Noches de lluvia.

Creo que no hay mejor momento para recordar que las noches de tormenta.

Estoy sentada en mi cama, escribiendo como todas las noches, haciendo caso omiso al reloj que me marca la hora (son las 12:01 am) y a mi consciencia que me dice que ya debería estar durmiendo. Pues no, querida consciencia, hoy no quiero dormir.

No suelo acostarme muy tarde, ya que solo llego a aguantar hasta la 1:00 am de la madrugada, pero hoy, los sucesos ameritan un insomnio duradero.

Está lloviendo afuera. Las gotas golpean el tragaluz que hay en el techo de mis escaleras, y hace que la lluvia suene todavía mas fuerte de lo que es. Ya van dos veces que se va la luz, asi que ya van dos veces que me muero del miedo a quedarme a oscuras por la noche. No soporto estar totalmente a oscuras si no puedo dormir. Es extraño. No me gusta estar a oscuras cuando estoy deprimida.

Puedo decir que me deprimo absolutamente todas las noches, cuando escribo, y cuando trato de conciliar el sueño. Los recuerdos siempre vienen a mi mente y me atormentan.

¿Ya les dije que tengo un crush? Creo que si. Ya les comenté también que ese crush lo tengo clavado, y lo llevo arrastrando como un grillete desde que tenía 12 años de edad. Si, tan joven, y ya sufriendo, lo sé.
Y muchos dirán—por que yo también lo digo— que soy demasiado joven para andar pensando en las estupideces del amor, y de la desilución y de la traición y de todas esas cosas que les pasan a las chicas cuando se dejan llevar demasiado.

No estoy enamorada.

Para estar enamorado no solamente se tiene que dar cariño, si no que tiene que ser recíproco. Debe haber alguien que esté ahí para devolverte ese cariño. En mi caso, ni siquiera le brindo cariño a nadie.

No es amor. No se lo que es.
Es como un vacío en el pecho, como si me hubieran golpeado en el estómago y me hubieran sacado todo el aliento. Es exactamente así, pero todo los días, a todas horas. Creo que me pesa el corazón.
Y ustedes se preguntarán el porqué: Por que lo extraño.
Lo extraño como si alguna vez el hubiera sido mío, como si alguna vez me hubiera querido. Pero no.

Es algo confuso. Es un remolino gris en mis pensamientos. Una maraña de emociones, de dolores de sabores, de recuerdos.
Sin embargo, esa maraña indescifrable es todo para mí.

Les daría una explicación extensa, al derecho y al revés del por que de la causa de mis depresiones, pero creo que no les gustaría una entrada tan extensa. Lo sé, tantas letras a veces aburren.

Ha dejado de tronar por el momento.

Mi siguiente entrada hablará sobre el. Y espero no hostigarlos con mis extensas descripciones.

-Rebellious Mind.​