H A L L O W E E N

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A dos meses de terminar el año y yo aún sigo sin creer cómo mi vida ha cambiado tanto, otro año en al que algunos de mis propósitos se quedaron simplemente plasmados en papel en vez de seguir el bonito curso que tuvieron los demás. No sé si enojarme conmigo misma o no, aún queda "tiempo" para intentar cumplirlos y así limpiar mi polvorienta lista con nuevas y mejores metas.

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Dejando un poco de lado eso me siento feliz. ¿Cómo no serlo? En este mes iré al Espantapájaros. ¿Y qué es esto? Una increíble y algo terrorífica experiencia que viene una vez al año por estos meses. Este año tocó: Edición manicomio.

La dinámica es muy sencilla: Hay un laberinto en medio de unos maizales y los asistentes tienen que encontrar la salida en medio de la noche. Eso sí, mientras son perseguidos por criaturas escalofriantes.

En esta ocasión -la cuarta edición en Querétaro- se tendrá la temática de “manicomio”, por lo que los clientes tendrán que correr de los aterradores “pacientes” del Dr. Friedman, quien realizó aterradores experimentos con más de 4 mil personas.

Así mismo mis amigos y yo nos quedaremos a acampar para comprobar si es realmente verdad eso que dicen de la aparición fantasmagórica de una chiquilla por el bosque. Por lo cual, acompañados de otros valientes individuos, caminaremos en la madrugada después de la fogata para ir en su búsqueda.

¡Estoy tan malditamente emocionada!​

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