Recuerdos estivales
Publicado por Hygge en el blog Liza's blue heart. Vistas: 346
Al final me animaré a hacer el reto de Ichiinou <3 Iré publicando fragmentos de los recuerdos que se me vengan a la mente con cada palabra, veamos qué tal me va.
Día 1: "Huella"
Suspiré una vez más, para dejarles aún más claro a mis padres, por si no lo habían notado ya, que estaba agotada y que me quería ir ya al hotel a descansar (aunque en verdad me quedase en la cama con el móvil un rato más, pero eso ya es otra historia). Ellos amaban, luego de terminar de cenar y de quedarnos a ver algunas de las actuaciones del hotel, el ir a pasear por la ciudad, disfrutando así del ambiente nocturno. Y a mí no me quedaba de otra que seguirles, aunque mi interés era claramente nulo, pues no es que me agradase especialmente estar todo el día paseando. Y menos en la noche, que era el único rato en el que podía invertir en mí misma durante las vacaciones en familia.
Desvié la mirada hacia las personas que se encontraban paseando a nuestro lado, desinteresada de las típicas respuestas reprobatorias de mis padres ante mi falta de entusiasmo. El ambiente de la ciudad era bastante animado, sobre todo por el hecho de que las tiendas se encontrasen abiertas a altas horas de la noche. No sabía hacia dónde nos dirigíamos aquella vez, pero al menos no tocaba el día de las compras; teníamos demasiada familia y se volvía desesperante buscar algo para cada uno en cada tienda que encontrábamos.
Al cabo de un rato, comencé a sentir la suavidad de la brisa marina más próxima que nunca, y el sonido de las olas impactando contra las rocas pronto despertó mi atención. Curiosa, al doblar una esquina, advertí que nos encontrábamos justamente en la zona frente al embarcadero, y no muy lejos, la playa. De un momento a otro, me sentí repentinamente relajada. Ahora que me fijaba mejor en mi entorno, aquella noche las estrellas podían percibirse con notoria claridad. Y en el horizonte, en lo alto, la luna dejaba un precioso reflejo de su luz en las aguas.
Sentí la necesidad de retratar ese reflejo, y mientras encendía la cámara, no me percaté de que mis padres y mi hermana se estaban descalzando, comenzando a caminar y a dejar sus huellas sobre la arena. Tuve que desistir de mi intento de guardar dicha imagen debido a que mi cámara era demasiado mala, y algo desilusionada, decidí imitar sus pasos. Me daba algo de incomodidad el mojarme los pies y que la arena se quedase pegada en mi piel, pero lo cierto era que una vez me descalcé y sentí la tierra fría, se sentía ciertamente relajante.
Oí a mi hermana llamarme a gritos a lo lejos, invitándome a seguirla mientras aceleraba sus pasos, y sonreí. Pronto la aburrida caminata nocturna se convirtió en un agradable paseo por la playa, y mientras mis padres se quedaban atrás, charlando entre ellos, y mi hermana se acercaba de vez en cuando a la orilla para mojarse los pies, yo me dedicaba a seguir las pisadas que otras personas misteriosas habían dejado sobre la arena. Se hacía entretenido tratar de no salirse de las huellas, a pesar de que mis pies fuesen más pequeños que los del contorno dibujado. La sensación de suavidad de la arena invitaba a enterrar tus pies con cada paso a su vez, dejando tus propias marcas tras de ti.
Aquel pequeño paseo se convirtió en un recuerdo agradable de mis últimas vacaciones de verano. Y a día de hoy, no me preocupo por no haber conseguido fotografiar la imagen de aquella noche. Después de todo, acabó por volverse una imagen difícil de olvidar.
a Ichiinou, Jaizmar, SweetSorrow y 2 más les gusta esto.
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