Fanfic: Death Note versión colegial.- Capítulo 1: Kira

Sábado a por la noche. ¡Noche de fiesta! Pero además de las razones que todos tenían para celebrar -que hayan terminado las clases y comenzaran las vacaciones de verano- Misa Amane tenía sus propias razones para celebrar: ¡había obtenido su primer papel en un programa de Sakura TV! No era un papel muy importante, pero sentía que ya había metido un pie en el mundo de la fama, después de todo, su sueño siempre había sido ser actriz, modelo y cantante, a pesar de la insistencia de sus padres de que lo dejara ya que "jamás obtendría trabajo". Pues ahora podía enrrostrales en la cara que empezaba a tener éxito.
Bueno, mejor no era hacerlos enojar, ya que ya estaban bastante molestos porque esa noche saldría con sus amigos en lugar de salir a cenar con ellos, como solían hacerlo al final de cada año escolar.
Cuando sonó el timbre Misa bajó las escaleras a toda prisa, pero sue detenida por su madre.
-¡No corras Misa! ¡Te vas a caer y con esos tacones puestos te vas a romper una pierna!-Gritó ella.
-Ufff... Si mamá. No lo haré.
-Y cuidate mucho, no bebas demasiado y vuelve temprano, ¿de acuerdo?
-¡Mamá! ¡Ya estoy grande! ¿Puedes ahorrarte el sermón?
-¡No me hables en ese tono jovencita! ¡Y hoy no saldrás a cenar con nosotros, pero mañana sí o sí haremos algo en familia!
-Uff, lo que digas, pero insisto, la pasarán mejor con Kaito sin mí allí.-Refunfuñó Misa refiriéndose a su hermano menor.
-¡Misa, los demás nos están esperando en casa de Matt!-La apuró Matsuda, su representante y mejor amigo, al que ella consideraba como a su familia.
-¡Si! ¡Ya voy, Matsu!-Dijo ella dejando atrás a su madre.
¡Al fin! Pensó la rubia, libre de los sermones de su madre ya podía divertirse en la fiesta que organizaba Matt, uno de sus compañeros del colegio.
-¡Chan chan chan! ¡Damas y caballeros, les presento a la próxima estrella de Sakura TV: Misamisa!-Anunció Matsuda cuando ambos llegaron a la fiesta.
-¡Jijí, gracias Matsu!
-Pfff ¿Estrella? Woow consigues un mísero papel en un estúpido programa de televisión y ya te crees famosa, que patética.-Gruñó Takada, la ordinaria y malvestida enemiga de Misa.
-¿Patética, yo? ¡Almenos yo no seduzco a los cerebritos de la clase para obtener buenas notas!-Respondió agresiva Misa.-Matsuda sostén mi bolso voy a acabar con ella.
-¡Señoritas, señoritas!-Las interrumpió Matt, el chico gamer de cabello castaño rojizo.-No hay por qué pelear, es una fiesta ¿no podemos estar en paz almenos hoy?-Dijo con su tono carismático y persuasivo, lo que hizo que las muchachas se apartaran de su pelea.
-Bien hecho Matt, lo último que necesitamos es dos niñas peleando.-Le dijo Mello con tono cansado, quitándole la envoltura a su barra de chocolate.
-No es nada, aunque oye, una pelea de chicas tampoco estaría tan mal ¿eh?
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-Buena fiesta, ¿no crees?
-Si... Bueno, aunque quisiera que Near estuviera aquí
-¿Hum? Ah si, tu enamorado Near.-Dijo Misa en tono picarón pellizcando una de las mejillas de su amiga.
Linda apartó bruscamente la mano de Misa de su rostro.
-¡No es gracioso!
-Ya... Perdón. Como sea Near nunca sale, que yo sepa.
-Si... Es tan tímido... y fascinante y... Misa ¡Misa! ¿Me estás escuchando?
-¿Uh? ¿Qué?
-Uuuuy, ¿Te perdiste observando a Light otra vez?
-¡Shhhh! ¡No hables tan fuerte! Linda, escucha, esta puede ser mi noche, iré a hablarle a Light. Después de todo, ¿que chico no querría a una porrista? ¡Además él es campeón de tenis juvenil, dime ¿no somos la pareja perfecta?!
-Bueno, suerte.
-Jijí gracias, pero Misa no la necesita
Misa se encaminó hacia donde estaba Light, junto a otros compañeros, cuando una voz la frenó.
-¡Misa! ¡Misamisa, ya debemos irnos!
-¿Eeeeeh? ¿Justo ahora Matsu?
-Sí, tu madre fue específica en que estuvieras en casa devuelta a las 2 de la mañana.
-¿Eh? ¿Ya son las 2? Uhhhh solo un ratito más
-Claro, porque por supuesto quieres llevarte otro de los sermones de tu madre ¿no?-Respondió sarcasticamente.
-Uff... Está bien.-Suspiró frunciendo el seño.-Ya vámonos.
¡Es que no era justo! Justo cuando al fin iba a hablarle a Light debía irse a casa. Todo por culpa de su madre.
Una vez llegó a su casa, solo quería desplomarse sobre su cama y que la almohada callara sus gritos de rabia. Pero seguramente su madre estara despierta, lista para algún sermón.
-¡¡Llegué!!
No hubo respuesta.
-¡¡Mamá, papá, Kaito, ya he vuelto!!
Nadie respondió. Era raro, todas las luces estaban encendidas, y normalmente no las apagaban hasta que todos se fueran a dormir.
-¿Mamá? ¿Papá?... ¿Kaito?-Dijo caminando hacia la sala de estar.
Allí, se encontró con lo que nadie jamás querría ver: el cuerpo muerto y mutilado de su hermano menor.
-Ka...Ka... ¡¡¡KAITOOO!!!-Gritó desesperadamente mientras las lágrimas caían velozmente por su cara.-¡¡¡MAMÁ!!! ¡¡¡PAPÁ!!! ¡¡¡KAITO ESTÁ MUERTO!!!-Vociferó corriendo en busca de sus padres. Quienes estaban en la cocina, muertos y ensangrentados.-Ma...ma...¿mamá?...pa...¿papá? No... No... ¡¡¡NO ESTÁ PASANDO!!! ¡¡NO, ESTO ES UN SUEÑO UN SUEÑO!!-Gritó pelliscándose en todos lados para despertarse.
Cuando ya no le quedaba aliento para seguir gritando y llorando a cántaros, se desplomó en el piso, respirando con dificultad. Entonces oyó voces que provenían del patio trasero, o más bien, risas. Giró la vista a la puerta de cristal que daba al patio: dos hombres vestidos completamente de negro la miraban desde afuera y se reían de ella. Ambos llevaban cuchillos, completamente ensangrentados. Ellos... Habían matado a su familia...
Los hombres huyeron. Por supuesto que Misa los había denunciado a la policía, pero el juicio se seguía alargando, y ella cada vez perdía más la esperanza.
Los padres de Matsuda fueron nombrados sus tutores legales, por lo cual Misa se mudó con ellos. Aunque no estaba mucho en la casa, vivía yendo a tribunales o al cementerio a visitar a su difunta familia.
Misa perdió su tono, sus colores, su estilo, ya nunca volvió a ser la misma. Su forma de vestir se volvió de lo más simple: blusa olgada, pantalones de algodón y sandalias, todo negro. Ya jamás se cepillaba el cabello, y perdió totalmente el apetito. No era ella, era más bien como un fantasma.
-Misa, hoy tienes que comer.
-No tengo apetito.-Suspiraba el espectro.
Todos sus amigos se preocupaban por ella, tenían que volverla a la normalidad cueste lo que cueste.
-¿Hoy no era la grabación de tu programa?
-...
-¡Misa, anda, no puedes estar así! ¡No es sano! ¡Trabajaste toda tu vida para conseguir ese papel y ahora así nada más lo dejas!
-...
-¡¡Basta!! ¡Vamos a arreglarte el cabello, a vesirte bien y salgamos al mundo real!
Fue entonces que, a la fuerza, intentaron que almenos recobrara algo de cordura. Todos los días salía, ya fuera a tomar smoothies con Linda o de compras con Matsuda, la prioridad era que nunca quedase sola. Así logro reponerse un poco, y básicamente dedicaba toda su energía en su carrera.
-¡Misaa! ¡Mira, acabo de ir por nuestros nuevos uniformes! ¿No te encantan?~-Canturreó Linda.
-Si... lindos...
-¿Uh? ¿Matsuda, qué pasó?
-Los... los acusados del homicidio de su familia fueron declarados inocentes.-Dijo en voz baja abrazando a Misa, quién rompió en llanto ni bien lo menciono.
-¡¡¡NO ES JUSTOOO!!! ¡¡¡YO LOS VÍ!!! ¿¿¿POR QUÉÉ???-Gritó abrazándose con fuerza a su amigo.
Luego de muchos intentos por consolarla, Misa se fue a su habitación. Linda y Matsuda se preocuparon ¿y si volvía a deprimirse como antes?
Así como lo temieron, pasó, pero no como la última vez, ahora solo salía para grabar, y sino se quedaba encerrada en su cuarto, sepultada bajo un monton de sábanas y pañuelos desechables usados.
-Misa, ¿puedo pasar?
-Ya que...-Gruñó contra su almohada.
Matsuda entró a la habitación con lo que parecía ser una laptop en sus brazos.
-¿Recuerdas que... dijiste que querías vengarte de esos asesinos?
-Si, ¿por?
-Pues mira esto-dijo abriendo la computadora.
Misa se sentó en la cama y miró la pantalla curiosa. Una página web en la que anunciaba que los asesinos de su familia murieron de un extraño ataque al corazón. Que ésta era otra de las purgas de Kira.
¿Kira? Ella había oido hablar de él, era un asesino en serie que mataba criminales mediante ataques al corazón. Y que más que un asesino, muchos lo consideraban un vengador del inframundo, un salvador, un dios...
-¿Así que... Kira?-Exclamó la rubia con una sonrisa que no tenía hace meses.
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-¿Así que... Kira?-Sonrió maniáticamente el castaño.-Supongo que viene de "Killer", asesino en inglés. No es que me guste mucho el término, pero así es como la gente ha decidido llamarme. Mira aquí, Ryuk.-Le indicó al shinigami que estaba detrás de él.-Si buscas "Kira" en internet te salen miles de páginas como estas. La gente ya comenzó a darse cuenta que alguien está impartiendo justicia... Y todo gracias a este cuaderno.-Dijo tomando un cuaderno color negro enre sus manos.
.......................FLASHBACK...........................
-Light, hijo, es tu madre, dice que vayas volviendo a casa, se hace tarde.
-No, yo me iré luego. Contigo papá.
-Yo me quedaré hasta tarde, además ya nos ayudaste mucho el día de hoy.
Light salió del edificio de la policía, donde aveces iba a ayudar a su padre con sus investigaciones.
Entonces vio algo ¿un cuaderno? Si, un cuaderno negro que había caido del cielo. Light se frotó los ojos ¿estaba loco? ¡Los cuadernos no caen del cielo!
Sentía curiosidad, se acercó al cuaderno y lo levantó del piso. Tenía algo escrito en la portada, decía "Death Note", osea "Cuaderno de muerte" en inglés.
Ojeó las páginas del cuaderno, no tenía nada escrito, exepto en la primer página, donde tenía unas instrucciones, todas escritas en inglés.
-"La persona cuyo nombre sea escrito en este cuaderno morirá"-Leyó en voz alta Light.
¿Enserio? ¿La persona cuyo nombre sea escrito en este cuaderno morirá? ¿Qué tan estúpido creían que era? Aunque... ¿Y si era cierto?
Light puso el cuaderno en su mochila y se dirigió a si casa. Una vez allí, se dispuso a probar el cuaderno.
Momento... si esto en verdad funciona... ¿Me convertiré en un asesino? Debería intentar con alguien cuya muerte no le importe a nadie... Y que no esté conectado de ninguna manera conmigo... También tendría que saber de inmediato si murió de verdad...
El castaño encendió el televisor que tenía en su cuarto y puso las noticias.
Revisó las reglas del cuaderno:
·Este cuaderno no tendrá efecto si aquél qie escribe no tiene en mente la cara de la persona en el momentobque escribe su nombre. De este modo quienes compartan el mismo nombre no morirán.
·Si se escribe una causa de muerte antes de los 40 segundos después de escribir el nombre, esto será lo que suceda.
·Si no se especifica la causa de muerte, la persona morirá de un ataque al corazón.
·Después de especificar la causa de muerte, los detalles de ésta deberán ser escritos en los siguientes 6 minutos y 40 segundos.
Luego de leer las instrucciones, prestó atención a las noticias, un hombre que anteriormente había asesinado a 6 personas, estaba encerrado en una guardería con 8 rehenes cautivos. El hombre se llamaba Otoharada Kurou, y mostraban su foto en la pantalla.
Light tomó un bolígrafo y escribió su nombre.
Listo... Ataque al corazón en 40 segundos ¿verdad?
Ya pasaron 40 segundos... nada, no ha pasado nada.
-¡Oh! ¡Los rehenes están saliendo!-Anunció el locutor de las noticias.-¡Parece que están bien! La policía está entrando en la escuela... ¿¡Han conseguido el arresto!?
¿Qué? ¿Qué está pasando?
-¡Nos llegan rumores de que el sospechoso está muerto!
¿MUERTO? ¿COMO QUE MUERTO?
-¡¡Liight, hijo, es hora de cenar!!
-...S... ¡Si, ya voy mamá!
Soy un asesino... Soy un asesino... ¡MATÉ A UNA PERSONA! ¡SOY UN ASESINO! ¿Q... Qué hago? Yo... Yo... ¡ESTE CUADERNO ES HORRUBLE!
Light arrojó el Death Note al cesto de basura. No quería ver esa cosa nunca más.
Durante la cena no probó un bocado. Estaba preocupadísimo. Había matado a alguien, pero ¿que importaba? Ese hombre merecía morir... ¿Cierto? El mundo estaría mucho mejor si la gente como él moría.
Tal y como él siempre había creído, el mundo estaba corrompido, y aquellos que lo corrompían merecían morir.
Luego de la cena, sacó el cuaderno de la basura. Ya lo había decidido, usaría la Death Note, y cambiaría el mundo para bien.
Los días siguientes, Light utilizó el cuaderno y asesinó a varios criminales con ataques al corazón. Así se le apareció Ryuk, el shinigami que dejó caer ese cuaderno en el mundo humano. Desde entonces Ryuk lo acompañaba a todos lados, pero él era el único que podía verlo o escucharlo.
Con el tiempo, la gente empezó a hablar de las misteriosas muertes de criminales, y algunos consideraban que una figura divina impartía justicia. A esta figura la llamaron "Kira".
.................FIN DEL FLASHBACK...................
-¿Lo ves Ryuk? La gente no se atreve a reconocer mi existencia en público, pero en internet, donde puedes ocultar tu identidad, la idea de Kira se propaga. Muy pronto, me convertiré en el dios del nuevo mundo.-Sonrío maléficamente.
-Lo sabía.-Exclamó Ryuk.-Los humanos son muy... interezantes.