Necros

Tema en 'Relatos' iniciado por misteriane, 22 Junio 2012.

  1.  
    misteriane

    misteriane Guest

    Título:
    Necros
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1121
    Sammuel agachó la cabeza susurró:- no puedo decírselo a mis padres.. no lo entenderían..- Hacía varios días que había estado planeando como decírselo, sin embargo no pudo contener las lágrimas que dejó caer, haciendo que Midane se acerque aún más a el.
    - tómate el tiempo que necesites, para mi tampoco fue fácil-
    - tu tampoco has hablado con nadie.
    - no, pero ya he comenzado a buscar otro empleo y en unos cuantos dias..
    -¡¡¡BASTA!!- gritó Sammuel, separandose bruscamente de su pareja- ¡¡¡¿POR QU…?!!! ¿por qué me haces esto?-sollozó- ¿no ves que no podemos estar juntos? no tenemos nada a nuestro favor...-
    -No me importa...-
    -eres tan inmaduro y ... egoista. Pon los pies en la tierra de una vez, ¿acaso que tienes pensado para los dos?¿eh? ¿quieres que mañana llegue a mi casa y les diga a mis padres que ni siquiera terminaré la preparatoria para "fugarme" a quién sabe donde con un hombre ocho años mayor que yo?... lo siento, pero no puedo hacer eso cuando ni siquiera yo estoy seguro...
    -ya veo... asi que eso era. Pero ¿sabes? no voy a reprocharte nada, solo vete...- el apuesto hombre inclinó su cabeza hacia atrás evitando que sus lágrimas cayeran- toma tus cosas, te llevaré a tu casa.
    -¿qué?
    -tienes razón Sammuel, no podemos seguir con esto si no estás SEGURO. Vámonos, te llevaré a tu casa..
    -me iré solo- el muchacho tomó su mochila y se aproximó a la salida.
    -¡Sam!
    La puerta se cerró bruscamente dejando al joven detective solo en su departamento. Realmente no había querido dejarlo ir, pero eso de "no estoy seguro" aun le resonaba dentro de su cabeza. Tendría que hacer un cambio de planes, por lo pronto no dejaría el departamento de investigaciones, ni rentaría aquella hermosa casa cerca del mar. Todo había cambiado en unos segundos... o ¿realmente así era? tal vez no había querido ver lo que se aproximaba. Amaba a ese chico, desde la aquella vez que lo vió en el parque, sentado, solo, pensando en cuantas ideas utópicas, en cuantos anhelos y deseos... Sus cabellos rubios, apenas desordenados en su frente, dando un tono misterioso a esa mirada gris, hipnotizante. Pero todo había acabado ya. Ese era el precio de tratar con adolescentes. Inestables.
    Se dirigió a la cocina a prepararse una taza de café... o quizá algo más fuerte. Sólo se quedó apoyado en el marco de la puerta con la vista algún punto que funcionaba como portal a todos los recuerdos que se relacionaban con Sam.
    - Sam... Sam- no podía evitar sentir un cálido sentimiento al pronunciar ese nombre. Ya pronto arreglarían las cosas. Ya pronto...
    Su celular comenzó a sonar con aquel chillido insoportable, haciendo a Midane volver a la realidad con un pequeño susto. Al mirar la pantalla, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro leer ese nombre, SU NOMBRE. Sin embargo, las circunstancias no eran las que se esperaba...
    -¿Hola?¿Sammy?
    -¡¡¡¡MIDANE!!!!¡¡¡P..POR FAVOR TI...TIENES QUE AYUDARME!!!- se oía desesperado con la voz quebrada
    -¡Sam!¿que ocurre?
    -NO... NO LO S…, ¡TENGO MIEDO, MID!
    -oye, tranquilízate. Dime que ocurre. Sam,¿dónde estas?tranquilo, dime donde...
    - estoy a una cuantas calles de tu casa ¡hay un hombre Mid! ¡me... me esta siguiendo! hace unos segundos me tomó por los hombros y quiso tirarme al suelo pero lo golpeé y corrí
    - ey, tranquilo, dime exactamente en donde estás, voy por ti, busca algun lugar para esconderte, alguna tienda...- el hombre tomó las llaves de su auto y se dirigió a la puerta de salida
    - ¡ESTÁ ARMADO! ¡S… QUE ESTÁ ARMADO! YO LO VI... Mid, lo siento, de verdad lo siento, no quise decirte todo eso, perdóname Mid...
    -tranquilo Sammy, estoy yendo por ti no te preocup...
    -AHHHH!!!!! ¡¡¡NOOOO!!! ¡¡¡¡POR FAVOR NOOO!!!- aquellos gritos desesperados se oían un tanto lejanos
    - ¡¡¡SAM!! ¡¡¡¿HOLA?!!! ¡¡¡SAM!!! ¡¡¡CONTESTA!!!
    La comunicación se cortó. El tono del teléfono golpeaba la mente del detective que inmóvil no salía de su espanto. De un brusco impulso, con las manos temblando, pudo arrancar el auto, con el que comenzó a rondar desesperada e inútilmente la zona. Tenía la boca totalmente seca, los ojos le ardían como si le hubiesen rociado ácido sobre ellos. Tenía miedo, realmente tenía miedo. "Sam, tranquilo Sam", "ya voy por ti, tranquilo Sam", "solo un momento, ya llego por ti".
    La calle estaba desierta. No tenía indicio alguno de hacia dónde podía haberse desviado el pequeño tratando de esconderse de su agresor. Los faroles iluminaban pobremente el entorno.
    -¡Mijissu!
    -¿M M Midane?- preguntó la joven compañera de trabajo del detective
    - Escuchame bien, es Sammuel, se lo llevaron, lo secuestraron, envía varias patrullas a la zona del Parque Jokuna
    -¿Q Qué? eh, si. de inmediato. Por favor cuídate, no te desesperes, lo encontraremos.
    Arrojó su celular al asiento del copiloto, sin siquiera corta la llamada, seguía conduciendo frenéticamente, mirando cada rincón de la calle, sin embargo, Sam ya no estaba allí.
     

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