Miedos de marzo.

Publicado por Enovala en el blog El blog de Enovala. Vistas: 281

Esa noche los dos estábamos acostados en el pasto mojado, en aquella plaza cerca del río. El silencio y la oscuridad reinaban en ese lugar, pero está vez todo se sentía distinto. Tan cerca que podíamos escuchar nuestras respiraciones lentas y sincronizadas, tan lejos que mis propios pensamientos se sentían a kilómetros de allí. Nos sosteníamos las manos y Marcos trazaba dibujos imaginarios con sus dedos en mi palma. Esa noche no sé muy bien porqué me atreví a contarle cuál era mi miedo más grande, que era lo que me tenía tan distraído últimamente.


-Tengo miedo de ya no existir, que la gente se olvide de mi. Tengo miedo de que un día solo desaparezca.-


De pronto, el silencio se sintió más denso e inevitablemente mi llanto ocupo el sonido. Me largue a llorar porque me sentía muy tonto y porque con Marcos sentía que era el único en todo el mundo donde depositar mis miedos y aun así sentirme seguro. Sentí unos brazos delgados rodear mi torso y su rostro muy cerca de mi oído.


-Yo jamás me voy a olvidar de ti, voy a ir hasta el fin de los recovecos de mis recuerdos para mantenerte vivo si es necesario. Siempre que yo exista vos vas a existir ¿Lo entiendes?-


En él vi todo lo que necesitaba ver. Ambos sabiamos que no me mentía, lo decía de verdad. Y así nos quedamos abrazados bajo el rocío en el pasto, mirando lo oscuro y escuchando nuestros silencios de compromiso. Ambos más seguros de lo que jamás estuvimos, y yo más vivo que nunca.
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