Sólo él [Nikolay&Evans]
Publicado por Lexa en el blog Ale-Alessandra~. Vistas: 500
Personajes: Nikolay -Kolya- Petrov, Evans Wickham.
Tipo: One-Shot.
Título: Sólo él [Nikolay&Evans]
Nota: Bien, aquí un escrito de un rol, lol. Es que los personajes son simplemente para amarlos, y así de la nada se crea una amistad C: Está sencillo, pero igual amalo @Kai Stavros
Sólo él
Evans soltó un sonoro suspiro cuando vio por enésima vez su reloj de muñeca. Era increíble. Murmuró un impropio por lo bajo, acompañado del nombre de aquella persona que lo tenía más de media hora esperando en esa maldita parada. Le había advertido que no llegara tarde, pero al parecer él se había mofado de su advertencia. Pensó en largarse, claro que sí, pero realmente quería saber qué era eso tan importante que Nikolay quería mostrarle, y es por ello que estaba ahí, en una calle desolada, esperando que cierto chico de ojos dorados se dignara en aparecer.
Sacó entonces su celular, marcando su número para luego querer gruñirle donde carajos estaba, pero nuevamente el tono ocupado resonó al otro lado de la línea. Guardó con furia el aparato en el bolsillo de su pantalón, para luego girar en redondo e irse a su casa y hacer algo mejor que esperara a alguien que desconocía lo que significaba puntualidad.
—Jodete, Petrov.
Giró en la esquina y estaba por cruzar la calle cuando una bocina chilló en sus oídos. Frunció su ceño, buscando quien era el escandaloso que le estaba maltratando sus tímpanos.
—¡Evy, espera! —Escuchó como Kolya le exclama, bajando la ventanilla del auto e incitándole con la mano a que se acercara. El francés se movió hasta él, con su típico ceño fruncido cuando algo le molestaba—, realmente pensé que ya no estarías aquí.
—Tengo más de media hora esperándote —le riñó cuando bajó su rostro hasta la ventanilla del copiloto, mirándole con suma acusación—, me has dicho que era importante, y te he esperado. Como sea, ya me largo.
—Siempre tan directo, Evy —sonrió el mayor, bajando del auto y apoyando sus manos en el techo del mismo—. ¡Pero ya estoy aquí! Y esto —señaló el auto con una sonrisa orgullosa bailando en sus labios—, es lo que quería mostrarte. ¿Qué te parece? Lo he comprado esta mañana.
Wickham parpadeó, mirando lo que Nikolay señalaba con tanto orgullo. Ciertamente no se había percatado en sí del auto cuando el otro se dignó en aparecer, estaba cegado por la molestia que le causaba que lo dejaran esperando, pero cuando fijó ahora su atención a lo que Kolya se refería, Evans vio una preciosidad.
No pudo evitar alzar ambas cejas, con sorpresa, al ver que frente a él se alzaba un Audi R8 en un color verde manzana con detalles negros. A Evans le fue imposible resistir la tentación de echarse hacia atrás unos pasos para admirarlo con mayor precisión, ciertamente aquello era más que precioso. Subió entonces sus ojos hasta posarlos en Niko, quien le miraba con diversión.
—¿Y tu motocicleta?
—Le he dado un descanso —la sonrisa se amplió al notar el interés y sorpresa de Evans. Justo lo que quería—, ¿verdad que ha válido la pena esperar? Ahora móntate, eres la primera persona que montaré en mi nuevo auto a dar una vuelta, siente privilegiado —se subió entonces al auto, el otro ni dudo en hacer lo mismo—. Y, si dejas de mirarme con ese ceño tan fruncido, quizá te deje conducirlo, pero tienes que cambiar esa cara, Evy.
El pelirrojo dejó escapar el aire con fuerza cuando se subió al auto y escuchó las palabras del de hebras verdes, ciertamente a veces se preguntaba cómo es que había podido entablar una amistad con una persona tan opuesta a él, en todos, toditos los sentidos. Se abstuvo de decir algo, mejor no pensar, mejor no decir nada. No en ese momento.
—Muy bien, Niko —le miró, casi sonriendo con altivez cuando el mayor encendía el auto—, haz que la espera haya válido la pena.
—Por supuesto que sí, Evy.
Y entonces aceleró, dejando toda la rabia de Evans atrás. Mientras recorrían las calles con rapidez y sentía la brisa golpear su rostro, por un momento se sintió tranquilo y quiso sonreír con disfrute.
Definitivamente sólo su buen amigo Nikolay era el único que podía provocar esos efectos en él.
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