Ugh

Publicado por The Condesce en el blog El blog de The Condesce. Vistas: 403

Después de darle un par de vueltas al asunto, sin resultados, habiendo ya descartado la opción de volver esto un diario, porque mi vida es de lo más aburrida, decidí, finalmente, escribir aquí lo que es mi especialidad suprema: quejarme.

¿De qué me voy a quejar? de nada más y nada menos que de mí misma. ¿Qué carajos sucede conmigo? ¿En serio mi capacidad de socialización es tan nula que siempre, irremediablemente, quedo pareciendo una boba y tonta de primera?

No es que sea estúpida, ni mucho menos. Simplemente soy increíblemente TORPE. ¡Por Dios! ¿Pueden creer que una vez, cuando salí con una amiga y sus amigos, en una tienda, pregunté: "¿Por qué la gente quisiera comprar una fotografía de alguien que no conocen?", cuando lo que se vendía era el marco... EL MARCO.
Y lenta... mi madre me dice que vamos a la dirección contraria y tardo muchos segundos en reaccionar antes de dar la vuelta... ajajaja... ja... ja.. no, en serio. Es triste.

Oh sí, soy un desastre y doy pena ajena. Ni siquiera puedo mantener una conversación casual sobre cualquier cosa. Tiendo a dar monólogos eternos, decir demasiadas cosas que ni siquiera son necesarias, o a los demás no les importan. Es como si mis opciones de conversación se dividieran en dos únicas ramas: cosas frikis, o cosas serias.

Cuando se trata de filosofarla sobre la vida y la muerte, sobre la sociedad misma y la naturaleza, puedo jactarme de ser un poco más brillante que el promedio —sí, estoy perfectamente consciente de que eso ha sido terriblemente arrogante y que tengo un ego enorme, pero seguro ya me quejaré de ello en otra ocasión —; pero cuando se trata de hablar como cualquier persona normal lo único que profiere mi boca o teclean mis dedos son un montón de cosas lelas que me hacen quedar como una niñata tonta.

Y es que, en cierta parte, lo soy. I mean, tengo 15 años. No importa nada, no puedo cambiar el hecho de que sigo siendo una mocosa, y ser una adolescente hormonal apenas salida de la infancia, provoca que muchas veces mi juicio se vea nublado por las emociones absurdas de la juventud.

Ni siquiera es que sea tímida, ni que tenga problemas para hablar en público. Lo contrario. Siempre desde que tengo memoria he participado en los eventos escolares. Sin embargo, ser capaz de escribir, dirigir y actuar la obra para el evento de fin de ciclo no tiene nada que ver con las capacidades sociales, porque con esas, apesto que da horrores. Siempre termino en vergüenza.

No es como si me importara mucho lo que la gente piensa de mí, en realidad, me importa una mierda —por algo ahora toda la puta escuela me conoce como "la loca" =DD —; no obstante, eso sólo aplica a la gente en general, gente que no me interesa conocer, ni considero que valgan la pena. Es una cosa totalmente distinta cuando se trata de personas que puedo admirar. De personas que me gustaría pudieran convertirse en amistades. Ahí si me jode que terminen pensando soy una babosa que parece retrasada.

Y no son paranoias mías. Un tipo que conocí en un evento de anime ni me dirigió la palabra cuando estábamos varios en una bolita conversando, luego hablamos por Facebook y oh, se enamoró de mí.

¡Nooooo meeee joooooodas! ¿Por qué la primera impresión de mi persona siempre tiene que ser algo como eso? ¿POR QUÉ? voy a shorar... ja, no. No lo haré...

Sólo...

Ugh.
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