Long-fic de Inuyasha - Cómo pasa el tiempo

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Bryan D Patico, 18 Abril 2014.

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    Bryan D Patico

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    Buenas Tardes, antes de dejarles mi fic me gustaría comentarles que nunca antes había realizado uno de Ranma 1/2 por lo que les pido que si cometo algún error o tienen alguna sugerencia me la hagan llegar de cualquier forma posible. Cabe destacar que el Fic se basa en la trama hasta dónde la dejó el anime NO el manga, principalmente en el aspecto de que Ranma aún no conoce a su madre o por lo menos no vivió con los Tendo. Dicho esto, espero que lo disfruten.

    _______________________________________---
    Prólogo (Cómo pasan los años)
    La tarde era lluviosa, Nerima se sumergía un profundo llanto al tiempo que una solitaria chica caminaba al lado del río. Tanto tiempo había pasado y aun así no podía dejar de lado aquella intensa soledad de ausencia; algo le faltaba y sabía muy bien lo que era. Estaba vacía al despertar, al desayunar, al ir y venir de la escuela, aun cuando reía se sentía sola. Tanto tiempo y las cosas seguían siendo igual de difíciles que al principio, no se explicaba cómo podría vivir si la situación se alargaba por más tiempo.

    Este año estaba cerca de terminar y entonces solo le quedaría un año ahora para terminar la escuela superior.

    -Como pasa el tiempo…

    La mano de la joven se posó suave sobre su mejilla al tiempo que su sombrilla calló al suelo, su rostro estaba empapado pero no la lluvia, el agua que ahora corría por sus mejillas era tibia y un tanto salada. Había vuelto a llorar. Después de todo hoy se cumplían dos años... dos años sin Ranma.

    Para el tiempo en que la señorita Tendo llegó a su doyo la lluvia ya había cesado y unos tenues rayos de sol se asomaban curiosos en el cielo. La joven de cabello azul había recibido gran cantidad de lluvia y ahora sus ropas estilaban.

    -Ya llegué –dijo mientras abría la puerta y se retiraba los zapatos- ¿papá, Nabiki?

    -¡Akane! –se escuchó desde lejos al tiempo que unos pasos corrían a toda prisa hacia la chica- Akane mi vida, ¿cómo estás? –concluyó el señor Soun abrazando a su hija.

    -jeje… pues mojada papá –un tanto extrañada por la reacción de su padre-, ¿qué pasa, por qué tan feliz?

    -Oh hija, ¿cómo me preguntas eso? A propósito, ¿por qué estás tan mojada y dónde está Ranma? No me vayas a decir que ya se volvieron a pelear.

    La chica miró desconcertada a su padre, tanto ella como él sabían que Ranma había partido a China hace ya dos años y si aquello era una broma a Akane no le hacía nada de gracia. Hoy se cumplían dos años de la terrible humillación de sufrió Ranma y del mismo día que se retiró con su padre a China jurando no volver hasta lograr revertir su maldición. Por supuesto, la decisión no fue bien recibida por la familia Tendo, en especial por la menor de todas quien solo pudo cubrir toda su tristeza con un profundo enojo e indiferencia hacía su prometido.

    El tiempo había pasado y aunque no fue fácil los minutos y los días pasan sin perdonar dolor alguno. Akane había ya avanzado un año de la escuela superior y estaba a poco de concluir el segundo, su cuerpo también había cambiado. Nunca descuidó su entrenamiento y con la flor de su adolescencia el ejercicio, lejos de darle un cuerpo más masculino, se había encardo de definir muy bien sus curvas, ahora su cabello era más largo y lacio aunque no tan largo como en el tiempo en que Ranma llegó a su vida. Su hermana Nabiki llevaba ahora un año estudiando en una Universidad en Osaka y pronto volvería también a casa. El doyo Tendo había tenido bajas sensibles, sin embargo, de todas una dolía en especial.

    -Papá –con vos baja y triste- sabes que no me gustan esa clase de bromas.

    Soun se separó de su hija y la miró sorprendido un momento. El momento se alargó y se alargó. Mientras los ojos abiertos como platos del señor Tendo incomodaban más a su hija el silencio también crecía.

    -A… Akane, ¿de qué hablas, acaso no has visto a Ranma de camino?

    -¿A… a, Ranma? –La chica era ahora la que le dedicaba la mirada de confusión a su padre… su cerebro estaba procesando sus pensamientos de forma extrañamente lenta-. Te, te refieres a que Ranma…

    -Sí –tomándola por los brazos-, Ranma volvió esta misma tarde, fue al colegio a inscribirse por eso pensé que se verían.

    Sin decir ni una palabra más la joven salió corriendo del doyo, no le importaba su ropa mojada ni su cabello desaliñado por la lluvia, Ranma había vuelto, después de dos largos años Ranma al fin había vuelto. Todos sus temores, todas esas preguntas que la habían atormentado por tanto tiempo se disiparon en menos de un segundo, todo lo que le importaba ahora era llegar al colegio, llegar con Ranma.
     
    Última edición: 20 Abril 2014
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    ^^ Muchas gracias a aquellos que lo hayan leído sean del foro o no (si es que alguien lo leyó, claro). Cabe decir que esta idea la tenía rondando en mi cabeza hace mucho tiempo y aunque no sabía si sería bien tomada por quienes la leyeran igual decidí hacerla.

    No me dio tiempo de revisar lo que escribí ya que estoy muy presionado por lo tanto si cometí algún (o varios) errores de ortografía me disculpo. Como siempre cualquier comentario, queja o sugerencia serán bien recibidas. Gracias.

    ________________________________________________---
    Capítulo 1
    ¿Al fin en casa?



    Aquellos años casi dos años en china habían sido muy difíciles, el chico de ahora 17 años había arriesgado mucho y sabía que no solo él soportó todo el peso de su decisión; en parte se sabía un poco egoísta pues la familia Tendo le había dado mucho tanto a él como a su padre y el dejarlos así de repente sin duda había sido un duro golpe para todos. Su pésimo chino había mejorado con el tiempo y sus calificaciones en china resultaron ser casi un milagro, era increíble que hubiese conseguido aprobar todo; ahora, con solo dos meses restantes para concluir su penúltimo año en la escuela superior ahora rezaba porque su solicitud fuera aprobada; después de todo, no era normal recibir a un alumno faltando tan poco para acabar el periodo.

    -Saotome Ranma –dijo la amable de voz de la chica que salió de la oficina.

    Aquella joven mujer exhibía un elegante traje gris que concluía en una falda del mismo color apenas tres centímetros por encima de su rodilla; su cabello estaba amarrado con una prensa y una hermosa sonrisa se le dibujaba en el rostro. Ranma estaba seguro de no haberla visto antes, es más, el director nunca había tenido secretaria y menos una con vestimenta tan elegante. Eso definitivamente no iba con aquél viejo loco.

    Por un momento Ranma se alegró dentro de sí, tal vez y solo tal vez aquél excéntrico personaje medio Hawaiano se hubiese retirado de su cargo y ahora el colegio era un lugar más formal.

    -Sí, gracias. Ya paso.

    El joven dejó su silla de plástico y se dispuso a entrar en la oficina. Se había puesto su mejor traje para dar una buena impresión; típico atuendo chino de color verde y boina del mismo color con una pequeña estrella roja en el centro. Aquél traje tenía ya algunos años y, aunque ahora le quedaba un poco más tallado aún cumplía con el propósito, además, no tenía nada mejor que ponerse. Al fin dio un paso dentro de la nueva oficina esperando encontrarse con la fría ola de aire proveniente de algún dispositivo de enfriamiento eléctrico; esas cosas ya estaban poniendo de moda aún en invierno.

    Al dar un paso dentro de aquél lugar la puerta se cerró a sus espaldas ocultando por completo toda luz. El joven quedó completamente a oscuras y su mente tardó unos segundos en darse cuenta que aquello no era una oficina normal. Súbitamente sintió como si todo el suelo se aflojara y en menos de lo que pudo parpadear se vio bajando a alta velocidad en una especie de plataforma hidráulica. El viaje fue largo en distancia como si bajara a lo profundo de un poso sin embargo no duró más de diez segundos.

    Cuando la plataforma se detuvo la gravedad empujó al joven de cabello negro hacia el suelo. El golpe fue duro en su espalda sin embargo, lejos de frotarse la espalda sus manos se dirigieron rápido a los ojos. Una fuerte luz blanca iluminó lo que parecía ser un cilindro gigante que se extendía al menos unos 20 metros hacia arriba. Una pantalla se encendió ahora en la pared justo al lado de una bocina. El sonido tuvo el mismo efecto que un bocado de la comida de Akane.

    -Ehehehe… mi querido Ranma, dime que aún me recuerdas –la espantosa voz salió con una fuerza estridente y resonó en todas las paredes del lugar-, parece que después de todo sigues teniendo ese horrible cabello, deberías cortarlo ¿no crees?

    -Estás loco viejo demente –poniéndose en pie- es increíble que siendo mi primer día y me recibas con ese cuento viejo.

    La imagen apareció de repente en la pantalla. Un hombre ya mayor con una extraña palmera en su cabello se encontraba llorando justo en medio del monitor mientras que con su brazo izquierdo se tapaba los ojos y parte de la cara. Una vez más la voz con el extraño acento resonó por el lugar.

    -No puedo creer que seas tan malo conmigo Ranma, después de todo construí toda esta falsa oficina para darte la bienvenida a ti –sin parar de llorar.

    -Ah… bueno, siendo de ese modo…

    -De todas formas, no importa, solo quiero decirte que tu trasferencia está aprobada –mostrando una forma escrita con el sello de “aprobado” por la pantalla.

    -Valla gracias director –sonriendo-, es bueno saber que por lo menos me ha ayudado en esta.

    -Claro… -al tiempo que un extraño brillo se reflejó en sus lentes de sol…- Antes debes cortarte el cabello.

    Una compuerta secreta se abrió de una de las paredes a la espalda y de ella el maníaco director se abalanzó hacia el chico con unas extrañas navajas de cabello en cada mano.

    -Este viejo… -volteándose para propinarle una patada que mandó al directo a volar rompiendo las frágiles paredes de papel de las que estaban hechas aquél extraño lugar- ¡Nunca cambiará!

    ***
    Un fuerte ruido llamo la atención de la chica. Al parecer venía cerca de las canchas de deporte. Se dispuso a correr ahora en esa dirección, llevaba ya algunas horas buscando por toda la escuela sin encontrarlo y, sabiendo que Ranma estaba de vuelta, esos fuertes sonidos le traían recuerdos que le erizaban de forma estremecedora toda la piel. “Ranma de verdad ha vuelto”.

    Los árboles se movían con la fría brisa del viento, el sol estaba cerca de ponerse y su corazón latía cada vez con más fuerza. Su condición física había mejorado bastante los últimos años, lo sabía, después de todo parte de su motivación a entrenar más duro había sido él. Llegó a un lugar desde donde se ponía ver una gran torre de papel maché y bambú. Por uno de los costados habían un gran agujero y de él salía un apuesto chico vestido de verde. Lo había encontrado, esta vez no había duda, estaba segura de aquello no era un sueño. Al fin lo volvería a ver.

    -¡Ranma! –Gritó levantando una mano.

    El joven de ahora 17 años alzó la vista y la vio. Una preciosa mujer de cabello lacio y azul corría agitando su mano en el aire. Por un momento no supo de quién se trataba sin embargo esa voz, esa cara… esa sonrisa, era simplemente inconfundible “Akane” pensó. Su pechó empezó a arder de forma repentina y el corazón comenzó a latir de sobremanera. Mucho tiempo había soñado con este momento, a pesar de que Akane lucia distinta a como la recordaba eso ahora no importaba.

    El sol estaba justo en su punto antes de esconderse en el horizonte, los tibios rayos anaranjados alcanzaban el rostro de los jóvenes mientras ambos corrían uno en dirección al otro. La escena no podía ser más romántica; ni Akane en todas sus fantasías había imaginado algo similar. Los dos, corriendo felices hacia el otro, con el más bello atardecer de finales de otoño como fondo, todo era perfecto, todo era mágico. Sin embargo, por más hermosa que fuera aquella escena la señorita Tendo solo deseaba que se terminara pronto y hacía poderse fundir en los brazos de Ranma.

    -“Wo de airen” –aquellas palabras hicieron que ambos jóvenes pararán en seco su carrera. Eso y el fuerte sonido de una bicicleta al caer justo en medio del camino de ambos chicos.

    Una hermosa joven de cuerpo fino, esbelto y muy bien dotado se encontraba ahora entre los dos jóvenes. Su hermosa y lacia cabellera morada no había cambiado prácticamente en nada. Lucía un hermoso traje chico color rosa con detalles del mismo color de su cabello y montaba un bicicleta especialmente modificada para llevar pedidos de color celeste claro. Su cuerpo había crecido un poco más no solo en altura sino que casi en todos los aspectos. Pronto se bajó de su vehículo y sus llorosos ojos se dirigieron a los chico.

    -Ranma, al fin volviste por mí –su acento había mejorado bastante y su cara parecía no haber experimentado ninguna huella de los años-, te he estado esperando mucho tiempo esposo mío, pensé que no volverías.

    -Ah bueno yo… jeje, Shampoo… es bueno verte de nuevo pero es que… -el heredero del combate estilo libre del clan Saotome se comportaba tal cual lo hubiese hecho hace dos años, al parecer algunas cosas no cambiarían. Su frente comenzó a sudar y sus manos se movían intentando negar lo que su boca no lograba decir.

    De repente, un extraño y fuerte calor comenzó a arder en cerca de su espalda. Podía sentir la rabia, la furia y entonces esa sensación de familiaridad recorrió todo su cuerpo. El sentimiento en sí era bastante confuso. Algo dentro de él le decía que era normal, que estaba en casa y que aquello era parte de lo que tanto extrañó en China; sin embargo, otra parte dentro de su cabeza le decía a gritos que corriera mientras tenía tiempo.

    -Sí… Ranma… -dijo una enojada voz a sus espaldas-, ¿por qué no vas y saludas a la loca de tu noviecita?

    De alguna manera Akane se las había arreglado para arder en cólera a sus espaldas. Entonces el chico entró en razón. Se giró para ver a la furiosa Akane y comenzó a sudar de forma más rápida, sus manos no dejaban de moverse en inútil intento de conservar la calma o por lo menos calmar a la furiosa chica que ahora tenía en frente.

    -No Akane… yo no volví por Shampoo lo que sucede es que yo solo salía y pues me dirigía a tu casa y todo sucedió muy rápido.

    -¿Con que ibas hacia mi casa eh? –dijo la joven sonriendo falsamente-, pues entonces yo te ayudaré a llegar.

    El golpe que le propinó fue mucho más potente de los que Ranma podía recordar. Estaba enojado, por supuesto que lo estaba, prácticamente dos años lejos y las cosas seguían tal como estaban. Sin embargo… Akane se veía muy linda, más linda que antes… A pesar de que ahora estaba incrustado de cabeza en el duro tejado del doyo Tendo él estaba feliz. Después de todo. Ya había vuelto.
     
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    Kyouko Kiryuu

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    Hola, debo decir que es bueno leer algo aparte de Inuyasha en el fandom, hay casi pocos (?) escritos de Ranma, ayer leí el capítulo anterior, pero no me dio tiempo de comentar.
    Se me hizo interesante leerlo, me atrapó desde el inicio, pensando y preguntándome muchas cosas, que iré descubriendo conforme pase el tiempo.

    La parte del director y Ranma me la imaginé como si estuviera viendo el anime, no pude evitar sonreír.
    Sólo como sugerencia te recomiendo usar el guión largo (—) en vez del corto (-) para los diálogos. Tienes buena ortografía, no noté ninguna o al menos me concentré más en la trama que en otra cosa.

    Estaré esperando ansiosa la continuación.

    Saludos.
     
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    Bryan D Patico

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    Muchas gracias por leer a todos los que lo hagan. Espero que les guste la historia.
    Kyouko Kiryuu muchas gracias por tu comentario y por tu observación; ya lo del guión largo me lo habían dicho hace un tiempo pero mi teclado es demasiado extraño y me cuesta demasiado utilizarlo, de hacerlo tardaría siglos haciendo un simple capítulo. Sin embargo justo ahora estoy viendo que Fanficslandia tiene la opción de guión así que para el siguiente capítulo lo tendré en cuenta.

    Como siempre, cualquier sugerencia comentario, crítica o amenaza de muerte será bien recibida. Disculpen cualquier error. El capítulo es un poco corto pero decidí que era mejor dejarlo así.

    ___________________________________---
    Capítulo 2
    Un amigable… reencuentro


    Los tibios rayos del sol y la fresca brisa de la mañana daban la mejor sensación de tranquilidad que Ranma podría soñar. Era bueno estar en casa… era muy bueno. Hoy se había despertado más temprano que de costumbre y desde el tejado observaba como se acercaban las nubes desde el norte. Sabía que la temperatura bajaría más conforme el día avanzará, después de todo sería un lindo día de brujas en Nerima.

    ***​

    Hasta el momento no había podido hablar con él. Cuando regresó de la escuela lo encontró durmiendo. Quizá por el fuerte golpe que le propinó pero era más probable que el largo viaje le hubiese quitado todas las energías. Al fin dormirían de nuevo bajo el mismo techo. Hoy sin embargo, estaba dispuesta a hablarle, aún en su cama veía como el sol se asomaba por su ventana. Con una alegre sonrisa decidió que esta vez sería distinto. La vida le había permitido estar de nuevo junto a él y ahora no dejaría pasar la oportunidad; el miedo de no volverlo a ver con que vivió los últimos dos años no lo quería volver a sentir.

    La menor de las Tendo se levantó al sentir un ruido en el techo, justo encima de su habitación. A pesar de que el sol ya había salido quizá algún ladrón intentase irrumpir en el doyo. Tomó en sus manos la vieja espada de bambú con que solía practicar y se dispuso a enfrentar al rufián. Primero asomó la cabeza por la ventana pero no vio nada, entonces, a como pudo, logró salir a través de ella y escalar hasta el techo. Aquello, sin embargo, no era la mejor imagen para empezar el día.

    -“Wo ai ni” Ranma –La hermosa joven china se encontraba prácticamente encima de un temeroso Ranma. Las palabras salían cariñosas de su boca mientras frotaba su mejilla con la del chico. Ranma por su parte no emitía sonido alguno más que un leve lamento. Sus manos se levantaban en el aire como con miedo de que tocaran a la joven y sus piernas parecían estar sufriendo alguna clase de parálisis.

    -Vaya, vaya Ranma –incorporándose por completo sobre el tejado y aun empuñando su espada-, tu sí que no pierdes el tiempo, ¿eh?

    -Ha… no, no, Akane –revolcándose como una lagartija asustada-, ella solo apareció de repente y yo…

    -Tu feliz de la vida, ¿verdad? Pues no te preocupes… ahora mismo les alegró aún más el día.

    La joven alzó en alto su espada y se dispuso a asestarle un buen golpe a la joven pareja; sin embargo, algo se interpuso en su camino. Un viejo bastón de madera antigua detuvo su espada, aquél viejo instrumento tenía la fuerza y consistencia del mejor de los metales y no se movía ni un poco a pesar del fuerte golpe que Akane le había dado con su espada.

    -Tranquila joven Tendo –dijo la melosa voz de anciana-. Shampoo me contó que el prometido había regresado y tuve que venirlo a ver con mis propios ojos. Después de todo no pudo llegar en mejor momento –concluyó agudizando la vista.

    -Pues si solo venía a eso pudo haber venido usted sola –reclamó la joven de cabello azul-, además no creo que lo que su nieta le hace a Ranma sea correcto –de repente, dejo de hablar en tono enojado y pensó un poco en lo que la abuela había dicho-, disculpe pero, ¿por qué dice que Ranma no pudo llegar en mejor momento?

    -Bueno, mi querida Shampoo acaba de cumplir los 17 años y me parece que ya va siendo tiempo de que consumen su matrimonio.

    -Con…sumen… -las palabra hizo que Akane se sonrojara con solo decirla al tiempo que una profunda tristeza le invadía el pecho.

    -¿Pero qué quiere decir vieja loca? Si yo no me he casado con su nieta.

    -Ranma… -abrazando cariñosamente al chico que recibió un fuerte escalofrío a lo largo de toda la columna-, eso se puede solucionar muy rápido amor mío.

    -¡Ranma! ¿De qué está hablando esta señora, cómo puedes hacerle esto a tu padre? –Genma se las había arreglado para llegar al rejado y ahora lloraba al escuchar lo que sucedía.

    -No puedo permitirte esto jovencito –dijo la voz del señor Tendo que se encontraba al lado de su viejo amigo-, ya tienes un compromiso con mi hija Ranma, no puedes fallarnos.

    El joven se encontraba completamente abrumado por la situación, no sabía qué decir y menos qué hacer. Buscó con la mirada alguna posible salida pero no encontró nada que le sirviera; por fin, se dispuso a hacer lo que hace años no logró, hablaría, diría lo que él pensaba, al fin diría lo que él sentía, no podía permitirse seguir estando en ese tipo de situaciones. Justo cuando abrió la boca para hablar un fuerte golpe en el tejado distrajo la atención de todos.

    -Ranma, ¿cómo que quieres hacer cochinadas con mi Shampoo sin estar casados? –Mousse había hecho aparición ahora al tiempo que una de sus pesadas cadenas rompió algunas lajas del techo. Su cuerpo había crecido un poco pero seguía vistiendo el mismo traje blanco y las extrañas y enormes gafas de toda la vida. A decir verdad, su aspecto no había cambiado casi nada -. Eres un cerdo Ranma, no tienes derecho ni de ver a Shampoo.

    El joven chino dirigió ahora su cadena hacia Ranma; la velocidad con que el objeto metálico se acercaba sorprendió mucho al chico de la trenza, no recordaba que Mousse tuviera tanta fuerza. Sin embargo, otro día tendría tiempo para pensar en ello, por el momento debía defenderse. Se preparaba para desviar la cadena de una patada y llevar el encuentro a otro lugar dónde Akane no se viera involucrada, no obstante, justo antes de actuar la cadena se vio interrumpida por una pesada sombrilla roja que se clavó en el techo del doyo.

    -No permitiré que hagas estupideces Mousse. ¡Pudiste lastimar a Akane! –Ryoga apareció de pie sobre un poste de luz antes de avanzarse contra el chico de gafas. –No… -tomando su sombrilla- permitiré –corriendo hacia Mousse- que lastimes ¡A mi Akane!

    Ahora el techo de los Tendo se había convertido en un verdadero desastre, mientras Ryoga y Mousse tomaban parte de una intensa batalla el señor Tendo veía llorando como destrozaban su techo, la abuela simplemente se retiró mientras que Shampoo se unió a la batalla furiosa con Mousse por atacar a Ranma. El señor Saotome se sentó al lado de su amigo para comerse una taza de arroz que había ido a recoger abajo. Ranma, por su parte, tomó a Akane de un brazo; la chica lo miró sorprendida para luego sentir como su prometido la tomaba en brazos y se elevaba con ella por los aires.

    -Vámonos Akane, no es seguro aquí –mientras saltaba sobre los tejados.
     
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    Bryan D Patico

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    Hola ^^ Espero que quienes estén leyendo este fic lo estén disfrutando (si es que alguien lo hace), créanme que me esfuerzo por hacerlo interesante sin embargo debo decir que ya estoy un poco (bastante) oxidado. El capítulo de hoy es un tanto corto pero de nuevo, creo que era lo mejor dejarlo así, espero no haberme equivocado.

    Como siempre cualquier comentario, crítica o sugerencia serán bienvenidas. Muchas gracias por leer.
    ___________________________________________---

    Capítulo 3
    “Al fin solos”



    El mundo había dado muchas vueltas desde la partida de Ranma en especial para Akane. Pasaron días en los que no podía creer lo que había sucedido, de verdad se había ido, sin importarle nada, solo se fue. Por supuesto la joven Tendo no demostró nunca lo sentía, sin embargo, cuando se encontraba sola en su habitación no podía evitar llorar. Toda clase de pensamientos pasaban por su mente… “quizá… quizá el nunca me quiso, quizá fui solo yo… quizá todo fue una ilusión mía” aquél pensamiento la había atormentado durante la primer semana que pasó sin Ranma.

    Caminaba por la calle sin ver por dónde pisaba y en el colegio, la voz de sus amigas era un lejano eco sin sentido. Aunque no quería demostrarlo pronto todos supieron cuánto sufría por la separación de su prometido. Sus amigas buscaron cientos de forma de distraerla, helados, karaoke, la feria… nada, nada podía quitarle aquél horrible pensamiento de su mente.

    —¿Y Ryoga?— Dijo Sayuri.

    —¡Sí! –Completó Yuka—, Es una idea excelente Akane, no puedes decir que no.

    —¿Ah? —un tanto ausente—¿Qué pasa con Ryoga?

    —Pues que es guapo —dijo Yuka acercándose bastante a Akane.

    —Además —aportó Sayuri pegándose a Akane por el otro costado—, es atento, caballeroso, fuerte y está loco por ti.

    —Creo que están exagerando chicas… —sin levantar su mirada del suelo.

    —Pues deberías pensarlo Akane. No sabes si Ranma volverá ni si quiera sabes si cuando vuelva aún querrá mantener el compromiso. Por otra parte Ryoga está aquí y la verdad, necesitas hacer algo y dejar esa condición en la que vives.

    —Yo… —la chica no opinó más nada, se limitó a seguir mirando el suelo, no quería que nadie lo supiera pero aquella posibilidad también había cruzado por su mente hace unos días. Nunca había visto a Ryoga como algo más que un simple amigo pero ahora, últimamente, la idea parecía una posible salida a todo su dolor.

    No sabía por qué aquél recuerdo le había llegado justo ahora, justo en el momento en el Ranma la tenía entre sus brazos y la cargaba de edificio en edificio. Dos años había soñado con volverlo a tener cerca, con volver a sentirlo sin embargo, aquella situación no la deja en paz. Sabía lo que seguí, sabía que una vez estando lejos sería el momento de su verdadero reencuentro, volvería a hablar con Ranma, volverían a verse a los ojos y, lo que más le asustaba, se pondrían al día con todo lo sucedido… y ahí sería el momento de decirlo, debía hacerlo.

    No sabía con exactitud cuánta distancia habían recorrido, por lo menos sí se habían alejado bastante. Divisó a lo lejos el esqueleto metálico de lo que en futuro sería un gran edificio y se dirigió allí. La mañana era ahora más fresca y a tal altura la brisa de otoño se sentía en su máximo esplendor. Dejó cuidadosamente a Akane en el suelo y se sentó. La chica también se sentó, sin embargo, su mirada se fue directamente al suelo como si tuviera miedo de ver a Ranma.

    —Ah… ¿Estás bien Akane, te lastimaste?

    —No… gracias Ranma –sin levantar la mirada.

    —Jeje —riendo—, pues que bien, me preocupaste por un momento. Pero bueno —con mucho más ánimo—ya estamos solos, la verdad es que quería hablar contigo desde que llegué, pero ya ves que no he podido.

    —Sí, ya lo noté— con la voz un tanto quebrada.

    —¿Qué pasa Akane? Algo debe estar mal, generalmente no eres así.

    —Ranma… —dedicándole la más triste mirada que el joven hubiera visto—, yo… yo pensé que no volverías, creí que me habías abandonado —empezando a llorar—, creí que no significaba nada para ti, Ranma… ¿Cómo pudiste irte así Ranma? —llevándose las palmas de sus manos contra los ojos tratando inútilmente de evitar el profundo llanto que salía de su alma.

    —Akane yo –sumamente preocupado, no sabía si acerarse, si abrazarla, ni si quiera sabía si debía hablar; por fin decidió que tenía que decir algo —Akane, yo lo siento… yo, no pensé tú tienes razón Akane, fui un tonto, tienes todo el derecho a haber pensado eso de mi; Akane, solo quiero que sepas que lo siento, lo siento mucho.

    Sin previo aviso la menor de las Tendo se lanzó en los brazos de Ranma quién instintivamente la abrazó; posó su mano en la espalda de la chica por debajo de su lacio cabello y se dispuso a sentirla llorar desconsoladamente, sabía que no había nada que pudiera hacer, sabía que había cometido un grave error al irse así, si bien no lo notó en el momento, tiempo después de haber llegado a China la idea lo había atrapado… partió con tanta furia y prisa de Japón que Akane podría haberse sentido muy mal, y al parecer no se había equivocado.

    —Perdóname Ranma —aún entre el llanto y con la respiración agitada—¡Perdóname!— Gritó pegada al pecho del joven.

    —Akane yo… —sintiéndose aún peor—, yo no tengo nada que perdonarte, fue mi culpa, me fui dos años sin decirte casi nada y tú me esperaste aquí, tenías derecho a enojarte conmigo.

    —No… —bajando un poco la intensidad de su llanto—, tú no lo entiendes Ranma —alzando la vista para ver los ojos del chico—, yo… yo no te pude superar Ranma… yo no pude —volviendo a llorar un poco más.

    —¿Qué? —Confundido—¿A qué te refieres con que no me pudiste esperar?

    —Yo… —llorando de forma más profunda—… yo… yo acepté a Ryoga como novio —estallando en llanto una vez más…

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    De nuevo gracias por leer. Por cierto no he visto más fics de Ranma en este foro, pensé que al menos habría uno... ^^intentaré traer unos cuantos para aquellos quienes nos gusta Ranma además de Inuyasha.
     
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  6.  
    Kyouko Kiryuu

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    Ni siquiera me di cuenta que me había perdido un capítulo, que te digo el anterior me dio mucha risa de sólo imaginarme la escena cómica en la que aparecen todos frente a Ranma.

    En este último capítulo me dejaste sin habla, no me esperé que Akane hubiese aceptado a Ryoga como novio, por un momento sacaste mi lado fangirl con esos últimos diálogos. Ahora me entraron las ansias de saber que más pasará ante la confesión de ella y cómo reaccionará Ranma ante eso.

    Por cierto sólo noté unos mínimos errores de coherencia en el primer y segundo párrafo.
    Lee esa pequeña oración de nuevo y esa parte que remarqué es donde se pierde la concordancia, si no me equivoco faltó un "que". Es algo mínimo, así que tranquilo. C;

    Y pues estaría genial que nos trajeras mas historias de Ranma, al menos para que haya algo más que leer aparte de Inuyasha.

    Estaré al pendiente de la siguiente continuación, no la dejaré pasar. :)

    Saludos.
     
  7.  
    Bryan D Patico

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    Bueno, ya como que se me hizo costumbre lo de los capítulos cortos. Gracias a Kyouko Kiryuu por leer y por hacerme ver mis incongruencias. Igual gracias a todos los que leen el fic. Como siempre cualquier comentario es bienvenido. Espero que les agrade
    _______________________________________________---

    Capítulo 4
    “Pedazos”



    No quería llegar a la casa, la verdad, no quería nada, el desconcierto y el pesar eran enormes, llevaba horas caminando sin rumbo por las calles de la ciudad y ya empezaba a oscurecer; a pesar de sus conocimientos en artes marciales, no era recomendable pasearse así durante las noches y menos en noche de brujas, había gente que enloquecía en estas fechas. Pensó entonces en regresar a casa, pero de nuevo, la imagen de su rostro le hizo detenerse, le daba igual que le hicieran algo malo, le daba igual si le atacaban o asaltaban… incluso había pensado no oponer resistencia alguna; el imaginar este día la había atormentado por meses pero nunca pudo imaginarse tanto dolor. Akane se encontraba devastada y por primera vez, Ranma no había tenido la culpa de nada.

    En un tejado no muy lejano se encontraba la desecha figura de un hombre. Al principio no pudo hacer absolutamente nada, se quedó estático sin dejar de observar a Akane a los ojos, se quedó ahí, esperando algo, no sabía qué, solo algo, cualquier cosa, cualquier seña que le dijera esperanzas de que aquello no era cierto, que solo era una cruel broma de bienvenida, por haberse ido de repente… nada, Akane lo veía igual de estática, sus ojos no mentían, aquello era cierto.

    En cuanto pudo reaccionar se puso en pie y luego se marchó. No le importaba cómo se las arreglaría Akane para bajar de aquél lugar, no sabía dónde iría, no sabía qué hacer. Había tomado la decisión de hablarle al fin, de decirle la verdad, lo había esperado tanto tiempo mientras entrenaba en china y ahora, en el momento en el que al fin confesaría sus sentimientos pasaba esto… “¿Por qué… por qué… por qué?” Solo esa preguntaba atravesaba su mente hasta que sucedió lo inevitable, imágenes de Akene y Ryoga riendo juntos, felices… besándose… y entonces lo sintió, algo por dentro se había destrozado por completo. Ahora en aquél tejado, no lloraba, no reía, solo veía el horizonte… no podía hacer nada después de todo.

    ***​

    —¿Entonces señor Saotome, qué dice?

    —Me parece señor Tendo, creo que ya es la hora. Estoy tan feliz por esto, lo he esperado toda mi vida.

    Los dos amigos se encontraban en el doyo arreglando una suntuosa decoración, la felicidad desbordaba del rostro de cada uno. Tiras de colores de papel maché, adornos circulares y una gran pancarta que leía “Felicidades Ranma y Akane” eran los nuevos inquilinos del que servicie como salón de entrenamiento por tanto tiempo, sin embargo, hoy se vestiría con su mejor gala, le habían tallado bien el piso hasta dejarlo reluciente, todas sus paredes fueron limpiadas y ahora le adornaban con tan hermosos colores, no podía ser un doyo más feliz.

    —No cabe duda que Ranma será un gran esposo para Akane.

    —Así será Tendo, el chico ha madurado bastante y aunque sigue siendo algo tonto no dudo que cuidará bien de Akane y del doyo. Además Akane también es una buena chica. Estoy seguro que sabrán resolver sus diferencias y se harán cargo del lugar.

    —Así será Saotome, así será.

    Ambos amigos rieron al unísono y siguieron con su decoración. Ninguno de los prometidos había llegado aún y aquello era un buen indicio, posiblemente su reencuentro había sido tan romántico que se tardarán un buen tiempo más. Al terminar apagaron la luz y se fueron a dormir, satisfechos con su trabajo y esperando ansiosos el día de mañana. Tantos años esperando y al fin estaba a punto de suceder.

    Ranma fue el primero en llegar, procuró no hacer ningún ruido, después de todo eran ya pasadas la media noche y no quería molestar a nadie, no se encontraba en condiciones de ganarse otro problema. Abrió cuidadoso la puerta principal, dio un paso dentro, luego otro y cerró la puerta en completo silencio. Al parecer había logrado su objetivo.

    —Ranma.

    La voz de Nabiki por poco le provoca un ataque al corazón. La hermana de Akane se encontraba al pie de las escaleras, al parecer había llegado durante el día y ahora le miraba fijamente. Se había dejado el cabello tal como lo tenía antes, sin embargo su cuerpo había tomado más forma y había crecido un poco más. Modelaba ahora un pijama de camisón corto que dejaba expuesto su abdomen y unos pantalones de tela suave que seguían muy bien las cuervas de su cuerpo. Sus ojos denotaban cansancio y en sus manos sostenía un papel blanco doblado en cuatro.

    —Nabiki, hola —recuperándose del susto y susurrando—. No sabía que ya habías llegado.

    —Sí Ranma —poniéndose en pie y sin tener ningún reparo en modelar el tono de su voz—, sé que te mueres de ganas de saludarme, ¿verdad? —dedicándole una mirada sumamente provocadora.

    Ranma abrió bastante los ojos impresionado por la actitud de la joven. No tenía idea de por qué Nabiki se comportaba de aquella forma pero vaya que le causó una fuerte reacción. Su tez se sonrojó a más no poder y comenzó a sudar bastante, intentó decir algo pero su voz se ahogaba en su garganta antes de poder salir y lo único que logró esbozar fue una absurda mueca junto a una especie de chillido completamente carente de sentido.

    —Es broma Ranma —sonriendo—, no tienes por qué ponerte así. Es solo que quería darte esto —extendiendo su mano con el pequeño papel en ella—, supongo que ya hablaste con mi hermana y como la pobre es tan tonta no habrá explicado bien la situación.

    Ranma tomó el papel pero no quiso abrirlo, Nabiki también sabía lo de Ryoga y aquello lo ponía aún más triste. De nuevo su ánimo se vino abajo y solo se limitó a agradecer y subir a su habitación. No importa lo que estuviera en el papel, nada de lo que Nabiki dijera le podría animar. Akane no era suya, ya no más.

    ***​

    —¡Akane! —El joven escuchó como la puerta principal se abrió para luego cerrarse sigilosamente, debía de ser ella. La había estado esperando despierto desde que leyó aquella carta. Aquello debía de confirmarse y solo ella podría hacerlo-. Debo hablar con ella, debo exigirle que me explique esto.

    ***​

    “El doyo Tendo les invita de la manera más cordial a la gran celebración del matrimonio del joven Ranma Saotome heredero del estilo combate libre Saotome y la señorita Akane Tendo heredera de la escuela “todo va artes marciales” a realizarse mañana primero de Diciembre. Esperamos contar con ustedes”

    La carta había caído como un horrible balde de agua fría para la joven. Al fin su Ranma había regresado de ese largo viaje a China y ya se casará con “esa”. No, definitivamente no podría permitirlo. Shampoo no estaba dispuesta a ver como su amado se casa Akane y quedarse sonriendo en el proceso. Algo haría, pero aquello no podía suceder.

    Mientras tanto, en el pequeño parque de Nerima un chico se encontraba completamente confundido. Llevaba acampando en aquél lugar ya tres días esperando encontrarse de nuevo con su amada Akane y justo en el momento en que la encuentra aparece Ranma y la aleja de él. “Ese entrometido, no sé por qué no pudo quedarse en china” Sin embargo su confusión no se debía a aquél pequeño incidente… Akane, su Akane, ¿estaba a punto de contraer matrimonio con Ranma? Algo debía de estar mal, algún error debía de existir, ella era su novia, tenían ya año y medio de serlo. Debía de aclarar lo que sucedía. Guardó todas sus pertenencias y se dispuso a emprender el camino al doyo Tendo, guiado por su furia y saliendo desde ahora, quizá para mañana al medio día habría logrado llegar.
     
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  8.  
    Bryan D Patico

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    Buenas, muchas gracias a todos los que leen y siguen este fic, espero que les esté gustando. Muchas gracias por sus "me gusta" y comentarios, me alientan a continuar. Hoy les traigo un capítulo dónde se comienza a mencionar un poco lo que será la trama principal del fic. Espero que sea de su agrado.
    __________________________________________---
    Capítulo 5
    “Sean Todos Bienvenidos”



    El sol asomaba sus primeros rayos. El día había llegado, Soun y Tendo se levantaron al mismo tiempo, ambos llorando en sus respectivos tatimis; mucho tiempo habían soñado con esto, tanto llanto, dolor, sufrimiento, sudor y demás fluidos corporales que habían derramado tendrían al fin un propósito. Sin embargo, había algo extraño… Ni Ranma estaba dormido al lado de su padre ni Akane se encontraba en su habitación… “¿Acaso no llegaron en toda la noche?”

    —Señor Tendo —viendo a su amigo de frente a la habitación de Akane con la puerta abierta—, supongo que está despertando a Akane, ¿no? —Al tiempo que ponía una mano sobre el hombro de su amigo.

    —Pues… eso iba a hacer Saotome pero, no está.

    —Mmm —con su mano en la barbilla—, algo debe estar pasando… Ranma tampoco estaba en su habitación y sus cosas estaban aún ordenadas.

    —Sí señor Saotome, creo que deberíamos intervenir.

    ***
    —Al fin… —dijo viendo la casa de los Tendo; un improvisado bastón te madera era lo único que lo separaba ahora del suelo. Había corrido toda la noche intentando encontrar la casa; había cruzado selvas, pasado por playas e incluso estuvo en la cima de un volcán pero al fin lo había logrado. Intentó dar un paso pero su cuerpo no le respondía—, vamos… solo unos cuantos pasos más —de pronto sintió como sus piernas empezaban a temblar… momentos después cayó al suelo y todo se tornó negro.

    ***​

    El día parecía como cualquier otro, las nubes adornaban el cielo y parecía que llovería en cualquier momento, el invierno chino podía resultar bastante cruel, sin embargo, hasta el momento no había caído ni una sola gota de agua, mucho menos signos de nieve. El señor guía disfrutaba tranquilo de una taza de té; aún recordaba el día que todo había sucedido…

    ///Flas-back///​

    —Sean bienvenidos queridos turistas —dijo el hombre al extraño par que se asomaba—oh esperen… ustedes se me hacen conocidos.

    La chica de cabello rojo y el panda parecían desechos, a lo lejos daba la impresión de que habían estado entrenando muy duro, sin embargo, de cerca el guía notó como el cuerpo de la joven tenía heridas terribles, se encontraba en su mayoría cubierto de sangre y suciedad. Sus labios estaban completamente secos y los ojos parecían salidos de sus orbitas. Por su parte el panda venía comiéndose unos brotes de bambú que había encontrado por el camino.

    Al instante los reconoció, después de todo no era tan malo con las caras. Al ver al guía la hermosa chica cayó desmayada en el suelo. El hombre de los estanques los llevó a su pequeña choza y atendió las heridas de la chica. Luego de vendarla y dejarla descansar se dispuso a prestarle un poco de agua caliente al panda que de inmediato se transformó en un hombre calvo… tal como lo recordaba. El apetito de aquél hombre era increíble, ocho tazones de arroz, las reservas del guía y su pequeña hija para el resto del mes se habían consumido ante sus ojos.

    —Muchas gracias por la comida —haciendo una reverencia en forma de agradecimiento con las manos juntas—, ahora debemos irnos.

    El hombre intentó ponerse en pie pero sus piernas no lo dejaron, había olvidado ya sus propias lesiones, está vez habían sobre pasado los límites, hasta él debía de confesar que se había exagerado un poco. Volteó a ver a su hijo y lamentó el momento en que se toparon con aquella persona… tanto dolor no valía la pena.

    —No pueden irse todavía, ambos están muy lastimados, por favor, descansen esta noche en mi casa. Mañana tal vez puedan incorporarse, además, no desaprovechen la oportunidad de entrenar en Jusenkyo.

    -“Claro… Jusenkyo… por eso habíamos venido en primer lugar”.

    ///Fin del Flash-back///​

    El guía había lamentado cada minuto de su vida el haber invitado a aquellos dos a entrenar en las pozas mágicas. Hubiese sido más fácil dejarlos partir, nada de esto hubiese pasa… “ha… será mejor olvidarlo y comenzar a trabajar” pensó el hombre antes de dar el último sorbo a su taza y dejarla en la tierra a un lado de dónde se encontraba. Un pequeño gemido de cansancio salió de su boca y entonces empuñó su pico y lo clavó en el suelo del hueco dónde se trabajaba.

    Aquello que alguna vez había sido un legendario lugar de entrenamiento era ahora algo similar a un campo de pruebas militar. Cientos de cráteres secos como el desierto se extendían por la zona. Ya no había más turistas, ya no había más nada… solo trabajo. Sin embargo, algo detuvo de repente a aquél hombre. Pensó que era solo su imaginación, pero no… efectivamente había una gota en la manga de su camisa… alzó la vista al cielo y lo vio… su trabajo había dado fruto; varias nubes de tormenta oscuras como ningunas otras nubes del mundo se asomaban por el horizonte.

    ***​

    Ranma y Akane estaban desaparecidos, el mismo día de su boda habían decidido no llegar. Como era un secreto era imposible que lo hubiesen hecho a propósito para evitar el casamiento definitivamente, esa no era la situación. Tanto Nabiki como Kasumi buscaban en las distintas partes de la casa sin hallarlos. Genma y Soun por su parte hacían lo mismo. No estaban por ninguna parte. Decidieron ir al doyo, era ya el último lugar posible, si no estaban allí no sabrían qué hacer… los invitados llegarían en cualquier momento.

    Tanto Soun como Genma se dirigieron al doyo dónde tanto habían trabajado la noche de ayer “tal vez hayan practicado la noche entera” pensaron ambos aún sabiendo que aquello era casi imposible, de seguro al ver aquella decoración ambos jóvenes se hubieran enojado y terminaron por irse de la casa. Decidieron dejar esos pensamientos de lado y se prepararon para abrir la puerta del doyo; si no estaban ahí ya no sabrían qué hacer.

    El señor Tendo cayó de rodillas en el suelo de madera y lloraba como nunca antes lo había hecho, por su parte Genma también lloraba un poco más pasivo y aún de pie, solo apoyó la mano en el hombro de su amigo y se quedaron juntos observando la escena… Ni en sus sueños más locos hubiesen imaginado algo así.

    Los tibios rayos del sol iluminaban tímidos los cuerpos de la pareja sobre el suelo. Ranma se encontraba con su típico traje rojo recostado viendo hacia arriba, roncando de forma casi insonora mientras que Akane reposaba su cabeza en el pecho del muchacho; parte de su cuerpo se encontraba sobre él y las piernas se encontraban sobre el piso… ambos profundamente dormidos. Akane no hacía más que un leve y tímido sonido al respirar y parecía muy cómoda en el cuerpo de su prometido. Ni Soun ni Genma dijeron nada, simplemente cerraron la puerta y regresaron a casa.
     
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  9.  
    Kyouko Kiryuu

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    Según yo había comentado el anterior capítulo, pero como que lo imaginé, ¿verdad? En fin.

    Debo confesar que me hizo reír la parte en la que dice: "Había corrido toda la noche intentando encontrar la casa; había cruzado selvas, pasado por playas e incluso estuvo en la cima de un volcán pero al fin lo había logrado..." no pude evitar no imaginarme esa escena y algo usual en ese muchacho, es una de las cosas que me encantan de él y también me gusta como manejas los personajes.

    Por un momento pensé y me revolví con los últimos 2 párrafos; había entendido al principio que se habían escapado y que al entrar al 'dojo' no encontraron a nadie y por eso lloraban y hacían su drama Soun y Genma; al final tuve que releer para hallar el hilo de esa parte e hiciste que me emocionara.

    Me da curiosidad el saber el por qué del recuerdo del guía de los estanques de Jusenkyo y qué pasó con Ranma e inclusive con Genma para que estuvieran lastimados.

    Me has atrapado por completo hasta despertaste mi curiosidad e intriga de cómo seguirás desarrollando esta linda historia.

    Saludos.
     
  10.  
    Bryan D Patico

    Bryan D Patico Entusiasta

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    Muchas gracias por seguir leyendo y también a Kyouko por comentar. Espero que la continuación sea del agrado de todos.
    PD: Creo que me deje llevar por mi lado fanático en esta conti xD prometo no volverlo a permitir.
    ___________________________________________---
    Capítulo 6
    “Ayuda”


    —Ranma… yo, yo te juro —susurrando—, yo no hice nada, Ranma… yo.

    La hermosa joven de cabello azul abrió de pronto los ojos, se notaba asustada y un tanto sudorosa. Al parecer su mente aún no le permitía relajarse. El extraño movimiento de su cabeza le llamó la atención… bajaba y subía de forma lenta y rítmica. Entonces entró en razón, estaba sobre él, había dormido la noche entera en su pecho. Pasó una mano por el cuerpo del chico, suavemente, sin despertarlo; necesitaba sentirlo, necesitaba saber que aquello no era un sueño…

    ///Flasback///​

    La noche era extrañamente fría. No tenía ganas de entrar a casa así que solo abrió la puerta para volverla a cerrar, prefirió ir al dojo. Todo estaba oscuro, no le importaba, ahí nadie la escucharía llorar. Cuan al fin se dispuso a dejar salir todo lo que la apenaba por dentro, el ruido de la puerta corrediza del dojo llamó su atención. Volteó rápidamente la mirada para ver como una silueta masculina se encontraba de pie en la entrada. Su rostro estaba aún cubierto por la sombras pero la luz de la luna dejaba a la vista parte de su cuerpo y su típica trenza.

    La chica alejó rápidamente la mirada, aún en las sombras no quería hacer contacto con sus ojos. El hombre terminó de abrir por completo la puerta y la plateada luz del astro iluminó gran parte del salón de entrenamiento, incluida Akane. Comenzó a caminar en dirección a la chica que seguía de espaldas a él.

    Se sentía tan mal que no podía ni moverse, al sentir a quién alguna vez fuera su prometido acerarse comenzó a temblar como una pequeña niña asustada; no sabía cómo reaccionaría, qué le diría… Estaba en su derecho de hacer con ella lo que quisiera, después de todo le había traicionado, traicionado con su mejor amigo. Al fin chico llegó justo a unos milímetros de su espalda. El sudor comenzó a bajarle por la columna, le daba pena saberse en el estado en el que se encontraba, jamás pensó ponerse así por la presencia de nadie y menos por la de Ranma.

    Sintió como el chico movía lentamente ambos brazos detrás de ella. “¿Será… será capaz de golpearme?” Pensó la menor de las Tendo… “Igual me lo merezco”. Su cuerpo se encogió esperando el impacto y entonces lo sintió. Los brazos del hombre la rodearon y estrecharon en un tierno abrazo. Su pecho se unió a la espalda de ella y la cabeza de él se posó sobre su hombro.

    —Akane… —dijo al oído de la chica—, dime… ¿Esa carta es verdad? Esa carta de Ryoga dónde dice que en cuento aceptaste ser su novia salió corriendo y se perdió lejos de aquí… Dime Akane, ¿es cierto que hasta el día de hoy Ryoga no te ha podido ver después de que aceptaste ser su novia?

    La joven tardó unos momentos en asimilar todo aquello. Al fin se volteó para ver directo al chico aún sin soltarse del abrazo. Sus ojos se inundaron de lágrimas y tuvo que esperar unos minutos para poder hablar… el nudo en su garganta se negaba a ceder, sin embargo, al fin logró vencerlo.

    —Ranma… sí —entre sollozos—, en cuanto le dije a Ryoga que aceptaba ser su novia salió corriendo sin dirección alguna y hasta el día de hoy no lo he vuelto a ver, te lo juro Ranma —llorando ahora contra el pecho de muchacho—, te lo juro… no he hecho nada con él, no hemos salido, ni siquiera lo he visto.

    El joven apretó un poco más fuerte a Akane contra su pecho y se dedicó a acariciarle el cabello en un intento de consolarla. Así pasaron los minutos hasta que la chica calmó su llanto. Ambos se sentaron en el suelo y Ranma le entregó la carta que Nabiki le había dado, entonces Akane se dispuso a leerla.

    “Querida Akane, me encuentro en la ciudad de Hokaido. Estoy muy feliz por lo que me dijiste. Aún no puedo creer. Estoy ansioso por verte. Te pido por favor que me disculpes por huir de esa forma; no sé qué fue lo que me pasó. Te aseguro que en cuanto llegue a Tokio iré directo por ti. Ya ansío poder pasar nuestro primer día como novios… Te quiere… Ryoga”

    Akane comenzó a llorar de nuevo, nunca había leído esa carta pero la caligrafía era él, no podía confundirse, además, aquello era la prueba perfecta, justo lo que necesitaba para que Ranma la perdonara. Nunca en su vida había estado tan agradecida con Nabiki como lo estaba en ese momento. Se quedó un rato más contemplando la carta. Ahora, lo importante era saber cómo actuaría Ranma… muchas imágenes pasaron por su mente y comenzó a perderse en sus pensamientos.

    De pronto una cálida mano se posó en su mejilla y la obligó a voltear el rostro hacia él. Lentamente sintió como sus labios se iban fundiendo con los de su prometido. Fue un beso corto que duró toda una vida para ella. Al separarse notó como Ranma la veía completamente sonrojado, no le dio importancia, después de todo ella posiblemente estaría peor.

    ///Fin del Flashback///​

    —Ranma… —dijo tímidamente mientras se llevaba dos dedos a sus labios como sintiendo de nuevo el cálido beso que tan solo hace unas horas había recibido.

    La joven de cabello azul se incorporó lentamente hasta sentarse al lado de Ranma. Lo contempló dormir unos segundos y luego se puso en pie. Una gran sonrisa adornaba su cara y entonces salió del dojo tarareando alegremente. Nunca reparó en la enorme pancarta que había dejado a sus espaldas: “Felicidades Ranma y Akane”.

    ***—
    —¡Papá! —Gritando mientras abría la puerta principal—, ¿me puedes explicar qué es todo eso que hay en dojo?

    Ranma sorprendió a toda la familia que en ese momento disfrutaban del desayuno. Akane también estaba presente y al ver a Ranma se sonrojo un poco y bajó la mirada. Por su parte Genma terminó de tragar un pequeño pan de arroz y se dirigió a su hijo.

    —Vaya Ranma, buenos días muchacho. Pasa, pasa… parece que pasaste un noche fenomenal, ¿no es así? —Dirigiéndole una mirada cómplice.

    —¿Ah? —El joven comenzó a sudar un poco y su ímpetu se bajó por completo, dio unos cuantos pasos dentro y tomó su lugar en la mesa—, este bueno… yo, no sé por qué digas eso papá.

    —Sí Ranma —interrumpió el señor Tendo—, Akane también ha despertado de muy buen humor hoy, ¿acaso tu sabes por qué?

    —No… yo no —jugando con sus dedos-, hey, esperen un momento —entrando en razón— ¿Alguien quiere explicarme porque el dojo está tan decorado y hay un enorme cartel que dice “felicidades Ranma y Akane”?.

    —Por su puesto hijo —dijo su padre poniéndole una mano en la espalda—, Tendo y yo decidimos que ya es hora de que tomes tu lugar y te cases con Akane.

    —Exacto —apoyó Soun—, hoy oficiaremos la boda.

    Los ojos de Ranma se abrieron como platos y lo primero que hiso fue dirigir la vista a Akane. Al darse cuenta ambos de sus miradas bajaron la cabeza y se sonrojaron bastante. Es cierto que Ranma había madurado bastante sin embargo, este tipo de situaciones seguían estresándolo de sobre manera por lo que buscó una posible salida.

    —Pero… pero… ¡Yo no puedo casarme con ella, Akane ahora es novia de Ryoga!

    Todos en la sala dejaron su comida, no entendían lo que sucedía. Akane no sabía por qué Ranma había dicho eso, después de todo, después de anoche… Las palabras del chico le causaron un inmenso dolor y la hicieron salir corriendo a su cuarto para evitar que toda la familia la viera llorar. Ranma lamentó mucho haber dicho aquello, como siempre, lo había dicho sin pensar. Ahora todos lo sabían… ya no había nada qué hacer.

    ***​

    —Esto… esto es horrible.

    Las gafas del Doctor Tofú se corrieron un poco debido a la enorme impresión de lo que acaba de descubrir. En sus manos se encontraban unas hojas blancas bastante gastadas y con extrañas inscripciones en ellas. Las había recibido desde China hace ya un año y hasta ahora había podido descifrarlas. Si estaba en lo correcto, los resultados podrían ser fatales. Debía avisarles rápido, debía correr y hablar con Ranma antes de que fuera muy tarde.

    ***​

    —Entonces debemos esperar que llegue Ryoga y aclarar todo, decirle que solo fue un mal entendido, con suerte entenderá.

    El señor Tendo se había recuperado del susto y ahora hablaba con más tranquilidad. Ranma había ido por Akane y juntos explicaron la situación. La boda se pospondría, por su puesto. Lo primero era dejar en claro todo para que luego no hubiese ningún problema. Todo dependía de cuándo llegara Ryoga.

    —Espero que ese tonto logre encontrar algún día la… —Ranma se detuvo de golpe. Un profundo y agudo gemido salió de su boca al tiempo que se llevaba las manos al pecho…

    ***​

    El Doctor corría lo más rápido que podía, gracias a Dios aún estaba en buena forma. Podía ver la casa a lo lejos; corrió un poco más y al fin llegó. Dejó de lado todas las formalidades y entró sin invitación alguna. La puerta estaba ahora frente a él “espero… espero aún tener tiempo, por favor Ranma, resiste”.

    —Ranma yo… —dijo al tiempo que abrió la puerta… había llegado muy tarde, el cuerpo de Ranma yacía inerte en el piso mientras que Akane lloraba inconsolablemente a su lado.

    —Doctor… haga algo –dijo llorando a mares.
     
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    Bryan D Patico

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    Buenas noches, muchas gracias por sus me gusta e igual muchas gracias a todos aquellos que leen y siguen esta historia. El capítulo de hoy se torna un poco más serio (y enredado) pero prometo que pronto volverá a su línea de drama normal; grandes revelaciones suceden y se descubre un tanto más del viaje de Ranma a China. Espero que lo disfruten (aunque creo que me quedó un tanto aburrido xD). Cualquier crítica, consejo, petición... idea, o lo que sea, es bienvenida.
    _____________________________________---
    Capítulo 7
    “Revelando secretos”


    La historia se remontaba a casi diez mil años de historia china. Al mismo emperador amarillo. Aquél gran unificador chino no hizo su gran proeza en base a las palabras, las leyendas cuentan que contaba que un enorme poder, tanto físico como mental, y por sobre todo, una técnica. La técnica definitiva del emperador. Sin embargo las leyendas también concuerdan en que dicha técnica causa un daño enorme al cuerpo del usuario que la emplee… entonces, ¿cómo logró vivir tantos años el emperador?

    Cologne contaba la historia al tiempo que el Doctor Tofú atendía a Ranma en una habitación cerrada. Llevaban ya dos horas tanto la abuela con su historia como el doctor con Ranma. Mientras la familia iba concentrándose cada vez más en la anciana china Akane dedicaba toda su atención en Ranma, llevaba tiempo esperando algo, un sonido por lo menos, pero nada, de ese pequeño cuarto no había salido signo alguno de que Ranma estuviera mejor.

    —Entonces —prosiguió la anciana—, existe una leyenda poco conocida en el mundo, esta dice que el emperador tenía una esposa… joven, hermosa. Cuenta que la chica permaneció joven toda su vida y al morir el emperador ella murió con él. Según dicen… ella era la clave de su larga vida; la reina también contaba con una técnica prohibida. “La técnica del linaje Zang”.

    Genma sintió un fuerte escalofrío por todo el cuerpo al escuchar aquellas palabras. Por más que intentó esconderlo toda la familia notó su reacción, en especial la abuela quien lo observó agudizando la mirada como quien tratase de leerle la mente. El hombre panda comenzó a sudar negando con los brazos como un tonto niño asustado, sin embargo la presión fue mucha.

    —Bueno… supongo que ya no puedo seguir ocultándolo —tragó saliva y se puso serio—. Todo pasó cuando llevábamos casi once meses de entrenar en las montañas de China…

    ///Flashback///​

    —Vamos Ranma, ¿eso es todo lo que tienes? —Saltando por el húmedo suelo de tierra. El bosque era bastante denso y la visión estaba reducida por la espesa niebla del lugar.

    —Ya verás viejo loco —dijo Ranma que perseguía incansable a su papá.

    De repente Genma se detuvo sobre el suelo. Ranma vio su oportunidad y se dispuso a aprovecharla. En el momento en el que estaba a punto de asestarle la patada final a su padre él también se detuvo en seco. Frente a ambos hombres se encontraba una hermosa mujer como nunca habían visto ninguna. Delgada, de líneas delicadas, pelo largo, negro y lacio, y una cara fina y angelical.

    —Parece que son buenos luchadores —dijo la suave voz de la mujer—, verán, estoy desesperada y necesito ayuda.

    Genma no desaprovechó el momento, moviéndose a una velocidad que ni Ranma podría igual se encontró al lado de la joven en un instante. Puso su mano en la espalda de la hermosa chica y se ofreció para ayudarle en todo lo que pudieran. La mujer estaba vestida de pies a cabeza con una extraña túnica azul. Era de tela sumamente fina y tenía unas extrañas inscripciones en ella.

    —Gracias, pero me temo que quién me ayude debe ser mujer.

    —Por eso no hay problema —señalando a su hijo—, Ranma, ahí dónde lo ves es un fenómeno que se transforma en chica con el agua fría.

    El comentario de su padre hiso enfurecer bastante al joven Saotome quién se fue corriendo hacia él y así darle el castigo que se merecía, después de todo llevaba ya bastante tiempo molestándolo y aquello había sido la gota que derramó el vaso; sin embargo, la suave voz de la mujer lo hiso detenerse.

    —¿Es eso en serio joven?

    —Ah… sí, sí es verdad —sonrojándose al ver el hermoso rostro de la chica.

    —Entonces síganme por favor.

    ///Fin del Flashback///​

    —Después de eso la hermosa mujer nos llevó a Ranma y a mí a una catarata no muy lejana. La historia que nos contó fue muy extraña, ahora que lo pienso.

    —¿Y qué quería que hiciera Ranma por ella tío?

    —Ah sí, claro, casi lo olvido. Dijo que estaba a punto de morir y que necesitaba heredar una técnica familiar, pero al parecer solo una mujer podría ser capaz de dominarla. Después de eso se quedó entrenando con Ranma bajo la catarata… pasaron días así hasta que me preocupé mucho por mi hijo y fui a dar un vistazo.

    —Ajá Saotome —con cara de incrédulo—. ¿Usted espera que nos creamos eso?

    —Sí tío, mi papá tiene razón —dijo Akane—, de seguro no soportaste la tentación de ir a ver a esa mujer bajo el agua, ¿no?

    —Bueno… es cierto que era una chica muy bonita… y que además entrenaban desnudas pero eso no tiene nada que ver, yo solo me preocupé por mi hijo.

    —No hay caso con usted señor Saotome —decepcionado de su amigo.

    —Bueno, lo importante es que cuando llegué vi a Ranma con unas heridas en la piel por lo que me preocupé y fui hacia ellas.

    —¿Y qué pasó después? —Preguntó la anciana que ya se estaba impacientando con la historia del padre de Ranma.

    —Pues… no sé… Ranma hiso una especie de técnica, todo se llenó de luz, no pude ver nada y después perdí la conciencia. Al despertar, Ranma estaba a mi lado en pozo de sangre y junto a mi se encontraban unas extrañas hojas blancas con inscripciones muy similares a las que tenía esa mujer en la capa. En japonés y al comienzo de ellas decía: “si aprecias a tu hijo sigue estas indicaciones”. Como no tenía idea de qué eran se las mandé al Doctor Tofú en cuanto logramos llegar a Jusenkyo.

    —¡Ahhhh! –El fuerte grito de Ranma llamó la atención de todos los presentes—, la habitación dónde se encontraban Ranma y el doctor comenzó a brillar de forma exagerada, tanto que dificultaba la visibilidad… un nuevo gritó llamó la atención de todos, pero este era distinto, este había sido emitido por la voz de Ranma mujer.

    Akane se puso en pie e intentó acercarse a la habitación pero la luz era tan fuerte que le impedía ver por dónde pisaba. Se maldijo por no poder ser más útil para Ranma y volvió a sentarse en el suelo. La luz no dejaba de brillar con la misma intensidad.

    Un nuevo gritó volvió a resonar por toda la casa, esta vez mucho más fuerte y masculino. De pronto toda la luz comenzó a retraerse y concentrarse en el centro de la habitación dónde se encontraban los dos hombres. Mediante las sombras se pudo ver el cuerpo recostado de Ranma y el del Doctor Tofú arrodillado frente a él. Toda la luz se concentró en una especie de ovalo que parecía flotar sobre el abdomen de Ranma. Después, la intensa esfera de luz blanca comenzó a tornarse negra y concentrarse de forma que reducía cada vez más su tamaño. Cuando fue del diámetro de una canica liberó toda su fuerza en forma de una onda expansiva que derribó a todos en la casa y los dejó inconscientes.

    ***​

    “Ranma estaba ahora respirando”, aquello había sido un enorme alivio para Akane quien se encontraba sentada en la sala; junto a ella estaban sus dos hermanas, su padre, Genma y el Doctor Tofú. Al parecer aquella extraña energía no había afectado nada material, solo a las personas. No estaban seguros de cuánto tiempo había pasado, solo sabían que la noche ya había caído.

    —Aún no he podido descifrar todo el texto —comenzó a explicar el doctor—, hasta el momento entiendo que se trata de una técnica antigua que te permite concentrar toda la energía de tu aura y utilizarla para tu beneficio. Sin embargo, si esto es así, tiene terribles consecuencias. Al extraer la energía de tu aura y expulsarla de cualquier forma es como si perdieras tu identidad, dejas de ser tú y, por un momento muy pequeño, tu cuerpo entra en completa carencia de energía. Esto causa que la piel comience a agrietarse y los órganos se dañan. El cuerpo atraviesa por un minuto exactamente lo mismo que experimentaría al morir.

    La expresión de los presentes lo decía todo… no entendían absolutamente nada de lo que el doctor decía. Mientras el hombre de las gafas comenzaba de nuevo su explicación Nabiki subió a su cuarto alegando que si Ranma ya estaba bien ella estaba muy cansada como para seguir allí. Kasumi por su parte se puso en pie silenciosamente y se fue a la cocina para preparar la cena.

    —“Valla, esto es serio… el doctor está tan preocupado que ni si quiera notó a mi hermana” —pensó Akane.

    —Permítanme explicárselos –el doctor aclaró brevemente la garganta y retomó el discurso—, el cuerpo humano necesita del equilibrio de tres fuerzas principales para sobrevivir. El chi, energía, ki, chakra o como deséenle llamarle. Esta es la energía vital que mantiene al cuerpo, cada quién tiene su propio chi y dicen que se eleva según sea el nivel de batalla de la persona, sin embargo el chi no solo se afecta por el nivel de batalla sino que por la meditación además del estado de ánimo; verán, este se manifiesta como un espectro de luz no visible que rodea al cuerpo humano y su patrón de colores cambia según el ánimo de la persona; por su parte, la intensidad varia con la meditación y el espacio que abarca o el tamaño varía con el nivel de combate.

    El doctor hizo una pausa para ver a todos los que lo escuchaban. Después de cerciorarse que la mayoría lo fueran siguiendo se dispuso a proseguir con su explicación.

    —Después tenemos, dos energías opuestas que fluyen en armonía en nuestro cuerpo. Una es fría y seria mientras que la otra es cálida y amigable. Muchas personas han descrito a estas energías como el “Yin – Yang”; aunque el nombre no interesa mucho, el Yin representa el norte, las nubes, el frío y se asocia mucho a la parte masculina de todo ser, mientras que el Yang representa el sur, el calor, el sol y se relaciona con la parte femenina de todo ser. Según las inscripciones que el señor Saotome me envió, dice que la técnica emplea la fuerza del Yang para controlar y manipular el chi a voluntad pudiendo así ser expulsado del usuario en forma de energía y puede tener diversos usos. Sin embargo, como ya dije antes, el quedarse sin energía es fatal.

    —Entonces… —interrumpió Akane quién parecía ser la que mejor entendía aquél enorme enredo—, se utiliza la fuerza femenina para tomar control del chi y así poder sacarlo de tu cuerpo, pero como el chi es fundamental en el equilibrio… si lo expulsas por completo tu cuerpo recibirá daños.

    —¡Exacto! –Dijo el doctor emocionado al saber que alguien le entendía— Al quedarse sin Chi tanto el Yin como el Yang se vuelven locos y el desequilibrio existente daña a las células de todo el organismo lo que causa lesiones a lo largo de todo el cuerpo. Gracias a Dios el chi se recupera desde cero y vuelve a establecer el equilibrio logrando así que la reacción no dure más de un minuto. Sin embargo —tornando el tono de voz un poco más serio— ese minuto podría ser fatal.

    —Pero doctor —intervino Soun—, Ranma no utilizó ninguna técnica similar, ¿por qué se puso así en estos momentos?

    —Lo que sucede es que estas fuerzas generalmente no son alteradas, el jugar con ellas provoca que las mismas comiencen a tener comportamientos anómalos que el cuerpo común no está acostumbrado a tener, por tanto, cualquier cosa que afecte un poco a cualquiera de estas tres fuerzas provoca que haya una reacción no igual a la de la técnica pero sí que un humano normal no pueda resistir sin algún problema.

    —Así es —ahora tomaba la palabra Genma—, después de aquél día Ranma no pudo volver a transformarse en chica, cada que lo hacía su piel sufría pequeñas cortadas, comenzaba a sudar y se debilitaba mucho… luego caía dormido por días.

    —Doctor, ¿por qué le pasa eso? –Preguntó preocupada Akane.

    —Bueno, es que Ranma es hombre de nacimiento, eso significa que tanto el yin como el yang tienen una actividad “normal” dada desde el día en que nació, sin embargo, al transformarse en mujer su yang tiende a tomar ligeramente “el control” por así decirlo y ahora que Ranma rompió con el equilibrio normal, este cambio se realiza de forma más brusca y esto termina dañando al pobre.

    —Exacto –interrumpió de nuevo el señor Saotome— por eso cuando Ranma decía que quería que Ryoga llegara rápido y se percató de que con eso afirmaba que quería que la boda se diera lo antes posible, pasó por una enorme crisis de vergüenza y le desencadenó el efecto.

    —Pero… ¿eso qué tiene que ver? –Preguntó Akane quién se encontraba sumamente sonrojada por el comentario de Genma.

    —Pues que el aura también se afecta por el estado de ánimo, y una gran vergüenza de forma súbita también puede alterarlo. En conclusión, las tres energías de Ranma se encuentran muy “volátiles” por decirlo de alguna forma y debe tener mucho cuidado. Bueno, me retiro —poniéndose en pie—, terminaré de traducir este escrito, es una pena que la señora china se haya marchado, podría haber resultado de mucha ayuda. Posiblemente Ranma duerma unos tres o cuatro días.

    Dicho esto el doctor se retiró del lugar. Akane quedó sumamente pensativa y luego se puso en pie para ir a ver Ranma. Su prometido se encontraba recostado en el suelo con prácticamente todo el cuerpo cubierto de vendajes manchados con sangre; sudaba bastante y parecía temblar en ocasiones; la chica nunca había visto tan mal al joven y no pudo evitar llorar a su lado.

    —“Ranma… ¿qué has hecho?”

    La chica continuó llorando al lado de su amado hasta que una cálida mano se posó en su mejilla. El llanto cesó de inmediato y sintió un enorme vacío en su estómago, por un momento recordó el instante antes del beso con Ranma, de cómo el chico le había tomado el rostro y lo había dirigido hacia el de él, sin embargo, estaba vez la mano solo le acarició la mejilla.

    —Akane… ¿Por qué lloras Akane?
    ____________________________________________---
    e,e aburrido, ¿no? Bueno, por lo menos yo disfruté escribirlo, espero que ustedes también hayan disfrutado leyendo. ¿Les gustaría que saliera algún personaje en especial, qué los personajes enfrenten alguna situación en específico? Después de todo voy capítulo a capítulo y a pesar de que ya tengo definido una línea general así como un posible final las ideas nunca están de más. De nuevo, muchas gracias a todos y todas por leer.
     
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  12.  
    Kyouko Kiryuu

    Kyouko Kiryuu Adicto

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    Cielos, ya se me está haciendo costumbre comentar cada dos capítulos.

    Te daré mi más humilde opinión, a lo cual debo decir que me has dejado con la boca abierta por la imaginación que tienes, el como logras plasmar tus ideas y convertirlas en esto que acabo de leer, es algo que me agrada y encanta. En lo personal a mí nunca se me hubiese ocurrido escribir algo así tan atrayente hacía el lector.
    Al fin despejaste mis dudas y unas que otras incertidumbres, con respecto a lo que había pasado con Ranma y Genma; siempre me dejas con ganas de seguir leyendo más, algo bueno a mi parecer.

    Ahora mi intriga es con respecto a las hojas que tienen que terminar por descifrar para saber que es lo que sucederá con mi querido Ranma.

    ¿Aburrido? Para nada, me fue agradable y placentero leerlo; te agradezco por tan lindo escrito que nos has brindado. Tanto así que ni si quiera me he fijado si es que te faltan o no tildes; tienes algo a la hora de escribir y publicarlo que me hace querer más.

    Ahora sí, espero comentar el siguiente y que no se me pase de nuevo.

    Saludos.
     
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  13.  
    Bryan D Patico

    Bryan D Patico Entusiasta

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    Este es un nuevo minicapítulo. Espero que sea de su agrado. Muchas gracias por leer.
    ________________________________________---
    Capítulo 8

    “Seis horas”
    —¡Ranma! –Dijo sorprendida—, Ranma el doctor dijo que debías dormir unos días –al ver que el chico intentaba levantarse.

    —El Doctor… no me conoce por completo, soy mucho más fuerte de lo que cree —sentándose— —además, ¿qué no deberías estar Ryoga? –Dijo el chico miranda a Akane con una cara llena de resentimiento.

    Akane sintió un enorme dolor en su pecho. Las palabras del joven la habían lastimado de nuevo. Bajó la cabeza intentando ocultar el llanto que comenzaba a asomarse por sus ojos; fue inútil. No pudo contener ni un segundo las gotas de dolor que salieron de sus ojos, la había herido una vez más, no tenía idea de por qué le había dicho aquello… “parece que lo que pasó ayer no significa nada para él”. La menor de las Tendo se puso en pie y decidió salir de la habitación.

    —Eres un tonto Ranma Saotome… ¡Te odio! —Gritó antes de salir.

    —¿Ranma ya despertó? –Preguntó Kasumi que había escuchado todo mientras servía la cena.

    —Sí –limpiando las lágrimas de su rostro-, iré dónde el doctor Tofú, quizá sepa por qué Ranma ha tardado tan poco en recuperarse –concluyó antes de salir de la casa sin esperar a que su hermana pudiera decirle algo.

    La verdad es que solo quería salir de allí, que el aire frío de la noche le despejara un poco la mente. Por su puesto, si iría dónde el doctor, a pesar de todo, Ranma aún le preocupaba “quizá el doctor lo pueda convencer de permanecer en cama”. El tiempo se había tornado un poco más frío, sabía que este mes que estaba por comenzar traería consigo una que otra nevada… aún faltaba un poco, pero la nieve siempre le alegraba el día.

    Por las calles, niños corrían sin cesar de casa en casa pidiendo los dulces que habían quedado del día de brujas, al parecer aún no era muy tarde. La imagen de aquellos pequeños disfrazados hiso que en el rostro de Akane se divisara una sincera sonrisa; después de todo, el salir en verdad le había ayudado; los niños eran felices con los pocos dulces que recibían, extender el día de brujas no parecía ser mala idea para ellos. No tardó mucho en encontrar el consultorio del doctor, desde lejos pudo ver como la luz aun estaba encendida.

    —Buenas noches —entrando al lugar—, ¿doctor, se encuentra en casa?

    —Ah, Akane –asomándose desde el pequeño salón donde atendía a los pacientes—, pasa, pasa… justo estaba intentando resolver por completo estos caracteres. Siéntate por favor, dime, ¿en qué te puedo ayudar?

    —Bueno doctor —tomando asiento en una pequeña silla negra— es que Ranma ya despertó y al parecer no tiene muchas intenciones de permanecer en cama, además –bajando un poco la cabeza—, pues…

    —¿Ah? —Percatándose del cambio en la chica—, además, ¿qué pasa?

    —Es que… parece como si no se acordara de algo que hablamos la noche anterior.

    —Oh, ya veo. Bueno, eso puede ser porque las neuronas, que son las células del cerebro, pueden haber resultado dañadas en el proceso.

    —Eso significa —claramente alarmada—… que, ¿qué Ranma perdió la memoria?

    —Jaja, no. Tranquila Akane —poniendo una mano sobre el hombre de la chica—. Verás, cuando una Neurona se daña por diversos accidentes entra en un estado de “inactividad” en dónde la zona afectada queda prácticamente congelada, este es solo un proceso de protección que emplean las células del cerebro. Si el accidente se prolonga por más de seis horas las neuronas eventualmente morirán generando así un daño severo, sin embargo, el caso de Ranma no es así. En aproximadamente seis horas o menos sus células neuronales estarán como nuevas y recordará todo lo que por ahora haya olvidado.

    —Oh… ya veo —sonriendo con una felicidad que asombró al mismo doctor.

    —Por otra parte, con respecto a sus heridas; esta es una técnica nueva y como no conozco mucho de ella si él cree que ya puede moverse se le puede permitir, después de todo él conoce mejor que nadie su propio cuerpo.

    Akane parecía no haber puesto la más mínima atención a lo último que el doctor había dicho. Su mente se había concentrado de sobremanera en una nueva y temible idea que le cruzaba por la mente… “si Ranma tardará seis horas sin recordar lo que pasó… eso quiere decir, que en estos momentos piensa que le engañé con Ryoga… seis horas en las que Ranma podría actuar en base a esto”.

    El pensamiento aterró a Akane, Ranma no recordaba ni siquiera la carta que Nabiki le había dado, quién sabe cómo podría actuar en estos momentos. La peli azul se levantó rápido de su sitio y salió del consultorio del doctor, solo dijo gracias y se marchó. “Ranma tiene que seguir en la casa, no creo que tan rápido se haya ido”.

    ***​

    —Ranma no puedo creerlo, me haces tan feliz —abrazando al chico.

    —Ah… —un leve quejido salió del cuerpo de Ranma.

    —Oh, lo siento amor mío —separándose rápido del joven—, iré a alistarme, en un instante bajo, por favor siéntate… Shampoo ya volver.

    El joven se sentó en una de las mesas del café gato a esperar a la chica de cabello morado. Su mente se encontraba perdida en sus propios pensamientos, la imagen de Ryoga con Akane no dejaba de darle vueltas por la cabeza atormentándolo sin parar. No sabía porque tenía aquellos vendajes, ni por qué le dolía tanto el cuerpo, sin embargo, todo aquello no tenía importancia; en la casa se había librado de sus vendas y se había puesto su traje verde especial. Si Akane salía con ese cerdo él saldría con Shampoo. No sabía si aquél paseo nocturno que planeaba serviría de algo pero tenía que intentarlo, no podía esperar a verle la cara a Akane de nuevo.

    En la habitación de Shampoo la chica tiraba ropa por los aires a una velocidad impresionante, se vestía y se cambiaba en cuestión de segundos eligiendo la ropa con la que se viera mejor. En el mismo cuarto su abuela la observaba impaciente.

    —Vamos niña, apresúrate. Recuerda que solo tienes seis horas para que Ranma tome la píldora —enseñándole una pequeña cápsula de gel color verde.

    —Si abuelita —tomando la cápsula en sus dedos y dándole un vistazo a la luz de la lámpara—, con esta pastilla Ranma no volverá a recordar nada de lo que pasó cuando se fue con Akane y entonces podré tenerlo para mi solita —sonriendo alegremente.

    ***
    —Vamos Ranma, estoy lista.

    El joven de trenza negra volteó la vista a la chica que le hablaba. Shampoo se veía hermosa, tenía un vestido azul ajustado que seguía perfecto cada línea de su cuerpo. Un dragón chino de color dorado adornaba uno de los costados mientras en unos broches de color rojo cerraban el vestido a la altura de los hombros. La joven china se veía sencillamente espectacular.

    —Claro —tomándola de la mano—, vámonos Shampoo.
     
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  14.  
    Bryan D Patico

    Bryan D Patico Entusiasta

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    ¡Buenas! Muchas gracias por leer a todos los que lo hacen. De verdad se los agradezco, para este capítulo decidí darle un poco más de velocidad a la trama y dar unos pequeños adelantos de lo que se vendrá a continuación. Habiendo dado las cuantas explicaciones que se dieron en los capítulos pasados es hora de ir preparando el escenario del evento principal xD. Ya, perdón, hablé mucho. Es que me emocioné con mi propio fic. Como siempre cualquier tipo de comentario será bienvenido ya sea acá, por perfil, por conversación o por señales de humo.
    ________________________________________---
    Capítulo 9

    “Preparativos”


    “Del mundo de dudas que pueden surgir, quizá algunas no se puedan explicar, después de todo una serie es lo que siempre será y hay cosas no necesariamente concuerden con la verdad, sí debo decir que de todo esto que pueda aquejar vuestra mente, dos misterios torturan mi presente. ¿Ranma logró dejar de transformarse en mujer? Y ¿Por qué huyó Ranma de Japón hace dos años?

    ___________________________________---

    La noche era bastante fría y la peli morado no desaprovechaba la oportunidad para apretarse bastante contra el brazo de su amado. Tenía ya todo planeado, darían una vuelta por el parque con bastante calma, para que el chico Saotome no sospechara nada, luego, cuando estuviesen cerca de despedirse lo invitaría a tomar un poco del té que llevaba listo en su mochila, ese sería el momento de hacer que tomara la pastilla.

    Una vez en el parque y habiendo caminado como por dos horas los jóvenes se sentaron en una banca de cemento. La idea de un poco de té caliente no sonó para nada mal en oídos de Ranma. Su hermosa acompañante servía feliz dos pequeñas tazas de té cuando un agudo dolor de cabeza aquejó al chico. Llevó sus manos a la altura de sus cienes para intentar apaciguarlo pero fue en vano. Imágenes empezaron a pasar por su cabeza… una carta, Nabiki y después, Akane… La imagen de Akane sonriendo como nunca la había visto.

    —¡Ranma! —La voz tan conocida lo trajo de vuelta al mundo real.

    En ese preciso instante Shampoo tomó por la cabeza al joven de la trenza y lo obligó a besarla. El beso fue corto, Ranma se quitó en cuanto pudo, pero ya era muy tarde. Akane lo había visto todo. Durante el breve beso Ranma sintió que algo bajó por su garganta. No le dio importancia, solo le interesaba Akane.

    —Lo siento Shampoo —levantándose sin ver a la joven—, tengo que irme, muchas gracias por todo y discúlpame.

    Dicho esto Ranma salió corriendo detrás de Akane quién había empezado su carrera al ver aquél beso. En la banca la joven china quedó completamente inconforme, esa niña Tendo había llegado en el peor momento posible, todo lo que restaba ahora era esperar. Si su plan no había dado resultado por lo menos sus labios en los de Ranma harían que la boda se pospusiera un poco más.

    Ranma corría por las poco iluminadas calles de Nerima, Akane no podía estar tan largo. Años atrás la hubiese alcanzado en unos cuantos metros, sin embargo ahora la chica era más rápida. “Como se nota que no ha descuidado su entrenamiento”. Al fin el sonido característico del llanto de la menor de las Tendo alcanzó el oído de Ranma. Giró a la derecha y la encontró, en una callejuela sin salida… Akane… Akane Tendo llorando contra el pecho de Ryoga que la abrazaba de forma consoladora.

    —Ranma… acabas de llegar y ya la hiciste llorar, no permitiré que hagas llorar más a mi novia.

    Al escuchar aquello Akane de inmediato intentó hablar con el chico, quería explicarle que todo había sido un mal entendido. Era inútil, el dolor que le provocó ver a Shampoo besándose con Ranma no le permitía hacer más que llorar. Ya luego podría explicarle.

    —Ja… ¿qué, tu novia dices? —En tono burlón- Akane no es tu novia tonto. Solo te usó porque no soportaba estar lejos de mí.

    La increíble soberbia que mostró Ranma al hablar enojó bastante a la Tendo. Está bien que lo de Ryoga había sido su error pero Ranma tampoco debía sentirse tanto solo por eso. Entonces tuvo la fuerza para dejar de llorar, ya había acumulado suficiente enojo contra Ranma a lo largo del día. Había cometido error tras error desde esa mañana y no estaba dispuesta a que además de herirla el joven de pelo negro sintiera que la tenía comiendo en la palma de su mano.

    —¡Eres un idiota Ranma Saotome! —Soltando a Ryoga para volverse y gritarle al joven vestido de verde— ¿Quién rayos crees que eres? Ryoga es un tipo muy lindo y me quiere mucho, no te creas tanto pensando que es solo tu repuesto. Sí cometí un error hace algún tiempo pero no tienes por qué decírselo de esa forma.

    La chica gritaba contra Ranma sin darse cuenta que a su lado un aura de combate oscura crecía con cada palabra que salía de su boca. Al percatarse, la energía de color rojiza alcanzaba un tamaño impresionante. La menor de las Tendo solo pudo apartarse un poco del lugar, bastante temerosa de lo que podría pasar a continuación.

    —Akane… eres muy linda —el joven hablaba entre dientes—, no tienen que explicarme nada, ya lo sabía. Esta mañana escuché toda la conversación desde el otro lado de la puerta… Entiendo, que me hayas dicho que sí aunque en verdad no estuvieras segura… lo acepto… lo que no acepto, es que este tarado —observando a Ranma con unos ojos completamente rojos y brillantes—, sabiendo que tú lo quieres… ¡Te haya hecho lo que te hizo!

    Del cuerpo de Ryoga el enorme aura de combate se expandió en forma de onda con una fuerza impresionante. La cantidad de energía hiso que Akane cayera inconsciente en el pavimento mientras que la luz desplegada causó que Ranma perdiera la vista por unos instantes… La imagen que tuvo a continuación no fue para nada agradable.

    Ante él, un enorme jabalí negro de unos dos metros de alto y solo Dios sabe cuánto de peso, respiraba furioso al tiempo que rasgaba el suelo con su pesuña delantera. Dos enorme colmillos salían de su mandíbula de forma muy amenazante para cualquier cosa que se encontrara frente a él. Sus ojos eran del mismo rojo que los que tenía Ryoga segundos antes y brillaban con la misma intensidad.

    —“No… no puede ser que este sea Ryoga”. —Los pensamientos del chico se vieron interrumpidos al tiempo que saltaba esquivando la furiosa envestida de aquél cerdo infernal. Ranma empezó a correr por las calles al margen del río que atravesaba la ciudad. Por su parte el enorme cerdo corría tras de él rompiendo cualquier obstáculo que se encontrara a su paso.

    La lluvia comenzó a caer por todo Nerima, mientras escapaba, Ranma no podía dejar de pensar en la pobre de Akane, lo había visto besarse con Shampoo tan solo unas pocas horas de haberle dado a ella su primer beso y para colmo estaba ahora inconsciente en alguna calle de la ciudad recibiendo la lluvia fría de la noche.

    —“Tengo que hacer algo… si no lo uso ahora ese estúpido cerdo de seguro me matará”. —El chico de la trenza dejó entonces de correr, giró y se colocó frente al cerdo que continuaba con su envestida mortal. Aquél peludo animal estaba tan empapado como él y corría casi a la velocidad de una locomotora, no sería fácil pero debía intentarlo. Justo en el momento en que se disponía a realizar su técnica el enorme cerdo calló inconsciente resbalándose por el húmedo suelo hasta quedar a unos pocos centímetros de los pies de Ranma. Sobre el colosal cuerpo del animal una voz familiar le llamó la atención.

    —Hermanito… no pensé que este puerco te fuera a causar tantos problemas —dijo la hermosa voz de una chica que estaba sentada en posición de indio sobre el enorme cerdo—, parece que aún no estás en forma.

    ***​

    —Disculpa, ¿estás bien?

    La cálida voz de aquél chico la había despertado de su sueño. Las gotas de agua aún resbalaban por su rostro, sin embargo ya habían dejado de caer sobre el mismo. Abrió los párpados y sus ojos se encontraron de frente con otros de color azul. De inmediato se sonrojó, el chico que la tenía en brazos era sumamente atractivo, además del color de sus ojos su tez era blanca y de rasgos varoniles, su cabello rubio estaba bastante mojado y debía aceptar que ese hecho no le quitaba atractivo alguno. El joven le ayudó a ponerse en pie con una mano mientras que con la otra sostenía un paraguas negro, atento de que la lluvia no mojara más a la chica.

    —Yo, lo siento –bajando la mirada, en verdad que estaba roja—, es que tuve un accidente.

    —Tranquila —sonriendo—, eres Akane Tendo, ¿no? Mi maestra y yo hemos visto todo, no te preocupes.

    —¿Tu maestra? –Akane se mostró intrigada, sin embargo estaba muy preocupada por Ranma como pare hacer preguntas que no venían al caso, intentó dar un paso para salir de aquella calle sin salida pero al parecer se había dañado el tobillo.

    —No te esfuerces —dijo al ver la lesión de la chica—, ven, sube… yo te llevaré a tu casa —concluyó mientras se agachaba exponiendo su espalda a la joven en clara señal de que se subiera en ella—. El señor Saotome seguro nos está esperando.

    Akane tenía muchas dudas en su cabeza, sin embargo no se atrevía a hablar. El cuerpo del chico que ahora la cargaba se sentía firme como piedra y el solo hecho de tocarlo la hacía sentir mucha pena. Por momentos se sintió mal pensando que aquello era casi como traicionar a Ranma, aunque claro, la culpa no duró mucho. El recuerdo de Shampoo con Ranma disipó todo rastro de culpa. Solo por ahora, se daría el lujo de disfrutar el paseo a casa… “solo por ahora”.

    ***​

    —Ese maldito de Ranma Saotome —un ligero y fino ruido se escuchó en aquél cuarto sumido en completa oscuridad—, no puedo creer que me haya engañado tanto tiempo —otro ruido fugaz y fino se escuchó—, la chica del cabello de fuego… no puedo creer cómo fui tan tonto —otro sonido igual de fino pero mucho más fuerte se escuchó poco antes de que toda la enorme casa de madera cayera cortada en tres partes dejando entrar la luz de la luna y la lluvia a lo que alguna vez fuera su interior—, no te perdonaré Ranma… y ahora que he logrado dominar esta técnica te destruiré de una vez por todas.
     
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    Bryan D Patico

    Bryan D Patico Entusiasta

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    Comedia Romántica
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    Bueno ya entré a la U voy 6 días a la semana por lo que podrán suponer por qué tardé tanto en publicar el siguiente capítulo. Espero que aún haya alguien que lo siga leyendo y de ser así espero que lo disfruten. Espero que no piensen que la extensión de este "mini-capítulo" sea por la falta de tiempo, es así porque... bueno más adelante verán, era mejor dejarlo hasta ahí por el momento.
    ____________________________________---
    Capítulo 10
    “Volvió”


    “Ranma parecía muy feliz cuando salió con esa tonta. Quién sabe quién rayos es. Han estado hablando por horas en su habitación… de seguro es otra de sus tantas prometidas” –la joven Tendo se encontraba sentada a la mesa de la familia viendo de reojo las escaleras, esperando el momento en que bajarán, la cena ya casi estaba lista y seguro no podrían tardar demasiado; le hubiese gustado que aquél apuesto muchacho se hubiese quedado a cenar también pero al parecer llevaba mucha prisa.

    -Sí… no puedo creer que hayas avanzado tanto –la voz de Ranma se escuchaba acercándose-, además mira cómo has crecido, eres toda una mujer ya.

    Aquellas palabras hicieron que el odio en Akane creciera aún más de lo imaginable, sus mejillas se pusieron rojas y su puños se cerraron fuertemente como si quisiera aplastar el aire. Al ver los pies de Ranma y su nueva “amiga” bajando por los escalones dirigió su mira al televisor con la esperanza de poder esconder sus celos.

    -Akane, hola. Justamente quería hablar contigo.

    -Pues yo no quiero –volviendo a ver a los dos jóvenes sin darse cuenta que sus mejillas seguían infladas de la cólera-, buenas noches señorita –sonriéndole de la mejor forma posible a la acompañante de su prometido-, supongo que se quedará a cenar.

    -Pues… yo, bueno –extrañada por la actitud de la joven de cabello azul-, eres muy amable pero la verdad debo irme, no puedo descuidar a mi pupilo después de todo –sonrió a manera de despedida y se volteó hacia Ranma –adiós guapo –dándole un fuerte abrazo-, nos vemos mañana.

    Dicho esto la chica se fue de lugar dejando en el comedor a Akane, Ranma y un profundo e incómodo silencio. La chica decidió volver a fingir atención en la pantalla del televisor mientras que Ranma se sentó a su lado con las piernas cruzadas en posición de indio y sus manos apoyadas contra las rodillas.

    -Akane, deja que me explique, no sé por qué hice eso con Shampoo… a decir verdad no recuerdo ni por qué estábamos en ese parque, lo último que recordaba era estar en un cuarto con el Doctor y después de eso tu voz… y los labios de Shampoo… yo…

    -Cállate Ranma –sin dejar de darle la espalda- no sé porqué demonios crees que te voy a aceptar algo de lo que me digas, yo vi cómo se besaron Ranma, después de lo que pasó entre nosotros y de nuestro compromiso vas y besas a otra y tras de todo a Shampoo.

    -Akane yo en verdad…

    -¡Cállate no quiero saber nada de ti eres un idiota! –Comenzando a llorar.

    -Y bueno, ¿tú qué piensas? –Poniéndose en pie- ¿Cómo crees que me siento yo al verme completamente confundido y saber que lo primero que haces es ir y consolarte en los brazos de ese cerdo estúpido.

    -¡Ryoga no es ningún cerdo! –Mostrándole al chico su rostro cubierto de lágrimas-, no sé porque no puede gustar él en lugar de ti, eres un tonto Ranma, un tonto.

    Akane se levantó dispuesta a largarse de la casa, no quería seguir hablando con Ranma. Se limpió un poco las lágrimas con su antebrazo y en el momento justo en que dio un paso algo la detuvo. Un fuerte golpe en el tejado llamó la atención de toda la familia. La lluvia comenzó a caer con mayor intensidad. Luego, una maníaca risa un tanto familiar le erizó la piel a todos los habitantes del hogar…

    -Ranma, Akane –Soun había llegado corriendo a la puerta de la sala y junto con él un enorme panda parecía estar igual de asustado- parece que ha vuelto… -comenzando a llorar.

    -¿Qué, papá? –Akane corrió a apoyar a su padre, la expresión en el rostro era verdaderamente alarmante, por su parte Ranma también se encontraba impresionado por la actitud de su padre, pocas veces lo había visto tan atarantado, escribía como loco en su cartel de madera, cuando al fin terminó, lo volteó para que todos pudieran leerlo.

    “Ranma… rápido, vámonos de aquí… ya volvió… El maestro Happosai está aquí”

    -Hay pero que lindo día, mi colección crecerá bastante con este botín –las puertas de la entrada resonaron al abrirse, la pequeña figura del anciano quedó opacada por la sombras de un relámpago al caer- ¡Soun, Genma, ya llegué! –Gritó con un poco de autoridad-, vengan, no puedo esperar a mostrarles mis nuevas técnicas.
     
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    No lo revisé por lo que las faltas de ortografía y coherencia deben abundar, lo siento es que la U no me da un respiro. Disfruten.
    __________________________________---

    Capítulo 11
    “¿Es broma?”

    El suave cantar de un pájaro fuera de su ventana hiso que sus ojos al fin se abrieran. Sentía como si no hubiese dormido más de dos horas, aún sentía el ardor de la sal de sus lágrimas quemándole los ojos y los rayos del sol que entraban por la ventana solo empeoraban aquella sensación. Afuera se escuchaba como alguien practicaba artes marciales. Estaba cansada sin embargo el sonido del aire al cortarse con tan veloces movimientos la obligaron a dar un vistazo, sabía que Ranma era capaz de luchar así pero, ¿había alguien más capaz de igualar esa rapidez?

    Por un momento su mente recordó que el maestro había llegado recién anoche de un duro entrenamiento, quizá él estaba ahora practicando con Ranma, sin embargo, aquél pervertido anciano no tenía las extremidades tan largas como para provocar aquél sonido. Al llegar a la ventana sintió su corazón detenerse un momento, la sangre le hervía como nunca y sus puños se volvieron a cerrar con gran fuerza. Esa estúpida chica de cabello negro de nuevo, claro, no solo era Shampoo ahora también la había sustituido por esa mujer.

    A pesar del enojo de la menor de las Tendo su mente se perdió viendo a aquellos dos practicar, la velocidad, la fuerza, la entrega que ponían en cada golpe y patada era envidiable, la chica fácilmente igualaba a Ranma en todos los aspectos, tenía que aceptar que aquella joven era mucho mejor pareja de entrenamiento que ella. Deprimida dejó de ver la impresionante escena y se marchó al baño; después de todo el día ya había empezado y aunque no quisiera tenía que vivirlo.

    -No entiendo cómo con este nivel te costó tanto ese cerdo hermanito –limpiándose el sudor de la frente.

    -La verdad… -mirando sus propias manos tan sorprendido como si no fueran de él-, no entiendo. Este no es mi nivel de batalla, es decir, soy genial pero no tan rápido, ni tan fuerte.

    Su “hermana” se acercó lentamente y lo observó con curiosidad, parecía bastante serio como para tratarse de una broma. La hermosa joven de cabello negro suelto se apartó un poco del muchacho y se quedó pensando un rato; vestía un tallado pantalón largo estilo licra color gris que le marcaba perfecto la figura de su cadera y una fina pero igual tallada camiseta verde de tirantes. Las curvas de su cuerpo eran tan detalladas y sus músculos tan finos y tonificados que sería capaz de detener el tránsito completo de cualquier autopista de Japón. Reposó la barbilla en su mano mientras seguía pensando en la situación de su compañero de práctica hasta que al fin habló.

    -¿No pasó nada ayer, te tomaste algo o no sé, que quizá te haya aumentado la fuerza?

    Ranma pensó un momento en lo dicho por la chica, recordó entonces lo sucedido la noche anterior, -pues el maestro llegó un tanto después de que te fuiste… comimos y luego vino a enseñarnos unas técnicas a tío Soun, papá y a mí, pero como siempre ese viejo cretino quiso pasarse de listo conmigo así que lo mandé a volar.

    -¿Y no pasó nada más?

    -Mmm… llevando la mano a su barbilla como imitando la pose en que la chica se encontraba anteriormente-, pues cuando el viejo logró regresar me presionó la espalda con tres dedos y dijo que me arrepentiría de tratarlo así –bajó los brazos y se relajó haciendo un gesto burlista-, nada nuevo ese loco siempre cree que me hará temblar con sus tontas amenazas.

    -¿Te presionó con tres dedos? –La chica parecía bastante asustada, tomó al joven de la trenza por los hombros y lo volteó de inmediato. Sin ninguna demora soltó el nudo del cinturón negro del chico y le bajó su traje de combate hasta la cintura- Lo sabía –observando los tres puntos negros cerca del hombro de Ranma.

    ***​

    -Vaya –observando con detenimiento la marca-, no veía algo así desde mi época de estudiante, y aún así solo en libros la había podido apreciar. Como tu hermana dijo, esto es un sello maldito que tiene casi cuatro mil años de historia –buscando algo en un viejo estante dentro de su consultorio-, fue con el cuál la dinastía Zhang impartió terror en el norte de china, se dice que dependiendo de la posición de los dedos la maldición es distinta, esto además varía con la forma de ser de aquél quién la ejecutó.

    -¿Qué quiere decir con eso doctor? –Ranma se encontraba sentado sobre la camilla de exploración sin camisa y al parecer aún sin entender lo grave de la situación.

    -Por ejemplo, si aquél que hace el sello es un persona muy física y violenta su maldición tendrá que ver con algo que involucre fuerza o golpes –tomando un libro del estante y empezando a leerlo cuidadosamente-, estás maldiciones siempre otorgan algo pero a cambio piden otra cosa mucho más valiosa.

    -Eso explicaría tu repentino aumento de poder hermanito –dijo la joven que al parecer tampoco estaba tan preocupada- y, ¿qué es lo que pide?

    -La vida.

    La voz del doctor fue tan seria y cortante que ninguno de los presentes se atrevió ni por un segundo a tomárselo como broma. El hombre seguía buscando entre su libro unas líneas en especial mientras que Ranma y la joven intercambiaron una mirada de preocupación, hasta ahora comenzaban a entender lo serio de la amenaza del maestro.

    -Doctor… esto, esta maldición –pasando saliva-, ¿se puede romper?

    -Claro, solo que debemos averiguar la forma. Como te dije cada sello es distinto y como este lo puso el maestro Happosai no debe de ser una forma muy “decente” la que haya que emplear para romperlo.

    ***3 horas después***​

    -¿¡Qué!? –El grito de asombro fue completo en la sala de la familia Tendo, desde Soun y Genma hasta Akane habían ahogado la voz en el mismo grito. La chica había dejado ya a Ranma pues no quería entrometerse en ese asunto y ahora le había tocado al chico explicar solo aquella situación.

    -¿Tienes qué… -dijo Soun.

    -Acostarte… de forma “sexual” con alguna mujer siendo hombre una parte del tiempo y mujer la otra? –ayudó Genma.

    -O perderás la vida en 24 horas –concluyó Akane entre lágrimas.

    ***1 hora después***​

    -No entiendo que pretendes que haga descarado, no puedo ayudarte aunque claro, supongo que no necesitas ayuda alguna, después de todo ahí tienes a Shampoo –dándole la espalda al joven-, oh lo siento, lo olvidaba… ¿por qué habrías de querer a Shampoo si tienes a esa nueva mujer que de seguro te ayuda llena de felicidad?

    -¿Qué? –Ranma tomó por el hombro a la chica y la volteo para verla de frente-, Kari… Kari es mi hermana Akane, no puedo creer que en verdad estés celosa de ella.

    -Tu… ¿Tu hermana?
     
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    Poco tiempo, no puedo dedicarle lo suficiente a esta historia y decidí terminarla aquí, espero que la hayan disfrutado.
    _____________________________________---
    Capítulo 12
    “¿Ahora?”

    Era evidente que Akane no ayudaría, después de todo seguía furiosa por lo de Shampoo, a pesar de saber lo de su hermana aún debía explicarle bien la situación y no solo a ella sino que a toda la familia. Tampoco iría a pedir “ayuda” a Shampoo, no sabía qué hacer y por tanto ahora se dirigía al consultorio del doctos Tofú. Casi una un mes había pasado ya desde la hermosa noche que había pasado con Akane, el solo hecho de recordarlo le erizó cada pelo de su cuerpo y le hizo sonrojarse como pocas veces en la vida. Aquello había sido tan sutil, tan espontaneo; la verdad no sabía si sería capaz de repetir algo así sabiendo de antemano lo que pasaría.

    El consultorio del Doctor apareció frente a él más rápido de lo esperado, de seguro el tiempo había corrido más rápido con aquellos pensamientos rondando por su cabeza. Tocó y entró al escuchar la voz del Doctor diciéndole que ya le estaba esperando. Un breve saludo entre ambos se continuó con Ranma subiéndose en la camilla de exploración y retirándose la camiseta para que el doctor pudiera examinar la marca… El silencio se apoderó de la sala… todo continuó en silencio, los anteojos del doctor se resbalaron un poco sobre su nariz mientras sus ojos incrédulos seguían observando la espalda del muchacho.

    -La… la marca… el sello –separándose un poco del muchacho-, ha desaparecido.

    -¿Qué? –El joven se levantó y se miró de inmediato al espejo, al confirmar lo que el doctor había dicho, miró su lado derecho y luego el izquierdo para saber que no se habían equivocado… todo estaba bien, su piel limpiar y ni rastro de algún tipo de sello. Ranma comenzaba ya a saltar por todo el consultorio cuando algo lo detuvo. En ese momento el Doctor comenzó a hablar.

    -Esto… esto solo podría tener un explicación, pero… Ranma tu aún no…

    ***

    Las lágrimas comenzaron a recorrer su rostro, no sabía cómo tomárselo, no sabía cómo reaccionarían, ni Ranma ni sus padres. La tristeza y la felicidad se fundían dentro de su corazón en ese mismo instante. Tantas preguntas, tantas dudas… no sabía qué debía hacer, de lo único que estaba segura era de que tenía que seguir adelante, lamentarse no iba a cambiar nada, debía continuar con lo que viniera, no importara como.

    Sentada en el retrete de su casa, encerrada, sentía como si el mundo se alejara de ella y ahora todo lo que existiera era aquél pequeño lugar. El sobre abierto del laboratorio yacía inerte en el suelo mientras que temblorosa la frágil hoja en sus manos no podía mentir, era simple, era sencillo. El examen era positivo, no importaba nada… ahora, no era solo ella, cargaba los genes de Ranma dentro de sí.

    ***

    Ranma no pudo terminar de escuchar la explicación ni el doctor de explicar. Un aura sumamente poderosa comenzó a brillar alrededor de su cuerpo desgarrando lentamente cada fibra de su cuerpo, la fuerza parecía explotar en cualquier momento, sin embargo, la fuerza se comentó súbitamente en el centro del cuerpo del muchacho y un sórdido ruido como una explosión bajo el agua sacudió de sobremanera el cuerpo del chico de cabello negro que expulso filas abundantes de sangre de cada parte de su anatomía. El cuerpo calló en el suelo casi inerte. El doctor se apresuró… “aún vive”.

    FIN
     

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