Un poco más realista

Y es que a diferencia de las otras animaciones de deporte, aquí además de participar en los campeonatos, tienen que ganarse la vida trabajando como vendedores en:

Ryman’s Club

O… ¿Salaryman’s Club?

Aunque claro que la compañía –con tal de economizar- los hace practicar en una escuela primaria y se tienen que conformar con aerobics, es decir, nada de maquinaria para el calentamiento antes de jugar bádminton. Aunque más parecen dedicarse al marketing, de todas maneras esa idea del ginger ale de cebollín es muy extravagante, quizás sería mejor como condimento pero como refresco no.

Por otra parte, no podía faltar el sujeto que se hace el importante –en este caso Mikoto Shiratori- pero la verdad es que es malísimo en individuales, no obstante su problema es el trauma que sufrió tras jugar dobles y que su compañero saliera lesionado y por lo que por más que logre predecir los movimientos del oponente le viene a la mente aquellos recuerdos. Aún así su recuperación fue rápida tras el reencuentro con dicho sujeto.

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Pero bueno, ya es común que tengan algunos contratiempos. De todas maneras la única solución que tiene uno de ellos con sus dificultades para concentrarse es imaginar a todos desnudos, pero llega el punto en que más parece un fetiche.

En fin, también es fuera de lo común que el protagonista le hiciera frente a sus jefes con tal de mantener al equipo y a su compañero de dobles dentro de la empresa. Sin embargo, no esperaba que Miyazumi fuera el que incentivó a Mikoto para jugar ese deporte en la niñez. O sea ¿Cuántos años tiene? Es curioso que se vean de la misma edad.