Hay personas que no entienden

Existen buenos días como estresantes; hoy lo único que deseaba era llegar mi casa y arrojar la mochila que parece más maleta en algún lugar de mi sala porque: ohgod, me duele tanto el maldito hombro. Entonces hice mi rutina.

Salir de la escuela -> Despedirme de mis amigos -> Bajar a la parada del colectivo/camión/autobús/microbús para largarme de una vez por todas.

Y todo siguió el patrón.

Hasta que un individuo, una parada después, comenzó a hartarme intentando tomarme de la mano como si nos conociéramos de toda la vida. Y es que, para ser sincera, en un inicio pensé que había sido un error (por que vamos, andar de pie en esa porquería es como surfear sin olas con una caída más dolorosa) pero vaya sorpresa la mía cuando volvió a repetir la acción no una ni dos veces, sino más de cinco.

Tan discretamente como pude retiré mi mano para apoyarla en otro sitio...
... él me la siguió.

Le dije, con toda la amabilidad que aún me quedaba, que si se le ofrecía algo y él se hizo de los oídos sordos. Entonces decidí pasarme a otro lugar, mi tranquilidad duró menos de cinco minutos cuando el susodicho volvió a aparecer y comenzó a acariciarme la mano.

¿Quién en su sano juicio hace eso? Perdón, corrijo: ¿quién carajos no entiende que no es no?

Entonces, adolorida de un hombro y aún a media hora de mi casa, ya harta le dije con un muuuy variado vocabulario a dónde podía llevar su maldita e inservible mano ya que yo no precisaba ni en ese momento ni nunca de ella.

Y es que, carajo.

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