Un Endemoniado Amor (Parte 2)
Publicado por Rue Beyond en el blog El blog de Rue Beyond. Vistas: 610
—Beyond ¿eh?, vaya nombre mas interesante, ¿Beyond que? ¿Hellvalley? -Paro de reírse y su expresión seria regreso a él.
—Curiosamente solo tengo ese nombre, pequeña -Puso su mano sobre mi cabeza, ¿¡Pequeña!? ¿Quien se creía para hablarme así?, lo patee con todas mis fuerzas en la pierna derecha lo cual hizo que cayera al suelo- Pequeña y salvaje, eso es una mala combinación -Comenzó a reír-llorar en el suelo mientras sujetaba su pierna.
—No me vuelvas a llamar pequeña o lo lamentaras -Se incorporo y dejo de lloriquear- Si tienes solo un nombre significa que jamas haz salido de aquí.
—Estas en lo correcto, nunca me ha dado por visitar ese pútrido mundo de arriba -Miro el suelo como si estuviera recordando algo.
—Lo creas o no, hay cosas interesantes ahí arriba, los humanos son de por si interesantes y su manera de vivir mas, tengo el día libre y por lo visto tu igual, que te parece ir a conocer, así también te consigues otro nombre -Extendí mi brazo hacia él, si aceptaba seria divertido, nunca había subido al mundo humano acompañada, siempre en solitario.
—No tengo nada mejor que hacer así que acepto el trato -Tomo mi brazo en vez de la mano, no entendí por que lo había hecho pero tampoco le di mucha importancia, nos transportamos al mundo humano, un demonio al pisar el mundo humano automáticamente se camufla dando la apariencia de humano, pero apegada a su apariencia demoníaca, su "traje" de humano era curioso, conservaba su altura, su piel era algo pálida, sus ojos negros, su cabello era largo y negro, algo delgado al menos mas que su forma demonio, no era tan mal parecido, su ropa era completamente negra.
—¿Como te sientes al ser "Humano"? -Le pregunte mientras ser observaba detenidamente- Te ves mejor que otros que conozco -Me reí un poco.
—Si te soy honesto, no siento nada distinto a mi antiguo yo, lo único extraño es lo que tengo encima de mi piel, es un poco incomodo -comenzó a querer quitarse su ropa y lo detuve, no quería que llamara la atención, estuve varios minutos explicándole sobre como funcionaba el mundo humano, le explique cosas que podía y que no podía hacer, me sentía instructora de novatos, en verdad jamas había salido del infierno, estuvo atento a todo lo que le dije y parecía entender cada norma y regla humana básica- Vaya que los humanos son algo pesados con sus reglas, por eso prefiero mil veces el infierno, ahí todo es mas sencillo.
—Aburrido, bueno ahora que estamos aquí divirtámonos un poco, ¿Que dices?
—Si no hay de otra vayamos -Me contesto mientras jugaba con su cabello.
—Te llevare a un lugar que me gusta mucho de este mundo -Comencé a caminar, le hice señas que me siguiera, algo lento y torpe al andar me siguió.
Conforme avanzábamos su andar se hacia mas natural, a tal punto que caminaba a lado mio de manera fluida, mientras caminábamos a nuestro destino me hizo un par de preguntas, mas que nada referente a mi apariencia humana, le llamaba la atención que yo, a diferencia de él si cambiaba físicamente, le explique que cuando pasas mucho tiempo en el mundo humano puedes llegar a cambiar tu apariencia a tu conveniencia y eso hacia, me gustaba ser bajita, pelo negro y algo corto, piel clara y con lentes, ojos cafés y ropa azul, me pregunto si el podría hacer eso si seguía viniendo al mundo y le dije que si, me pregunto otras cosas mas sobre la humanidad, cosas de corto interés, la charla se vio interrumpida pues habíamos llegado a nuestro destino, un parque un tanto abandonado, con un par de arboles viejos y una fuente, el parque no era muy grande pero me traía buenos recuerdos.
—Llegamos, es aquí -Corrí a sentarme cerca de la fuente y él lentamente me siguió.
—No le encuentro lo especial a este lugar, es bonito, no lo voy a negar, pero esperaba algo mas emocionante -Tomo asiento a lado mio.
—Tal vez para ti no sea especial, pero este lugar significa mucho para mi. No espero que lo entiendas... -Voltee a ver su rostro y el observaba atento la fuente, su mirada me dio curiosidad- ¿Que piensas?
—Si no mal recuerdo, se dice que esas cosas conceden deseos, o eso he escuchado allá abajo, pero tienen un precio ¿Verdad? -Me miro un tanto triste, decidí aprovecharme de su ignorancia y divertirme un poco.
—Lo que tienes que hacer es derramar tu sangre sobre la fuente mientras pides tu deseo y este se te concederá. -Lo mire seriamente mientras el continuaba pensando.
—Entonces lo haré, tengo un deseo que pedir -Se levanto decidió y tomo una piedra con poco filo y antes de que se pudiera herir lo detuve y le di una moneda- ¿Por que me detienes? ¿Y para que es esto?
—Si realmente quieres ese deseo avienta lo que te acabo de dar al agua, lo de la sangre era mentira -Comencé a reír- Eres mas crédulo de lo que pareces.
—Soy nuevo aquí, gracias por este objeto, procederé a pedir mi deseo -Tomo la moneda, la jugo en su mano por un tiempo y cuando por fin lo pensó bien pidió su deseo.
—¿Que pediste? -Tenia una cierta curiosidad por su deseo, era raro que un demonio deseara algo, a tal punto de pedirlo a una fuente.
—Si te lo digo no se cumplirá, o eso escuche -Me sonrió, su sonrisa logro sonrojarme un poco, era raro pero de cierta manera y a cierto punto... él comenzaba a gustarme."
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