No todo es como uno espera.

Hola a todos los que leéis este blog.

Tengo malas noticias: recuerdo que, desde hace tres meses yo he estado trabajando en una cafetería de parte del centro especial de trabajo. Pues bien... Ayer, la asistencia social llamo a mi hermana mayor para contar que yo y ella nos presentáramos al taller para hablar sobre mi y sobre mi seguimiento de trabajo en la cafetería por la tarde.
El motivo era simple: no estaban muy contentos conmigo que digamos puesto que, dentro de la cafetería había algunos días que no siempre les sonreía a los clientes, y acababa haciendo mala cara, e incluso llorando cosa que eso, no es lo correcto en un sitio público como este, a parte de eso, la encargada me caía muy bien al principio de todo, pero luego, conforme pasaban los días, semanas y pocos meses, noté que era una mujer muy luchadora, exigente, con mucho carácter y insistente... Eso si, lo que recuerdo más de ella, era que siempre quería tener la razón en todo por sus argumentos inspiradores que ella misma daba (claro, una mujer de 57 años de edad hecha y derecha, rayos, ¿qué voy a esperar entonces?). Y siempre, tenía continúas peleas en cuanto a hablar de ciertos temas con ella, de modo que nunca estábamos de acuerdo a nuestras propias opiniones.

De manera que, la asistenta social me recomendo que, como no hay mucho trabajo y no me pueden dar otro trabajo distinto, que fuéramos a la doctora a que me tramitara los papeles de la baja laboral por una única razón: por depresión. La verdad, es que así es, sigo teniendo depresión, algo que yo creía que ya lo tenía totalmente superado... Y no es así. Creo que el tema de que la nave se quemó por completo por dentro con todo lo que había dentro de ella, me ha afectado más de lo que yo esperaba. Tal vez, haya aceptado la oferta de trabajo como camarera en la cafetería demasiado pronto y rápido diría yo, no sé... No estoy segura de todo esto pero bueno...

Y a decir verdad, creía que la depresión que sufrí desde noviembre de 2006 había desaparecido de mi vida y que literalmente la había arrancado hasta desaparecer, pero veo que aún queda un resto pequeño que debo eliminar. Y desde luego, no me voy a deprimir más por tramitar los papeles para la baja, es más, no me voy a quedar de brazos cruzados viendo como me hundo más de lo que ya estoy por haber perdido mi puesto de trabajo. Voy a seguir adelante, por muy dura que sean las pruebas, voy a seguir trabajando conmigo misma, y a tomarme esta vez, las situaciones y las cosas con más calma que antes.

Y eso es todo. ¡Saludos!