Un valentín diario (2023) Para el amor de nuestra vida

Para el amor de nuestra vida

Para éste que, una vez, me atendió la mano y quiso hablar a solas conmigo, qué bonito día hacía
Él me dijo que sí tenía cinco minutos para charlar con él, según el sujeto, había algo importante que
Era necesario que supiera, pues no entiendo nada. ¿Qué era que tan inquieto estaba?

Yo le digo que sí nerviosa, me toma de una forma suave la mano y me conduce a un sitio apartado.
Yo le miro confundida sin saber qué ocurre, él luce nervioso y me mira y me guiñe el ojo.

Para el chico que tengo delante de mis ojos y quiso explicarse y confesar,
Comienza dudoso pero a la vez seguro, tenso pero tranquilo, evadiendo mi mirada pero, seguro y sonriente.
A medida que habla, mi expresión de la cara es de sorpresa, no lo esperaba. ¿Se está declarando un chico que Se ha fijado en mi?
Sí, puede. Así es y así ha ocurrido. Con aquellas dos palabras mágicas.

Te amo.

Silencio incómodo. Con este largo discurso y luego dos palabras que terminan por poner un punto seguido o Final, me quedo muda.
Mi cara está roja y de sorpresa mirando al chico, más mis palabras no logran salir de mi garganta, de mi Boca.
Él me mira confuso sin saber qué pasa, me toma de las dos manos preguntando sí todo va bien, yo asiento Aún sin reaccionar. Ruedo en el lado derecho y abajo mis ojos, pues está claro que es una confesión de amor.

Otra sorpresa, pura belleza cuándo me muestra una rosa de mi color favorito mientras se me inclina ante mi. Lloro de felicidad.
Pongo con cuidado y gentileza mi mano en su rostro repitiendo esas dos fantásticas palabras, pues era eso lo Que sentía en aquellos instantes. Mi mirada es de pura ternura, el de él de sorpresa y alegría. No me aguanto Más y rodeo mis brazos por su cuello mientras sostengo esa bella rosa para mi.
Él se agita sorpresivo con ese abrazo, en unos segundos me abraza sin prisas que no son buenas.
Nos quedamos un largo rato así hasta que, me toma de los hombros, sube mi mentón a la misma altura que La de él, y me regala un suave cálido beso en la comisura de mis labios. ¿Cuánto tiempo he estado esperando Este momento? Siempre. Cierro mis ojos y le correspondo mientras noto como me abraza con delicadeza.

Sonrío: soy feliz a su lado, siempre me protege, siempre me cuida, siempre está allí cuándo lo necesito. No
Quiero nada más de él.