Two-Shot de Naruto - ¿Quien lo Diría? (TwoShot) [SasuSaku]

Cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia.​

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Narracion en primera persona, un poco estupido, pero mi objetivo era hacer algo comico, segun las opiniones que recibi lo logre, ahora es su tiempo de opinar.​

Espero que sea de su agrado, este humilde TwoShot traido por su servidora reaparecida -feel like a Sebastian(?-​

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Titulo del fanfic:​

Educacion Especial ¿Quien lo Diría?
Autor/a: Scientist

Género: Romance, drama, comedia​

Clasificación: Todos los públicos.​

Advertencias: OOC, Repito VARIAS veces la palabra bastardo (?)​

Publicaciones: MundoSasuSaku, bajo el nick de Shijin​

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Educacion Especial ¿Quien lo Diría?

Parte 1: Sasuke-bastardo-sensei.


¿Quién lo diría? Ganarse una beca resulto muy fácil, claro, si eres hija de la amante del director de la Konoha School, en efecto, es fácil. Lo que no es fácil es el mantenerla y mucho más lo es demostrar que la mereces, es decir, actuar como cerebrito, cosa que era imposible gracias a que soy Haruno Sakura, la reencarnación de la palabra pereza.

Aquella preparatoria era un mundo completamente aparte, los chicos con sus BlackBerry, discutiendo sobre si la fiesta del sábado pasado fue divertida, y las chicas hablando sobre Justin Bieber y sobre el color de sus uñas. Debo aceptar que había buenos prospectos y especímenes en esos colegios, pero siendo yo la “Bicho con beca” más reciente –por no decir única– me miraban como si tuviera la peste bubónica y que si les preguntaba con toda la paciencia del mundo donde estaba el baño, los contagiaría, aunque eso resultaba útil a la hora del almuerzo.

Está demás decir que mis notas apenas y pasaban de panzazo el promedio para una becada, y empezaba a plantar la duda en todos los maestros. Claro, que solo es porque cada vez que miraba mi cuaderno para hacer tareas, empezaba a ver elefantes azules.

¡Bien hecho Kami-sama! Fue una GRAN idea ponerme como madre a una ex-modelo, la fantástica Sora Haruno, una mujer que fácilmente podría tener a cual hombre quisiera -siempre y cuando tuviera una billetera gorda- comiendo de su mano con uñas pintadas de rosa y brillitos.

Mi madre era una jodida Barbie en Potencia.

Sé la hija de una modelo, y toda el agua oxigenada del tinte irá a tu cerebro y matará tus neuronas, sin mencionar que hará que tengas un raro color de cabello.
Si bien se preguntarán ¿Cuál es el maldito problema con mi madre? En primera, no, no la odio, pero el que ella se haya metido con Hatake Kakashi, el director de ese emporio de niñas con complejo de pavo real, y que además de todo, y para terminarla de joder, estaba casado. Para mí, no era precisamente como pastelillos en navidad.

Ella descaradamente se atrevía a amenazarme, diciendo que si reprobaba, no podría hacer que Kakashi llenara mi libreta de calificaciones, de hermosos y gordos dieces.

Esa vieja.

Así que como yo era el tapuje molesto y maloliente, para que ella fuera vista como la madre de la hermosa genio de cabello rosa y brillantes ojos verdes, en su osadía y mal sentido maternal, se había atrevido a meterme al sistema de educación especial del colegio, con la reforma de “Educación Per Cápita” y cabe mencionar que costaba un ojo de la cara, pero como era una bicho con beca, no pagaba, para regocijo de mi madre y agonía mía. En efecto mi vida era miserable, tan, TAN miserable.
Mal Karma.


El mismo día que me dio la noticia de que sería “beneficiada” –nótese el sarcasmo- con el bendito programa, para mi desgracia era el comienzo de esas clases especiales. ¿Qué tipo de hombre roñoso, gordo y gruñon seria mi maestro?.


Caminaba nerviosa por los pasillos, alisando mi falda lo mas que se pudiera, y atando mi cabello en una coleta para que no fuera tan llamativo. Cosa que resultaba una mision homicida-suicida para mi orgullo. Llegue a la oficina que me asignaron, al parecer era la unica desocupada, pues mientras que golpeaba ligeramente, veía como los otros alumnos entraban felices a sus respectivas oficinas asignadas, y me miraban como quien ve a una tierna ovejita ir directo a la boca del lobo. “Sasuke U.” lei en un cartel, que nombre más extraño. Despues de lo que me parecieron siglos, me abrieron la puerta, podia escuchar a los coros celestiales cantando en mi oido.

¿Ese seria mi profesor? ¡Se veia de mi edad! ¿Quién es profesor a los 19 años?


— ¿Haruno Sakura? –pregunto con tono cansado, alzando una ceja. Junte todo el aire que cabía en mis pulmones.

— ¡Hai! Uchiha-sensei –dije en posicion de soldadito, me senti como mi madre, el alzo la otra ceja en un gesto de sorpresa y luego bufó al dejarme pasar a su oficina.

Por su expresion se notaba que era la primera vez que recibía a un alumno de tercer año ¡No era mi culpa! En mi hermosa preparatoria Suiji, era inmensamente feliz, no estudiando y pasando apenas con un 6, gracias a mi intelecto – el cual parecía dormido este año- podía pasar facilmente sin estudiar ni prestar atencion en clase. Sin sudar podria estar en el cuadro de honor, estudiando un poco, pero siendo yo como soy, perezosa y conformista, un 6 ya era suficiente y además de que el concepto de cerebrito no me quedaba.

La imagen de genio y presidenta del club de Sudoku me era extraterrestre.

La verdad era que seguia en mi papel de papa inanimada en sus claces, hasta el dia que hizo un comentario despues unos de mis constantes “No entendí” perfectamente dramatizado.

— El tinte mata neuronas, definitivamente –frotando sus sienes, claramente frustrado.

Debía aceptarlo, me gustaba ese gruñon ¿Cómo no hacerlo? Con ese fisico de infarto, el cabello rebelde haciendo opuesto con el elegante y pulcro traje, ademas que se veia lindo cuando estaba a punto de soltársele una vena. Amaba molestarlo, era mi pasatiempo favorito, pero ese dia, insulto mi cabello ¡Digo! Mi cerebro.

Bastardo.


Lo mire con una mueca de disgusto, tome el maldito lapiz y resolvi el jodido ejercicio de Física, que ese pelo de gallo se trague sus problemas, no estaba dispuesta a que dejaran mi orgullo en el suelo, por más comible que se viera Sasuke-bastardo-sensei.

“Calcula la velocidad con la que un cuerpo recorre una distancia de 100mts, ignorando la resistencia del viento y teniendo en cuenta que va con aceleracion de 5 M/sg”

— Veinicuatro M/Sg –dije soltando el lapiz sobre el escritorio, con una hermosa sonrisa de burla.

— Suerte de principiante -gruño sacandome la hoja y remplazandola por un problema de Quimica.- Forma Acido Cúprico- soltó con una sonrisa de lado.

Tome de nuevo el lápiz y con los recuerdos de mis clases de química en mi cabeza, resolví el ejercicio, voltee la hoja en su dirección y compuse una expresión de “Soy la hija de Einstein”.

— Correcta –siseó mirando con ojos furiosos hacia la hoja, alimentando más mi creciente ego.

— ¿Es todo Uchiha-Sensei?- una vez más sonreí triunfante, comencé a tomar mis cosas y las guarde en mi mochila dispuesta a irme.

Pero mi sonrisa se borro tan pronto como llegó, su expresión de satisfacción me asusto, y más cuando sonrió de esa manera tenebrosa.

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Algunas cosas las saqué de mi cuaderno xD
Y "Per Cápita" es "Por cabeza" una reforma de educacion en Japón, es decir "Un Profesor, por Alumno" pero eso es para los más dotados, aqui yo lo he convertido en un castigo.
Ninguno de los resultados son reales.

Nos vemos en la parte 2.
Por cada post, donan una caja de leche al orfanto de Gatitos

 

Ciaossu​

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A pesar de la millonada de comentarios que recibi, cabe destacar que jamas espere que sean tantos -llora de emocion(?- Ok no xD Disfruten quienes quieran y puedan.​

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Educacion Especial ¿Quien lo Diría?

Parte 2: El juramento del esmalte de uñas.


Tome de nuevo el lápiz y con los recuerdos de mis clases de química en mi cabeza, resolví el ejercicio, voltee la hoja en su dirección y compuse una expresión de “Soy la hija de Einstein”.

— Correcta –siseó mirando con ojos furiosos hacia la hoja, alimentando más mi creciente ego.

— ¿Es todo Uchiha-Sensei?- una vez más sonreí triunfante, comencé a tomar mis cosas y las guarde en mi mochila dispuesta a irme.

Pero mi sonrisa se borro tan pronto como llegó, su expresión de satisfacción me asusto, y más cuando sonrió de esa manera tenebrosa.
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Trate de no hacer caso a esa sonrisa malévola, en mi vida había imaginado que alguien pudiese mirar de esa manera, como si fuera que tiene algo en los ojos que puede hacerte caer en un estado de trance.
En un movimiento más que inesperado para mí, tomó mi mochila y el arrojo a su escritorio.


— Amm, no – dijo mirándome de la misma jodida forma ¡El muy bastardo!- Aun no he terminado contigo Haruno- sentenció empujándome para que volviera a sentarme.

Era sumamente obvio que estaba jugando conmigo, digo, había respondido preguntas que dos días antes habrían quemado mi cerebro, seguramente sería rubia platino de tanto pensar, creo que debo revisarme el cabello al salir de aquí.


— ¿Qué es un Newton en Física?

— Una medida de fuerza- respondí agarrando fuertemente los respaldos de la silla, buscando apoyo moral en ellos, cosa que no servía de mucho, pero evitaba que le hiciera un rompe-columnas al pelo de gallo, para así poder salir huyendo.

El siguió y siguió con las preguntas, para ese momento yo estaba roja como un tomate, y es que ese ser salido de lo más profundo del infierno -así como Dean Winchester pero menos sexy- a medida que hacía las preguntas se apoyaba sobre la silla, dejándome a mi pegada a ella.
De un momento a otro el sonrío de otra manera, una que no había visto, pero me confundió más y me dio más miedo, pareciera que había encontrado la respuesta a un acertijo en aquel cuaderno de apuntes.

— ¿Cuál es el principio de Arquímedes?- preguntó como quien pregunta la hora.

En ese momento me di cuenta que Sasuke-bastardo-Sensei estaba esperando a que yo errara una, para que pudiese darme toda la biblioteca como tarea, pero ¡No! Yo sabía la respuesta, la había leído mientras se suponía que debía estar estudiando Matemáticas.


— Todo objeto que se sumerge en un liquido experimenta un empuje de arriba hacia abajo, igualando el volumen del liquido desalojado, consiguiendo así volver a la superficie.-

Esta vez sonreí yo, con más egocentrismo que el mismo Kakashi Hatake, me estaba muriendo por bailar la danza de la victoria sobre su escritorio. Lo empuje ligeramente por los hombros, para poder salir de ahí, ¿con esa respuesta ya había sido suficiente no? Había demostrado que tengo tanto cerebro como cabello raro, o viceversa.


Ese fue un GRAVE error.



El soltó su cuaderno, más bien lo arrojo por encima de su hombro y me sujeto las muñecas, mirándome de la forma más maquiavélica posible


¡Si le sacaba una foto podría servir para la próxima película de la llamada!

— Una última pregunta Haruno – dijo despacio ignorando las patadas que le daba.- ¿Sabes sumar?

— Claro, es lo más fácil de todo.- respondí con valentía.
Sonrió de lado.

— ¿Qué pasa si sumo mis labios a los tuyos?

En ese mismo instante me apreté más a la silla, como esperando que esta pudiese desaparecer mágicamente permitiéndome a mí, saltar por ventana como palomita.


— ¿No responderá Sakura Einstein?

No podía responder, así que solo negué frenéticamente como toda una imbécil, ahí se fue toda mi valentía, si… ahí se fue.


Lo vi cerrar sus ojos, y acercarse más a mí, lenta y tortuosamente hasta que por fín junto sus labios con los míos. Fue un beso inexplicable, el acariciaba mis labios lentamente mientras sujetaba mi rostro con sus manos, como temiendo que pudiera huir como toda una gallina rosa que soy.


Se separó lentamente de mí, solo un poco para verme a los ojos, y sonrió de la misma manera que al principio. Ahora si podía responder.

— Bastardo- siseé corriendo la mirada.

El simplemente se limito a bufar, haciendo como que no paso nada, se separo completamente de mí y me entrego mi mochila.


— No respondió, Haruno ¿Qué sucede?

— ¡Pervertido!

— No te he atado las manos, pequeña.

— De hecho sí, me sujeto- dije mostrando las marcas rojas en mis muñecas.- ¡Y no soy pequeña!

— Oh, claro que no, una pequeña no besa así- respondió cruzándose de brazos mientras se apoyaba sobre la puerta de su oficina.

En ese mismo momento mi rostro se volvió aun más rojo, parecía una freza, definitivamente al llegar a mi casa debía darme una ducha fría. Abrace mi mochila y me acerque a la puerta con los labios fruncidos, temiendo lo peor, el se aparto con las manos en los bolsillos.

— Tus clases están pagadas hasta fin de año, Sakurita.
Justo antes de que cruzara el portal, el me dio un beso en la mejilla, uno fugaz, casi divertido, para él.

El cerró su puerta, y yo quise entrar de nuevo y darle mi mejor gancho derecho, pero solo podía rematar con hacerle una seña de “ya verás” al cartel con su nombre.


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No extrañaría la preparatoria Suiji después de todo.

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¿Cómo dejar el honor de la educación especial? Digo… no todos tienen la oportunidad.
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Ahora, tenía una bastarda razón para asistir a las clases, y esa razón…
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Se encontraba sonriendo como idiota en su oficina.

Pero una cosa era segura, el esmalte rosa de Sora Haruno, no pasaría la noche.

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Y eso seria todo, gracias mil por los comentarios xD
Kei: eres mi razon de escribir (? bueno, no, pero eres la unica que comento asi que Gracias.

Adiosh.