Una simple pregunta, ¿que si todo este problema acabara pero se formará otro...? Era un fresco día en Ever After, se acerca el invierno, pero no sólo eso, viene la actividad favorita de todos (bueno, la mayoría) ... ¡El Día del Legado! Donde se conocen nuevos Royals, nuevos Rebels y se demuestran los estilos encantadores dentro de todos, príncipes, princesas o incluso malvadas/malvados. No sólo eso, se celebra el primer año de Raven Queen. ¿No es fabulotástico? Sí, lo es. Y pues aunque fuera el cumpleaños de ella, Raven Queen, tiene un regalo para todos. Algo que cambiará todo. Pues todos se preparaban para el cumpleaños de Raven y el Día del Legado. Flores, pasteles, brillos, dulces, cañones de fiesta y mucho más. Pero especialmente, el Libro del Destino. Pues era de noche, Apple tenía una cita con Daring así que Raven podría practicar. — Y-Yo, ¡Raven Queen! M... M... Eh, quiero firmar el Libro del V-V... ¡Destino! —dijo millones de veces pero fallaba, ¿si no puede decirlo sola en la habitación hacia ella misma, como lo dirá enfrente de todos los estudiantes el Día del Legado? — Gr... —rugió furiosamente. — ¡Yo, Raven Queen voy a firmar el Libro del Destino! —gritó. Justo en ese momento entró Apple la cual se encontraba muy sorprendida. Raven no pudo evitar gritar al darse cuenta y con eso congeló todo el cuarto. Bajó las escaleras hacia la única persona que la ayudaría de verdad, nada más y nada menos que Madeline "Maddie" Hatter. Gritó del espanto al darse cuenta que también la congeló a ella y a su compañera de cuarto Kitty Cheshire. Tapó su cara con sus frágiles manos mientras las lagrimas corrían y se derramaban en la alfombra que había en el cuarto de Kitty y Maddie. Luego se dio cuenta que había algo en sus manos. Al quitar sus manos de su cara vio algo sorprendente, era como una bola de cristal de color violeta en sus manos. Sintió una mano tocar su hombro...
Hey, lo cortaste en la parte más interesante. Jajaja, una loca congela gente. Tiene que controlar sus poderes.