Una mala experiencia...
Publicado por Kotaro en el blog El Blog de kotaro. Vistas: 216
No me gusta el drama, aunque a veces exagero un poco las cosas, pero esta vez no es exageración.
Resulta que fui al dentista para una revisión, me mandó a hacerme radiografías para ver cómo estaban mis muelas del juicio. Me dijo que había que sacarlas urgente porque estaban creciendo mal. Me armó toda una historia de que iba a ser una operación quirúrgica súper delicada y que iba a demorar como dos horas en cada muela porque supuestamente estaban agarradas de los nervios y un poco de cosas más que la verdad ni entendí. Le dije que estaba loca y que buscaría la opinión de otro dentista. Mi abuela me recomendó uno que dicen que es un pro sacando muelas del juicio, que solo se dedica a eso y lo hace rápido. Siguiendo la recomendación de mi abuela, saqué una cita con aquel dentista.
El tipo resultó ser el pro que decían, pero también un salvaje. Al principio cuando llegué a su consultorio, bastante cómodo por cierto, me topé con unas cuantas “enfermeras”, todas jóvenes y para nada feas… Eso me tranquilizó un poco, ya que igual estaba un poco preocupado por todas las cosas que me dijo la anterior dentista. Luego de esperar unos cinco minutos sentado, me llamaron para que me atienda el dentista, mi tranquilidad se fue apenas lo vi. No tengo idea del porqué, pero el tipo estaba vestido como militar, sí militar, con esas camisas y pantalones verdes de camuflaje, hasta tenía como un gorrito del mismo estilo. Le enseñé las radiografías, y con una sonrisa creída, me dijo que era cosa sencilla, que en un momento me las quitaba. Bueno… Luego le dijo a una de sus muy interesantes “enfermeras” (y vaya que eran interesantes) que preparara el equipo para la operación.
Me recosté sobre la camilla, luego el tipo me preguntó qué tipo de música me gustaba, le dije que cualquier cosa estaba bien. Puso electrónica, tratando de hacerse el chévere.
Aquí es cuando comienza una de las peores experiencias de mi vida.
Primero me inyectó anestesia con una aguja rarísima, no era la típica aguja recta, esta era como un gancho. Me dolió bastante cuando me la puso, en ambos lados. Esperó como Cinco minutos para que empiece a hacer efecto. Empecé a sentir como todos los músculos de mi cara se paralizaban y entumecían, luego sentía como si me estuvieran ahorcando, no podía respirar bien. Durante la operación, el tipo forcejeó bastante y fue algo brusco, no sentía dolor pero la sensación de la anestesia era horrible, demasiado incómoda. Para colmo el tipo me lastimó el labio con una especie de taladro que usó para abrirme las encías y sacar las muelas, no sé como pero me lastimó bastante, me quedó el labio hinchado y con una herida que hasta ahora la tengo. Fue horrible de verdad.
No me sacó una ni dos, sino las cuatro muelas. Se supone que solamente las de abajo eran las que estaban creciendo mal y de hecho las de arriba ya habían salido completamente y súper bien, sin problemas, pero según él, de nada me servía tenerlas si me iba a sacar las de abajo, dijo que hasta me podría estar lastimando al comer.
Esto durante la operación. Cuando llegué a mi casa me quedé literalmente toda la noche despierto con la boca abierta (parecía retrasado), sufriendo por esa bendita anestesia que no se iba. Es que no sé ni cómo explicarlo, es una sensación demasiado fea e incómoda, tenía toda la cara paralizada. Los días siguientes estuve tan frustrado porque no podía comer nada, tampoco podía hablar. Amo comer, y no comer es lo peor que me puede pasar, mi cerebro no asimila la acción de comer si no mastico, es así. Estuve días alimentándome a base de puros líquidos, todo licuado. Algunas cosas sabían horrible, mi único consuelo era el helado, aunque no comí mucho, no tenía ganas. Tenía que estar en reposo y sin hacer esfuerzos, no podía dormir recto como lo hacía normalmente, tenía que dormir inclinado hacia arriba.
También me mando un pocotón de pastillas para el dolor y la inflamación. No me gusta tomar pastillas simplemente porque no soy capaz de tragarme una sin antes haber muerto unas tres veces atragantado, aparte eso de tener que estar tomándolas cada cierto tiempo no va conmigo, me olvido, pero si no las tomaba el dolor volvía enseguida (por eso digo que las drogas son buenas).
Ahora estoy más tranquilo porque hoy ya pude masticar y empezar a comer normalmente, aunque igual trato de comer cosas suaves, porque todavía no se me cierran del todo las encías y me sigue doliendo un poco. Todo sea por una sonrisa Colgate, aunque no me guste sonreír.
Cuando me recupere totalmente es posible que me tengan que poner frenillos, otro martirio más, pero igual consultaré al dentista si de verdad es necesario.
Y esto es todo. Pensé en escribir esto para recordarlo y en un futuro cuando experimente algo peor, lo releeré y diré: Pff esto no fue nada.
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