Historia larga Eternum

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Boris Alekseveych, 16 Octubre 2017.

  1.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    En algún lugar del tiempo muy específico, una chica escuchaba los gritos de los soldados, sentía como la tierra temblaba al recibir cada ataque, lo veía en el rostro de los generales, aquellos que juraron protegerla ante todo: En ese lugar, a lo largo de lo que estaban viviendo, darían su último respiro. Pero no tenía por qué acabar así, habían logrado poner una barricada en la entrada principal y las otras entradas estaban completamente bloqueadas, ningún enemigo podría entrar, pero si lo hacían, sin duda sería el fin de todo.


    El destino de la tierra de Valles estaba en las manos de unos cuantos individuos, todos de diferentes reinos, que trabajaban apresuradamente pero aun así de forma metódica en poner la maquina a trabajar. Los sabios del reino habían trabajado en la maquina desde hace décadas, pero no fue hasta ese momento que en realidad fue necesaria, avanzaron en pocos días lo que les hubiera tomado años, aún no sabían si funcionaba, era la primera oportunidad que tenían y la última, una maquina con una base giratoria y pilares triangulares que formaban una capsula y, sobre ella, el cristal eterno, la maquina se había construido justo debajo del cristal con el propósito de aprovechar su poder. Los sabios, con sus túnicas blancas, iban de un lugar a otro, escribiendo runas, alzando maquinaria, revisando anotaciones y sondeando los niveles de energía.


    —Muy bien, el catalizador está listo, unos arreglos más y comenzará a andar, después de eso la magia que absorba será la suficiente para poder realizar el viaje. — Decía una mujer moviendo unos hologramas rúnicos.


    —No tenemos mucho tiempo, no sabemos en qué momento podrán superar a las tropas que dejamos en la entrada del templo. — Y como si dicho comentario fuera una maldición, pronto se escucharon los traqueteos de las armaduras enemigas, el cómo sus armas se lanzaban contra las barricadas puestas para enlentecer su avance, porque ellos lo sabía, era imposible detenerlos. Solo necesitaban tiempo, un poco más de tiempo.


    A medida que se acercaban la tensión se acrecentaba, necesitaban unos pocos momentos más, la chica decidió hacer un intento desesperado. —Lorem plectentes spineam. — Y así una larga vaina de espinas salió de las manos de la muchacha, para cubrir en su totalidad la entrada y los pasadizos. Su magia era aun de novata, había comprado unos cuantos segundos, pero cuando perdió la concentración las vainas comenzaron a pudrirse, afortunadamente era todo el tiempo que necesitaban.


    Los pilares comenzaron a girar sobre sí mismos y la capsula se cubrió de un velo blanco que emitía un sonido continuo. Finalmente, una espada apareció de entre las vainas, tenían que actuar rápido.

    —Solaire succubus perpentuos. — Un torbellino de fuego absorbía todo, tanto enemigos como aliados, su invocador se dirigió a la chica y mientras la empujaba dentro de la maquina le deseo lo mejor. —Princesa, usted es la única esperanza, viajará a donde todo comenzó, a donde se detectó la grieta en la magia, en sus manos cae el destino de nuestro reino, no, el destino de todos los reinos.


    —Espera, Stypl...


    Pero la chica no pudo replicar, la capsula se había cerrado, aquel sacerdote que la había protegido desde pequeña ahora se encontraba a pocos pasos de los enemigos, era su perdición, pero no se iría sin pelear. Sus brazos comenzaron la danza, una danza prohibida a no ser que se esté en una gran necesidad, ese momento lo era. —No...— La magia del cristal la protegería, pero sabía que la inmolación rúnica mataría a todos los que se encontraban en esa habitación.


    Una gran explosión de energía la sacudió al mismo tiempo que esta comenzaba su viaje, la chica, ahora sola y con el resplandor de la muerte de su maestro, de su único amigo, en su mente solamente pudo abrazar la joya que adornaba su cabeza, llorando, esperando ser capaz de lo que sucedería después.
     
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    Boris Alekseveych

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    Hola chicos y chicas, ¿como están?
    Regreso de un poco de inactividad después de varios problemas familiares/académicos con el preludio (ya preparado y listo, afortunadamente) de una nueva historia que quiero contar. Este preludio será para presentar a los personajes principales inmediatos (que ya tengo dentro de la cabeza que para presentar personajes secundarios o terciarios soy un asco, debo mejorar mucho en eso y espero que esta historia sea el caso). Y listo, con los días estaré subiendo avances (nuevamente, es solo el preludio) para que se den una idea y tal vez este mordiendo más de lo que pueda masticar pero realmente estoy muy hypeado por esta historia.

    Y pido su ayuda si alguien sabe donde puedo encontrar un traductor de idiomas fonético o poner esa opción en Google Translate, necesito sacar unas cuantas palabras del Hebreo y la escritura no me favorece a la hora de leerlo, también si alguien sabe de algunos libros de mitología hebrea y nórdica para referencia (y además la mitología de esas regiones me encanta).
    Y nada, espero que estén muy bien, muy felices, ya se viene el frió (gracias dios santo) si son del hemisferio norte y si son del hemisferio sur pues..... disfruten su verano (?).

    Un saludo y un abrazo.
     
    Última edición: 16 Octubre 2017
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    Agus estresado

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    Hola, me llamó la atención el título y me dispuse a leer. Aunque fue corto, y la idea de reinos y magia está muy usada en estos días (aunque qué idea no lo está el día de hoy), sentí curiosidad por la máquina y por el viaje al pasado que la princesa va a realizar para evitar lo ocurrido. Aunque hubiera sido mejor que se nos describiera quienes eran esos enemigos, por qué querrían matar a la princesa, qué es lo que ganarían, y por qué ella es la última esperanza. Sé que sería revelar mucha información en el principio, pero si hubieras contado eso, entenderíamos mejor los motivos del viaje y que tan peligrosos son los enemigos como para que se tenga que recurrir a eso.

    Hay algunos párrafos en donde utilizaste demasiado las comas, y donde deberías agregar más puntos.

    Esos son algunos ejemplos.

    Estaré atento a los siguientes capítulos. Saludos.
     
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    Boris Alekseveych

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    — ¿Cuál es tu misión?

    —Búsqueda, localización, eliminación y salvaguarda.

    —Reglas.

    —No interferir en eventos rúnicos esenciales, no alterar la línea del tiempo en sucesos no marcados, no interactuar con la variable en ningún caso exceptuando el de la misión asignada.

    —Es muy importante este trabajo princesa, usted misma fue quien decidió tener la tarea de arreglar la línea rúnica.


    El evento estaba encabezado por los principales sacerdotes del Reino de Valles Bajos y las Colinas Humeantes, juntos cantaban el rezo, dando su energía vital al cristal eterno, que había perdido un poco de su brillo debido a cualquier cosa que estuviera pasando en la tela mágica.


    —Hija, no tienes por qué hacer esto, hay varios guerreros dispuestos a hacer esto—La matriarca Sun estaba preocupada, en su rostro habían aparecido arrugas desde hacía varios años en la cabeza de un imperio y al descubrir que su única hija se nomino voluntaria para la misión solo termino de borrar las hermosas facciones que un día adornaron su rostro. —, si les contáramos la situación a la Tribu Goro ellos podrían...—


    —Estamos en guerra con la Tribu Goro— Interrumpió el Rey con su voz ronca y firme, forjada con los años. —, su participación es inadmisible, aun si ellos comprendieran el peligro que sufre la tela rúnica, probablemente tramarían un plan para alterar el curso de los sucesos rúnicos. — El rey demonio parecía haber controlado un poco su enojo, no tenía mucha energía para enojarse de todas formas, estaba más preocupado de cuidar la salud de su esposa, familia y todo el reino. — El punto donde el cristal se comenzó a debilitar ya ha sido encontrado, tu misión, hija mía, ha sido asignada y eres la mejor para seguir las órdenes encomendadas, es imperativo que esa circunstancia se solucione siguiendo la línea rúnica si queremos sobrevivir. Eres la más capaz para hacer esta tarea, la primera hija del Sacro Reino, en tus hombros cae la responsabilidad de nuestra salvación.


    La princesa hizo una inclinación, desde pequeña había sido entrenada para tolerar la presión, en combate cuerpo a cuerpo, con armas ya distancia era la mejor de su generación y tenía conocimientos en magia y hechicería suficientemente avanzados para saber la importancia de su misión.


    —Lo solucionaré, encontraré lo que sea que este interfiriendo con la tela rúnica y lo eliminaré


    —Princesa, es el momento. — El patriarca guio a la princesa hasta dentro del portal, murmurando rezos para su protección. — Que Micheallo la acompañe en esta travesía. —


    Durante el viaje sus pensamientos paseaban entre su deber, sus reglas, el estrés, el nerviosismo por tener una tarea tan importante y el nerviosismo por estar tan atrás en el tiempo, de un lugar a otro hasta llegar a pensar en la variable. Le había causado muchos problemas al Sacro Reino y a todo el equilibrio rúnico desde que tuviera memoria, se le había enseñado a tenerle miedo y respeto, pero a donde iría no sería nadie, sería tan fácil atravesar su pecho y quitarle el corazón, si es que tenía alguno…
     
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    Boris Alekseveych

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    Se que no estoy diciendo nada con ambos textos, y eso tiene un motivo: Todo el preludio sucede en diferentes épocas (exceptuando las dos primeras y ultima parte, que suceden "técnicamente" en el "mismo momento"). Pero eso lo explicaré en la sinopsis (la cual irá después de la última parte).

    Se que estoy cayendo en algo poco original (y espero no caer en muchos clichés ni nada parecido, aunque ya voy contando varios y no estoy orgulloso de ello) pero intentaré que sea lo más único y fresco que mi materia gris pueda darme. Ojo, este es solo un preludio, yo estimo que, para tener la historia comenzando y que sea continua (publicando un capitulo cada semana con dos o tres capítulos adelantados para evitar hiatus) creo que debería de esperar hasta finales de Noviembre.

    Es por eso que dije que tal vez estoy mordiendo más de lo que pueda masticar, quiero hacer toda una serie en este universo siguiendo la trama y contando a su vez el universo y su folclore, lo cuál es muy ambicioso para mi encéfalo, pero esperemos que salga bien, ya tengo unos bosquejos en lápiz y papel para hacer una representación visual de algunas cosas y tengo mucha estructura ya planteada como fija, así que veo a este proyecto con unos buenos ojos en el futuro.
     
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    Era muy noche, el viento frío entraba por la ventana que no podía cerrarse, solamente unas cuantas velas que luchaban constantemente por no ser apagadas podían brindar un poco de calor. Pero el candidato a sacerdote ya se había acostumbrado a eso: el castigo que recibía cada vez que osaba llevar la contraria a sus maestros o a poner en duda alguna parte de su educación, la torre pasó a llamarse “penitencia brumosa” a “torre de Styplerkla” de tanto que la había habitado desde su llegada.


    Pero eso no le importaba al sacerdote, el éxtasis de poner en práctica sus conocimientos lo mantenía caliente, eso y el entrenamiento que recibió de pequeño por su raza adoptiva. Su túnica chocaba con el moho del suelo de madera donde había grabado un montón de sellos para el experimento que llevaría a cabo. Los libros en su mesa dejaban entrever un poco el tema: La estela mágica, la tela rúnica, mecánica de cuerpos mágicos tras su inmolación al cristal, la relación del cristal eterno y la inmortalidad cuántica; literalmente el propósito de todo su estudio se enfocaba en ver al otro lado de la ventana, y estaba a punto de hacer la primera prueba para comprobar sus teorías.


    El soporte de madera especial estaba en el centro de la habitación, sosteniendo el cristal que le permitiría hacer la observación, un ruido por fuera de su torre lo distrajo un poco, el frió de la noche le golpeo la cara de lleno cuando se asomó para investigar, no pudo observar nada, sólo un poco de escarcha, estaba haciendo más frío de los normal.


    El cristal lo había pedido forjar de un amigo en Colinas Humeantes, que fuera lo suficientemente claro y delgado para asemejar una hoja y lo suficientemente fuerte para que absorbiera suficiente esencia mágica.


    —Muy bien, prueba uno de seguimiento de estela mágica en la tela rúnica. —Dictó para su cristal de notas, no sentía las manos, en serio hacía demasiado frío, en ocasiones como esa se arrepentía de no haber aprendido piromancia cuando se lo propusieron. —Muy bien, la hipótesis marca que se verán diversas estelas haciendo círculos, denotando diferencias entre su esencia mágica, la nuestra debe de estar en el centro.


    Alzo un tomo especifico, uno que él mismo había creado basándose en los las técnicas de rastreo de los Ardat, el plano astral de los Kimiya y unas cuantas investigaciones de textos que estaban prohibidos o eran muy avanzados. Su propósito era canalizar su energía hacia el cristal y reflejar cualquier cosa que se tuviera que reflejar.


    —Quid apostolus servat ut ipse— Recitó una y otra vez. — Quid apostolus servat, ut ipse. Quid apostolus servat, ut ipse. Quid apostolus servat, ut ipse. —Los sellos en el suelo comenzaron a brillar, de ese brillo que solo aparece cuando un sacerdote mayor utiliza su poder. Podía sentir como su magia era absorbida por el tomo, estaba tomando mucha más de la que calculó pero ni los mareos ni la debilidad en los brazos y piernas lo detuvo hasta que escucho el golpe seco desde el soporte, las velas se habían apagado, la pequeña cortina que estaba en la ventana para intentar detener el frió termino de agitarse, había concluido.


    Necesitó unos momentos para reincorporarse y evitar un desmayo, eso había sido mucha magia canalizada, una pequeña parte de su subconsciente pensó que sufriría una fuga vital. Estaba ahí, brillando desde el centro, dando una tenue luz a toda la habitación. La imagen que veía entre en el cristal le hizo soltar un grito de euforia que, si se escuchaba en las zonas oscuras, creerían que es una taque de guerra de los salvajes.


    Un montón de puntos yendo en círculos, como si quisieran atraparse a sí mismos dejando una cola como prueba de donde habían estado, llenaban todo el cristal. En sus bordes aún había semicírculos, por lo que concluyó que el tamaño del cristal no reflejaba todas las diferentes estelas mágicas que en realidad había. ¿Cuántas se había dejado fuera? ¿La mitad? ¿El doble? ¿El triple? No lo sabía, solo le importaba que el experimento había funcionado y lo presentaría en cuanto tuviera un reporte completo, eso revolucionaría la manera de ver al cristal eterno y su importancia.


    —Justo en el centro hay un círculo diferente a los demás, un círculo verde, un pequeño y pálido punto verde rodeado de puntos blancos. —Río para sí mismo. —Ese color me fue otorgado por el Comandan…


    Se detuvo, algo extraño había pasado, recordó el frío. Uno de los puntos “vibró” y dejó una estela hacía el círculo central, estaba haciendo más frío. Mientras buscaba algo para volver a encender las velas se preguntaba qué podía ser, mucho mucho frió. Una idea cruzo por su cabeza, pero era imposible, las implicaciones de eso serían revolucionarías para todos.


    — ¡¿Dónde diablos están mis cerillas?!


    —Aquí. —


    No pudo reaccionar, no sintió nada más allá de un dolor caliente en el abdomen, el resto, solo frío, un frío que le daba miedo, un frío total.


    —Es una pena, ibas a tener un gran futuro, pero eres un problema, bueno, serías un problema.


    Encendió uno de los respiraderos de hierbas mientras veía alrededor, había adelantado mucho su trabajo, fue bueno que para sus propósitos que lo encontrará justo ahora. El sujeto, que vestía completamente con una túnica negra roída chasqueo los dedos y el lugar comenzó, poco a poco, a incendiarse. El cadáver del estudiante a sacerdote estaba en el suelo, se consumiría con el edificio.


    Algo hizo que el asesino volteará a ver el trabajo prematuro de visión estelar. No comprendía cómo funcionaba, solamente para lo que servía, afortunadamente no abarcaba por completo las estelas, eso hubiera sido problemático si no llegaba a matarlo. Ya emprendía su huida cuando dos puntos de dos círculos diferentes vibraron al mismo tiempo dejando sus propios trazos hacia el círculo central.


    —Interesante. — Termino de consumir el respiradero de hierbas y salió por la ventana, tal vez eso sería más divertido que todas las veces anteriores.
     
    Última edición: 21 Octubre 2017
  7.  
    Boris Alekseveych

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    Eternum es la historia de dos medias hermanas, solamente que nunca se han conocido, no se llevan bien, tienen historias diferentes, apenas conocen una de la otra… y cada una es de un universo paralelo diferente.


    Estelia. Viene de una linea temporal apocalíptica, cuando era apenas una bebé, una raza llamada Jintes apareció de la nada y comenzó a causar estragos en toda la tierra de valles. Su padre, Azel Sulpur, comandó al Ejercito Oscuro en diversas batallas por la supervivencia de su reino y el de su esposa. Aun así, y a pesar de ser formidable en cada una de las peleas, al llegar a un punto de no retorno acordado por los jefes militares, científicos y mágicos, la Reina Sun Apur-Athar catalizó su energía mágica para crear una barrera entre las tierras restantes y aquellas tomadas por los Jintes, sacrificándose en el proceso y encerrando a los pocos sobrevivientes del Ejercito Oscuro en tierras enemigas.
    Años pasaron en que los sacerdotes intentaban averiguar cómo habían aparecido los invasores, hasta que un día la barrera cayó por obra de una magia desconocida. Fue deber de los sumos sacerdotes, que investigaban una máquina para viajar en el tiempo, ir hacia el pasado para evitar la catástrofe, desafortunadamente fueron superados en la batalla final a pocos minutos de poder perfeccionar la maquina, pudiendo solo salvaguardar a Estelia, recibiendo ella la misión de averiguar qué sucedió e intentar detenerlo.


    Remmnla. Su línea temporal está en guerra fría, una sociedad militarizada debido a las diferencias entre el Reino Sacro, que protege el cristal eterno y unión entre la mayoría de los reinos mágicos de la tierra de Valles, y la Tribu Goro, grupo de reinos que buscan la independencia del Reino Sacro y la utilización del cristal. Entrenada desde pequeña por las escuelas de Hechicería y Combate de su alianza y siendo, no sólo la primera princesa del Reino Sacro, sino también el primer nacimiento del mismo en su historia, su destino era resplandeciente, hasta que la luz del cristal eterno comenzó a disminuir y la magia fue menos poderosa. Manteniendo su poder solo con la energía vital de hechiceros, rápidamente la fuerza del Ejercito Sacro se vio mermada ante la experiencia y capacidad de combate sin magia del Ejercito Oscuro, era necesario encontrar la razón de la debilitación del cristal.
    Y la encontraron: Su madre, la matriarca Sun Apur-Athar, había sido asesinada en una de las 5 líneas temporales principales, donde hubiera muerto por causas naturales. Siendo la única capaz de aguantar la canalización mágica de una transportación por portal, con los conocimientos tácticos y de combate necesarios, se da a la tarea de viajar al pasado y evitar la muerte de su madre, algo que podría incluso terminar la guerra en el tiempo de donde viene.
     
    Última edición: 21 Octubre 2017
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    Boris Alekseveych

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    Ahora mismo Eternum entra en hiatus, espero tener capítulos para finales de Noviembre (más que nada porque si no publico nada ese mes entonces toca esperar hasta Enero por cosas de la universidad) y quiero aclarar dudas que pueden haber quedado por este comienzo:

    1.- El preludio iba a ser más largo, de 8 capítulos para ser exacto, pero no me convenció el camino que estaba tomando así que decidí cambiar la dinámica de algunos personajes para que sea más digerible y menos tener que explicar cosas cada 5 minutos. Los puntos clave de la historia siguen igual así que estos cambios no afectarán a la trama en general (tal vez alguna subtrama pero eso ya se verá).

    2.- Si, la Matriarca y la Reina Sun son la misma persona (al igual que el Ejercito Oscuro que menciono, el Ejercito Sacro es algo de la línea temporal de Remmnla, se explicará con el tiempo).

    3.- No es un viaje en el tiempo convencional, mis conocimientos en el tema no salen de Asimov y DC Comics pero al menos yo nunca he leído algún tipo de viaje temporal tal cual lo tengo planteado, ya llegaremos a ese punto.

    4.- Los "Jintes" y el asesino de la tercera parte sirven a la misma causa pero no son de la misma raza.

    5.-Los conjuros los escribo en Latin (menuda oda a la originalidad) porque no encuentro un traductor fonético de Hebreo y el lenguaje de Islandia no me termina de gustar.

    Y ya esta, espero verlos en Noviembre y les mando un saludo y un abrazo, adiós.
     
    Última edición: 21 Octubre 2017
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    Agus estresado

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    Hola. Comentaré sobre los últimos tres capítulos. Creo que la premisa de la historia está bien, pero los capítulos deberían haber sido más largos y explicativos. Siendo tan cortos, se han generado demasiadas confusiones, y no se llega a conocer bien a los personajes.

    En el capítulo número 3 hay varios verbos en pasado sin tilde. Algunos verbos en pasado y en presente se escriben exactamente igual, y el word o cualquier otro editor de texto no los reconoce como errores. Deberías echar un vistazo. A la mayoría de los verbos terminados con la letra o les falta la tilde.

    Encontré algunos errores de tipeo en el último capítulo.

    Y en todos los capítulos hay partes donde las comas y los puntos podrían ser mejor utilizados.

    Pongo un ejemplo del capítulo 4.

    Creo que quedaría mejor así:

    Manteniendo su poder solo con la energía vital de hechiceros, rápidamente la fuerza del Ejercito Sacro se vio mermada ante la experiencia y capacidad de combate sin magia del Ejercito Oscuro. Era necesario encontrar la razón de la debilitación del cristal.
    Y la encontraron: Su madre, la matriarca Sun Apur-Athar, había sido asesinada en una de las 5 líneas temporales principales, donde habría muerto por causas naturales. Siendo la única capaz de aguantar la canalización mágica de una transportación por portal, con los conocimientos tácticos y de combate necesarios, se da a la tarea de viajar al pasado y evitar la muerte de su madre. Algo que podría incluso terminar la guerra en el tiempo de donde viene.


    Eso es todo por ahora. Dado a que los capítulos son cortos, no hay mucho de donde comentar. Saludos.
     
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    Boris Alekseveych

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    Leí tu mensaje en la app del móvil y créeme que no pude dormir bien (estaba fuera de casa y recién regreso), madre mía que vergüenza que haya publicado algo que ni siquiera estaba en forma para leerse, menuda vergüenza, pido disculpas y perdones, madre mía.

    Estoy sorprendido por lo que me dices respecto al ritmo de los 3 capítulos porque al momento de escribirlos inclusive me pareció que estaba poniendo demasiado para ser un preludio (aunque es el primero que he escrito en mi vida así que puedo estar muy equivocado), pero también tengo una razón para no rebelar tanto: quiero explicar todo lo mejor estructurado posible, tal vez metí mucha complejidad en la concepción de la idea (ya lo veré cuando ponga las ideas en el escrito) pero siento más correcto explicar todas las reglas del universo, de la magia, hechicería, invocación, armamento, etc. cuando toque el momento de explicarlo.

    Por otro lado el que sepan nada de cada situación de las protagonistas y del pobre que decidí matar, es para que sepan lo mismo que los de la línea del tiempo "actual" (no sé como llamarla, de momento digamosle "centro") en relación con las líneas del tiempo de Remmnla y Estelia: sean estas señoritas las que vayan revelándole a los demás la historia de sus hogares.

    Y eso sería todo, espero tener algo listo para antes de navidades, gracias por el feedback y estaré leyéndolo atentamente para saber qué podría estar haciendo mejor.

    PDT: Gracias por señalar lo de la ortografía, es un problema frecuente, suelo ponerme nervioso a la hora de publicar algo y se me pasan esas cosas, estaré más atento en la próxima.
     
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  11.  
    Lariebel

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    ¡Hola, Boris! He leído lo que tienes hasta ahora de tu historia y, como te habrás dado cuenta, le he estado dando a "me gusta". Ahora he encontrado un tiempo para venir a comentar como se debe. <3
    Bien, vamos por la trama. Como bien dice el usuario de arriba, por ahora no puedo decir mucho porque no se nos revela mucha cantidad de información y apenas es el principio de la historia. Me ha gustado tu preludio y ha logrado llamarme la atención. Si bien es verdad que me da miedo que tu long-fic vaya por un camino que se aleje de la originalidad y se acerque más a los clichés, por ahora me da la sensación de que hay posibilidades de que eso no suceda. Tengo esperanzas en ti. <3 Lo de la máquina del tiempo, el viaje al pasado para remendar un error y/o averiguar lo que sucedió, la relación que tiene con la guerra, la grieta mágica, etc., son tramas que he visto en diferentes libros y hasta en MMORPG's, pero si le das giros bien hechos y originales, además de desarrollar bien los personajes, puede que quizás logres lo que deseas. :3

    Acerca de los aspectos ortográficos, resalto que me ha parecido muy adecuada tu narración. Me ha agradado. Aún así, también he notado errores con respecto a lo que ha dicho Reydelaperdición. Te ha explicado muy bien el tema de las tildes. Lo que yo quería aconsejarte ahora era sobre el uso de la raya o el guion largo.


    Tené en cuenta esto:
    • Cuando se comienza un diálogo, no hay espacio entre la raya y la frase (aunque hayan signos de exclamación o interrogación). Tampoco los hay entre la intervención del narrador o incisos (lo que está entre las rayas) porque funcionan como paréntesis.
    • Los diálogos nunca terminan con una raya, sino con un punto (como los párrafos normales).
    • Cuando la acotación del autor (lo que se encuentra en el medio del diálogo), comienza con un verbo del habla (exclamó, dijo, preguntó), los signos de puntuación se colocan siempre después del inciso.
    Pero cuando la acotación del autor comienza con otro tipo de verbo (jugó, saltó, arrastró), el punto se coloca antes del inciso y este comenzará con mayúscula o minúscula según corresponda.

    Eso es todo, Boris. Espero haberte aclarado un poco más este punto. <3 También quería decirte que no le des más importancia de lo que se merecen a los errores ortográficos, puesto que todos los escritores los cometemos, nadie es perfecto escribiendo. Todos vamos mejorando de a poco nuestra escritura y el foro está para ayudarte con eso. :'3 Esperaremos por tu historia.

    ¡Saludos!
     
  12.  
    Boris Alekseveych

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    Hola a todos chicos y chicas, espero que esten muy bien, solamente para informarles que Eternum comienza oficialmente en el transcurso de esta semana o para el 20 de Noviembre (algo seguro es que estará si o si el 20 de Noviembre, es una promesa [a no ser que algo fuera de mi control como puede ser mi muerte suceda, toquen madera por favor]). Tengo preparado ya algo de contenido y los scripts de todo lo que quiero contar ya esta listo (tengo ya todo desde punto A a punto C, simplemente falta escribir lo que sucederá en B que es lo interesante.

    Te tomo la palabra y espero no molestar, pero mientras escribía me surgió una duda: a las instituciones debo escribirlas iniciando en mayúsculas (Ej.: ¿el ejército oscuro sería tal cual o sería Ejército Oscuro? También con el consejo mágico, ¿sería consejo mágico o sería Consejo Mágico? o para evitar escribirlo completo, ¿Consejo o consejo? Y listo, tengo problemas con eso porque no estoy muy seguro (además que faltaría la edición pero para eso hay tiempo).

    Y nada más, un saludo y espero verlos en estos días. Que estén muy bien.
     
    Última edición: 12 Noviembre 2017
    • Adorable Adorable x 1
  13.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    Eternum
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    Fantasía
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    15
     
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    El día era hermoso, el olor a polen fresco embriagaba al olfato y la luz del sol hacia trucos en el aire para dar un bello panorama por donde se viera. En la ciudad todos se encargaban de sus propios asuntos hacía bastantes horas, los más madrugadores inclusive estaban a punto de dar la jornada por terminada, todos parecían felices en Pisón, la capital del Reino de los Valles Bajos.


    En el castillo el día a día era lo común: Que los guardias hicieran sus rutinas de vigilancia, los mozos y sirvientes se encargaran de las tareas hogareñas, los notarios desde muy temprano atendían los mensajes y asuntos relativos al reino tanto local como con sus alianzas y, desde luego, la rutina de preparar a la Princesa Sun para su día a día.


    —Mi niña despierte, el día comenzó hace bastante. — La mujer ya estaba acostumbrada a eso, a pesar de ello no podía creer que habían sido 17 ciclos de lo mismo.


    —Un poco más, déjame seguir reposando los ojos. —Fue la respuesta que un montón de sabanas en una cama dieron mientras se movían un poco.


    —Lleva reposando los ojos una hora entera, se le hará tarde para su preparación para el Consejo.


    — ¡El Consejo!—Esa respuesta le ahorro el trabajo a la mucama de quitar todas las sabanas, pues quién estaba bajo ellas simplemente las apartó con energía.


    La habitación era circular, demasiado grande, podía permitir un baile completo dentro, solamente había que quitar los lujosos muebles de manera pulida, la gran cama del centro que, con sus cortinas y postes en cada esquina parecía una habitación dentro de una habitación y repintar un poco las paredes que habían perdido sus tonalidades de rosas y blancos donde la luz solar no entraba por completo. La cama tenía varios libros y enciclopedias alrededor, removidas de los libreros en una de las paredes que pasaron a ser tapados por las sabanas arrojadas.


    — ¿Cómo pudiste dejarme dormir hasta tan tarde?


    —Usted siempre se la pasa replicando que no la dejo dormir suficiente y que soy un fastidio por las mañanas, y como hoy se puso más testaruda decidí dejarla dormir.


    La joven seguía apresuradamente a su también apresurada mucama para arreglarse, afortunadamente la señora era experimentada en esa situación y había preparado un vestido para la princesa, uno azul pastel con cintas rojas y adornos dorados, resaltaba su figura atractiva y reflejaba el carácter amigable y cariñoso que siempre la acompañaba. Se había sentado para ponerse sus botas formales y la mucama aprovecho esto para prepararse a realizar el peinado.


    —No, por favor, ya tenemos prisa, creo que puedo usar un poco de magia para esto. —Su voz comunicaba la preocupación de llegar tarde, pero no dejaba de ser dulce y melodiosa a la vez.


    — ¿Después de lo que paso la última vez? Mi esposo sigue depilándome la espalda por las noches, no quiero que se acerque a ningún cristal cuando este yo presente. — La mujer intento tomar la varita con el cristal incrustado pero ya estaba brillando cuando logro tocarlo.


    Hubo una pequeña explosión y un brillo que dejo a ambas cegadas, para alivio de las dos, la canalización funciono a la perfección: A la princesa Sun ahora la rodeaba una tiara entrelazada que terminaba con forma de flor en su nuca, dejando el resto de su largo pelo rubio por detrás; la mucama se vio transformada por unos rizos hermosos y un retintado negro brillante que combinaba muy bien con su uniforme.


    —Creo que su esposo no verá ningún problema el día de hoy nana. —Ambas se veían sorprendidas en el espejo, una canalización tan simple que le salió muy bien a la señorita Apur, era algo que no pasaba todos los días, el sonido de la puerta abriéndose hizo que regresaran al presente.


    Apresuradamente entraba un joven de vestidura militar, con una tira roja diagonal de su hombro derecho a su cintura, de uniforme negro y con una daga puesta en horizontal detrás de su cintura, lista para desenvainarse, sus botas hacían un sonido rítmico al caminar


    —Escuché una explosión, ¿cuál fue el problema?—Realmente parecía preocupado, pero solo aquellos que sabían lo como leer sus ojos negros y su cabello esmeralda podían decirlo. Como respuesta a su pregunta recibió un cojín en la cara.


    — ¿No sabe, Teniente, que es de mala educación entrar sin tocar a las habitaciones de una dama?— La mucama estaba bromeando más que dando una queja, eso no le pareció al militar, que aparto rápidamente la vista de la princesa Sun esperando evitar ver alguna inexistente indiscreción.


    —Pido disculpas madame, igualmente Princesa, mi comportamiento es inaceptable.


    —Ya déjalo nana, no hay problema Azel, de todas formas ya estoy lista, tenemos que irnos rápido, la reunión del Consejo ya debió haber comenzado.


    En ese momento el joven retomo su compostura y dejo de lado su fugaz sentimiento de vergüenza.


    —Creo que puede ir despreocupada, recibí una vibración en mi cristal: hubo un asunto que requería la atención del representante así que la reunión se aplazó para medio día.


    — ¿Me estás diciendo que pude haber dormido otras dos horas sin problemas?— La mucama la reprimió por el chiste mientras el militar daba una pequeña carcajada, era momento de irse.


    El carruaje individual de la princesa le molestaba, le gustaba ver a los ciudadanos y saludarles mientras la transportaban, era conocida por todos y ella conocía a todos.


    — ¿No crees que arriesgas mucho tu seguridad?— Pregunto Azel guiando el caballo, se podía permitir más informalidad cuando solo estaban ellos dos solos, aunque mantenía un porte autoritario, sabías que te encontrabas con alguien importante solo al verlo.


    —Son ciudadanos, algún día tomaré decisiones importantes sobre su vida, quiero saber que esas decisiones fueron las correctas para todos.


    — ¿Cuándo será tu coronación oficial? ¿Este ciclo? Aún recuerdo cuando perseguíamos conejos en las afueras de Helheim o cuando Tserply nos divertía obligando a los bichitos a representar obras de teatro.


    —De eso ya hace mucho—Su dulce voz ahora estaba acompañada con la melancolía del recuerdo.—, antes de que quisiera entrar al Consejo y antes de saber si quiera que lo que podía hacer era magia, lo mismo que mueve nuestras vidas. En un parpadeo ya todo ha cambiado: yo me preparo para recibir responsabilidades frente al cristal eterno, Tserply está preparando planes de modernización de las alianzas y tú serás comandante de los ejércitos.


    —Lo seré cuando deje de ser tu guardia.


    Azel había sido escogido como guardia personal de la princesa Sun cuando cumplió los 15 ciclos, una tradición que tenía sus orígenes en la alianza de los reinos. Si bien parecía que todo sería divertido durante ese trabajo, pronto comprobaron ambos que distaba mucho de ser un simple amigo cuidando las espaldas de su amiga: Tratados diplomáticos, viajes, logística, personajes de la alta sociedad, intentos de agresión o personas que solo querían hablar con la futura reina de Valles Bajos, todos eran problemas que ninguno esperaba, pero al ser su responsabilidad tuvieron que acostumbrarse.


    Azel era el descendiente de Semjaza, comandante en jefe de los grigordianos, mandatarios del Ejército Oscuro, esa línea de sangre destinaba a Azel a convertirse en el futuro comandante de dicho ejército. El joven había sido esculpido por la educación militar, fuerte y fornido, pero no dejaba de tener su porte elegante, su cabello siempre estaba peinado según el reglamento y solo utilizaba unas ropas informales cuando la situación lo ameritaba.


    — ¿Te sigues preguntando porque te escogí a ti?— Estaban a medio camino de su destino, por lo general utilizaban el tiempo de viaje en que la princesa se concentrará en sus estudios del día y repasara algunas cosas con Azel como escucha, pero si bien ese día era imperativo que lo hicieran, la conversación siguió un rumbo personal.


    —Había otros compañeros mejores capacitados que yo, pudiste inclusive haber escogido a un nefilim, pero me escogiste a mí. Estaba muy sorprendido al principio, pensé que había sido por todo nuestro tiempo de amistad, pero a día de hoy es respuesta no me convence.


    —Fue porque el primer nombre que se me ocurrió fue el tuyo, no recordaba el de la mitad de los candidatos y el tuyo fue el primero en llegar a mi mente.


    —Esa respuesta tampoco me convence hasta ahora.


    El consulado del Consejo Mágico estaba construido en una colina sobre un río, era lugar para poder facilitar las instalaciones mecánicas e industriales del edificio como una prueba o experimento para implementarlas en un futuro en la sociedad nefiliana: un reactor de energía a vapor alimentado por el cauce y un prototipo de cultivo autosustentable que generaba ganancias para el pueblo eran unas de las ventajas en ese consulado, pero lo que más enorgullecía a sus ocupas en particular eran los soportes de cristales comunicacionales que permitían emitir y recibir señales prácticamente desde toda la tierra de Valles. Se había decidido que por esa característica toda la infraestructura de comunicación cristalaria se llevaría a cabo por ese lugar al que se le llamo cariñosamente: El Nexo. Justo debajo de él estaba construido el anfiteatro de magia y hechicería, donde se llevaría cabo la reunión del Consejo.


    La habitación era enorme, con sus paredes de mármol y sus relieves dorados que mostraban la historia de los nefilims: Un grupo de seres cubiertos en la oscuridad, sin esperanzas y a merced del destino de pronto encuentran el lugar del cristal eterno, un lugar lleno de luz y armonía donde poco a poco se asientan, aprendiendo a dominar el poder que estaba dentro de ellos. La historia se resumía en cómo se construyó el reino de Valles Bajos y como fue el reino cabecilla por muchas generaciones hasta que se generó la alianza de la tierra de Valles. Ahora individuos de todas las razas convergían rodeando el cristal, representado por un ventanal donde entra la luz residual de las actividades del nexo, un arte parecido se repetía en cada consulado, cambiándolo por la historia del reino donde se encuentra.


    —Se tardaron. — La observación provino de uno de los asientos hasta atrás, oculto a la vista de los recién llegados Sun y Azel. El chico que se encontraba en ese asiento tenía aspecto intimidante con su piel grisácea, cuernos duros con forma de ornamenta que formaban una curiosa corona para guardar su cabello carmesí en el medio, era por esto, y por la curiosa costumbre de convertir sus manos en garras de vez en cuando, que lo apodaban “monarca demonio”, cambiándolo a su mote actual: Tserply Guita, príncipe demonio, vestido con ropas de tela finas y alargadas como si fuera túnicas.


    —La princesa tuvo un problema con sus vestiduras, intentaré que no vuelva a pasar. —Respondió Azel de la forma más respetuosa que pudo.


    —Exageras en tus formas, Azel, hola Tserply, ¿Cómo estás?—La princesa Sun saludo a su amigo con un beso en la mejilla.


    —Muy bien Sunny, veo que Azel sigue sin salirse de su papel militar, pensé que un tiempo contigo cambiaría eso.


    —Nunca sabes cuando haya buitres escuchando Tse. —Contesto ahora en un tono más informal abrazando al monarca. — De todas formas, ¿dónde están los demás?


    —El consejo se retiró debido a un asunto urgente que se tenía que hablar, hace como una hora que no están, el resto de invitados perdió un poco la paciencia y se fueron a comer o a pasear o yo que sé, llevo aburrido aquí un rato.


    — ¿Y tus guardias?— Azel realmente se tomaba muy en serio la protección de los monarcas a pesar de que en un lugar como el consulado la vida de su amigo no corría peligro.


    —Los mande a que descansaran, no sé cómo puedes tu vivir tan tenso todo el tiempo, creo que es muy estresante para ellos andas cuidándome la espalda. De todas formas, si algo llegase a suceder, que es poco probable, llamaría a Betsy. —Respondió palpándose el antebrazo.


    — ¿Qué tal si aprovechamos este tiempo para planear lo del festival de primavera?— Sun lo recordó cuando vio a unas mariposas irse del borde de una ventana, pronto acabaría la primavera y era necesario despedirla como cada ciclo. — No creo que haya problema si la pasamos juntos, al menos no me han informado nada relacionado con mis deberes para ese día.


    —A mí tampoco me han dicho que deba atender nada ese día.


    —Pues yo tengo ordenado la seguridad de Sunny, así que eso se podría interpretar como que estoy libre. Siempre y cuando no vean que me estoy divirtiendo demasiado no debería haber ningún problema.


    —De hecho, este ciclo se realizara aquí, en el reino, ¿así que por qué no le damos un vistazo al lugar?—Realmente Sun quería salir a ver los páramos, hacía mucho tiempo que no estaba fuera del palacio para simplemente pasar el rato y para no ir y venir de asuntos oficiales. —Solo nosotros 3 como en los viejos tiempos.


    —Bueno, terminando la reunión del consejo despediré a mis guaridas al puerto y que ahí me esperen, solo los tres. —Tsperly revisó su reloj de bolsillo mientras decía eso, probablemente porqué tenía asuntos que atender en su propias tierras.


    Como si el ver la hora fuera una señal, los concejales aparecieron, platicando entre ellos, detrás venían algunos de los invitados, candidatos a ser parte del consejo mismo. Los concejales tenían la asignación de sacerdotes, no era para poco: Todos y cada uno de ellos habían logrado desarrollar el poder de su raza hasta puntos difíciles y, aquellos sacerdotes humanos, podían utilizar los diferentes tipos de magia de forma simultánea, cosa que ninguna otra raza podía hacer.


    —Bienvenidos, pedimos una disculpa por el retraso, pero un asunto relacionado con la academia superior ha tenido que ser discutido. —El concejal de Pisón, sumo sacerdote de Valles Bajos era un hombre viejo, con una gran barba blanca que sustituía al cabello que hubo en su cabeza en algún momento. Era, también, tío de Sun. —Comprendemos que este imprevisto haya ocasionado que la mayoría de los asistentes se retiraran, así que cambiaremos la estructura de la reunión para tomar consideraciones a los candidatos a sacerdocio y los aspectos relacionados a los miembros se aplazarán un día después del festival de primavera.


    La habitación ahora tenía a otras personas además de los 3 monarcas y los sacerdotes, mientras ese discurso se daba unos pequeños grupos fueron llegando, algunos más jóvenes que otros destacando los primeros por los libros que cargaban bajo el brazo o descansaban en su regazo, libros que Tserply siempre llevaba consigo y Sun había memorizado hace mucho.


    —El sacerdocio, como se les ha dicho múltiples ocasiones, no es una tarea fácil. —El que hablaba ahora era un anciano que asemejaba a Tserply, con sus cuernos mucho más alargados pero sin punta y desgastados, un pequeño lindworm jugueteaba alrededor de su cuello. — Nuestro deber es y será siempre el salvaguardar el cristal eterno, aprovechando su poder para el beneficio del espíritu de todas las razas con el objetivo de conseguir una mejora en la vida y alcanzar la serenidad.


    —A pesar de eso, no se ha concluido con la toma de salvajes, cada semana se leen en los informativos el cómo otra cuadrilla fue atacada en las fronteras, ¿no es esa la responsabilidad del Consejo?—Quien cuestionaba era una asistente, de su pregunta salieron murmuros de otros asistentes y miembros para discutir entre ellos.


    —Los salvajes son un tema completamente diferente, el Ejército Oscuro, realizando sus funciones asignadas como miembros de la alianza, es el encargado de hacer entrar el espíritu del cristal en esos individuos.


    —Esta conversación sale por completo del tema. — Interrumpió Nergal, uno de los pocos sacerdotes grigordianos y el único que alcanzaba el rango de sumo sacerdote. Siempre que se tocaba el tema de los salvajes el ejército oscuro terminaba fuertemente criticado. — Esto tiene que ver con las responsabilidades del Consejo para con las demás razas. Aspirante Sun, recuerde la historia del cristal para con las demás razas.


    Era una historia muy fácil, pues la historia del cristal era la misma que la de Sun y toda su raza:


    —En el comienzo había solo oscuridad, 5 clanes luchaban por el control de estas regiones: Los humanos, los salvajes, los nefilims, los grigordianos y los lyoveidos. Todo cambió en la primera impregnación, clanes que antes se definían solo por el nombre ahora pasaban a tener características y habilidades diferentes. Un gran cirstal apreció en una cueva en lo que ahora es Pisón, alrededor de la zona se construyeron las bases del reino de Valles Bajos. Las luchas siguieron cada una con su poder correspondiente: Los nefilims aprovechando sus capacidades de potenciación y hechicería; los grigordianos con sus astras y su armada fuertemente capacitada, el ejército oscuro; los lyoveidos con su interminable capacidad de trabajo industrial y defensa gracias a los imps.


    “Con el tiempo se llegó a una guerra fría entre los ahora 3 reinos hasta la segunda impregnación donde los salvajes pasaron a ser una amenaza por el desarrollo de su fuerza sobrehumana y capacidad de soporte al dolor, avanzando en una lucha por territorio que sigue a día de hoy; los humanos, que hasta ese momento no habían desarrollado ningún tipo de capacidad, con esta impregnación fueron capaces de controlar los 3 tipos de magia: canalización, liberación e invocación.


    “Estos, aprovechando el sistema social que les permitía sobrevivir en tribus, se unieron para generar su propio Reino, el cual, al llamar la atención de las 3 potencias, pidieron un cese al conflicto interno para generar una alianza con la capacidad de detener el avance de los salvajes y, a posteriori, trabajar juntos para el avance de una civilización.


    Uno de los sacerdotes hizo seña para que se detuviera, él decidió continuar con la explicación.


    —De la alianza se decidió centralizar las decisiones, primero en un senado, al existir una clara inconformidad en las decisiones hechas por determinadas razas y sus contrapartes. El reino de los humanos, Edén, decidió conformar el llamado Consejo Mágico, lugar donde solo se podían permitir palabra, además de a los mandatarios de cada reino, a las personas más sabias e inteligentes para la toma de decisiones. A día de hoy, el propósito principal es el de unificar los distintos reinos de diferentes formas en un nuevo tipo de gobierno, donde se puedan dejar de lado las diferencias y combatir la amenaza salvaje conjuntamente, todo con el propósito de unificamos en un solo espíritu y convertirnos en hermanos, iguales los unos a los otros.


    Un ronquido hizo que la reunión se distrajera, la fuente era un Azel que, de alguna forma, se las había arreglado para dormirse de pie.


    —Teniente… teniente… ¡TENIENTE SULPUR!—La llamada del sumo sacerdote Yosah de Pisón lo despertó. —Tal vez prefiera descansar fuera de la sala, comprendemos que su labor como guardián de nuestra majestad Sun lo pueda ocupar en sus horas de sueño, pero le aseguro que estará completamente segura en el transcurso de esta sesión.


    El militar no se inmuto una vez que recupero el porte al despertarse, simplemente busco la mirada de Sun dándole su aprobación de salir y así lo hizo. La reunión siguió su curso durante otras dos horas, tomando los temas del avance de cada uno de los aspirantes dentro de su área de conocimientos y distintas tareas que debían realizar hasta la siguiente reunión para la validación dentro del Consejo.


    —No puedo creer que de todo lo que siempre te tomas en serio, el Consejo es lo único que te parece un chiste. — Tserply siempre reprochaba a su amigo respecto al mismo tema una y otra vez: era común que no solo Azel, sino que los grigordianos en general no les importaba el Consejo dentro de la sociedad.


    —Un montón de ancianos hablando sobre teorías para acabar con los conflictos en lugar de hacer algo.


    —No solo hablan de teorías. — Corrigió Sun un poco molesta con su amigo. —En las últimas generaciones se han hecho grandes avances en tecnología, nuestra esperanza de vida ha incrementado, hemos dejado de utilizar tradiciones salvajes para solucionar los problemas entre reinos.


    —Un momento, ¿desde cuándo las tradiciones son algo salvaje? ¿Desde cuando dejamos que se elimine nuestra identidad como raza?— A Azel le molestaba mucho el tema, los grigordianos eran muy celosos en cuanto a sus costumbres conservadoras.


    Habían salido del consulado, era una tarde encantadora: soleada y con un suave viento, las nubes estaban tapando los rayos de sol más agresivos y permitían disfrutar de una sensación de frescor y calidez al mismo tiempo. Tsperly había enviado a sus guardias al puerto de Pisón con la promesa de regresar antes que el barco a Colinas Humeantes partiera; Azel aprovechó su tiempo fuera para solicitar dos caballos, uno para Tserply y otro para él y Sun.


    Era rara la vez en que los 3 podían estar tranquilos en los últimos ciclos, recordaban con nostalgia cuando solían perderse de la vista de sus padres y sirvientes para escaparse y tener pequeñas aventuras por cualquier lugar, ahora esos días se limitaban a pequeñas conversaciones en fiestas o reuniones sociales, ni siquiera Azel y Sun podían darse el gusto de pasar el rato durante sus funciones.


    —Gracias a una tradición nos conocimos, ¿lo recuerdan?— Azel se refría a hace 12 ciclos, cuando una pequeña Sun, aun sin ser siquiera una princesa, se separó de sus cuidadores durante el festival de primavera. Un chico la encontró intentando controlar sus lágrimas, tarareando una canción para tranquilizarse. Quien sería conocido en el futuro como “monarca demonio” la entretuvo invocando pequeños imps y prometió llevarla a un lugar seguro. Fue Azel quien se dio cuenta que algo malo estaba pasando y hablo con los guardias para ayudarlos.


    A partir de eso siempre fue una temática entre ellos, Sun quien los unió, Tserply siempre servicial y Azel el calmado, juntos se complementaban durante su niñez para pasar el rato: Cuando Tserply comenzó a invocar criaturas más grandes que Azel retaba a combates; cuando el militar les enseño a pescar y pasaron más de 10 horas, para preocupación de sus sirvientes y sus padres, acostados sobre una piedra cubiertos de camuflaje; y cuando, dolorosamente, aprendieron las habilidades de un girogrdiano después de una canalización fallida. Con su edad fueron madurando no solo física y mentalmente, sino en su relación, fueron tiempo entretenidos cuando Tserply y Sun comenzaron una relación, y unos momentos difíciles para Azel que se vio dividido entre los dos mientras buscaba que se reconciliaran como amigos (cosa que no fue fácil por su ineptitud con el factor sentimental).


    —Sí, eran buenos tiempos—Acepto Sun con una sonrisa en su rostro. — ¿Qué les paso?


    —Crecimos. —Declaro Tserply con sequedad, quedaba gracioso como su cabello parecía estar encendido mientras el viento lo revoloteaba entre sus cuernos. — Tú dedicaras tu vida a proteger el pilar de la civilización, el cristal eterno; Azel será un comandante en el Ejercito Oscuro o se convertirá en el supremo comandante… eso si no logra que lo maten antes; Y pues yo, actualmente estoy intentando sacar el máximo a lo que el consejo pueda enseñarme y en el futuro pues: “Invocación, sociedad e infraestructura por el futuro”. Estábamos condenados desde el momento en que nacimos creo.


    — ¿Estabas siendo amable conmigo antes o en serio crees que soy así de imprudente?— Habían salido de Pisón hace tiempo y estaban a pocos minutos de llegar al paramo donde se llevaría a cabo el festival de ese ciclo. —Pues sí, creo que esto era algo que iba a suceder en cualquier momento —Azel no le dio importancia a la insinuación de su amigo respecto a su vida, estaba acostumbrado. — ,después de todo, la razón por la que nuestros padres no nos separaron después que paso lo de Betsy fue que llegaríamos a ser monarcas o diplomáticos o cualquier cosa que tenga el Consejo, era mejor que nos lleváramos bien.


    —Exageran los dos: somos personas normales que simplemente tienen que realizar determinado trabajo… como un herrero, o un carpintero. — Sun había hecho de la nuca de Azel un bonito adorno de flores, desde que se conocían intentaba constantemente sacarlo de su zona de confort, casi siempre sin resultados. — Simplemente que seremos más… solicitados… tendremos que ir a más lugares.


    —Y aquí estamos. —Anuncio Azel, se bajó rápidamente para ofrecer ayuda a Sun “eres demasiado formal” fue la respuesta que recibió. —Bueno, no es de extrañar porqué este es el reino de Valles Bajos.


    El páramo donde se encontraban estaba rodeado completamente de pequeñas colinas que tapaban la vista, en el horizonte, siguiendo la puesta de sol, era posible ver el puerto de Pisón y unos pocos de los edificios más altos de la capital.


    — ¿Creen que llueva? Quiero traer una nueva capa y creo que se arruinaría con la lluvia.


    —Tse, te preocupas más que yo por el clima y sabes cómo mi cabello es difícil de cepillar. — Sun se había recostado en el césped, realmente eso era lo que quería: un momento lejos del castillo y sus responsabilidades, con sus amigos y un Azel no tan preocupado por todo, cosa que no estaba sucediendo. —Hey militar, descanse, la guerra esta como a muchos cientos de kilómetros de aquí.


    El guardia estaba claramente en vigilia, su brazo derecho estaba muy tenso, esperando la más pequeña de las reacciones para desenvainar su daga y utilizarla, sus ojos y oídos buscaban algo, no sabía el qué, pero algo no le gustaba.


    —Un mal presentimiento, una sensación… no lo sé, me siento como cuando estuve de servicio en las fronteras.


    —Bueno, no estuviste de servicio, simplemente estabas en un campamento con dos o tres cuadrillas de distancia del combate, y fue hace varios ciclos. —Aclaró Tserply tomando lugar al lado de Sun en la cama imaginaria de pasto. —Cálmate, te estresas mucho, te enfermaras del estómago, además, si algo pasa, Sun es capaz de defenderse a sí misma, te tenemos a ti y siempre puedo llamar a Betsy y a unos cuantos imps, solo relájate.


    — ¿Sabes? Creo que tienes razón… si… tienen razón ambos, mucho estrés, me tomo demasiado en serio mi trabajo. —Ahora estaba mucho más relajado, su brazo dejaba la tentación de sacar su daga. —Por dios mírenme, hace meses que no estamos solos los 3 como en los viejos tiempos, y yo no lo sé apreciar. Les haré compañía, Tse se burlara de mi todo el tiempo y Sunny me hará algo en el cabello o algo así, como en los vie…


    Sus reflejos fueron lo suficientemente rápidos para actuar en el momento que el resplandor tuvo un efecto en su cerebro, su posición le dio la oportunidad de tapar a ambos con su cuerpo, de haber estado unos centímetros más alejado solo hubiera podido salvara uno. El calor vino después, en su entrenamiento había sentido todo tipo de dolores durante tiempos prolongados, pero eso no evitaba que sufriera cuando toda su carne, nervios y algo de hueso se calcinaron. El estruendo le reventó los tímpanos, perdió toda sensación de estar vivo y no supo si en efecto seguía en el mundo pasado unos minutos hasta que todo termino.


    — ¡Azel! ¡Azel! ¡Despierta por favor!—La voz de Sun le llegaba desde la luz, pudo sentir como su tímpano se regeneraba con ese molesto pitido agudo, estaban recuperándose más rápido de lo normal, Sun estaba cuidando de él.


    —Tu… Sun… Tse... ¿están… aghh… bien?— Ahora sabía que estaba acostado de espalda, sentía el tacto de sus nervios sobre el filo del pasto mientras su espalda se regeneraba.


    —Sí, sí, estamos bien, ¿estás bien tú? Madre mía, no estás bien, nunca te había visto así. — Luchaba por no soltar sus lágrimas, una distracción mayúscula en una canalización de vitalidad y podría tener un efecto opuesto al buscado.


    —Estoy bien… las he visto peores. Ayúdame a levantarme. — De pie era mucho más apreciable el grado de la herida: se podían ver unas bases de costillas y vertebras enteras que poco a poco recuperaban capa a capa, fibra a fibra, los músculos y nervios, su piel en los extremos de la herida comenzaba a crecer, dejando de lado descamaciones donde había ampollas —Apenas me dio tiempo de transformar mi pecho y mis brazos para protegerlos, la regeneración sigue doliendo como siempre.


    —Listo, ya no tienes heridas, te pondré un hechizo de stamina por si acaso.


    —No es necesario, eso no evitara que sienta dolor durante unas horas, ¿Dónde está Tserply?— Pregunto mientras se masajeaba los hombros, hace tiempo que no debía regenerarse y nunca en un grado como ese.


    —Estoy aquí… tal vez quieran venir a ver esto. — La respuesta provenía del centro de la explosión, que se encontraba rodeado de un tipo de niebla.


    A pesar de haber sucedido una explosión, la niebla era fría en comparación con la temperatura ambiente y no había rastros de fuego en el pasto a pesar del calor que Azel sintió, se escuchaban pequeños golpecitos metálicos con algo duro, probablemente los cuernos de Tserply con lo que sea que estaba ahí. Fue rápido ver de lo que se trataba conforme la niebla se difumino: Una especie de capsula de cristal transparente en forma de prisma triangular, parecía un estante de armas si no fuera por su tamaño, que debía de ser para 10 personas como mínimo. Se encontraba de forma vertical en el suelo y con lo que fuera su puerta completamente abierta con el monarca demonio haciendo algo,


    — ¿Qué demonios?— La expresión salió al descubrir lo que estaba dentro de la capsula, algo que Tserply había adivinado por su transparencia pero quería estar seguro: una persona.


    La ocupante era una mujer joven, tal vez de su misma edad, de cabello sombreado con puntas castañas y bases rubias, su figura era frágil y la túnica que llevaba estaba desgastada, estaba dormida o inconsciente, en su rostro podían verse las marcas de tiempos difíciles y de lágrimas recientes.


    —Los jintes…—Parecía decir en su delirio antes de caer en la fatiga. —Están viniendo… están…
     
    Última edición: 27 Noviembre 2017
  14.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    Estoy nervioso.

    Oficialmente Enternum comienza ahora, intentaré que las actualizaciones sean cada 7-10 días (o depende de que tan avanzado vaya cada 5). Estoy muy nervioso respecto a la historia, pero no sabré que recibimiento tendrá hasta que la publique. Cualquier feedback respecto a ortografía y demás me ayudará un montón, y nada más, disfruten la historia.
     
  15.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    Extracto del diario de Remmnla Guita Apur.

    Tercer Día.


    El informativo dice que estoy en la época correcta, fecha equivocada: Se suponía que mi llegada sería un día antes del suceso, en su lugar he regresado casi una semana. Eso me ha forzado a utilizar la medida de recursos: las joyas sintetizadas se vendieron a buen precio, no me permitieron traer joyas naturales a temor de que sus iguales estuvieran en circulación; escribo esto después de comprar un diario y algunas provisiones; hice la búsqueda de este lugar desde que se me asigno la misión: una pequeña cueva escondida en el pie de una colina, no es muy cómoda pero tiene espacio y con un poco de camuflaje es difícil de ver. He decidido anotar todo en diarios para no sé, enviarlas dentro de 40 ciclos para recordar algo, no sé muy bien la ciencia exacta de todo esto, simplemente creí que sería buena idea anotar todo lo que vivía.

    Creo que, resumiendo, mi estado actual es muy bueno, intento no destacar ni salir mucho, pero debo estar atenta en caso de que algo suceda. Ahora vamos a mi objetivo:

    Dentro de 2 días a partir de ahora mi madre será asesinada, los detalles se discutieron en una reunión extraoficial del consejo: La estela mágica de la matriarca Sun Apur-Athar desapareció de la línea temporal principal, la conclusión más lógica, a falta de una segunda estela de hechizos y rastro rúnico, fue la intervención de una singularidad. No conozco muy bien la magia detrás de eso, es algo que solo los sacerdotes y mi madre alcanzaban a comprender aparentemente, pero desde que se investiga la intervención en la tela rúnica para los esfuerzos de guerra se consideró que pudo haber sido un efecto secundario.

    De los cómos y porqués se encargarán los sacerdotes en mi línea de tiempo original, lo importante de toda la situación fue: Al no haber una descendencia del protectorado del cristal eterno este comenzó a perder poder poco a poco, si llegaba a un estado crítico seríamos unos blancos frágiles para la alianza de la tribu Goro. Se diseñó la misión, se solicitaron candidatos, y después de derrotar a cada uno de ellos finalmente me asignaron la misión a mí.

    “No vayas tu; es demasiado peligroso; hay muchos guerreros que podrían hacerlo;” Mi madre no entendía, simplemente quería salvarla, a ella y a nuestro pueblo, era mi deber y mi responsabilidad. Mi padre fue más comprensivo: corto toda mi educación para con la diplomacia y la monarquía y puso a mi disposición a los mejores maestros de la academia de magia y hechicería así como a los guerreros más capaces para mi entrenamiento.

    Tenía miedo, mucho miedo, un mundo sin guerra, un mundo donde nadie desconfiaba de los grigordianos y se movían libremente entre todos los reinos de la antigua alianza, solo de pensar en cómo inclusive existían otras razas que se reunían con ellas me da algo en el estómago.

    La noche antes de mi partida no pude dormir, mis manos sudaban como locas y mi mente estaba en muchos lugares y en ninguno al mismo tiempo. Creo que no hubo diferencia entre que el guardia me dio las buenas noches y después la mucama se acercó al día siguiente para prepararme... cuando llegue al jardín eterno, la entrada a la cueva donde estaba el cristal eterno, el miedo no me dejaba temblar. Me despedí de todos, mis hermanos, los jefes militares, mis maestros, los sacerdotes, mi padre… mi madre.

    No recuerdo mucho del viaje, tal vez porque fue instantáneo, tal vez porque realmente no estoy viva en esta época, no lo sé, solo recuerdo que estaba dormida bajo un árbol en las afueras de Pisón, producto de las runas de transporte para evitar aparecer directamente frente al cristal y no levantar sospechas. En cuanto pude inicie el ritual para ocultar mi estela, nuevamente, no tenían que saber de mi existencia.

    Pisón era muy distinto a como lo deje (¿o a cómo será?), aún tenía ese verde fuerte y lleno de energía de los libros de historia, podía ver animales viviendo tranquilamente mientras llegaba a la cueva e inclusive uno que otro comerciante que simplemente me limite a ver desde la distancia. Parecía un lugar completamente diferente y, aun así, no podía olvidar todo lo que había vivido.

    Los páramos por los que destacaba serían llenados con campamentos para refugiados y de entrenamiento, varios nefilims y lyioviedos estaban desamparados y luchaban día a día por sobrevivir, no había animales, eran peligrosos o eran comida. Mientras ahora las noches eran estrelladas o con nubes, se convertirán en una mezcla de humo y mugre, con el casual resplandor del campo de batalla más cercano.

    La primera noche la pase durmiendo, el hambre del segundo día me hizo salir y preparar algo de las provisiones que había traído conmigo, ese sería el día de mi actuar de no ser por un informativo que trajo el viento, seguramente de algún leñador: día 14 de la cuarta parte del primer ocaso, una semana antes del festival de primavera, 5 días antes de lo esperado. Mientras comía mi almuerzo me explique a mí misma que sería causado por los experimentos en la tela rúnica: mi viaje debió de haberse cruzado con una de las consecuencias de los experimentos. Me recordaba que eso ya no importaba, eso no había pasado aún y debía concentrarme en hacer lo que tenía que hacer en ese momento.

    Partí en la búsqueda de un comprador para tradear las joyas sintéticas, después de todo cuando tenga éxito necesitaré el dinero.

    *******​

    Escribo esto en la noche del 3er día, no estaba preparada para lo que pasó, ¿estaba en la lista de sucesos? No lo sé, mientras la hojeo no aparece nada. Respira, piensa, recapacita…

    Después de dar un resumen de mis dos primeros días decidí que sería buena idea comprar un cambio de ropas e ir a visitar el lugar del suceso: según el rastreo mágico mi madre sería asesinada en el páramo donde se llevaría a cabo el festival de primavera 2 días antes de que suceda, eso es dentro de 2 días a partir de ahora.

    Todo normal, el lugar estaba impecable, un amplio paramo de césped, nadie sospechaba que dentro de unos días una consecuencia cósmica cambiaría la historia por completo. Imaginaba cómo sería, era un lugar perfecto, sacaría mi cristal condensador, justo como entrene, apuntaría, justo como entrene, y salvaría a mi madre, justo como esperaba. Ya me había retirado al bosque cercano cuando escuche sus caballos, uno para quien sería mi padre y otro para quién sería mi madre junto con la mayor amenaza para el reino.

    Con solo verlo me hirvió la sangre: su uniforme se convertiría en el temor de mí pueblo, su rostro en aquel que debíamos derrotar y esa daga… no sé cómo me controle para no atacarlo en el momento. Eran felices, recordaba pocas veces ver a mi madre sonreír y el hecho de que tuviera mi edad no ayudaba en sentirme mejor con respecto al futuro que les esperaba.


    Estaban hablando con él, estaba tenso, había visto eso en muchos otros grigordianos: se estaba preparando para la batalla, fue en ese momento que cruzamos mirada, creí que me había visto, su brazo estaba a punto de sacar la daga, ese movimiento que había visto solo una vez… que estaba grabado a fuego en mi mente, no me importaba, preparaba mi propia arma, la había traído solo para él, una fantasía con la que jugueteaba, acabaría con todo en ese momento… pero no sucedió nada.

    Se había calmado y creo que estaba listo para acompañar a mis padres, no era mi misión principal, debía dejarlos vivir con esa pesadilla que llamaban amistad, ya les había dado la espalda cuando vi la luz, temía una liberación de su astra como un ataque hacia mí pero no fue así, simplemente era una luz: una explosión. La onda de choque me empujo y me golpee contra un árbol, caí inconsciente.

    Me desperté cuando el sol se ponía… no había nadie, ni rastro de ellos ni del sonido de la explosión, mi mente se fue por mil y un lugares… Lo primero firme que pensé: El suceso ya ha pasado. Escribo esto en la profundidad de mi cueva, la impotencia ante la idea de haber fallado sin poder hacer nada, sin siquiera haberlo intentado me crea un agujero en el estómago. Mañana iré contra una de mis reglas impuestas: Ir a Colinas Humeantes, necesitó saber algo y Pisón no es un lugar muy adecuado para mostrarme, no sabría cómo actuar. En cambio en Galdrastafir estaré en mi medio, conozco como moverme y conozco a alguien en quien puedo confiar.

    No sé si podré dormir el día de hoy, rezo a Micheallo que mis padres hayan sobrevivido… Aunque me permito el deseo egoísta de que su sacrificio signifique la muerte de Azel Sulpur.
     
    Última edición: 27 Noviembre 2017
  16.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Hola. Paso a comentar estos dos capítulos. Debo admitir que la historia se va poniendo más interesante, y va tomando un rumbo que no recuerdo haber leído en otra historia (lo cual es bueno).

    Ahora ya estoy un poco más interesado por la trama, principalmente por el tema de que Azel se haya vuelto malvado. Me pregunto por qué intentaría matar a las personas que eran sus amigos, y a los que salvó la vida una vez. Tengo curiosidad por ver que fue lo que ocurrió con él. También me intriga mucho lo que hará Rommalia y si podrá cumplir con el objetivo de su viaje.

    Aunque estuve algo perdido en estos dos capítulos,eso se debe a que no recuerdo muy bien los demás. En algún momento me los volveré a leer para orientarme.

    Te señalo un par de errores:

    Y te hago un comentario sobre este fragmento.

    La transición del diálogo de Sun a la escena en donde ella y Azel iban en el carruaje fue demasiado repentino y un poco incómodo para leer. Primero estamos en un lugar, y luego, sin aviso previo, nos encontramos en otro completamente distinto. Podrías marcar una transición usando [...] o (...); o incluso hacer mención en la historia que hubo un cambio de lugar, para que no sea tan chocante cuando toque leerlo.

    Eso es todo por el momento. Me despido por ahora.
     
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    Boris Alekseveych

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    Gracias por el comentario, si me doy cuenta que estoy cometiendo ese error al hacer transiciones, debo de experimentar como hacerlas de forma que sea cómoda, espero corregirlo para el siguiente capítulo. El tema de Azel se explicará ya que tiene una razón de ser pero de momento quiero primero plantear a los personajes y un poco de su universo lo cual me esta costando un poco en los borradores que tengo la verdad xd.

    Pero bueno, muchas gracias por el comentario y señalarme los errores.
     
  18.  
    Boris Alekseveych

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    — ¿Puedes explicármelo otra vez?— La reina Mahd no cabía en su sorpresa o en su duda. La historia que le contaba su hija no era algo esperado a su edad.

    —Ya te lo he dicho varias veces, estábamos los tres, Tserply, Azel y yo visitando el lugar donde se haría el festival de primavera, recordando los viejos tiempos y se me ocurrió ponerme a presumir respecto a la evolución de mis poderes: un conjuro de canalización de energía se salió de mi control y Azel resulto herido directamente. No fue gran problema debido a su regeneración y un poco de mi ayuda, pero lo mande a descansar y tal vez necesite alguna medicina para su dolor y para poder dormir bien.

    Hacía varias horas que regresaron al castillo de la familia real nefiliana, recién terminaban la cena. El largo comedor estaba diseñado para parecer el centro del edificio, desde ahí podían tomarse dos escaleras hacia los segundos pisos en esquinas opuestas, un corredor llevaba a la cocina y la bodega mientras que por las otras tres salidas de la habitación se accedía al resto del pasillo. Su pintura blanca y toques dorados dejaban en evidencia la elegancia de la realeza junto con los relieves en toda la pared. No era extraño ver alegorías al cristal eterno y, de hecho, el candelabro principal tenía una forma idéntica al lugar sagrado.

    —Ese chico siempre dejándote tomar muchos riesgos, si hubiera sido el joven Guita hubiera tenido resultados nefastos para nuestras relaciones exteriores. Se supone que debe protegerte, no pasar el rato contigo, ya no son unos críos.— El rey Rahs era un hombre pequeño pero temerario, con su barba rubia y sus ojos saltones, impregnados siempre de rabia o ira daba una figura imponente; su pareja, la reina Mahd era la causa de la belleza de Sun: igualmente rubia pero con un rostro que parecía esculpido en mármol puro, un cuerpo que era imposible de obtener sin magia y un porte elegante y seductor que llamaba la atención de todos los hombres. Pero el aspecto de los mandatarios de Valles Bajos no debía ser considerada literal, detrás de esas fachadas se encontraban dos individuos capaces y experimentados para las decisiones de su reino.

    —Azel me intento detener, pero yo fui demasiado insistente. Fue todo mi culpa, por favor no sean duros con él.

    —Aun así ese joven escuchará unas cuantas palabras de mí mañana. De momento creo que solo la mitad de sus alimentos será suficiente castigo, pídele a uno de los sirvientes que le lleven lo que necesite.

    No estaba segura de haberlos convencido, pero mientras no fueran y le hicieran un interrogatorio directo no había de que preocuparse. Se levantó de su mesa y se dirigió a la cocina donde los sirvientes le dieron un plato completo a Azel junto con un paquete con las medicinas solicitadas.

    —El joven siempre está haciendo su trabajo, no se merece ningún castigo… y usted debe ser más cuidadosa mi lady. —Fueron las únicas palabras que recibió del mayordomo cuando le entrego todo.

    Aunque su trabajo fuera siempre estar a su disposición, las habitaciones de Azel quedaban justo en la primera ala de la zona de guardias, en un lugar aparte y a casi medio castillo de distancia de la torre donde estaba la habitación de Sun. Azel critico esto inmediatamente por la falta de movilidad que tenía para trasladarse, llegando inclusive a pasar turnos de 56 horas para evitar dejar a la princesa desprotegida, una charla con los reyes, que prometieron tener siempre a alguien de confianza cuando Azel estuviera indispuesto, y una advertencia al muchacho para que no sobrepasara sus límites fueron suficientes para que disminuyera sus turnos a unas cómodas 20 horas diarias.

    En su habitación siempre hacia frió a pesar de que el sol la golpeaba de lleno justo en sus últimas horas del día, muchos guardias bromeaban con respecto a que siempre era invierno en Helhiem. La realidad es que las habilidades de Azel relacionadas a su raza le hacían liberar grandes cantidades de frió cuando estaba inconsciente, por lo que cuando dormía era común que disminuyera la temperatura.

    El cuarto del militar era una cama muy bien acolchada con sabanas gruesas y unas cuantas de repuesto en cajones debajo de ella, un escritorio de madera simple con unos cuantos cajones donde solía guardar plumas, libretas y cartas que enviaba o recibía de su reino, una pequeña librería con temas como “Historia de la guerra entre razas”, “La inteligencia y contrainteligencia”, “El arte de perder un combate” y “¿Cómo formar un cultivo casero?” adornaba su pared.

    Azel se encontraba viendo por la única ventana que tenía la habitación, sentado en un cofre que había llevado consigo al mudarse al castillo el cuál Sun estaba seguro que contenía armas pero nunca lo admitía realmente. En su cama se encontraba la chica a la que habían encontrado esa tarde.

    — ¿Estas fumando?

    —Hierbas de luz solar, ayudan a disminuir el dolor y hacen que me olvide que tengo una espalda completamente diferente a la que tenía cuando me levante esta mañana.

    —Eso le hace daño a tus pulmones.

    —Tengo una regeneración 20 veces más avanzada que el promedio de mi raza, lo cual es mucho para ustedes, así que fumar no tiene el mismo efecto en mí.

    —Puede que sea malo para ella. — Puso todo en el escritorio mientras se acercaba a ver a la chica que habían infiltrado al castillo, evitando que guardias y sirvientes se dieran cuenta. — ¿Qué crees que le haya pasado?

    —La explosión no la afecto así que tal vez haya llegado después, producto de una transportación, aunque no conozca ninguna de ese tipo. No tenía moretones ni heridas visibles y no se vio afectada por el frió, así que o bien tiene una tolerancia al estrés grande o tiene alguna forma de regenerarse rápidamente de forma pasiva.

    — ¿Grigordiana?

    —Puede ser, no tenía ningún sello canalizador ni un cristal de curación, aunque no conozco a ningún grigordiano que no tenga al menos un arma consigo en todo momento: además de su túnica solo tenía esto. — De su bolsa saco un sujetador de cabello, de esos que solo son un objeto alargado para evitar que se desenrede. Solo que este parecía estar hecho enteramente de plata con un diamante azul en el centro. —Se me hace extraño que una chica vestida así tuviera algo tan lujoso.

    — ¿La revisaste?

    —Solo superficialmente, no tenia bolsillos, sigo siendo un caballero. — Volvió a guardar el objeto y procedió a hacer algunas curaciones en su espalda y preparar algunas hierbas en caso de que la chica las necesitara. —Honestamente, creo que deberíamos decirle algo a alguien, no sabemos quién es o qué estaba haciendo o si sabe algo de la explosión… Dios mientras más lo pienso más oportunidad veo de que sea una espía salvaje.


    Hace 8 horas, en las afueras de Pisón recién habían sacado a la chica de la capsula.

    —Muy bien… Debemos de hablar a alguien. —Azel dijo esto en una mezcla de seriedad y miedo, una cosa común cuando no quería pensar.

    — ¿Hablarle a alguien? ¿Eres un líder militar y eso es lo primero que se te ocurre?— Tsperly parecía más preocupado por las implicaciones de utilizar una magia explosiva, que ninguno de ellos sabía, en las cercanías de un futuro evento importante y poniendo en peligro a los futuros mandatarios de 3 de los 4 reinos.

    —Lo primero que se me ocurren son al menos 3 formas diferentes que todo esto ponga en peligro la seguridad de Sunny: Como su guardia no puedo permitir ese riesgo.

    —Es una chica inconsciente con una túnica maltratada, no veo que problema puede causarle.

    —Estás viendo esto desde un punto sentimental, lo mejor que podemos hacer ahora es ponerla a disposición de alguien que pueda esclarecer todo.

    —Creo que podemos solucionar esto nosotros solos, no hay necesidad de llamar a nadie.

    —Sheqeṭ. —Sun se acercó a la chica mientras que los monarcas intentaban recuperar su sentido del habla. —Es una chica de la cual no sabemos nada, es cierto, pero aun así no veo ningún peligro potencial en ella. Nos la llevaremos a mi palacio, ahí estará bien y tendremos a alguien cerca en caso de ser necesario.

    —Ponerla en uno de los puntos más frágiles del reino no creo que sea lo adecuado Sun. — Los dos hombres habían perdido el efecto del pequeño hechizo de Sun, era Azel quien se oponía. —Quitando una habitación propia, para la cual debe pedir a los reyes que hagan la preparación o las celdas, las cuales creo que quedan descartadas según ustedes, no hay ningún lugar donde pueda quedarse y no sea una amenaza potencial.

    — ¿Qué tal tu habitación? En Helhiem era extraño que entráramos a verla, nada entraba ni salía. —Propuso Tsperly, aun teniendo una sensación extraña al pronunciar cada palabra.

    —Tus habitaciones son el lugar más seguro, si ella se recupera y presenta ser una amenaza estarás tú de inmediato para poder detenerla. —Sun creía dejar mucha responsabilidad en Azel, y se sentía mal por no seguir su consejo, pero algo en la chica le hacía tener curiosidad. —Y esto es una orden, hasta no sacar un juicio los 3 sobre esta situación no le revelaremos a nadie respecto a este hecho. ¿Está bien?

    —Como lo desee mi lady. —Contesto Azel dándole una reverencia, señal que no estaba de acuerdo con la decisión pero no iba a discutirla.

    —Yo investigaré la explosión, dudo que pueda haber una explosión mágica de esa magnitud que no afecte la tela rúnica. En Galdrastafir se hacen informes cada día para sondeo.

    —Está decidido—Declaró Sun. —, jirst jist is. — Al recitar estas palabras la chica paso a convertirse en un montón de flores, al menos para Azel y Tserply. —Hechizo de alteración de visión, no sé cuánto dure, así que hay que apresurarnos.


    De regreso en las habitaciones de Azel, Sun estaba programando un cristal con runas para análisis corporal. La programación de cristal era una de las cosas que salían del conocimiento de Azel, pero la princesa lo tenía prácticamente dominado. Una luz viajo desde la mano que sujetaba el cristal al cristal mismo liberando energía sobre la chica.

    —Veamos, tiene 16 ciclos, uno menos que Tse, buena salud aparentemente… ¿Qué demonios?— Las lecturas, que ahora se mostraban como un holograma en el cristal, marcaban una característica no muy común siquiera en esa época. — Es mitad grigordiana y mitad nefiliana.

    —Bueno, eso ya es algo de ayuda, mañana comenzaré a investigar si algún reporte de desaparición concuerda con ella, aunque eso no la libra de las sospechas de ser una espía. Puede ser fruto de alguna relación forzosa por ese propósito.

    — ¿No crees que te esfuerzas mucho en eso?

    —Oye, hago mi trabajo, si algo es una amenaza para ti debo…— En ese momento la chica comenzó a moverse y a murmurar algo.

    —La danza… No la hagas… No…— Mientras soñaba de su cuerpo comenzaron a brotar vainas espinosas que poco a poco cubrieron a la joven y se extendían por todas las superficies.

    —Electrum solar. —La onda de energía que Sun invocó era lo suficientemente débil para no hacer daño a nadie o llamar la atención y lo suficientemente fuerte para quemar las vainas y despertar a la chica.

    Azel puso a la princesa detrás de él, ya tenía desenvainada su daga y el diamante negro de la empuñadura comenzaba a brillar. La chica parecía algo confundida ya sea por la onda de energía o por la explosión de hace algunas horas. El militar no iba a tomar ningún riesgo, tomo la iniciativa y con su mano derecha puso la daga en el cuello de la muchacha, dejándola inmovilizada al tomar su brazo derecho con el izquierdo, un movimiento de su brazo libre y Azel le rebanaría el cuello.

    —Nombre, propósito, ahora. — La chica estaba claramente confundida, Sun se debatía entre el mantener posición u ordenar a Azel que la dejará en paz. —Habla ahora que puedes, tal vez dentro de 10 segundos te corte el cuello o la lengua dependiendo de cómo actúes.

    —Estelia… Estelia, mi nombre es Estelia. Tu eres Azel Sulpur, futuro comandante del Ejército Oscuro y ella es Sun Apur-Athar, futura reina de Valles Bajos y sacerdotisa del Consejo. Están en un grave peligro.

    —5 segundos.

    —La invasión, ellos vienen, es una advertencia, en esta época ellos harán su aparición…

    —No me convenciste. — El filo de la daga comenzaba su recorrido, una pequeña línea de sangre broto, afortunadamente Sun interrumpió al militar antes de hacer un corte más avanzado.

    —Esa amenaza, ¿podrán ser los jintes?— La princesa aparto a su amigo de la chica, pudieron ver como el corte hecho por el arma se estaba regenerando, confirmado los genes grigordianos que el cristal había detectado. —Hablaste de eso cuando te encontramos y recién ahora que te recuperabas de la inconsciencia.

    No sabía realmente como actuar, Azel aún tenía su daga preparada para atacar y Sun ahora tomaba una posición más abierta hacia ella; Estelia aún no había tenido tiempo de procesar todo lo que había sucedido en el último día o, más bien, lo que sucederá dentro de algunos años. Mientras su mente regresaba al sacrificio de su maestro recordó una de sus palabras en caso de encontrarse en esa situación: a Azel se le debe de ocultar el máximo de información.

    —Hablaré, contaré todo lo que sé para advertirles, para que estén preparados, con una condición: Debe ser completamente a solas con Sun.

    —Y un demonio te dejo sola con la princesa.

    —Azel…

    —Mi deber es protegerla a toda costa, vienes tú en una gran explosión exponiendo su vida solamente conmigo como escudo (de no haber sido yo ella hubiera muerto), haces una canalización en su presencia ¿y quieres estar a solas con ella?

    —Azel…

    —Creo que lo mejor es ponerte unas ataduras y llevarte a una celda, tendrás todo el tiempo para hablar con los guardias en jefe cuando toque.

    — ¡Teniente!—A Sun a veces le molestaba la actitud de Azel en determinadas situaciones, esa era una de ellas: el sentirse sin una palabra ni un juicio propio. — Déjenos solas, creo que puedo manejar la situación yo sola… Es una orden.

    El militar tuvo un problema moral en obedecer, pero había sido entrenado para ello: El comandante tiene la razón. Se acercó al escritorio de donde saco unas cadenas de acero, esposó a la chica con sus muñecas atrás de su espalda mientras activaba los sellos rúnicos grabados.

    —Esto es una mala idea princesa, pero sus palabras son ordenes… Y tú, estas son runas de corrupción, si las rompes quedarás tan débil que no podrás sentir como atravieso tu pecho. — Y con esa amenaza salió de la habitación.

    El lugar ahora estaba en un silencio muerto, la princesa se había sentado en la única silla en el lugar, de frente a la chica, intentaba crear el porte de la realeza que siempre utilizaba en los eventos o ceremonias políticas. Tomó uno de los extractos que había preparado para la chica y para Azel en caso de que lo necesitarán, se lo acerco a la chica para que lo bebiera “para que recuperar sus energías”. Ella fue la primera en hablar.

    —Bueno, ¿cuál es la advertencia que quieres darme?

    La chica trago la bebida, su cara formo una mueca de disgusto ante la medicina.

    —No es solo para ti, todos los reinos, todas las tribus, aldeas, ciudades, todo habitante de la tierra de Valles está en peligro… no quiero adelantarme, afortunadamente aún tenemos tiempo: Dentro de 12 o 13 ciclos a partir de esta época, tendrás una hija, esa hija seré yo, Estelia.

    La cara de la princesa intento mantener intacta, pero la expresión de sorpresa, curiosidad y escepticismo logro colarse. Estelia continuó:

    “Lo que sigue es algo que solo se me ha contado porque, desafortunadamente, mis padres no vivieron lo suficiente para contármelo: Unos meses después de mi nacimiento se detectó una gran perturbación en la tela rúnica, el consejo en ese entonces estaba impresionado, se necesitaba una gran cantidad de magia para lograr ese nivel de perturbación, se creyó que estaba relacionado de alguna forma por mi nacimiento y un evento mágico a gran escala, decidieron investigar esa hipótesis. Lo que no sabían en ese entonces, lo que solo sospechaba una persona, era que no se trataba de una perturbación relacionada a un evento, sino que literalmente había una ruptura en la tela rúnica.

    “Una transportación en gran escala, una canalización de materia y energía como nunca se ha hecho, varios años después los pocos sacerdotes del consejo estimaron más de 100 mil entes, todo un ejército. Se escondieron en el único lugar donde nunca los buscaríamos, donde la podredumbre de su presencia pasaría desapercibida: las tierras salvajes. Las cuadrillas de exploración cada mes traían las mismas noticias: Más luchas internas entre las tribus salvajes, más enfermedades entre sus filas, hambruna, más muertes.

    “Estas noticias fueron recibidas con júbilo entre la cámara de guerra, finalmente se veía un fin al problema salvaje, se creía que si se extendían relaciones políticas con ellos se llegaría a una solución diplomática, todos esperaban lo mejor, excepto, naturalmente, el comandante del Ejército Oscuro, Azel Sulpur.

    —Espera… ¿Azel será el comandante supremo? ¿Y estará del lado de el Consejo?

    —Lo siento, no puedo revelar mucha información, mi propósito es evitar la amenaza de los jintes, no puedo causar ninguna alteración fuera de esa en la línea del tiempo.

    “El comandante supremo no confiaba en la situación, algo le parecía extraño o simplemente quería asegurarse. Mando a una cuadrilla especializada a explorar más profundo en sus tierras, hacer un intento prematuro de contacto: ¿Están listos para dejar esto o prefieren morir por sus propias maldiciones o por nuestro acero? No se volvieron a escuchar noticias de ellos, por eso creyó que se debía seguir la ofensiva. El resto de la Cámara de Guerra no lo veía así: para ellos era una respuesta normal al envió de una cuadrilla a terreno enemigo o un simple retraso en su regreso, decidieron seguir con la intención de un trato diplomático.


    “El Consejo votó para el mismo: 2 altos mandos nefilianos en representación tuya debido a mi recién nacimiento (eso fue lo que te salvo en esos momentos); los miembros de la Cámara de Guerra grigordianos; 4 de los 12 sumos sacerdotes del consejo, uno por cada reino; Azel debía de estar presente, pero en su desconfianza decidió mandar 3 equipos rúnicos (aunque creo que ahora se les sigue llamando Wunderpow).

    “La entrada de la misión diplomática se decidió que sería por la ciudad de Babylon, en los bordes del reino de Colinas Humeantes con las tierras salvajes, encabezada por su recién coronado rey: Tserply Guita… Si ellos tenían previsto la decisión de la ciudad o si fue simple casualidad… no creo que importe mucho: En 5 días cayó a manos de los jintes en conjunto con una alianza con la raza salvaje. El Ejército Oscuro se había preparado para un paso a la ofensiva en la tierra de Valles en cualquier momento, las tropas estaban listas para un ataque moderado pero no esperaban algo de esa magnitud.

    “Pasó una semana antes que la Cámara de Guerra pudiera reestructurarse entre los altos mandos del ejército, pasaron dos hasta que el Consejo Mágico pudiera escoger los nuevos sacerdotes, decenas de cuadrillas se perdieron mientras intentaban enlentecer el avance, no sé cómo convencieron al comandante de no dirigirse al frente por si solo. El sacrificio de grigordianos valientes permitió diseñar un plan de contraofensiva e intentar detener el avance de la alianza, el plan era simple: intentar limitarlos a las fronteras de Colinas Humeantes con Eden y a partir de ahí reestructurar la frontera, dar por perdido el reino de Colinas Humeantes, hubo quejas, acusaciones. Al darse a conocer la noticia de abandono a los lyoviedos, la alianza de nefilims, grigodianos y humanos parecía desmoronarse en las rebeliones internas. Era apenas un bebé, pero lo que me contaron es difícil de concebir, aunque sea en la imaginación… Pocas veces un comandante había utilizado su acero contra los suyos para controlarlos.


    “Lo que sucedió a continuación fueron un par de ciclos en asedio, ataques de los jintes, respuesta de la alianza. Hasta que uno de los recién asignados sacerdotes se dio cuenta de algo: se trataba todo de una estrategia de tenaza, por el frente los invasores enfocaban las tropas aliadas, mientras que poco a poco tomaban terreno por los laterales, tribu a tribu, pueblo a pueblo, pradera por pradera. Fue mi maestro y guardián quién se dio cuenta de eso, inmediatamente al enterarse el comandante decidió utilizar la última carta que tenía: Una ofensiva total.


    “Se dejarían a tropas como defensa mientras que la mayoría del Ejercito Oscuro se enfrentaba a los jintes en el campo de batalla directo, el comandante Azel encabezaba; con los primeros días se recibían noticias sobre lo fructífero del avance, como lograban recuperar tierras e inclusive se veía posible adentrarse en antiguo territorio lyioviedo, pero con el pasar del tiempo se cambió el tono: más heridos, más muertos, menos avance… se procedió al segundo plan, uno que solo los nuevos sumos sacerdotes, la reina Sun y el comandante Azel sabían de su existencia: una canalización vital de parte de la única persona capaz de realizar correctamente un escudo rúnico con energía pura del cristal eterno, la reina Sun Apur-Athar.

    Las lágrimas de la chica comenzaron a caer de sus ojos, luchaba contra los grilletes de sus cadenas para limpiase la cara, luchaba por tranquilizarse, por dar a conocer el mensaje para el que todas las personas que conocía, para lo que su maestro, se habían sacrificado. La princesa saco un paño de sus ropas y secó las lágrimas mientras buscaba la mirada de la chica, podía ahora decir que sus ojos eran sinceros, que estaba soltando todo lo que necesitaba soltar, como si se tratara de un veneno dentro de ella.

    “No recuerdo mucho de ese día, no recuerdo mucho de ti como mi madre de hecho, pero recuerdo las personas que se despedían, recuerdo la aclamación del pueblo, recuerdo como me pusiste a cuidado del sumo sacerdote Styplerkla… y recuerdo la explosión de energía unas horas después, como la onda expansiva debilito a todos, pidiéndole su energía, como del cristal eterno salió el rayo de luz que generó el escudo alrededor de lo que quedaba de la tierra de Valles, tu sacrificio por nuestro bienestar.

    “Lo que siguió fue demasiado apresurado: un control total de parte del Consejo Mágico, el esfuerzo de guerra se incrementó con el propósito de llegar a la segunda etapa del sacrificio: La transportación temporal. El plan era traer a los sumos sacerdotes del consejo para advertirles de la amenaza y trabajar juntos para evitarla, pero cuando solo faltaban semanas para un perfeccionamiento en la máquina de canalización temporal, el escudo rúnico cayó… Diablos, se suponía que duraría para siempre, que mientras el cristal eterno tuviera su esencia mágica estaríamos protegidos.

    “Nos habíamos preparado tras la barrera para un momento como ese, pero nuestros recursos eran limitados: mientras que los jintes y salvajes podían recurrir a todo su terreno y no tenían las limitaciones de una barrera física que no pudieran atravesar, nosotros solo disponíamos de lo que pudiéramos obtener dentro de la barrera. 14 ciclos de preparación, 14 ciclos planeando todo, 14 ciclos esperando pacientes a que algo así sucediera, 14 ciclos para jodernos por completo.

    “La alianza soporto 2 semanas, dando el máximo de tiempo, cada minuto era necesario para que el recién formado Consejo de Tecnología Mágica pudiera terminar la máquina, pero nos estábamos ahogando. Cada día se veían los resplandores de los conjuros, de las bombas, de los incendios más cerca, el sonido de como chocan las espadas, de cómo sufren las tropas los acompañaba a las pocas horas. No iban a detenerse hasta vernos a todos muertos, nosotros tampoco nos íbamos a detener; en mi juventud no había perdido el tiempo, aprendí algunos cuantos hechizos, no pude aprender bien ni a la perfección, pero hice lo mejor que pude para comprar tiempo, para proteger a mi gente, era la única monarca en pie.

    Las lágrimas se habían secado por completo, hace poco que habían dejado de salir.

    —Yo no iba a ser un viajero, eso se había decidió antes que fuera consciente de qué estaba pasando, pero la situación forzó a que fuera yo y nadie más quién viniera aquí, quien te advirtiera del peligro que se acerca, de evitar que mi historia ocurra.

    La princesa estuvo escuchando el relato con atención, ahora que había finalizado se permitía regresar al mundo real y poner en duda la supuesta sinceridad total de la chica.

    —Tu historia es… interesante. Tus ojos y tu energía hacen creer que es cierta, tal vez tu misma estas convencida de que lo sea, pero así como me has contado esa historia pudiste haberme contado cualquier otra. — Sun se levantó de su asiento y se tentaba a dar vueltas por la habitación para pensar en la situación, pero si algo había aprendido de sus labores reales era la importancia de tener prioridades: debía prepararse para dormir pues mañana había que reunirse con los organizadores del festival para ajustar detalles. —De momento, el príncipe Tserply está investigando la naturaleza de la explosión y de la estructura donde te encontramos. Creo que Azel estará más que satisfecho si se queda encargado de tu “cuidado” por esta noche, mañana podremos decidir alguna manera de proceder apropiada.

    —Lo que estoy diciendo es cierto… por favor, créeme, hay un gran peligro tienen que…—Pero a la princesa la detuvo.

    —Azel siempre dice: “Prepárate para que cada mañana sea el inicio del peor día de tu vida”, siempre me ha parecido algo negativo, pero funcionará por el momento, constantemente en las reuniones de los concejales reales me dicen que tal situación es un peligro para el reino, pero se debe encontrar la forma de actuar moderadamente y acorde a la situación. — Retiró el hechizo de las cadenas, liberando a la Estelia, tal vez no confiaba mucho en su historia, pero distinguía que no era un peligro. — De momento descansa, recupérate, pon en calma tu mente. Alligatum… no queremos que se enteren que te metimos al castillo sin aviso, así que estarás confinada, al menos por esta noche.

    La habitación se recubrió de algún tipo de hechizo, se trataba de un filtro, solo Azel y Sun podían entrar o salir a voluntad, al menos mientras durara el efecto por el resto de la noche. Al salir de la habitación Azel estaba directamente frente a la puerta, su daga estaba desenvainada pero la posición como la tenía hacía parecer que no era así, estaba listo para usarla, afortunadamente no tuvo que hacerlo. Sun le explico la situación de tener una compañera momentánea, estaba seguro que Azel mantendría su código de honor militar o algo así para con la chica.

    — ¿Y cuál es su historia?

    —Honestamente, vale la pena que la escuches tú mismo, eres mejor que yo a la hora de pensar las cosas en frío, además que solo me ha dejado con pensamientos confusos… pero lo cuenta parece tan creíble, no lo sé, lo sabremos cuando Tse nos de noticias y tal vez podamos decidir si mantener esto como una aventura secreta o hacérselo saber a alguien.

    La princesa se retiró a sus habitaciones, aun ahí el asunto seguía en su mente, la inexperiencia de la situación no le permitía hacer un juicio claro, ¿Qué pasa si la historia es verdadera? ¿El ignorar la advertencia inmediatamente pondrá a su reino en peligro? ¿Cómo debería de actuar si Tse y Azel se convencen que la historia es verdadera? ¿Cómo reaccionarían los reyes o el concejo real?

    Vio el reflejo de su rostro en el espejo de su maquillera mientras se cepillaba el cabello, su rostro ahora le parecía extraño, se palpo la barbilla, las mejillas, los labios. La regeneración del corte que Azel le causo era prueba de que era grigordiana… ¿pero hija suya? Ahora que se ponía a pensar, se parecían, tenían los mismos ojos, los mismos labios, una pequeña semejanza en los pómulos; que tuviera una hija no le parecía extraño, ¿pero grigordiana?

    Aun no sabía cuáles eran sus sentimientos actuales hacia Tserply varios años después de terminar su compromiso, el único grigordiano cercano a ella era Azel pero lo descarto de inmediato, si bien eran buenos amigos no existía ningún tipo de química entre ambos, nunca lo hubo. Si en verdad no había crecido a su lado, ¿cuál era la imagen que tiene de mí? ¿Cuál será la imagen que debo presentarle?

    Decidió que ni siquiera estaba segura que todo el asunto fuera real, que le estaba dando demasiada importancia a lo que probablemente terminaría en una tontería. El día de mañana esperaba tener una segunda opinión y, si era posible, alguna respuesta de Tserply respecto a los cristales.
     
  19.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    Extracto del diario de Remmnla Guita Apur.

    Cuarto Día.

    Desperté de una noche pésima, creo que no pude dormir bien, tampoco es que me sorprenda. No recuerdo lo que hice una vez que regrese a mi escondite, tampoco es que importe mucho en realidad, solo sé que las ideas de haber fracasado me inundaron por completo la mente, ahora veo todo con más claridad y esa posibilidad parece lejana. Eso no me termina de convencer, necesito respuestas sobre lo que sucedió ayer y necesito también ponerme un poco más cómoda en esta línea temporal, así que jugaré una carta que iba a reservar para finalizada mi misión, pero necesitaré llegar a Galdrastafir antes, tengo los recursos y los conocimientos, hora de irme.

    Continuo este día ya en el barco a Colinas Humeantes, viajaré toda la mañana y parte de la tarde hasta mi destino. A pesar de ser un navío lyoviedo me siento fuera de lugar: mientras me siento para comer veo a un grupo de grigordianos en la cubierta, una familia al parecer.

    Mientras me cuento a mí misma que solo son eso, que no hay nada de malo en ello la imagen del niño pequeño que los acompaña se convierte en la de un soldado que ayuda a masacrar una aldea, el padre y madre se convierten en comandantes de cuadrilla y la niña es una espía que atenta contra nuestro reino. Eso pienso de todos los grigordianos en esa nave, ¿valió la pena perder eso por las acciones del comandante Azel?

    Él fue quién convirtió a los suyos en asesinos, no, toda la cultura grigordiana lo hizo: puedo ver la preparación militar cada grigordiano del barco, puedo saber que todos ellos fueron obligados para la guerra. La preparación constante, el adoctrinamiento, el elogio a una familia de guerreros, su mitificación, todo eso solo significaría la condena de todos ellos.

    Me sirven la comida que viene con el boleto que pague, me sorprendo de que el mesero sea un nefiliano… La raza superior, de la que todos son dependientes, rebajado a ese nivel, no me presta atención pues sigue con su trabajo. El niño grigordiano hace un berrinche, cambio de opinión y ahora quiere un pastel y no un helado, el mesero no sabe qué hacer, la rabia me invadía, me comenzó a picar el sigil en mi hombro derecho, no era una buena señal.

    Mi mente regresó a mi niñez, cuando recién aprendía a tirar pequeñas llamas chispeantes de las yemas de mis dedos, no eran un problema, la magia y la hechicería nunca fue un problema para mí. Me permito recordar los tiempos con mis amigos y mis hermanas mayores, mostrando cada uno nuestras habilidades, jugando al pilla pilla, todo parecía distante en ese momento.

    ¿Era diferente al niño grigordiano? No lo sé, tal vez en ese momento lo era, cuando comprendía que esos amigos míos eran en realidad futuros jefes de casa o hijos prójimos de aldeas, creo que también me daba cuenta que mi patio de juegos eran los jardines del Consejo Mágico y siempre durante reuniones relacionadas a la política exterior.

    “Silencio.” Escucho decir a alguien, todos volteamos a ver de qué se trata, no es el padre del niño, es otro grigordiano que también estaba viajando. El padre del niño ya se encuentraba de pie en posición firme. Escucho un intercambio de palabras, un amedrentamiento por generar tal situación irrespetuosa, claramente el otro grigordiano es de un grado superior, aún en aguas ajenas, aun en un navío lyoviedo siguen teniendo autoridad sobre los otros, o eso creen, nadie obliga a esa persona y a su familia a recibir regaños de un compatriota en ese lugar, pero parecen no darse cuenta de eso. Los otros grigordianos voltean, inclusive hacen comentarios entre ellos. El resto de los pasajeros estamos intrigados ya que, sin venir a nada, tanto el niño como el padre están haciendo flexiones en el suelo.

    Perdí el apetito, mejor me retire a mi dormitorio, esperando descansar un poco, ni siquiera en mi mente la amenaza grigordiana me deja en paz: vuelvo a estar en los jardines del Consejo, pero ahora visto mis trajes reales, mis amigos igual y nuestros padres, así como otras personas (en ese momento no sabía que eran sacerdotes) nos acompañan, en mi sueño no tarda mucho en aparecer la razón de la espera.

    Lo recuerdo tal cual lo vi por primera vez: montando a caballo, acompañado de toda una legión de guerreros, siempre detrás de él, no eran para protección, eran para demostrar que tan poderoso era su ejército, el olor a podredumbre inunda el lugar, nos prohíben hacer muecas de disgusto, podría ser tomado como un insulto. Su cabello esmeralda es lo que más llama la atención, evita que me dé cuenta de los cráneos que usa como hombreras, vestido solo de negro es difícil saber que tiene en realidad una fuerte armadura, pero no la necesita, no recuerdo ningún guardia en esa reunión, o tal vez mi sueño los suprimo.

    Mira por encima de todos, se baja finalmente, veo por primera vez su daga, la hoja negra y el mango escarlata se marca para siempre en mi memoria, la desenvania y envía una onda de energía hacia nosotros, parezco ser la única consciente de eso… Lucho porque todos lo vean, porque se salven, la onda choca con algo pero no sé qué…

    Casi nunca he tenido malos sueños o pesadillas, pero me he dado cuenta que desde hace un tiempo, mientras más me acercaba a la fecha de mi misión, son más frecuentes. Pero ahora el vapor que invade el aire es mucho más familiar, abro la puerta al mismo tiempo que el mozo iba a despertarme, inhalo profundamente, estoy en mi tierra.

    Gusdan se ve muchísimo mejor, no sé cómo evite caer en lágrimas cuando vi a niños y personas felices. Los imp´s son usados como lo eran, ayudantes y mano de obra, no fuerza de guerra, ya no hay torretas canalizadoras en los edificios más altos ni clases Silfo monitoreando el aire, solo unos cuantos Drakos jugueteando para los niños o como mensajeros.

    Pero no hay tiempo que perder, es medio día, y me espera algo más de viaje antes de llegar a la capital. En el informativo no dicen nada respecto a un atentado o algo parecido contra mis padres, eso me tranquiliza. Lo que sí alcanzo a leer es una nota de opinión: “¿Es el príncipe Azel un candidato al corazón de la flor nefiliana?” Tal idea me hace hervir la sangre… Que una raza tan pura y perfecta como los nefilianos una lazos con un grigordiano, eso es solo bazofia.

    Compré un mapa del reino, sé a dónde dirigirme. En las afueras de la ciudad, en dirección a Galdrastafir, me permito dar una mirada hacia atrás, la magia del puerto más importante de Colinas Humeantes se me presenta como nunca lo había visto antes: con paz. Utilizo el sigil apropiado para esta época, invoco a mi querido Carbonim, una criatura grande y rápida, en cuestión de horas estaré en Galdrastafir, ahí tendré que visitar a uno de los futuros consejeros de mi padre, estoy seguro que él podrá ayudarme.
     
  20.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    Estelia llevaba despierta casi una hora, la luz de la mañana se colaba por las grietas de la ventana de madera, no sabía si el efecto del hechizo de confinamiento había desaparecido pero tampoco sabía muy bien qué haría si era así. Aunque para eso debía de intentar salir de la habitación y no se sentía muy cómoda haciéndolo por la ventana ni tenía las agallas para mover a la persona que estaba interponiéndose en la puerta. Azel había decidió dormir custodiando la salida de la chica, sentado en su única silla, con los brazos cruzados y sus piernas extendidas parecía estar despierto, le recordó a cómo alguno de los generales solían dormir… se preguntó si cuando despertara debía decirle algo.

    Unos minutos después de que Sun saliera de la habitación la noche anterior, Estelia decidió comprobar el hechizo de confinamiento, al momento que su mano tocó el borde de la ventana un escudo rúnico apareció, lanzando un pequeño golpe eléctrico por todo su brazo, lo suficiente para saber que un dolor mayor le esperaba si intentaba salir por completo.

    —Escudo rúnico, hay de diferentes tipos, este es uno especial: para estelas mágicas específicas, se suelen utilizar comúnmente en prisiones o celdas, aunque nosotros los grigordianos preferimos otro tipo de defensas. —Azel cerró la puerta con llave una vez dentro, colgándola en su cuello. Mientras movía su silla la chica se dio cuenta que solo usaba su brazo izquierdo y el derecho lo dejaba siempre listo para sacar su daga, listo para atacarla. —Ahora que hablaste a solas con la princesa, ¿qué tal si hablas conmigo? Eres grigordiana, al menos en parte, así que espero que sepas lo que es tener a una autoridad frente a ti.

    No lo sabía, en su línea de tiempo no hubo alguien que le enseñara los valores de la autoridad, por el simple hecho que tampoco era claro quién era dicha. Lo mucho que aprendió fue de las enseñanzas de Styplerkla: no pedir, intentar ayudar en lo que se pueda, no molestar, no hablar si no es necesario, siempre obedecer, esas eran las reglas en su mundo. Sabía que los grigordianos eran una sociedad militar, pero el cómo funcionaba no lo comprendía, solo conocía el lugar que la invasión había dejado, una simple orden de un grigordiano le parecía algo extraño.

    — ¿Puedo preguntarte algo yo antes de contarte mi historia?—Se sentó en la cama, esperaba que otra vez le pusiera las cadenas o algo así, en realidad no le había cruzado por la mente que Azel no la veía como un peligro para sí mismo. —De donde vengo todo fue como ha sido hasta ahora, tú eras el guardián de la princesa Sun, ella fue coronada de forma oficial, regresaste a las filas grigordianas, ascendiste, te convertiste en comandante supremo… ¿pero cómo iniciaste desde un principio a ser guardián de Sun?

    La miró fríamente, tal vez analizando el porqué de la pregunta, cualquiera fuera el juicio que le dio, decidió responder:

    —Después de la primera alianza, cuando el reino Edén apenas se estructuraba y los otros 3 reinos habían consolidado la idea de tomar las zonas oscuras, territorio de los salvajes, todos se dieron cuenta que la estructura militar de ese entonces en los otros dos reinos era completa basura, tenían una cantidad de bajas o heridos muy grande en relación a su avance, no como los grigordianos: nuestra capacidad de regeneración y nuestra cultura guerrera nos hacía los más capaces para la avanzada. Se decidió reestructurar la estrategia de tal forma que los grigordianos fueran en cabeza, seguidos por los nefilianos, que eran los mejores con la anticorrupción para limpiar las tierras y finalmente los lyioviedos se encargarían de intentar estructurar un campamento. — Su tono de voz se incrementó, como si le gustará dar esas clases de historia. — El problema salió una vez más, cuando los reyes lyioviedos y nefilianos llegaron a revisar el avance en las “colonias” (después se convertirían en ciudades oficiales) y fueron atacados por un grupo de salvajes, un pequeño grupo relegado de la primera avanzada, ahí se decidió que algunos grigordianos se convirtieran en guardianes. Con el tiempo la idea de la avanzada se abandonó, los 4 reinos ahora formalizados vivían bien, pero por ceremonias y demás se mantuvo al grigordiano como guardián, los lyioviedos lo abandonaron después de algunos años pero los nefilianos lo guardaron como una tradición. Y ese es el resumen, cada vez que uno de los candidatos al trono de Valles Bajos alcanza los 15 ciclos debe escoger un guardián, al principio eran solo grigordianos, pero al convertirse en tradición se permitió que cualquier miembro de una armada de la alianza fuera candidato, yo fui el elegido.

    Estelia había escuchado atenta, era algo así como la historia de cómo se conocieron sus padres, se puso a juguetear con esa idea en la cabeza.

    —Ahora es tu turno. —Dijo Azel regresando a su tono autoritario.

    La chica repitió la narración que dio a Sun, evitando algunos detalles que podrían hacer que Azel saqué ciertas conclusiones, las advertencias respecto a revelarle la relación entre los dos estaban en su mente mientras escogía sus palabras. Para su sorpresa el militar estuvo calmado al igual que atento en todo momento, esperaba interrupciones constantes, dudas, inclusive algún comentario de cualquier tipo, pero nada, ni un mínimo de sorpresa, cuando finalizo solo se permitió hacer una pregunta para aclarar:

    —Entonces, ¿Styplerkla fue tu guardián cuando Sun, tu madre, se sacrificó?—La pregunta le parecía extraña, ¿porqué de todo lo que contaba eso era de lo único a lo que mostraba interés? Cuando afirmo positivamente fue como si no hubiera dicho nada. —Mis órdenes son esperar hasta mañana, hasta que tengamos algo más de tiempo para actuar, duerme en la cama, estoy bien en una silla… si intentas algo, más te vale estar en paz para dar tu último aliento.

    Ahora, por la mañana, veía a esa figura que siempre era amenazante, simplemente sentada en una silla de madera, durmiendo pero manteniendo la imagen de estar preparado para lo que sea. Se le antojaba decirle que era hija suya, tal vez eso le provocaría alguna reacción, la verdad es que no sabía por qué debía esconder esa información de él: el objetivo planteado por el grupo de viajeros era obtener toda la ayuda posible en evitar la catástrofe, ¿no traería consigo algún tipo de peso sentimental?

    Se había sentado en la cama mientras analizaba esa situación, el brillo del cinturón del chico la distrajo, era la empuñadura de pigyion, el astra asignada a Azel. Había escuchado algunas historias de esa arma, las hazañas que realizaría y el temor ante el filo desenvainado de su hoja, realmente no sabía cuál era el alboroto por una simple daga, claro, en las manos de un comandante (y realmente en la mayoría de los grigordianos) esa arma sería formidable, pero eso era igual con cualquier tipo de arsenal. Realmente sabía poco de todo, había aprendido a canalizar su energía por cristales de forma básica, utilizar tomos mágicos, realizar sellos de brujería y un poco de pociones, pero los astras y los cristales especializados salían de su conocimiento, se tocó la cabeza por inercia, donde el único recuerdo de sus padres siempre la acompañaba… Solo que esta vez no sintió nada.

    Entró en pánico, era lo único importante que había podido traer de su línea del tiempo, no podía permitirse perderlo; buscó el alargado objeto entre su túnica, en las sabanas de la cama, debajo de ella, inclusive estuvo a punto de buscar en cada cajón y escondite de la habitación para saber si la habían tomado ellos, no fue necesario.

    — ¿Buscas esto?—El militar ni siquiera abrió los ojos de inmediato, simplemente tenía el sujetador en su mano, tomándolo desde la punta. —Un grigordiano siempre tiene un arma, ¿esta es la tuya? Buen balance, buena punta, es rápida y en manos expertas puede ser letal. Hecha de plata y con una joya, ¿prueba de que eres de la realeza? Tal vez, o pudiste haberla robado de algún viajero o ser un artículo salvaje.

    —Devuélvelo, por favor. —Se sentía a punto de llorar, la importancia que ese objeto tenía para ella era inimaginable, rompió a lágrimas mientras pedía otra vez. — Por favor, dámelo, es muy importante para mí.

    —Como ya te dije: puede ser un arma letal. —El militar ni siquiera se inmuto. — Puedes estar tranquila, no pienso hacerlo de mi propiedad, no pienso tirarlo ni romperlo, dependiendo de cómo actúes estará contigo otra vez en cuestión de poco tiempo.

    Las ropas del chico comenzaron a emitir un sonido agudo, sacó de entre sus bolsillos un pequeño cristal que a su tacto comenzó una conversación con la frecuencia vibratoria de la princesa Sun.

    —Hola Azel. —Sonaba alegre como siempre, como si fuera una simple llamada casual e ignorara el que Estelia estaba “bajo su cuidado”, aunque no fuera así. — Tengo todo el día programado con la organización del festival así que pensé en dártelo libre, tampoco es que tuvieras opción, te puse unas hierbas durmientes en tu té para mantenerte dormido un buen rato, estamos en el edificio administrativo desde hace dos horas.

    — ¿Eres consciente que sabía de esas hierbas y por eso las removí de mi té?—Respondió con ironía, realmente no le importaba, sabía que el lugar de la organización estaba bien protegido y no existía ningún riesgo en la seguridad de Sun. — ¿Tse ha dicho algo?

    —No me ha llamado, pero el día aun es joven y tal vez tenga sus propios asuntos que resolver. Utiliza este día libre para, no sé, hacer lo que sea que hagas en tu tiempo libre o hacer esas cosas de infiltración para Estelia, no creo que pueda quedarse siempre en tu habitación sin que nadie sospeche.

    —Entendido, conozco a alguien que nos puede ayudar con eso, nos vemos Sunny. — El cristal dejo de vibrar, guardándolo nuevamente. Vio como estaba la chica, esperando algo, había escuchado la conversación, le resto importancia y estiro sus músculos, hacia tiempo que no dormía tanto.— No puedes acompañarme a Pisón con esas ropas, saben quién soy así que llamarías la atención. En los cajones tengo unas cuantas túnicas, escoge una, tienes 2 minutos para cambiarte.

    El vestuario del chico no era nada variado, solo túnicas marrones y sandalias de cuero, eso se debía a que su uniforme de guardia se encontraba en los barracones. Se sorprendió aun así con lo cuidadas que estaban, como si se preocupara que constantemente las lavaran, también utilizo ese tiempo para ver un poco la habitación de quién sería su padre ¿era ese estilo pobre de vivir algo escogido por él para no molestar siendo alguien de otra raza en el castillo o así educaban a vivir a todos los grigordianos? Recordaba algo que su mentor le decía sobre esa parte de su identidad: siempre sacrificados y humildes para quienes ganan su favor.

    Se vistió con una de las túnicas con capucha marrones y decidió cambiar sus sandalias por unas zapatillas de cuero que le quedaban algo grande, se sujetó el cabello para que no saliera por la capucha, se sentía triste por no hacerlo con su sujetador pero no creía que siendo insistente podría, recuperarlo pronto. Era un recuerdo de sus padres, el único que tenía de hecho, asi que estaba algo conforme con que uno de ellos lo tuviera.

    En dos minutos exactos después de su salida, Azel regreso vistiendo un uniforme algo más cuidado y limpio que el del día anterior, el único cambio visible eran sus botas, que ahora eran de cuero simple y estaban ya más gastadas.

    —Tengo memorizada la rutina de los guardias y el personal, acompáñame por donde yo te diga, así evitaremos que te vean.

    Fue guiando el camino a lo largo de todo el castillo, este era muy diferente a aquel en el que ella vivió toda su vida: mientras que en el edificio real de su línea de tiempo no había espacio para la limpieza ni el orden fuera de habitaciones de mando o de resistencia, ahora podía ver las flores pintadas en las paredes, los colores vivos en todo el lugar, inclusive decoración como mesitas o lámparas a distancias medidas, cosa que se había desechado en donde ella vivía para tener más espacio para los refugiados.

    Y algo que denotaba aún más es la falta de personas era que, después de la invasión, el castillo de Pisón fue usado como un lugar para atender a los refugiados y a los enfermos, llenándose completamente de personas necesitadas de ayuda en todas las habitaciones, pasadizos y jardines, ahora no veía ni escuchaba a nadie, en parte porque su acompañante se encargaba de dar vueltas por lugares donde él sabía estaban desiertas, en menos de 10 minutos llegaron a una de las salidas laterales, frente a un lago.

    —Es hermoso… hay mucha calma, generalmente siempre escuchaba como las personas eran negativistas respecto a la situación, el como siempre tenían quejas. — Se permitió un profundo respiro, se permitió escuchar el cantar y aletear de los pájaros a la distancia, se permitió observar ver un cielo sin el reflejo del escudo, ese recuerdo la hizo regresar a lo que era importante. — Aunque creo que tenían razón para quejarse.

    —Hombres fuertes crean tiempos buenos, tiempos buenos crean hombres débiles, hombres débiles crean malos tiempos, malos tiempos crean hombres fuertes: es un círculo vicioso. —Seguía dirigiendo a la chica, ahora hacia el pueblo, encendió un respiradero de hierbas, para el camino. — Es historia de la guerra, de la sociedad, dices que vienes de tiempos dichosos, eso genero hombres débiles, no supieron como aguantar los tiempos difíciles, solo eso.

    —Hubo buenos hombres. —Replicó Estelia, no podía permitir que el recuerdo que tenía de todas las personas que se sacrificaron no por ella, sino por evitar lo que se avecinaba, fuera mancillado, ni siquiera por su padre. —Hombres valientes que dieron su vida por los demás, que intentaron todo lo que pudieron por evitar que este viaje sea necesario, recuerda que tú fuiste uno de ellos.

    —Escucha, ¿eres grigordiana verdad?— Le estaba dando una gran bocanada al respiradero, se sentía bien, no lo dejaban fumar mucho en el castillo. —Parece que Sun y Styplerkla te criaron bajo normas nefilianas: un grigordiano siempre espera lo peor, es lo que nos ha mantenido vivos como sociedad a pesar de no estar estructurada como el resto de reinos, siempre esperamos lo peor de todos y por eso estamos preparados para cualquier cosa… Ese consejo te lo puedo dar ahora, siendo verdadera o falsa tu historia, que si es falsa, te recomiendo que esperes lo peor.

    La conversación termino de esa forma, siguieron caminando, adentrándose a la ciudad de Pisón. Estelia quedo maravillada en cuanto la vio: edificios de colores blanquecinos, carros vendedores por doquier, casas que se extendían hasta tres pisos, niños en las calles yendo a recibir su educación y hombres hablando, haciendo tratos. Pisón era una ciudad grande, de mucho tránsito, sus calles eran anchas para permitir la circulación de varios carruajes, caballos, personas a pie y permitir a los vendedores colocarse en los bordes de la calle.

    —Lindo ¿no? El corazón de la civilización nefiliana, inclusive yo me alegro cuando veo este cuadro… Claro que no tengo muchas oportunidades de verlo. — Tomo a la chica fuerte del brazo, no quería que aprovechara para escapar entre la multitud de personas, quería utilizar ese día para averiguar más de las verdades de la historia de la chica. — Tenemos que ir a un lugar.

    Estelia no se dio cuenta hacia donde se dirigían, estaba hipnotizada por los cuadros que le presentaba la ciudad, cuando era niña quería mucho ir a verla “No hay nada más que refugiados y militares” le decían sus cuidadores cuando Styplerkla la dejaba para atender alguno de sus asuntos. Aún así siempre quería ir, recordaba muy poco haber salido del castillo durante su niñez para cosas que no fueran entrenad hechizos en campo abierto junto con otros aprendices. Cerca del cumplimiento de su décimo ciclo tuvo una oportunidad, pero al encontrarse con una ciudad marchita y desesperada, más paranoica por su supervivencia, nunca volvió a tener deseos de visitarla.

    Cuando entraron a un local salió de sus pensamientos, estaba aún un poco embriagada por los olores y sensaciones de Pisón, no sintió cuando se sentó en una de las sillas cercanas. Solo se dio cuenta de las paredes cubiertas de libros cuando comenzó a extrañar la luz natural. El lugar donde estaban parecía ser una cafetería sin atender o una librería muy vieja, en todos los lugares donde pusieras la vista había libros viejos y amarillentos, papeles sueltos por aquí y por allá tapizaban el suelo, así como algunos modelos de animales y maquinas que ella nunca había visto. Azel se sentó a su lado, sacó su daga, como esperando usarla, cuando la vio pensó que era ella el objetivo. Escucho a una persona en algún lugar dentro del edificio exclamar algo y apresurarse rápidamente a la entrada.

    —Teniente… Un placer que venga a mi humilde local. — La mujer era lyiovieda, sus colmillos y piel grisácea la delataban, también estaba una cola alargada que sus ropas no dejaban ver, estaba desalineada, como si no esperara que nadie cruzará las puertas de su tienda. — ¿Qué necesita? ¿Historia, literatura, magia, hechicería? Tengo de todo aquí, traído de toda la tierra de Valles y algunas partes de Incógnitas.

    — ¿Por qué no buscas algún tema que te interese? Siempre es bueno leer algo. — Sonaba más como una orden que una opción, se movía de tal manera de no revelar que tenía desenvainada su daga, como su fuera natural en él.

    — ¿Amiga suya? Será bien recibida aquí cuando guste, todos los amigos de un guardia real son bienvenidos aquí, ¿Cuál es tu nombre?

    Antes de que Estelia decidiese si dar su nombre, negarse o mentir, Azel había realizado un movimiento para someter a la mujer, apoyaba su cuerpo con su brazo dominante sobre una pila de libros, cruzaba el ancho de su cuerpo de tal manera que al regresar su brazo al lado donde correspondía la hoja de pigyion le rebanaría la nuca, había intercalado sus piernas en medio de las de ella, de tal forma que si intentaba moverse resbalara.

    —Su nombre es Estelia Copernium, eso es lo que dirán sus papeles de identificación, mitad grigordiana y nefiliana, 17 ciclos, te dejo a tu gusto la fecha exacta, quiero la mejor calidad, que sea creíble inclusive entre los secretarios reales.

    —Teniente, no sé de qué me está hablando. —En sus ojos se veía el miedo que sufría, un miedo real de muerte, Estelia estaba paralizada ante la escena. —Por favor, no sé de qué me habla.

    Eso pareció enfadar un poco a el militar, que le dio la vuelta y la tomo por sus ropas, ahora la navaja estaba justo bajo su cuello y podían verse cara a cara.

    —Tal vez engañes a la policía del consejo, pero no me engañas a mí: sé que tienes un servicio de identificaciones clandestinas, el mejor de todo Valles Bajos, como guardia puedo ir a las celdas y entrevistar personalmente a algunos criminales, no supe que sus identificaciones eran falsas hasta que ellos me lo dijeron. Tenía tu nombre en la lista, ahora, Estelia Copernium, 17 ciclos, o puedo revelar toda la información que tengo de tal forma que no te pondrán en una prisión nefiliana o del Consejo, sino que iras directo a Helhiem. —De su propia túnica lanzo un pequeño saco que género un sonido metálico al chocar con una mesita. —No me malentiendas, en Helhiem se nos enseñan lo que es el pagar un trabajo, el cual espero sea rápido.

    —Pudo haber comenzado por eso teniente. —La mujer ahora estaba libre del agarre del chico y se preocupaba por no haber sido cortada por error. Al comprobar que estaba bien tomo el saco. — ¿Por qué el guardia de la princesa necesita una identificación falsa para una chica? ¿Tenemos a un miembro no reconocido de la familia real?

    —Eso no te incumbe, aun así, en el momento en que escuche un solo rumor relacionado con esto preferirás estar en tierra salvaje, donde no te pueda encontrar. —Si bien la observación era cierta, Azel no podía permitirse que se supiera algo de Estelia, al menos no hasta que supieran ellos mismos si toda su historia era verdadera y aun así había cosas que tratar.

    La liyvieda dejo que se marcharan después de prometerlas que tendrán los documentos ese mismo día. Ahora regresaban al mercado de Pisón con un rumbo sin declarar por parte de Azel.

    —Un poco rudo. — Estelia no sabía que pensar de las acciones de quien sería su padre sobre esa mujer. — Me pregunto si era necesario el amenazarla de muerte para pedir las cosas.

    Azel se permitió encender otro respiradero de hierbas, estaba muy tranquilo y caminaba mirando aquí y allá en los puestos. —Ella es una criminal, ha permitido el anonimato de varios criminales de alto rango solo en la región de Valles Bajos, ¿cuántos más fuera de este reino ha dejado escapar? No creo que merezca ningún tipo de consideración. —Soltó una bocanada de aire blanco, no le dio atención a las personas que parecía molestar, el humo se difuminaba después de todo. — ¿No te estas preocupando demasiado por mis maneras? No olvido que no sabemos quién eres en realidad, deberías de preocuparte más por una explicación para darnos cuando descubramos qué tramas.

    —Yo he dicho la verdad desde que llegue aquí, es cierto cada palabra, además, ¿no crees que pude haber escapado o algo así si me lo propusiera?—No recibió respuesta, no era necesaria. — ¿A dónde vamos ahora?

    —Tengo un par de lugares que ver el día de hoy, tal vez me ayude a zanjar un poco este asunto.

    El edificio que visitaban ahora era mucho más alegre que el anterior, se trataba de una pequeña cafetería, en el interior se podían ver algunas mesitas y personas relajándose y pasando el día, algunos tomando sus comidas o simplemente descansando. En lugar dirigirse a la entrada, rodearon el edificio para llegar a un pequeño patio con una abertura trasera sin puerta, había algo de basura y el espacio no era muy grande entre el edificio de detrás.

    Al entrar Estelia sintió un gran calor bochornoso, se encontraban en la parte trasera de la cocina, el personal parecía ignorar la presencia de Azel pero veían con sorpresa a Estelia, a pesar de eso no preguntaron nada y siguieron con su trabajo. Subieron por unas escaleras a lo que parecía la entrada a una casa, tal vez de los dueños.

    Cuando Azel toco la puerta una voz preguntó:

    — ¿Quién protege a los guardianes?

    —Los sacrificados. —Fue la respuesta de Azel, en ese momento la puerta se abrió por si sola. Se dirigió a su acompañante. — Responderás solo con la verdad y nada más que eso, esta persona será importante respecto a si regresas al castillo conmigo o si utilizo la identificación falsa para meterte en una prisión.

    El lugar donde entraron era una casa en todo el sentido de la palabra, mucho más grande por dentro de lo que era por fuera: mientras que parecía que solo era un segundo piso con dos o tres habitaciones, en realidad se trataba de un hogar con sala de bienvenida, cocina, lo que parecían recamaras en el fondo y la sala de estar, donde se encontraba un anciano en ropas de civil leyendo apaciblemente.

    —Ha pasado tiempo joven Sulpur. — Fue el saludo que le dio al militar sin siquiera levantar la mirada de su libro. — Por favor, tú y tu amiga son libres de tomar asiento.

    Era una persona escuálida, parecía alto de lo delgado que era, con brazos y piernas completamente alargados al igual que sus dedos, las ropas les quedaban anchas a pesar de parecer las más chicas de su estilo: camisa, chaleco y pantalón con unas sandalias de casa. Su rostro era aguileño debido a su puntiaguda nariz y su cabeza tenía solo unos cuantos pelos blancos que luchaban por no caer. Dejo marcada la página donde se había pausado su lectura.

    —Siempre es bueno hablar con un viejo amigo, pero tú no vienes aquí para hablar, vienes aquí en una misión.

    —Zaradel, siempre es un placer hablar contigo, aunque es cierto que vengo aquí buscando tu apoyo en algo, que despejes unas cuantas dudas.— Era la primera vez que Estelia escuchaba un tono sumiso en la voz de Azel, inclusive su posición mientras hablaba dejaba entrever que no le interesaba mostrarse superior a la persona que tenía frente a él.

    —Imagino que se trata de esta señorita, mitad nefiliana mitad grigordiana, no se ve mucho esa combinación en Valles Bajos, ¿Tu nombre?

    —Estelia. —Algo en la figura de ese sujeto la invitaba a ser obediente, tanto que no presto atención al detalle de que supiera la mezcla de su raza.

    —Bueno, ¿y qué es lo que les gustaría saber?

    —Esta chica, cuenta una historia, respecto a una raza invasora llamada jintes, alega que son un peligro para nuestra sociedad.

    El anciano pareció interesado, se levantó y busco un libro debajo de un mueble, Azel hizo la finta de levantarse a ayudarlo pero el señor parecía que no necesitaba tal cosa.

    —Registro Histórico de la Sociedad Nefiliana, primera edición. Muy difícil de conseguir, es de hace más de 100 generaciones, solo el polvo de cristal lo ha protegido por tanto tiempo. No lo he traducido todo pero aquí se presenta algún trasfondo respecto a la cultura del antiguo clan nefiliano. — Saco de un bolsillo en su pantalón unas gafas, se volvió a sentar y se aclaró la garganta para redactar en voz alta.

    “Los más bellos de toda esta tierra, nuestros rubios cabellos, nuestras perfectas sonrisas, nuestra mirada penetrante, nuestros atractivos labios, todo lo que vemos en cada uno de nuestros hermanos es hermoso, todo lo que realizamos es simplemente perfecto.

    “Eso se lo debemos a nuestro padre, quien nos procreó para esperar el regreso, nos puso a prueba para vencer, nuestra perfección es solo premio por la derrota de los jitem.


    —Esta supuesta raza, ¿tienen alguna característica especifica? ¿Algo como los lyiviedos con su piel grisasea y morfología única o los nefilianos con su simetría fisiológica?

    —Realmente no lo sé, nunca los llegue a ver en persona realmente. —Estelia caía en la cuenta ahora que, a pesar de haber vivido en guerra toda su vida, no sabía el aspecto de su enemigo, buscaba en su memoria algo, lo más mínimo.— Los refugiados, algunos de ellos que iban y venían desde los bordes del frente, se quejaban de la pestilencia, el mal olor, la sensación de podredumbre. Durante el tiempo del comienzo de la invasión también se incrementaron los conflictos entre salvajes y algunas notas señalaban hambruna entre sus filas.

    El anciano escuchó con atención y pareció entender de inmediato lo que esas palabras significaban, se puso a buscar en el volumen que tenía entre sus manos con sumo cuidado.

    — ¿Así que vienes del futuro?—No parecía darle importancia a esa pregunta, simplemente como si fuera algo que está ahí sin más.

    — ¿A qué viene eso?— Estelia estaba confundida, se dio cuenta que había hablado de los jintes sin medir las consecuencias de sus palabras. Azel también se vio algo incomodado por la pregunta,

    —El viaje en el tiempo siempre ha sido algo que me ha interesado, ahora sé que es posible. — Veía en los ojos de la princesa la confusión que causaba, tal vez se divertía un poco por ello. — Aunque claro, no es algo que pueda vivir yo mismo, me conformaré con saber que es posible en un momento de nuestra existencia… Veamos.

    Volvió a tomar con firmeza el volumen, había encontrado lo que buscaba:

    —Los Hitem, según esto, se trata de desafíos que debe de superar un nefiliano, estamos hablando de la cultura grimorina, mucho antes de la primera guerra. —Pasó su dedo índice de forma rápida, murmurando para sí mismo mientras traducía usando sus conocimientos de aquella lengua antigua. —Al superar todos los desafíos, entre los que se encuentran la lujuria, la avaricia, la gula, la envidia, demostrar que eres de buen corazón y otras tareas, se alcanzará la iluminación eterna y la buena voluntad estará siempre de su lado.

    Estelia y Azel intercambiaron miradas, la primera de confusión y el segundo de análisis, el militar estaba decidiendo que hacer ahora que sabía eso. Zaradel pareció adelantarse a ese momento.

    —Toda creencia tiene un origen mi señor. Esta creencia debe de tener un origen en algún punto, si la traducción antigua de la palabra era desafió o tarea eso no lo sé; si has venido aquí significa que tenías dudas y mi trabajo es aconsejarte lo mejor posible para despejarlas: te recomiendo que esperes un tiempo a que cualquier investigación que hayas orquestado hasta ahora de sus resultados y me des tiempo a mí para hacer mis propias lecturas para que saques una conclusión a partir de ello. — Se levantó para servirse una taza de té frío, tomo un sorbo para meditar. —La chica puede quedarse aquí, ninguna persona puede entrar o salir si no lo merece, si crees que ella es un peligro sabes que soy una buena opción para no ir a un control más formal, como hubieras hecho normalmente en esta situación.

    La chica vio a Azel, no esperaba algo como eso, necesitaba ganar la confianza de él y los demás para su misión pero necesitaba tiempo.

    —Este hombre parece saber mucho. — Finalmente habló, esperando que su opinión no sea vista de mala forma. —Puedo contarle mucho más respecto a mí era, darle información para que él pueda confirmarte la veracidad de mi historia, no soy tu enemiga, quiero evitar lo peor.

    —Si este es algún tipo de plan…

    —Puedes ir tranquilo Azel, tú sabes que un perro viejo no se deja morder por cachorritos, estaré bien y creo que ella sabe que estará en problemas si intenta algo. — Hasta que lo dijo a Estelia no se le ocurrió pensar en la razón por la cuál Azel mostraba tanto respeto.

    El militar asintió y se dispuso a retirarse.

    —Encontraremos la respuesta a esto pero de momento quédate aquí, no intentes nada, haré que traigan los papeles aquí. No confío en ti, para nada, no me trago la historia que me quieres contar, pero Sun parece verlo posible así que es mi deber seguir sus órdenes.

    Una vez que se quedaron solos, Zaradel decidió romper el silencio incomodo que había dejado:

    —Siempre ha tenido ese buen carisma. Ahora, ¿Qué tal si me cuentas todo de la forma más detallada posible?
     

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