Se mío y yo seré tuyo (shonen ai) Kuroshitsuji CAP 2: LECCIONES QUE DA LA VIDA
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CAP 2: LECCIONES QUE DA LA VIDA
Después de una larga mañana de asuntos que atender, el conde se encerró en su estudio acción que tenía como objetivo evadir a Sebastian ya que su sola presencia evocaba en él sentimientos que jamás habría creído tener y ante todo quería evitar aquella mirada que le dejaba sin respiración, aquella mirada de esos ojos que le hacían verse sumiso ante él. Ciel agitó la cabeza molesto por un momento recordó aquella sensación y aquel contacto entre ellos y su cuerpo reaccionó queriendo más, acaso su propio cuerpo lo estaba traicionando a él mismo, su mente no comenzaba a pensar con claridad la única persona que había presa en ella era Sebastian y comenzó a fantasear más y más con él parecían los deseos más profundos que Ciel quería mantener ocultos y ahora estaban allí torturándolo invitándolo a fantasear con aquel hombre, Ciel se sonrojó y comenzó a sentir mucho calor parecía como excitación.
-¿Qué es este sensación tan extraña que recorre todas las partículas de mi cuerpo? ¡Maldito seas Sebastian! (Dio un puñetazo a la mesa de su escritorio se levantó y miró por la ventana, el paisaje que observó se tornaba gris, apoyó su puño cerrado contra el cristal y se recostó en el taciturno, el cristal estaba frío aquella frialdad reconfortó a su sofocado cuerpo, su rostro denotaba rabia, por una vez en su vida no controlaba la situación aquello le crispaba los nervios, todo iba en su contra estaba indefenso ante Sebastian, sentía que su mayordomo podía hacer lo que quisiese con él, ya que Ciel se sentía…) ¡Inferior no puedo ser inferior a él!
-¿Inferior a quién? Boochan.
Ciel tan siquiera lo había oído llamar y ahí estaba el fruto de su debilidad Sebastian Michaelis.
Pegó un respingo al verle a su lado y tropezó con la pata de su silla cayendo al suelo ante la sorpresa del mayor.
-¡Sebastian!
-Ante de que diga nada amo llamé tres veces y al ver que no contestaba me preocupé y entré.
-¿Qué es lo que quieres? Estaba ocupado.
-Le traigo su té de las cinco como de costumbre, esta ves será el té llamado sueño de medianoche su aroma y su sabor recuerdo a los frutos rojos y lo acompaño con unos pasteles de bizcocho esponjoso en cuyo corazón se encuentra un delicioso chocolate fundido con un toque de canela, en su boca provocará una explosión de sensaciones.
Ciel continuaba en el suelo, no se dignaba a mirarle es más no quería hacerlo
-Boochan, ¿Se encuentra bien? ¿Necesita ayuda?. (Le tendió una mano que Ciel tomo a regañadientes para ayudarse a levantarse, Sebastian aprovechó la oportunidad para estar más cerca de su amo y continuar lo que habían dejado a medias, lo impulsó con más fuerza de la debida elevando el liviano cuerpo del joven cargándolo cual princesa entre sus brazos)
-Sebastian…¡Suéltame! (se removió entre los brazos de él)
-Si sigue haciendo eso puede hacerse daño y no me gustaría que lo hiciera Boochan, eres demasiado preciado para mí (le acarició el cabello bajando hasta la mejilla y el mentón alzando su cabeza para que sus ojos se encontraran una vez más) ¿Y bien de quien se sentía usted inferior?
-Yo…Bueno…Verás… (Comenzó a titubear)
-Se ve tan tierno así (paseó su dedo índice por los labios de Ciel).
-Yo me siento inferior a ti.
-¿A mi? ¿Cómo podría sentir tal cosa? Sabe perfectamente que usted es superior a cualquier subordinado incluyéndome, no piense eso.
-Pero es así, tú…Bueno…Yo…Esto…Tú…
Ciel comenzaba a no poder explicarse con claridad aquellos temas lo avergonzaba empezó a hiperventilar y se le trababa la lengua, aquello que estaba a punto de decir lo iba a poner en evidencia ante él pero eso ya no importaba necesitaba decírselo o si nos explotaría tarde o temprano.
-Tranquilícese boochan.
Sebastian decidió que era mejor dejar lo que se había propuesto para otro momento, no quería alterarlo más de lo que ya estaba, lo dejó sentado en la silla.
-Beba un poco de té e intente explicarse.
Ciel cogió la taza de té, el aroma le calmaba era perfecto y su sabor era exquisito tenía un excelente equilibrio, todo lo que hacía Sebastian resultaba magnificente.
-Tú eres…Superior a mi en cuento a experiencia en…Bueno ya sabes a lo que me refiero… (Bajó la cabeza ruborizado)
Sebastian esbozó una de sus típicas sonrisas
-Con que es eso..Puedo ayudarle si quiere, para mi sería todo un placer (recalcando aquella última palabra se aproximó a Ciel lo tomó por el mentón alzándole el rostro sus mejillas comenzaban a tomar un color más carmesí, se inclinó para besarlo pero notó la expresión dubitativa y vacilante del menor) ¿No desea hacerlo boochan? (alejándose nuevamente).
Pero no le dio tiempo a alejarse demasiado ya que Ciel se lanzó a sus brazos colgándose de su cuello, a Sebastian aquella acción del menor, le pilló desprevenido no estaba acostumbrado a ver en el pequeño aquella efusividad, se inclinó inmediatamente para facilitarle las cosas al menor que lo besó aquel contacto mostraba su clara inexperiencia.
A Sebastian le divertía ver como su señor intentaba experimentar y notaba como se enrabietaba al no ver el resultado que esperaba, Ciel alejó sus labios y volteó la cara molesto.
-Boochan permítame mostrarle como se hace (lo alzó en sus brazos y lo sentó de nuevo en el borde del escritorio para mayor confort del pequeño, en un principio lo besó lentamente para que Ciel pudiera seguirle el ritmo, conforme los labios del menor se volvían más apremiantes y ansiosos por recibir más el beso se tornó más profundo, el mayor lo agarró por la nuca para optimizar el contacto, introdujo su lengua en la boca acuosa de Ciel levemente no queriendo invadir demasiado jugueteando con la del menor que comenzó a experimentar con la suya propia enredándola con la de Sebastian, después de un rato Ciel comenzó a notar la falta de aire pero no quería separarse en ese mismo instante en el cual se adueñaba un poco de la situación, fue Sebastian quien se separó, pero el conde lo retuvo enroscando sus piernas alrededor de las de él, el mayordomo observó que Ciel estaba ansioso, su respiración era acelerada y en sus ojos ardía el deseos de aprender más, el menor tiró de él con la intención de besarlo pero Sebastian lo retuvo sellando sus labios con dos dedos).
-Ya es suficiente por ahí Boochan, Lección uno aprendida (Se alejó de él encaminándose hacia la puerta.
Ciel seguía en shock no comprendía la actitud del mayor, oyó la puerta de su estudio abrirse Sebastian estaba a punto de irse).
-¡Espera Sebastian, que eso de la lección 1! ¡Quiero saber más, no sólo la lección 1! (Su voz era implorante caso como un ruego).
Pero Sebastian no daría su brazo a torcer, estaba decidido a dejarlo así una lección por día era lo máximo que soportaba su joven amo, sin más decidió abandonar la estancia cerrando la puerta, dejando a Ciel totalmente insatisfecho.
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