Spiderlight: Más que una campaña de DnD
Publicado por Lucius Belmonte en el blog La Biblioteca de don Lucius. Vistas: 10
—¿Saben una cosa? Hace un tiempo intente leer la saga de Drzzit Do’ Urden, la saga del elfo oscuro. El problema es que no me enganchó. La sociedad de los elfos oscuros es bastante cruel y todo eso, pero el protagonista de la saga no paró de parecerme un Gary Stu: Un prodigio para la espada que, si no recuerdo mal, podría haber sido un muy buen mago; arrasa con casi todo el mundo en las pruebas de combate y la derrota que recibe en la primera es porque un “amigo” suyo lo ataca por la espalda sin que él se lo espere. Y eso es lo otro, el tipo es un buenazo ingenuo en una sociedad matriarcal mortal como el veneno de una viuda negra al punto que no lo entiendo (pongan un pin en el hecho de que mencione una araña), y bueno, al final sé que termina escapando de ahí y teniendo aventuras con su equipo de fantasía genérico. Ah, y se me olvidaba, también tiene una pantera mágica. Todas estas cosas añadieron las historias de Drzzit a la pila de historias de fantasía que me terminaron decepcionando, junto con las novelas protagonizadas por la Compañía del Mago Rojo de Dragonlance; la de Tanis el semielfo o como se llame. Y es que esta lucha del Bien contra el Mal ya aburre y menos mal que la fantasía ha ido por otro camino…. Y en medio de esto apareció en mi radar Adrián Tchaikovsky y su libro: Spiderlight.
Lucius levanta un libro. En la portada se ve a un grupo de aventureros genérico de cinco personas, más un… Ser extraño que es difícil de notar a primera vista, ya que esta agachado entre una mujer con una espada y un hombre con dos cuchillos. La luz que viene desde arriba parece no llegar hasta él.
—Después de leer esta novela quiero seguir leyendo a este hombre y es que desde los dos primeros libros del Mundodisco no había visto nada que le suelte tantas patadas a la fantasía épica. No llega al nivel de comedia de Terry Pratchett, claro; creo que eso sería imposible, pero es una obra de bastante calidad. Su premisa es muy simple: En el mundo de fantasía más genérico que podría ser creado por un escritor se ha alzado un Señor Oscuro estilo Saruman (porque vive en una torre y es un mago) llamado Darvezian, con el objetivo de subyugar a todos los reinos de la tierra. Afortunadamente, una profecía salida de vayan ustedes a saber dónde dice que dicho Señor Oscuro podrá ser derrotado. Obviamente sería demasiado que la profecía fuese clara (Y esto causa problemas al grupo por la mitad de la novela) así que, con una interpretación que más o menos da un norte nuestro grupo de 5 aventureros se lanza en su misión para detener a Darvezian. El grupo está conformado por:
1- Dion, una clériga con bastante fe en la Luz del dios Armes.
2- Lief, un pícaro enrolado en la misión después de que (al fin) lo agarrasen con las manos en la masa.
3- Cyrene, una guerrera especializada en el tiro con arco, aunque también es buena con la espada y que no acepta ningún tipo de condescendencia.
4- Harathes, un caballero lleno de fervor por su deber y de odio a la Oscuridad.
5- Penthos, un mago estilo Gandalf con mucho poder y aún más ego.
—¿A que es el equipo protagonista más cliché de mundo? Está diseñado para que se cubran entre todos los puntos débiles y aprovechar las fortalezas de cada miembro, tal y como ocurriría en un juego de rol de fantasía. Entonces tenemos a un grupo genérico en un mundo de fantasía sin mucha definición que tiene en sus manos la misión más estándar de todas. ¿Qué tiene de buena esta historia?
"Pues que parte de ahí para satirizar todos los tropos de la fantasía épica. Y esto se ve desde su arranque. Adrián Tchaikovsky es muy consciente de que las primeras líneas de una novela que se llena de estos clichés para luego echarlos por tierra son muy importantes y el inicio es magistral: Los protagonistas atraviesan un bosque oscuro lleno de arañas; pero esto se ve desde el punto de vista de las habitantes del bosque. Vemos como las arañas se llenan de miedo mientras son quemadas sin misericordia por los poderes de Dion y Penthos. Al final las supervivientes se congregan en torno a su madre, la Gran Araña, la cual les cede uno de sus colmillos a los héroes y a una de sus hijas a cambio de que perdonen la vida del resto. Y esta araña, llamada Enth, se convierte en el principal personaje de la historia y a través de la cual se plantea la pregunta más importante: ¿De verdad los que están del bando de la Luz no hacen nunca nada malo?"
"Una vez han salido a un claro fuera del bosque, Penthos hace un hechizo con el que transforma a Enth en un ser humanoide. Dicha transformación es dolorosa, provocándole gritos ante el shock de su nueva realidad…. Y nadie parece darle importancia a su sufrimiento. Penthos hasta llega a decirle “Has renacido, alégrate”, cuando pregunta que le han hecho. A partir de aquí Enth se ve bajo la obligación de aprender que significa ser humano y el grupo de héroes empieza a pasar por una evolución de personaje: Para empezar, Lief el pícaro delincuente es quien mejor le trata, invitándole a beber con él cada vez que hacen una parada en un lugar habitado; Dion pasa por una crisis de fe al tener que usar métodos y medios de la Oscuridad para llegar hasta Darvezian, Penthos afloja un poco el ego (solo un poco) y acaba juntándose más con Lief y lo que el en un principio ve solo como “su creación” y en cuanto a Cyrene y Harathes… Esos dos…
Lucius aparta la mirada y queda con una expresión y una postura en la que parece la estatua de “El Pensador”.
—Miren, hablando claro, los que mandaron a los protagonistas a esta épica aventura debieron de haberse buscado a algo mejor que Harathes. El sujeto es una basura como persona, es quien más maltrata a la araña y además se deja llevar por los celos cuando parece que Cyrene se está poniendo cercana con un explorador que los acompaña durante un trecho del viaje porque antes de eso se lo llevó al catre una vez y llega hasta el ridículo para intentar mantenerla a su lado, derribando para el lector lo poco que quedaba de su imagen de paladín. Además, suelta la mejor joyita de odio de toda la novela. Mucha atención:
“—¿Y qué pasa? No es una persona. Es un animal si me apuras, un monstruo, una criatura tocada por la Oscuridad. Nos pertenece para darle uso o destruirlo si lo consideramos adecuado. Soy un hombre, un hijo de la Luz, Es mi derecho destruir esta abominación si resulta ser una amenaza para mí o para cualquier otro ser humano. No tiene derecho a la vida.”
Despues de una pausa y un largo suspiro, Lucius vuelve a hablar.
—Sí, eso lo dice Harathes. De Enth. Y no al principio de la historia precisamente. ¿Y ya mencioné que es el que más se las da de justiciero de entre los protas? No me extraña que Cyrene termine prefiriendo acostarse con… —Lucius se lleva una mano a la boca como si hubiese estado a punto de decir algo que no debería. Obviamente fue algo calculado—¡Ups, mejor no cuento nada y les dejo la sorpresa!
“En cualquier caso, la novela es divertida, corta (en versión digital tiene 215 páginas) y se disfruta en poco tiempo. Si les gusta la fantasía, la literatura humorística (esperen a que vean la escena del “debate teológico”) y/o los juegos de rol, este libro seguro que les gusta también. No es una cura contra la aracnofobia, pero seguramente cuando la acaben quieran abrazar a Enth, en cualquiera de sus formas. Y antes de despedirnos, una pregunta importante: ¿Alguna vez se han preguntado por qué los Señores Oscuros siempre viven en lo alto de una torre? Digo, para irse a dormir tienen que subir un montón de escaleras…
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