DC El caballero de la noche

Basado en los hechos que acontecen en los tres films de Batman, que considero es la historia más conocida de Batman, traigo este One-shot, que narra dos hechos simultáneamente, desde la perspectiva de Bruce, alternando entre uno y otro. Una fuga del asilo de Arkam después de que Batman se volvió forajido y su estadía en prisión después de que Bane le rompe la espalda. Espero lo disfruten, buen día

La luz del día parecía lastimar mis ojos después de tanto tiempo de estar en la oscuridad, un dolor insoportable recorrió mi columna desde mi cadera hasta mi nuca por lo que pronuncié un fuerte lamento. Una figura frente a mi busco calmarme, me reincorporo un poco una manera precipitada pero con cierta delicadeza, acercó una cuchara a mi boca y me indico que la abriera sin pensar demasiado en que me daría, lo hice.

Podía percibirse en el ambiente un aroma a tierra húmeda combinada con suciedad y polvo. Al abrir los ojos después de unos momentos de terminar el primer bocado, observé entre los tubos de una reja oxidada, de dónde provenía la luz, era un orificio en el techo del lugar de donde un hombre maltrecho colgaba de una cuerda, derrotado, no entendía nada y lo que recordaba, eran sombras.

— ¡Vamos!, debes seguir comiendo, si mueres nos castigaran—indicó un hombre fornido sin rasurar, con voz grave.

Como pude, tome otro bocado sin degustar demasiado la mezcla.

*******************************​

Luces tintineantes en una noche trémula y fría, en aquel tejado en el que me encontraba posesionado. Observé con una especie de melancolía la torre legado de mi familia, escuchando el rechinar del monorriel ya reparado recorriendo toda la ciudad, permanecí abstraído por esta imagen por unos segundo hasta que un estridente sonido de la alarma desquiciante del asilo de Arkam advertía de una nueva fuga, rompiendo la armonía de la noche.
Sentí el viento helado rasgando mi rostro que quedaba fuera de la máscara, mi cara se tensaba a causa de este, mientras como sombras inhumanas y bestiales los internos reptaban como espectros hacía mí, la única cosa tal vez que su mente torcida podría llegar a temer.

— Observen que trajo la noche, un murciélago— exclamó en tono de burla mientras entonaba una risilla— han llegado noticias a mi hogar que ya eres aquel símbolo que fuiste alguna vez, ¿Qué se siente ser odiado?, ¿Te entristece?— Su voz se engroso— Yo podría poner en tu rostro una sonrisa, te lo aseguro.

Diciendo esto se abalanzo sobre mí con una navaja en mano, contra mi rostro.

*******************************​

Como si apenas comenzará a dar mis primeros pasos, bajo la luz plateada de la luna que se alcanzaba a filtrar por el orificio que era la única forma de escapar de esa prisión, me deslice hasta el polvoso piso de es esta y aún con consiente de que mi cuerpo aún estaba en recuperación me forcé para que mis brazos levantaran una y otra vez toda mi corporeidad intentando prepararme para lo que sería mi último enfrentamiento, ignorando el dolor y enfrentando sus vestigios con coraje y fuerza. Permanecía allí, prisionero, como un extraño con un pasado de caos y tormenta y un futuro en las sombras, busqué aferrarme por segundos a mis compañeros de lucha, como lo haría un soldado en batalla al pensar que la guerra que libra tal vez pueda ser eterna.

Pensé en Gordon, con cierta empatía pues actualmente a él como a mí, lo único que nos quedaba era la lucha y nada más. En aquella chica Casandra, la que me había terminado entregando y vi más allá de lo que hoy era y pensé en lo que había sido, pues alguna vez en mi juventud yo como ella viví al día sobreviviendo con lo que podía, con un pasado que me perseguía y ansiando que algún día llegara la tormenta. En aquel policía novato, huérfano como yo, clamando aún con un fuerte sentido de justicia en un mundo mancillado, igual que lo hacía yo. Incluso en mi amigo Fox, preguntándome si su ingenio e inventiva lo había mantenido con vida en esta guerra.

*******************************​

Aquel maquillaje repulsivo ya parecía haberse fundido en su rostro, apenas se aproximaba, le conecte un puñetazo pero el emitió una fuerte carcajada, continuaría mi ataque cuando sentí un golpe en mi nuca, a pesar que de que la máscara lograba amortiguar un poco el golpe, yo yacía en el piso, mareado, con la vista nublada y aspirando un fuerte olor a sangre, sin embargo logré reincorpórame. Próximo a mí había un hombre calvo portando una varilla de acero en su mano derecha y deduje al instante que él era el que me había atacado. Lo recordaba, era un psicópata que dos veranos atrás había asesinado a 16 inocentes de manera brutal.
Un chiflido efímero, un proyectil de arma de fuego de medio calibre perforando el concreto, termino rozando mi brazo y provocando el desplome de ese infeliz después de impactar en su pecho. De manera precipitada siguieron cientos más. Una luz destelló, un helicóptero sobrevolaba por encima de mí, mientras algunos oficiales de policía arremetían contra los internos, mientras otros, para mi sorpresa comenzaron a rodearme.

—Batman, quedas detenido por ocho homicidios, entre ellos cuatro oficiales de policía y el fiscal Harvey Dent, ¡entrégate o abriremos fuego!

*******************************​

Recorríamos el pasillo a toda velocidad, el hombre que Bane le había pagado para alimentarme y yo, hacia una de las celdas. Un hombre se encontraba agonizante, por lo que había escuchado y sabía, era una afectación respiratoria. El doctor de la prisión quien me termino enderezando la espalda lo hubiese atendido, si no fuese el mismo quien era el que lo sufría.
Su cuerpo se tambaleaba como en una convulsión mientras otros tres hombres de una o de otra manera buscaban contenerlo de tal manera que no terminara haciéndose daño a sí mismo. Segundos después quedo en completa calma, podría haber jugado que estaba muerto si es que al revisar su pulso no me hubiese percatado de sus leves señales de vida. Sin perder el tiempo me aproximé a él para intentarlo hacerlo volver en sí. Mientras realizaba la estimulación cardio-respiratoria con mis manos una superpuesta sobre otra presionando su cuerpo, observé la cara de angustia de varios de los hombres presentes que observaban a su compañero caído en esta situación.

Recordé las palabras del Ras´al Ghul y de su heredero Bane como en su concepción del mundo todo se encontraba perdido y era caos, como ya no había esperanza y la única respuesta justa era la aniquilación y yo yacía aquí en el que se suponía era el peor lugar de la tierra observando como hombres que pudieron haber hecho cosas terribles sentían piedad por un camarada caído y sonreí, porque además de que le hombre volvía en sí y yo era su salvador, yo tenía razón, aun en la umbra más oscura podía surgir un halo de luz.

*******************************

​

Intentaba evaluar mis posibilidades, mientras esta realidad buscaba atormentarme, en la que un hombre corrompido era venerado como héroe y yo era un asesino fugitivo, en mi interior demasiadas voces protestaban por la verdad y yo me forcé a acallarla. En este momento mi mente comenzó a disparar varios recuerdos mientras la batalla continuaba, todos y cada uno de ellos había marcado mi vida. Recodé cuando yacía tendido de rodillas ante aferrado ante los cuerpos inertes de mis padres mientras desconsoladamente lloraba. Entre los disparos un hombre intentó tirarme un puñetazo que esquive sin problema y le contraataqué con una patada estrellándolo en la pared. En ese momento surgió otra memoria, me vi junto con Rachel, ella envuelta entre mis brazos, sobre el balcón del pent-house, en uno de aquellos momentos en el que el tiempo podía detenerse, nosotros desatar nuestros impulsos y esa promesa de mantenernos lejos se veía rota. Tres policías armados arremetieron contra mí, mientras el Guasón aprovecho que lo ignoraban a para atacar a uno de ellos por la espalda, sometí a los otros dos con la intención de dejarlos inconscientes, después de todo en este momento yo también era su enemigo y terminé frente a frente a él mientras sus ojos maníacos buscaban penetrar mi ser buscando contagiarme de su locura.

Una imagen de Alfred sobrevino a mí, con un gesto casi paternal el me observaba mientras permanecía sentado a un costado de mi cama, mientras yo con nueve años de edad me encontraba en un estado catatónico intentando lidiar con las memorias de mi última pesadilla, mientras acariciando mi cabeza y revolviendo mi pelo él decía “Joven Wayne todo irá bien, estoy contigo” y yo me tranquilizaba. El maníaco buscaba cortarme, dando amplias y erráticas zanjadas al viento, logre conectarle dos puñetazos y entre sus risas el ultimo lo dejo inconsciente, activé una de mis bombas de humo y como un fantasma logré desvanecerme entre la oscuridad entre los techos de Gotham.

​

*******************************

—¡Deh-Shay, Deh-Shay, Bah Sah Rah. Bah Sah Rah! — Exclamaban eufóricos los presos.

Me dirigía ante aquel orificio en el techo que era la única forma de salir. Sentía que cada vez que un hombre buscaba lograr esta hazaña, los que observaban desde abajo se imaginaban a sí mismo, soñando algún día poder escapar. El hombre que precedía lo que yo veía como una especie de ritual me señalo que subiera y comencé a subir. Me despojé de la cuerda pensando en mi miedo y el miedo que llegarían sentir cuando volviera, pensando en que ya que había caído como decía mi padre este fuera mi momento de levantarme y como el niño de la leyenda realice un salto de fe.

Yo no era un héroe, pues un héroe es invencible y yo podía ser destrozado, un héroe era una luz que guiaba a otros y yo era un guardián que residía en la oscuridad, yo era un símbolo inmortal, un forajido, un caballero de la noche esperando el momento para ascender. En este momento mis manos lograron alcanzar el otro extremo de aquel hacía la libertad.