reflexiones
Publicado por Darren Frost en el blog ¡No es "Darren"!, es "Daaaaaaaaaarren~". Vistas: 435
Todos, en algún momento, miramos hacia atrás hacia las personas que solíamos ser. Observamos con cariño a los niños inocentes que jugaban con tierra y creaban mundos imaginarios, en los que se sumían con la pasión más grande que se pueda ver. Vemos como se ríen, vemos como se hacen amigos, como pelean y luego charlan y juegan otra vez. “Y decir que nosotros solíamos ser así” nos decimos, con una melancolía y una tristeza inmensa por amor a aquella felicidad e ignorancia que nos cegaba al extraño mundo de la adultez.
Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos resignamos, y algunos miramos el futuro como algo insólito, algo incierto, algo irreal. Pero otros, miran a ese niño y dicen “Me quiero quedar así”; es por esas personas que a pesar de haber crecido y a pesar de que sus cabellos son grises y sus rostros muestran una avanzada vejez, sigue habiendo inocencia en este mundo. Es por ellos que los niños quieren ser como los grandes, porque en cada uno de nosotros aún viven, y muchos de nosotros no los dejamos salir. Porque “Somos grandes y nos tenemos que comportar”, no nos permitimos disfrutar de aquello que la vida nos ofrece con tanto amor. Pero cuando un niño ve a su abuelo, y casi se ve a sí mismo, ve el amor de ambos padres en una sola persona, ve las tardes mirando tele sentado en el regazo de una persona que lo adora y lo mima, y le enseña cosas buenas como sus papás.
Por eso nosotros, quienes estamos avanzando hacia la madurez, no deberíamos decirnos que no podemos hacer esto o aquello, porque muy a pesar de que nuestros impulsos nos llevan a decir que somos adultos, no somos más que niños que tienen miedo de afrontar la vida demasiado pronto. Somos niños, todos somos niños en el interior, y por eso amamos, sentimos culpa, a veces odiamos con intensidad y otras veces soñamos con locuras, porque ese niño que todos creemos olvidado, sigue dentro de nosotros, intentando salir, queriendo jugar, aprender, reír.
Les hago una propuesta, piensen por qué estamos todos acá. Porque en nuestra niñez nuestros padres se sentaban a leernos cuentos, y nos inculcaron lo hermoso de la literatura en nuestras jóvenes vidas. Porque cuando veíamos la tele, a veces no prestábamos atención imaginando otras alternativas, otros mundos dentro de ese mismo. Acá, todos nosotros nos dejamos ser, todos dejamos al niño salir, y reímos, cantamos, bailamos, escribimos con las teclas de una computadora nuestros pensamientos, pero ASÍ los sentimos. Piensen, ¿Por qué estando acá somos tan felices? Porque nos dejamos ser, y dejamos libre nuestra imaginación para que el niño juegue. ¿No es por eso que estamos todos acá?
No sé ustedes, pero apenas pongo mi contraseña e inicio sesión en este foro, siento que el nene que llevo adentro está listo para empezar a jugar.
a Liza White y AikoSan les gusta esto.
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