El espíritu, lo celestial y el cielo

Hola este es mi primer fic que publico en ffl espero que les guste y acepto todo tipo de criticas, oh los nombres y lugares de mi fic están en diferentes idiomas pero principalmente en japones (los otros dos son latín y russo), esta variación de idiomas se debe a que me gusta ser original y no me fijo en un solo idioma al momento de colocar los nombres... Bueno sin mas que decir les dejo mi fic. ​

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Prologo​

10 años atrás – continente Vigelemius- castillo Lucem Tenebris- ciudad vampírica​

Cuando abrí los ojos me encuentro con su rostro sumida en sus pesadillas, es tan pequeña que cabe junto a mí en una cama individual, aunque su cabellera como el caramelo tan larga como para llegar a sus rodillas no cavia por completo en la cama caía en diversos rulos hasta tocar el suelo, sus labios rosados formaban pequeñas “o” cada vez que respiraba por medio de su boca. Pude escuchar el ruido habitual del personal del palacio los cuales se movían de un lugar a otro pero a diferencia de los demás días hoy había más ajetreo, eso me indico que hoy retornaban al castillo mi padre en compañía de la que sería mi madrastra junto con sus dos hijos menores de los cuales yo desconocía su existencia hasta solo un par de semanas atrás cuando nos informo a Reiko y a mí de que teníamos dos hermanos menores y se mudarían con nosotros la primera luna nueva del verano, es decir, hoy.​

Salí de la cama con cuidado de no despertar a mi hermana y me encamine hasta el salón principal del castillo, cuando llegue ellos atravesaban la puerta, mi primera impresión sobre aquella mujer fue de desprecio era tan bella como un vampiro, de un escaso metro sesenta con tez ligeramente bronceada de pómulos altos bien marcados, una cabellera rubia caía ondeando hasta la mitad de su espalda, unos ojos musgosos llenos de vida en los cuales reflejaba toda la admiración que tenia hacia el vampiro que tomaba su mano, a pesar de su espectacular semblante sabia que sentiría repugnancia de mi hermana y de mi e incluso de sus propios hijos ya que era una nefelim y está en su naturaleza creerse superiores ya que son los hijos de los ángeles, no pude examinarla con mucho detalle ya que unos ojos rojos se encontraron con mis ojos azules y lo supe al instante.​

-¡Yoru! – me llamo mi padre con voz profunda pero rebosante de alegría la cual se podía ver en su rostro pálido en él que se formaba una sonrisa llena de hoyuelos propios en un niño, pero mi padre ya no era un niño, era un vampiro que estaba llegando a sus 35 años de edad, media alrededor de los dos metros y su belleza era casi insoportable, sus ojos tan azules como los míos habían sido remplazados en una semana por unos rojos lo que significaba que mi padre sentía sed ya que no era usual el color rojo en un vampiro satisfecho, su cabellera negra llegaba un poco más allá de sus orejas lo que me decía que ella no se lo permita cortar ya que mi padre encontraba insoportable llevar el pelo tan largo como lo llevaba el día de hoy​

-No crees que es muy patético que un rey deje que su esposa le diga que hacer, cuando hacerlo y lo prive de sus instintos naturales – sonó algo altanero pero mi padre seguía sonriente y supe que ella no sabía que yo observaba ya que cuando escucho mi voz pego un ligero brinco y su mano voló hasta su boca para evitar gritar.​

-Ella no me priva de nada, más bien me consiente en todo – miente, conozco a mi padre y se cuando miente​

-Yoru me alegra por fin conocerte – canturrió ella, no pude detectar nada fuera de lo normal en su voz algo que me sorprendió ya que esperaba ironía, odio y repugnancia – Ellas son tus hermanos - se aparto y dejo al descubierto a un par de gemelos que se encontraban detrás de ella – El es Natsu – señalo al niño , este había heredado los ojos azules y los hoyuelos de mi padre pero el cabello rubio y su tez ligueramente bronceada eran los de su madre, a simple vista se veía que era débil y muy tímido algo que le causaría problemas al momento de la casería, el al igual que su hermana no tendrían más de cuatro años– Y Estuko – señalo a la niña, ella también heredo los hoyuelos de mi padre y su tez pálida aunque de su madre heredo los ojos musgosos, su cabello estaba cerca del negro de mi padre pero unas tonalidades más abajo dando la sensación de que fuese similar al cielo nocturno, los dos no eran idénticos pero su cara redonda, la forma ligeramente almendrada de sus ojos y sus pequeñas y puntiagudas narices delataban que eran gemelos​

-Mucho gusto - dije a regañadientes iba a regresar a mi habitación cuando…​

-Mucho gusto hermano – canto Etsuko, su voz era hermosa y me recordaba a la voz de Reiko, entonces recuerdo cuando mi madre me conto unas semanas antes de morir y a pesar de ser aun un niño recordaba estas palabras muy bien ya que Reiko las repetía de vez en cuando: “un día la niña del espíritu y la niña celestial nacerían en esta tierra mortal, mientras que el cielo volverá a caminar entre los mortales sin recordar nada, ellas se encontraran y una no sobreviviría a la guerra que desataría su encuentro”.​

-Primero la niña del espíritu – comento recordando que el significado del nombre de mi hermana es “niña del espíritu” – Ahora “la niña celestial” – traduje Etsuko - ¿Qué planeas? – espere de espalda la respuesta de mi padre pero él no contesto así que me marche.​

Cuando llegue a mi habitación Reiko ya se había despertado me esperaba sentada en la cama, su cabello estaba despeinado y sus ojos negro eran inexpresivos algo muy habitual en ella ya que nunca mostraba sus sentimientos a nadie desde la muerte de nuestra madre, me abrió los brazos para que la abrazara y como si tuviésemos otra vez cuatro años la abrace colocándola lo más cerca posible de mi corazón.​

-¿Cómo son? – me pregunto con su habitual frialdad​

-Son como nosotros pero más débiles y mimados – dije indiferente sin dar muchas explicaciones​

-Interesante – se aparto de mí y salió sin decir nada más de la habitación​

Me tumbe en mi cama y no sé cuánto tiempo dure así solo intentando recordar a Reiko hace unos años antes de la muerte de mi madre cuando sus mejillas adquirían un color rosado y su sonrisa era algo tan usual en ella, todo esto desapareció cuando mi madre murió; me giro hacia la puerta y veo a la pequeña de cabellos como el cielo nocturno, ella me sonríe y sus mejillas se sonrojan, Reiko es lo único que puedo pensar al ver a Etsuko acercándose a abrazarme​

-No llores hermano, yo cuidare de ti – no me di cuenta pero estaba llorando y Etsuko intentaba consolarme​

-Gracias – fue lo único que le dije, duramos un largo rato abrazados pero el sueño venció y nos quedamos dormidos detrás de la cama​

Cuando abro los ojos todos está sumido en un caos total puedo ver desde la ventana como nuestro jardín arde en llamas llenando todo de humo y cenizas, puedo oír los gritos desde la ventana también la señal de alerta de la ciudad, mis ojos no pueden creer lo que ven entonces me volteo hacia Etsuko la que aun duerme a mi lado, la muevo y abre sus ojos verdes y al instantes se abren como platos​

-Tenemos que irnos, el castillo se quema – ella asiente y cuando vamos a levantarnos una flecha pasa muy cerca de mi cabeza y empujo a Etsuko al suelo instintivamente ​

-Ustedes no van a ninguna parte – dice Reiko desde la puerta​

-¡Reiko deja de jugar tenemos que salir de aquí! – La regaño y le doy la mano a Etsuko para ayudarla a parar - ¿Es que acaso quieres morir aquí?​

-Yo no soy la que va a morir - levanta su brazo y me doy cuenta de la espada llena de sangre que lleva en sus manos – No es nada personal pero solo uno de nosotros puede gobernar y si alguno de ustedes dos sigue vivo no podre ser la gobernante de Vigelemius antes que ella pueda recordar su pasado​

-¿A qué te refieres? – se agacha sin dejar de mirarnos y toma algo del suelo; el grito de Etsuko me certifica que lo que ella toma del suelo es la cabeza de Natsu, mira la cabeza mutilada con desprecio y la lanza cayendo a los pies de su hermana gemela la cual cae al suelo y empieza a llorar sobre la cabeza de su hermano - ¡Eres un monstruo! ¡Era tu hermano menor!​

-Sí lo fue, pero desde hace mucho que me desprendí de todo sentimiento que me uniera a mi familia, para mi ninguno de ustedes significa nada desde hace mucho tiempo – sus palabras me pesan sentía como las lagrimas comenzaban a bajar por mi rostro y cuando avanzo hacia nosotros yo me lanza sobre Etsuko intentando protegerla​

Cerramos los ojos y esperamos la muerte, podemos escuchar cada paso y las lagrimas de Etsuko aumentan al igual que mi corazón aumenta su ritmo con cada paso que da Reiko, pero de repente todo se queda en silencio y de repente alguien nos abraza a los dos, abrimos los ojos y vemos que estamos en los brazos de la madre de Etsuko, puedo ver que está llorando al igual que nosotros luego busco a mi padre, el cual sostiene una espada atravesando el pecho de Reiko.​

-¿Están bien niños? – nos pregunta la mujer mientras nos inspecciona con la mirada, aun no entendía por qué nos abrazaba si ella se creía superior, si pensaba que éramos mestizos; entonces veo que en su mirada que nunca hubo odio o repugnancia solo amor, y al igual que mi madre ella nos amaba con locura​

-Less tápale los ojos a los niños no deben ver esto – le ordenó mi padre​

-No será necesario – dice Reiko agarrando la espada – Ya que yo no moriré – cuando ella cierra los ojos de sus manos salen chispas lo que obliga a mi padre a retroceder – No será la ultima vez que nos veamos ya que volveré por la vida de la niña celestial y del cielo, pero hasta entonces…- antes de terminar desaparece​

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Desde aquel fatídico día no supe nada mas de mi hermana, luego del funeral de Natsu se reubico el castillo a una zona donde fuese más fácil la huida por vía marítima y se doblego la seguridad, Etsuko y yo empezamos a estudiar el arte de matar y a pesar de que apenas tuviésemos 9 y 4 años teníamos talento aunque yo lo llamaría mas una motivación, la motivación de enfrentar a Reiko y sobrevivir, mi padre duro dos años buscando a Reiko por todas partes y al no encontrar rastros de ella dedujimos que ella estaba muerta pero la inseguridad que tenia Less ante este hecho lo obligo a seguir buscando.​

El día de mi decimo cumpleaños mi padre me cito a una reunión real oficial ya que quería discutir conmigo un asunto muy serio, su citación me sorprendió ya que soy su hijo y si necesita hablar conmigo simplemente lo hace y ya pero él dice que necesita a la guardia para tratar este asunto cuando me dice esto mi mente solo puede pensar en una cosa ¡La encontraron! Al entrar en el salón de audiencia me fijo en un cuadro de una de las reinas antiguas de Vigelemius que se encuentra donde habitualmente se encuentra el cuadro de la familia real actual, mi padre no me presta atención hasta que le dedico mis respetos y me arrodillo frente a el​

-¿Qué es de tanta importancia padre como para citarme a una audiencia real? – pregunto de rodillas con la cabeza inclinada ante mi padre​

-Levántate – me ordena – Quiero que sepas la verdadera historia sobre la muerte de tu madre – esto no era lo que esperaba y mi reacción tampoco es la que esperaba​

-¿Qué quieres decir? –Mis piernas se vuelven ligeras y siento como si no pudieran sostenerme mientras mi cuerpo empieza a temblar – Ella… - pero antes de terminar mi padre niega con la cabeza​

-¿Nunca te preguntaste por qué desde la muerte de tu madre Reiko me dejo de ver a la cara? – lo mire fijamente y algo en mi interior me dijo exactamente lo que iba a pronunciar – Yo mate a tu madre – estas palabras me derrumbaron, me dije a mi mismo que me calmara, que no podía armar un alboroto o la guardia real no le interesaría que fuese el heredero al trono con tal de proteger al rey me darían una paliza; apretando los dientes y sin dirigirle la mirada salen las palabras por si solas​

- ¿Por qué la mastates? - por mi mente pasaba cada una de las veces en que mi padre pasaba horas hablándonos a Reiko y a mí sobre su hermosa, talentosa y divertida esposa, no podía hacerme a la idea de mi padre matando a la mujer de la cual hablaba tantas maravillas, debía existir una explicación.​

-Mi negligencia la mato – me miro y pude ver como poco a poco sus ojos se sumían en los recuerdos y se tornaban vidriosos, cuando comenzó a narrar su historia su voz cambio y su rostro era una máscara inexpresiva - Antes de que ustedes cumplieran tres años de edad su madre quedo embarazada otra vez pero a diferencia de cuando ella estuvo embarazada de ustedes en este embarazo la ataco una terrible enfermedad que no la permitía ni siquiera parase de la cama, ella seguía viva por medio de diversos medicamentos, uno de ellos era una inyección; en ese entonces mientras Kassandra dormía yo realizaba una investigación que podría cambiar el mundo, intentaba clonar con la poca información genética que recupere con los años a la ultima vampiresa de la familia real original que reino nuestro continente hace unos cincuenta años, y cuando por fin creí tener recopilado el ADN en dos inyecciones capase de crear un clon de la ultima vampiresa pura sangre, agotado por la falta de sueño deje mal ubicada una de las inyecciones muy cerca del medicamento de Kassandra. Cuando desperté ella ya no pertenecía a este mundo, mi investigación de tantos años fue probada accidentalmente por mi esposa causándole una muerte casi instantánea.​

- No la mastates – más que para él, el comentario fue para mí – No fue tu intención – tras decir esto empezó a calmarme, “no la mato” me dije – Fue un accidente​

- Si fue un accidente que ocurrió porque fue descuidado… Dure mucho tiempo en depresión, descuide el reino e incluso a ustedes dos es por eso que Reiko se alejo de mi, nunca perdono el tiempo que los abandone. Dos meses después de la muerte de tu madre una joven pareja que vino de la ciudad del cielo solicito una audiencia para pedir la aprobación de una cafetería, pensé en negarles la audiencia pero me encontré con ella contemplando el jardín principal, era una simple humana de cabellos negros y ojos dorados que esperaba su primer hijo, antes de poder acercarme ella cayó al suelo – cerro los ojos y suspiro – Tubo un aborto espontaneo, los hospede en el palacio hasta que ella se recuperara pero ella se negaba a levantarse de la cama luego de que los medico le dijeron que sería muy peligroso otro embarazo​

“- ¿No puede hacer nada por Hanabi? – recuerdo la cara de su esposo cuando me pidió ayuda, se me ocurrió la descabellada idea de probar en ella la ultima inyección, cuando se los propuse les mencione que por culpa de esa inyección mi esposa murió su esposo rápidamente dijo que no, pero ella accedió​

“- ¿Qué crees que paso con Hanabi? – me pregunto mi padre aun serio​

-Murió ¿No? – cuando mi padre negó con la cabeza mi corazón pego un brinco – Entonces ¿Por qué mamá…? - no me dejo terminar​

- Tu madre estaba muy enferma y embarazada mientras que Hanabi no – luego de aclararme eso volvió a sumirse en su historia – Cuando le inyecte el ADN esperaba la muerte de Hanabi pero esta nunca ocurrió; la vida de Hanabi empezó a preocuparme mucho tanto que llegue a visitarlos cada mes, quería evitarle el dolor de perder a la mujer que mas amas a Thot, llene a Hanabi de regalos y de los mejores médicos hasta les aprobé la construcción de la cafetería, entonces llego el momento de parto – cuando dijo esto metió la mano en su bolsillo y saco unas fotografías, las cuales me paso – Se llama Sora Thomellear tiene 6 años y es la reencarnación de – señalo a la pintura de la ultima descendiente del clan de los vampiros pura sangre o mejor dicho la última vampiro sin un humano, nefelim, brujo u otra criatura mágica en el árbol genealógico​

- Dijiste que solo sería un clon​

- Al parecer la reina Sora III aun tiene algo por hacer en este mundo por eso volvió a este mundo mortal por medio de su clon, eh sellado sus recuerdos al igual que sus energías vampíricas – mire la foto de la niña de tez blanca con una cabellera negra que caía en ondas hasta su cintura, de cara redonda pecosa con ojos como el rubí pero llegando a marrón​

- ¿Por qué me enseñas a esta niña? – no entendía aun el propósito que tenía mi padre en contarme sobre la muerte de mi madre, el embarazo de aquella mujer y de la reencarnación de aquella niña hasta que… recuerdo lo la voz de Reiko diciendo las palabra de mi madre - Esta niña es el cielo que vuelve a caminar entre los mortales sin recordar nada – mi padre asiente – Etsuko es la niña celestial que nacerá en la tierra mortal junto con… Reiko que es la niña del espíritu – el vuelve a asentir - ¿Mi madre como sabia esto? ​

- Tu madre era una bruja muy poderosa tanto como para poder ver predecir el futuro, su última predicción fue el encuentro de ellas tres, el cual desatara una guerra​

- ¿Por qué?​

- Reiko esta segada por el poder ya que quiere más poder del que ya tiene, y para eso tiene que matar a las únicas personas que tienen dones que ella puede robar- Antes de formular la pregunta él me la respondió – Reiko, Etsuko, Sora y Tu poseen habilidades especiales al igual que una vez las poseyó Natsu, fue por eso que Reiko pudo huir aquella vez utilizando la teletransportación que robo de Natsu y su control de los elementos, hemos estado investigando y creemos que la única explicación a que no encontremos a Reiko es que ella pueda cambiar de forma y tenemos una sospechosa – volvió a meter la mano en su bolsillo y saco otra foto – Ella es Danna Greymarth una niña nueva en la ciudad del cielo sus padres son desconocidos y es la nueva amiga de Sora, Hanabi dice que es una niña muy extraña que solo interactúa con Sora, ella cree que podría ser Reiko.​

- ¿Y por qué no han hecho nada? ¡La vida de Sora puede estar corriendo peligro! - mi padre me miro directamente a los ojos y me sonrió haciendo aparecer otra vez sus hoyuelos​

- No te preocupes la futura reina tiene protección, ella no podrá hacerle lo mismo que le hizo a Natsu antes de que suba al trono – estas palabras fueron como si me atravesaran el corazón​

- ¿Me estás diciendo que ya no seré rey? – mi voz era un susurro​

- Te estoy informando de tu compromiso con Sora Thomellear y tu ingreso en el castillo de la noche - mire la foto de la niña que sería mi esposa y luego a la niña que podría ser mi hermana - Ellas tan bien asistirán pero irán al castillo del día, ¿Crees poder cuidar de Sora y certificar si es tu hermana? ​

- ¿Cuando me mudo? ​