¿Cómo llegué al foro? [Mi historia en FFL]

No recuerdo exactamente cómo comenzó mi afán por buscar fanfics, ni cómo llegué a conocer de su existencia. Solo sé que llegados a un momento, empecé a engancharme muchísimo a una pareja de Pokémon que según yo era super canon y super todo. Inocente de mí; ya gastaron todo su arsenal amoroso con lo que hizo Serena y encima ni se vio, kha.

El caso es que el Advanceshipping (Aura/May x Ash) era mi OTP o algo por aquel entonces, y después de ver miles de fanarts que amaba con locura, acabé llegando a los fanfics. Un nuevo mundo de posibilidades se abrió ante mí en aquel entonces, es decir: ¡la gente escribía situaciones que todos deseábamos ver, y tenían lectores que apoyaban sus ideas! ¡Eso era genial! Yo desde bien pequeña siempre estuve creando historias, eso sí, más enfocada a los cómics, pero historias al fin y al cabo, por lo que no tardé en pensar lo divertido que sería hacer mis ideas realidad en un sitio como lo era internet.

Entre fanfic y fanfic, páginas y páginas, un buen día llegué a FFL. Para mí era uno de tantos foros más, y durante un par de días seguí entrando como invitado, leyendo y me iba, como hice siempre. Pero había algo en este lugar... Algo que me llamaba la atención. Los otros foros se veían muy... fríos y metódicos. Todo era fanfic y más fanfic. Pero aquí... Había tanta variedad. Vi concursos y actividades, vi juegos, e incluso vi una zona llamada rol, que jamás antes había conocido. Cabe destacar que yo nunca había estado en un foro, por lo que era una completa newbie en el mundo del internet.

Finalmente, un 17 de junio de 2013, en plenas vacaciones de verano, decidí registrarme en la página. Acababan de comenzar las vacaciones más largas y tenía tooodo el tiempo del mundo para explorar aquel nuevo lugar. Como nick, dado que nunca había tenido uno, escogí el de una de las páginas que tenía abiertas en aquel mismo instante: "Pikaflash". Así es como nació mi primera identidad, a la que acabaría dándole forma más adelante gracias al mundo del rol que se había abierto ante mí.

Durante mis primeras semanas, recuerdo pasar a ordenador todo lo que tenía escrito en mis libretas. Capítulos y capítulos de un fanfic que me da mucha vergüenza recordar, y que requirió de GRAN ayuda para corregir toooodos mis errores, que no eran pocos. Una amable usuaria que era beta en aquel momento, Mayushii, fue como mi maestra en aquel entonces. A pesar de todos los errores que cometía, ella no dejaba de corregírmelos con atención y tacto. Yo me avergonzaba, pero aún así no dejaba de intentar mejorar todo lo que me decía para que estuviera orgullosa de mí. Cuando acababa publicando y me felicitaba por mis grandes avances, yo me sentía realizada, emocionada. Quizás, aquello de la escritura, con un poco de esfuerzo, podía dárseme bien.

Me pone muy soft recordar eso. Esa usuaria ya no es activa, y creo que ahora se llama Mellorine, pero aún cuando nuestro contacto quedó en un simple beteo, el cual era su trabajo, le guardo mucho cariño. Gracias a ella me acabé enganchando cada semana a subir mi historia, esperando sus comentarios con mucha ilusión.

Poco a poco fueron llegando más y más personas a leerme, y finalmente comprendí que en verdad amaba la escritura, por el solo hecho de transmitir mis emociones a mis propios lectores.