El primer beso

Esto es una fragmento de una de mis obras no publicada aún. Espero que les guste:

No sabía muy bien como sentirme, Darío era mi amigo y necesitaba mi ayuda. No había tenido muchos amigos a lo largo de mi vida y por lo tanto no sabía muy bien que hacer en una situación como esa. Por una parte quería ayudarle, era un tema muy importante, su integridad física estaba en peligro, pero por otro lado, no quería, o más bien no podía. No, no podía besarle, nunca había besado a nadie antes, iba a ser mi primer beso. No es que pensará en eso a menudo, pues no podía dejar de atender mi reino por unos sueños amorosos, pero tenía claro que mi primer beso tenía que ser especial, único, al igual que la persona me lo diera. Yo era la princesa Alexia, y no podía ser besada por cualquiera: _ ¿Qué te pasa Alexia?_ tenía miedo de decírselo, Darío tenía una forma de ser un poco borde _ Es que…va a ser mi primer beso _ Bueno, ¿y qué pasa?_ le miré enfadada _ Pues que siempre me lo he imaginado distinto, con una persona especial _ ¿Y yo soy especial? Soy tu amigo, que mejor que yo que para darte tu primer beso_ agaché la cabeza _ No…puedo Me di la vuelta sin mirarle y corrí a esconderme bajo las sábanas… Lloré durante horas, estaba convencida de que me odiaría. Le había condenado a pasar toda su vida encerrado en este horrible lugar, a no volver a ver al amor de su vida.

Mi princesa no imaginaba que tanto sufrimiento no era necesario. Media hora antes del cierre de celdas, alguien llamó a su puerta, Abril abrió poco a poco, se la encogió el corazón cuando vio Alexia llorando, se acercó a la cama: _ Princesita, ¿Por qué lloras? _ Darío me odia_ ella rio ligeramente _ Eso no es lo que parece, ¿Por qué no te levantas y vas a verle?_ le miró desconfiada, pero sabía que no podría dormir si no arreglaba las cosas con él. Cuándo salió por la puerta se encontró con un camino a oscuras, solamente iluminado por unas velas. Se secó las lágrimas y sonrió: _ ¿Qué mágico lugar esconden este camino?_ pensó ilusionada ante la idea de una aventura, y con ganas comenzó el camino, el cual la llevó al patio delantero. Era de noche, una luna llena se alzaba en firmamento, una ligera brisa apagó las últimas velas que la llevaban a su sorpresa: _ Hola Alexia_ saludó tímidamente Darío. Alexia se acercó lentamente a él _ ¿No estas enfadado conmigo? _ negó con la cabeza. Tenías razón, soy un cutre, pretendía robarte tu primer beso así sin más, por eso he preparado esto. Dió un paso atrás dejando ver un picnic, con flores y velas. _ ¿Quieres cenar conmigo? _ Mi hermanita lloró de la emoción, de verdad se sentía una princesa, y es que aunque estuviera en un celda había personas que le ayudaban a olvidarlo.

Cenaron, rieron, vieron las estrellas, bailaron… _ ¿Qué pedirías si de verdad supieras que esa estrella te cumpliría tu deseo?_ le dijo a mi princesa _ Ir a mi reino sin cerrar los ojos, sin que nadie me grité que vuelva ni me droguen para olvidar mis sueños, quiero ser yo y que nadie intente cambiarme_ silencio, que verdad, el mundo está lleno de incomprendidos, de gente que solo quieren ser ellos, pero la sociedad no está preparada para comprender que lo bonito es lo raro, y que lo normal es ordinario. Que hay que dejar las cosas ser como son y amar las diferencias haciendo de ellas historias que hagan soñar a las mentes más despiertas. _ Darío… _ ¿Sí? _ Quiero besarte, esto no significa que te amé, pero creó que nunca un beso podría ser más especial que ahora.