Un hecho que me haya impactado durante este año.
Publicado por Ruki V en el blog Espíritu encaminándose. Vistas: 411
En el sexto día de la navidad mi amor me envió...
Seis ocas empollando,
Cinco anillos de oro,
Cuatro pájaros piando,
Tres gallinas francesas,
Dos tortolitas
Y un perdiz en un peral.
Creo que este es el momento y el lugar apropiado para inmortalizar a un ser humano bastante extraño.
Verán, cuando cumplí años en Marzo, llegué a la universidad para encontrarme con la grata sorpresa de mis amigas pegando post-its por todo mi pupitre. Me regañaron por haber llegado tan temprano, porque aún no acababan. Entre ellas dos y otros dos amigos que hice este semestre, estaban escribiendo cosas en los post-it.
¿Y el ser humano bastante extraño? Un quinto chico con el que había hablado bastante poco en el semestre.
Un poco más entrada la mañana, este chico se acerca a felicitarme por mi cumpleaños y a regalarme un oso de peluche un poco más pequeño que la palma de mi mano, de esos a los que les ponen una argolla para usarlos como llavero (aunque no se quiénes serán esas personas que de hecho los usen como llavero, es muy absurdo).
Mi reacción fue de incredulidad. Claro que le di las gracias pero en mi mente pensaba "¿...huh?" simplemente. Mis amigas se le quedaban mirando a él, al obsequio y a mí. En realidad no tenía idea de qué decir al respecto.
Tiempo después, por WhatsApp (por donde más hablaba con él), recibí por su parte unos audios que debí reenviarle a mi mejor amiga porque quería saber si estaba entendiendo lo que el poeta me estaba diciendo.
Me robaron mi celular y ya no tengo esos audios pero recuerdo muy claramente que él mencionó algo así como que "le gustaba mi mente y quería echarse un clavado a todo eso". Adivinarán que soy muy mala con las indirectas, porque siempre que cuento esta pequeña historia o me dicen que es algo muy cursi o atrevido o algo por el estilo. Y yo solo pensaba "¿por qué demonios no fue al grano?". Estaba tan espantada que decidí demostrarle mi ineptitud para comprender sus palabras, hasta que me dijo que quería que nos conociéramos mejor. A lo que respondí "¿que no ya estábamos haciendo eso?", y hasta ahí quedó el asunto.
En teoría. Con el paso del tiempo empezó a hablarme de "bebé", "mi amor", "preciosa", etcétera. Pero solo por chat: entre clases en realidad no hablábamos, en parte porque yo siempre estaba que no quería dejar de hablar con mis amigas y en parte porque él era amigo del 90% del salón... y en parte a mis amigas la verdad no les agrada mucho que digamos, y se les nota. Él nunca me ha dicho que se les nota, tal vez porque no le da muchísima importancia, pero se les nota.
No me malentiendan, hasta donde yo sabía podía ser un buen tipo. Se llevaba bien con las maestras, hacía sus tareas, estudiaba, parecía caerle bien al resto del mundo. Incluso fue ridículamente paciente cuando comenzamos a hablar. Decidió iniciar tema de conversación sobre libros (buena elección) y luego decidió comprar La Selección con Crepúsculo (mala idea). Todo parecía indicar que yo le gustaba "mucho" (?).
Pero claro, generalmente hay un problema con los chicos: o no saben lo que quieren, o quieren un poco de todo, o no saben nada de nada y sin pensar solo están enviando señales confusas en todas direcciones.
La siguiente explicación es algo aburrida pero realmente sí sucedió.
En una ocasión, por una cadena de Facebook, de esas en las que te envían unas preguntas por chat y estás "obligado" a responderlas y a reenviarlas a tantos contactos, pues yo le hice esas preguntas y ambos las respondimos. Algunas de esas preguntas eran, por ejemplo, "¿cuando fue la última vez que besaste a alguien y quién fue?" y "¿a quién le robarías un beso?". Esto fue, no lo sé, en abril, un decir. Yo todavía pensaba que le gustaba a este chico, porque todo lo que él decía parecía indicarlo. Y sin embargo la respuesta a la primer pregunta de ejemplo fue algo así como "a una chica de mi clase de artes la semana pasada". Y la segunda respuesta fue algo así como "a Mariana". Como él respondió primero, yo no dije nada y sólo envié mis respuestas. A esa segunda pregunta yo respondí "a Alejandra" (una chica muy guapa). Entonces él me pregunta que cuál Alejandra, y yo le pregunto que cuál Mariana.
Es que, vamos, en el mundo real, ¿que chico inteligente dice que le gusta una chica pero va y se besa con otra y quiere besarse con una tercera?
No el chico del que estoy hablando, por lo que veo.
Además, me enteré después que durante el mismo semestre también se le declaró más directo al grano y en persona a una amiga mía (con la que hablo ahora más que en ese entonces). Y pensé "wow, qué demonio".
No lo odio, no le guardo rencor, no lo evito. Ni antes ni ahora podría decir exactamente que me gustaba o me gusta.
En resumen, el hecho de haber conocido a este ser humano tan extraño pues realmente tuvo un raro impacto en mi año. Creo que es algo de lo que no dejaré de hablar sino hasta que tenga un novio (si llegara a tenerlo), pues muy probablemente no va a querer estar oyendo de este tipo.
Quién sabe (?????)
Eso es todo por el día de hoy.
a Anthony el escritor y Shani les gusta esto.
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