Impactos. Los muertos ya no pueden herirte.
Publicado por Fernandha en el blog #TodosConBugsBunny | • Ay-Ay •|. Vistas: 552
Hay muchas cosas que me impactaron este año, de alguna u otra forma y no encuentro en realidad palabras para expresar de forma adecuada mis emociones; y es que los impactos varían mucho uno del otro. Sin embargo, uno de los más importantes para mí fue la muerte de mi abuela.
Todo tiene una gran historia, desde años antes y después de la muerte de mi abuelo cuando yo tenía nueve; la señora, mi abuela, era una de esas madres chapadas a la antigua que no aceptaban un no por respuesta. Criticaba mucho a mi hermana por su enfermedad y a tercer hermano mayor por su timidez, a mí me tocó su bipolaridad de años donde podía ser la luz de sus ojos y otros donde me decía que mi padre sería más feliz si yo no hubiese nacido como el "piloncillo".
Fue una relación amor-odio de mi parte para con ella, una relación que sobrevoló más en lo último cuando mi abuelo (el que me defendía) nos dejó. Tenía nueve en ese entonces y me costó ocho años volver sola (por mi familia no quería tener nada que ver con esa parte de la familia por conflictos con la herencia) para ver a mi mejor amiga en nuestras tierras (entiéndase por el pueblo que amo) y disfrutar como niña el estar ahí.
Obviamente tuve que encontrarme con el pendejo de mi tío político que me dijo hasta de lo que me iba a morir si me veía cerca de la casa de mi abuela :} entonces, ni lenta ni santa, le respondí como mi padre me ha enseñado pa' no dejarme de ingratos malagradecidos. (Porque igual, no jodan, un wey de cuarenta y pendejez contra una de diecisiete). Así pues, salió mi abuela y dijo que me largara, mi amiga se carcajeó como loca y le dijo que yo ni había venido por ellos (mi familia), que si no había ido en ocho años que mucho menos iba ir ahora.
El caso es que pasó, volví a ir las vacaciones siguientes de ese año tratando de evitarlos y por último fui en las ultimas vacaciones para ver a mi padre en una carrera (atletismo). Cuando el pendejo ese (el tío) apareció otra vez y en esta ocasión hubo pelea (porque el idiota ese se esperó a que entré a una tienda por un agua y arrinconó a mi padre). Obvio, como hija de papi, le marqué a mis hermanos para que vinieran y me agarré a trancazos con una doña que nada era de mi familia pero que andaba tratando de pegarle a mi padre :}
No me siento orgullosa pero no me arrepiento. Sí, señor.
Pasó, hubo más conflictos y terminaron las vacaciones con mi abuela diciéndole a mi padre que no merecía ser su hijo y a mis hermanos diciéndole a ellos (chismosos, tíos y demás a parte de mi abuela) que ellos no merecían a mi padre ahí, que si tantos huevos tenían entonces dejaran de joder la vida de alguien que ni ha reclamado nada de una herencia que damos por muerta.
Hubo más drama, shalalalala, mi abuela marcaba de vez en cuando sólo pa' decirnos que no deberíamos llevar su apellidos y shalalalala. Al final, el día de mi cumpleaños 18 ella falleció, pero nos enteramos dos días después y nos llegó una carta donde explicaba que sí nos quería y shalalala.
Me impactó, porque ella fue una de los desencadenantes a mi depresión. Y a veces pienso que si ella realmente hubiera pedido perdón mientras estaba viva yo no hubiera vivido todo lo que viví por culpa de los tíos políticos, las viejas chismosas y sus misivas de odio. Pero me quedo en el hubiera y aunque no soy hipócrita para decir que le perdoné todo (porque a veces el perdón en realidad no libera nada de nada), me alegro pensando de que al menos ella pensara que sí la perdoné (por unas mentiras que mis tíos dijeron y que no pienso contar chido porque eso es otra historia).
Así que al menos ya me siento más relajada después de 10 meses de su muerte, aunque suene triste y resentida.
a Amane le gusta esto.
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