Esperanzas

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Bellatrix, 22 Febrero 2015.

  1.  
    Bellatrix

    Bellatrix Iniciado

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    Título:
    Esperanzas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    462
    Hola, este es mi primer fic así que critíquenlo pero sin traumarme J Recuerden que una critica constructiva no le quita un pelo a nadie.

    Sin más que decir me despido.

    Saludos ^^



    I. Sueños

    Desde niña, siempre quise que ocurriera. En las películas los mostraban como algo terrorífico y a la vez como algo cómico y fácil de asesinar. Se convirtió en uno de mis sueños como el de convertirme en veterinaria o doctora. Con el pasar del tiempo en ves de desaparecer esa idea se fortaleció más.

    A mis 17 eso de matar zombies en juegos era fácil de hacer así como estudiar o correr. Para mi esas acciones no incluían mucho esfuerzo mi cuerpo era fuerte, mi mente despejada y lista para actuar en cualquier momento.

    A los 21 la idea dejo de llamarme la atención, entre a la universidad y era preciso concentrarme solo en eso. Ya no había tiempo para más juegos, ni para mas emoción en mi cabeza imaginando como de emocionante seria matar a uno de esos con un bate de beisbol. Ya al salir y graduarme en la carrera de veterinaria me puse manos a la obra, sin perder mas tiempo con todos mis ahorros puse un negocio en una parte central y concurrida lo que me beneficiaria con el trabajo

    Con 25 años me había convertido en toda una mujer, una casa pequeña, un coche y un trabajo estable ¿Qué más podía pedir? Ah, si claro, el apocalipsis zombie.

    En las calles se empezó a oír un rumor, una extraña enfermedad había atacado una parte del país, no tarde mucho en comprender, si se trataba de algo grave lo pasaría muy mal en casa sin comida ni provisiones, aunque claro la gente no pensaba en eso. En estas fechas todos están más ocupados con el arreglo del carnaval y sus festejos anticipados

    Me llene la casa con todo, hasta conseguí un arma una 9mm, normal.

    Días después los rumores desaparecieron para resurgir en la tv, de la noche a la mañana habían cientos de infectados pero ningún muerto, todos estaban lejos de donde me encontraba, prohibieron las salidas en avión y cualquier medio de transporte que nos haga salir de donde estábamos. No informaron sobre la enfermedad.

    Basto un día para que un tipo infectado entrase a la ciudad e infectase a todos, al principio solo eran 4 casos, después 20 más tarde 50 y ahora miles, muertos: ninguno

    Uno de mis sueños, el que creí imposible se había hecho realidad como los otros. No tenia miedo es mas estaba emocionada, mi corazón latía a mil por hora y sabia lo que eso significaba, estaba feliz y mis ganas de sonreír ante esta situación eran incontrolables, le pedí a todos los dioses que esto pasara, al final ellos me escucharon.
     
  2.  
    Bellatrix

    Bellatrix Iniciado

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    3
     
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    II. Diversión

    Las campanas de la iglesia sonaban mientras una gran horda de patéticos humanos corría hacia ella, me cubría los oídos fingiendo no oír nada ni las ondas de la campana ni los golpes en mi puerta que rogaban les dejase entrar.

    La verdad es que los humanos no me importaban, mi única preocupación era salvar mi trasero y ahora lo había hecho bastante bien aquí ocultada como un miserable ratón recordando los gritos de auxilio por parte de mis padres, nada podía ya hacer por ellos.

    Ambos eran viejos además de vivir en la próxima ciudad. Me llamaron apenas comenzaron los ataques, su ciudad fue la primera en caer y ahora seguía esta. De mis ojos salían lágrimas incoloras pero con un sabor salado, en su llamada decían necesitar mi ayuda para escapar de la ciudad, me dijeron que yo ya lo había previsto que debería tener armas de todo tipo, mas no era así, como lo dije antes al entrar a la universidad ya había olvidado todo ese asunto.

    No me arrepentía de haberlo con clemencia tantas veces mirando al cielo, el mismo cielo que ahora miraba lleno de polvo negro el mismo que cargaban a las nubes lo que decía que pronto caería la lluvia. Me cubrí con las sabanas y me puse los auriculares con música a todo volumen, entonces recordé la serie The Walking Dead.

    Al darme cuenta de lo cobarde que había sido me puse a reír pensando en como habrían muerto mis padres siendo devorados por los malditos, “Nada de esto hubiera pasado si no habría gente débil” me dije y para mi esa era mi teoría, si las personas no fueran tan débiles lucharían con firmeza antes esa plaga, tantas enfermedades habíamos superado para que ahora vengan muertos y lo arruinen todo.

    Me reí mas al pensar en eso ¿A eso se reducía la humanidad? ¿Ya no habría un mañana sin esos seres? No, no podía ser así, seguro que encontrarían la cura pronto y mañana los niños jugaran, las mamas como siempre tan chismosas entre ellas y los padres como siempre tan cansados de trabajar por un plato de comida… -Que aburrido sería- pensé, Sali de la cama, aun podía oír los campanazos lo malo era que la gente dejo de golpea mi puerta y eso no me gustaba.

    Baje a ver que pasaba, la puerta estaba rota y varios tipos y mujeres muertos en esta. Corrí al sótano, no para esconderme, ya no lo haría. Ahí tenia dos machetes que me servían para cortar leña en días de invierno. Los cogí y Sali de la casa sin nada mas que mi celular apagado. No llevaba comida pues así me obligaba a entrar y saquear casas a sobrevivir como siempre lo había querido.

    Varios corrían por la calle despavoridos siempre con uno de ellos persiguiéndolo, me harte y decapite a todo muerto que se interpusiera en mi camino. Otros, como yo, defendían a los más débiles. Entre 10 logramos despejar la calle en donde estábamos. Ellos se mantuvieron juntos pues así sobrevivirían, yo en cambio me aleje lo más que pude.

    Fui a la iglesia a parar el sonido que emitía eso atraía mas de la otra ciudad. La sangre me había empapado toda y no llevaba puesto más que una remera negra con unos pantalones cortos por debajo de las rodillas

    Note que el grupito de antes me seguía así que decidí correr, no tarde mucho en llegar. Pare de golpe al ver la cantidad de caminantes que había allí, si ahora los llamaba caminantes. Eran un centenar de ellos, el grupito que estaba detrás de mi vieron lo mismo, su líder parecía ser un tipo de no mas de 26, a pesar de ser joven tenia un buen físico, me miro como preguntándome que haríamos.

    Rodé los ojos pensando que hacer, entonces retrocedí entrando a una casa ya colmada de caminantes, no tarde en abrirme paso buscando la cocina. Vi lo que quería, una garrafa, el tipo al notar lo que quería rápidamente ordeno que la cogieran y la llevasen afuera, cargue mi arma y espere a que la lanzaran

    Hicieron que ruede rápidamente hacia e l os para atraer su atención, entonces les hice una señal para que se alejaran, todos lo hicieron excepto el tipo que se quedo a mi lado también con un arma. Los caminantes captaron la atención y se centraron en la garrafa, todos la rodearon impidiendo que la viera, así que me recosté en suelo y di un certero disparo seguido de otro pues no me fiaba mucho de las primeras oportunidades.

    Una gran explosión nos mando a todos a volar, yo estaba desprotegida cuando de un tirón el tipo me alzo y corrió conmigo en sus brazos hasta caer al piso, el aun estaba sobre protegiéndome cuan do de pronto un caminante se abalanzo a el, no fue difícil darle un tiro a la cabeza. Me miro fijamente al hacerlo, me levante y el lo hizo conmigo. Volví a la iglesia todos estaban tirados en el suelo, avance guardando el arma y saque los machetes

    Las campanadas volvieron a sonar in dicando que había alguien vivo ahí, desde la avenida se veían a varios caminantes venir a paso lento pero seguro, esta vez eran mas que los que habían antes. Me apresure en entrar a la iglesia siempre atenta a cualquier movimiento. El tipo se me adelanto corriendo hacia una puerta, me puse detrás de el con un cuchillo, la abrió sin cuidado alguno haciendo salir a varios de ellos, uno le hizo caer y forcejeaban en el suelo.

    Lance el cuchillo a otro que quería hacer lo mismo y saque el machete para ir a ellos, pero una vez me sorprendió, le rompió el cuello al que estaba sobre el y certeramente disparo a los demás sin gastar balas demás los acabo a todos. Se levanto y me miro restregándome su logro, yo desclave el cuchillo del muerto y subimos por las escaleras. Ahí al lado de la campana estaba el cura jalando de la cuerda haciendo sonar una vez más

    -Pare o no responderemos de nuestros actos-

    Le hablo pero el cura parecía ya ido, es decir había enloquecido, me puse a un lado dejando entrar a las demás personas que miraban como idiotas el asunto, aliste mi cuchillo en la mano y esperaba a que se moviera en contra de nosotros.

    -Hijo mío, calma si hago esto es para que nos vengan a salvar-

    -¿Pero de que habla? ¿No ve que ha atraído más de esos bichos?

    -Si pero ustedes también vinieron y…

    -Si venimos era para el molesto sonido que hacia la maldita campana, tal vez usted no haya estado afuera arriesgando ese feo culo que tiene pero nosotros si y a cada campanazo que da atrae a cientos de ellos ¿No valora su vida como religioso que es?- dije interrumpiéndole, la verdad me estaba hartando

    -Que ciegos… ¡Que ciegos que están! ¡La muerte y esto todo esto es un castigo de Dios que esta enfadado por nuestros pecados!

    -¿Acaso usted tiene pecados? Usted más que nadie debería ser un hombre ejemplar puesto que es un cura, un mensajero de Dios, ¿Qué pecado podría tener?

    -Hija mía, yo como hombre tengo mis necesidades… pero nunca lo hice con una mujer, te he de confesar que mis favoritos eran los niños…-

    Me enfurecí acercándome a el, empezó a mover la campana

    -¡Si te acercas no dudare en jalar de la cuerda!

    Me reí y corte la cuerda dejando caer la campana sobre varios caminantes que ya habían entrado a la iglesia, entonces le di un golpe al cura ese y con el cuchillo le corte el cuello -¡Busquen la salida mas próxima que ya tenemos a alguien que los distraiga!- lo hicieron obedientemente mientras yo le metía descaradamente la mano por la herida

    -¿Eh curita, le duele o le excita?- pregunte sacándola llena de sangre, entonces cuando me dijeron que ya hallaron una, tome el machete me pare y le corte el brazo pasándoselo al tipo rudo, lo mismo hice con el otro –Curita bienvenido al infierno- le dije sonriendo y de una patada le tiré al montón de caminantes

    Entonces empezamos a saltar a unos arbustos, no dejamos a ninguno y empezamos a correr. Uno de ellos nos llamo desde mas adelante con una camioneta encendida, los caminantes detrás de nosotros nos pisaban los talones y ya muchos estaban cansados. Era lo previsto que atraparon a uno, pero no le deje así que mientras los mataba el tipo ruido les arrojo los brazos de carnada con lo que logramos huir

    Entramos todos en la camioneta, varios me miraban sorprendidos, en especial el tipo rudo. Entonces note que al tipo que había salvado le sangraba una herida, el vio como le miraba

    -N-No es lo que piensan me la hice mucho antes y con un arma-

    -Que bueno- dije sonriendo, saque mi machete limpiándolo con mis pantalones y de un movimiento rápido decapite al tipo –No quería que sangre humana se mezclara con sangre putrefacta- dije y tiraron el cuerpo abriendo una de las puertas.

    Me senté plácidamente mientras recordaba los sucesos anteriores con una sonrisa en mi rostro, no quería convertirme en alguien inhumano, o me convertiría en uno de esos caminantes pero era imposible resistirme a tanta diversión.
     
  3.  
    Swettie Star

    Swettie Star Iniciado

    Géminis
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    Buena historia! Espero que continues! C: :3
     
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  4.  
    Bellatrix

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    Virgo
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    Así lo haré, mañana subo la continuación ^^
     
  5.  
    Bellatrix

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    Esperanzas
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    III. Dolor

    -¡No podemos dejar que se quede con nosotros! ¡Esta loca!

    -¡No esta loca! ¡Esa clase de persona es la única que sobrevive en estos días!

    -¡Pero Carlos…!

    -¡Pero nada! Además si ella se va yo también me voy con ella- decía un tipo de cabellos castaños y ojos cafés, bien parecido y fuerte. Es por eso que los demás le nombraron como líder inclusive desde antes de que todo esto empezara.

    Carlos era su nombre y no había tenido un buen comienzo, pues a causa de esto había perdido a sus hermanos y a su madre. Al contrario que Leah, el deseaba que todo esto nunca hubiera pasado.

    El y su grupo habían tenido una acalorada discusión sobre el comportamiento de la nueva integrante que dormía cómodamente en la camioneta. A pesar de que los demás no eran otra cosa mas que peleles muertos de miedo por el comportamiento de la chica eran unos traidores de primera y no guardaban lealtad al que los había protegido, cosa que Leah vio desde el momento en que estos le siguieron

    Carlos fue a ver si la chica estaba despierta, pero la encontró dormida sin que supiera nada de lo que estaban hablando. Carlos era indeciso con sus sentimientos pero lo que sentía por ella no era otra cosa mas que amor, pues la primera vez que la vio matando sin piedad a los podridos y la forma en que mato al cura pedófilo lo enamoraron nuevamente, pues si ella no lo habría hecho el le hubiera hecho eso y mucho mas.

    Trato de acercarse para acariciarla, su rostro tenía sangre seca de esos malditos, inmediatamente al tacto Leah se despertó alertada y retrocediendo

    -Tranquila, soy yo vine a ver si ya estabas despierta

    -Claro, ¿Ya nos vamos?

    -Eh… si, solo teníamos una platica de grupo halla atrás, no quería levantarte debes estar cansada

    -Si, como sea… iré afuera-

    Pov Leah

    Sali de la camioneta estábamos en una carretera y por fin veía ya una zona con muchos arboles perfecto para lo que quería hacer

    -¿A dónde vas?

    -Disculpa pero no querrás que te explique sobre lo que uno hace cuando va al baño- le respondí casi gritando, vaya que este tipo era molesto ¿Por qué tengo que informarle cada movimiento que hago? Me metí entre los arboles y me baje los pantalones. Rápidamente termine y volví hacia el lugar, pero a un lado mío sin que ellos lo supieran, estaban 3 tipos hablando maliciosamente sobre lo que harían conmigo.

    Ya lo imaginaba, lo supe desde el momento en que los vi en esas calles, además de que una fuerte intuición me decía que no debía confiar en ellos y menos si se trataba de mi vida.

    Entre a la camioneta, trate de encenderla pero ya no tenia gasolina -¡Diablos!- grite. Me baje y empecé a caminar como siempre con un machete en mano.

    -¿A dónde vas?

    -Al país de las maravillas ¿Algún problema?- respondí sarcásticamente

    -Sube a la camioneta

    -¡Deja de molestarme! ¿Qué no ves que se le acabo la gasolina?

    -Eso no puede ser, Jaime lleno el tanque hace un momento… a menos que…

    Y como mi intuición no falla detrás de los arboles salieron todos ellos con armas apuntándome solo a mi

    -Lo sabía…- murmure

    -¡Alza las manos y suelta el machete! ¡O te matamos ahora mismo!

    -Vaya que miedo tengo, no hare nada de lo que me ordenen unas escorias como ustedes- les respondí y saque mis dos pistolas quitándoles el seguro –Haber niñitas, bajen sus armas o disparare- se rieron al escucharme sin hacerme caso

    -¡Que creen que hacen! ¡Dijimos que no haríamos nada contra ella!

    -¡¡Cállate Carlos!! ¡Aquí ya no mandas más!

    Y le golpearon la cara con la culata de un arm. Golpearon al tipo llamado Carlos, le sujetaron entre dos y le obligaron arrodillarse con las manos arriba y apuntándole también

    Uno de los tipos el tal Jaime, se acerco rápidamente a mí poniéndome el revolver justo en la frente

    -¿Sabías quien era el tipo que mataste en la camioneta?

    -No, ¿Era tu marido?

    -¡Maldita! Era mi hermano mayor y lo mataste como si no fuera nada

    -… ¿Hermano mayor?... Es que no lo era, además su destino ya estaba marcado, te hice un favor al matarlo, sabía que un perdedor débil como tu se habría hecho devorar por el, es por eso que ahora no dispararas porque tienes miedo de mancharte la cara con mi sangre

    -¡¡Te matare!!

    -Entonces moriremos los dos- puse mi pistola debajo de su cuello –Te daré una ultima oportunidad, dile a tus hombres que suelten al tal Carlos o te volaré la cabeza y sabes que soy capaz de hacerlo-

    -No te tengo miedo

    -¿Y crees que me importa? Si no me importo la insignificante vida de tu hermano ¿Crees que me importara la tuya? No me hagas reír-

    Solo gesticulo gestos de ira en su rostro, bajo el arma y les ordeno que lo soltaran, sin embargo se volteo para dispararme, no perdí tiempo y me agache, disparo al aire causando un gran sonido alrededor. –Idiota- le dije y le dispare por debajo del cuello como lo tenía antes, tome su revolver disparando a todos sus aliados en puntos clave como manos o cabeza.

    Me acerque a Carlos y le ayude a pararse, nos dirigimos a la camioneta cuando se oye otro disparo, caí al suelo con un dolor agudo en la pierna, esta vez fue Carlos que enojado tomo mi arma acercándose al tipo que me disparo. Le vacio la carga completa en la cabeza.

    Observe la herida, me había dado en el muslo izquierdo enterrándose hasta el fondo por suerte no toco mi hueso, aunque eso me hacia un estorbo pues seria dificultoso moverme si quiera.

    -¿Puedes caminar?

    -Si pudiera hacerlo, hace rato que ya me habría ido ¿No crees?

    -Lo siento, es mi culpa

    -Cállate y ayúdame a pararme, debemos irnos de aquí los caminantes estarán viniendo-

    -¿Caminantes?

    -Si, así me gusta llamarles- me ayudo y lleno el tanque como debieron hacerlo antes. No me pude sentar, así que fui en los asientos de atrás acostándome boca abajo.

    -Te vendare la herida o te desangrarás

    -Lo harás cuando hayamos estado lo suficientemente lejos de esta carretera, por ahora conduce y larguémonos de aquí

    -Pero…

    -¡Pero nada! ¿Qué no eres hombre? ¿Por qué andas diciendo “Pero”? no me gusta, así que ya no la usaras en frente de mi

    -Pe… esta bien

    Condujo obedientemente, lo cual no entendía. Yo que el ya le habría matado, no entiendo porque me hace caso y me ayuda, si sigue así no llegara lejos… pronto observe un liquido carmín que caí del asiento, era sangre. Maldición… hay que sacar la bala o seguiré sangrando. De tanto pensar en la herida me había quedado dormida. No soñé nada ¿Qué podría soñar en esto momentos? ¿Una cura, un mañana mejor, o quizás poder ver a mis padres una vez mas? Como sea, me desperté. La camioneta había dejado de andar, rápidamente me levante y vi que estábamos en la ciudad de mis padres en frente del hospital. Sali de la camioneta como pude, ahora solo portaba un machete pues había perdido el otro con los tipos en la carretera. Camine hasta entrar, habían caminantes en el piso, seguí el camino con caminantes muertos hasta llegar a una habitación con la puerta semi-abierta, adentro se oían sonidos como de alguien desesperado.

    Entonces la puerta se abrió violentamente dejándome ver al tipo llamado Carlos, en sus manos tenia vendas pero hasta ahí nada mas -¿Qué haces aquí?

    -No, ¿Tu que haces aquí? ¿Viniste con esa herida?

    -No chiquito, vine con mis piernas, ahora para que es eso

    Me sonrío y claramente vio la pierna con la herida

    -¿Por qué eres tan dura con las personas? ¿Por qué eras tan dura contigo misma? Esto es para tu herida, trataba de ayudarte

    -Lo siento pero así soy yo, no me gusta confiar en una persona que apenas conozco

    Volvió a sonreír

    -Soy Carlos y estuvimos juntos en la primaria, no me recuerdas bien, pero yo a ti si, recuerdo que de niña tú eras muy alegre y sonriente, además de hablar todo el tiempo de zombies y muertos vivientes, decías que si no pasaba eso, tu misma harías que sucediera. Como ahora, eras muy valiente y enfrentabas a los problemas frente a frente sin huir de nada ni nadie, te admiraba…-

    -Carlos, muy bien, para que mentirte no se de que me hablas, no recuerdo la primaria solo algunos sucesos…

    -¿Traumantes o dolorosos? Yo también, y para que vayas recordando tu y yo éramos los mejores amigos, yo era tímido e introvertido pero tu eras todo lo contrario, cuando acabo el año murió tu hermano mayor, si no lo recuerdas yo te diré como murió…

    -Cállate…

    -Un día soleado los tres salimos a comer helado, mas yo descuidado te hice tirar el helado, enojada tiraste el mío y comenzamos a pelear, tu hermano quiso detenerte pero lo empujaste fue cuando un camión vino y…

    -¡Cállate!...- le grite dándole una bofetada pero no me hizo caso

    -Le atropello frente a tus ojos y su sangre te salpico en la cara, el camión había pasado sobre el… fue muy doloroso para ti, a causa de eso no volviste a verme y te fuiste al campo con una tía. Al volver luego de dos años fui a tu casa a verte, pero no me recordabas o no querías hacerlo…

    A medida que me iba cayendo al piso perdía la conciencia, ahora mismo hubiera deseado morir solo para dejar de escucharle. Así sucedió me desmaye pero aun se guía oyendo su voz, no quería oírle, no quería recordar el dolor que me provocan los recuerdos son mas fuertes que la muerte.

    No pude evitarlo más y como si fuese un sueño surgió en mi mente de tanto pensar en ello…

    Era un día soleado, mi hermano y yo fuimos a comer helados, el me convenció de invitar a Carlos pues no tenia amigos y francamente Justin le tenia pena. Así fue como, después de comprar helados nos íbamos a casa hasta que Carlos me empujó haciéndome soltar el helado, enojada le devolví el empujón. Entonces comenzamos a pelear, el solo se protegía de mis golpes y de vez en cuando me sujetaba para que dejara de golpearlo.

    Entonces Justin se interpuso y con toda la fuerza que tenia lo empuje haciéndole caer al pavimento, cuando vio el camión me sonrío por ultima vez hasta que le atropello… nunca lo olvide, ¿Algo así se puede olvidar? Les cause un gran dolor a mis padres, por eso cuando cumplí 18 me fui de su casa y dejaron de importarme ya que no dejaban de culparme.

    Justin tenia el pelo de color negro como el mío, sus ojos eran bonitos, de un tono ámbar; los míos son como los de mi padre que iban de un color miel hasta un tono parecido al de mi hermano pero nunca igualándolo. Antes de eso el y yo éramos inseparables, en ese entonces el tenia 12 y yo 10. De que sirve tanto cariño que nos tuvimos si al final termino todo así…

    Reaccione después de sentir arder mi herida, estaba en la camioneta, boca abajo mientras trataba de sacarme la bala metiendo unas pinzas. Sujete fuerte el asiento hasta que logro encontrarla y sacarla. Me echaba alcohol constantemente y me la vendo

    -Iremos a la casa de tus padres para sacar algo de ropa

    -No me importa lo que hagas

    Respondí fríamente, se fue adelante y antes de que empiece a conducir le dije -¿La cociste?

    -¿Qué cosa?

    -La herida, no cerrara si no me la cueces

    -Entiendo, lo supuse pero ahora debemos irnos rápido, se hace de noche y no es bueno estar en medio de ellos

    -Comprendo- nos fuimos de ahí a toda velocidad para luego parar en frente de la casa de mis padres. Bajamos y trato de ayudarme mas yo le empuje –Puedo sola, tu ve a revisar la casa- esta vez no le grite ni nada, simplemente se lo dije calmada.

    Entro y me dejo con el machete, de ponto en una de las esquinas empiezo a oír pasos, y eran muchos junto a los asquerosos gemidos de los caminantes, me prepare para la pelea, pero cual fue mi sorpresa al ver quien huía dejando detrás a un grupo entero de caminantes. Al verlo me quede paralizada, era un joven de mas o menos 27 a 28 años, cabello negro y todo disparejo, cuerpo fuerte y ejercitado. A medida que se acercaba pude ver el color de sus ojos… eran dos orbes ámbar, nos miramos hasta que el sonrío y movió sus labios diciéndome algo.

    Me olvide de la herida y corrí hacia el pero lo pase para matar a los mas cercanos, al terminar fui a el y le abrace, era mas alto que yo, sonreí y llore de la felicidad…

    -No se si es un espejismo, pero te sientes tan real…- le dije viéndolo a los ojos

    -Gracias por ayudarme, mi nombre es David y una vez mas gracias por salvarme

    Mi rostro se palideció al oír su nombre, pero no importaba, yo sabía que era el… sabía que era mi hermano…
     

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