[Junio 2025] Ori and the Blind Forest: Definitive Edition

Reto: 1 - Juega a un plataformas/metroidvania: 2 puntos
Videojuego: Ori and the Blind Forest: Definitive Edition
Plataforma de juego: Nintendo Switch, Xbox One, Steam
Horas de juego: casi 13 horas

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Este juego me lo recomendó Andy y como no, tardé en empezarlo, ha sido una maravilla en general. Me ha venido muy bien este juego para los ratos que he jugado al menos olvidar mis dolores un rato o al menos no notarlos tanto.

Historia: llevo aquí un rato dando vueltas en cómo explicar la historia sin hacer spoiler pero mejor no digo nada sobre la historia, si lo juegas mejor ir sin saber absolutamente nada, sólo puedo decir que, sí, es cine.
No tiene casi voces, ni apenas texto pero no lo necesito, es perfecto tal y como es.

Voy a dejar por aquí mis estadísticas y nos reímos un rato juntos con la cantidad de muertes que tuve.
Mira que cuando era más pequeño los juegos de plataformas se me daban genial, supongo que salieron menos por perdida de popularidad y perdí la práctica, de todas maneras este juego no te perdona nada.

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Música: creo que merece su propio apartado para explicar lo que me hizo sentir, no me gustan las comparaciones pero un par de canciones me recordaron al Kingdom Hearts 2, al principio del juego, también me produjo la misma sensación calidez y mucha nostalgia.

Contenido oculto

La villana tiene un motivo más que de peso para ser mala, sus pobres bebés, que pena me dio y empaticé mucho con ella, aunque al final se redime sacrificándose pero por suerte consiguieron rescatar el huevo y ahí hay un rayito de esperanza

Voy a dejar algunas frases que definen mi experiencia en el juego:

• A los 5 minutos: ¿Por qué estoy llorando por una lucecita con ojos si ni siquiera he aprendido a correr todavía?
• No he guardado desde hace media hora y acabo de morir… Y ahora estoy reencarnado en el primer capítulo.
• Llamadme Ori de Éfeso.
• ¿Quieres paz? Gánatela con salto doble, dash, wall jump, habilidad especial y lágrima contenida
• Me caí por el mismo agujero 6 veces, creo que Ori está mirando a cámara.
• Esa plataforma NO SE VEÍA. Exijo que saquen el VAR.
• ¿Cómo que no guardé? Lo guardé… ¡en mi corazón!
• Yo en mi cabeza como si fuera un comentarista: Ahí va Javi otra vez, enfrentando el mismo salto que lo hizo replantearse su existencia hace 2 minutos. Tiene miedo, pero también esperanza. ¿Lo logrará esta vez? ¿Guardará esta vez?
• Morí 74 veces con el mismo pincho… *vuelvo a caer en el mismo* ah, no, 75
• ¿Cómo puede ser tan bonito y tan hijo de fruta a la vez? Estoy llorando y cagándome en el mapa. ¿Eso es legal?
• Este árbol me quiere muerto, lo siento, se lo noto en las ramas.

Mecánicas:
Al principio vas suave. Caminas, saltas, aprendes a pegar cuatro leches de luz…
Y dices: “tranqui, esto lo controlo”.
Pero luego Ori te mira y dice: “sujétame la semilla del Árbol del Espíritu”.

Con el paso del tiempo desbloqueas habilidades que te permiten:

• Volver a zonas anteriores y descubrir caminos secretos (¡hay mucho backtracking!).
• Aprender movimientos nuevos como salto doble, planeo, lanzarte entre enemigos, correr por las paredes, pegarte a ellas, esquivar en el aire…
  Y en cuanto lo tienes todo, el juego exige que lo combines TODO. A la vez. Con precisión quirúrgica. Bajo presión. Con pinchos.

El guardado no es automático (salvo en momentos clave).
Así que tienes que crear tus propios puntos de control usando energía (acuérdate de hacerlo!).
No guardar es el error número 1 que cometí. Y también el 2, el 3, el 74, el 198 y el 500.

También tienes un sistema de mejoras: puedes gastar experiencia para hacer que tus ataques, habilidades y defensas sean mejores.
Pero el verdadero poder aquí es la práctica. Y la paciencia. A veces lo mejor que puedes hacer es levantarte un poco, ver un vídeo o algo que te distraiga una mijina y volver, seguro que así sale mejor o ser cómo yo, encabezonarte con lo mismo y morir otras 38 veces.

Conclusión:
Ori and the Blind Forest es más que un juego. Es un viaje precioso y doloroso. Una carta sin palabras. Una experiencia que se siente... aunque no se entienda del todo. Y que deja algo dentro de ti, aunque no sepas decir qué.

Nota: 9