Oops, tengo un sucio secretito.

¡Y de nuevo, estoy aquí! (Aunque tampoco es que tuviese muchas otras cosas que hacer) :D

Bien, esta entrada se debe a que después de romper las dos únicas uñas que puedo dejarme largas, y las cuales eran el orgullo entre todas las demás (cosa tampoco muy difícil visto mi caso); me puse a releer algunas cositas por aquí sobre mi serie favorita, y terminé leyendo mis propios temas cuando ya no tenía más por leer. (He de añadir que no me llevó tanto tiempo como parece, porque entre todo eso me dio tiempo a ir al cine y ver Ted 2 (la cual estuvo bastante bien, a pesar de que el trayecto hiciese de mi chichón un infierno -pero esa es otra historia y debe ser contada en otro momento)), volver a casa y hacerme la cena (me permitiré añadir que me quedó maravillosamente deliciosa, pero meh) y terminar el primer movimiento de una sonatina. Pero volviendo al punto inicial, y es que irme por las ramas me cuesta menos que nada, lo que quiero venir a deciros es que haciendo todo lo dicho, recordé que quería contaros una cosita no muy relevante pero que tampoco ocupa espacio.

Y es que tengo un pequeño secretito que dejar por aquí para futuros malentendidos.

La verdad no es muy difícil darse cuenta, si comparamos la primera cosa que publiqué aquí con la última: la diferencia resultará tremendamente evidente. Parecen dos obras escritas por personas diferentes, y no me malentendáis, no vengo a soltar una chapa de lo mucho que he mejorado ni nada de eso (además, si estáis leyendo esto es porque queréis, ¿no? :3 :)); sino que es evidente que me he adaptado a la manera de escribir de este foro.

Veréis, y aquí es cuando llega la parte sucia de este secretito, siempre me ha gustado escribir cosas sexys(?). Bien, no quería decir subidas de tono porque ibais a terminar pensando "vaya pervertida y para qué nos cuenta esto" (bueno tampoco es que haya una razón aparente); sino que me gusta añadir mi toque personal a unos personajes que no son míos cuando escribo fanfics. Por eso hago que los personajes se desarrollen más en su parte sexual. A ver, tampoco es que los quiera criando como conejos pero vosotros entendéis, ¿no? Hablo de las indirectas y la forma de pensar y toda esa basura estruja cerebros.

Pero cuando llegué aquí, y este fue el primer lugar en el que publiqué algo sobre Fairy Tail cuyo protagonista es, y siempre será un rábano (el porqué es otra historia que debe ser contada en su momento propicio); me di cuenta de que con toda esa cosa del out of character (y sí, lo decimos en inglés porque, qué coño, todo suena mejor en ese idioma) no estaba como muy bien visto, ¿huh? Porque claro, y pongo un ejemplo práctico, ¿cuándo va Natsu a acorralar a Lucy contra una pared? Probablemente nunca, pero pelirrosa, yo sé que tú quieres en realidad. Con toda esa cosa de agarrar melones taaaaaaaan denso no puedes ser, ¿eh? Te tengo caladito.

Así que lo que hice fue dejar al lado eso y hacer historias más ¿fieles? Idk, lo paso muy bien de todas formas escribiendo sobre un Natsu enamorado que no sabe que lo está, sobre una rubia tonta que esconde sus deseos sexuales frustrados usando Lucy Kicks, y sobre un gato azul volador que habla y come más pescado que aire respira. (Joder, Mashima, ¿dónde compras la hierba? Pásame el número).

Así que ahora ya lo sabéis, si es que en realidad habéis llegado hasta el final: la Nalurules/Ally/como queráis llamarme (el lío de nombres viene de una larga, larguísima historia de personas sin saber escribir mi nombre y otras mirándome con cara de ¿vas enserio? que debe ser contada en otra ocasión), que escribe cosas adorables sobre una pareja inocente permanentemente sonrojada, tiene en realidad la mesa de trabajo (concepto figurado, ahre) llena de cositas que jamás saldrán a la luz, o al menos no ahora, ya no tan aptas para personas menores. O para personas en general.

¿Y con todo esto que quiero venir diciendo en realidad? Pues no la gran cosa, para ser sincera. Tenía que gastar mi tiempo esperando a que el sangriento capítulo de Another que estoy viendo cargue del todo, y como soy la persona con menos paciencia del mundo, antes de dejarme calva a tirones pues hago algo de provecho. (¿Provecho? ja).

So... si alguna vez encontráis algo por ahí aparentemente mío, que no hace más que distar de lo que escribo aquí, dejaré de hacerme responsable porque para eso estoy avisando, yep.

Y como bien está lo que bien acaba, me despido sabiendo que, para estas alturas, ya os habréis dado cuenta de que tengo una ligera obsesión con poner cosas entre paréntesis.






(...¿o no?...)