No es para todos

Me dejó desconcertada ver tantos personajes icónicos en:

Undead Girl Murder Farce

Y pues habría aceptado que el némesis de Aya Rindo sea Moriarty, de no haber sido por la intervención de Sherlock Holmes en uno de los casos y los errores que cometió al intentar capturar a Arsene Lupin que tenía de aliado al Fantasma de la Opera.

Aunque no me esperaba que Tsugaru Shinuchi y Jack el Destripador fueran sujetos de prueba. En cuanto a Shizuku, fue tan habilidosa como para enfrentar a la vampiresa Carmilla, también hay que ver lo fiel que es a su señora, pero fue excesivo culpar al asistente de la cabeza haber extraviado a su ama -en una ocasión- no obstante, hay veces que el mataonis se merece esos malos tratos al ser tan despectivo y burlón por más de que sean gajes del oficio.

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En cuanto a Aleister Crowley y sus trucos, no fueron lo suficientemente ‘buenos’ para un contraataque a los detectives, por más de que logró asesinar a tanta gente con unos cuantos chasquidos con los dedos.

Pero una vez que el elenco se dirige a una localidad de licántropos, el portador de la jaula hace un trato con Frank y así librarse de los Agentes de Royce que simplemente están por sus intereses y son un problema. De hecho, es tanta la amabilidad de ese monstruo que le da una pista para así llegar a encontrar el cuerpo de Aya.

Por otra parte, esto no tiene un final definitivo ya que no lograron cumplir con su objetivo, aunque puedo decir que fue impactante la resolución de cada misterio, sobretodo el primero donde el jefe de un clan de vampiros busca al culpable de la muerte de su esposa.