Sorpresa, sorpresa
Publicado por Shani en el blog [Sempiterno]. Vistas: 330
Estuve varios días pensando sobre que escribir, principalmente porque la dinámica toca temas de la vida personal y yo soy muy reservada en ese sentido. No se me da contar mis problemas o mis sentimientos, ni en este blog ni en mis redes sociales, no me gusta. Sin embargo creo que es una buena oportunidad para darme a conocer un poco más.
Algo que me haya sorprendido este año... que difícil me resulta decidirme por algo, más que nada porque no he tenido grandes sorpresas y algunas quiero reservarlas para otras entradas.
Pero bueno, ahí voy.
Este año dos personas de mi familia que llevan muchos, muchos años juntos, están atravesando una crisis bastante jodida, y yo la viví de cerca desde el inicio porque vivo con ellos. Es difícil hablar de ello, y de hecho es la primera vez que hablo del tema, ya que hasta ahora sólo lo había hablado con mis hermanos ya que somos de las pocas personas que sabemos lo que realmente pasa (porque aunque es dentro de mi familia y me afecta, no es un tema mío).
No me sorprendí tanto cuando confirmé el hecho porque ya sabía que algo sucedía, pero me sorprendió que justamente ellos estuvieran viviendo esta situación, sobre todo por los anos de matrimonio que tienen, y como solían llevarse. Parecían ser un ideal de pareja, cariñosos y bromistas después de 20 años de casados, y de pronto todo se fue a la mierda. Y con la sorpresa vino la decepción porque, ¿cuándo se acabó el amor? ¿Es posible? Fue un hecho que me hizo cuestionarme muchas cosas, en mi familia siempre hemos sido muy familieros, como dice la expresión, y de pronto eso cambió.
Lo que me sorprendió concretamente fue eso, la forma en que REALMENTE se puede acabar el amor, uno puede verlo en su entorno (amigos, vecinos, conocidos, etc.), en los libros, en las películas, etc. y muchas veces cree que nunca le va a pasar algo así -y no hablo sólo del amor-, pero de pronto pasa y uno se queda con una expresión de WTF grabada en el rostro.
Esto lleva meses así y ya he visto de todo, llanto, tristeza, desesperación, enojo, discusiones, peleas sin sentido y con sentido también. He estado ahí, en el medio, sin tomar partido por ninguno, porque a los dos los quiero y los entiendo, y sólo me he dedicado a apoyarlos y escucharlos cuando me necesitaron -y aún lo hago-, pero es realmente estresante, porque hay días en que no tengo un minuto de paz: días en que me revientan la cabeza en el trabajo y al llegar a la casa encontrarme con quejas, discusiones, peleas, y un sinfín de otras situaciones para nada positivas, cosas como ni siquiera poder almorzar o cenar con tranquilidad porque empiezan con las indirectas y terminan discutiendo. O bien, cuando tengo un día relativamente tranquilo en el trabajo, la casa es un desmadre, y viceversa.
Y yo no digo nada. Al principio hablé con cada uno por separado, pero ya no. En cosas de pareja no tenemos derecho a meternos, y tampoco quiero hacerlo. Así que, me callo y sigo con mi vida. Eso sí, es realmente triste ver como un amor de tantos a¿os se diluye y se pierde cada vez más entre enojos y discusiones.
En fin. Las próximas entradas serán más positivas, y disculpen si fui algo random en la explicación pero como dije al principio, realmente me cuesta hablar de mi vida privada porque soy reservada, y me gusta así.
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