Historia- Los Cazadores, Primera Parte

El orgullo de un Cazador
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Concentrado en un único objetivo, moviendome sin ser detectado entra la hierba. Con mi agudo oído e impecable olfato podía detectar como ese tonto animal seguía intentando escapar de mi, lo perseguí oculto ente la maleza y los arbustos, un oponente como el no podría contra mi. Ese ciervo se había detenido en un pequeño lago a beber agua, se había cansado de tanto correr seguramente, esta era una oportunidad perfecto para mi. Sujete con fuerza mi cuchillo de hueso, recuerdo de una buena batalla hace unos años, ajusté mi garra de metal colocada en la base de mi muñeca. Salté velozmente del arbusto, unos cuantos cortes y el cuerpo muerto estaba en mi hombro mientras yo caminaba conforme de vuelta a mi hogar. Entre la felicidad de terminar la cacería y tener la cena para esta noche un pensamiento se metía en mi mente. La carta que había recibido hace unos días, una citación. Lo había estado pensado desde que la recibí, podía ser una trampa pero no podía quitarme ese mensaje de la cabeza.
Al cruzar un pequeño río pude ver mi casa, esa construcción de madera sobre un gran y antiguo árbol que parecía ser indestructible. Subí la escalera formada por tablas clavadas en el tronco, llegué a la plataforma y abrí la puerta. Estaba algo desordenado pero mi hogar y me pertenecía a mi.

—¡Bienvenido Ren!—Este lugar era mió pero desde hace unos años tenía una compañera que se alojaba aquí.