Las máquinas de pachinko que se convierten en humanas

Pues es uno de esos cortos sin sentido donde se humanizan objetos inanimados y éstos cobran vida en forma de muchachas:

Hanabi-chan wa Okuregachi

Y bien, este salón de pachinko llamado Shitamachi God Heaven reabre sus puertas tras la llegada del nuevo dueño, Musashi Shinonome. Aunque en el local encuentra a una chica llamada Hanabi que le explica que es una máquina pachislot y se lo demuestra convirtiéndose en una momentáneamente.

Y de la misma manera conoce a las demás: Versus, Thunder (que tiene un cariño exagerado por sus hermanas), Tacoslot, Cranky Condor y Super Mogu Mogu 2 (que malgasta el dinero en apuestas en los hipódromos en lugar de pagar sus deudas).

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Sin embargo, en un determinado momento éste decide darles dinero, pese a los problemas que ocasionan, entre ellos, gastos y destrozos. Pero no obtiene nada bueno de ello ya que en poco tiempo cierran la casa de juegos. Y quizás la mejor decisión era dárselas a Kojiro para siempre, a excepción de Thunder que es la que generaba electricidad y la única que realmente trabajaba.

Y pues, no me explico lo del oso Kumasawa y lo dócil que es –quizás la gente crea que es alguien disfrazado- pero no hay que encontrar lógica en esto.

Respecto al último capítulo, nada que ver con la historia principal, creo que fue un agregado nada más para mostrar la compasión de la protagonista y que sus ‘poderes’ no eran tan inútiles.

Posdata: No tenía idea que hubiera tantas prohibiciones en Japón, aunque al ser esto una comedia no estoy segura si las cosas son realmente así.