La vida de GL (1)

Publicado por MrJake en el blog En la cabeza de un GM. Vistas: 667

Hola carambola. Wow, ¿cuánto tiempo hace que no publico nada aquí? No es como si fuese muchíiiisimo, pero hace algún tiempo ya, ¿eh?
La verdad es que estoy escribiendo esto por un motivo muy simple: son las putas 4 de la mañana y no tengo una puta mierda de sueño, ergo estoy un poco hasta los cojones de ver anuncios de teletienda y no quiero pasarme en dos días el Zelda Majora's Mask porque luego me quedo sin juegos que terminar (?) y me deprimo, so, me he dicho: ¡voy a escribir algo en el blog, cojones! ¡Que se vea que me entrego a mis seguidores (okno ni que tuviese #ComplejoDeYoutuber (??)) y os cuento cosicas!

No es como si, hablando de YouTube, me hubiese pasado ayer el puñetero día desde que me desperté hasta que me acosté rascándome lo que viene siendo mi santísimo ombligo viendo videos y más videos de gente contándome sus vidas y quejándose de cosas. Que ya ves tú la gracia que tiene eso, así en frío, ¡pues oye, me mola y todo! Y me he dicho: "joder, tú tienes que copiarte en tu blog de FFL de alguno de los tags de mierda que hace esta gente". Y voy a hacer la parida esta de contaros mi vida, sep. Anécdotas, concretamente, de ésta. ¿No estoy siempre diciendo que mi vida es una puta película de James Cameron? Pues voy a demostrároslo, coño.

No voy a hacer distinciones, que conste. Aquí voy a meter de todo: cosas graciosas, cosas perturbadoras, cosas sexuales (?), cosas de niños, cosas de adolescente, cosas propias y cosas de amigos que simplemente he presenciado. La gracia va a ser como alguno de mis amigos a los que pueda hacer alusión entre aquí y le dé por ver esta puta mierda. Qué risas. Pero bueno, me da un poco igual. El aburrimiento ahora mismo es intenso.

Pero voy a ir un paso más allá. Y voy a copiarme más aún de los youtubers (ejemejemydeNamiejemejem) y voy a abrir con esto una sección. Sí, la idea es que aquí voy a contar, qué sé yo, tres o cuatro anécdotas, y posteriormente, cuando me vuelva a apetecer, haré otro post con más, si os gusta y le dais a like y os suscribís y le dais a la campanita okno.

Dicho lo cual, ¡¡EMPEZAMOS!!


1 - "David le robó 20 duros al profesor".

No os hacéis una idea de lo que me TORTURA mi padre con esta puta mierda. ¡Horrible!
Sucedió cuando tenía como tres o cuatro años. La cosa es que íbamos a una excursión en preescolar, ni me acuerdo dónde era el evento, pero la cuestión es que, como éramos enanos, tenían que venir con nosotros nuestros padres. Bien, pues fue mi madre la que vino conmigo, y el bus estaban todos los renacuajos aka sacos de mocos sentados con sus papis o mamis, cantando las típicas cancioncillas de excursión.

Yo era muy inocente, ¿vale? Muchísimo. Y sigo siéndolo, aunque no en todos los sentidos, pero rlly, soy inocente. Bueno, quizá más que inocente, ahora soy ingenuo, esa palabra lo describe mejor, tal vez, pero antes, de niño, sí que lo era: muy, muy inocente. Rozando lo gilipollas. Dentro de todo lo gilipollas que puede ser un niño de tres años, claro.

De modo que comenzaron a cantar una de esas canciones que supongo que conoceréis; hay millones de variantes, pero en resumen, se trata de cantar a grito pelado el nombre de una persona + algo malo que se supone que ha hecho. Entonces, el aludido se supone que debe contestar "¿Quién, yo?", y todos le gritan: "¡Sí, tú!", y él responderá: "¡Yo no fui!", y todos contestan "¿Entonces quién?". Y finalmente, el aludido le echa el muerto a otro niño y la canción se reinicia cambiando el nombre. Así sucesivamente hasta que mueran de autoasco, o se cansen los niños, lo que pase primero.

Total, que en mi caso me tocó oír la cancioncilla: "¡(Inserte su nombre) le robó 20 duros al profesor!". Y yo, ajeno al mundo y en mi país de la piruleta y las mariposas del bosque, era medio mongolo y NO SABÍA que aquello era una puta canción, aunque había escuchado antes que se repetían las frases de "¿Quién, yo?" y demás. De modo que cuando alguien (no sé quien fue, pero qué hijo de puta) tuvo la brillante idea de decir "¡David!", y todo el mundo cantó "¡David le robó 20 duros al profesor!".

Entonces, silencio. Todo el mundo esperaba mi épico "¿Quién, yo?". Pero yo, ¡oh, yo! Yo tenía que liarla. Tenía que hacer el tonto. Y sí. Lo hice. Porque me puse A LLORAR COMO UN DESQUICIADO y a jurar y jurar que no, que yo no había robado nada a nadie, que yo era bueno. Sí, sí, estaréis pensando "awwww :<". Pero es que los cabrones de los niños se descojonaban de mí, y seguían cantando una y otra vez. Y yo más lloraba. Y mi madre, la pobre, que no sabía ni donde meterse, tratando de razonar con mis dos neuronas para decirme que aquello era una puta canción de autobús.

Claro, todo esto... ¿en qué derivó? Porque los criajos de aquella época ya ni se acuerdan de eso, pero... mi madre se lo contó a mi padre... y ay el día en que hizo eso. Joder. Desde entonces, mi padre no para de torturarme. A cada cierto tiempo se acuerda y empieza a perseguirme cantándome la cancioncita.

Sí, se mofa de mí mi propio padre. Qué vida más triste.

2- La novia celosa.

No. No fue una novia mía. Ya sabréis que a mí me gustan con un poco más de barba y un poco menos de pecho (??)

No, hablo de una chica que es amiga mía y a día de hoy sigue siéndolo (y he de decir, que el divino Arceus y el todopoderoso monstruo del espagueti volador me libren, que hoy día está mucho más calmada y ha cambiado totalmente, y vuelve a ser normal y agradable en general, por suerte), y que era y sigue siendo la novia de un amigo mío. Concretamente, de uno de mis compañeros de piso (no, no de ESE compañero de piso. Del otro. Que ya sé por dónde vais, ¡¡dejad de hurgar en mis sentimientos, vale!! :'( Crueles).

Resulta que esta chica, cuando comenzamos a compartir piso hace dos años, era también compañera de clase mía y de su novio, mi compañero de piso, y los tres formábamos parte de un grupo de amigos de la universidad, el que a día de hoy sigue siendo mi grupo de amigos en el más profundo sentido del término. Amigos de verdad, vaya. Pues eso, que ella y mi compañero estaban juntos, y la chica, como es lógico, venía recurrentemente a nuestro piso. Coño, si el novio es un inquilino, es normal que venga a verle; hasta aquí todo correcto. La cosa se complicó cuando ella comenzó no a venir a veces, sino casi a VIVIR allí: comía allí (cogiendo a veces comida que comprábamos con nuestro dinero los tres compañeros, dicho sea de paso), se duchaba allí, dormía allí, se despertaba allí (con un malhumor por las mañanas que flipas, haría cagarse encima a Chuck Norris), hacía sus necesidades fisiológicas allí (?), todo allí. Una cuarta compañera que no pagaba alquiler.

Claro, esto no nos hacía ni puta gracia a mi otro compañero y a mí. De hecho, siempre quedábamos al principio nosotros cuatro (los tres compañeros y la novia de uno) y una amiga que vivía muy cerca de nosotros (mi mejor amiga, de hecho). Los cinco. Y llegó un punto en el que comenzaron a haber tensiones y comenzamos a diferenciar un poco dos "bandos", el de la pareja feliz y el de los otros tres, el trío lalala.

La cosa es que el novio era un pagafantas de cuidado. Calzonazos, vaya. Mucho, mucho. Que joder, estaba enamoradísimo (y lo sigue estando) y yo lo entiendo, entiendo que te desvivas por alguien, porque coño, me ha pasado (y me sigue pasando (?)) eso de estar que no cagas con alguien, ¡pero es que lo suyo alcanzaba cifras astronómicas! Le pagaba todo, si ella no salía él no salía, si ella se enfadaba y se iba (lo cual sucedía muchísimo) él iba detrás y le pedía perdón, en fin, todo lo que cuente es poco.

Bueno, me voy del tema; un día vinieron a mi piso unos cuantos amigos de mis dos compañeros (ellos dos son amigos de la infancia, de hecho, viven en el mismo pueblo), y entre esos amigos estaban dos chicas que eran muy, muy amigas del novio. Lo que se dice sus mejores amigas. La cuestión es que, de esas dos, una de ellas... ¡ay, una de ellas! Resulta que al novio le gustaba unos cuantos años atrás. Que la cosa ya pasó y ahora estaba encoñado de su novia, sí, pero eso ella no lo parecía entender.

Estando los cinco que salíamos a menudo (los tres compañeros, la novia y mi amiga) en el gimnasio, porque íbamos juntos a perder la grasa de la mierda que nos metíamos todas las semanas tras ir al McDonalds (?), la novia estaba con una carita... que era un puto poema de Bécquer. Poesía eres tú. Y es que lo que había pasado era que, ¡oh, dios mío, al día siguiente iban a venir los amigos de su novio e iba a venir entre ellos la chica que le gustaba a él antes y oooooooohhhhhhhhhhhhhhh, LA IRA, LA IRA! Se puso ROJA, ROJA como un tomate cuando él novio le preguntó con voz de corderito degollado: "¿Qué te pasa?", y en medio de todo el puto gimnasio la chica comenzó a montar un espectáculo de tres pares de narices. Todo radicaba en esencia en que no le hacía ni puta gracia que viniese esta chica, porque claro, a su novio del alma le gustaba antes, y SE LO VA A QUITAAAASEFKRPDGSAKFTRHEYHYT.

Llegó el día. Por la noche. Y llegaron a mi piso los amigos, entre ellos la chica prohibida. La novia y mi amiga no iban a venir, en un principio, pues estaban mis dos compañeros y sus amigos (yo estaba allí modo acoplado básicamente porque era mi puto piso y no me iban a echar), pero de pronto, me habla por WhatsApp mi amiga, y me dice que la novia le ha dicho que por favor venga a mi piso porque ella quería venir (para vigilar al novio y hacerle un análisis a la otra, claramente) y no quería venir sola. Tras mucho forcejeo lingüístico, la convenció, y las dos se plantaron en mi casa.

Entra la novia... con todo su rostro cual tomate cherry del huerto del abuelo... dice un "Hola" más seco y sin gracia que Willyrex, y comienza a saludar a todos. Y adivinad qué. No saludó a la chica prohibida. Es más, ni la miró. Todo lo que hizo el resto de la velada fue sentarse en una esquina mirando a la pared con rostro irascible. Hasta creó un PUTO GRUPO DE WHATSAPP que llamó "Los Margis", donde nos incluyó a mi amiga y a mí, para "hacer piña y hablar mientras los demás hablaban de sus cosas", porque se sentía rechazada y sentía que no pintaba nada allí. PERO SI HAS SIDO TÚ LA QUE HAS VENIDO. Flipendo me hallaba.

Y llega la hora en la que van a salir a tomar algo pa'hí. Ellos, los amigos, claro, asumen que mis dos compañeros van a salir, porque joder, son sus amigos y han venido para verlos; y muy educadamente nos dicen que si queremos ir con ellos a mi amiga, la novia y a mí. Tras mostrar nuestra cordial -y arisca por parte de la novia- negativa, proceden a decir que se van, cuando PLOT TWIST: el novio dice que él prefiere quedarse y no sale. En ese preciso momento... it was at this momento when my flatmate knew he fucked up. La rabia crecía, lenta pero inexorablemente, subía por su garganta, teñía de rojo los pigmentos de su piel. Ella se mordía la lengua, porque no quería decir nada, y parecía una olla a presión que ya ha terminado de cocer los garbanzos, echando humo como una loca. Ni dos segundo pasaron desde que la puerta de la casa se cerró y quedamos solos mi amiga, el novio y la novia, cuando la última estalló. Montó en cólera, y las paredes retumbaban con sus gritos.

¿Qué le decía? Básicamente ahora estaba enfadadísima porque decía que "tus amigos van a pensar que no sales porque yo no salgo" y que "van a pensar mal de mí porque parece que te obligo a no salir". Ejem... ¿ES QUE NO ES ESO LO QUE QUERÍAS? Yo a día de hoy estoy seguro de que si hubiese decidido salir, ella se habría enfadado porque salió. De modo que, pf, de todas formas se hubiese enfadado, haber salido (?).
LO MEJOR es que, como ahora ella se "sentía mal", después de ni siquiera haber puto mirado a la cara a una de las amigas de su novio, porque el novio no había salido por ella, nos obligó A LOS CUATRO a salir en búsqueda del grupo, de aventura por las calles de Sevilla, para reencontrarnos y enmendar el error fatal que había cometido el inconsciente de su novio. Y fuimos allí, rollo cuatro fantásticos, en búsqueda de los amigos odiados. Y no los encontramos, y no respondieron al teléfono, así que terminamos los cuatro tomando algo. Los cuatro, solos. Mi amiga, el novio, yo y... la terrorífica novia enfadada que casi no hablaba y sólo miraba con odio todo cuanto le rodeaba.

DISCLAIMER: Repito de nuevo, esto fue una época mala que ella tuvo, para nada es así frecuentemente (es intensa y algo dependiente de su novio, pero no a esos niveles), y ahora no tiene ni punto de comparación con esta chica que os estoy describiendo. Así que #NoHate #NoviaWins.

3- Una sorpresa húmeda.

Venga, coño, para cerrar esta ponencia textual voy a terminar perdiendo la poca dignidad que me quede contando una de las cosas más tristes que me pasaron en mi vida. Tendría unos siete años, yo estaba en primaria. En clase de matemáticas, me acuerdo perfectamente, de hecho. Llevaba unos pantalones vaqueros, jeans, monísimos que me había comprado mi madre, y no creeréis lo que sucedió.

Bien, vamos por partes, aunque esto no tiene mucho que contar más allá de que os riais de mí: en clase de matemáticas, noté cómo la última gota de orina se acumulaba en mi vejiga, y alcé, educado yo, mi mano: requerí la atención de mi maestra y le solicité amablemente que me diese su beneplácito para efectuar una meada. Pero me dijo que no, porque "ya quedaban sólo 15 minutos", que me quedase porque lo que estábamos dando era muy importante y no podía perdérmelo. Que me aguantase un poco.

Mis piernas temblaban de impotencia, conteniendo el chorrillo que amenazaba con salir. Y alcé la mano de nuevo. Volví a pedir, desesperado, el permiso. Me volvió a ser denegado. Aquello era insostenible. Volvía a alzar la mano, y mi maestra, indignada ya, me echó incluso una pequeña bronca por ser tan pesado. Asustado e inocente, no me atreví a volver a pedir permiso más, y entonces decidí aguantarme.

... y aguanté, y aguanté, pero... terminé por sucumbir. Y sí. Me meé encima, en plena clase. Yup. Lo más gracioso de todo esto es que levanté la mano otra vez cuando pasó un rato y, exasperada, mi maestra dijo:

"¿Qué?"

"Ya", le dije.

"Venga, anda, sí, sal al baño ya", contestó ella. Maldita zorra, haber dicho eso antes, le contesté, okno, amo a mi maestra, es la más mejor, desde aquí le mando saludos (L).

"No. Que ya lo he hecho".

Y entonces la cara de horror de mi profesora se vio contrastada por las risas de mis compañeros.
Lo siguiente que recuerdo es que mi profesora en persona me dio unos nuevos vaqueros, porque los míos estaban todo empapados y malolientes, claro, para cambiarme, y una notita donde le explicaba a mis padres la situación y pedía perdón por no haberme dejado salir al baño cuando lo pedí tres veces, reconociendo que fue culpa suya. Y yo, que era como digo medio gilipollas, salí del colegio ese día no con vergüenza, ¡sino orgulloso, porque mi maestra había reconocido en la carta que tuvo ella la culpa, y mis papis verían, orgullosos de su heroico hijo, como YO tenía razón y fue culpa SUYA! MUAJAJAJAJA. >:D

... eso sí, los que tuvieron que lavar mis pobres jeans fueron mis padres.



Y eso es todo, de momento. Ya digo que haré seguramente, cuando me venga apeteciendo, una segunda parte. Si yo otra cosa no, pero anécdotas... puaf.

Enga mi hente. Nus vemus.
a juanjomaster, SweetSorrow, Amane y 2 más les gusta esto.
  • Lucas Diamond
  • MrJake
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario