Querido amigo:
Publicado por HaNi Venator en el blog Venator. Vistas: 345
Hoy recordé tu silueta, tu cabello rubio, tu tez blanca, sin embargo no hay nada que me haga olvidar tus hermosos ojos celestes, dos polcas, brillantes, claras y oscuras a la vez, reflejaban frialdad, esa frialdad que no tenias conmigo. No he encontrado a nadie como tú, dudo de que exista un doble tuyo, nadie ha ocupado tú lugar, sigue intacto como lo dejaste.... Eramos los mejores amigos junto con S. Butrón, no había nadie que se salvara de nuestras travesuras... tú, siempre manteniendo distancia y supuesta madurez, mientras que Butrón y yo preparábamos ingeniosas trampas para los niños mas pequeños.
Muchos nos molestaban, recuerdo, decían que parecíamos novios, y cuando nos decían eso nos mirábamos con repulsión. Era gracioso, al menos se me hace gracioso ahora. Por alguna extraña razón yo era tu única amiga mujer, mirabas a las demás niñas con desprecio, como si te dieran asco, quizás yo te parecía un chico por mi forma de ser, es una probabilidad. Nunca te lo pregunte, pero sé que me querías, a pesar de que nunca lo dijiste... cuando me veías podía notar como tu aura cambiaba de tono y tu expresión se hacía menos fría. Nunca te pude decir cuanto te quería... pero creo que el estar siempre cerca del otro lo demostraba.
La esperanza de volver a verte nunca se ha ido, aún no puedo creer que tú dejaste este asqueroso mundo, tu partida ha dejado un vacío gigante en mi alma y se me hace imposible hacerme la idea de que ya no estas conmigo. Cinco años, es mucho tiempo, cinco años que se me han hecho eternos, no me acostumbro...no puedo.
Lamentablemente recuerdo esos meses horribles, con Butrón te íbamos a ver al hospital después de colegio, entrabamos corriendo a la sala y te saludábamos alegremente igual que tú a nosotros. Pasábamos la tarde contigo y reíamos sin parar, hacíamos planes para cuando salieras del hospital, cosas como ir a investigar la nueva fábrica que se había instalado a unas cuadras, o subirnos al techo del taller de mi padre, o tirarle bombitas de agua a los gatitos que se paseaban por los tejados... la esperanza nunca se perdió, la inocencia de ese entonces no es igual a la de ahora, en estos momentos pienso en como no aproveché cada minuto que estuve a tu lado, como no te abracé cuando pude hacerlo, como no te dije cuando te quería cuando tuve la oportunidad... Pasaron dos meses así, con Butrón nunca vimos venir tu desaparición...
Viernes, un viernes de agosto, como de costumbre con mi buen amigo llegamos a verte al hospital, algo pasaba, no había luz, no querían que fuéramos a tu camilla... entré... corrí a buscarte...encontré solo tu cuerpo inmóvil, mas pálido de lo normal y sin brillo tu cabello, miré a Butrón y él solo me abrazó, me sostuvo, recuerdo que sentí como si me hubieran sacado a la fuerza una parte de mi alma, lágrimas corrían y corrían por mi rostro, no entendía nada, - ¿como pudiste hacerme esto? ¿cómo fuiste capaz de dejarme así?, ¡mírame! - susurré, me senté a tu lado y tomé tu mano, la aferraba con fuerza, no podías dejarme, puse mi cabeza en tu abdomen... me quedé dormida, no recuerdo más, solo sé que los meses siguientes jugaba como si tú estuvieras a mi lado, ahí, en medio de nuestro buen amigo y yo, lo hacía por ti, no podía dejar que la tristeza me consumiera, sabía, a pesar de lo poco expresivo que eras, que no te gustaba verme triste, eras una gran persona, con un corazón frío, pero que para mí tenía mucho valor.
Perdóname por no decirte lo mucho que te quería. Trato de saldar esa deuda yendo a verte todos los 26 de Agosto con Butrón, marcaste nuestra vida, me hiciste ser lo que soy, tú frialdad se impregnó en mi, y ahí se quedará, es lejos el mejor recuerdo que alguien me pudo dejar.
Te quise, te quiero, te querré por siempre..........................querido amigo.
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