás planeando que incordie los planes de Sundown. —Tenemos información valiosa que el mismo Omega nos hizo saber. Tu hermano John se ofreció a sacrificar su cuerpo para que experimenten en el… si estás pensando lo que nosotros, creo que será la nueva arma biológica. — La chica aviso en tono pacifico pero no esperaba la voz grave del iracundo joven, cuyas venas sobresalían por todo el cuerpo y sus pupilas estaban ausentes de sus ojos, dejando un aspecto gris, perdiendo el control de sí mismo.

    Ganando un incremento de músculos, pasos más veloces, la noticia había enfadado tanto a Joël que había acelerado su proceso de transformación en zombi.

    ¡ESE IDIOTA! ¿Qué es lo que ha hecho? ¿Dónde está? — Pregunto Joël en tono agraviado.

    ¡Cálmate! La sala quirúrgica de omega, fue una suerte que el mismo nos lo confeso, eso está en el último subterráneo del núcleo central, pero es que está completamente alejado de aquí y ten en cuenta que los sombríos están liberados en esa dirección. — Joël casi pierde el control cuando levanto por la camisa al alemán y lo arroja al suelo.

    No me pides que me calme en una situación así… iré a buscarlo, nadie experimentara con él. — Joël furioso reacciona antes de que la ira le manipule por completo. —Por favor, liberen a mis amigos en la sala de celdas del departamento de seguridad. Ellos también nos podrán ayudar. — Fue lo último que dijo antes de ser sacudido por la furia, entrando por las alcantarillas donde posiblemente algo en las sombras acecharía…

    Ese idiota… el solo no podrá. Si sigue así estará perdido para siempre. — Reymund limpiaba su traje ensuciado. La alarma comenzó a sonar en el complejo, incluso los estudiantes lo pudieron sentir en todas partes, al igual que los disparos de la noche anterior.

    Rey. ¿Recuerdas lo que nos dijo Omega alguna vez? Joël es quien está peor entre todos nosotros, le han castigado por sus últimas actuaciones y no han entregado el placebo, diría que no está muy lejos de que la infección se desborde y este perdido para siempre. — La mujer pareció muy preocupada.

    ¿Qué haremos ahora? — Preguntó Reymund intentando ser guiado por su mejor amiga y colega.

    Rezar para no perder su voluntad humana, Si obtenemos el secreto de Pandora todos podemos ser curados, incluso puede haber tiempo para él. Ahora mismo me interesaría contar con otros aliados, lo fundamental seria conseguir acceso a esas celdas. Aunque las alarmas se han activado, seguro que ya nos observaron, maldita sea. — Dijo Wanda, frustrada.

    Pongámonos manos a la obra, esta noche puede moverse Sundown, aunque es mejor si actuamos desde las sombras. — Dijo Rey cargando su arma.

    Ya conoces el camino. Incluso la muerte sería lo mismo que obtener Pandora, nuestras vidas ya estaban malogradas desde antes, no hay nada que perder— La mujer sonrió cargando también su arma.

    Departamento Científico.

    Despacho de Beta.

    Cristopher Duke.


    Era un despacho completamente dotado de tecnología de punta, hombres del anillo de seguridad informático, comunidad de científicos muy importantes a la vista, el jefe, el segundo al mando de Sundown estaba sentado en un alto estrado donde dirigía al resto y manipulaba una maquina interesante hasta que una llamada surgió desde una pantalla de hologramas, ese hombre del medio oriente de nariz larga y abundante barba, Alhazred conocido como Ganma estaba en la pantalla.

    Señor Beta. Hay algo que te puede interesar, nuestro programa de grabación satelital ha filmado un interesante hecho que ha sucedido en la salida del complejo. Hemos activado las alarmas. — Ganma dibujo una sonrisa en su rostro.

    ¿De qué se trata Alhazred? Dime no tengo mucho tiempo, estoy controlando de vuelta a Primero. Se ha regenerado casi completamente gracias a las células pandora. — El científico tecleo unos dígitos en su ordenador especial, donde controlaba a primero a su antojo.

    Hay más traicioneros en los agraciados. Pi y Lambda. Sabía que era cuestión de tiempo de que estos dos colaborasen con esa manzana podrida de Ny. — El hombre sonrió de complicidad. —Es increíble que después de salvar sus vidas, nos paguen con estas monedas.

    Ny o debería decir Joël, ese hombre ya tiene una tumba con su nombre desde hace mucho tiempo, no importa, al menos hay un agraciado cuya lealtad está completamente asegurada, alguno que es totalmente peligroso. Basta con decir que Ny se aproxima a la muerte, probara de primera mano porque Primero es invencible y si su voluntad no muere su cuerpo destrozado quedara… — El hombre sonrió con sorna manipulando botones dando señales al monstruo para moverse. —El último hombre que lo manipulo fue un novato, dejando escapar a los miembros IATISE y cediendo ante la c4.

    Buena suerte, Señor Beta. Estoy seguro de que lograras erradicar a esa escoria— Beta era incluso más joven que Ganma, incluso así el de procedencia árabe le trataba con mucho respeto. —Estaré preparado por si surgen visitas inesperadas.

    Buena suerte, Alhazred, recuerda la reunión a la media noche, estaremos los seis— El hombre hablo seriamente y luego añadió una leve mueca en su rostro. —Por ahora que comience la diversión

    La comunicación se cortó y el hombre observo tras ojos del arma bioquímica, persiguiendo pasos en la oscuridad, el hombre ordeno a la bestia como si fuera el mando de una consola a acabar con todo rastro de vida…

    Acabaremos contigo hoy mismo, escoria. ¿Verdad primero?” El hombre pensó tras escuchar sonidos de pasos en los audífonos, Primero y Joël se reencontraron cara a cara en las alcantarillas, lo que hizo ensanchar una sonrisa de Beta.

    Pasillos del colegio

    Horas de la noche

    Darwin y Helena hacían nueva ronda para intentar conseguir pistas a través de John, pero por mucho que lo buscasen no había nada que les hiciera encontrarlo por ningún pasillo, se hacía tarde y las cámaras de seguridad se activarían muy pronto y podrían correr la misma suerte que sus amigos, hasta que de repente, un grito femenino ahogado interrumpió un silencio macabro.

    ¿Qué demonios fue eso? — Preguntó helena poniendo una mano sobre el hombro de su hermano, mientras permanecía atrás.

    No lo sé…— Asustado, el chico moreno de gafas saco una linterna de su mochila y la encendió mientras los nervios se encargaban de que la luz se moviera en todas direcciones.

    Yo no quiero ir allí… — Susurro la chica tras la espalda de su hermano. —No tiene buena pinta este lugar, salgamos. — Helena le agarro por la camisa.

    Espera… quiero ver algo ¿Me esperas aquí? — Entre el miedo y la curiosidad el joven solo espero la respuesta de su hermana melliza.

    N-no… Iré contigo. — Decidida pero sin ser valiente, la hermana soltó la camisa de su hermano y avanzaron a las penumbras.

    Dos pisadas en una especie de charco lejano, hicieron erizar sus vellos, Darwin apunto con la linterna y la chica le siguió a un salón con la puerta entre abierta. Un bulto estaba arrodillado tras la sombra, Darwin no quiso hacer ruido, pero al pisar en un charco rojo aquello llamado Beruna o lo que fue de ella postro sus ojos grises sobre sus próximas presas.

    ¿Beruna? — Pregunto Darwin. Beruna ya no era ella, sus ropas rasgadas, su piel blanca pútrida, sus ojos sin pupilas y su piel leprosa, delataban lo que ahora se había convertido: en un zombi.

    Sin embargo Helena le agarro de la mano y le indujo a correr por pasillos que tal vez no recordaban, Beruna, la zombi corría a toda velocidad tras ello emitiendo infernales gemidos de zombi, la carrera por la vida para los hermanos comenzaría en ese momento, los ruidos delatarían a todo el edificio y demostrarían a profesores y estudiantes que Sundown ya no era un lugar seguro…


    Sala de apertura del contenedor Z.

    11:30 PM

    Una mujer desconocida poso sus manos sobre las computadoras de apertura del contenedor, la misma mujer había dejado K.O ella sola a todos los guardias sin que le pudieran poner un dedo encima. La mujer libero a todas las criaturas, inclusiva a las siguientes armas bioquímicas sin despertar. Toda clase de zombis se desesperaban por carne fresca que alguien podría brindarles: Condenados, Depredadores, Sombríos e incluso el despertar de las armas biológicas más poderosas del momento: El Segundo y el Tercero y alguien más poderoso que ambos que incluso ella misma desconocía.

    Que comience la fiesta…— Susurro ella victoriosa al mando de un micrófono.

    La operación ocaso se pone en marcha enseguida, Señora. — Dijo uno de los guardias.

    Perfecto deben alinear los misiles bioquímicos a la ciudad de Denver— La mujer sonrió. —La victoria está cerca, lo presiento, el mundo vera de primera mano lo que soy capaz de hacer.

    Sin embargo, esta vez no estaba aliada con los demás, estaba vez actuaba por su cuenta, una de las terroristas más buscadas iniciaría la noche más terrible de todas, la que inicio todo esto: La noche de la purga.

    ---------------------------------------------------

    Una vez más lamento haberles dejado sin capitulo la semana pasada por problemas de salud, sin embargo, ya me encuentro bien y recuperado. Muy dispuesto a avanzar con todos los escritos que debo. Para la próxima semana tendre los planos que me faltan: Alcantarillas, Colegio y otros. Esta historia se esta cargando ya de futuras teorias.

    @niña Elric Gracias como siempre por tu aportación y me alegro que te siga gustando la historia, se que tiene algunas lagunas y algunos argumentos que no he sabido explotar a la perfección. Me gusta como deduces cada cosa que pasa en la historia, lo que te pareció bien, en lo que te hubiese gustado ver y por su puesto tu dedicación para leerla y darme una review es admirable, es lo que me hace querer continuar. Saludos.
     
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    Fushimi Natsu

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    Hola Kiros, lamento no haberme pasado antes.

    ¿Qué decirte de este capítulo? El reencuentro entre Bastian y Erick no ha sido el más afortunado, pero me hace sentir mejor que al menos estén juntos. Y cuando vinieron a por Joël, sinceramente no me esperaban que les soltaran a todos ahí que su liberación se debía únicamente a su hermano. Yo me los hubiera imaginando usando la fuerza bruta y dejándolos con dudas, pero ha sido genial porque al menos él pudo mostrarles su determinación de volver por ellos :)

    Y no te bastaba con poner en peligro a Bastian y Erick que ahora me haces lo mismo con Darwin y Helena, ¿verdad? Pobrecillos porque no sólo deben salvar sus vidas del zombi —Beruna... :´(— sino que son los que menos saben qué demonios pasa, ni si aún hay posibilidades tras perder la carta. Por favor, chicos, no dejen de correr.

    Amé la reacción de Joël en cuanto le informan del destino de John. Estos dos hacen lo que sea por su hermano, son un amor :) ¿¡Pero por qué lo haces enfrentarse a Primero otra vez!? De verdad que me aterra X( Tendré que confiar en sus habilidades potenciadas por el virus... Y esa terrorista, ¿qué es lo que de verdad busca haciendo eso? ¿Es consciente de todas las consecuencias que puede desencadenar?

    Bien, estaré esperando por la continuación aunque tú no te preocupes por el tiempo que te lleve. La espera siempre vale la pena contigo :) ¡Saludos, Kiros!

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    Kiros Lionheart

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    Proyecto sundown
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    CAPITULO XII: HORA CERO.


    Sala de reuniones

    Minutos antes del caos.​

    En un lejano pasillo de los más recónditos subterráneos del complejo había una sala lujosa condecorada con retratos de la más fina calidad. Una mesa redonda era el atractivo principal de la sala, a pesar de ser pequeña era realmente esplendorosa. La sala estaba vacía hasta que los pasos se acrecentaron en la lejanía. Las sillas tenían grabados cincelados en la parte superior con los respectivos alias de las personas: Alfa, Beta, Ganma, Delta, Epsilon, Omega. Correspondiente a los nombres el símbolo grabado en griego sobre cada una de las letras.

    La sala fue llenándose poco a poco los “jefes” comenzaron a hacer presencia en la sala de reuniones.

    Alfa: Un tipo alto de coletas y cabellos pelirrojos y un atuendo demasiado elegante, su anillo envuelto en oro tenía un grabado con la letra que correspondía su alias. Basil T. Sawyer su nombre real. El líder de todo el complejo. Coronel del ejército.

    Beta: Un hombre identificable por sus gafas redondas, cabellos negros y manos enguantadas, es cierto que se suele distinguir por sus batas de laboratorio, pero esta vez un traje elegante. Cristopher Duke. Científico americano destacado.

    Ganma: Identificable por esos ojos negros como el azabache, esa piel tostada a diferencia del resto y esa larga y ganchuda nariz. El jefe de seguridad sabía muy bien cómo vestir. Alhazred Al-Fayed. Jefe de seguridad.

    Epsilon: El director del colegio, reconocido por ser un anciano canoso y con una buena calva en el cabello, ahora con un traje repleto de medallas militares. Connor Grizzley

    Omega: El viejo elegante del diente de oro, el bastón con el grabado símbolo omega y con indicativo sombrero. El líder farmacéutico. El hombre tras el placebo omicron que desarrollo junto a Duke. Edward de Boule.

    La silla delta no estaba ocupada por nadie en ese momento y de hecho rápidamente todos comenzaron a rumorear en donde se encontraría aquella mujer y porque comenzaba a tardar transcurría unos minutos.

    ¿En dónde diablos se mete Ivanova? Delta tarda demasiado. — Murmuro Beta.

    Diez minutos y nada que aparece. Empecemos sin ella. — Alfa dio órdenes de mando para comenzar la reunión. —Muy bien caballeros, la reunión de hoy es para tratar sobre los agraciados. Nos han pagado muy mal con sus traiciones y engaños. —

    Parecía que todo iba a marchar bien, pero Ny, Sygma y luego Zeta deben ser los culpables por darle convencer a los otros. — Omega hablo por primera vez en la reunión. —Ellos deben ser ajusticiados y ya sabes el camino… Traición se paga con muerte.

    No. No les quiero a matar a todos. Tengo información de que uno de ellos podría ser mi hijo. Hablo de los estudiantes involucrados, por supuesto. — Alfa se llevó un tabaco a la boca y lo encendió con su mechero, exhalando una bocanada de humor. —De él me encargare yo mismo… A los otros pues les exiliaremos a los campos de la deshonra sin más placebo para ellos. Sus cuerpos allí cederán ante la infección APBS.

    Con todo el respeto señor, esos estudiantes que exiliara debería matarlos. — Ganma expuso su acento árabe por primera vez en la reunión.

    No. El jefe tiene toda la razón. La muerte es insuficiente para las escorias. Debemos dejar que sufran sin provisiones y sin el medicamento, así tal vez aprenden a asumir sus propios errores. — El tono refinado del líder científico volvió a hacerse presente.

    Estoy de acuerdo, que sirva como lección a los tres estudiantes. Por cierto quería presentar al nuevo adiestrador militar esta noche. Arthur Dowe, pasa. — La voz del director se hizo presente haciendo que alguien tras la puerta entrase.

    Arthur Dowe. Un sujeto de al menos treinta años, una mirada recia y fulminante, unos labios gruesos y carnosos, un hombre moreno de ojos café, nariz recta y escaso cabello. Su altura comparada con la de un basquetbolista, miembro de la milicia estado unidense y ahora reclutado para ser adiestrador y jefe del comité.

    Dowe, bienvenido. — La voz de mando de Alfa hizo que este hombre entrase en confianza. —Epsilon, imagino que le has comentado todo lo que hablamos. ¿Estás de acuerdo en todo Dowe?

    Por supuesto señor, daré todo mi empeño por este proyecto. — Dijo Arthur en plan reverencia. —El señor Epsilon es como un padre para mí y por supuesto si me confió este proyecto yo les responderé con lealtad.

    Muy bien, sí señor. Eso sí que es lealtad. Te noto confiado, motivado. Quiero que hagas un trabajo extra para mí. — Alfa hablo en tono entusiasta.

    Ya lo hablaremos en privado. — Contesto el pelirrojo con una sonrisa amplia.

    Antes de querer hablar algo más, algo alerto a todo el mundo. La sirena se hizo escuchar y la voz computarizada les advirtió lo que pasaría en breves.

    “Cinco minutos para la activación de la cerradura del contenedor Z. Repito cinco minutos para la activación del contenedor Z.”

    Todos rápidamente se levantaron de sus asientos sin saber bien que hacer o que decir. Basil Sawyer extraño murmuro para el walkie:

    ¿Gardner? ¿Estas allí? ¿Qué significa esto Gardner? Nos has condenado a todos a la extinción. — Nadie respondía. Alfa golpeo la mesa. Entre preocupado y molesto. —¡Gardner! Responde.

    Solo nosotros junto a Gardner estamos autorizados a entrar en la sala de apertura del contenedor… lo que si significa que…— Beta suspiro no quiso decir el nombre de esa persona.

    Alfa extrajo un revolver de oro puro de sus bolsillos, cargo el arma y extinguió el tabaco de manera abrupta.

    Katherine Ivanova… lo hizo ella… mejor conocida como Delta. — Sentenció bajo una mirada fría y llena de odio, el hombre salió disparado de la sala de reuniones a perseguirla sin que los demás tuviesen algo más que decir. Salieron llamando a los guardias para intentar calmar la situación.


    Alcantarillas


    Los pasos agigantados chapoteaban en el agua mientras su mira tecnológica contemplaba la escena desde un ordenador remoto. Primero perseguía a aquel hombre conocido como Joël quien preocupado por el estado de su hermano ni le intereso combatir contra aquella aberración conocida como Primero. Los implantes en el solo obedecían una opción posible “matar” y ese objetivo estaba solo a metros de la criatura.

    El albino corría alimentado por la preocupación hacia su hermano, la creciente ira hacia Alfa y la determinación por estar seguro a donde se dirigía. Su transformación en un estado humanoide se dio cuando el humanoide gigante le acorralo tras una esquina por lo que se dijo que tendría que vencerlo.

    ¿Sabes porque no quería enfrentarme a ti? — Gruñó entre dientes. Su musculatura dio en aumento y la pupila de sus ojos se perdió al verlo como una verdadera amenaza para sus planes de rescatar a su hermano. —Porque te necesitaba… Solarus fue siempre tu idea, te convirtieron en una marioneta, ahora solo tendré que matarte. Fue difícil que alguien tan importante para la rebelión lo convirtieran en esto.

    Joël propinó un fuerte puñetazo al pecho de la bestia que le hizo temblar y gemir del dolor pero Primero se incorporó del aturdimiento con un hachazo directo al cuello del humano. El joven esquivo con un salto y disparo una de las armas que había saqueado de la fachada, en el aire disparo a la cabeza del monstruo unas tantas veces destrozando los implantes que dirigían las órdenes a Primero. Aunque esto no termino de ser suficiente para acabar con ellos.

    Es una lástima que acabaras siendo el conejillo de indias de ese idiota de Duke. — Joël aprovecho la desconexión del chip e implante en el cerebro para propinar sendas patadas devastadoras y disparar en pleno rostro. —Te convierten en un monstruo y te hacen esclavo de la injusticia, eh amigo.

    Jo… Joël… acaba lo que… ellos comenzaron. — El monstruo dijo palabras agonizantes, recobrando su propia voluntad. Tosió un par de veces y añadió. —Es mejor morir que lastimar a tus propios aliados.

    Steven… Nunca nos llevamos bien, pero nuestras ideas fueron similares… tu creaste a Solarus después de todo y el destino de ustedes fue similar al nuestro… prometo que acabaré con estas escorias… No dejare que hagan lo mismo a mi hermano. — Joël le dio la mano por un momento arrepintiéndose de los disparos. —Si hubiese un modo más fácil no te lastimaría. — Primero-Steven tosió y añadió con voz aberrante.

    No había otro modo, viejo amigo. Me quedan exactamente quince minutos para morir… — Hizo una breve pausa explicativa. —Cuando dañaste los implantes en mi cerebro cortaste el control de mi cuerpo que tenía la gente de Duke. Sin embargo, las células pandora que me permitían recuperarme murieron a causa de la destrucción de los organismos bonicos que permitían mantenerme estable. Por eso me queda muy poco tiempo.

    ¿Cómo sobreviviste a una C4? — Preguntó Joël curioso, porque habían llegado esos rumores tras ser capturado.

    La explosión nunca daño los implantes de mi cerebro y por eso mi regeneración ocurrió lentamente. — Tosió un par de veces más antes de sangrar por la boca.

    ¿Qué debo saber sobre las siguientes armas bioquímicas? ¿Dónde puedo encontrar a mi hermano…— Joël se agacho a su lado esperando indicaciones.

    Sobre eso debes saber que el resto no será nada fácil de vencer, sus implantes están más protegidos que los míos, sus habilidades son mucho más optimas que las mías. — Steven escupió sangre por su boca, el ahora humanoide dio las últimas indicaciones. —Debes dirigirte

    Tras la alerta de Steven, Joël no vaciló en correr sin poder hacer nada más, el cuerpo de Steven-Primero explota de manera cruel regando la sangre y órganos por todos lados, Joël hecho una furia grito y maldijo el nombre de Duke y el de Alfa por todo lo alto. Su musculatura aumento muchas veces más, al igual que su tamaño, las venas sobresalían por su cuerpo, su voluntad casi perdida solo se limitó a recordar a su hermano para mantener su compostura.

    Vengare tu muerte, Steven Grizzley. El hombre más valiente que conocí, el tener que enfrentarse a todo el mundo por lo que consideraste correcto, incluso enfrentar a tu propio padre. Esos malditos… se deshicieron de tu vida cuando no te necesitaban, DEJAMELO TODO A MI.— Su voz monstruosa irrumpió en el aire, sus pasos pesados chapoteaban el agua que se mezclaban con la sangre del humanoide. El don definitivo de Joël se dejaba ver tras ese cambio aterrador y a grandes zancadas ahora solo le importaba el bienestar de su hermano que por ningún motivo iba a dejar que sea experimentado como con Steven.


    Pasillos del colegio

    [20 minutos antes de la liberación]

    Avanzaban a largar zancadas cogidos de las manos, Darwin iba tras su hermana asumiéndolo como un deber para protegerla en lugar de que ella sea atacada, una buena acción que cualquier hermano emprendería. Helena incluso quería ir más rápido, pero tampoco deseaba dejar solo a su hermano o en el último caso más, le protegería. La chica zombi se acercaba velozmente a ellos aparentemente sin controlar su propia voluntad, su piel podrida y leprosa a carne viva, sus ojos grises sin pupilas, su horrible rostro empapado en la sangre del alumno que había cenado, no hubo tiempo para los mellizos de pensar, no hubo tiempo para pararse a preguntar algo como eso. Tampoco para preguntarse si realmente ella era Beruna, la nueva amiga de Bastian, una chica tímida de la cual nadie sabe nada. Ahora lo único que sabían ellos era que solo debían correr sin equivocarse en los pasillos o seria su muerte.

    ¡Corre Darwin! — Su hermana le vigilo desde adelante y ambos sujetaron sus manos y anduvieron desesperadamente cuando la zombi pisaba ya sus talones.

    Los gemidos lastimeros de la bestia apuñalaban ya sus oídos y les hacía perder toda esperanza de salvación. Un chico de cabellos largos, yacía sentado en el suelo llevaba auriculares en sus oídos coreografiando alguna canción canción de Rock, simulando como si llevase propiamente una guitarra eléctrica en sus manos mientras gritaba a todo pulmón, hasta que sintió jalado por alguien. Estuvo a punto de darle un guantazo al moreno de gafas, hasta que su rostro palideció al mirar el rostro de aquella cosa que les perseguía.

    ¿Qué demonios? — El chico bajo su tono de voz como si de pronto hubiese perdido el habla.

    No es el momento, corre por tu vida. — Interpuso Darwin.

    ¿Qué está pasando que es esa cosa? EY ¿y Por qué me interrumpen así? — el Muchacho se retiró los audífonos y corrió con todas sus fuerzas.

    No es el momento de explicarlo— Intervino helena. — ¡¿ACASO PREFERIAS SER EL CEBO DE ESA COSA?! ¡ACABAMOS DE SALVAR TU VIDA!— La chica exploto en cólera.

    El muchacho de cara larga, cabellos largos y finos y piercings en las comisuras de sus labios, corrió queriendo mirar atrás para comprobar si todo se trataba de un sueño. Darwin le tomo por el hombro.

    No mires atrás, vamos. — Los tres se apresuraron en encontrar una salida al laberinto de pasillos del último piso.

    Beruna ya pisaba los talones de sus presas por su gran velocidad, incluso Darwin y Helena pensaban que un zombi como aquel era superior a cualquiera de los campos de la deshonra, la oscuridad absoluta solo era una ventaja para la especie del virus, el nuevo chico no podía creerse lo que estaba pasando, incluso llegar a sentirse parte de una película, pero la cosa es que no sucedía con el nada más.

    Una única oportunidad. Un pasillo con más de tres conexiones, dividirse no era mala idea, pero uno de los tres podría acabar ser platillo de la zombi. Por lo que prefirieron el camino del centro. Beruna ya pisaba sus talones a un gran paso. Hasta que se toparon con la gran oportunidad de salvación. Una puerta entreabierta en un salón desconocido. La oscuridad hacía imposible la opción de los elevadores, pareciera como si el edificio completo reportase una falla general. Y las escaleras sería difícil toparse con ellas. ¿Pero cómo había una puerta entreabierta en medio de la nada? ¿Alguien más estaría en aquel último piso?

    Todos se aproximaron a entrar antes de que la zombi les diera alcance. Helena paso primero, Darwin y el chico apoyaron sus espaldas contra la pared para forcejear contra la brutalidad fuerza de la zombi. Incluso con las espaldas de los jóvenes contra la puerta los brazos putrefactos de Beruna atravesaron la puerta por un lado haciendo que la chica gritase holgada. Ella también apoyo y fue así como lograron mantener a raya al monstruo. Incluso tras dar incesantes golpes, no pudo destrozar la puerta reforzada en acero.

    Todos se calmaron en intentos de susurros frustrados, todos la pasaron mal, la chica tenía problemas para respirar, sintiendo el corazón en la garganta, su hermano estaba empapado de sudor y en una situación similar y el nuevo joven solitario estaba pálido como un papel, nuevamente se agitaron cuando escucharon un golpe fuerte tras la puerta. La zombi hacia un terrorífico escándalo, pero el silencio volvió a la habitación. Tras activar la cerradura.


    ¿Qué demonios acaba de pasar? ¿Qué es esta escuela? Tras los disparos de la otra noche y ahora esto, se van a enterar mis padres. — El joven hizo un gesto de reclamo, culpando al colegio.

    Cálmate. Te lo explicaremos. ¿Disparos oiste disparos? — Los hermanos se cruzaron miradas.

    ¿Qué disparos? — La chica se tensó al pensar en Erick y Bastian.

    Duermo en un pasillo de dormitorios que da muy cerca a la entrada del colegio, hace como dos días escuchamos disparos y sonidos de helicópteros. Parece que se estaban batiendo a un duelo a muerte, estos militares del colegio y no se quien más… — El joven desconocido dio detalles que podrían significar uno de sus amigos o tal vez no. — Ahora un apagón y esa cosa extraña…. Debo de estar soñando…. No debí escuchar a Marilyn Manson a estas horas de la noche.

    Despierta, bello durmiente. — Le dijo Darwin con ironía. —Yo y mi hermana somos de carne y hueso y nuestros amigos están en peligros, el mundo no gira sobre ti nada más. Descubriste lo que está pasando, ahora tienes que andar con cuidadito, la gente que creo el colegio fueron los que inventaron el virus zombi. Eso es posible aunque me duela admitirlo.

    El muchacho suspiró y se sentó al suelo, impotente. Sus ojos como platos, miraron a los hermanos y asintió tras lo dicho por el chico. Su personalidad borde y prepotente quedo anulada al enfrentarse a una situación tan difícil. Los tres le echaron ojo al lugar. Una sala con un olor a humedad y a “guardado” En efecto, aquello era una gran sala con un armario. Un olor a sangre recorrió el ambiente. Además de eso la sala poseía una pequeña y afiches del ejército. Un cuchillo carnicero estaba sobre el suelo con un chorro de sangre pasada.

    Parece que alguien fue herido y huyo de aquí. — Inquirió helena, temblorosa.

    Pero el único que estaba aquí antes de Beruna, es este chico y al estudiante que se comieron…— Dice Darwin.

    ¡Oye yo tengo horas escuchando música en el pasillo! — Dijo en un tono de queja.

    Miren allí, las gotas de sangre del herido llegaron al armario. — Helena dio cuanta de algo vital.

    Unas gotitas de sangre guiaron a los cautivos ojos hacia el armario y le abrió escuchando aquel chirrido de las puertas de madera. Había ropa en general, todo el mundo se preguntaba de quien sería la habitación. El olor a sangre y la linterna de Darwin les guiaron hacia un sobre ensangrentado. Ellos no dudaron en poner sus manos en algo con un mensaje tan intrigante.


    ¿Qué es todo esto? ¿Para qué quieren un colegio en algo parecido al área 51? — Insistió el joven desconocido.

    Créeme a nosotros nos cuesta creer tanto como a ti. — Dice Darwin.

    Ah. Por cierto me llamo James Miller. Soy del estado de Colorado. — El chico sonrió por mucho tiempo que no lo hacía.

    Somos Helena y Darwin Springfield. Somos del estado de Nueva York— Se presentaron y se hicieron amigos.

    Un nuevo integrante se une al grupo de amigos tras la verdad, en solidaridad con lo que está pasando, deciden trazar un plan para mantenerse unidos contra la maldad.

    Celdas

    [Menos de 10 minutos antes de la liberación]


    La sirena sonaba ya por default, la zona de seguridad no se había podido recuperar del caos que hace una media hora habían creado en todas las zonas del complejo, el ambiente estaba expectante y siniestro, los guardias no podían volver a encender ningún sistema y el apagón persistía. Algo pasaba porque hacia media hora enviaron a un personal para revisas el tendido eléctrico y nadie había vuelto desde entonces.

    Dos hombres armados con sus linternas dejaron la sala de celdas clausurada para evitar que alguien escapara, pero dos figuras sombrías le noquearon y quitaron las llaves como verdaderos profesionales.

    Rápido, rápido Wanda…— Reymund entró alumbrando con su linterna a las celdas, quemando los ojos de los somnolientos muchachos y del hombre tras un prolongado periodo de sueño.

    ¿Quiénes son? Ustedes…— Hable con tono de reproche.

    Basta con decir que somos amigos de Joël, él está bien, buscando a su hermano. — Explico Wanda con su acento francés americanizado.

    ¿Qué sucedió con su hermano esta bien? — Pregunto Erick desesperado.

    Detalles para luego. Él nos pidió que les dijera que nos ayudaran a buscar “la cura” para el virus. — Dice el alemán. Tajante y autoritario en sus palabras. A lo que recibió un codazo de su compañera.

    No sabemos si es la cura…— Susurro y dirigió una sonrisa al resto para cortar la tensión.

    ¿Qué sucede allí afuera? Parece que hay un corte de luz o algo así. El pasillo acostumbra a estar iluminado al menos. — Pregunte con mucho menester.

    Alguien ha hackeado los sistemas, han cortado los cables del servicio eléctrico. Es posible que los muertos vivientes escapen esta noche. Creemos que esa cura exista en una sala. Tenemos tiempo de encontrarla antes de la propagación. A mover ese culo. — Wanda abrió las celdas de todos, incluyendo la de Mark.

    ¿Cómo se supone que deba creer en lo que dicen ustedes? — El moreno puso duda en toda cuestión.

    ¿Quieres quedarte encerrado? Es problema tuyo… Te liberare y si aún no crees en nosotros, puedes encontrar un modo de morir allí afuera. — El alemán fue directo al grano. El moreno acepto, sin más acepto.

    Quedaba otro problema más a los prisioneros liberados, escapar de los hombres que montaban guardias y con rapidez, no tardarían en darse cuenta que dos hombres yacían en el suelo, probablemente sin vida y celdas vacías. No había duda de que Wanda y Reymund eran profesionales a nivel increíble. Lograron escapar y encontrar la salida al pasillo donde estaba el elevador del sótano que Erick tanto recordaba.

    El elevador está apagado. Solo hay un modo de salir ¿No es cierto? — Preguntó Erick a lo que el asintió.

    Bajemos por la escalera de caracol. — A lo que procedió todo el mundo.

    Erick reconoció la sala general donde el día siguiente descendió junto con Joël, no había impresión de haber nadie, pero todo estaba realmente a oscuras. Todas las puertas parecían abiertas mecánicamente a lo que Mark dijo algo:

    Todas las puertas están abiertas, es como si alguien haya preparado el escenario para los zombis… — Pareció preocupado, pero no había señal de nada más.

    Eso es lo bueno… lo malo es que, me preocupan los zombis. — Dije pensando que irrumpirían la sala en cualquier momento.

    Novato. Cuando encontremos el proyecto pandora, ellos llegaran y nosotros nos habremos ido. — Dijo el alemán. Algo que por supuesto me molesto.

    Llámale novato, si quieres. Pero gracias a el logramos sobrevivir a los campos de la deshonra. — A lo que Erick me sonrió, devolví con buen gesto. Volví a recordar a mis amigos, temía por Helena, Darwin y la chica nueva cuyos gritos se enterraron en mis oídos tras la droga.

    Oigan dejen de estar hablando tanto y moverse ya. Joël nos dijo que era la puerta izquierda al lado de la escalera. — Dijo Wanda a lo que finalmente apunto la puerta.

    Todos decidimos entrar, pero antes de tocarla los pasos se incrementaron en la sala, pasos de hombres por suerte o no tanta suerte, porque ellos estaban escopetados equipados además con linterna que nos visualizaban como objetivo. Un hombre de sombrero, diente de oro y un bastón se aproximó cuando los guardias de trajes bonicos nos rodearon.

    Esto es lo que obtienen los traidores, tenemos órdenes para matarlos ya mismo. — Nos rodearon a cada uno y los encañonaron.

    ¡Omega maldito! — Grito Erick mientras le atenazaban las manos.

    Muchachos, en especial quiero a este. A este traidor le cure de la infección APBS y fue uno de los primeros en traicionarnos. — El viejo se acercó y colocó el bastón sobre su rostro dándole golpes suavemente su cara. —A este le debo matar yo mismo. —

    ¡Déjale en paz! — Grite desesperado porque iban a matarlo, pero lograron colocar mis manos hacia atrás.

    Ohh, pero es el chico que Alfa desea ver en persona. ¿Es este no? Vaya que vueltas tiene la vida jajaja…— El hombre extrajo un revolver bañado en plata y apunto a la cabeza del joven Erick. Este cerrando los ojos, sin ceder a los miedos —Y mientras tanto yo me encargare de matarte, Joven.

    ¿Pero qué tengo que ver yo con ese demente? ¡Que lo sueltes! — Me arrodillaron contra el piso, el viejo vocifero una anómala risa.

    Acaba ya. — Sonrió Erick, creyendo que al tener infección aquello no le haría daño. —Da igual, estoy muerto. Desde que acepte que me ayudaras.

    Ingenuo, joven Ernstead, muy ingenuo. — Dijo en un tono de supremacía, Omega. —No es cualquier bala, atravesaría tu cuerpo y perforaría órganos como ninguna otra.

    ¡ESCUCHAME! PARA YA…..— Grite experimentando un inusual cambio en mi voz. Mis manos crecían, músculos, la piel endurecía y cambiaba a un color más que blanco. Wanda alucinando musito algo extraño:

    ¿Es una mutación? ¿Cómo aprendió a hacerlo? — Atónita, se dio cuenta de la poderosa habilidad que podría tener.

    Amistad, sentimientos, solidaridad, son cosas que mueven al mundo. Los sentimientos nos controlan y nos hacen inútiles, ahora mismo estas a punto de perder a tu amigo y nada puedes hacer. — Omega jalo cabellos de Erick hacia atrás y apuntalo a su cien. — Contaré hasta tres y este muchacho dejara de existir. Entregare al joven Bastian al amo. Y a los demás los expondré como una de las personas tras el caos. Uno, dos….— El hombre tomo cierta distancia antes de disparar.

    Paso en cuestión de segundos, el disparo se escuchó, pero movido por la voluntad de salvar a un amigo intercambie lugares y recibí cual dolor penetrante, sin llegar a ser atravesado por el torso como había dicho. La bala sin embargo dolía como nada en la vida, la hemorragia sin embargo comenzó a brotar por la ropa de la celda y llegar hasta la garganta como el flujo de agua saliendo de cualquier llave. Pronto me ahogaba entre la espesa sangre. Mis sentidos empeoraron, comencé a experimentar un sudor frio.

    ¡Bastiaaaaaaaaan! — Chilló e intento auxiliarme sin saber que hacer, los demás acercaron.

    Todo el mundo corrió porque algo enorme y abundante se acercaba en la lejanía. Omega disparo para avisar que todos estábamos en el Hall. Cobarde de su parte. Omega realmente parecía preocupado, como si lo había pasado era un error que podría ser pagado con su vida.

    E…Erick…. Yo…— La sangre corría por mi boca.

    Deja de hablar, perderás sangre ¿Por qué lo has hecho? ¡Díganme que se puede hacer algo! — parecía mas desesperado que nunca.

    Hay un modo de salvarlo. Yo distraeré a los demás, apresúrense y entren a la sala pandora. Las células pueden curarle en cuestión de minutos, pero el problema seguirá si la bala sigue allí. — Rey se colocó frente a la entrada donde recibiría a los muertos vivientes.

    ¿Estarás bien Rey? — Wanda y Erick ayudaron para poder caminar.

    Estoy mejor que nunca. — Extrajo senda escopeta de su funda y dio mirada atrás. —Él no se ve bien. Vi lo que fue capaz de hacer por uno de los nuestros. No dejen que sus esperanzas de vida se vayan, porque al mismo tiempo, él es nuestra esperanza

    ¿A qué te refieres Rey? — Wanda dijo antes de abrir la puerta.

    ¡Vete! Te lo diré en otro momento. — Rey encaró a los que estaban por llegar, mientras la puerta se cerraba para dar paso a la hora cero.

    ------------------------------

    Cada vez se me esta haciendo mas fácil esta serie, logro escribirla con mas motivación e imaginación, ya esta lejos de acabar pero estamos viendo ya solo el principio del fin, diría yo. Espero que les guste, esta vez mas dramático que nunca... En cuanto al capitulo lo llame así porque la hora zero es medianoche y el capitulo es el 12 y porsupuesto las incidencias del episodio.

    @niña Elric Jaja gracias como siempre, se ve que te engancho la historia, me alegra mucho de verdad, en parte es lo que mas me motiva a escribirla semanal sin falta. A partir de ahora viene la etapa mas dura para los chicos, pues desde ya el mundo esta condenado a padecer de un apocalipsis zombie, saludos.
     
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    Me encantan cuando los títulos tienen una razón y explicación con la trama, algo que siempre trato de conseguir y muy bien no se me da... Y como bien dijiste, el drama en esta ocasión ha superado a los demás capítulos :D

    Esta vez no hay mucho que pueda llegar a comentar porque me siento sobrecogida con toda la situación. Una larga noche ha comenzado para todos y el meollo decisivo se encontrará en el aporte de cada uno de ellos, para bien o para mal.

    La reunión entre los "jefes" me gustó mucho, con sus descripciones y personalidades, pero me gustó más cuando la alerta se activó y les llegó como una zas! la traición a la cara xD Yo que le tenía tanto miedo a Primero, me sorprendiste de verás con eso de que pudiese recuperar lo último de su voluntad antes de morir y él y Joël tuvieran un momento de hacer las paces por la causa. Los hermanos Axley me encantan. Dan todo de sí por el otro y espero que todo pueda acabar bien para ellos...

    Me gustó la incorporación de este chico James al grupo, fue sorpresiva y oportuna. La verdad que Darwin y Helena van a necesitar de toda la ayuda hasta que puedan ponerse al corriente de la situación que ya se ha desencadenado en la academia. De Bastian no me preocupo mucho (no por mala, por supuesto) porque se nota que es imprescindible su presencia, además de que tienen esas células que pueden curarlo. Fue muy noble de su parte interponerse para salvar a Erick y sé que, pese a la mutación, sus sentimientos no le dejarán transformarse en un monstruo. Sólo espero que se apresuren en curarlo o Reymund podría verse en problemas...

    Bueno, con esto me despido. Estaré esperando la continuación y mil disculpas por no haber pasado antes a leer. Sigue así, Kiros :D

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    Kiros Lionheart

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    Proyecto sundown
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    CAPITULO XIII: ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE

    Washington DC

    El caso sundown se abre

    Poco antes de los incidentes de Denver.

    Un inusual caso iba a presentarse esa misma tarde, unos hombres con suficientes evidencias ponían en tela de juicio lo que se cernía sobre el complejo militar establecido por fuerzas corruptas militares que se establecieron en los límites de Phoenix. Aunque algunos estaban se mostraban escépticos y con incertidumbre porque después de todo lo que allí había era un colegio y unos laboratorios para uso científico-militar. El jurado se mostraba también escéptico de lo que estos agentes de la IATISE querían demostrar al gobierno de los estados unidos y a sus compañeros de la CIA.

    Señoras, señores. Nos enfrentamos a una seria amenaza de esta terrible organización Sundown que solo quiere destruir al mundo. — Dijo el líder de IATISE. Franklin Cooperfield. Su mirada se centró en sus hombres de misión en el complejo: Jerry McDaniel y Zoë Eleanora. Las miradas divertidas y sonrisas salpicaron en los demás agentes del gobierno, sin tener credibilidad en las palabras de un hombre bigotudo de al menos cincuenta años.

    No quiero ser irrespetuoso, pero… ¿De qué estamos hablando? El proyecto Sundown ha enviado tomas de sus actividades y se ve que se preocupan por el futuro de los estados unidos. Esa escuela militar dotada de toda tecnología y conocimiento que nos brindaran hacia el futuro, eso nos hace una nación más poderosa. — Algunos aplaudieron el comentario de este hombre entre la audiencia. El abogado tras sundown llevaba gafas redondas y un vestuario impresionante.

    Hay pruebas… tenemos pruebas de que Sundown no es más que una base de hechos ilícitos e ilegales. — Dijo la rusa, Zoë.

    Quiero ver esas pruebas de las que tanto hablan. Si están en lo cierto, me temo que tendré una orden para desalojar este complejo, solo si los estudiantes están en peligro.— Las televisoras transmitían en directo las palabras del juez general de la república. La prensa mientras tanto se tomaban turnos de tomar fotos hacia todas partes.

    Se dio pausa de unos diez minutos para que los miembros de la IATISE montaran los materiales para mostrar pruebas a todo el mundo. Un reproductor video-beam, se colocó en el gran estrado del pentágono, lugar donde demostrarían al mundo lo capaz que sería este complejo. Mientras todo se ponía a punto. Jerry y Zoë, sentados como espectadores, se tomaron de las manos. Jerry aun con vendajes en el torso y brazos. Tras lo sucedido unas noches atrás.

    ¿Te encuentras bien? — Preguntó la rusa a la persona más íntima en su vida.

    Claro. ¿Por qué no? Te tengo a ti. Y el mundo sabrá de todo esto. Todo ha valido la pena. Las fotos revelaran al mundo nuestro hallazgo y aquella carta es una prueba más.— Dijo Jerry cogiéndole con más fuerza de la mano. Algo que le hacía sentir muy bien a ella.

    La proyección de un centenar de fotos demostraron los horribles experimentos que estaba haciendo de Sundown un lugar inseguro. Monstruos, humanoides sanguinolentos en experimentación. Fotografías de experimentos con humanos y de cerca una bacteria de un material sospechoso que aterrorizo a más de uno. Eso no era todo. La carta fue desenvuelta de su sobre y presentada por Franklin. Ayudado por una cámara de grabación pusieron zoom en el contenido del dichoso documento y el público comenzó a leerlo.


    El bullicio comento a acrecentarse sobre todo el estrado, la gente no paraba de hablar horrorizada, primero por lo que era capaz de causar aquella bacteria, la comunidad científica lo acusaba de una gran traición a la patria, un país que jamás utilizaría armas químicas contra otras naciones, mientras que la comunidad militar etiquetaba a todos los de Sundown como unos sucios traidores, especialmente aquel hombre llamado Basil, quien gozaba con un título de amplio rango en el ejército.

    Silencio. — Dijo el juez con voz tranquila, aunque luego perdió la paciencia. —¡SILENCIO! — Y los funcionarios criticaban duramente el hecho de que el gobierno haya aceptado dejar a gente tan impresentable dejar hacer una organización como aquella. El martillo de la justicia sonó fuertemente y todos guardaron silencio absoluto.

    Encuentro culpable a toda la organización Sundown de los cargos que se le presentan, especialmente al hombre que lo tienen al cargo junto con su gente. El señor Basil T. Sawyer el supuesto jefe de Sundown Inc. En cuanto al presidente envié una autorización expresa en su rueda de prensa, la FBI debería estar trabajando con IATISE y ordenando el arresto de todos los funcionarios y poniendo a salvo a los estudiantes y trabajadores que se encuentren inocentes. — Advirtió el juez general de la República, obviamente la rueda de prensa se desataría en ese lugar, haciéndole toda clase de preguntas: Oportunas, inoportunas y sobretodo difíciles.

    El juicio termino temprano. Apostados en un hotel de Washington. Zoë y Jerry estaban en la misma habitación esperando la rueda de prensa del presidente de estados unidos, luego de que le hicieran llegar el comunicado del juicio.

    Lo logramos, querida. Nuestra misión. Todo un éxito. — Sonrió Jerry, sentados en la cama apostados frente al Tv.

    Ahora a esperar que los chicos aguanten, pronto hablará el presidente. — Dijo Zoë, radiante de felicidad.

    Su intimidad se vio interrumpida por las notas del himno nacional y las palabras del presidente del país. Pronunciándose sobre los hechos en las afueras de Phoenix, en el estado de Arizona, pronunciándose por los terribles hechos del complejo Sundown que por el momento no había salpicado a ningún estudiante. Sin duda él se encargó de dar la orden de enviar a la FBI conjuntamente con la IATISE cuando alguien interrumpió la transmisión presidencial.

    Presidente… lamento interrumpir…— Dijo un guardaespaldas de su confianza recibiendo una comunicación en su sistema de audio.

    ¿Qué sucede no es el momento…? — Se pronunció en voz baja.

    Algo ha pasado en Denver… han utilizado un arma biológica contra esa ciudad…— Dijo el agente sin poder creer lo que decían sus corresponsables en ese estado.

    Terminó su discurso para finalizar la grabación abruptamente. Enseguida las televisoras del país y luego del mundo se pronunciaron acerca del misil bacteriológico, aquella niebla negra que había caído sobre la ciudad de Denver y estaba causando un terrible impacto ambiental en el medio ambiente. Salvar a las personas de esta tragedia ahora era más importante que ir a Arizona. Por lo que Jerry recibió una llamada.

    Vamos esta noche… nos vamos a Denver… Hay que salvar a toda la población— Le dijo su jefe.

    ¿Qué te dijerón? — Preguntó Zoë preocupada.

    Tenemos que ir a Denver… han arrojado un misil bacteriológico. Se cree que la trayectoria es Arizona.— Dijo Jerry más que preocupado.

    ¿Por qué? La terrorista… es mi culpa… es mi culpa… deje que hiciera algo como eso, ella era muy peligrosa, mi misión… toda mi misión, soy un fraude. — Sin embargo no se esperaba un cálido abrazo de su novio.

    Nada es tu culpa. Me salvaste. Salvaste Sundown aquella noche… Las cosas no se dieron como queríamos… pero al menos demostramos al mundo lo que pasaba en ese lugar…— Dijo Jerry mientras apretaba más en su abrazo.

    Pero era mi tarea, mi trabajo, mi única función. Descuide a esa terrorista que solo quiere acabar con ese país. Los líderes de Sundown podrán ser macabros tras ese proyecto, pero no harían algo que perjudique a ellos mismos… es ella…. Y yo….— No pudo decir algo más, puesto que Jerry coloco su dedo índice en sus labios.

    A mí me parece que has hecho una gran labor, no podíamos hacer todo a la vez, era encontrar pruebas, salvar a los estudiantes y atraparla en su nido de ratas… era difícil esa última tarea. No es tu culpa. — Y Jerry probó sus labios apasionadamente, mientras sus brazos se posaban por todo su cuerpo, transmitiéndole ese amor y seguridad que tanto necesitaban para hacer frente a lo próximo.


    Oficinas administrativas
    Sundown I.N.C

    Las hordas surgían directamente desde la oscuridad, sus pasos carentes de dirección elocuente, dirigido por sus propios propósitos de alimentarse de carne humana de la más fresca calidad. Sus mentes apagadas olvidando quienes eran anteriormente, solamente limitándose a satisfacer sus instintos más primitivos y necesarios que un infectado propiamente dicho podrían lograr. Un desesperado grito de horror hizo palidecer a un cauto Joël a estas alturas sabía que podría ser uno de sus amigos, pero el tono de voz alarmante y agudo le hacía saber que al menos sus amigos más jóvenes, sus compañeros agraciados, estaban completamente bien.

    Sus ojos destilando rabia de la más pura, analizaron el pasillo donde se encontraban. Media docena de cajas estaban colocadas de forma lateral a su posición molestando e incluso impidiendo su paso en el pasillo que se observaban oficinas a persianas cerradas por altas horas de la noche. El sistema de luces había cesado unas horas antes, coincidiendo con el ataque a los sistemas de seguridad y las aperturas de cuenta de forma automática y lo que era peor aún la apertura de la única puerta que no se debía abrir: El contenedor Z.

    Joël se abrió paso rápidamente entre las cajas de archivos y sus rápidos pasos le hicieron encontrarse con la esquina donde encontraría el próximo pasillo en el que se encontraría. Ayudado por una linterna dada por Wanda, se aferró a la esperanza de encontrar a su hermano, pero para eso debía hacer un largo recorrido para llegar antes de la operación a la que le someterían. Tampoco podía permitirse lujos de esperar hasta ser encerrado en el contenedor Z. Aunque la crisis de Sundown permitiría un rescate exitoso por su parte. Sistemas hackeados, sistemas de luces desconectados. Desde su punto de vista lo que podría frustrar su rescate, eran las hordas que se habían liberado, la plaga maldita que ahora iba tras él tras escuchar al último humano que se convertía en uno más.

    Un último aviso advertía de que iban tras él, un golpe sordo en la oscuridad, una serie de susurros vespertinos, pasos torpes que se multiplicaban con los segundos, su corazón latía. Había miedo, pero también coraje, ese valor que tanto su hermano anhelaba en él, es el ahora necesitaba para sacarle de un aprieto. Apoyo con su linterna en dirección al fondo donde se producían los ruidos extraños, pero hasta el momento no había ninguna forma de saber, por el pasillo de las cajas estaba tan desolado que no sería extraño caminar de regreso y comprobarlo sin problemas, pero el tiempo apremiaba y su hermano le necesitaba.

    Avanzó sin darle importancia al asunto, lo que pudo ver de un próximo pasillo a oscuras es uno inusualmente estrecho con unas escaleras al fondo que pudo ver gracias a la luminosidad del objeto que llevaba en manos. Entró con prisa y se encontró con suficientes recursos para saber que estaba ubicado en el piso -2, gracias a un grabado en la pared que hacía referencia a la ubicación. Ahora mismo se encontró en una sala amplia de cuatro puertas, pero sin escaleras en el medio como la del -1.

    Avanzó a diestra y siniestra hasta situarse en los textos encima de la puerta que le indicaban el rumbo que debía tomar, al parecer logro situarse en la puerta que ponía “Sección D: Laboratorios”. La puerta se abrió sin protección, emitiendo un desagradable chirrido al adentrarse a la oscuridad. A continuación tuvo una impresión de estar en un lugar parecido al área 51. Las salas adyacentes al pasillo principal estaban bordeadas con enormes cristales de un gruesor triple para preservar a los especímenes, en ese momento no había nada en el lugar, suponiendo que todos los experimentos hayan sido transportados a otras zonas de investigación, como por ejemplo el pasillo anillado.

    La Linterna ilumino el camino recto que debía seguir el joven Axley, continuo con propiedad por mucho tiempo hasta encontrar las escaleras hacia el siguiente nivel. Precisamente comenzó a recordar la próxima instancia cuando se encontró a Erick la primera vez. A partir del subterráneo número dos, las paredes y techo eran de tierra y solo el piso estaba decorado con baldosas de granito que se extendía a los largo de una enorme red de pasillos que podría parecer laberintico.

    Sus ojos detectaron algo inusual, enfocándose en la luz de la linterna. Un torso. Un torso grotesco, jorobado y nada humano. Joël se toparía con un guardia semi-humano de Sundown. Un rondador nocturno…

    Cuarto Privado

    Quinto Piso.

    James Miller no poder creer nada de lo que había pasado hace un momento, su vida solo giraba a ser popular en su salón de clases y escuchar la música de su gusto la mayoría del tiempo, hasta que algo le arrastró a la oscuridad de una verdad avasallante, ayudado hace un momento por los Hermanos Springfield, había descubierto una carta y una nota de sangre, carta que los demás muchachos parecían tener cierto interés. Habían pasado dos horas desde que habían estado encerrados a oscuras en aquella habitación.

    Ya quiero salir de aquí. Esa cosa debe estar lejos de nuestro alcance. — Dijo James con desespero.

    Calma, Miller. — Expresó Darwin con tranquilidad.

    Esa cosa, le conocíamos… bueno antes de ser… un zombi o lo que sea. — Dijo Helena completamente preocupada.

    Tenemos que tener un plan B para salir. — Dijo Darwin, pensativo. —Busquemos un objeto contundente. Tenemos que defendernos como sea.

    Todos comenzaron a buscar absortos en encontrar sobretodo un arma de fuego, el hecho de tener que desordenar todo el cuarto patas arriba era un hecho por el que les urgía encontrar algo para defenderse. Las gavetas del armario estaban dotadas de algunas camisas, cinturones y accesorios para el huésped, aunque había algo para suerte de todos: Un objeto contundente o más bien punzante.

    Un machete.

    Un machete filoso, muy bien preparado para cortar la maleza, pero todos se imaginaban que lo usarían para cortar cabezas. Darwin se sintió con todo el derecho de portar su arma. Por una parte sentía el deber de proteger a su hermana y por otra para James el asunto de los zombis era realmente nuevo, menester era conseguirse otra arma para el con el tiempo.

    Listo. Este machete servirá para filetear a Beruna. — Lo probó lejos del contacto físico de sus acompañantes. Se imaginó ser un espadachín.

    Genial… ya tenemos a D’artagnan. Le sacaras un ojo a alguien con eso…— Dijo James de mala gana.

    Tú mejor, calla. Nosotros salvamos tu pellejo, Miller. — Respondió sin ánimos de soportar a James.

    Paren los dos, tenemos que estar unidos para salir de aquí. — Helena toco el hombro de su hermano.

    Andando… Lo ideal será hallar las escaleras de lo contrario no podremos salir de aquí. — Darwin tenia vaga idea sobre cómo salir del quinto piso sin una luz de apoyo, le parecía aterrador.

    La puerta se abrió emitiendo un siniestro chirrido, dejándoles ser partícipes de un pasillo solitario, a diferencia de que manchas circulares negras sobresalían en un piso gris claro en oscuras, todos se imaginaban lo que eso podría significar. Siguieron los puntos de sangre, había la esperanza de que fuese de un humano, pues estaba fresca y parecía gotear y no como la de zombi que era putrefacta; esta sangre estaba fresca porque Miller se agachó al suelo para sentir en sus dedos lo fría y lo espesa que estaba. El camino indicaba puntos más chicos al principio y luego se iban ampliando dando a conocer que se trataba de una herida bastante abierta.

    El trío avanzó haciendo el menor ruido posible, Darwin el primero en la expedición, le seguía Helena y finalmente James. Atravesaron una serie de pasillos que por estar en la noche les dificulto encontrar una forma de guiarse, pero la mancha roja se acrecentaba con el pasar de los pocos metros, los hilos de sangre parecían tener más frescura contras más pasaba el tiempo. Sus razones se dinamitaron con el tiempo, atrasaron direcciones tan difíciles de seguir al azar hasta encontrarse con una puerta abierta y más sangre… sangre en la manilla de la puerta que a las oscuras no se distinguía correctamente. Helena encendió la linterna. El miedo y la intuición no le habían permitido hacer eso antes para no llamar la atención de aquella cosa monstruosa que se llamaba Beruna.

    La sangre roja escarlata se vislumbraba completamente bien, la sangre en la manilla goteaba hasta el piso hasta formar un charco de sangre, tras la puerta quizás se encontraba las escaleras que habían pensado buscar y así fue que tras abrirla se encontraron con la razón.

    La sangre… el herido está cerca…— Miller volvió a dar cuenta de ello.

    Ughh… Preferiría no saber nada…— Dijo Helena asqueada.

    Esto es demasiado raro… Esa persona parece haber sufrido una herida con un arma punzante como ese machete… — James pensó que eso podría ser cierto.

    ¿Por qué lo dices? ¿Acaso una mordida no lo haría? — Darwin solo quería estar seguro para no temer a un asesino en potencia.

    No. Esa victima ha sangrado demasiado, una mordida no generaría tanta hemorragia. — James se llevó la mano a la quijada, pensativo. —Hay un zombi, un muerto cenado por el zombi. Hay un herido y un asesino suelto que le dejo con vida.—

    Un zombi y un asesino… genial, me gustaría encontrar al herido y preguntarle que pasa aquí… — Darwin mantuvo aquella arma punzante en sus manos.

    Esto no me gusta nada chicos… deberíamos buscar a los demás y salir del colegio. — Dijo Helena preocupada.

    Buscar a los demás, nos puede tardar una eternidad. No sabemos si los profesores están de nuestro lado o de Sundown. Los estudiantes se burlarían de nosotros y si se enteran de la verdad, todos correrán hacia todas direcciones con desespero…— Darwin vaticinó sin conocer como sería el futuro.

    Y tú piensas demasiado, cerebrito…— James avanzó primero que los dos hermanos y descendió por las escaleras, siendo el primero de ellos en adelantarse.

    Bajaron las escaleras de todos los niveles y la sangre visible por la luz de la linterna los condujo a la planta baja, allí las cosas estaban por ponerse demasiado peor, la sangre aumentaba hasta convertirse en un rio rojo. El cuerpo del herido estaba encima en él, una herida abierta en el abdomen evidenciaron hasta los órganos del intestino grueso al aire libre. El hombre jadeaba intentando dejar evidencia de la poca existencia que le quedaba.

    Ehhh..ssss….sssss— Dijo sin poder decir una sola palabra.

    ¿Quién le hizo esto? — Preguntó Darwin sin vacilar.

    U….Un….Una Chi-ca-aaa— Dijo el moribundo con sus últimas fuerzas.

    ¿Cual chica? — James se encargó de supervisar sus heridas. Tal como creía, habían sido provocadas por objeto cortante.

    No lo se…… Me llamo Alexander…— Su voz fue más débil

    ¿Alexander Sparks? — Helena preguntó. El hombre asintió.

    B.U.S… es la esperanza… — Dijo con todas las fuerza, dejando atónitos y confusos a todos. La carta, conservarla bien. — Sus parpados quedaron sin cerrar, la sangre cesó de correr en su cuerpo, su pulso se detuvo. Alexander Sparks estaba muerto y solo se sabía que una chica le había asesinado.

    Una chica le asesino… Esto es demasiado extraño…— Dijo Darwin.

    Demasiado es poco. No la identifico como un zombi, saben de lo que estoy hablando… — James era un chico muy talentoso para seguir pistas y encontrar respuestas.

    ¿Beruna? Esa chica… Ya no es humana…— Helena pareció de lo más confusa.

    Que está pasando exactamente con este lugar…— James no daba credibilidad a todo lo sucedido.

    No lo sé, no me interesa. Hay que buscar a Erick y a Bastian. Ellos deben estar bajo el colegio. No te puedo obligar a venir con nosotros, James, puedes quedarte si quieres, pero serias de ayuda. — Darwin estiro la mano dispuesto a saldar viejos recelos de antes.

    Seguiré con ustedes. Ahora somos un equipo y yo también quiero saber que pasa aquí. Además sus amigos son mis amigos— James estrecho la mano de Darwin y la amistad quedo sellada. —Es hora de avanzar… no sé por dónde accederemos… pero lo haremos… Lo mejor será salir y encontrar entrada por las alcantarillas. La puerta de entrada esta sellada.

    Tú déjamelo a mí, Miller— Y contempló su nueva arma como la próxima llave que les dirija a la salida del colegio y a la oportunidad de encontrar a sus íntimos amigos.



    Pasillos de planificación del Proyecto Pandora


    El pulso por mi vida se perdía en cada latido, en cada respiración, la bala había perforado la carne, la carne de mi propio cuerpo y me desgarraba algo más que simples órganos, me desagarraba el alma por el insoportable dolor de dejar la vida e incumplir la promesa de la familia, el no poder volverlos a ver, el no poder ser capaz de cumplir promesas. El destino me había invitado a ser protagonista del primer día del apocalipsis, día en el que preferí intercambiar lugares con un amigo y salvarle de cualquier forma, de cualquier manera.

    La sala rectilínea se extendía en la oscuridad hacia una serie de puertas con un letrero que anunciaba la función de cada departamento en específico. Avanzamos mientras saboreaba ya el sabor de la sangre en mi boca en donde comenzaba una hemorragia masiva. Me encontraba débil, tan débil que no podría avanzar ni siquiera con ayuda en unos minutos más.

    ¿No le queda mucho tiempo verdad? — Preguntó Erick preocupado. Wanda negó con su cabeza.

    Debemos apresurarnos… Cada segundo es vital para su existencia.— Dijo la francesa abriendo puertas y soportando el peso junto con el muchacho.

    Mientras tanto me encontraba ido, a mi lado se extendían luces, los verdes campos de mi niñez en una extensión de alucinaciones, las voces, aquella pesadilla era nuevamente visible y la voz de Dakota, alertándome, diciéndome que pronto nos reencontraríamos. ¿Estaría muerta? ¿Estaría muerto? Me hice miles de preguntas. Ya no era capaz de controlar mi cuerpo, estaba frio por lo que sentí que alguien comenzaba a cargarme en su espalda. La mujer, sentía miradas preocupadas, voces nuevamente pero no comprendía nada.

    Aguanta, Bastian… lo lograremos, amigo. — Erick dijo avanzando tras ellos.

    La puerta automática les dejo pasar, gracias a que el sistema de cerraduras estaba completamente desactivado. Ellos atravesaron por un pasillo más largo y angosto que nunca. La velocidad les permitió llegar a una sala de operaciones en tan solo minutos.

    Un estrepitoso rugido y fuerte impacto se escuchó tras ellos, muy lejos de donde estaban.

    Vienen a por nosotros. — Erick urgido de encontrar la sala del proyecto junto a Wanda se apresuró. Caminando entre el largo laberinto de cubículos y mesas de computadoras. La puerta del proyecto pandora estaba a la vista. Un difícil mecanismo de acceso dificultaba la entrada. Constaba de una manivela que activaba engranajes que hacia posible la apertura de un portón. Aquello que no necesitaba de luz eléctrica o trabajaba con otra especie de energía, solo funcionaba si uso se quedaba fuera.

    Yo me quedare. Seré más útil, si les abro el camino. — Dijo Erick. —Cuida de mi amigo. — El joven dispuesto a accionar la manivela del portón. Hasta que la francesa le detuvo.

    No, eres tu quien debes estar con él. Al menos hasta el final. — Wanda se aproximó y activo la gran puerta reforzada de acerco. Los engranajes y sistema interno permitió un gran sonido y el portón se abrió ruidosamente. Una gran niebla gris invadió la sala de operaciones, una especie de gas no-toxico que provoco unas toses desprevenidas. —Ve, por favor.

    Apenas, puedo andar con el... — Dijo Erick con dudas, poniendo a su amigo a sus espaldas. —Pero gracias, valoro completamente tu esfuerzo… Cuídate.

    La sala de pandora estaba completamente cargada de aquella niebla gris, que fue aminorándose con el paso del tiempo. La sala quedo abierta, debido a que por dentro sería imposible re-abrirla. Rayos láser impedían su acceso a la maquina pandora: Un cúpula de cristal con una apertura de fácil acceso. Al parecer tenía un mecanismo que activaba alguna especie de gas. Su maquinamiento no era tan complicado como encenderla o apagarla; pero Erick tendría un enorme problema. El tener que atravesar los lasers activados; obstáculos para la resurrección de su amigo. La sala no necesitaba de energía eléctrica, al parecer funcionaba con otra fuente diferente.

    Lo vamos a lograr… Y yo cumpliré mi promesa, Bastian. — Gotas de sudor resbalaban por su frente.

    Cargó con todo el peso de su cuerpo y atravesó las líneas rojas que activarían alguna especie de alarma con tan solo equivocarse. Poco a poco se fue situando, pero el peso del otro cuerpo le hacía todo complicado. Esquivo todo símbolo de peligro e introdujo con calma a Bastian dentro de la maquinaria. La encendió, entonces el sistema Pandora comenzó a rociar una especie de vapor azul pastel. Una maquina indicaba el porcentaje de curación. Apenas llegaba al 1%...

    Vamos compañero, tu puedes…— Erick posó sus manos en la última esperanza para su mejor amigo. Mientras sus oídos notaban como la puerta se cerraba de estrepito.

    Una voz femenina gritaba terriblemente y el gruñido de alguna criatura en la cercanía.

    ¿Wanda? ¡WANDAAAAAAAAAAA! — El chico grito desesperado, sin saber lo que pasaba afuera, encerrados en la sala pandora, sin ayuda y sin esperanzas de vida.

    -------------------------------------

    Lamento haberme tardado tanto para publicar un nuevo episodio, tengo algunas responsabilidades nuevas que me han quitado tiempo, algunas dificultades, pero esta aquí el nuevo episodio, quizás algo mas lento o menos dramático que el anterior, quizás por el tiempo que me demore en escribir.

    @Albusca : Me alegro que te guste, quizás al principio lo encuentres tedioso de leer y un poco lento, pero veras que poco a poco te gustara, eso espero ;)

    @niña Elric : Eres la única que se ha actualizado, sabes de Sundown tanto como yo jajaja. Lamento haberme tardado tanto, como siempre espero lo mejor de tus reviews son de lo mejor, Gracias.
     
    Última edición: 2 Noviembre 2015
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    Fushimi Natsu

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    Primero, lamento mucho venir a leer recién ahora. La verdad es que esperaba tener más tiempo para pasarme por el foro con las vacaciones, pero me ha resultado imposible...

    Tienes razón en que se ha sentido menos dramático que el capítulo anterior, aún cuando los cabos siguen suelto y la situación en la que se encuentran nuestros protagonistas sigue igual de peligrosa, pero es entendible :)

    Pobre Wanda, quién sabe si podrá contra lo que sea que la haya encontrado y lo peor que podría pasarle (a mí parecer) es que todos sus esfuerzos por revertir los efectos en Bastian resulten inútiles, cosa que en verdad espero no termine así.

    Me gustó mucho como James demostró su apoyo al grupo, más cuando fácilmente podría librarse de la carga de saber que zombis hambrientos se ocultan en Sundown junto a estudiantes inocentes que tienen retenidos. Darwin y Helena necesitan de toda ayuda y estoy ansiosa porque puedan reencontrarse con sus amigos.

    Y luego de todo lo que debieron soportar y luchar para llevar la evidencia ante la justicia, ahora resulta que se deberá posponer la intervención para rescatar lo que quede de Denver. Eso sí que no me lo esperaba, mucho menos cuando mi preocupación se centra sólo en los chicos... Y ojalá que Joël pueda encontrar pronto a John, la incertidumbre con ellos me está matando x(

    Como sabes, me encanta tu historia y la espera entre cada capítulo vale la pena. Así que, mientras no te veas en la necesidad de abandonarla, yo seguiré esperando por la actualización :) ¡Saludos!

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