Falso orgullo

Bueno, vengo a mi blog a hacer dos cosas: por un lado, dar un anuncio y spammear un poco. Por otro lado, quejarme. Y podría poner las dos cosas en la misma entrada, pero tampoco quiero que se relacionen directamente las dos o que parezca que estoy presionando ni nada así. Esto es solo un desahogo, porque necesito compartirlo en algún sitio o, de lo contrario, reviento. Así que me limitaré a soltar mi bilis aquí, y ya luego haré otra entrada anunciando todo con tranquilidad.

El tema es que me van a publicar otro libro, el tercero ya, y en fin, para lograr esa publicación, la editorial me pide superar una campaña de preventa, es decir, que una cierta cantidad de personas (aproximadamente 50) pidan el libro con antelación en una página destinada a ello. Lo que es un crowdfunding que está ahora tan de moda, vaya. Simplemente se entra en la página, se dan los datos de dirección y tal, y listo; no te cobrarán nada hasta que no se llegue al límite mínimo del proyecto, porque en caso de que no se llegue, el libro no se publicaría y, por tanto, no te van a cobrar por comprar aire (?). En caso de que sí se llegue, ya te cobran y te envían el libro a tu casa antes de la salida del libro. Cool. Fácil.

Bueno, el punto de todo esto es... que me revienta por dentro la gente. A ver, no toda la gente, pero sí gran parte. Lo entenderéis en seguida.

Resulta que yo ya publiqué un libro en estas mismas condiciones. Yo provengo de un pueblo pequeño, de unos 4000 habitantes, y resido en Sevilla, donde conozco a muchas personas, desde compañeros de clase hasta conocidos y amigos de amigos. También conozco gente en otros lugares, claro: ex-compañeros de erasmus, conocidos y amigos por otras partes de España. Y esto es hablando de España, que luego tengo a la gente de FFL, claro.
En fin... de todas estas personas, se puede decir que tengo un grupo de amigos, que somos 11, los cuales forman el grupo con el que salgo a diario, con el que más me veo y con el que más cosas comparto. Son mis amigos, digamos, de verdad. Eso no quita que también tengo otros y otras amigos y amigas, no siendo taaaan amigos, pero sí presuponiendo una amistad: compañeros de clase de universidad, amigos de la infancia o excompañeros de clase del instituto hacia los que profeso y me profesan cierto cariño.
Bien. Pues, de las 50 personas que tenían que reservar ese libro, que al final fueron unos 60, solo 10 fueron amigos de mi día a día, por supuesto siendo los 10 amigos de mi grupo de 11. Y luego, 3 personas más que son amistades, y, ¿sabéis quiénes? Pablo, Gabi y Mary, tres personas de aquí, del foro, el primero mi novio y las otras dos mis amigas. Amigas a las que no he visto nunca, solo nos conocemos por internet, y aun así, compraron el libro. Ya está, nadie más, ningún otro amigo me compró ese libro.
¿Compañeros de clase de la universdiad? Ni uno.
¿Compañeros de clase de instituto? Ni uno.
¿Amigos de la infancia, de toda la vida? Ni uno.
¿Otros amigos y compañeros? Ni. Uno.
Solo mi grupo de amigos, un conocido random y tres personas del foro. Solo. ¿El resto? Fueron amigos y conocidos de mi abuela y de mis padres, especialmente de la primera. Es que de 60, más de 40 no compraron el libro por mí, lo compraron por mis padres o mi abuela. Es, cuanto menos, deprimente. Que haya gente que me apoya por compromiso, referencia o amistad con mi abuela, y no haya casi nadie que me apoye a mí por mí, directamente. Es muy deprimente, muy triste. A mí me hizo darme cuenta de muchas cosas.

Y bueno, más allá de cómo me sienta, yo ni puedo ni quiero obligar a nadie, ni aunque sea mi amigo, a que compre el libro. Puedo sentirme mejor o peor al respecto, pero es su dinero y su decisión. Lo que sí que no soporto es la hipocresía de muchos. Porque hubo mucha gente que, en redes sociales, se pavoneaba de ser mi amigo, de lo "orgulloso/a" que estaba de mí, que decían apoyarme hasta el infinito, incluso que decían que era un gran escritor y que todos deberían leerme (cuando él/ella no ha leído nada mío)... y todo para, luego, no pagar ni un céntimo por mí. A mí eso me parece lamentable, lo siento. Te cuelgas la medalla de amigo del año pero no apoyas en nada a tu amigo. Entiendo que des un enhorabuena por compromiso y ya, eso es lógico, pero... ¿ponerte en plan "qué orgullo", "¡Tenéis que leerle, es un gran escritor!", "¡Menudo crack, eres el mejor!", "¡Te apoyo hasta el final!", y luego no colaborar? Es hipócrita, lo siento. Así lo veo, y así lo siento. Me parece una falsa amistad. Qué menos que, si por cualquier cosa no puedes permitírtelo, decirme "oye, yo te difundo y te apoyo, pero lo siento, por x motivo no puedo comprarte el libro". ¡Magnífico, perfecto! Lo entiendo perfectamente, pero solo tres o cuatro personas, incluso menos, hicieron eso. Nadie más. El resto o me ignoraron completamente o empezaron con sus charlas de orgullo y de admiración para nada.
Y estoy harto. Al igual que estoy harto de que en mi pueblo vayan muy de apoyar a la gente que logra algo, como concursar en un programa de canciones o, precisamente, escribir un libro, y vendan el libro en los bares, pongan publicidad, todo el mundo lo compre, todo el mundo lo apoye, todo el mundo lo vote... pero pasen de ti cuando no eres "hijo de", "hermano de", "nieto de", o cuando, aun siéndolo, le das igual a todo el mundo porque no eres popular en el pueblo. Entonces, queridos paisanos míos, no estáis apoyando "el talento" de la gente del pueblo. Estáis apoyando el talento de la gente de quien os interesa rodearos, estáis apoyándole porque es el dueño del bar x del pueblo, porque es la que canta en los carnavales del pueblo y porque, en definitiva, es conocido/a. Por ser de tu mismo pueblo nadie te da un duro... a no ser que luego triunfes, que ya verás como se regocijan de ser paisano del triunfador, aunque antes no hubiesen escuchado ni su nombre. Porque la gente es una interesada. Eso es lo que estoy aprendiendo con esto. Y solo un puñado de personas te demuestran apoyo de verdad. No puedes contar con nadie, porque a la compañera de clase a la que tanto has ayudado explicándole todas las dudas que tenía, prestándole apuntes, consolándola cuando lloraba y riéndote con ella cuando reía... le da igual lo que hagas y no va a sacrificar un poco de su dinero en apoyar tu sueño cuando puede gastarlo en salir de fiesta y beberse 6 copas. Al amigo/a de la infancia que se ha criado contigo y te conoce de siempre no le conviene gastar dinero en ti, ya le basta con presumir de que su amigo del alma ha publicado un libro (cuando no lo ha publicado, está en proceso de ello, y tú no estás ayudando a que lo logre) y oh, cuánto lo admiras.

No soporto esa hipocresía. Y esto lo digo todo porque ya lo experimenté en su momento, con el anterior libro, con Vulnerables... pero es que llevo como 5 días de campaña de preventa del nuevo y me está sucediendo exactamente lo mismo. Gente que se pavonea en redes sociales de apoyarme hasta el final y ni compró el anterior ni parece con intenciones de comprar este, gente que dice estar super orgullosa de mí y lo grita a los cuatro vientos, pero que no pretende gastar un solo euro, porque por dios, pa' qué, ¿no? Y yo, cuando veo eso, ¿qué hago? ¿Me enfado? ¿Le respondo mal? No. Le tengo que dar las gracias. Porque si muestro que me irrita esa actitud, el culpable sería yo, el desagradecido sería yo.

Y sinceramente, yo ya dudo de quién es más desagradecido.