Infancia

Hace un par de días dejé en claro que mi número es el tres.

Okay. Entre los dos y tres años (pero sobre todo dos años) yo era una muñequita adorable y tierna y hermosa.

Hace poco más que un par de días, mi familia estaba viendo unos videos caseros; uno que incluía mi aventura en El Museo del Niño, en Houston Texas. Tenía entre dos y tres años de edad y todo lo que quería era ordeñar una vaca falsa, jugar con patos de hule en una fuente y acaparar todos los juguetes de arqueología aunque no los usara.

Estoy increíblemente enamorada de los videos caseros en los que aparezco como toda una bebé aún.

Uno de esos videos caseros incluye mi fiesta de cumpleaños a los dos años. Traía puesto un hermoso vestido negro con cuadros amarillos y girasoles, además de dos coletitas muy cortas en el pelo. La temática de la fiesta era de Hello Kitty y se hizo en mi casa, cuando aún teníamos un patio donde colgar una piñata.

Si no me equivoco, el mismo DVD que incluye ese video tiene más videos donde salgo así de pequeña y adorable.

Eso es infancia.

Aunque no puedo evitar ser parte del montón, el decir "no tuviste infancia si" es incorrecto la gran mayoría de las veces porque pensamos en nuestra niñez más bien (cuando cursábamos la escuela primaria).

Pero si debiera añadir algo más, debo decir que, siendo mis hermanos mucho mayores que yo, crecí con mis primos (uno un par de años mayor que yo, y otro un par de años menor que yo), que me pegaban muchos gustos, aunque a veces a medias. Mis peluches tenían nombres de Pokémon gracias a ellos. También les gustaban las cartas de Yu-Gi-Oh! y me habían intentado explicar el juego cientos de veces. Desde chiquitos veíamos animes por el estilo y empezábamos en el mundo de los videojuegos. Además coleccionábamos tazos, y siempre tenían más que yo y jugaban mejor que yo.

...

Y así.

Debí haber hecho mejor mis elecciones de post anteriores para haber hecho un mejor post hoy.

But "I'm not a fortune teller (8)".