No sé si esto va para aquí o para un relato original xD

Primero que nada, Sin Rostro te invoco para que lo leas, dime que tal lo ves, y saca la conclusión del porqué de aquellas palabras del pajarito chismoso.
Bien, podéis continuar.
~~~~

|Leer para antes de la destrucción| Relato reflexivo de aquella sombra silenciosa que lo observa todo.​

¿Os habéis alguna vez preguntado que dónde ha quedado el espíritu navideño y la felicidad?
Aquellos tiempos en el que las familias hacían lo posible para que los niños se coloquen eufóricos al momento de festejar navidad, ansiosos por recibir regalos, por compartir el momento con su familia llena de calidad y momentos simpáticos para luego ser guardados en los recuerdos de la mente de nuestra consciencia como insconciencia.

Ahora en la actualidad, en la época de navidad cada uno tiene su forma de pasarla, unos festejan felices con sus familiares, algunos niños se la pasan observando a sus familiares pelear y la navidad convirtiéndose en un nefasto recuerdo.

¿Y ahora voy preguntando a la vida que es lo que mas aprecia el ser humano? ¿Los objetos materiales o la familia humilde y unida?
Deseo aferrarme a la idea de que el ser humano esté creciendo como persona natural que superficial, que sea aquel que luche por lo que de verdad importe en la vida o es que, ¿acaso ahora ya sólo es tiempo de solo leer y escuchar el vacío de las palabras de las personas que tenéis cerca suyo?

Quizás la creencia que poseo ha sido ya reestablecida por la nueva era, en la cual ya no importa lo que es ser humano reflexivo en momentos festivos o tradicionales para algunos. Ahora cada persona es un mundo diferente cada niño, adolescente, adulto o +60 años viven en diferentes situaciones y momentos con respecto a estas épocas de días festivos.

Unos más que otros festejan, se emborrachan, salen con sus amigos a buscar regalos para los niños, pidiendo ayuda con los precios o buscando rebajas.

Es como observaros convertirse en unas abejas locas por llevar comida a la colmena; en este caso, regalos y comidas para nuestros seres queridos.

Aunque no he de observar todo lo bello, también he de observar aquellos que se han de sentir de menos, o al menos buscan no demostrar que estos días no les afecta no tener con quien compartir, ya sea físicamente o emocionalmente. Muchos sois conscientes que se ha de estar sufriendo en estas épocas, si, unos porque ya no tienen a algunos seres queridos para darles esos cálidos abrazos y decir: ¡Feliz navidad!, o ¡Feliz año nuevo!

Observarlos y escucharlos se hace cada vez más difícil de soportar no desear hacer algo al respecto, como un padre una vez fue diciendo: «Cuidaos de la manta oscura de envidia y tristeza, que os consumirá sin poder evitarlo» cada día se me imposibilita pensar en que ayudarlos no ayudará nada si la ayuda debe venir de los que estáis cerca suyo, de si familia, de sus padres.

Debéis primero que nada entender una cosa con respecto, a las personas que ya estén en el cielo. Y eso es que pesar que no estéis con ellos en físico esas personas os observan desde sea dónde sea que estén esperando que vosotros festejéis por ellos, que seáis felices por lo que vivistéis y compartistéis con ellos en el tiempo que estuvieron con vosotros, ¿Ahora lo entienden? Ellos desean su felicidad, observar a través de sus ojos, alma y corazón, ya que ellos aun viven con fuerza en vuestros corazones.

Aunque está la otra parte en que afecta a los niños siendo ellos testigos silenciosos de cómo su familia más que nunca hacéis la lucha y matanza entre vosotros los padres, tíos, hermanos parecéis que no ven lo que vais afectando con su humo tóxico, sólo veis la envidia, la venganza y el malestar entre vosotros, no veis lo que realmente tenéis. No veis aquella hermosa familia con millones de desperfectos que los hace únicos a su imagen y semejanza, no observáis que juntos y unidos os complementáis.

En cambio peleáis diestramente rompiendo los lazos y haciendo que estas festividades los niños empiecen a repelar, odiar o negar querer festejar estos días festivos; matando así la fe, felicidad, pureza y amor que muchos niños aun tienen consigo, lo poco o mucho que aun tenían.

La reflexión en estos días festivos debéis practicar, eso es lo que menos hacéis ya que es triste observados, u observar como los amigos de sus hijos presencian la tristeza reflejada en falsas sonrisas y alegrías de los mismos por los demás.
Es doloroso aquellos amigos que lograis festejar sin pelea y unidos estas festividades mientras que al otro lado vosotros discuten por sus diferencias, por tonterías que nunca los llevaréis para un lugar o un destino dado. ¿Acaso no veis lo que hacéis? ¿Acaso no veis el daño que hacéis a sus hijos, a los prójimos y a los demás?

También está otro hecho que me mata por minutos mi espíritu, a pesar de esta enfermedad tóxica que ya no consigo lograr luchar, y defenderos de caer en ellos.

Solo me atribilla y martillea la cabeza al pensar en otra pregunta existencial,
¿acaso no apreciáis la belleza que os rodea, la amistad o la familia misma?

En la época de navidad cada uno tiene su forma de pasarla, aunque otros ya preparan sus frases sarcásticas y falsas para la navidad, fingiendo que "tienen" la mejor navidad, o tuvieron el mejor año convirtiéndose en un nefasto recuerdo que desearán borrarlo para siempre.

A veces como niños os toca apreciar lo que tuvieron cuando apenas teniáis unos meses de nacer o años de crecer, porque cuando vais creciendo los problemas familiares también lo hacen, es allí cuando sin darnos cuenta ya tienen nada para que festejar o compartir.

Es melancólico observar que ustedes, nuestros amigos festejen la navidad. Y *splash* justo un niño perdido del mundo observe suspirando y guardando lo que más desearía volver a tener una familia unida, pero lastimosamente para ellos esto es soñar, y nuevamente con la familia reunida compartiendo humildemente estas fiestas.

Recibiendo sonrisas sinceras, abrazos cálidos sin tener que fingir o mentir.

Quizás lo observen pero, ¿ya estáis listos para dejarse caer en la famosa frase?: "Ya está hecho, no hay vuelta atrás". Que decepción observaros que ante un error o varios, bajáis la cabeza sin luchar verdaderamente por algo que vale.
Si, haz el bien sin mirar a quién, pero pienso bien en lo que si lo que estás haciendo en un futuro no te hundirá por haberlo cometido. En eso cabe el hecho del vengarse, discutir. Esta bien, tenis razón, no hay una manera en la que llegues a un acuerdo pero al menos sería excepcional observar cómo en estas fiestas dejan de lado lo que os molesta, odian, envidian y haceis por una vez más el bien para con su familia.

No creo que sea tan difícil, regalar abrazos a tu familia o amigos que siempre han estado para ti y festejar que aun os soportais y ayudarían hasta el fin de los tiempos, ¿no os parece?

He de decir que muchos y hasta yo incluido sería capaz de rescatar, dar hogar a cada ser viviente en estas épocas para demostrar que podemos amarlos, porque juntos somos el camino y luz viviente del padre Dios que habita en los cielos. No pierdan la fe de que llegará aquel día en que las nubes grises se disiparán y saldrá el sol, cubriéndolos con su manto de calidez.

Aunque estas palabra entren por un oído y salgan por el otro, sé que llegarán a ser escuchadas en algún momento por aquel corazón del que si está atento y dolido por lo que ocurre. O al menos aquella persona que está observando y leyendo en este momento esta carta.

Sin más que decir espero que el mundo mejore, y que con el pasar de los tiempos lleguemos a aprender a cómo no matarnos realmente. Espero poder ver desde los cielos como todo mejore y no a la destrucción en pocas palabras.

Atentamente.

–Aquel que lo ve todo de entre las sombras–