Mi oscuro mundo.Capitulo II: El chico nuevo.
Publicado por Suicide Girl en el blog Suicide Girl World. Vistas: 109
¡Caminé por horas! Pero sigue habiendo mucha niebla y mi visión es muy limitada, no veo a más de un metro de distancia. A pesar de ello, puedo llegar a percatarme de una figura a lo lejos, es como un chico alto. Di unos pasos hacia él, se percató de mi precencia y se dió la vuelta hacia mi.
Él se acercó a mi y examinó mi rostro, me miró, con sus penetrantes ojos azabache, luego de eso, regresó a limpiar unas armas que estaban sobre una mesa; la niebla se había dispersado lo suficiente como para observar cuán deteriorado estaba el lugar, no solo la casa donde estaba, sino todo el lugar, estaba muy deteriorado, casi podía ver cuando se caían y se desmoronaban.
Me preguntó: -¿Tienes armas?
- Eeem no, ni siquiera las sé utilizar correctamente.
-¡¿Estás bromeando, no!? ¿Cómo puedes estar en Vangleville sin un arma, y peor, sin saber utilizarlas?
-Así que Vangleville es el nombre de este lugar...
- Así es, es el lugar más parecido al infierno que vas a encontrar en la Tierra. Ten - me lanzó una pistola, y yo, con mis manos torpes la dejé caer, pero antes de que tocara el suelo el chico la tomó y me la entregó-.
-Más cuidado idiota, bueno, esta belleza que tienes en tus manos es una Revolver Magnum: Colt Anaconda, cuidala, seré bueno el día de hoy y te salvaré la vida, pero no te enseñaré a usarla.- Metí la pistola en mi bolsillo derecho.
-¡Muchas gracias! Pero, quisiera saber ¿Cuál es tu nombre? ¿Qué haces aquí?
-Haces muchas preguntas.....
- ¡Es porque no tengo ni idea de donde estoy, ni cómo llegué aquí, estoy asustado!.
- Lo único que necesitas saber es que debes sobrevivir a este maldito lugar, y encontrar alguna manera de salir de aquí.
- Oye, ¿Qué es eso?
Señalé a un ser oscuro que estaba a unos metros de nosotros, era como un humano puesto de 4 patas, pero con sus esqueléticas piernas estiradas, luego de mirarnos, enpezó a avanzar hacia nosotros. El chico me agarró del brazo y nos metimos en un cuarto iluminado solamente por una ventana.
Nos sentamos a esperar, duró unos minutos hasta que por fin él dijo algo:
- Bueno, ya que nos quedaremos aquí por un rato, me precento, me llamo Sebastián Collins, y no recuerdo cómo llegué aquí, lo único que recuerdo es que había llegado a mi casa y me acosté a dormir, estaba muy cansado, ya que ni mi esposa, ni mi hija habían llegado aún me acosté en la cama, cuando abrí mis ojos, estaba en ésta mugrienta casa, en este maldito lugar. Eso es todo lo que sé.
- Con que hija y esposa... Mi nombre es Robert Brukowski...
-Así es, mi esposa, Jane, y mi hija, que en este momento tiene 5 hermosos años, llamada Kathy. Mucho gusto Robert.
-¿5 años? ¿Qué edad tienes?
-Sigues haciendo muchas preguntas... Tengo 28 años.
-¡Te ves más joven!. - Lo sé, bueno, levántate, ya podemos salir.
Nos levantamos y salimos del oscuro, ahogante y pequeño cuarto.
-Bien, ahora te puedes ir solo, adiós.- Se acercó a una mesa con armas y empezó a limpiarlas.
-Pero yo aún no se cómo utilizar el arma que me diste, no conozco a los vampiros, ni siquiera a esos... seres oscuros que rondan por Vangleville, ayudame, por favor...
-Irás conociendo a esos malditos vampiros a medida de que pases tiempo aquí, no puedes confiar en nadie, los vampiros son engañosos para ojos inexpertos y ten en cuenta de que si te atrapan, no pararán hasta succionar cada gota de tu cuerpo.- Cuando Collins terminó de hablar, se me erizaron los vellos de mi cuerpo, tengo miedo.
- Lo tomaré en cuenta, pero por favoooooooor- Me arrodillé y junte mis manos- Ten micericordia de un idiota como yo, por favor...
- ¡Ahhhg! Está bien, sí que eres un maldito idiota, ahora levántate de allí antes de que patee tu cara.
- ¡Muchas gracias!- Me acerqué a él y lo ayudé, empezamos a conversar, casi al final dije:
- Bueno, por lo menos tú tienes persona que extrañan tu compañía, yo no tuve amigos, ni siquiera cuando estaba en el mundo normal.
- Aún eres joven, si llegamos a salir de aquí, te conseguiré novia, Jajajajajajaja- Reímos juntos, esa fue la primera vez que vi a Collins reir, luego de ello, nos hicimos amigos, era algo que me hacía feliz, el tener compañía...
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