Sin comprender que lo que te hacía especial, era tu sonrisa.
"Aquella mañana el sol se escondía, tímido, entre las copas de los árboles, solo a veces se asomaba para contemplar tu radiante belleza, que era capaz de eclipsar hasta el más potente sol de Agosto. Incluso ciertos árboles se habían puesto rojos de vergüenza al sentir tal belleza tan cerca suya. Otros se movían nerviosos cada vez que tu pelo hondeaba al son de los murmullos del viento, y las cascadas dejaron de verter agua al ver que la más bonita era la de tu pelo rubio, llenas de envidia intentaron mojarlo para que el color se fuera. Ellas también querían verter rubia cerveza, sin comprender que lo que realmente te hacía especial, era tu sonrisa."
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