Rasu 5 Mayo 2020
Una tarde con un amigo tuvimos una experiencia parecida con LSD. Escuchando Pink Floyd en la sala de mi casa, echados cada uno en un sillón. Lo raro en sí no es lo de derretirse sino que nos pasó a los dos al mismo tiempo casi. Se siente como si tu cuerpo se fuera y no pudieras agarrarlo y simplemente te dejas llevar. Así que me identifico con lo que dijiste de tu cara, da una sensación como de... cosquillas o algo, una impotencia graciosa y —en el momento— hasta cierto miedo.

¡Eso de ver pinturas viejas me lo voy a guardar para algún momento porque la idea está muy buena!
a rapuma le gusta esto.