"El amuleto de la sacerdotiza" Editado

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por la-la, 10 Octubre 2007.

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    la-la

    la-la Guest

    Título:
    "El amuleto de la sacerdotiza" Editado
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1452
    "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    Hola a todos, este es un fic que ya habia comenzado y que por alguna extraña razon lo borraron, es de mi pareja fovorita Sessh y Kag, y ahora prometo ponerle mas atencion...... aqui va

    EL AMULETO DE LA SACERDOTIZA

    CAP 1

    El amuleto de la sacerdotisa


    El no podía creer lo que estaba haciendo, el Gran Tai-yukai de la tierras orientales no tenia nada que estar haciendo ahí, observando; el se preguntaba una y otra vez que hacia ahí, su cerebro de decía que se fuera pero por alguna razón sus pies no lo obedecían.

    “Sango, estas lista? Por que tardas tanto tiempo en vestirte Dios!!” dijo la muchacha de cabello negro como la noche y ojos azules como el océano, ligeramente irritada de la tardanza de su amiga casi hermana.

    El gran demonio del Oriente dejo salir un suspiro que no sabia que estaba sosteniendo, aun no entendía que tenia que estar haciendo ahí, vigilando a la “tipa” de su medio hermano, de todas las mujeres y peor aun de todas las humanas tenia que cautivarlo ELLA, ella que era mal humorada, explosiva, no sabia como mantener la boca cerrada enfrente de sus superiores, valiente, amorosa, leal, con el cuerpo mas deseable y ese pequeño vestido verde que era demasiado revelador para su gusto.

    ‘Maldición’ pensó cuando no pudo contener las reacciones de su cuerpo ante tales imágenes mentales.

    Sesshomaru silenciosamente observo como las mujeres del grupo de su medio hermano regresaban a su campamento para prepararse a dormir después de un día agotador de viajes a través del Japón en busca de los fragmentos de la Shikon.



    Kagome se preparaba para dormir con Shippo acurrucado en sus brazos , últimamente había tenido esa sensación extraña de que alguien la observaba, pero desecho ese pensamiento rápidamente, no es sano tener delirios de persecución en estos días y menos cuando tiene tantas cosas en que pensar, y lo ultimo que quería era otro problema mas por el cual preocuparse.

    Cerro los ojos tratando dormir y descansar, pero no pudo lograrlo, se mantenía pensando en la que había pasado hace unas horas…

    *Flash-back*

    “¡¡¡¡¡¡INUYASHA CUIDADO!!!!!” grito Kagome alterada al ver que el amor de su vida había sido arrojado hacia unos arboles rompiéndolos a la mitad por el contacto de su espalda y el tronco duro.

    Kagome trato de correr a su ayuda pero el gran demonio que los había atacado se abalanzo sobre ella mas rápido de lo que pudo ver su patético ojo humano; pronto ella también fue arrojada hacia los aires, pero gracias a Dios Kirara pudo atraparla a tiempo.

    Un poco aturdida por el golpe y algo mareada y desorientada Kagome pudo apuntarle al demonio, en forma de oso, una de sus flechas sagradas. Por fortuna le dio justo en la frente donde el fragmento de la Shikon estaba, destruyendo al demonio.

    No era por presumir pero en los últimos 2 años que ha estado en el pasado, se había vuelto más fuerte y más certera con su puntería; aun así ella se sentía una carga para sus compañeros que siempre tenían que estarla rescatando pero al menos podía deshacerse de los oponentes mas débiles ella sola.

    “Te encuentras bien Kagome?” pregunto el monje pervertido mientas trataba de ayudarla a bajar de Kirara, con su mano en posición para darle un pequeño pellizco al perfectamente bien redondeado trasero de Kagome, solo lo detuvo la voz colérica de Sango “Ni siquiera se te ocurra hentai”.

    “Pero Sango mi amor, solo quería ser un caballero con la señorita Kagome, tu sabes que tu eres la única mujer de mi vida” decía mientras acariciaba el trasero de Sango.

    “PERVERTIDO”

    SLAP

    “Cuando aprenderá” dijo Shippo mientras trepaba en el hombre de la muy enojada y muuuuy roja Sango y observaba con el monje caía al suelo inconciente y con una marca de mano en su mejilla

    Mientras tanto, Kagome corrió para ver como se encontraba Inuyasha pero cuando llego al lugar el ya no estaba ahí , volteando frenéticamente de un lado al otro tratando de tener una pista de donde había ido, Kagome vio que en la distancia estaban las serpientes caza almas de Kikio, ‘Kikio esta cerca’ pensó ella tristemente, mientras decidía si ir a investigar si Inuyasha estaba bien o simplemente aceptar que Inuyasha nunca seria para ella, que el ya tenia por quien vivir y ese alguien no era ella.

    Llámenlo estupidez o masoquismo o llámenlo como quieran pero Kagome no pudo contener a sus pies cuando empezaron a correr hacia donde vio a las serpientes voladoras, su angustia por saber si Inuyasha estaba bien o herido fueron mas fuertes que su sentido de auto-protección.

    Al escuchar voces Kagome dejo de correr y empezó a caminar, tratando de ser lo mas discreta e invisible posible para no ser detectada, dio gracias a su suerte por que el viento soplaba a su favor y así los sentidos súper desarrollados de Inuyasha no serian capaces de olerla.

    Al llegar a la orilla del claro se escondió detrás de un árbol lo suficientemente grande para cubrir su silueta, y ahí se dispuso a escuchar la conversación de las dos personas que herían más que nadie en este mundo…….

    *Fin del Flashback*

    Kagome suspiro y dejo que una triste sonrisa apareciera en sus labios, ese fue el momento en que ella decidió que ya no podía permanecer en este lugar ni en este tiempo, en ese momento todo le quedo muy claro, Inuyasha ya había tomado la decisión de quedarse con Kikio y no había nada que ella podía hacer para cambiarlo, pero esa realización no hacia que el dolor que ella sentía en el pecho desapareciera al contrario.

    Secretamente formo un plan para irse de ahí, no soportaba la idea de tener que despedirse de sus amigos, que ahora eran mas como su familia ‘ Mañana sera el día’ pensó Kagome mientras cerraba los ojos repasando el plan que tenia para irse; así fue cuando el sueño por fin llego a ella.

    Tell me what you think.....
     
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    la-la

    la-la Guest

    Título:
    "El amuleto de la sacerdotiza" Editado
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    4
     
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    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    Cap 2

    A la mañana siguiente todo estaba listo, Kagome despertó mucho antes de que el primer rayo de sol despuntara en las montañas del Este, se sentía cansada, el sueño que la invadió la noche anterior no había sido un sueño reparador ni de descanso, al contrario, había sido un sueño lleno de incertidumbre y pesadillas. Tratando de no despertar a sus compañeros empaco sus cosas en su mochila amarrilla, camino de puntitas hacia los limites de su campamento y decidida empezó a caminar hacia donde ella creía que estaba la aldea de la Anciana Kaede y el viejo pozo que la llevaría a casa.

    Ya habían pasado unas 2 horas desde su huida y ya se sentía cansada, definitivamente ese sueño no la había ayudado, pero siguió caminando, tratando de ganar la mayor distancia entre sus compañeros y ella. Kagome no era tonta, ella sabia perfectamente que en cuanto de dieran cuenta que no estaba irían inmediatamente a buscarla, pero ella tenia un plan, gracias a Kaede ella había prendido a esconder su aura y con suerte y concentración su aroma también ; así que estaba cubierta en todos los sentidos.

    Caminando con un paso firme y rápido, Kagome sintió de nuevo esa sensación de ser observada, pero de nuevo la desecho así de rápido, no había sentido ninguna presencia peligrosa y no había escuchado nada, de seguro solo era que estaba nerviosa por todo lo que había pasado y pasara.




    Sesshomaru estaba intrigado, que había hecho que esa tipa dejara a ese hibrido y a sus compañeros, el tenia entendido que todos se llevaban bien y que era como una gran y cursi familia.

    A pesar de su sentido común que le decía que se alejara de ella y que no tenia por que seguirla, aun así decidió ir tras ella, saltando en las copas de los árboles escondiendo su poder; era algo fácil una vez que lo dominabas y podía pasar días escondiéndolo sin ni siquiera sudar.

    Había sentido que varios demonios menores empezaban a rodear a la pequeña miko (sacerdotisa); atraídos por el poder que emanaba de la perla alrededor de su cuello. Sesshomaru estaba contento, tendría un poco de diversión para liberar todo su estrés, no había nada mejor para el estrés que la sensación de carne siendo desgarrada por sus garras afiladas, los gritos de agonía retumbando en sus oídos y el olor de la sangre en su nariz.

    ***********************************************************************


    Ya era casi medio día, Kagome figuraba que le faltaba como otro día para llegar a la aldea, pero ella no estaba apresurada, simplemente encontró un lindo lugar cerca de un arrollo para sentarse y comer; mientras comía remojo sus pies en el agua helada del rió, una sonrisa de alivio adorno sus facciones, realmente iba a extrañar esta era, todo era tan pacifico y tan……limpio.

    Kagome empezó a tararear una de sus canciones preferidas disfrutando el sol en su cara y las refrescantes aguas en sus pies, todo era miel sobre hojuelas hasta que escucho un tremendo rugido en la distancia, rápidamente se levanto y tomo su arco y sus flechas, lista para cualquier ataque.

    Antes de que pudiera reaccionar un demonio en forma de lobo súper desarrollado callo a sus pies muerto, tenia marcas de garras en su pecho y en su cara, realmente un vista bastante grotesca.

    “Iuuk”

    Kagome no se explicaba que había pasado, ¿Quién o que había matado al demonio? ¿Su asesino estaba cerca? ¿Ella seria su siguiente victima? Mientras todas esas preguntas invadían su mente, un figura aterrizo frente de ella, la tela blanca de su traje brillaba con el sol, el viento soplaba sobre su cabello plateado que brillaba como rayos de luna sobre un lago tranquilo; su miraba fría como el hielo, sus facciones no demostraban ninguna emoción y su voz sonaba melodiosa pero a la vez dura.

    “ Que hace la despreciable humana de ese hibrido deambulando en mis tierras?”



    “Kagome!!!!!!!!!!!!!!!!!! Kagome!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!” gritaba muy preocupado el pequeño Shippo, hacia varias horas que todos habían despertado y para su sorpresa no había rastros de su Kagome, ni siquiera su mochila estaba cerca “Oka-san” dijo, por que eso era lo era para el, Kagome era como su madre. “Kagome!!!Kagome!!! YA ME ABANDONASTE!!!! TODOS ME ABANDONAN!!!!” gritaba desesperado hasta que un golpe en la cabeza lo hizo callar.

    “CALLATE!!!! No me dejas concentrar” dijo Inuyasha muy irritado, aunque no lo admitía frente de los demás, estaba bastante preocupado por Kagome, se preguntaba que le había pasado ‘Seguramente fue secuestrada para robarle la perla’ pensó él muy afligido, y no tanto por el gran fragmento de la perla colgando en el cuello de Kagome, sino por Kagome y si bienestar. Aunque el ya había tomado su decisión, aun así se preocupaba mucho por Kagome, el la quería, aunque no sabia muy bien que tipo de cariño era.

    “Inuyasha……..Inuyasha……Inuyasha …..DEJA DE SOÑAR” y de repente el báculo de Miroku aterrizo en la cabeza dura del hibrido mitad humano y mitad perro. Un gran chichón inflado y rojo apareció en el cráneo de Inuyasha “Oye que te pasa? Por que me golpeas?” dijo Inuyasha sobandose la cabeza tratando de aminorar el dolor.

    “Aun no has encontrado el rastro de la Señorita Kagome?” le pregunto Miroku, y el hanyou (mitad demonio) movió la cabeza diciéndole que no.

    Miroku encontraba muy extraño que no encontraran ningún indicio de a donde se habían dirigido los captores de Kagome, ni siquiera podía detectar los pequeños rastros de aura que normalmente se encontrarían, de una persona con el poder espiritual de Kagome. ‘Esto es muy extraño…..será que se fueron volando?’

    Unos minutos mas tarde aterrizo Kirara y Sango, ellas habían sido las primeras en ir a buscar a Kagome, en el minuto que se dieron cuenta que no estaba en el campamento salieron a toda prisa a buscarla, “Que encontraste Sango?” pregunto Shippo con la esperanza reflejada en sus ojos; Sango odiaba tener que destruir la esperanza del pequeño niño, pero la verdad tenia que prevalecer ante todo, “Nada…..no encontré nada” suspirando, un sentido de impotencia la invadía, si algo le pasaba a su hermana nunca se lo perdonaría.




    “Se…..Se…Sesshomaru” sus ojos se abrieron casi saliéndose de sus orbitas, no podía creer quien estaba frente a ella: Sesshomaru, el medio hermano de Inuyasha, El Señor de todas las Tierras Orientales y sobre todo, el demonio que la había tratado de matar tantas veces. Su cuerpo se congelo, quería correr, pero sabia que no había esperanza en hacerlo, y con la súper velocidad de Sesshomaru, no tardaría ni medio segundo en atraparla.

    “Para ti es Sesshomaru-SAMA” dijo Sesshomaru, enfatizando el SAMA,” Te aria bien empezar a respetar a tus superiores miko”

    Entonces, todas las precauciones y el miedo fueron olvidados por Kagome, ya estaba harta de su sentido de grandeza, y de su actitud de ‘Yo soy mejor que tu’. “Mi nombre no es ni humana, ni miko, ni puta, ni golfa, ni perra, es Kagome….Ka-go-me” dijo ella casi mordiéndose la lengua después, sabia que acababa de firmar su sentencia de muestre, y pronto, mas rápido de lo que alcanzo a ver el ojo humano, ya estaba atrapada entre un árbol y Sesshomaru, su garra apretando su cuello y sus pies apenas si tocaban el piso.

    “No pretendas darle ordenes a este Sesshomaru, tu no eres nada comparado conmigo, eres basura en mis pies” su mirada era fría, no reflejaba nada mas que el deseo de matar, el deseo de romperle el cuello a esta frágil mujer “ Ahora no me hagas repetirlo otra vez, que haces aquí pe-rra?” dijo apretando un poco el cuello de la miko, al hacerlo, unas pequeñas gotas de sangre salieron de los orificios que sus garras afiladas habían hecho en su delgada piel.

    “Agh…..aahh” Kagome trataba de formar las palabras correctas, pero estaba totalmente aterrada, su lengua no parecía formar frase alguna, y la falta de oxigeno en su cerebro lo hacia mas difícil aun.

    “No tengo tu tiempo….CONTESTAME!!!!” dijo Sesshomaru, el olor de la sangre de esta humana era intoxicante, y pronto se encontró luchando con su bestia interna para mantenerse en control y no hacerla suya ahí mismo en el piso del bosque.

    “Yo….yo….lo deje, el….el… ya no…. me necesita” dijo Kagome con su respiración entre cortada, pero esta vez la falta de oxigeno no tenia nada que ver, era el pánico que sentía al ver los ojos rojos de Sesshomaru, ella sabia muy bien que eso significaba que el estaba muy enojada…..¡Colérico!..... ‘Por que todo me pasa a mi?’ pensó ella al punto de las lagrimas, realmente no quería morir.

    “Así que finalmente te diste cuenta de lo inútil que eres?” estas palabras salieron de la boca de Sesshomaru mas como un gruñido que como voz, estaba a punto de perder el control, necesitaba desesperadamente probarla, el olor metálico de su sangre se hacia cada vez mas fuerte y se mezclaba con el olor de su miedo, un olor afrodisíaco en verdad.

    De pronto y sin previo aviso, Sesshomaru se inclino hacia ella, y lentamente lamió los rastros de sangre de su cuello, su lengua caliente y húmeda sobre la piel de ella mandaban extraños impulsos nerviosos, era como una pequeña tortura para Kagome.

    “Sesshomaru???” logro decía ella, muy confundida por los actos del orgulloso demonio frente a ella, o mas bien, encima de ella.

    La voz atemorizada y confundida de Kagome logró liberar a Sesshomaru de su confusión y rápidamente se alejo de ella. Estaba enojado consigo mismo y con ella, ‘Maldita bruja, que me has hecho?’ y con este pensamiento en su mente, la arrojo al suelo.

    Kagome aterrizo en la tierra, su costado le ardía ya que había sido arrojada contra unas rocas filosas y la habían cortado, “Ouch” dijo ella levantándose del suelo, de nuevo la ira la invadió, no iba a dejar que la tratara de esa forma, no tenia ningún derecho!!!!!

    “Hijo de puta, que estas mal de la cabeza??!!!” pero al voltear y tratar de enfrentarlo se dio cuenta que el ya no estaba ahí “Maldito imbecil” murmuro ella, mientras sacudía la tierra de su uniforme y empacaba sus cosas en su mochila…….’Definitivamente no es mi día’. Así muy enojada, adolorida y aun con la adrenalina corriendo en su cuerpo, Kagome siguió caminando hacia la aldea de Kaede.


    Ok me estoy poniendo al corriente, necesito dejar la historia donde la deje, pequeño aviso cuando noten que falta un cachito de historia, revisen mi blog, de todas formas yo les pondre un aviso como (lemon o algo asi) para que no me vallan a cerrar mi historia.

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    Aries
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    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    ¡Hola! esta muy bueno el fic no lo había leído antes jeje bueno espero que pongas la conti lo más rápido pocible!!! estoy deseando saber que pasa con kagome.
    hasta la próima conti!
     
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    la-la

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    "El amuleto de la sacerdotiza" Editado
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    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    Cap 3

    Desde los árboles, Sesshomaru trataba de tranquilizar a su sangre hirviendo, no podía creer lo rápido que su corazón estaba latiendo, su bestia interna estaba muy enojada por que no logro satisfaces sus necesidades, esa humana realmente le atraía, había algo en ella que lo cautivaba y lo mantenía pendiente de ella.

    Sesshomaru se sentía asqueado consigo mismo, no era la clase de encuentro que quería tener con ella; su mano se poso en su corazón y empezó a tomar largas y profundas respiraciones para tratar de calmarse.(lemon)

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    La lluvia caía con enojo sobre la tierra, como tratando de borrar todo el mal de ella, entre los árboles se veía una figura corriendo, un gran bulto se veía en su espalda haciéndola ver casi deforme; para su desgracia su pie se atoro con la rama de un árbol que justamente se le había ocurrido levantarse del piso; su pie se torció de una forma poco normal haciendo que la figura cayera al suelo con un gran SPLASH. ‘Por que no? Lo ultimo que me faltaba era caer sobre un charco, GENIAL simplemente GENIAL’ pensó la muchacha, tratando de levantarse del suelo, pero su pie tenia otros planes.

    “Aah!! Maldición, creo que me lo esguince” dijo con lagrimas en los ojos, el dolor era intenso, y a eso agreguemos que estaba mojada y que tenia frió, ‘Debe haber un lugar cerca donde pueda refugiarme’ pensó desesperada; Kagome estaba decidida a no dejarse vencer, así que con mucho esfuerzo logro ponerse de pie, apoyándose en un árbol que estaba cerca, poco a poco empezó a cojear apoyándose en los árboles que se encontraba en su camino, buscando un refugio medio decente para alojarse por la noche.

    Así con un gran suspiro de alivio, se encontró un árbol enorme, con raíces sobresalientes de la tierra que formaban una especie de cuevita, con una sonrisa de agradecimiento Kagome camino hacia la pequeña cueva y se arrastro debajo de las raíces para entrar en ella; estaba bastante angosto pero la protegía del clima exterior.

    Con dificultad se quito sus ropas empapadas y logro sacar su bolsa de dormir de su mochila; se metió en ella y la cerro hasta que solo se viera su cabeza, aun que ya estaba “seca” aun tenia mucho frió, solo esperaba no enfermarse



    La mañana era hermosa, el cielo era azul sin ninguna nube a la vista, justo como se ve el cielo después de una tormenta; lo pajarillos bañándose con las gotas que caían de las hojas de los árboles, los insectos comiendo las hojas recién lavadas por la lluvia y un tai-yukai corriendo sobre las ramas de los árboles buscando al objeto de su obsesión.

    De repente su nariz fue invadida por el olor a vainilla y lavanda de Kagome, un bello ahora pero mermado por el fetito olor de la enfermedad ‘Maldición’ pensó Sesshomaru, y corrió hacia donde se hacia mas fuerte el olor, pero solo encontró un gran árbol; pero el olor lo guiaba hasta allí y el nunca había dudado de sus instintos y no iba a empezar ahora.

    Inclinándose para inspeccionar el lugar logro ver que entre las raíces se distinguía el rostro sudoroso de Kagome, su respiración era dificultada y estaba pálida como papel. Sesshomaru cortó las raíces con sus garras que le bloqueaban su visión, pero cuando por fin tuvo acceso a donde se encontraba Kagome, el olor que lo invadió fue aun peor de lo que imaginaba.

    Cuidadosamente toco su frente con el dorso de su mano descubriendo que estaba extremadamente caliente. El tal vez no era experto en humanos, pero al menos sabia que no era sano que su temperatura corporal se elevara tanto. Así que tomo una decisión.

    Tomándola con su brazo derecho y asegurándola con su cola, se dirigió hacia su castillo, hacia La Casa de la Luna. Su velocidad era impresionante, nunca había corrido tan rápido en su vida, y se preguntaba de donde venia esta nueva fuerza…..’Tal vez mi padre tenia razón’



    Kagome despertó con un gran dolor en todo su cuerpo, se sentía agotada y sentía su tobillo del tamaño de una pelota de tenis, pero dentro de lo que cabe se sentía mejor, esta cama estaba súper acolchonada y los cobertores eras suaves y afelpados……………’ esperen un momento…CAMA???’.

    Kagome se levanto estrepitosamente causando que se sintiera mareada y desorientada, una mano gentil trataba que se recostara y una voz femenina le decía que no era sano levantarse tan rápido.

    Kagome abrió los ojos para ver en donde y con quien estaba, se encontró dentro de un enorme cuarto estilo japonés (obvio) con pinturas en sus paredes que contaban historias de guerras y conquistas, el cuarto era principalmente azul oscuro, y solo había una pequeña lámpara de aceite en un rincón brindando muy poca luz.

    “Mi Señora, se encuentra usted bien?” dijo una voz suave desde el lado derecho de su cama, Kagome volteo temerosa de encontrar a un demonio grotesco y verde a su lado, pero lo que encontró fue a una muchacha de aproximadamente 14 años de edad, era humana eso era evidente, su cabello café oscuro que estaba recogido, sus ojos eran cafés oscuro tambien y sus ropas indicaban que era una sirvienta.

    “Do..Donde estoy?” pregunto Kagome, su garganta le dolía, ella suponía que era por la enfermedad, de repente sintió aire frió en su espalda, dándose cuenta, quedo helada…….temerosa levanto los cobertores para verse a si misma y descubrió que no tenia ropa, ni siquiera la interior.

    “AAAAAAHHHHHH!!!!! QUE PASO CON MI ROPA??!!!! EXIJO MI ROPA YA!!!!!!” Grito Kagome, estresada al pensar que algún tipo pervertido haya abusado de ella en su estado de inconsciencia.

    “Tranquila Mi Señora, Mi Señor ordeno que se le quitara su ropa húmeda para que no se enfermara mas de lo que ya esta” dijo la pequeña sirvienta, impresionada de los pulmones tan sanos que tenia su Señora.

    “No me importa quien sea tu Señor!!!!! Dile que no tiene derecho de quitarme mi ropa sin mi consentimiento, y mucho me nos de verme desnuda y…..” Kagome seguía gritando hasta que fue interrumpida por una voz masculina, que ya conocía y que era la ultima persona que esperaba escuchar, “Miko, deja de gritar, estas irritando a este Sesshomaru” dijo él parado en la puerta de la habitación, sus ojos fríos y calculadores, de nuevo su cara solo demostraba irritación, se veía un poco extraño por que no tenia ni su armadura ni sus espadas, pero aun así era un presencia que imponía, o al menos hubiera impuesto si Kagome no hubiera estado tan enojada. Kagome salio de la cama casi en un salto, con una mano en su cadera y otra apuntando al peligroso Tai-yukai.

    “Como te atreves a secuestrarme y lo que es peor aun a verme desnuda!!!!!!!!” Los ojos de Sesshomaru titilaron con lo que parecía ser alegría? No mas bien era risa? Se estaba riendo de ella!!!!!! ‘Como se atreve!!!’ pensó Kagome antes de darse cuanta de su estado de desnudes, dio un grito seco y tratando de cubrirse lo mas posible regreso a la cama y se cubrió con los cobertores.

    “Te aria bien recordarte que estas en mi casa perra, y que no voy a soportar este tipo de comportamiento, deberías estar agradecida de que te salve la vida” y con esto Sesshomaru se dio la vuelta intentando irse cuando una voz lo detuvo “Por que?”


    ok
    va otro, revisen mi blog si les interesa

     
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    la-la

    la-la Guest

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    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    Cap 4

    “Por que?” Pregunto Kagome, sus ojos azul profundo mostraban toda la confusión que sentía en su corazón, Sesshomaru admiraba esa cualidad que tenia, sus ojos eran la ventana a su alma, uno podía saber que era lo que estaba pensando a través de esos ojos azules. “Mis razones son solo mías, pero no podía permitir que cualquier demonio de segunda se quedara con la perla, causando caos en mis tierras” y con esto, Sesshomaru se dio la vuelta y cerro la puerta al salir, ni un minuto dejando ver sus verdaderas emociones en su rostro.

    Kagome suspiro derrotada, ahora si que se había metido en problemas, con razón siempre decía Inuyasha que era un imán para los problemas; pero su corazón no dejaría que se hundiera en su depresión, en cambio volteo con una sonrisa brillante hacia la sirvienta que seguía junto a ella, anonadada de lo que acababa de ocurrir; nunca nadie se había atrevido a hablarle a su Señor de esa forma y salir con vida, realmente esta mujer era extraordinaria.

    “Cual es tu nombre? Yo me llamo Kagome, mucho gusto” dijo con una voz alegre y estirando su mano para estrecharla con su nueva amiga. La sirvienta sorprendida se retiro un poco de ella y haciendo una reverencia hasta que su cabeza tocara el piso se presento “ Mi nombre es Shiori, y yo seré la humilde sirvienta que la ayudara en todo lo que necesite Señorita Kagome” de nuevo pegando su cabeza al piso, a Kagome realmente no le gustaban tantas formalidades, así que trato de que Shiori no es tuviera tan rígida estando con ella “Tu puedes llamarme Kagome, no hace falta el “señorita”” dijo riéndose levemente, pero a Shiori no le parecía gracioso, se le hacia ridículo que alguien de la altura de la Señorita Kagome le pidiera que la llamara otra cosa que tu titulo y su nombre.

    “Preferiría que no Señorita Kagome, el Señor Sesshomaru se molestaría mucho y me castigaría se me escuchara referirme a usted tan descortésmente” dijo ella alejándose un poco mas de la muchacha en la cama, Shiori se levanto graciosamente y saco del ropero que había en la habitación una bata de baño “Señorita Kagome, le gustaría tomar un baño, creo que le haría bien para ganar fuerzas y poder recuperarse pronto”.

    Kagome se sentía extasiada, realmente le hacia falta un buen baño, se sentía absolutamente asquerosa con todo el sudor de la fiebre todavía en ella “Claro que si Shiori-cha, me encantaría, solo dime donde”; y así las dos salieron de la habitación rumbo a las aguas termales del palacio.



    Habían pasado ya 3 días desde que Sesshomaru la trajo a su palacio, y en esos tres días, solo lo había visto una vez, cuando fue a insultarla a su cuarto ‘Definitivamente IMBECIL’ pensó Kagome mientras deambulaba por los jardines con Rin, recogiendo flores y jugando a –Como hacer que Jaken se vea mas feo de lo que ya es-, un juego muy divertido si le preguntan a ella. Kagome estaba muy sorprendida de encontrar a la pequeñarra Rin a orillas de su cama la mañana siguiente de su llegada, Rin había dicho que Sesshomaru le había dicho que podía jugar con ella, ‘Seguramente como una clase de tortura’, pero lo que no esperaba Sesshomaru es que Kagome adoraría a la pequeña Rin, era tan dulce y tierna y alegre, no podía entender como era que seguía manteniendo esa inocencia infantil estando en la presencia del –Nacido para matar- que era Sesshomaru.

    Kagome se sentó al pie de un árbol, uno de los tantos que había en el extenso jardín de Sesshomaru, ya se sentía mucho mejor, su pie estaba como nuevo y su fiebre había desaparecido completamente, ahora solo quería regresar a su casa, seguramente sus amigos ya se habían dado por vencido tratando de encontrarla, pero su madre y su familia probablemente estaba preocupados, hacia mas de 2 meses que no regresaba a casa, y estaba bien, por que ya no tenia que preocuparse por la escuela ya que eran vacaciones de Verano, pero eso no significaba que no tenia exámenes extraordinarios que presentar. Kagome entre cerro los ojos y descanso su cabeza contra el tronco del árbol, sintiendo la brisa de la tarde pegar contra sus mejillas.

    Sesshomaru la observaba desde un árbol cercano, durante estos últimos días había estado tratando de evitarla, ahora que su olor volvió a ser el de antes, se le hacia aun mas difícil olvidarse de ella, y mas aun cuando su olor ahora estaba por todo su castillo, definitivamente no había sido una buena idea traerla, tal vez si la hubiera dejado morir ya no tendría que estarse preocupando por su presencia y su olor, su excitante y afrodisíaco aroma de vainilla y lavanda.

    Sesshomaru inhalo profundamente tratando de tomar lo más que pudiera de ese excitante aroma. Sin el consentimiento de su cabeza, los pies de Sesshomaru dieron un salto hasta estar frente a la miko, sus ojos estaban nublados con lujuria, y si aliento un poco entrecortado; claro que desde el exterior el se veía tan estoico como siempre, pero en su interior estaba en llamas.

    Kagome sintió unos ojos penetrantes, era la misma sensación que había tenido tantos días atrás, esa sensación perturbo su meditación y con mucho recelo abrió los ojos, viendo frente a ella a un enojado Tai-yukai, o eso creía, ‘Y ahora que hice?’; con ese pensamiento en su cabeza, Kagome se puso de pie, tratando de que Sesshomaru no la viera como solo un germen a sus pies, casi se pone de puntitas cuando la mirada en sus ojos no cambio, “Cual es tu problema?, toma una fotografía te dura mas” dijo irritada, pero justo esa frase fue lo que saco a Sesshomaru de su trance ‘Foto-grafía? Que es eso?’ , aun cuando no sabia el significado de esa palabra, Sesshomaru entendió que se trataba de una agresión a su persona “Yo hago lo que quiera en mi palacio perra, recuerda que tu aquí no eres nada mas que un juguete para Rin” Sesshomaru escupió esas palabras como veneno, definitivamente no iba a dejar que esta mujer supiera el efecto que tiene en él el simple echo de olfatearla.

    “Pues discúlpame Sesshomaru-SAMA, pero yo no pedí ser traída aquí, es mas quiero irme de aquí inmediatamente” Kagome casi veía rojo de la furia que sentía en su interior, ya estaba cansada de su actitud y esta vez no se iba a acobardar.

    En menos de lo que toma el parpadear Sesshomaru ya la tenia acorralada contra el árbol, levanto las manos de Kagome y las sostuvo arriba de su cabeza con su mano derecha, sus ojos rojos, de coraje suponia Kagome.

    “Tu te iras cuando ya no me seas de utilidad, no antes y no después” dijo el acercándose hasta que Kagome pudiera sentir el calor de su aliento sobre sus labios; pero esta vez ella no iba a retroceder, ni un centímetro “Tu no eres mi dueño y nunca lo serás, yo hago lo que quiero” y con esto dejo que una gran cantidad de energía saliera de su cuerpo, haciendo volar al Gran Sesshomaru por los aires y aterrizar unos metros adelante.

    Kagome se sentía muy orgullosa de si misma, había arrojado al yukai mas poderoso de Japón por lo aires, claro que se sentía cansada …………..y mareada…….y empezaba a ver borroso……….y de repente todo fue oscuridad.

    Antes de que Kagome cayera al suelo como un costal de papas, Sesshomaru ya estaba ahí pasa sostenerla y evitarle el golpe.



    Kagome despertó a mitad de la noche, la invadió la oscuridad de una noche sin luna ‘Inuyasha debe de estar escondido en algún lado’ pensó, Kagome llevo sus manos a sus sienes y empezó hacer movimientos circulares, tratando de aminorar el dolor de cabeza; lo único que recordaba era haberle gritado a Sesshomaru y lanzarlo por los aires con su poder, después todo era borroso, pero lo que si recordaba con claridad fueron sus palabras ‘Cuando no me seas de utilidad’ , ella ya estaba harta de solo ser un instrumento para los demás, si no era un detector de fragmentos para Inuyasha era un juguete para Sesshomaru, pues ya estaba harta, su paciencia había acabado hacia mucho y no iba a dejar que nadie mas la utilizara para nada.

    Decidida, Kagome se levanto de su cama y tratando de hacer el menor ruido posible se dirigió a su ropero para vestirse, ya que su mochila había sido olvidada en el árbol aquella noche lluviosa Kagome no tenia su uniforme ni nada propio con que vestirse. Se vistió en un abrigador kimono para invierno color azul claro, tenia embardados de peces koi y el obi era color rosa claro, seria difícil pero se escaparía de ese lugar aunque fuera lo ultimo que hiciera.

    Sigilosamente se dirigió a la cocina y en un pedazo de tela envolvió algo de comida y agua, y a la salida tomo una garrocha de la pared lateral de la entrada para poder alumbrar su camino en esa noche tan oscura.



    Kagome corrió y corrió hasta que su piernas ya no aguantaban mas, sentía una sensación de quemazón en ellas, pero el miedo de ser atrapada y torturada por Sesshomaru era lo que la mantenía corriendo; al ver que el palacio de Sesshomaru ahora solo era una mancha blanca en la punta de la colina Kagome decidió descansar un poco.

    Llego a un claro, en donde se propuso hacer un campamento, encender un fuego para mantenerse caliente y dormir un poco. Lenta y cansada, Kagome logro reunir la madera para el fuero y con las pocas llamas restantes de su garrocha logro encenderlo, sus ojos estaban pesados, sentía que en cualquier momento caería inconciente en el sueño, así que se recostó en el piso y se acurruco en posición fetal para lograr mantener el calor corporal.

    No habían pasado ni 5 minutos cuando un sonido la despertó del letargo, Kagome se levanto y sintió una presencia demoníaca, no era fuerte, por eso supuso que no era Sesshomaru, pero era lo suficientemente fuerte para causarle problemas, aun no recuperaba sus fuerzas después del encuentro con Sesshomaru en el jardín.

    Unos ojos rojos la observaban desde la maleza, se veía que su único pensamiento era el de matar, y así sin previo aviso se abalanzo sobre ella un demonio en forma de venado, sus colmillos y garras desgarraron su kimono y su piel, salpicando sangre por todo el claro; Kagome trato de lucharlo con toda la fuerza que ella tenia, pero pronto se encontró indefensa y al borde de la inconciencia por la perdida de sangre y el dolor.

    De repente un rayo de luz blanca alejo al demonio lejos de ella, Kagome pudo oler el olor de veneno sobre piel, con mucho trabajo volteo su cabeza solo para vez a Sesshomaru degollando al demonio, sus ojos de nuevo estaban rojos. Sesshomaru volteo a verla y algo increíble paso, su mirada volvió a la normalidad, dentro de sus ojos se podía ver la preocupación y otro sentimiento que Kagome no pudo definir, y así con esa ultima visión, Kagome se desvaneció.

    ************************++

    Sesshomaru despertó en su habitación, estaba preocupado por la salud de la miko, no quería que ese pequeño desplante de poder hiciera que volviera a recaer, así que se levanto y fue a hacerle una visita, solo quería ver si estaba bien y si no tenia fiebre o al menos eso era lo que el se seguía repitiendo.

    Cuando llego a su habitación, casi la destruye por completo al no encontrarla ahí, destrozo el ropero, la cama, el pequeño escritorio. Se había escapado, no podía creer la osadía de esa perra, ‘Se largo la ingrata!!!!’. Con un rugido que despertó a todo el palacio, Sesshomaru salio en busca de ella, la tonta había dejado su rastro, Sesshomaru no sabia si estar aliviado u ofendido, por quien lo tomaba?, debería saber que nunca dejaría que algo suyo se escapara de sus manos. ‘ELLA ES MIA’.

    Al sentir que cada vez estaba mas cerca acelero su paso hasta que una esfera de luz lo rodeo, pero cuando llego al claro donde ella estaba lo recibió la escena mas desagradable que haya visto, bueno, no la mas desagradable, pero ese maldito demonio atacando lo que era de el no era precisamente lo que esperaba ver; solo un sentimiento lo invadió en ese momento ‘Matar, dolor, matar’.

    El demonio probó no ser un buen oponente para el Gran Sesshomaru Señor de todas las tierras Orientales, su muerte fue rápida pero dolorosa y Sesshomaru casi sonríe ante eso, pero el control de sus emociones no se lo permitía. El sonido de una respiración le recordó por que estaba ahí y por quien acababa de matar al demonio, a un lado, en un charco de sangre se encontraba el objeto de su deseo y su odio.

    Sesshomaru vio como la miko quedaba inconciente, la perdida de sangre era mucha y tenia miedo de no poder salvarla, y claro que no podía atenerse a que la espada de su padre Tenseiga (Colmillo Sagrado) para revivirla, la maldita espada era mas necia que una mula y solo hacia su voluntad. Sesshomaru nunca había sentido miedo a nada desde que era solo un cachorro, pero ahora su corazón se estremecía con el solo pensamiento de perderla.

    No tenia tiempo de llevarla con el curandero, ese anciano estaba en la aldea mas cercana que estaba a 10km de ahí, y el curandero de su palacio no sabría hacer con una paciente humana, si no supo que hacer con un simple resfriado mucho menos con heridas de esta gravedad.

    No teniendo otra opción, Sesshomaru hizo lo que el instinto le dijo, tomo a Kagome con su brazo y su cola y la llevo a un lugar mullido con pasto, lejos del charco de sangre formado por ella. El kimono antes usado ahora solo era una garra que colgaban de su esbelta figura dejando ver solo su cuerpo desnudo.

    Sesshomaru no dejo que la vista frente de el lo distrajera de su tarea, removió las restos de ropa del cuerpo de Kagome, algunas heridas no eran tan profundas, solo había tres que realmente le preocupaban. Sesshomaru se inclino y empezó a lamer cada rasguño y raspón del cuerpo de Kagome, dejando que su saliva curativa penetrara en cada rincón de los rasguños, así frente a sus ojos las heridas menores empezaron a cerrar dejando piel nueva a su paso.

    (Chequen mi blog)

    Gracias a su padre que le había comentado una vez de aquella técnica de curación que realizo una vez con la mama de Inuyasha, Izayio, que pudo salvar a Kagome, no todas sus heridas sanaron, pero al menos ya no eran mortales.
     
  6.  
    la-la

    la-la Guest

    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    Cap 5

    Inuyasha corría, el aire frió de la mañana y el roció que provenía del mar a kilómetros de distancia le hacían recordar el poder de la naturaleza, el siempre había sido uno con la naturaleza, la respetaba y se sentía como en su hogar cuando deambulaba por un bosque de pinos o de bambúes; este día en particular, no se sentía con mucho animo para darle al clima su debido respeto, estaba muy ocupado tratando de encontrar cualquier pista de Kagome.

    Saltando de copa en copa de los árboles, se detuvo en seco cuando lo invadió el olor de la sangre de Kagome, trato de ubicar el lugar, ya que las lluvias de los días pasados la habían desvanecido un poco, pero era inconfundible, tenia que ser ella!!.

    Inuyasha regreso sobre sus pasos y se detuvo en un claro junto a un riachuelo, ahí era donde se hacia mas fuerte, el olor se concentraba en un árbol y después desaparecía, como si se hubiera esfumado en el aire. Inuyasha estaba seguro, Kagome había estado ahí, aunque después no pudo encontrar en que dirección se dirigió se sintió aliviado, por fin estaba cerca.

    ‘Kagome, prometo que te encontrare!!!!’



    Kagome despertó en su habitación de siempre, en el castillo de Sesshomaru; Shiori estaba atendiendo sus heridas, aunque era molesto, no sentía tanto dolor como hubiera pensado. Recordando los hechos que habían sucedido la noche anterior, ella hubiera esperado tener muchas mas heridas, pero para su sorpresa solo tenia tres, y realmente no eran tan graves, simplemente le causaban molestias al moverse, pero sanaría en un día o dos.

    Kagome no estaba muy segura de lo que había pasado, recordaba ser atacada por un demonio y recordaba haber sido salvado por Sesshomaru pero después de ahí todo se volvía confuso y mas con esa extraña alucinación de Sesshomaru haciendo ciertas…….cosas con su cuerpo; obviamente ella desecho la posibilita de inmediato ‘Ja, como si el Gran y Poderoso Taiyukai se fuera a interesar en una humana y menos una miko’ pensó. Aunque el recuerdo del sueño la ponía un tanto inquieta, al recordar sentir todo lo que Sesshomaru le estaba haciendo con sus partes mas ocultas hacía que le diera calor, y senita como si el calor se liberara en su centro, escurriendo entre sus muslos. Además de que no podía evitar el sonrojo que acompañaba a todos estos pensamientos, incluso en una ocasión Shiori le había preguntado si tenia fiebre, a lo que Kagome solo movió la cabeza en negación ‘Menos mal que Sesshomaru no se ha aparecido, no se como reaccionaria frente a el y con esa imagen mental…..ugh!!! no soy mejor que Miroku’

    “Miko”

    ‘Hablando del rey de Roma. (suspiro)Creo que lo invoque’

    “Miko, acaso tú falta de cerebro afecta tu oído?” dijo Sesshomaru, con un extraño brillo en los ojos, Kagome no pudo averiguar que era, estaba demasiado ocupada tratando de contener el impulso de purificarlo hasta el infierno y de regreso; tomando respiraciones largas y profundas logro por fin controlarse; por mas que le dolía admitirlo, estaba en deuda con Sesshomaru y siendo la persona tan cortes y educada que era ella, decidió que lo mínimo que podía hacer era agradecerle.

    Con muchos esfuerzos y la ayuda de Shiori logro sentarse en su cama y recargarse en un montón de almohadones, hizo una reverencia larga y dolorosa y le agradeció al yukai por haberla salvado.

    Sesshomaru observaba entretenido como su pequeña miko le agradecía el haberle salvado la vida, aunque estaba seguro que también estaba agradeciendo por el orgasmo que le había hecho sentir, aunque no lo supiera; tan solo el recuerdo de la noche anterior hacia que su miembro cobrara vida y terminar lo que empezó ayer.

    Sesshomaru ideo un plan, la miko se quedaría con el, y lo complacería en cada una de sus fantasías y después de que hubiera saciado todos sus pensamientos con ella, entonces esta entupida obsesión se detendría y volvería a ser el mismo de siempre.

    “Miko, su falta de habilidad para defenderte es inaudita como fue posible que nunca aprendieras a pelear sin un arma?” dijo, entrecerrando los ojos para hacer énfasis en su punto, quería enojar a la miko, había algo divertido en provocarla.

    “Pues para tu información, nunca me entrenaron por que Inuyasha siempre nos estaba presionando para viajar, cuando iba a entrenar he? Mientras escalábamos una montaña o mientras navegábamos en un rió? Además nunca tuve quien me enseñara!!!!!” La respiración de Kagome era agitada después de haber hecho tanto esfuerzo diciendo todo eso sin respirar. Sesshomaru levanto una de sus esculpidas cejas ante tal carácter de la pequeña miko, lo excitaba el saber que esta humana no le tenia miedo y hasta lo desafiaba.

    “Muy bien, esta decidido, yo te entrenare; dentro de dos días encuéntrame en el dojo al alba, hasta entonces descansa” así Sesshomaru dejo la habitación, Kagome estaba anonadada ‘Que acaba de ocurrir?’ Sesshomaru se había ofrecido enseñarle a pelear??? WOW esto si era como LA DIMENCION DESCONOCIDA. Pero si la vida te da limones……….lo único que la preocupaba eran los recuerdos del sueño, definitivamente un trabajo duro.



    Dos días ya han pasado y Kagome se despertó al alba para reunirse con sensei Sesshomaru en el dojo; Shiori la ayudo a vestirse en un kimono blanco de seda, con embardados rojos, el obi era rojo también y se amarraba a su cintura hermosamente; Shiori la llevo hasta donde estaba el dojo y la dejo en la puerta. Para su sorpresa Sesshomaru aun no había llegado y empezaba a preocuparse de que se hubiera retractado en su decisión de ayudarla; otra cosa que le molestaba era el kimono tan caro que estaba usando, como no tenían ropa de entrenamiento para mujer, entonces se tuvo que conformar con lo que estaba usando ahora, aunque dudaba mucho que le sirviera de algo.

    Kagome estaba parada a mitad del dojo, su espalda daba contra la puerta, estaba bastante distraída por las ventanas en el techo que dejaban ver el precioso color del cielo nocturno al fundirse con los rayos de sol. Estaba tan distraída que no noto el par de manos que la abrazaron por detrás en la cintura y poco a poco trazaron su camino hacia su cadera hasta llegar un poco mas arriba de la rodilla, ahí fue cuando el poderoso par de manos desgarro su kimono y Kagome despertó de su letargo.

    Sesshomaru entro galante en el dojo, noto a la miko parada a mitad del dojo mirando al cielo, ‘Como alguien puede impresionarse por algo tan cotidiano?’ pensó el, después noto su estado de vestido, el ceño fruncido que le siguió arruinaba su rostro angelical; como no se le ocurrió antes mandarle a confeccionar un atuendo adecuado.

    Sesshomaru le vio el lado positivo a la situación y sigilosamente se acerco a la miko, incrédulo de no alertarla con su ki, definitivamente sus sentidos necesitaban mejorar.
    Sensualmente deslizo sus manos sobre la deliciosa curva de sus caderas, por sus piernas hasta arriba de su rodilla, decidiendo que era un largo razonable, uso su fuerza sobre humana para desgarrar el kimono y dejarla solo con una pequeña fracción de tela, en donde luciera sus pierna y le permitiera el movimiento, aunque la vista era mejor que los motivos prácticos.

    “Ahh!!!! que crees que haces?” dijo Kagome tratando de cubrir sus piernas desnudas, “Por que la vergüenza miko?, ese asqueroso pedazo de tela verde que colgaba de tu cintura cuando viajabas con mi hermano era mucho mas revelador” Dijo fríamente Sesshomaru, las ojos de Kagome bailaban con el fuego de su enojo haciéndola ver muy sexy.

    “Tus sentidos son muy pobres miko, incluso para ser humana estas demasiado desconectada de tus alrededores” con el pedazo de seda aun colgando se su garra, Sesshomaru decidió colocársela en los ojos, sintiendo un salto por el contacto de su piel, “Ahora encuéntrame usando solo sus sentidos” y así comenzó el juego.

    Kagome al principio estaba muy confundida por lo que sentía, ese calor en su vientre bajo había vuelto, pero por ahora no quería pensar en eso, así que se concentro y trato de identificar el ki de Sesshomaru, lo encontró un poco a la izquierda y camino temerosamente hacia el, pero antes de poder alcanzarlo sintió una brisa y de pronto Sesshomaru estaba detrás de ella, así que volteo y comenzó a caminar hacia donde ella creía que estaba.

    Así pasaron varios minutos, Sesshomaru se estaba divirtiendo en verdad, después de unos intentos, Kagome fue un poco mas certera logrando tocar su cabello varias veces al momento de que el se retiraba, con agilidad, Sesshomaru rozó un pecho de Kagome al pasar, solo escucho el sonido de su sorpresa. Sesshomaru casi sonrió, casi …….. como le encantaba provocarla; las siguientes veces lo volvió a hacer, cada vez su mano se quedaba un poco mas e incluso logro darle un pequeño apretón, Kagome volteo repentinamente “HANTAI” grito ella al tratar de abofetearlo, pero para su sorpresa Sesshomaru era demasiado rápido y en un segundo ya la tenia acorralada en el suelo, sus manos arriba de su cabeza sostenidas por Sesshomaru.


    (chequen mi blog)

    Ok, si quieren saber que pasa, ya saben, en mi blog estan las partes interesantes jeeeeee
     
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  7.  
    victoria_7

    victoria_7 Usuario común

    Tauro
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    Pluma de
    Escritora
    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    ola!!
    esta super bien la conti ^_^
    q malo es sesshomaru... como le gusta acerse de rogar...xDxDxDxD
    espero la conti...
    amM!! que quiere decir que el fic es editado?¿

    xaoO!!
     
  8.  
    ....

    ....

    Escorpión
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    9 Agosto 2007
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    Pluma de
    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    me gusta tu fic. continualo pronto!

    hay k ver como es sesshomaru con kagome.
     
  9.  
    LucyDei

    LucyDei Usuario popular

    Leo
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    5 Octubre 2006
    Mensajes:
    563
    Pluma de
    Escritora
    Re: "El amuleto de la sacerdotiza" Editado

    *o* sugoi!!!!! porfa siguelo pronto, me encanta tu forma de redactar n.n la historia esta increible, tienes que seguirlo pronto porque me dejaste con el ojo cuadrado!!!, sube la continuacion pronto por favor.
     
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