Un donghua peculiar
Publicado por Hilda en el blog Las ruinas del pasado y presente. Vistas: 208
Y es que empezando Chu Ling Xiao que simplemente parece un fanfarrón que se mete en problemas por gusto y en su intento por ser un héroe casualmente obtiene un misterioso poder en:
Eudemon Quest
Sin embargo, su madre adoptiva lo compromete con alguien que ni conoce. Aunque quizá haya sido una mala jugada de su amigo con el fin de llevarlo al examen para ingresar a la academia Tian Wu, hecho que no era necesario puesto que era su objetivo desde el principio.
Y bien, hay una espía, Lau Rou Bing que con artículo mágico cambia de género y pronto se lo conoce como “El chico de la capa” e intenta sabotear las pruebas para que Chu no sea seleccionado. Aunque ella es únicamente es un esbirro.
Los verdaderos villanos pertenecen al “Clan Color Puro” y están interesados en el despertar del dragón Bi Ling. De todas maneras quien estuvo detrás de todo ello es la persona menos esperada lo cual sorprende en los últimos capítulos.
A pesar de todo el protagonista se las ingenia para seguir adelante adquiriendo en ello más habilidades por pura suerte, aunque morí de risa con su arma espiritual que ni los ladrones la querían, pero por lo visto resultó ser algo importante. De todas maneras, a veces no es capaz de controlar su poder o muchas veces utilizarlo cuando lo necesita lo cual es un problema.
En cuanto al último episodio es más que inesperado, lastimosamente no llegan a una conclusión, aunque ya ha perdido el toque de misterio resolviendo los cabos sueltos.
Además, lo malo, es como que el autor o autora, tenía ‘ciertas tendencias’ y puede ser que por ello haya colocado a un feo travesti y también el beso accidental que se dan dos amigos como el que ocurre en Naruto, porque las situaciones no eran como para considerarse fanservice o mínimo ‘shonen-ai’, la verdad no entiendo ese tipo de humor.
Curiosidades:
En fin, este ya es un donghua más en el que encuentro referencias, aunque esta vez me pareció algo interesante, debe ser porque hubo batallas, traiciones, alianzas, el protagonista amable que a veces es controlado por un ente maligno y lo típico de la mayoría de los shonen, pese a que no es un anime.
- Bestias similares a las de Digimon o Pokémon y uno que otro monstruo con tentáculos que parecen ser de animaciones no recomendables.
- El maestro con la cabeza de emotícono con la capacidad de comunicarse mentalmente. Y un director que puede recuperar su juventud momentáneamente como el jutsu de transformación de Tsunade.
Posdata: No sé si el traductor lo hizo a posta al colocar “perro Chu” y “Pollo blanco” como que era preferible escucharlos en su idioma original ya que en lugar de sobrenombres más parecían insultos.
Nota: El opening engaña a la audiencia haciendo creer que otro sujeto es el enemigo final.
a Nel Ralph le gusta esto.
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